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domingo, 21 de agosto de 2022

Discursos vacíos… @dealgunamaneraok...

 Discursos vacíos… 

El índice Alberto. Dibujo: Pablo Temes.

El discurso hueco de la dirigencia vernácula está más allá de cualquier intento de pragmatismo. 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 20/08/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de las/os Argentinas/os.


Alberto Fernández transita estos días por las tristes aguas de la intrascendencia política. El jueves participó de un seminario de cierre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) con expresidentes de América Latina y España. Se lo vio junto a José Luis Rodríguez Zapatero, José “Pepe” Mujica, Ernesto Samper y Vinicio Cerezo. Un seleccionado de otra época. Tampoco tiene aprobación absoluta en ese pintoresco club de amigos. Daniel Ortega sostuvo que “da vergüenza estar en la Celac”, presidida por el jefe de Estado argentino, y aseguró que Fernández “tiene secuestrados” a los venezolanos del avión y que la Argentina parece “un distrito de los EE.UU.”.

También cantó en la inauguración de un jardín de infantes en La Rioja. Los libros de comunicación política señalan que en momentos de alta popularidad un mandatario puede someterse a situaciones poco convencionales para mostrar cercanía con su electorado y compartir momentos de distensión. Lo supo hacer Carlos Menem en su momento de apogeo. Este no sería el caso de AF. Tampoco lo fue cuando decidió terminar desparramado en la arena de Mar de Ajó luego de intentar atajar un penal a un niño de ese balneario del Partido de la Costa. Hace tiempo que el Presidente perdió el rumbo y ya no interpreta señales. La centralidad de Sergio Massa terminó de descolocarlo. 

Se acabaron las fichas

“El error del embajador argentino en los Estados Unidos, Jorge Argüello –que trató a Massa de ‘presidente’ en el Council of the Americas– fue mucho más que un acto fallido, fue una muestra de cómo se vive la realidad puertas adentro del nuevo circuito de poder del oficialismo”, se sinceró un peronista que supo respaldar al primer mandatario en los comienzos de su gestión. 

La vacuidad del discurso de la dirigencia política vernácula está más allá de cualquier intento de pragmatismo serio. “No hay que tener vergüenza de sentarse con la oposición”, dijo el ministro de Economía. “Hay que hacer una coalición”, afirmó, por su parte, Horacio Rodríguez Larreta. La pregunta es simple: ¿hay hoy algún gesto en esa dirección por parte de oficialistas y opositores? La respuesta es contundente: no. 

“Si lo van hacer, háganlo ya”, dijo el embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley, en una muestra de sentido común que, por lo visto, molestó particularmente al kirchnerismo. Las refutaciones y descalificaciones a Stanley por parte de la inefable portavoz del Presidente, Gabriela Cerruti, y del “vocero” de Cristina Fernández de Kirchner, Andrés “Cuervo” Larroque, demuestran, primero, que no entendieron nada, y segundo, que tampoco les interesa tener una real comprensión de la verdadera causa de la tragedia argentina.  

Las contradicciones del discurso y del accionar del oficialismo alejan las posibilidades de generar la confianza que Massa necesita para avanzar con la implementación de las medidas que sustentan su plan “vamos viendo”. “¿A quién debemos creerle: al ministro, que busca acercarse a los Estados Unidos, o a Larroque, que llamó al embajador Stanley “Braden”, o al Presidente, que defiende a Cuba, Nicaragua y Venezuela?”, se preguntaba en la calurosa tarde del viernes en Washington una voz desde el Departamento de Estado.

Un gobierno sin rumbo

El adelanto del pago de Ganancias a las grandes empresas es una medida altamente controvertida que demuele el discurso filodesarrollista del ministro. El rechazo por parte de las entidades empresariales a la resolución RG5248/2022 dispuesta por la AFIP expone dos aspectos claves: la voracidad fiscal y la imprevisibilidad. 

El tarifazo aplicado a los servicios públicos ha dejado expuestas tres características que hacen a la esencia del kirchnerismo: la improvisación, el relato y la necesidad de crear un enemigo.

La improvisación se vio en las confusas explicaciones que ha venido dando la flamante secretaria de Energía, Flavia Royón. Su frase: “No sé cómo son las cosas acá”, dicha durante la presentación de los aumentos, exime de mayores comentarios.

La apelación al relato la hizo Malena Galmarini cuando, ante una pregunta precisa que le hizo nuestro colega de TN y Canal 13 Gonzalo Aziz, le respondió –intentando corregirlo– que no era un “tarifazo” sino una “redistribución de subsidios (sic)”.

La necesidad de crear un enemigo a quien culpar por el ajuste dio pie a la andanada de escraches –siempre repudiables– a “ricos y famosos” no afines al Gobierno por pagar tarifas subsidiadas que, en verdad, nunca pidieron. No hubo reproche, en cambio, para los “ricos y famosos” afines al kirchnerismo, que también pagaban tarifas subsidiadas. 

A pesar de haber sido invitado, Massa no participó de la reunión de gobernadores oficialistas que Axel Kicillof organizó en La Plata. Lo que hubo allí fueron temores por los efectos del ajuste tarifario y los giros de fondos para la obra pública. 

Mezquindades

Tanto fue el ruido que produjo lo allí hablado entre asado y empanadas, que Kicillof tuvo que salir a hacer declaraciones, ayer por la mañana, diciendo que de ninguna manera intentan marcarle la cancha al ministro. 

“No aclare, que oscurece”, habría que señalarle al gobernador bonaerense.

En medio de todo esto, está la situación judicial de Cristina Fernández de Kirchner, cuyo futuro es sombrío. Esto también tendrá efectos colaterales sobre la gestión de Massa. La creciente campaña contra la Justicia que se viene organizando desde La Cámpora es un indicio de la preocupación que existe en el oficialismo al respecto de este asunto de alto voltaje jurídico y político. 

Las presentaciones del fiscal Diego Luciani han tenido un impacto inesperado para CFK y quienes la defienden. El cúmulo de pruebas que exhibieron los fiscales –junto al doctor Luciani trabaja el doctor Sergio Mola– sorprendió a más de uno. 

Fueron evidencias desconocidas hasta ahora, y de una gran contundencia, sobre la fenomenal maquinaria de corrupción pergeñada por Néstor Kirchner y ejecutada, desde el momento mismo de su llegada al poder, tanto por él como por la vicepresidenta, a quien hay que recordarle las palabras del papa Francisco: “La corrupción la pagan los pobres”.



   

domingo, 20 de febrero de 2022

Gobierno. Sin conexión con la realidad... @dealgunamaneraok...

 Sin conexión con la realidad

“Solo le pido a Dios...” Alberto Fernández. Dibujo: Pablo Temes.

La falta de un plan económico serio para combatir la inflación es uno de los vacíos que arrastra este gobierno.  

© Escrito por Nelson Castro el sábado 19/02/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.



La vorágine por la que transcurre la realidad de la Argentina es tal, que lo estrepitoso que ocurre en un día cualquiera es superado por un hecho de un estrépito aun mayor que sucede al día siguiente. El 3,9% de inflación de enero parece haber ocurrido hace meses. Como todos los lectores saben, el dato se conoció a principios de la semana que pasó.

La inflación proyectada por el Gobierno para todo 2022 tiene un piso del 40% y nadie oculta que será varios puntos más alta. Las principales consultoras privadas la ubican en torno al 60%. La quita de subsidios a la energía, el aumento de los servicios públicos, el mencionado índice de precios al consumidor del mes de enero del 3,9% –pero con una ponderación de casi 5 puntos para el rubro alimentos– pulverizan los cálculos oficiales. Pero hay algo más triste: la falta de reacción y la contaminación ideológica de las pocas ideas que circulan por el Frente de Todos contra Todos. Al mismo tiempo que se conoció la inflación del primer mes del año, la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruticonfirmó que el Gobierno planea la creación de una Empresa Nacional de Alimentos. ¿El objetivo? Fijar precios de referencia.

¿Suena conocido? Control de precios; precios máximos; precios cuidados; congelamiento de precios, y una larga lista de iniciativas con destino de fracaso que demuestran que no se puede alcanzar resultados distintos haciendo siempre lo mismo. Al fracaso que, de prosperar la iniciativa de este engendro nacido de mentes que atrasan todos los días un poco más, habrá que agregarle la oleada de corrupción que traerá consigo. La Empresa Nacional de Alimentos será una caja más de la cual se servirá el kirchnerismo duro para sus “negocios”.

La falta de un plan económico serio con medidas de fondo para combatir la inflación es uno de los vacíos que arrastra este gobierno desde el comienzo de su gestión.

“El acuerdo con el FMI traerá un ajuste inevitable, pero me atrevo a decir que la propia impericia local empoderó al Fondo para que venga a imponer un plan más o menos lógico para frenar la emisión y los excesos de la macro cometidos por este gobierno”, aseguró un economista de consulta, quien con una buena cuota de sentido común –de la que a diario demuestra carecer Alberto Fernández– agregó: “Si el acuerdo incluye los desembolsos proyectados, los niños cantores del oficialismo ya no podrán repetir que el gobierno de Macri accedió a un préstamo descabellado porque la historia para los Fernández es bastante similar”.

La cercanía de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional es un catalizador que agudiza las peleas dentro del oficialismo. Nadie sabe a ciencia cierta qué va a suceder cuando el entendimiento deba ser sometido al Congreso para su aprobación. La indicación –en verdad, debería decirse la orden– de Cristina Fernández de Kirchner de que el proyecto se trate primero en la Cámara de Diputados y no en el Senado es una muestra clara de su poca o nula voluntad de darle respaldo político a esta iniciativa del Presidente, clave para el devenir de la economía argentina. Surge en medio de tanta disputa un interrogante de significativo peso político: ¿Qué hará Axel Kicillof?   

Al respecto de este acuerdo, hay que tener en cuenta la decisión política del gobierno de Joe Biden de apoyarlo. La trastienda de este apoyo es abundante en complejos vericuetos por los que han debido moverse activamente los pocos funcionarios que tienen una cabal comprensión de cómo funciona el mundo. Entre ellos, uno de los que han tenido una tarea más dura, ha sido el embajador argentino en los Estados Unidos, Jorge Argüello. Enmendar los desaguisados de AF y su troupe no ha sido –ni será– una tarea fácil.

El 10% de la provincia de Corrientes está siendo devorado por el fuego. El ministro de Ambiente, Juan Cabandié, sobrevoló la provincia a más de veinte días de desatado el desastre. Las acusaciones cruzadas con la Nación demuestran que la incapacidad reinante es una de las causas del desastre. Cabandié es un militante político de La Cámpora sin ninguna experiencia en la materia. Es un error de la mayoría de los gobiernos ocupar con cargos políticos carentes de pericia técnica los ministerios, secretarías o subsecretarías vinculadas al cuidado del medioambiente. 

El rabino Sergio Bergman, que comandó esa cartera entre diciembre de 2015 y septiembre de 2018, tampoco la tenía. La improvisación y los favores políticos son hoy una condena que hipoteca el futuro y la riqueza natural de nuestro país. Ayer fueron los incendios en el sur –en donde todavía persisten algunos focos ígneos–, hoy es Corrientes y mañana podrá ser cualquier otro lugar. El accionar será siempre el mismo.

Mientras tanto el presidente Alberto Fernández, que evidentemente no tiene el pulso de la dimensión de la tragedia que ya llegó a los medios internacionales, se paseó por Mar de Ajó y se puso a atajar penales en la playa con un grupo de chicos en un balneario público. En lugar de mostrar empatía, preocupación y acciones concretas por el avance del fuego, optó por quedar desparramado en la arena demostrando –una vez más– su pasión por hacer el ridículo. “Fue un momento de distensión que compartió con chicos locales y turistas del lugar. No se le puede criticar cada cosa que hace. Eso también lo humaniza y lo conecta con la gente”, dijeron cerca de su entorno, aunque admitieron que “probablemente no fue el momento más oportuno”. Es que, junto al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y la diputada Victoria Tolosa Paz, el jefe de Estado celebró los resultados de la temporada 2022 en una recorrida por el Partido de la Costa.

Estas “bajadas a territorio” –como se las llama– se hacen respondiendo a un plan cuidadosamente diseñado donde nada resulta auténtico. A juzgar por los resultados, el Presidente y sus asesores deberían repensar detenidamente estas iniciativas. Alguien debería recordarle a AF que del ridículo nunca se vuelve.





domingo, 13 de octubre de 2019

Islas Malvinas. Cooperación Antártica. ¿A qué costo?...

Cooperación Antártica. ¿A qué costo?...

Mapa político de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.

Ni aun en nombre de la más alta ciencia Argentina puede distraerse de su obligación jurídica, política e histórica de reivindicar sus derechos sobre las islas.

© Escrito por Jorge Argüello, ex embajador de Argentina ante la ONU, el domingo 11/10/2019 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Hace unas dos semanas, el 26 de septiembre pasado, el Reino Unido registró en el puerto de las islas Malvinas a su nuevo y flamante buque de investigación antártica, el RSS Sir David Attenborough, que lleva el nombre de uno de los divulgadores científicos más reconocidos del mundo. Este buque, dependiente del British Antarctic Survey, realizará tareas de cooperación e investigación conjunta con nuestro país en la Antártida.

Hasta allí todo suena noble y encomiable. Salvo por un detalle.

El Attenborough está registrado como nave en las islas Malvinas y enarbola la bandera del ilegítimo gobierno de las islas. Conforme el derecho del mar, el vínculo entre un buque y su bandera es un ejemplo claro del ejercicio de la soberanía estatal.

Londres, al registrar el barco en Malvinas, produce un hecho político; la afirmación de su pretendida soberanía sobre un territorio en disputa con Argentina, situación reconocida por la comunidad internacional.

La controversia antártica. La Antártida configura hoy uno de los principales reservorios mundiales de agua dulce y minerales. Desde 1961, el Tratado Antártico establece el uso exclusivo del continente blanco para fines pacíficos, con libertad de investigación científica y un compromiso de intercambio de información al respecto.

El Tratado, y este es un punto clave, “congela” las reclamaciones territoriales por parte de los siete Estados que originalmente –al tiempo de la celebración del tratado– tenían pretensiones de soberanía sobre distintas partes del continente antártico (Argentina, Chile, Francia, Gran Bretaña, Noruega, Australia y Nueva Zelanda).

Argentina mantiene una ininterrumpida presencia en la Antártida desde 1904. Hoy tiene 13 bases permanentes y temporarias, más que cualquier otro país, y administra una serie de refugios que sirven de resguardo y apoyo para los trabajos de campo de expediciones que operan alejadas de las bases. Ello representa un espacio de casi 1,5 millones de kilómetros cuadrados y se superpone con los reclamos soberanos del Reino Unido y Chile.

Las islas Malvinas, usurpadas por el Reino Unido desde 1833, se convirtieron en un punto de trascendental importancia para la pretendida proyección antártica británica sobre la totalidad del Sector Antártico Argentino. Tanto, que el Reino Unido considera propio ese territorio y lo denomina British Antarctic Territory. Sin su presencia en las islas Malvinas, el Reino Unido perdería esa proyección antártica.

Es por ese mismo motivo que Argentina ha firmado decenas de acuerdos de cooperación científica bilateral con distintos países, pero nunca –y ni siquiera bajo el “paraguas de soberanía” de los 90– con el Reino Unido.

Así fue hasta la gestión del actual gobierno.

Fruto envenenado. El giro en la política nacional antártica del actual gobierno es un fruto envenenado del acuerdo internacional celebrado por los gobiernos del presidente Macri y la primera ministra británica, Theresa May, en 2016 y que lleva el nombre de los vicecancilleres que lo suscribieron: Foradori y Duncan. En palabras del canciller argentino, se buscó con este inédito giro político “recrear confianza y crear condiciones para un diálogo” con el gobierno británico.

Menos de dos años después, el 14 de mayo de 2018 se firmó el Memorándum de Entendimiento en Cooperación Científica Antártica entre el Instituto Antártico Argentino y el British Antarctic Survey, estableciendo un peligroso precedente para nuestra posición jurídica.

Así, el país aceptó cooperar en materia de investigación científica y tecnológica antártica en el área geográfica de la Convención sobre la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (1980), pese a que el Reino Unido, con sucesivas acciones unilaterales, ha violado sistemáticamente el régimen multilateral prescripto por dicha Convención.

Precedentes. En particular, el caso del Attenborough genera dos precedentes de riesgo jurídico para la posición argentina. Una consiste en emprender tareas conjuntas con un buque registrado ilegalmente en las Malvinas, una aceptación tácita de la capacidad del ilegítimo gobierno isleño de hacerlo con otras embarcaciones. Aún más grave es que el buque pretenderá amarrar en los puertos antárticos argentinos constituyendo una violación flagrante y expresa de la Ley de la Provincia de Tierra del Fuego 852 (Ley Gaucho Rivero), que prohíbe el amarre en puertos provinciales de buques con la bandera del ilegítimo gobierno de Malvinas.

A ello sumemos el desaire del gobierno argentino al apoyo regional concretado en distintos organismos y foros latinoamericanos: los Estados miembros están comprometidos a no permitir el ingreso a sus puertos de buques con bandera de la colonia británica instalada en Malvinas.

Concesiones cómplices. El Reino Unido continúa con su política de consolidar su aspiración valiéndose de la buena voluntad, de la complicidad y del inmovilismo del gobierno nacional en la cuestión Malvinas. Resulta evidente que la estrategia nacional sostenida en los últimos años ha demostrado ser ineficiente y contraria al interés nacional.

El propio canciller Jorge Faurie consideró a la Antártida como “patrimonio común de la humanidad” en ocasión de la visita del rey de Noruega en marzo de 2018, contrariando la histórica posición que nuestro país ha mantenido ante la Asamblea General de las Naciones Unidas negando la posibilidad de considerar a la Antártida de esta manera.

Como se sabe, el Tratado Antártico se limitó a mantener la situación territorial existente al momento de su firma. Pero no impone –ni impide– a un Estado parte que renuncie a sus derechos de soberanía sobre el territorio. De allí la gravedad institucional de la posición pública del canciller argentino.

En la proyección colonialista británica sobre el Atlántico Sur, la ciencia y la geopolítica han ido de la mano desde las épocas de Charles Darwin, que llegó a las Islas Malvinas semanas después de la usurpación de 1833. El teórico de la evolución asentó en su bitácora la “sorpresa” que se llevó cuando vio flamear la bandera inglesa en las islas.

Hoy, ni siquiera en nombre de la más alta ciencia el Estado argentino puede distraerse de su obligación jurídica, política e histórica de reivindicar sus derechos sobre las Malvinas y de mantener sus lógicas reivindicaciones sobre el Sector Antártico Argentino. 

Hasta Darwin lo entendería. 




sábado, 5 de octubre de 2019

El primer presidente “rosquero”… @dealgunamanera...

El primer presidente “rosquero”… 


Alberto Fernández es un miembro de larga data del establishment político nacional y se define como “un hombre de la política”. Para validar la afirmación se puede ver su frondoso CV o incluso su estética, pero también ver sus movimientos, discursos y los nombres de quienes podrían formar parte de su Gabinete.

© Escrito porAlejandro Radonjic el viernes 04/10/2019 y publicado por el Diario El Economista de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Como dijera Emilio Monzó en una frase nada inocente, Alberto reivindica la rosca. Entiende los códigos de la política y cree en ella. No cree que las soluciones vengan de afuera y valora a la gente que viene de la política. Está lejos del discurso de la nueva política posmoderna y, para él, vale más haber sido militante que un exitoso empresario o emprendedor del sector privado. Acaso esa procedencia macrista sea uno de los motivos del rechazo casi visceral que algunos políticos, como Fernández, tienen con el PRO. Son outsiders. Cuerpos extraños. “Un accidente histórico”, como dijo Agustín Rossi.

Una clara distinción con los tiempos técnicos que corren hoy. Si Cambiemos representa la “CEOcracria” o tiene un “ala política” (es decir, hay otra que no lo es), el Frente de Todos será la “políticocracia” en la que no habrá “alas políticas” sino que todas lo serán.

Alberto (si las urnas revalidan el resultado de las PASO) necesitará “rosquear” para mantener agrupada la heterogénea coalición detrás de él y, además, empezar a suturar las heridas de la grieta, puertas afuera.

Semanas atrás, dijo que su Gobierno estará integrado por personas con experiencia en la gestión pública. No hay lugar para los outsiders y, si los hubiera, serán casos puntuales para dar una señal. Con esa estrategia, procuró diferenciarse del actual Gobierno y, además, es lo que va a ocurrir. No veremos sorpresas. Por eso se habla de Matías Kulfas, Felipe Solá, Martín Redrado, Miguel Peirano, Jorge Argüello, Florencio Randazzo, Daniel Arroyo o Marcela Losardo.

Como bicho político, cree en el poder conciliador de la cafeína. Meses atrás, en vivo por un canal de noticias, le dijo a Sergio Massa: “Sergio, volvé a Buenos Aires, tomemos un café y terminemos esto a ver cómo podemos avanzar”. Hubo café, rosca (medialunas, en rigor) y Massa encabeza la lista a diputados de la provincia de Buenos Aires.

La danza de ministros puede seguir, pero todos tiene un elemento común: experiencia política. La mayoría serán viejos conocidos y algunos más nuevos (los Santiago Cafiero, Nicolás Trotta y “Wado” de Pedro, entre otros), que aportarán renovación y conexión con el electorado más joven, también tienen antecedentes en la política, aunque más breves.


lunes, 13 de mayo de 2019

Cuestión Malvinas… @dealgunamanera...

Cuestión Malvinas…


Tierra del Fuego reclama a la Nación que se pronuncie acerca del acuerdo de Nueva York. El secretario de Representación Oficial para la Cuestión Malvinas Jorge Argüello presentó este lunes ante la Cancillería una nota solicitando que se informe a la provincia si el gobierno nacional piensa seguir avanzando en la ratificación del Acuerdo de Nueva York de 1995, y la posterior creación de un organismo regional de ordenamiento pesquero del Atlántico Sur, que incluiría al ilegítimo gobierno del Reino Unido en Malvinas como “estado ribereño”.


© Publicado el lunes 13/05/2019 por el Periódico Digital Del Fuego Noticias, de la Ciudad de Río Grande, Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.

Bertone advierte a Nación e impulsa la derogación de convención sobre pesca. La mandataria instruyó a la Secretaría de Representación Oficial para la Cuestión Malvinas a efectos de mantener una reunión con las autoridades de la Cancillería Argentina para exigir las explicaciones pertinentes. A su vez, presentará junto a los legisladores nacionales de la provincia un proyecto de ley para derogar la ley 25.259, la cual ha aprobado el “Acuerdo de Nueva York de 1995” el cual es la base para la creación de este tipo de organizaciones regionales.

La gobernadora Rosana Bertone instruyó al jefe de Gabinete Leonardo Gorbacz y al secretario de Representación Oficial para la Cuestión Malvinas Jorge Argüello, a realizar una serie de acciones para evitar que la Cancillería avance con medidas que serían enormemente perjudiciales para nuestra soberanía sobre Malvinas.

Llegó a conocimiento de miembros del gabinete provincial que en una reunión interministerial realizada en la Cancillería se analizaron gran variedad de puntos en relación a la situación en el área adyacente a la Zona Económica exclusiva de la Argentina, incluyendo algunos de extrema peligrosidad para la posición jurídica de nuestro país en torno a la Cuestión Malvinas.

Según explicó el Dr. Jorge Argüello "sabemos que en esa reunión se evaluó avanzar en conformar una organización de ordenamiento pesquero, y la  consecuencia de esa decisión sería el reconocimiento de Gran Bretaña como estado ribereño en el Atlántico Sur, lo que sería nefasto para nuestra reivindicación soberana sobre Malvinas".

Al saberse del tratamiento de estos temas,  sumado a las recientes declaraciones ante la prensa de miembros del ilegítimo gobierno británico de las Islas Malvinas en relación a su interés en formar una OROP (Organización Regional de Ordenamiento Pesquero) en la zona del Atlántico Sur, la gobernadora Rosana Bertone ha decidido realizar una serie de medidas a efectos de proteger nuestros legítimos derechos sobre las Islas Malvinas, Sandwich del Sur, Georgias del Sur y los espacios marítimos circundantes.

En primer lugar, la mandataria instruyó a la Secretaría de Representación Oficial para la Cuestión Malvinas a efectos de mantener una reunión con las autoridades de la Cancillería Argentina para exigir las explicaciones pertinentes. A su vez, presentará junto a los legisladores nacionales de la provincia un proyecto de ley para derogar la ley 25.259, la cual ha aprobado el “Acuerdo de Nueva York de 1995” el cual es la base para la creación de este tipo de organizaciones regionales.

Finalmente, Bertone propondrá mantener una reunión de la Secretaría con el Observatorio Parlamentario Cuestión Malvinas del Congreso de la Nación, con el fin de unificar los esfuerzos necesarios para la protección de manera coordinada y consensuada, de nuestros legítimos derechos sobre las islas del Atlántico Sur y sus espacios marítimos circundantes.