sábado, 17 de mayo de 2025

Torturador y violador: quién es Alberto González, el mentor de Victoria Villarruel… @dealgunamanera...

Torturador y violador: quién es Alberto González, el mentor de Victoria Villarruel…

Alberto González y Villarruel. Fotografía: Cedoc.
Tiene dos condenas a perpetua y una por delitos sexuales. Massera lo condecoró. Trastienda de su relación con la Vice.

© Escrito por Juan Luis González el sábado 23/03/2024 y publicado por la Revista Noticias de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.



Dos chalets idénticos. Tienen dos cuartos, un baño y una cocina. Pero no están pegados, sino que se encuentran en rincones distintos de la base naval de Zárate. Por eso es que, cuando tocaba día de visitas, había que coordinar bien la logística. Quién hacía la comida, quien conseguía bebida, en qué casa se juntaban.


Alfredo Astiz entraba en lo de Alberto González como lo que eran: viejísimos conocidos. Fueron compañeros de la “promoción 100”, la que comenzó sus estudios en la Escuela Naval en 1968. Unos años después se volvieron a cruzar, pero en la Escuela de Mécanica de la Armada (ESMA).

Ahí ya no eran jóvenes estudiantes, sino dos engranajes centrales de esa maquinaria sangrienta por la que pasaron cinco mil personas y sólo pocos sobrevivieron. Durante la dictadura habían tenido chispazos: ambos se enamoraron al mismo tiempo de la misma mujer, una montonera de 20 años secuestrada en la ESMA. Fue González quien se impuso en esa pulseada: no por decisión de ella, que fue sistemáticamente violada y torturada por él.

Hoy tienen otros problemas: cuando asumió Néstor Kirchner, las leyes de Obediencia Debida y Punto Final fueron anuladas, y se reactivaron los juicios por crímenes de lesa humanidad. Astiz y González cumplen prisión preventiva por secuestros, torturas y desapariciones forzadas.

Escena 

Sin embargo, piensa el primero mientras abre la puerta de González, la base de Zárate no está tan mal. De hecho, les permite recibir a quien quieran para pasar una velada amena, como la que está a punto de protagonizar. En eso estaba su cabeza cuando Victoria Villarruel sale de la cocina y le dice que se siente, que la comida está por salir.

Es el año 2005 y Astiz, mientras come, escucha la idea de González de crear una asociación civil que hable de “los otros muertos” y de contar “la memoria completa”. Villarruel, sentada al lado del anfitrión, toma nota en silencio. 

Identikit


Alberto Eduardo González nació el 26 de octubre de 1950 en la Capital Federal, hijo de Francisco Alberto y de Inés Edith Di Lorenzo. “El Gato”, como lo llamaban en los años de plomo, es capitán de Corbeta de la Armada retirado y profesor de historia naval. Pero esa no es toda su biografía.

También fue oficial de inteligencia del Grupo de Tareas 3.2.2 de la ESMA, que comandaba su compinche y padrino Jorge “El Tigre” Acosta, otro de los represores más famosos y temidos de los años de plomo, y que tenía entre sus miembros a Astiz. González estuvo en ese cargo y en ese lugar entre el 1 de marzo de 1977 y el 17 de mayo de 1979.

Ese grupo de tareas no es uno más, sino que tiene un lugar central en las páginas más tristes de la historia argentina, al ser parte de lo que se conoció como “los vuelos de la muerte”. En los fundamentos de la condena a cadena perpetua a González por crímenes de lesa humanidad, la Justicia describe así a este grupo:

“Desarrollaba las operaciones de carácter ofensivo; es decir, salir a detener a personas sospechosas -según ellos- de vincularse con la 'subversión' o las 'organizaciones terroristas' y procesar los datos. Dichas operaciones ofensivas comprendían el ciclo de detención, interrogatorio, alojamiento y resolución final del caso; esto es, secuestro, tortura, privación de la libertad en un centro clandestino de detención y muerte o desaparición forzada”.

González tenía un lugar destacado en esta maquinaria sangrienta. Al menos de eso estaba convencido Emilio Massera. El 12 de septiembre de 1978, el comandante en jefe de la Armada le entregó una distinción en “honor al valor del combate” para “premiar los hechos heroicos” en “operaciones reales de combate”.

No era para menos. Es que si bien “el Gato” participaba del armado de los secuestros y de los operativos en sí, su terreno era otro. Su reino era “el sótano”, el rincón más terrorífico de la ESMA. Ese era el primer lugar adonde los militares enviaban a las personas secuestradas para la tortura, donde había celdas minúsculas en las que se mantenía bajo condiciones inhumanas a los detenidos. “El sótano” era también lo último que miles vieron: ahí se volvía a enviar a los desaparecidos antes de ser asesinados.

En ese pedazo de infierno, el que movía los hilos era Alberto González, quien tenía, como decían en la ESMA, “los casos” a su cargo. “Su rol específico consistía en la obtención de información por intermedio de la tortura y la planificación del uso de esa información”, dice el fallo en el que se lo condenó.

En ese lugar tuvo la desgracia de caer Silvia Laybarú, una chica de 20 años, embarazada de cinco meses, que era miembro de Montoneros. De ella fue quien se enamoraron González y Astiz, pulseada en la que el primero se impuso a la fuerza. Lo que cuenta Laybarú es un relato escalofriante: “El Gato” no sólo la violaba en la ESMA, sino que, en un trance en el que mezclaba una fenomenal violencia con el hecho de haber desarrollado sentimientos hacia ella, la raptaba del sótano para llevarla a su casa. Ahí repetía esa operación, pero con otra vuelta macabra, que involucraba a su entonces esposa. Eso sucedía mientras la hija de dos años de ambos estaba en el cuarto de al lado.

“Al principio lo tomaba como parte de la tortura, pero siempre tuve claro que el hecho de haber sido obligada a participar de los juegos eróticos de esta parejita me hizo ver muy claramente que lo que estos tipos estaban haciendo no tenía absolutamente nada que ver con la lucha antisubversiva. Porque, ¿en qué sirve ser violada por la esposa de un oficial a la lucha antisubversiva? ¿qué tiene que ver esto? Ellos, tan cristianos, tan éticos... ¿para qué servía ser violada por la esposa de un marino?”, dijo en un reportaje en el diario Perfil, que acompañó el adelanto del libro que escribió Leila Guerreiro sobre ella y su historia, “La llamada”.

González hoy cumple tres condenas a cadena perpetua. En la causa ESMA II por su rol en la desaparición de 86 personas, en la causa ESMA III por otras 789 víctimas y, finalmente, por la violación de Laybarú y de otras dos mujeres. El 15 de agosto de 2021 la Justicia convirtió a González en el primer condenado por delitos sexuales de toda la dictadura militar. Pero “el Gato” no es sólo eso. También es el mentor de la vicepresidenta.

El lado oscuro. “De todos los ex ESMA con los que Villarruel se podría haber metido, González es el peor”, dice el periodista Uki Goñi, autor de “El infiltrado”, el libro sobre Astiz que fue central en el juicio en el que se los condenó a ambos, y en el que “González Menotti”, otro de sus apodos, aparece bastante.

Villarruel conoció a González a través de otra persona que estaba “orgullosa” de haber participado en la “lucha contra la subversión”, como decía, y que también fue premiado por ese labor: era Eduardo, su padre. Villarruel senior y González compartían su amor por la historia (en democracia, “el Gato” estudió esa carrera en la Universidad de Belgrano, el mismo lugar donde, curiosamente, se recibió Javier Milei). A ambos les gustaba en especial la historia naval. En 1989, cuenta el periodista Ricardo Ragendorfer, a González lo nombraron jefe de investigaciones del Departamento de Estudios Históricos de la Armada. La influencia de González en Villarruel hija es mucha. “Es cómo mi segundo padre”, dice ella en su intimidad.

Así lo cuentan también varios testimonios. “Lo conocí por Villarruel. Fuimos juntas al penal y él me mostró el libro que estaba escribiendo, que luego firmó Victoria”, contó Cecilia Pando, otra mujer de este mundo militar. Acá se cruza otra historia: en off y en on, muchos apuntan a que los libros que la vicepresidenta publicó como suyos (“Los llaman jóvenes idealistas” y “Los otros muertos”) no fueron de su autoría.

“Alberto formó a Victoria y escribió los libros que ella firmó como propios”, aseguró Segundo Carafí, uno de los líderes del partido NOS de Juan José Gómez Centurión, en el cual Villarruel tuvo un breve paso y al cual están afiliadas su hermana y su madre. A este comentario en redes lo secundó Nicolás Marquéz, uno de los ideólogos preferidos del Presidente. En privado, el escritor del “libro negro de la nueva izquierda” es más crudo: asegura que la relación entre Villarruel y González era la de una pareja.


Otra persona importante del grupo de familiares de militares presos dice lo mismo, pero con el grabador apagado. “Varias veces fui a visitar a Alberto a la cárcel, y estaba escribiendo esos libros. Victoria sólo iba cuando no estaba la esposa de Alberto”. Esta persona da un paso más allá. “El Celtyv (la fundación de Villarruel) fue obra de Alberto. Idea de él, que desde siempre está con esa idea de contar toda la película”.

Cerca de la vicepresidenta afirman que los libros fueron de ella, mientras que dicen que prefieren no hacer declaraciones sobre el vínculo con González. Es verdad que hay un dato que no deja de ser curioso: Villarruel publicó dos libros de cientos de páginas, pero no se destacó nunca por escribir artículos.

























Presente 

De la base naval de Zárate, a González lo trasladaron a Marcos Paz y luego a Ezeiza. Ahí está detenido hoy, en el complejo VII, con Astiz y otros genocidas. 

Villarruel mantiene contacto con él, incluso hasta el día de hoy. Es algo que afirman familiares de los presos detenidos allí y también dos ex colaboradores de ella. “Ante cualquier duda, de cualquier tema importante, Victoria se comunica con él. Es una especie de guía para ella”, aseguran.






miércoles, 14 de mayo de 2025

Copa Conmebol Sudamericana 2025. América de Cali 0 (CO) 0 vs. Huracán 0 (RA)... @dealgunamanera...

 Bajo una lluvia torrencial, Huracán empató con América de Cali y clasificó a octavos…


El equipo de Parque Patricios recibirá al Corinthians de Brasil en la próxima jornada.

© Publicado el martes 13/05/2025 por el Diario Jornada de la Ciudad de Trelew, Provincia del Chubut, República Argentina.


Huracán empató 0-0 con América de Cali de Colombia, en condición de visitante, en el marco de la quinta fecha del Grupo C de la Copa Sudamericana y se clasificó a octavos de final. El Globo está puntero e invicto, con 11 unidades (3 victorias y 2 empates). Convirtió 10 goles y recibió apenas 2
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Bajo un diluvio torrencial que azotó al estadio Olímpico Pascual Guerrero, el equipo de Frank Darío Kudelka no se sacó ventajas con el del uruguayo Jorge Da Silva en un partido sumamente chato y friccionado debido a la inmensa cantidad de agua que había en el campo de juego que impedía el normal desarrollo del encuentro. 

Con los arqueros como espectadores de lujo, los de Parque Patricios lograron el punto que necesitaban para confirmar su clasificación a los octavos de final de la Copa Sudamericana.

Con este resultado, Huracán se mantiene como líder del Grupo C con 11 puntos, cuatro por encima del escolta América de Cali que ya no podrá alcanzarlo.

El que sí podrá alcanzarlo será Corinthians que jugará ante Racing de Montevideo este jueves en Uruguay. De ganar ante los charrúas, el equipo de San Pablo llegará a las 8 unidades y quedará a tres de Huracán, equipo al que enfrentará en la última fecha en Parque Patricios, con la desventaja de que el Globo tiene una gran diferencia de gol a favor que, matemáticamente, lo consagra como ganador del Grupo C.

En la próxima y última jornada, Huracán recibirá a Corinthians en el estadio Tomás Adolfo Ducó el martes 27 de mayo a las 21.30 horas mientas que el conjunto colombiano visitará a Racing Club de Montevideo en simultáneo, buscando una victoria y a la espera de que el Globo haga lo propio en el Sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Sin embargo, antes del encuentro ante el equipo brasileño, los de Kudelka deberán enfrentar el domingo a las 19 horas a Rosario Central en el estadio Gigante de Arroyito por los cuartos de final del Torneo Apertura de la Liga Profesional de Fútbol.


Síntesis:





Video: Bajo la lluvia en Calí, Colombia...



domingo, 11 de mayo de 2025

Un nuevo Papa sorprende… @dealgunamanera...

Un nuevo Papa sorprende…

Oremus León XIV. Dibujo: Pablo Temes

León XIV inaugura una etapa en la Iglesia Católica que ilusiona. Y que podría completar el legado de Francisco.

© Escrito por el Doctor Nelson Castro el sábado 10/05/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


Un nuevo Papa sorprende al mundo. El estadounidense Robert Prevost se convirtió en el 267° Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. Fue elegido en un Cónclave rodeado de conjeturas e intrigas políticas con arduas negociaciones y otro mensaje para Latinoamérica; porque Prevost vivió y realizó la mayor parte de su tarea pastoral en Perú más allá de cualquier interpretación tirada de los pelos que implique un guiño hacia el país del Norte. 

El recién elegido papa León XIV ofreció su primer mensaje en el que dedicó unas palabras en español a Chiclayo, su querida diócesis. Había obtenido la nacionalidad peruana en 2015 y ese mismo año, el papa Francisco –a quien mencionó en su discurso recordando su voz “siempre valiente”– lo nombró obispo de esa ciudad que rápidamente lo adoptó como uno de los suyos. Su cercanía con Francisco es palpable, no sólo por su vínculo formal sino por una relación más cercana que supieron cultivar en Roma; ambos se reunían al menos una vez por semana e intercambiaban largas charlas pastorales. Es una señal de continuidad que haya sido elegido para un nuevo papado como jefe de la Iglesia. 

Invito al lector a sumergirse en la trastienda de un Cónclave tan esperado como apasionante. Lo primero que hay que decir es que la fumata blanca se hizo visible luego de cuatro rondas de votación de los 133 cardenales en el Vaticano. Esto implica cierta celeridad y consenso que resulta vital para contrarrestar la imagen de una Iglesia dividida que hubiera significado un proceso más duradero. Tras el fallecimiento de Francisco, todas las especulaciones estaban puestas en la profundización de la grieta entre el ala dura y el grupo más progresista de los cardenales. Esto quedó desarticulado prácticamente desde el principio y una ayuda providencial me ayudó a dar con los primeros indicios de este desenlace. Veamos.

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Era la una de la mañana del jueves 8 cuando me encontraba terminando mis tareas luego de salir al aire para Telenoche desde Roma. Una persona con atuendo religioso se acercó y me invitó a caminar diciendo que tenía algo para compartir conmigo: “Parolin va adelante con cuarenta votos y, en esta noche, habrá negociaciones intensas”. La fuente se refería al italiano Pietro Parolin, actual secretario de Estado que varias fuentes citaban como favorito de la Curia romana en abierta competencia con el cardenal filipino Luis Antonio Tagle. Sonaba el canto de las gaviotas mientras caminábamos por la Via della Conciliazione –que es la avenida que conduce a la Basílica de San Pedro– cuando sobrevino una segunda revelación: “El decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, omitió mencionar a Francisco en su homilía en la misa “Pro eligiendo Pontifice” considerada la antesala del Cónclave. No es casual.
Definitivamente esto cayó muy mal entre los presentes” –sentenció. Efectivamente los cardenales que tienen simpatía por Francisco dentro del Colegio Cardenalicio son más que sus detractores. “Los conservadores apenas llegan a treinta y no tienen posibilidades de elegir ningún candidato –por ende– olvídese de Péter Erdó” –agregó en referencia al húngaro de doctrina dura y tradicional con fuerte aval europeo.

El segundo día amaneció radiante. A las 10 de la mañana la misma fuente proporcionó nuevos vaticinios que posteriormente se cumplieron a rajatabla:


—“Si esta mañana no hay Papa, habrá que descartar a Monseñor Parolin y comenzar a ponerle atención a otro cardenal que empieza con P. . ..”   

—¡Prevost! –atiné a decir.   

—No olvide ese nombre –replicó– y dijo con voz firme: “El Cónclave termina hoy”.   

Efectivamente, el humo negro del mediodía terminó con las chances de Parolin y amplió la expectativa a medida que avanzaba la tarde. Otras fuentes confirmaron a cuentagotas lo relatado por mi nuevo interlocutor que, a esas alturas, ya era para mí un enviado divino. Imagínense mi felicidad cuando escuché el nombre de Robert Prevost luego de la fumata blanca. Una mezcla de sorpresa y satisfacción que quedará en mi memoria para siempre.  

Pasaron muchas cosas durante el Cónclave. Hubo un gran lobby a favor de Parolín de parte de la prensa y del gobierno italiano. No solo de ellos. Grandes actores políticos de Europa jugaron el mismo partido. La mayoría de los cardenales detectó esta movida y coincidió con que no era el hombre adecuado por su falta de contacto con la gente y su falta de experiencia pastoral y parroquial. Así se elevó el nombre de Prevost, no por su origen estadounidense sino por su perfil y condición de misionero en Perú y su trabajo en favor de los pobres. Cada sector del establishment dibujará la interpretación que más le convenga; lo cierto es que –más pronto que tarde– aparecerán señales inequívocas que habrá que saber mirar y escuchar.   

La juventud volvió a decir presente en la Plaza de San Pedro. Los fieles le dieron la bienvenida a su nuevo guía. Así las cosas, una nueva página ha comenzado a escribirse en la historia de la Iglesia Católica. Una etapa que ilusiona y que podría completar el legado del querido papa Francisco. Que así sea.