sábado, 7 de junio de 2014

7 de Junio, Día del Periodista… De Alguna Manera...


Día del Periodista…
 

Lo siento mucho: los periodistas argentinos, y por tanto, la ciudadanía de nuestro país nada tiene para festejar este 7 de junio. Por el contrario, debemos aprovechar esa fecha en el calendario para insistir en lo que mal se entiende en nuestro país: la prensa es inherente al sistema democrático, la información es un derecho que no debe ser ni mercancía ni propaganda.

Poco tenemos para festejar con un periodista al que se intentó aplicar en Santiago del Estero la “Ley Antiterrorista” por confundir información con delito y con un vicepresidente de la Nación que ignora que los periodistas están protegidos para no revelar la fuente, no como privilegio personal sino como protección constitucional para garantizar lo que está por encima de nuestras cabezas, el derecho de la sociedad a ser informada.

A treinta años de la democratización perturba constatar que sobrevive en el poder lo que sustentó culturalmente a la dictadura con su revelador mensaje: “Somos derechos y humanos”.

Si se sigue confundiendo prensa con propaganda, se entienden los anuncios recientes. ¿Para qué quiere el Estado una medidora de audiencia si no es porque confunde a la publicidad oficial con la privada? No termina de entenderse que la publicidad oficial debe ser transparente, equitativa y, sobre todo, garantizar el derecho a la información. Los medios públicos, que no son comerciales, deben huir a la lógica del rating, ya que las personas deciden libremente a quién quieren ver, leer o dejar que los entretengan.

Una concepción antidemocrática que se expresa también en la decisión de crear una Secretaría cuyo nombre, Coordinadora Estratégica del Pensamiento Nacional, remite a los tiempos de guerra, ajenos a los Derechos Humanos, que son universales como el pensamiento y ponen el derecho en las personas, no en el Estado que los concede. Esa concepción es incompatible con una Constitución que garantiza el derecho fundamental a expresarse, opinar, buscar información sin la tutela del Estado.

Con el abrazo emocionado a todos aquellos periodistas que estrenan su tiempo con investigaciones serias, responsables y de enorme coraje, ya que desnudan al poder, aprovecho la oportunidad para recordar que los periodistas no son empleados públicos, son servidores del público, al que no se debe medir como si fuera una mercancía.

FELIZ DIA DEL PERIODISTA para reforzar la noble función de informar. Pero, sobre todo, para construir lo que se posterga: una auténtica democracia basada en el respeto a los Derechos Humanos.

© Escrito por la Senadora Norma Morandini el Sábado 07/06/2014 y publicado por www.normamorandini.com.ar


Brasil 2014. Argentina 2 vs. Eslovenia 0... De Alguna Manera...


Argentina venció a Eslovenia

Argentina enfrentó a Eslovenia en la antesala al Mundial.

Argentina enfrentó en el estadio Ciudad de La Plata, en el último amistoso previo al Mundial, a Eslovenia. El encuentro lo ganó la Selección Nacional por 2 a 0.

Síntesis

Argentina 2

Sergio Romero; Federico Fernández, Javier Mascherano, José Basanta, Marcos Rojo; Augusto Fernández, Enzo Pérez, Lucas Biglia, Maximiliano Rodríguez, ; Ricardo Álvarez y Ezequiel Lavezzi.

DT: Alejandro Sabella

Suplentes: Agustín Orión, Mariano Andújar, Hugo Campagnaro, Fernando Gago, Ángel Di María, Sergio Agüero, Lionel Messi.


Eslovenia 0

Vid Belec; Miso Brecko, Branko Ilic, Bostjan Cesar, Bojan Jokic; Dalivor Stevanovic, Josph Ilicic, Rajko Rotman, Andraz Kirm; Jasmin Kurtic y Milivoje Novakovic. DT: Sreko Katanec

Suplentes: Jan Oblak, Miral Samardzic, Gregor Balazic, Erik Janza, Ivan Firer, Dejan Lazarevic, Ales Mertely, Nejc Pecnik, Andraz Struna, Roman Bezjak.

Goles: 12' PT Ricardo Álvarez (ARG); 30' ST Lionel Messi (ARG)

Cambios:  12' PT Hugo Campagnaro por Lucas Biglia (ARG); 2' ST Miral Samardzic por Branko Ilic (ESL); 3' ST Nejc Pecnik por Josph Ilicic (ESL); 4' ST Dejan Lazarevic por Andraz Kirm (ESL); 12' ST Lionel Messi por Ricardo Álvarez (ARG); 12' ST Sergio Agüero por Ezequiel Lavezzi (ARG); 12' ST Fernando Gago por Augusto Fernández (ARG); 12' ST Ángel Di María por Maximiliano Rodríguez (ARG); 31' ST Emanuel Mammana por Javier Mascherano (ARG); 36' ST Ales Mertely por Dalivor Stevanovic (ESL); 41' ST Ivan Firer por Milivoje Novakovic (ESL); 41' ST Gregor Balazic por Bostjan Cesar (ESL)

Amonestados: 18' PT Andraz Kirm (ESL); 26' PT Rajko Rotman (ESL); 34' PT Dalivor Stevanovic (ESL); 5' ST Javier Mascherano (ARG); 34' ST Fernando Gago (ARG)

Árbitro: Martín Vázquez (Uruguay)

Estadio: Ciudad de La Plata.


© Publicado el Martes 07/06/2014 por http://www.afa.org.ar


Las fotos:


Los goles:




La confesión... De Alguna Manera...


La confesión...


Se me hace cuento.

–He perdido otro grupo de amigos –me comentó mi amigo Herbert–.

“Estaban arreglando las sedes para ver el Mundial. Casas, picadas, familias; cotejando tamaños de televisores, mujeres más o menos molestas, edades de los niños, barrios aledaños… Y de pronto no pude más: confesé. No me gusta ver el Mundial. Me aburre el fútbol. No tengo el menor interés en ver los partidos, ni siquiera de Argentina. Hace veinte años podía ver un Boca-River; una final del Mundial, un partido definitorio de Argentina. 

Pero como dice Cacho Castaña en Septiembre del 88: “No sé qué pasó, no sé cómo fue…”. Pero me hinché las pelotas, paradójicamente. No me interesa. No le encuentro sentido. Escucho a la gente en los bares deduciendo sobre fútbol y me parece una farsa. No distingo ninguna relación entre las jugadas y los comentarios. Escuché las mismas acotaciones durante cuarenta años con cientos de equipos distintos. Todos los partidos son iguales, todas las apostillas vanas. Pero mis amigos me habían visto saltar de alegría por un gol, alentar hasta quedarme afónico, pedir cambios e insultar al televisor. Fingía, les expliqué. No me movía un pelo. Impostaba la pasión. Les hacía creer que me entusiasmaba igual que ellos, para no quedarme solo. Como ese libro sobre el "subcomediante" Marcos: La genial impostura”.

–Dijiste la verdad –apunté– Ahora sos como un monoteísta en la Antigüedad. Los demás tienen imágenes para adorar, emociones, sentidos. Vos les estás diciendo que todo eso no tiene ningún valor. No les alcanza con que no los quieras convencer. El sólo hecho de haberlo dicho te va a marginar. Estás solo como un perro.

– ¿Por qué los judíos no se confiesan? –preguntó extemporáneamente Herbert.

– ¿Qué haríamos sin la culpa? –repregunté.

–Nicolás me preguntó si era gay. Después de que confesé que ya no me gustaba ver fútbol, me preguntó si era gay. Pero no sólo no soy gay, soy un caballero. En el Mundial 2010 argumenté una gripe y falté a Argentina-Alemania. Salí a caminar solo por la ciudad. Buenos Aires parecía arrasada por una bomba neutrónica. No había ni mendigos. Una mujer estaba arrodillada junto a su auto, con una rueda pinchada. 

Era Mabel. Durante años, fue nuestra musa imposible en la oficina. Personal jerárquico, en todos los sentidos. Evanescente, furtiva, portentosa: inaccesible. Pero quien fuera que debiera auxiliarla, no llegaba. Me acerqué. Fue la primera y única vez en mi vida que usé un cricket. Por suerte encontré un hotel por horas abierto, el conserje estaba clavado al televisor y ni miró el billete que le daba. Cuando le pedí el vuelto me regresó el mismo billete. No me cobró. Éramos los únicos huéspedes y, en lugar de escuchar los gritos de las habitaciones vecinas, escuchábamos los gritos sordos de angustia por el partido; aunque apagados, caían desde las ventanas de los edificios linderos. 

Y las imprecaciones del conserje. Pero eso nunca lo conté. Hubiera revelado que no tenía gripe; y mancillado la reputación de Mabel. Es la primera vez que lo cuento.

–Podríamos decir que los que ganan, no cuentan la historia –reflexioné.

–Esa frase de que la Historia la escriben los que ganan es una fantochada –replicó Herbert–. 

Los españoles derrotaron a los aztecas, pero ya no hay ningún libro que defienda a los conquistadores. De hecho, al pobre Colón lo tienen de aquí para allá. Flavio Josefo, el gran derrotado, contó la historia de Massada, no los romanos que la conquistaron. Los norteamericanos ganaron la Guerra Fría, ¿Conoces algún académico que hable a favor de Truman, de Eisenhower, de Nixon? Pero finalmente, de algún modo misterioso, se impone la verdad. No el relato del vencedor o del derrotado, sino la versión acorde a los diez mandamientos: Caín mató a Abel. X robó. H mintió. Sobre las ruinas de todas nuestras pretensiones, sólo queda la verdad. Pero… vos lo dijiste: la verdad los hará solos.

© Escrito por Marcelo Birmajer el Sábado 07/06/2014 y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.