sábado, 12 de julio de 2025

La premeditada estrategia del odio y la crueldad… @dealgunamanera...

La premeditada estrategia del odio y la crueldad…

Milei. Realizó una curiosa interpretación judeocristiana para fustigar al concepto de justicia social. Fotografía: Captura Internet.

La religión, la magia y la política generalmente vienen mezclados. Prueba de ello la dio el Presidente subiéndose al púlpito de un templo evangelista, haciendo una curiosa interpretación de la cultura judeocristiana para fustigar el concepto de justicia social, la interpretó como un robo, cuando es un concepto que está presente tanto en el primero como en el segundo testamento, en el cristianismo se sustenta en la dignidad humana, el bien común y la solidaridad.

© Escrito por Hugo Haime consultor y analista político el sábado 12/07/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

En el judaísmo es obligación moral de ayudar a los necesitados, promoviendo equidad y dignidad. Pero si a lo del Presidente le queremos sumar lo mágico alcanza con saber que el pastor del templo ¡¡¡logró el milagro de que los pesos se conviertan en dolares!!!

Nada es casualidad en el discurso del Gobierno, que tiene mucho de religioso. 

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Nada es casualidad en todo esto, el discurso del Gobierno tiene mucho de religioso. El ajuste económico se justifica en que Argentina ha venido “pecando” a través de una fiesta interminable de dispendio de recursos del Estado. Y entonces, ha llegado la hora de pagar la fiesta –el pecado– a través del sacrificio del ajuste bajo el manto de buena vibra de las fuerzas del cielo.

Es un discurso cerrado que genera en los creyentes que el sacrificio vale la pena. Los libertarios expresan la crueldad sin complejos, donde la bondad ha sido totalmente borrada. Aunque digan que circunscriben su crueldad a los estatistas y los k es obvio que incluye, entre otros, a jubilados, médicos, discapacitados.

El discurso de la crueldad y el del odio se tocan. Dice Sigmund Ginzberg que lo que importa de una mentira no es su veracidad ni su verosimilitud sino las emociones que despierta. Y el Presidente aún despierta emociones positivas en un segmento del electorado que justifica el ajuste económico. Mientras tanto la realidad comienza a penetrar en las provincias a través del gambito que hace el gobierno nacional tener superávit fiscal generando problemas de gobernabilidad a los gobernadores.

Hay que pagar sueldos, hay que evitar que las empresas cierren como Topper, o que haya suspensión de tareas en Scania y en General Motors. No es casualidad que 24 gobernadores de diferentes orientaciones políticas coincidan en decirle al Ejecutivo nacional: “Tu superávit es a costa nuestra, danos nuestro dinero”. Los Ejecutivos provinciales no están pensando en que el Gobierno se caiga, están obligados a defenderse. En el juego perverso que ha desarrollado el Ejecutivo la idea es que las virtudes sean propias y los problemas, de otros.

Finalmente, la recesión económica, el que los sueldos no alcancen, el cierre de empresas, los despidos, los problemas para sostener la salud, la educación, la seguridad, los caminos en mal estado, el alto costo de las tarifas en el interior generan un mal clima social. Todo ello recae en cabeza de los gobernadores y terminará siendo su responsabilidad, si ellos no reaccionan, ya está sucediendo que un sector de sus sociedades les echa la culpa por los problemas derivados de la política económica nacional.

En paralelo, LLA les arma listas electorales propias desafiando al poder local. Claro que la reacción de las provincias a través de sus brazos legislativos preocupa al Gobierno. Ya no es el peronismo, ya no es el kirchnerismo, ahora son todos.

Las fuerzas del cielo dicen que darán pelea y anuncian que obtendrán un 40% de votos en octubre. Como si estuviéramos hablando de números extraordinarios para una elección de medio término o si ello significara algo para 2027.

La historia muestra que Juntos por el Cambio obtuvo en 2017 42% de los votos y no reeligió, al tiempo que en 2005 y 2009 el peronismo apenas pasó los 30 puntos de votos y posteriormente ganó las presidenciales. Tampoco con 40% de votos habrá cambios sustantivos en el Parlamento, y el oficialismo continuará dependiendo de una política de alianzas para sacar leyes.




miércoles, 9 de julio de 2025

Aprendemos a cocinar diez recetas con papas... @dealgunamanera...

Para disfrutar de la mejor gastronomía hoy aprendemos a cocinar diez recetas con papas


Se empezó a cultivar en Sudamérica hace unos 8.000 años y hoy es uno de los alimentos más consumidos del planeta. Hay miles de variedades —especialmente en el Altiplano—, pero en la Argentina y en la mayoría de los países, no sabemos mucho de ellas. El Solanum tuberosum, o sea la papa, es de los productos más nobles y en muchos casos de los más baratos, con lo que su uso extendido no sabe de fronteras físicas ni sociales. Acá, una pequeña vuelta al mundo en 10 recetas.

© Escrito por Oscar Finkelstein y publicado en la Revista Cabal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Papas Hasselback (Suecia)

Rellenas, al horno y con forma de bandoneón, también pueden llevar otros ingredientes como jamón, panceta, queso en fetas, cebollas, etc.
Ingredientes (para 4 porciones): 4 papas grandes, 2 cucharadas de manteca, sal y pimienta, 2 cucharadas de queso rallado, 1 cucharada de pan rallado.
Preparación: Lavar bien las papas (también se pueden hacer peladas, para lo cual hay que mantenerlas en agua fría hasta el momento de hornearlas). Cortar en rodajas de no más de 5 milímetros y sin llegar a cortarlas del todo (se puede insertar un palito de brochette en la parte inferior para que funcione como tope al cortar). Colocar las papas en una asadera o fuente de horno con los cortes hacia arriba, rociar con la mitad de la manteca, previamente derretida, y salpimentar. Cocinar en horno fuerte durante 30/35 minutos. Retirar, agregar el resto de la manteca derretida, el queso y el pan rallado. Llevar nuevamente al horno por unos 15/20 minutos más o hasta que las papas estén bien doradas. 

Sopa de papas (México)

Una riquísima receta de papas cocidas en caldo de tomate (jitomate, como lo llaman los mexicanos).
Ingredientes (para 4 porciones): 3 tomates maduros, ½ cebolla, 1 diente de ajo, 1 caldito de pollo y 2 tazas de agua (o 2 tazas de caldo de pollo), 3 papas medianas, especias a elección, sal.
Preparación: Para el caldo, asar los tomates, la cebolla y el ajo. Licuar todo con el caldo de pollo. Salar y reservar. Lavar bien las papas y cortar en tiras, como para papas fritas pero sin pelar. Calentar el caldo de tomate en una olla hasta que rompa el hervor. Bajar el fuego, agregar las papas y un litro de agua caliente y condimentar. Cocinar a fuego lento unos 20/25 minutos o hasta que las papas estén cocidas. En México se la suele servir con queso Panela (un tipo de queso fresco), trozos de palta y tortillas o nachos de maíz. 

Rösti (Suiza)

La más simple y una de las más deliciosas recetas con papa.
Ingredientes (para 4 porciones): 2 papas grandes, manteca, aceite, sal y pimienta.
Preparación: Hervir las papas con cáscara durante cinco minutos. Dejar enfriar. Pelar y rallar las papas. Salpimentar. Colocar un poco de manteca y aceite en una sartén, aplastando las papas hasta formar una tortilla. Cocinar 6/8 minutos de cada lado. También se pueden hacer pequeñas tortillas (similares a los Latkes) e incluso grillar las papas en una sartén antiadherente humedecida con rocío vegetal. 

Kartoffelsalat (Alemania)

Una ensalada de papas bastante diferente a la que se consume por estos pagos.
Ingredientes (para 4 porciones): 6 papas medianas, ½ cebolla mediana, 2 cucharaditas de mostaza de Dijon, 4 a 6 cucharadas de vinagre de manzana, ½ taza de aceite, ¼ litro de caldo de pollo o de vegetales, sal y pimienta, perejil o ciboulette fresco.
Preparación: Lavar las papas y cocinarlas con cáscara en abundante agua con sal. Dejar enfriar. Pelarlas y cortarlas en rodajas finas. Para la vinagreta, calentar el caldo hasta que rompa el hervor. Apagar el fuego y agregar la cebolla finamente picada. Incorporar la mostaza y el vinagre y salpimentar. Verter la vinagreta de a poco sobre las papas, permitiendo que vayan absorbiendo el líquido. Rociar con aceite. Dejar reposar antes de servir. Adornar con perejil o ciboulette. Se puede comer tibia, a temperatura ambiente o fría. 

Vichyssoise (Francia)

Deliciosa y clásica sopa fría, bien cremosa, para los días primaverales que ya están asomando.
Ingredientes (para 4/6 porciones): 8 puerros (solo la parte blanca), 2 papas medianas, 2 cebollas de verdeo, ½ litro de caldo de pollo, ½ litro de crema de leche semimontada, 50 g de manteca, sal, pimienta, nuez moscada, perejil.
Preparación: Rehogar durante cinco minutos en manteca los puerros y las cebollas de verdeo finamente picados, evitando que se doren. Agregar las papas cortadas en pequeños cubos y cocinar durante dos minutos sin dejar de revolver. Añadir el caldo caliente hasta que rompa el hervor. Bajar el fuego al mínimo y cocinar durante media hora o hasta que los vegetales estén blandos. Dejar entibiar. Licuar la preparación y volver a colocarla en la cacerola junto con la crema, sal, pimienta y nuez moscada. Cocinar durante cinco minutos y verterla en un bol. Dejar enfriar, luego cubrir el recipiente y llevar a la heladera durante varias horas, hasta que esté bien fría. Servir con cebolla de verdeo o perejil picados y una cucharada de crema montada espesa.

Tortilla de papas (España)

Clásico de clásicos, se dice que hay tantas recetas de tortilla como españoles y todos sus descendientes. En este caso, la tradicional del chef Karlos Arguiñano.
Ingredientes (para 4 porciones): 750 g de papas, 1-2 cebollas, 1 ají verde, 6 huevos, aceite de oliva virgen extra, sal.
Preparación: Pelar las papas y cortarlas en trocitos desiguales o en daditos. Sazonar y freír en una sartén con abundante aceite. Agregar la cebolla y el ají finamente picados. Mezclar bien y cocinar hasta que esté todo bien dorado. Retirar y escurrir el aceite. Batir los huevos, agregar la mezcla de papas, cebolla y ají y mezclar bien. Colocar un poco de aceite en la sartén y verter la mezcla. Cocinar primero a fuego vivo y después un poco más suave hasta que se cuaje el huevo por la parte de abajo. Darla vuelta para que se haga por el otro lado y servir enseguida. Para que la tortilla quede más jugosa se puede agregar un chorrito de leche al batir los huevos.

Causa de pollo (Perú)

Una entrada tradicional de la cocina peruana, cuyo relleno también puede ser de atún, langostinos, etc.
Ingredientes (para 8 porciones): 1,5 kg de papas amarillas, 100 cc de aceite, jugo de 3 limones, 1 ají amarillo procesado o licuado, 1 pechuga de pollo, 1 lata de arvejas o de choclo, 100 g de mayonesa, 4 huevos, aceitunas verdes y negras, 2 tomates, hojas de lechuga, sal.
Preparación: Hacer un puré bien liso y dejar enfriar. Cocinar la pechuga de pollo y reservar. Un vez frío el puré, agregar sal, el jugo de limón, el ají y el aceite, hasta lograr una masa suave y uniforme. Se puede armar la Causa en un recipiente, en moldes individuales o darle forma de arrollado y luego cortarlo en porciones. En cualquier caso, lleva una parte de la masa de papa, el relleno de pollo con mayonesa y vegetales y otra capa de masa. Acompañar y decorar con los huevos, las aceitunas, el tomate y la lechuga.

Pizza de papas (Italia)

Una variante pizzera que casi no se hace en la Argentina. En este caso, la papa como cobertura de la pizza. También hay una masa para pizza que se hace con puré de papas.
Ingredientes (para la cubierta de una pizza grande): 3 cucharadas de manteca, 1 cucharadita de tomillo fresco, 1 cucharada de cebolla de verdeo, 1½ cucharadas de ajo, 1 cucharadita de jugo de limón, ½ cucharadita de caldo deshidratado, 120 g de papas, 1 cucharada de aceite de oliva, 1 cucharada de romero fresco, ½ cucharadita de sal, 1 cucharadita de orégano, 120 g de mozzarella, sal y pimienta.
Preparación: Derretir 2 cucharadas de manteca y mezclar con las cebollitas de verdeo y 1 cucharada de ajo picado. Cocinar 5 minutos y agregar 1 pizca de sal, pimienta y el caldo deshidratado. Retirar del fuego, agregar el resto de la manteca, mezclar y reservar. Cocinar en el horno durante 20/25 minutos las papas con romero, orégano, sal y pimienta. Hornear a blanco la pizza durante 5 minutos a horno fuerte. Untarle la manteca con hierbas, agregar la mozzarella y las papas. Cocinar durante unos 10 minutos.

Shepperd’s pie (Gran Bretaña)

Parecido a nuestro Pastel de papas, pero con carne de cordero. Cuando se lo hace con carne vacuna se llama Cottage pie.
Ingredientes (para cuatro porciones): 500 g de carne picada de cordero, 1 cebolla grande, 1 zanahoria grande, 4 dientes de ajo, 2 cucharadas de salsa Worcestershire (aquí se la consigue como salsa inglesa), 1 tomate, 1 puñado de hojas frescas de tomillo, 1 ramita de romero fresco, 250 cc de vino tinto, 250 cc de caldo de pollo, 1 kg de papas, 80 g de manteca, 2 yemas de huevo, 4 o 5 cucharadas de leche, queso Parmesano rallado, aceite, sal y pimienta negra.
Preparación: Cocinar las papas en agua y sal. Dejar enfriar. Rehogar la cebolla, la zanahoria y los ajos finamente picados. Agregar la carne picada y mezclar bien para que se integre y cocine de forma pareja. Incorporar el tomate pelado y rallado (puede ser de lata), la salsa inglesa y las hierbas. Salpimentar. Finalmente, incorporar el vino y el caldo. Cocinar hasta que quede una preparación espesa, sin líquidos. Dejar enfriar. Preparar un puré bien liso con las papas pisadas, las yemas, la leche, sal y pimienta. Colocar la carne ya fría en el fondo de una asadera y por encima el puré también frío. Espolvorear con abundante queso rallado y cocinar a horno fuerte durante unos 20 minutos o hasta que la superficie se vea bien dorada.

Cinnamon rolls (Estados Unidos)

Estos rollos de canela ideales para golosos no tendrían nada que ver con las papas si no fuera porque la masa de esta receta tradicional lleva… puré de papas.
Ingredientes (para 12 porciones): para la esponja, 100 g de harina 0000, ½ taza de leche, 30 g de levadura fresca; para la masa, 200 g de puré de papas, ½ taza de leche, 120 g de azúcar, 5 g de sal, 70 g de manteca, 1 huevo, 400 g de harina 0000, ralladura de un limón o esencia de vainilla; para el relleno, 160 g de azúcar, 10 g de canela, 100 g de manteca; para la cobertura, 60 g de manteca, 200 g de azúcar impalpable, 1 cucharadita de esencia de vainilla, ¼ de cucharadita de esencia de almendra, ¼ taza de crema, 50 g de nueces.
Para la esponja, mezclar todos los ingredientes y dejar levar hasta que duplique su volumen. Sumar a la esponja los ingredientes de la masa y amasar hasta conseguir una masa lisa y blanda. Reservar al menos una hora en la heladera. En una superficie enharinada, estirar la masa en forma de rectángulo. Pincelar con manteca pomada y espolvorear con azúcar y canela. Hacer un rollo grande y cortar rodajas iguales. Distribuir los rolls “acostados” en un molde enmantecado. Tapar y dejar levar hasta que dupliquen su volumen. Mientras, preparar el glaseado. Hornear los rolls por 20/25 minutos, agregando por encima el glaseado durante los últimos 5 minutos.



Los ecos de Tucumán… @dealgunamanera...

Los ecos de Tucumán…

Un acto extraordinario. La casa histórica, escenario de una decisión que fue resultado de intensas disputas. Fotografía: Archivo histórico de la provincia de Tucumán.


Más que un feriado o un desfile, el 9 de Julio es una pregunta abierta: ¿Qué significa ser independientes hoy? La historia, las interpretaciones y los usos de un pasado que resuena en el presente.

© Escrito por Federico Lorenz el 09/07/2025 y publicado por la Revista Acción de la Ciudad de Buenos Aires, República Argentina.


Hace más de dos siglos, en una casa de la ciudad de San Miguel de Tucumán ‒la «casa histórica», como recuerdan con justicia los tucumanos, cuando corrigen la mirada porteñocéntrica que prefiere llamarla «la casa de Tucumán»–, un grupo de hombres tomó una decisión extraordinaria: declarar la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Era el 9 de julio de 1816 y, aunque la frase se dice con la naturalidad de lo obvio, aquel día no fue una consecuencia inevitable, sino el resultado de intensas disputas, urgencias militares y un clima político denso, fragmentado, muchas veces desesperado.

La independencia no fue un acto mágico ni unánime. Fue, como tantas veces en nuestra historia, una apuesta, una jugada forzada por el contexto, por la amenaza del retorno español y por los proyectos cruzados que convivían en tensión. Si se nos permite una imagen, fue más una cuerda tensa sobre el abismo que una sólida escalera hacia el futuro. Y como toda cuerda tensa, podía romperse en cualquier momento.

El contexto: entre la derrota y la incertidumbre.

En 1816, el panorama no era alentador. La Revolución de Mayo estaba desgastada y en crisis. El Directorio intentaba sostenerse en medio de conflictos internos y externos, mientras el Congreso se reunía en Tucumán, lejos del epicentro porteño. El Alto Perú estaba perdido: el Ejército del Norte había sido derrotado nuevamente, esta vez en Sipe Sipe, y San Martín, ya instalado en Cuyo, insistía en que la independencia debía ser proclamada de inmediato, no por romanticismo, sino por necesidad estratégica. Era imprescindible definir un marco legal que permitiera a las nuevas repúblicas del continente presentarse como estados soberanos. San Martín lo necesitaba para emprender su campaña libertadora con destino final en el corazón del poder realista, Lima. Lo mismo pensaba Belgrano, de gran influencia en el Congreso, con la certeza de que, sin independencia, no habría legitimidad ni alianzas posibles. Ambos entendían que la guerra no era solo con bayonetas, sino con símbolos, con palabras, con declaraciones que construyeran sentido y fijaran un rumbo.

Proyectos en pugna: ¿Qué tipo de independencia?

Pero la pregunta clave no era solo si se declararía la independencia, sino qué tipo de país se imaginaba para después. Allí emergen los proyectos enfrentados. Belgrano propuso una monarquía constitucional encabezada por un descendiente de los incas, a tono con el clima de la Restauración tras la derrota de Napoleón Bonaparte. Era una forma de conciliar la tradición con la revolución, de unir al mundo andino con el mundo criollo, de incluir en la nación naciente a los pueblos originarios. Fue tildado de utópico, de exótico, pero lo que proponía era, en esencia, una reparación política y simbólica para los sectores más postergados del virreinato.

El proyecto de Artigas estuvo ausente en Tucumán. Imaginó una federación de pueblos libres, con justicia social, reparto de tierras y autonomía regional. Enfrentado a muerte con Buenos Aires, su exclusión muestra que no todos los caminos de la independencia fueron escuchados en el Congreso de 1816.

Otros proponían una monarquía europea, como la dinastía portuguesa de Braganza o incluso algún Borbón afrancesado. Estaban quienes pensaban en repúblicas, pero cada una con su propia definición: federal, centralista, confederada, liberal, conservadora. 

La independencia no resolvía estos conflictos, apenas los postergaba. Lo que se selló en 1816 fue la ruptura formal con España, pero no se consensuó un proyecto nacional. El país independiente nació sin un «nosotros» claro. En 1816 se declaró la independencia, pero no se sancionó una Constitución. La patria nacía sin un acuerdo sobre su forma, con proyectos enfrentados. Lo que vino después fue guerra, fragmentación y larga espera.

Interiores. Como una metáfora de la historia nacional, la casa estuvo a punto de ser demolida a comienzos del siglo XX. Fotografía: Archivo General de la Nación.

Usos del pasado: las fechas patrias como artefactos del presente.

Ahora que vivimos en tiempos en que el pasado se ha transformado en un arma arrojadiza y se puede decir prácticamente cualquier cosa, es interesante observar cómo, a lo largo de la historia argentina, el 9 de Julio ha sido leído, resignificado, celebrado o vaciado según los vientos de cada época. Las fechas patrias funcionan como rituales colectivos que no solo recuerdan, sino que también construyen presente y proyectan futuros. Por eso, cada Gobierno ha «usado» el 9 de Julio según su modelo de país.

Durante el Centenario, en 1916, la elite conservadora quiso mostrar al mundo un país moderno, blanco, europeo, que dejaba atrás la violencia fundacional. En 1947, en plena primavera peronista, la Declaración de la Independencia Económica puso en el mismo lugar de Tucumán una nueva escena: la ruptura con el FMI y el dominio extranjero, bajo la narrativa de una segunda independencia. En 1976, durante la dictadura militar, un libro laudatorio del terrorismo de Estado señalaba que Tucumán era «la cuna de la Patria y la tumba de la subversión». 

En tiempos más recientes, el 9 de Julio ha sido escenario de actos que van desde el tecnicismo vacío y las palabras formales hasta intentos por recuperar su potencia política y simbólica. Eso se pudo ver en los festejos por el Bicentenario, en 2016, donde los alegados intentos de apropiación del relato histórico por parte del kirchnerismo fueron criticados acerbamente por la oposición, mientras durante días plazas y calles estuvieron llenos de gente en una multitudinaria celebración popular.

Las fechas patrias no son neutras. Se las conmemora, sí, pero también se las disputa. La historia es hija de su tiempo. No sorprende entonces que muchas veces se hable del 9 de Julio como la secuela de la Revolución de Mayo, que aparece como más importante en términos simbólicos, restándole a Tucumán el protagonismo que tuvo. Que generaciones de argentinos hayan dibujado en sus cuadernos «la casita» de Tucumán, ese humilde edificio escrito en diminutivo frente al impactante Cabildo, ha tenido efectos duraderos.

Como una metáfora de la historia nacional, la casa donde se reunieron los congresales estuvo a punto de ser demolida a comienzos del siglo XX, debido a su estado ruinoso. Del edificio original solo se salvó el Salón de la Jura de la Independencia. 


Una historia por ampliar.

La historia argentina aún es, en gran parte, una narración porteñocéntrica. Se piensa la revolución como una gesta nacida en Buenos Aires, que se irradió al resto del territorio, como si las provincias hubieran sido apenas espectadoras, escenario o, peor aún, obstáculos a vencer. Sin embargo, basta con mirar los nombres de los congresales de 1816 para advertir la variedad de orígenes y perspectivas. La patria no se pensó solo en el Cabildo, sino también en el Norte profundo, en Cuyo, en el Litoral, en las periferias ignoradas. Ampliar esa mirada no es un gesto de corrección política, sino una necesidad histórica. Porque comprender lo que pasó en 1816 implica también entender qué quedó afuera, qué voces no llegaron al Congreso, qué proyectos fueron descartados. Sobre todo, qué proyectos podemos imaginar ahora. La independencia no fue una sola, ni se logró en un solo día. Fue ‒y sigue siendo‒ un proceso en disputa.

Epílogo: lo que aún no está resuelto.

El 9 de Julio es más que un feriado o un desfile. Es una pregunta abierta. ¿Qué significa ser independientes hoy?¿Qué tipo de nación seguimos construyendo cada vez que evocamos esa fecha? Recordar 1816 es también reconocer que no hubo un único camino, que hubo tensiones, desacuerdos, propuestas que aún hoy desafían la imaginación política. Belgrano y San Martín lo sabían. La independencia era el primer paso, no la llegada. Lo difícil venía después: construir una patria justa, soberana, plural. Esa tarea ‒la más importante— todavía está pendiente.


martes, 8 de julio de 2025

Caramelos "No Hay Plata"... @dealgunamanera...

 La fábrica de los caramelos "No hay plata", en honor a la frase de Javier Milei, suspendió a 60 trabajadores por el desplome del consumo...

Caramelos Marengo No hay Plata. Fotografía: Captura web.

La empresa notificó a los empleados que estarán suspendidos por dos semanas sin goce de sueldo, alegando una caída de la demanda.

© Publicado el lunes 07/07/2025 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

La empresa Marengo, que alcanzó notoriedad por el lanzamiento de sus caramelos “No hay plata”, la frase popularizada por el presidente Javier Milei, suspendió a unos 60 trabajadores de su planta ubicada en Rafaela, provincia de Santa Fe.

Los trabajadores de las áreas de producción y mantenimiento recibieron por mensaje de Whatsapp la notificación de la suspensión sin goce de sueldos desde el 14 al 27 de julio próximos.

La empresa justificó la decisión amparándose en los artículos 218 y 221 de la Ley de Contrato de Trabajo. Según Nicolás González, secretario general del Sindicato de la Alimentación filial Rafaela, “pedimos una audiencia urgente con el Ministerio de Trabajo porque la empresa venía cumpliendo de manera normal y esto nos parece bastante raro. Si bien es una facultad imputable al empleador, tiene que ver con lo que pasa a nivel país, con la importación de golosinas”.

Un peón se puso a llorar al ser despedido y el video se viralizó: "Lloro por mi perro"

“La empresa pagó el sueldo y el medio aguinaldo en tiempo y forma y de golpe suspende por 15 días sin goce de sueldo, añadió el gremialista en declaraciones a REC Santa Fe.

González recordó que el viernes 4 de julio fue convocado a una reunión en la empresa, donde participó uno de los tres socios, donde se nos informó que la empresa iba a cerrar. Me sorprendió. Nos dijeron que iban a cerrar 15 días y luego establecer un Procedimiento Preventivo de Crisis, donde estaría toda la documentación de la baja de ventas”.

En febrero de 2024, la empresa Marengo anunció el lanzamiento de los caramelos “No hay plata”, una de las frases más conocidas del presidente Javier Milei, quien había asumido en diciembre de 2023.

Los “No hay plata” son duros, libres de gluten, surtidos, con sabor frutal y ácido, que se venden en cajas de 24 bolsas con 100 unidades cada una.

Caída del consumo y cierre de kioscos.

Según la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA),en el último año cerraron 16.000 kioscos, un derrumbe del 14,2%.

Según la entidad, as ventas cayeron un 40% en comparación con junio del año pasado. “Vamos a la desaparición del kiosco de barrio, como pasó con los almacenes en los 90”, aseguró el vicepresidente de UKRA, Ernesto Acuña.

LM/EM





domingo, 6 de julio de 2025

Grieta sin tregua. La política en el barro… @dealguinamanera...

 Grieta sin tregua. La política en el barro…


Gente de bien, José Luis Espert. Dibujo: Pablo Temes

El fallo por YPF, los cruces en Diputados y la violencia política reavivan tensiones. Crispación a la orden del día.


© Escrito por el Doctor Nelson Castro el domingo 06/07/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

De aquí a las elecciones de octubre, todo lo que ofrezca la política vernácula habrá de transcurrir en medio de un lodazal. Fue lo que se vio en la bochornosa última sesión de la Cámara de Diputados el miércoles pasado, con las diputadas que “animaron” los distintos momentos calientes que allí se desarrollaron. Lo notable es que nadie se sorprende ya por estas cosas que, además, a la inmensa mayoría de la población ya poco o nada le asombra o le importa. Y en esto no hubo diferencias entre los unos y los otros. Por el lado de la oposición estuvieron las diputadas Florencia Carignano, Paula Penacca, Vanesa Siley, Lorena Pokoik y Roxana Monzón, y el diputado Mario Manrique, que se enfrentaron cara a cara con el diputado José Luis Espert, a quien defendieron las diputadas oficialistas Juliana Santillán y Nadia Márquez, y el diputado Nicolás Mayoraz. La filmación del video que se viralizó rápidamente estuvo a cargo del diputado Fernando Iglesias. Como reza la letra del tango Cambalache, todos “revolcados en un merengue. Y en el mismo lodo, todos manoseados”.

El fallo de la jueza Loretta Preska sacudió al Gobierno, al kirchnerismo y a todo el arco político. El caso YPF es una muestra de la incompetencia, el oportunismo, la sinuosidad y la falta de conocimientos – es decir, ignorancia– de gran parte de la clase política argentina. La privatización de YPF fue mala y la reestatización fue peor. Los Kirchner apoyaron fervorosamente aquella privatización que dejó a la compañía a merced de Repsol. “No venimos a esta sesión arrepentidos de lo que fuimos, no sentimos vergüenza de lo que somos y tampoco venimos a pedir disculpas por lo que estamos haciendo”, dijo en septiembre de 1992 el entonces diputado Oscar Parrilli, uno de los secuaces todoterreno del matrimonio Kirchner y actual senador de Unión por la Patria, en el inicio de su alocución, para luego señalar que la privatización de YPF serviría para “oxigenar a nuestro gobierno” y “representa una bocanada de aire puro que fortalecerá al presidente Menem”. Qué importante es hacer memoria.

Como reza la letra de Cambalache, todos revolcados en un merengue. Y en el mismo lodo.

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Corría septiembre de 2009 cuando, en ocasión de la puesta en marcha de una petrolera offshore en el Golfo San Jorge, Cristina Fernández de Kirchner dijo: “Quiero agradecer al ingeniero Eskenazi y a su empresa por creer y seguir apostando como siempre lo hizo por el país. Encontrar empresarios argentinos que crean en su propio país no es fácil. Siempre ha sido mucho más rentable colocar los activos afuera”. Un año más tarde, cuando la compañía anunció el descubrimiento de yacimientos de gas y crudo no convencional, expresó: “Aquí, la prueba del resultado exitoso de la incorporación del socio argentino”. Notable laxitud discursiva.

Todo cambió en 2012, cuando los dólares escaseaban, motivo por el cual la entonces presidenta enfureció ante el giro de dividendos que la empresa Repsol realizaba a su casa matriz.

Tanto Cristina Fernández de Kirchner como su entonces ministro de Economía, el inefable Axel Kicillof, desoyeron las advertencias acerca de las consecuencias negativas que una posible reestatización traería para el país. Poco importó. Hay que decir, para ser absolutamente honestos, que la hoy condenada expresidenta y el kirchnerismo no estuvieron solos en esa bravuconada: el proyecto de reestatización fue aprobado por el Congreso por amplia mayoría. Entre los que lo apoyaron estuvieron los siguientes legisladores: Ricardo Gil Lavedra, Mario Negri, Miguel Ángel Pichetto, Ernesto Sanz, Luis Naidenoff, Luis Juez y Gerardo Morales.

Una cosa es la batalla cultural y otra muy distinta es correr tras el fuego con un bidón de nafta en la mano.

Según indica un número importante de especialistas en el tema, la sentencia es de imposible cumplimiento. Habrá, pues, no solo una apelación sino también una negociación ardua con el Fondo Burford. En última instancia, es lo que los acreedores buscaban. El foco de la atención estará puesto entonces en el daño político que, en tanto y en cuanto siga vigente, le producirá al Gobierno en su necesidad de generar confianza para atraer las inversiones que están lejos de satisfacer sus aspiraciones.

Al gobernador de la provincia de Buenos Aires tampoco le hizo gracia el timing político del fallo que lo convirtió en el blanco preferido de los críticos a muy poco de las elecciones. Caprichos del destino. El pasado que vuelve. Hablando de malas decisiones y complejidades de la historia, el caso YPF no es lo único que asoma –peligrosamente– en el espejo retrovisor. Los episodios de violencia política que se vivieron antes y luego de la ratificación de la condena a la expresidenta por parte de la Corte Suprema en la causa Vialidad comenzaron como aparentes hechos aislados que, a la luz de las pruebas, han dejado de serlo.

Desde el ataque al canal Todo Noticias hasta las acciones repudiables en el frente de la casa del diputado Espert, pasando por las amenazas de la militancia K sobre “el quilombo que se va a armar” si tocan a Cristina, han ido in crescendo. La lectura más fácil –y parcial– sería señalar a los duros y fanáticos del kirchnerismo residual que, si bien tienen una cuota de responsabilidad mayor por sus constantes apelaciones y reivindicaciones a conceptos perimidos y de otras épocas como “la resistencia”, han encontrado un terreno fértil en las provocaciones sostenidas de una parte del oficialismo. Ni el presidente de la Nación ni el ejército de tuiteros que lo acompaña han tenido la más mínima intención de pacificar el país. Una cosa es la “batalla cultural” y otra muy distinta es correr tras el fuego con un bidón de nafta en la mano.

También debemos hacernos cargo del rol de la sociedad civil en esta democracia crispada. En las elecciones presidenciales de 2023, la gran mayoría del país realizó un voto progrieta. ¿Había otro remedio? Difícil saberlo a estas alturas. El riesgo de una Argentina tan pendular que no reconoce en el otro un adversario con el cual confrontar democráticamente y convivir de manera pacífica está al rojo vivo. Desescalar esta concepción política es y será tarea de todos. Aún estamos a tiempo.

 

 

 

Vaticinios que no convencen... @dealgunamanera...

Vaticinios que no convencen...

Caputo y Milei. El presidente y el ministro anticipan proyecciones optimistas de la economía que no se perciben en la situación cotidiana de la ciudadanía. Fotografía: NA

​​​​​​​Las manifestaciones públicas del presidente Javier Milei y de su ministro de Economía, Luis Caputo, no logran despejar la incertidumbre y en no pocos casos añaden nuevas incongruencias, a la vez que se exponen debilidades como la admitida para el frente externo en el Informe de Avance sobre la elaboración del Proyecto de Ley de Presupuesto 2026. El documento enviado al Congreso Nacional contiene las previsiones para 2025, año que se cursa sin Presupuesto por decisión del oficialismo.

© Escrito por Carlos Heller, Dirigente cooperativista, el sábado 05/07/2025 y publicado por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

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Las manifestaciones públicas del presidente Javier Milei y de su ministro de Economía, Luis Caputo, no logran despejar la incertidumbre y en no pocos casos añaden nuevas incongruencias, a la vez que se exponen debilidades como la admitida para el frente externo en el Informe de Avance sobre la elaboración del Proyecto de Ley de Presupuesto 2026. El documento enviado al Congreso Nacional contiene las previsiones para 2025, año que se cursa sin Presupuesto por decisión del oficialismo.  

Según se prevé, las exportaciones aumentarían 3,8%, mientras que las importaciones saltarán un 19,6%. Lo cual indica un achicamiento del saldo, que para el Gobierno sería de US$4.913 millones en el corriente año. Muy lejos de los US$16.901 millones de 2024, un síntoma del deterioro de las cuentas externas. 

El tipo de cambio, por su parte, se ubicaría a fin de año en $1.229 (menos que el de este último viernes), con una suba anual del 20,4%, es decir, por debajo de la inflación. La reducción esperada de la competitividad indica que se seguirán afectando la producción y el empleo locales.

La realidad es que unos días antes se había publicado un informe de J. P. Morgan, titulado: «Tomándose un respiro», donde se destacan los desbalances externos que tiene la economía argentina en el marco de las políticas actuales.

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Fue un consejo para sus clientes: deshacer maniobras con la bicicleta financiera («carry trade»), es decir, vender Lecaps y pasarse a dólares.


La inflación proyectada punta a punta del IPC (diciembre de cada año), se augura, sería del 22,7%, para lo cual debería rondar en torno de 1,0% mensual en el segundo semestre, un valor que se presenta difícil de alcanzar.   

En cuanto al PIB, para 2025 el Gobierno prevé un aumento del 5,5%, basado principalmente en la evolución del consumo privado del 7,2%. Resulta difícil entender una recuperación del consumo cuando el salario real registrado hasta abril, último dato disponible, venía cayendo y el desempleo crecía en el primer trimestre.  

Para 2026, en tanto, no hay proyecciones sobre tipo de cambio y precios, aunque se promete mantener el ajuste del gasto, «racionalizar» el Estado y «continuar en la senda del equilibrio fiscal, con el objetivo de corregir de forma definitiva los desajustes estructurales y consolidar un entorno de estabilidad macroeconómica».

​​​​​​​Desintegración.


A falta de mayores certezas, Milei aportó algunas definiciones durante la cumbre del Mercosur desarrollada en Buenos Aires, oportunidad en la que reclamó avanzar hacia «un esquema comercial y regulatorio mucho más libre». 
 

Demanda a la que añadió una especie de advertencia en la que condicionó la continuación de Argentina en el bloque a la adopción de las «reformas pro libertad comercial» que, según considera, el Mercosur «necesita».


Con otra perspectiva, el presidente brasileño Luiz Inacio «Lula» Da Silva sostuvo que «Sudamérica se ha convertido en un área de libre comercio basada en reglas claras y equilibradas». A lo que agregó: «Estar en el Mercosur nos protege» en un panorama geopolítico que cambia constantemente.

«Nos enfrentaremos al desafío de proteger nuestro espacio de autonomía en un contexto cada vez más polarizado», subrayó el mandatario, dejando en claro una postura regionalista y de negociación en bloque con el resto del mundo.