sábado, 7 de mayo de 2011

Huracán 1 vs. Olimpo de Bahía Blanca 2... De Alguna Manera...

Parque de diversiones...

Olimpo, con uno menos desde los 36 del primer tiempo, pegó en el final en Patricios y hundió más al Globo. Bareiro le dio los tres puntos al equipo bahiense para ponerlo a dos puntos de Vélez. ¿Zafa de la Promo?

Si te enojás, perdés, dice el refrán, y eso parece haber sido lo que le pasó a Huracán contra Olimpo porque los dirigidos por Tito Pompei estuvieron enojados consigo mismos, apoderados por unos nervios que de nada los va a ayudar en esta cruzada que es tratar de salir de la Promoción. Y eso que el Globo jugó con uno más desde los 36 minutos por la expulsión de Brum en Olimpo.

Los Bahienses fueron más inteligentes, ya que viéndose en inferioridad numérica supieron esperar a que se les presenten las ocasiones que aprovechó y le sirvieron para ganar el partido. Y eso si se deja de mencionar un claro penal que Cura le cometió a Bareiro y que Laverni ignoró, mostrándole tarjeta amarrilla al de Olimpo por entender que simuló. ¿Va una nueva presentación a la AFA para remover una amarilla?

En lo estrictamente futbolístico, el partido arrancó com ambos equipos buscando el arco contrario. Tibiamente en ambos casos. Primero llegó Olimpo por intermedio de Cobo que al minuto remató desviado. Dos minutos después contestó Huracán através de Cámpora, quien remató a las manos de Tombolini. El partido pintaba interesante porque Galván en una linda jugada puso la pelota de emboquillada en el travesaño de Monzón, porque Machín empujaba a su equipo y Cámpora estaba picante, pero de a poco fue cayendo en un pozo del que ninguno de los dos pudo salir. Los locales jugaban desde los 36 minutos con uno más por la expulsión de Brum y se acercaron un poco en los minutos finales De esta forma el primer tiempo se diluyó en la intrascendencia.

La segunda etapa comenzó con bastante fricción, ya que al minuto Domínguez y Cámpora se trenzaron en una discusión en la que el árbitro Laverni tuvo que serenar los ánimos. Parecía que el partido entraba en un terreno fangoso pero Olimpo abrió el marcador con una jugada bárbara. Pelotazo largo de Bareiro de izquierda a derecha de mitad de cancha a tres cuartos para que Galván quede mano a mano con Muñoz y convirtiera por entre las piernas del arquero a los 3 minutos. Dos minutos después Huracán llegó al empate, desbordó Machín por derecha, tiró un centro bajo al primer palo y Cámpora conectó al gol. Con esta conquista el delantero de Huracán igualó a Stracqualursi.

Sobre el cuarto de hora Tito Pompei movió el banco en busca de encontrarle la vuelta a un partido que se le estaba complicando porque Olimpo le jugaba de igual a igual por más que estaba en inferioridad numérica. Pero poco a poco pareció que ambos equipos se acordaron de nuevo de su promedio y el partido se hizo malo. La pelota anduvo más por el aire que por el piso porque ambos la querían lejos de sus arqueros aunque a los 23 minutos, Laverni ignoró un claro pernal de Cura a Bareiro quien fue amonestado por una supuesta simulación, en lo que podría haber sido el segundo gol de los de Bahía..

Con el pasar de los minutos Olimpo empezó a sentir la ausencia de Brum en la mitad de la cancha cosa aprovechada por Huracán que convirtió a Tombolini en figura. Lo tuvo Cura que la tiró por arriba del travesaño y después Cámpora que se la entregó a las manos al arquero. Los de Pompei buscaron por todos los medios, siempre empujados por Machín, pero el enojo de los hinchas Quemeros convirtió al equipo en un manojo de nervios, situación que aprovechó a la perfeccon Olimpo que en los minutos adicionales se quedó con una victoria impensada e igualó la línea de River. Huracán se fue envuelto entre silbidos, y será el momento de poner paños fríos, porque el que se enoja pierde.

© Escrito por Andrés Garavaglia y publicado por el Diario Deportivo Olé de la Ciudad AUtónoma de Buenos Aires el sábado 7 de Mayo de 2011.

Tenemos fuerzas para seguir...

Pompei contó que se reunió con su cuerpo técnico después del partido y que, entre todos, llegaron a la conclusión de que iban a continuar a cargo del plantel de Huracán. "Fundamentalmente por lo hecho en el desarrollo del partido", expresó.

Huracán desperdició una chance muy buena para tomar un poco de aire en su lucha por salvarse del descenso (está en Promoción). Y lo que es más duro, la desperdició tras haber merecido ganar. Pasó de la locura por ir a buscar los tres puntos, al desgano de tener que conformarse con uno y luego, a la indignación de tener que masticar la derrota. “Es difícil analizar el partido de acuerdo al resultado final y la situación que estamos viviendo. Pero si me toca hacerlo tengo que decir que este fue el encuentro en que más situaciones de gol tuvimos. Lo teníamos para ganar: contamos con cuatro situaciones claras frente al arquero. Habíamos jugado bien durante 25 minutos del primer tiempo. Y en el segundo, manejamos la pelota y creamos peligro. Ahora bien, cuando faltando tan poquito se cometen errores que terminan siendo tan importantes, bueno, es duro, cuesta asimilarlo”, fue el sinceramiento de Roberto Pompei en conferencia de prensa.

Tras ese primer diagnóstico del choque, el DT fue al grano y respondió lo que todos querían saber: si iba a continuar o no al frente del Globo. “Estamos en una situación complicada. Seguimos en Promoción, aunque dependiendo de nosotros. Recién estuvimos reunidos con el cuerpo técnico y llegamos a la conclusión de que tenemos la fuerza para seguir. Fundamentalmente por lo hecho en el desarrollo del partido. Los jugadores responden. Y eso me impulsa a continuar”.

© Publicado por el Diario Deportivo Olé de la Ciudad AUtónoma de Buenos Aires el sábado 7 de Mayo de 2011











viernes, 6 de mayo de 2011

Rolo Puente... Hasta Pronto... De Alguna Manera...

Rolo Puente...



Falleció el actor y comediante Rolo Puente, a los 71 años. El actor se encontraba internado en el Sanatorio Güemes de esta Ciudad de Buenos Aires, en estado gravísimo.

Nacido el 13 de agosto de 1939, su debut en la pantalla grande fue en 1966, e hizo 24 películas desde entonces, entre las que se destacaron Coche cama alojamiento, Los muchachos de antes no usaban gomina y La Mary, con Carlos Monzón y Susana Giménez.

Gran amigo de Gerardo Sofovich, inició su carrera a la fama junto al productor y conductor en el éxito que fue Polémica en el Bar en 1972.

También de la mano de Sofovich, en la década de 1980, actuó como quien iba a afeitarse con Jorge Porcel a La peluquería de Don Mateo. Participó además en varias remakes de ese programa.

Hizo teatro, cine, y televisión, y fue un trabajador incansable del medio. Trabajó con Alberto Olmedo, Jorge Porcél, Juan Carlos Altavista, Sandro, Susana Giménez, Fidel Pintos, Javier Portales, Mario Sapag, Carlitos Balá y desde fines de 2009 se relacionó laboralmente con Carmen Barbieri y Santiago Bal, con quienes presentó en el Teatro Atlas de Mar del Plata el espectáculo revisteril Fantástica.

© Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 6 de Mayo de 2011.

jueves, 5 de mayo de 2011

Jorge y Andy... De Alguna Manera...

Jorge Lanata: "Apoyé la Ley de Medios y el gobierno me usó"

Los conductores Cayetano y Andy Kusnetzoff junto a Jorge Lanata.
Gentileza perros.metro951.com


El periodista habló de 6.7.8, del enfrentamiento entre Clarín y el Gobierno, la dictadura y Víctor Hugo.

El periodista Jorge Lanata protagonizó una extensa entrevista con Andy Kusnetzoff y su coequiper Cayetano en el programa Perros de la calle en la FM Metro 95.1. Con un buen ambiente y humor, Lanata se explayó sobre los temas que lo volvieron el centro de las polémicas en los últimos meses.

"Cumplí 50, no tengo que explicar más nada. Si vos pensás que yo apoyo la dictadura, sinceramente, matate. Yo no voy a explicar mi vida, mirá lo que hice y pensá como una persona", arrancó el periodista.

6.7.8: "Yo no me puedo poner a responderle a 6.7.8. Primero porque la mitad de 6.7.8 laburó conmigo. Sandra Russo, yo la llevé a Página/12, igual que Norita Veiras, Galende era productor mío en Rock & Pop. Hay tres o cuatro más también. Son chicos de segunda, tercera o cuarta línea que laburan bien y hoy están conduciendo. No hacen un programa periodístico, hacen propaganda, hablan de lo que ellos creen que son los hechos. La mitad de los tipos que están ahí están por plata, afanando guita del Estado. Gvirtz está ahí afanando y me importa un carajo que me haga un juicio. Florencia Peña mostraba el orto en lo de Francella y ahora bajó de la Sierra Maestra".

La dictadura: "Cuando yo digo 'me tienen harto con la dictadura', la frase es: 'Me tienen harto con la excusa de la dictadura', están afanando como nunca antes se afanó en la Argentina. Me están tirando los muertos encima y yo conozco a los muertos más que ellos. Porque cuando nadie decía una mierda de Clarín, yo era el único boludo que se paraba a hablar de Papel Prensa. Eso no quita que no pueda ver la campaña que están haciendo contra Clarín, y lo tengo que ver aunque sea Clarín el objetivo. Yo no puedo permitir que el Gobierno invente un conflicto gremial en Clarín, haga un piquete en la puerta y que el diario deje de salir.

Clarín y el Gobierno: "Si hay un enfrentamiento entre el gobierno y cualquier medio de comunicación, el fuerte es el gobierno porque puede manejar la ley con discresión, sea Clarín o sea quien sea. Es obvio eso, es aclarar una boludez. Clarín es un monopolio y hay que desarmarlo. Siempre dije que cuando asumía un tipo en el Comfer lo primero que hacía era ir a negociar con Clarín, pero eso no es tener más poder que un Gobierno. Yo salí a apoyar la Ley de Medios, aunque es perfectible y tiene un montón de errores. Y el gobierno me usó con eso. Pero si cierra Clarín, si impiden la salida de cualquier diario, está mal, porque después venimos nosotros".

Derechos Humanos: "El poder fue cooptando los organismos de Derechos Humanos a través de plata. Menem inventó el subsidio a los desaparecidos. En su momento, yo y Hebe de Bonafini estuvimos en contra de eso. Si a mí me matan a un familiar, no quiero plata, quiero justicia. Quiero que el mismo Estado que lo mató me diga donde está y me permita enterrarlo y velarlo. Menem con inteligencia garpó y fue generando ambiente a favor. Creo que el laburo de los Derechos Humanos tiene que ver con los Derechos Humanos y no con construir viviendas sociales que nadie sabe bien cómo gastan la guita. Compran coches blindados. ¿Para qué los quieren? Pregúntenle a Schoklender. ¿Qué me vienen a hablar de la patria socialista cuando tu tesorera, Felisa Miceli, es una chorra?"

Madres, Abuelas y Sabato: Yo no tengo problema con las Abuelas. Estela de Carlotto salió a hablar de mí. Yo he apoyado la lucha de las Abuelas, ¿qué tengo que explicarles? No me importa. A mí me parece mal que en los actos del gobierno estén las Abuelas y las Madres, son organismos que no tienen que estar partidizados. Los Derechos Humanos no son de nadie. Se murió Sábato y el gobierno no dijo una palabra. No era un boludo cualquiera, Sabato, y le reescribieron el prólogo del Nunca Más, un documento histórico, es como reescribir el prólogo de la Constitución.

Víctor Hugo Morales: "Cambió de opinión en un año y medio. Yo creo que tiene un problema psicológico con Clarín, es como sí Clarín fuera un tipo y lo hubiera violado en la infancia, tiene un rollo mal que lo obnubila y le impide pensar en otra cosa. ¿Qué pasó con Víctor Hugo? Lo operó el gobierno muy bien, de una manera muy inteligente. Le empezaron a hablar, a ver, a explicar y él les creyó. Y me parece bien. Pero en un punto la defensa de Víctor Hugo del Gobierno me parece demasiado irracional.

© Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el miércoles 4 de Mayo de 2011

lunes, 2 de mayo de 2011

¿Se acabó?... De Alguna Manera...

¿Se acabó?...

El acto de la CGT y las ya extravagantes movidas electorales se pueden dejar para después. Al fin y al cabo, respecto de eso no pasó nada que no pudiera pasar. En cambio, los dos cuerpos noticiosos restantes son más significativos.

Uno estuvo dado por los mandobles a la bartola, y se concentraron hacia mediados de semana. Primero fue que había caído en Ezeiza un financista caponarco, que vive en el país desde 2005 y fundador de una constructora en Puerto Madero. Bajo la fijación de agenda del diario instrumental, y según lo remarcó en portada un recuadro que indicaba a la Argentina como “refugio tentador”, los medios y tilingos adheridos machacaron con nuestro carácter de territorio cocainómano incontrolado. El intento de relacionar al Gobierno con ese presunto libre albedrío se acabó, a las horas de publicado y reproducido, porque incluso los periodistas electrónico-amplificadores no se veían cómodos en el papel de llevar semejante delirio a rol de primera plana.

De modo tal, a la jornada posterior el tema desapareció y fue reemplazado por uno mucho más afín al sentido común y al interés popular. Es así que surgió como cuestión prioritaria de portada que el plan Carne para Todos, anunciado y escenografiado por la Presidenta el día anterior, cubre sólo el 0,15 por ciento del consumo. Eso ya suena o directamente impacta como más sensato, hay que admitir: ni el propio oficialismo desmintió que 10 mil kilos de carne acordados a (muy) bajo precio son la nada misma, contra los más de 6,5 millones de kilogramos que se venden por día. Tal como las milanesas o el pescado “para todos”, son jugadas destinadas al fracaso completo.

Pretenden tramar sobre una producción simbólica de contenido anti-inflacionario, que choca de frente contra la realidad impuesta en los comercios. Al Gobierno le va bien, como es dable deducir o certificar, cuando la Presidenta recuerda que los precios no son formados por el Estado sino por los actores privados. Le va bien cuando pregona –y ejecuta– el derecho de intervenir en las decisiones orgánicas de las grandes empresas privadas cuyo directorio integra. Le va bien, con todo lo mal que le iba hace nada más que un par de años, cuando mete mano en las ganancias estratosféricas de los campestres y ya nadie lo discute.

En esa línea, también caen simpáticos, o irreprochables, los allanamientos a Cargill, Molinos y Bunge, por presunta asociación ilícita para evadir al fisco por más de 300 millones de pesos. Y ni hablar de lo bien que le va al oficialismo cuando identifica a adversarios precisos, como Clarín, Techint & Cía. Pero no semeja que pueda irle precisamente como los dioses cuando hace el acting de qué barato que se compra con los “planes para todos”.

Ese es un serio, muy serio error de su política –o táctica– comunicacional. Y en la medida en que eso afecta lo que “la gente” percibe en su bolsillo, no debería descuidarse tan alegremente. En otro contexto, si hubiese una oposición que aunque más no fuere supiera especular con alguna altura, el kirchnerismo tendría problemas severos con estas tonterías. No hay esa oposición, por cierto y, por tanto, la humilde advertencia se convierte en un ensayo hipotético.

Sin embargo, el periodista cree que siempre es mejor tener los reflejos activados porque, alguna vez, el viento no soplará de cola; la derecha inventará algo como para no ser tan patética, y fuegos que ni alcanzan a ser artificiales, como la carne, o el pescado, o las milanesas para todos, podrán o podrían volverse un boomerang.

De todas maneras, para volver bastante atrás, lo anterior es constitutivo de los mandobles, de un lado y de otro. El bloque noticioso dos, que es el dictamen parlamentario para regular a las empresas de medicina prepaga, es otra cosa. Ahí ya es cuestión de que el Gobierno –con el consenso opositor unánime salvo, naturalmente, las filas de Macri– resolvió intervenir en la redituable orgía del sistema privado de salud. Tendrán que pasar a mejor vida los recargos por edad; el rechazo por enfermedades preexistentes; los “períodos de carencia” que ni siquiera cubren las prestaciones del Plan Médico Obligatorio; el rebote a los discapacitados.

Los medios de la derecha reaccionaron haciéndole el coro a la irritación de las prepagas, que le aportan cifras de publicidad muy estimables al periodismo independiente. Pero no es, sólo, el otorgamiento de espacios a los voceros de la medicina privada. Para que no queden dudas, encima de eso se lanzan a cuestionar que el Estado interfiera en lo que denominan “contratos entre particulares”. ¿Por qué el Gobierno no se dedica a la salud pública y deja que las gallinas negocien libremente con el zorro?, preguntan los periodistas liberales de pacotilla que, en cualquier país del primer mundo, no se animarían a interrogantes de esa naturaleza, so pena de caer en un ridículo que aquí sienten como impune.

No hay Estado más intervencionista que el de las naciones desarrolladas, justamente porque la protección básica del consumidor es elemento esencial para que éste siga creyendo en el consumo como en el Espíritu Santo. Si alargamos la lógica de estos mercachifles, podría preguntarse por qué el Estado se involucra en las cuotas de las escuelas privadas; en –claro– lo que se le da la gana exportar a “el campo” o, sencillamente, en lo que se gasta en “la seguridad” siendo que los sectores de alto poder adquisitivo pueden pagarse policía propia.

Es decir: déjenos el Estado la ley de la selva, porque nosotros sabemos arreglarnos con nuestros leones, y que la administración pública se haga cargo de los monos. Pero más luego, cuando los monos se nos vienen encima porque ese Estado equilibrador fue desquiciado gracias a las políticas desregulatorias que pregonamos, pediremos más Estado cumpliendo sus funciones básicas de reglamentar y reprimir.

Ese es el raciocinio de la derecha, cuya contrapartida sería –siempre en autos con el carácter transitivo de sus argumentos– que haya de inmediato una revolución socialista, pero aplicada por un gobierno reformista que no le afecte sus intereses y, a la par, brinde cobertura universal de salud, educación, seguridad, vivienda y que sigan los éxitos. De manera que lo que tenemos viene a ser en definitiva una derecha de raigambre trotskista, lo cual se corrobora por esa capacidad cariocinética de ser dos o tres pedazos y dividirse en diez o veinte.

Según las últimas noticias, podría dar la impresión de que no es tan así a caballo de que en la disparada hacia los botes ya se bajaron Solanas, Sanz, Cobos y Macri. Salvo que, en el caso de este último, no se considere todavía como abandono haber dicho que su candidatura presidencial quedó “stand by”. Una de las frases más portentosas de la historia política argentina. Sin embargo, esa estampida opositora da una dimensión exacta de la carencia absoluta de alternativas serias al kirchnerismo, cristinismo, experiencia progre o como quiera llamársele.

Y es en ese recorte que los análisis y especulaciones sobre el acto de la CGT quedan faltos de mayor sentido. Aun cuando se diera por legítima la visión gorila más recalcitrante, acerca de que esa manifestación fue la eterna suma de ómnibus contratados y choripán, la pregunta sería si hay alguna opción confrontadora que pueda llenar más de veinte micros. Aun si no se reparara en que el discurso de Moyano se contorneó a pie juntillas al lado de Cristina, cuando el cálculo era que se trataba de una jornada extorsiva para conseguir puestos cegetistas en la listas de octubre. Aun pensando que Cristina, al no ir, los dejó de garpe porque su apuesta pasa por terminar la reconquista de la clase media invariablemente reactiva a los modos del “morochismo” sindical, no se altera que hay los que fijan la agenda y los que gracias si llegan a comentarla.

Da la sensación, entonces, de que esto se acabó si es por esperar modificaciones gruesas en el plazo que resta hasta octubre. Puede ser una buena noticia si hablamos de que están sentadas las bases para el “nunca menos”. Como otras veces se ha dicho: nada menos que eso, y nada más que eso.

© Escrito por Eduardo Aliverti y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el lunes 2 de Mayo de 2011.