miércoles, 16 de octubre de 2024

Eliminatorias Mundial 2026 de Estados Unidos, México y Canadá - Argentina 6 vs.Bolivia 0

Con show de Messi en su vuelta al país, Argentina vapuleó a Bolivia.


Con tres goles de la 'Pulga', asistencias a Lautaro Martínez y Julián Álvarez, más un tanto de Thiago Almada, La Scaloneta superó a su par boliviano por 6 a 0, en el juego de la fecha 10 que se disputó en un Estadio Monumental que gozó de alegría. El Tridente ofensivo que probó Scaloni no defraudó.

© Publicado el miércoles 16/10/2024 por el Diario Jornada de la Ciudad de Trelew, provincia del Chubut, República Argentina.

La Selección Argentina, con una tarea excepcional de Lionel Messi, goleó por 6 a 0 a Bolivia como local en el estadioMonumental por la décima fecha de las Eliminatorias Sudamericanas y vuelve a ser el único líder del torneo a pesar del triunfo de Colombia.

Con un hat trick de Messi, figura absoluta del partido, y tres tantos de Lautaro Martínez, Julián Álvarez y Thiago Almada, respectivamente, el equipo dirigido por Lionel Scaloni llegó a los 22 puntos y volvió a quedar en la primera posición de la tabla, a tres unidades de Colombia, que había goleado 4 a 0 a Chile.

Argentina fue el claro dominador en los primeros minutos del partido, ante un rival que optó por el juego replegado y a la espera del error del equipo de Lionel Scaloni. El conjunto nacional se animó con algunos pases largos desde el fondo y el juego asociados cerca del área pero sin poder conectar.

Pero los bolivianos fallaron en una salida desde el fondo y el capitán tomó la pelota tras el pase de Lautaro Martínez -que recuperó la pelota-, encaró a la defensa endeble de la visita y con un definición precisa al primer palo puso el 1 a 0 a los 19 minutos de la primera tapa.

El equipo nacional mantuvo el dominio, e incluso Messi tuvo más oportunidades para aumentar el marcador, pero el arquero rival Guillermo Viscarra le sacó un remate al ángulo en un tiro libre que pudo haber sido el 2 a 0. Los bolivianos optaron por el juego fuerte para frenar a los argentinos.

Ya en el final de la primera etapa, Argentina rompió un ataque de Bolivia y sacó la réplica con Julián Álvarez para habilitar con sutileza a Messi, quien dentro del área lo vio llegar solo a Lautaro, le cedió el balón y el goleador convirtió con un toque a la red el 2 a 0 a los 43 minutos.

A los 48 minutos, Messi le dio un largo pero magistral pase al delantero del Atlético de Madrid, quien con un control algo sucio pero sin marca se acomodó y puso el 3 a 0.

En el inicio del complemento, en una jugada cerca del área boliviana, Rodrigo De Paul metió un centro pasado que conectó con la cabeza Nicolás Otamendi, pero al bajarla el pie de Nicolás Tagliafico estaba adelantado y el árbitro anuló lo que pudo haber sido el cuarto gol argentino.

Scaloni metió tres cambios claves que fueron importantes para el cuarto gol: pase largo de Leandro Paredes para Nahuel Molina, quien llegó al fondo y metió el pase atrás de primera para la llegada de Almada, y el ex Vélez metió a la carrera el 4 a 0 a los 25 minutos del complemento.

Pero el héroe, quien hace casi un año no jugaba en el país, le dio el color a una goleada sin tropezones: de manera casi calcada, con el enganche desde la derecha hacia la izquierda del campo, Messi selló con su zurda el 6 a 0 con dos golazos, inatajables para Viscarra.   


Síntesis:   

Argentina: 6 

Gerónimo Rulli; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister;
Lionel Messi; Julián Álvarez y Lautaro Martínez. DT: Lionel Scaloni.   

Bolivia: 0   

Guillermo Viscarra; Diego Medina, Luis Haquín, Marcelo Suárez, José Sagredo, Roberto Fernández; Gabriel Villamil, Robson Matheus, Ramiro Vaca; Miguel Terceros y Carmelo Algarañaz. DT: Oscar Villegas.   

Goles en el primer tiempo:
19m Lionel Messi (A); 43m Lautaro Martínez (A).  

Goles en el segundo tiempo:
24m Thiago Almada (A); 39m y 41m Lionel Messi (A).    

Cambios en el segundo tiempo:
20m Exequiel Palacios por De Paul (AA); Thiago Almada por Álvarez (A); 21m Leandro Paredes por Mac Allister (A); 22m Luis Paz por R. Fernández (B); Lucas Chávez por Terceros (B); 27m Lisandro Martínez por Otamendi (A); Nicolás Paz por L. Martínez (A); 34m Enzo Monteiro por Algarañaz (B); 35m Adalid Terrazas por Matheus (B).   

Estadio:
El Monumental.   

Árbitro:
Kevin Ortega (Perú).   

VAR:
Diego Haro (Perú).

 

 







domingo, 13 de octubre de 2024

Reescribir la historia… @dealgunamanera...

Reescribir la historia…

Mauricio Macri. Dibujo: Pablo Temes.

Los libertarios vivieron una semana de euforia, pero no deben minimizar el riesgo de fomentar tanto la división.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 12/10/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


Fue una victoria pírrica. El Gobierno tuvo que transpirar la camiseta para evitar que la Cámara de Diputados rechazara y revirtiera el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario. Lo mismo pasó con la Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, y con el veto a la Ley de

Reforma de la Fórmula de Cálculo de los Haberes Jubilatorios. En todos los casos, el Gobierno debió echar mano a algo que en la retórica y en el pensamiento del Presidente y su círculo áulico, se desprecia y se aborrece: la negociación política. De no haber pasado, ninguno de esos tres éxitos legislativos hubiesen ocurrido.

Surge de esos tres episodios la confirmación de un rol clave por parte de Mauricio Macri, cosa que los libertarios también hubieran preferido evitar. Sin la participación decisiva del ingeniero, los dos vetos hubieran caído y tampoco habría habido Ley “Bases”. Consciente de esto, el expresidente ya avisó a su propia tropa y a los ajenos, que es la última vez que le da un cheque en blanco al oficialismo. En adelante, todo se deberá negociar, es decir que, cada uno de los proyectos que se discutan con el Gobierno deberán tener en cuenta los puntos de vista –y exigencias–  que el PRO proponga. Se acabó la pasividad. Es un decir: “hasta acá llegamos” que expresa el nivel de fastidio de Macri quien, hasta aquí, se ha sentido usado. Ya se sabe que, por ahora, no hay ninguna posibilidad de fusión entre el PRO y LLA. Hay una diferencia muy fuerte entre el expresidente y Milei. Macri aboga por el diálogo con los sectores afines de la política. Milei y su entorno, en cambio, no. Desprecian esa herramienta. Ese es un problema grande. Si bien, tras lo ocurrido en la Cámara de Diputados con los dos vetos, las acciones de Cristian Ritondo y Diego Santilli van en ascenso, a fin de posicionarse como interlocutores directos del PRO con el Gobierno, nadie sabe hasta dónde llegan.

Argentina necesita verdaderos estadistas capaces de gobernar para todo un país sin sembrar la discordia.

En lo concreto, el próximo hecho que requerirá de negociación será el proyecto de ley del presupuesto. Ahí se va a necesitar también muñeca política. Sin el apoyo de los sectores dialoguistas de la oposición –con el PRO a la cabeza–, la aprobación del presupuesto será una quimera. “No es momento de festejar nada, pero sí es hora de hacer valer nuestro apoyo. El Presidente debe entender que gobernar en soledad, no es posible e implica un desgaste de su figura que se sentirá más pronto que tarde” –aseguró uno de los protagonistas del equipo amarillo. Otro detalle no menor al respecto: el kirchnerismo viene fogoneando un rechazo al proyecto. Tal vez haya olvidado que en el 2010, año en que la oposición lo dejó sin presupuesto, gobernó con amplia comodidad disponiendo de la caja a su antojo y sin control. Por lo tanto, la oposición debería repensar cuán funcional o conveniente resulta su idea de dejar al Gobierno sin esa herramienta. En parte del peronismo, la UCR, todo el kirchnerismo y la izquierda, todavía se frotan las manos por los resultados de la marcha universitaria. Deberían dejar de lado la idea siempre presente de ganar la calle frente a un gobierno que, aún con sus dificultades, sigue marcando la agenda. Milei ha demostrado ser un hombre de acción, y sin una oposición seria seguirá avanzando a paso firme.

En el Gobierno se vive un momento de manifiesta euforia. El 3,5% que arrojó el de Precios al Consumidor (IPC) se recibió con una alegría que, en algunos casos, fue desbordante. Perforar el 4% se había transformado en una especie de obsesión dentro del equipo económico. Dólar y riesgo-país a la baja, y un blanqueo que supera con creces el guarismo alcanzado por el que se vivió durante la presidencia de Macri. El oficialismo no debería confundirse ni engolosinarse con esto. Cuando la gente va al supermercado o al almacén de barrio, lo que vive nada tiene que ver con la euforia. Lo que abunda allí es la penuria. Eso es lo que padecen quienes hacen malabares para comprar leche, pan, fideos, arroz, huevos, algo de carne, verduras y frutas. Todo parece un lujo. Los bolsillos siguen flacos, porque los salarios no llegan a cubrir las necesidades básicas de la mayoría de la gente. Sin reactivación de la actividad económica esto seguirá siendo así.

Ante un nuevo escenario

Mientras tanto, la confrontación no para. El acto en el CCK demuestra que el Gobierno está lanzado a la campaña electoral, dentro de una estrategia que tiene como objetivo marcar la agenda para así mantener la centralidad política.

A eso ha comenzado a dedicarse con todo ímpetu Karina Milei, quien está dando pasos concretos en el armado de su plan que tiene, como uno de sus objetivos, dar la batalla cultural. Por eso lo de ayer en el CCK sumado a la sorpresiva y súbita revalorización de Tecnópolis que, hasta hace un tiempo tenía destinos de motosierra. Los libertarios han demostrado ser pragmáticos en la reconstrucción de su propio relato. Al igual que en tiempos del kirchnerismo, pero con ideología opuesta, la obsesión por reescribir la historia está siempre presente. Los riesgos de esta conducta –al igual que aquella del pasado reciente–, tienen que ver con los vaivenes abruptos que terminarán por agrandar la grieta. Para dar esa batalla cultural enfocada en el cambio, en el Gobierno –hasta el momento– apuestan a seguir profundizando la división. En esto demuestran no haber aprendido una de las pocas virtudes que dejó el menemismo: la unidad por sobre todas las cosas.

Argentina necesita de una vez por todas verdaderos estadistas capaces de gobernar para todo un país sin sembrar la discordia entre los argentinos. El tiempo dirá si Javier Milei tiene la capacidad de serenarse para pacificar un país, que ya camina cansado entre tantas disputas ideológicas.