miércoles, 25 de noviembre de 2015

Y todavía se preguntan por qué perdieron… @dealgunamanera...

Y todavía se preguntan por qué perdieron…


Con todo lo que hicieron durante los últimos tiempos, aún hay personas que no entienden qué pasó en el ballottage. 



Por esas cosas gratificantes que tiene la vida, ayer me tocó cubrir el bunker del Frente para la Victoria. No es que uno sea un sadomasoquista, pero convengamos que no podía imaginar mejor broche de oro para estos años que verle la cara a Scioli al reconocer la derrota, a Karina lagrimeando, a Zannini con cara de flato contenido, y a toda esa manga de vendedores de autos con papeles truchos que venían a representar el cambio de lo que haya que cambiar y la continuidad de lo que haya que continuiar, construyendo de abajo hacia arriba, con fe, con esperanza, con ypeéfe, desendeudamiento y papafrancisco.

Reconozco que cerca de la hora de ingreso se me llenó el upite de preguntas. Sin embargo, el trato ameno y absolutamente respetuoso con el que fui recibido me relajó bastante. Eso y el detalle de que Scioli dejó a toda la militancia fuera del bunker. De un Luna Park a un auditorio con cuatro hileras de doce butacas y la muchachada afuera. Sospeché que los números no daban bien sin necesidad de recurrir a ningún boca de urna: los sánguches eran de salame. Luego de recorrer las instalaciones y notar que los turros no prendieron ni el aire acondicionado, me dispuse a disfrutar del desfile de personajes. Alberto Pérez fue el primero en aparecer. Dijo que no había tendencia, pidió un aplauso para la militancia: aplaudieron él y los que lo acompañaban. No le avisaron que el resto éramos periodistas. A la media hora salió Diego Bossio con tres inviables de remera. Dijo que no había tendencia y se fue. Un rato después salió Gustavo Marangoni. Dijo la misma sarasa y se fue. Nos llegaron rumores de que había piñas afuera, pero sólo se trató de un suicida al que no se le ocurrió mejor forma de quitarse la vida que meterse en la Plaza de Mayo a gastar a los kirchneristas. Los números de la Dirección Nacional Electoral se gritaban en voz alta como si se tratara de un bingo y los cargadores portátiles de teléfonos eran más cotizados que un sánguche como la gente.

Mientras empezaba a correrse la voz de que había un dealer de medialunas de manteca en el recinto, nos llegaban las imágenes de la fiesta en el bunker de Cambiemos. Al que parece que también le llegó la imagen fue a Scioli que decidió postergar su salida de las 21.00 horas para las 22.00. Tanta espera, tanto calor, tanto olor a salame para que Scioli aparezca, reconozca la derrota, salude y se vaya. En mi caso particular, valió la pena. No había nada más para hacer y me retiré del lugar esquivando gente que lloraba, gente con chombas naranjas de Lacoste y un periodista al que le pegó duro la última paritaria y se guardaba sanguchitos en la mochila. En la puerta, el auto de Scioli salió arando y frenó de golpe porque el todavía gobernador bonaerense se dispuso a atender a la prensa y repetir lo mismo que ya había dicho minutos antes. Los que no lo vieron fueron los del auto custodia que chocaron entre sí. Definitivamente no era el día de Dani.


En Costa Salguero, Macri insiste con la joda de sacar a bailar a Gabriela Michetti. Afuera del NH, los de Quebracho llegaron para gritar “Patria sí, colonia no” y mientras el turro de Fernando Esteche tuiteaba “Derrotados las pelotas, vamos a frenar la entrega de un modo o de otro”, el demócrata Scioli bajó a saludarlos. Los revoltosos se fueron con su revolución del NH a pasear por Diagonal Sur, donde también me encontré con los pibes de La Cámpora que convirtieron un velorio en una fiesta y cantaban aún llorando. Al grito de “ya van a ver, vamo’ a volver”, desconcentraron la Plaza y en el camino decoraron algunas paredes con frases para que recordemos el notable compromiso con el bien común de la Nación, como “Macri prepará el helicóptero”.

Lo triste de mi generación, los que salimos a la vida cívica en el año 2000, es que somos muchos los que no nos sentimos enamorados, políticamente hablando, por nadie y, en algunos casos, lo trasladamos a todos los ámbitos. Todo blanco o todo negro, sin matices. Por eso nos cuesta entender a los que terminan llorando porque perdió el kirchnerismo. Es como si todo aquello en lo que creían se hubiera muerto. La muerte del padre, ése que todo lo protegía, al que podían recurrir para que los cuide mientras pasaban sus vidas puteando a todos los demás.

Nunca voté convencido por nadie –ayer no fue la excepción– pero siempre me sentí convencido de quién no quería que gane, aunque nunca me funcionó. Es así, estimado amigo ya exoficialista: sus victorias siempre fueron gracias a que no había nada mejor en frente, lo cual es demasiado teniendo en cuenta el nivel de estadistas made in La Salada que nos enchufaron como faros políticos de la socialdemocracia del siglo XXI.


Lo que me mata de risa es que, con todas las contras que podría tener Mauricio Macri en base a los prejuicios idiotas hacia el que tiene guita o fue criado en cuna de oro –como si Cristina no durmiera sobre fajos de dólares o los desempleados de sus hijos no hubieran crecido con todos los lujos pagos– la gente votó a ese Macri. Hay personas que creen que se la van a empomar el año que viene y lo eligieron igual. Noten lo que han hecho que con todo lo que dijeron perdieron.

Si la única verdad es la realidad, ésta es tan subjetiva como la percepción que tenga cada uno de ella en base a sus parámetros, educación, traumas y experiencias. El kirchnerismo se construyó como el enemigo de cientos de realidades que crearon, sin importar que muchas de ellas fueran incompatibles, como ese detalle de señalar a los ricos con un Rolex Presidente bailando en la muñeca. Los ejemplos se multiplican hasta el infinito. La última de sus grandes realidades –inaugurada en 2007 por Néstor Kirchner para bancar al perdedor serial Daniel Filmus– es que Macri es el cuco. Y se lo creyeron. Y ganó el cuco. No hay terapia que supere eso, pero bueno: es el problema de los fanatismos.

Fíjense todo lo que han dicho que pasaría si gana Macri y más de la mitad del electorado lo votó igual. Por mi parte no es que esté contento porque ganó Macri, ese es un detalle, si total es cuestión de –poco– tiempo para que empecemos a ser tildados de kirchneristas ante el primer detalle que no nos guste de la gestión. Pero sí estoy contento porque perdió el kirchnerismo. Sí, suena a revanchista o lo que quieran, pero no jodamos, es un sentimiento puro, natural y habitual. ¿O acaso no celebrás cuando el que te hizo bullying durante años finalmente queda expuesto? Acá nadie podía protegerte del abusador porque era el mismísimo director de la escuela.


Ayer, mientras veía las lágrimas afuera del bunker que montó Daniel Scioli, escuché a una romper en llanto y gritar que no entendía porque la gente votaba así. Confieso que me dio un poco de angustia por empatía. Pero a la tercer persona que escuché preguntarse lo mismo –insultos al mundo más, insultos al mundo menos– me di cuenta que realmente creyeron todo. No es que no lo supiera, pero una cosa es una hipótesis y otra es probarla.

La respuesta es simple y se resume en recordar qué pasó desde octubre de 2011, el pico de éxito del kirchnerismo, para acá. En el mismo discurso de festejo de Cristina, la Presi la pudrió cuando, luego de pedir respeto por el derrotado Hermes Binner, dijo que del lado del kirchnerismo estaba la bandera y la historia de la Patria. La siguió en el día de la jura, cuando hizo que su propia hija le colocara la banda presidencial, rompiendo protocolos y dando el mensaje al mundo: gobierno sola, sin control y sin que nadie me rompa la ilusión. En nombre del 54% se peleó con todos, incluyendo a los que habían aportado en buena manera a ese 54%: los sindicatos. La economía, los avances sobre la Justicia y las relaciones internacionales son cuestiones políticas, pero en nombre del 54% también se llevaron puesto todo, y cuando no quedaban dudas, la todavía Presi lo confirmó luego de días de silencio tras la muerte de 51 personas y una por nacer, cuando lloró y gritó “Vamos por todo”. Y mierda que cumplió.

Y si se preguntan en serio por qué pasó lo que pasó anoche, la podemos seguir. Porque se pasaron años en silencio sin enterarse de que gobernaba el kirchnerismo hasta que decidieron “comprometerse” porque estaba de moda. Porque muchos son militantes de velorio que se sumaron para putearnos porque encontraron la excusa perfecta para canalizar todos sus traumas y frustraciones. Porque en sus locas cabecitas, si no tienen acceso a la vivienda y todavía están esperando que palmen sus viejos para ser dueños de lo que sus padres ya eran propietarios a la misma edad, es culpa del sistema financiero, que controla el Gobierno. Porque se metieron en todos y cada uno de los rincones de nuestras vidas, decidiendo hasta en qué orden tenían que estar los canales de televisión para que sea “más pluralista”. Porque hicieron que por primera vez notáramos la relación directa entre la corrupción del Estado y el daño provocable luego de medio centenar de muertos en un choque ferroviario absolutamente evitable. Porque Boudou, porque Ciccone, porque los Pomar, porque Candela, porque Lorenzino se quería ir, porque las patoteadas de Moreno, porque Micelli, porque el dedito acusador de Kicillof, porque los buitres, porque las cadenas, las eternas cadenas, las imposibles cadenas, porque los llantos televisados, porque la terapia transmitida, porque llorar en silla de ruedas, porque Nisman.


Porque trazaron una raya en el piso, nos colocaron del otro lado y empezaron a putearnos y escupirnos ante la necesidad de culpar a alguien de sus propias miserias nunca tratadas en terapia. Porque hasta hace 15 minutos en el mismo lado de la raya nos enchufaron a Daniel Scioli, el que manifestó su deseo de ser presidente hace un par de años y lo trataron de golpista, conservador, retrógrado y candidato de Magnetto y de los fondos buitre. Y como hicieron siempre, de un día para el otro dijeron que no era tan así, que era lo más mejor del universo todo.

Porque convirtieron al Gobierno en una máquina generadora de excusas. Que si hay un apagón generalizado por culpa de la desinversión provocada por años de subsidios sin control alguno al sector energético, es que alguien bajó la palanca. Que si hubiera sido sábado, en Once morían menos personas. Que Nisman era putañero y se merecía la violación porque le gustaba salir a la calle de minifalda. Que los padres no biológicos de hijos de desaparecidos merecen ir todos en cana, menos los del nieto de Carlotto, que la culpa de sueños compartidos es de Schoklender y no de los delincuentes que le dieron cabida. Que a una ciudad de La Plata devastada por el agua y la muerte, Cristina les dice que ella sabe lo que es una inundación porque una vez se le rebalsó el lavarropas cuando era chica. Que esto es Harvard y no La Matanza, que siempre fue una exitosa abogada sin matrícula, que Fariña y Elaskar vendieron ficción, que la diabetes es una enfermedad de gente rica, que los abuelos que quieren enseñar a sus nietos el valor del ahorro son unos viejos amarretes, que el mundo se derrumba como una burbuja –porque en el curioso mundo de Cris, las burbujas no explotan, se derrumban–, que dar la cotización del dólar blue es como dar el precio de la cocaína. Que el pacto con Irán no es una claudicación sino la necesidad de tranzar con los sospechados de dinamitar a 85 compatriotas, que todos los que vistieron uniforme en la dictadura son demonios menos el imputado Milani. Que lo importante es tener créditos de 50 cuotas, que pretender seguir consumiendo es de cipayos, que el Ahora 12 es una política de Estado.

Porque a Cristina no le alcanzaba con ser la Presi y tenía que sentirse “un poco la madre de todos”, o ser una arquitecta egipcia, capitana de la patria, reencarnación de Napoleón, contadora sin balances, médica, ingeniera, bioquímica hachedoscero, sabelotodo de todo, habladora sin saber profesional.



Por si todavía siguen sin encontrar la respuesta, paso a lo personal. A lo largo de la década larga ganada me tildaron de facho, cipayo, gorila, golpista, agrogarca que la única tierra que tiene es la que se le junta en los muebles, vendepatria de una patria que nadie querría comprar con nosotros adentro, neoliberal beneficiado por un gobierno que terminó antes de que yo termine la secundaria, cómplice de una dictadura que se acabó cuando yo tenía once meses de vida, fan del nazismo que finiquitó 37 años antes de que naciera y simpatizante del fascismo que pasó a mejor vida unas cuatro décadas antes de que mis padres decidieran que era una buena idea traerme a este mundo. Me acusaron de falta de solidaridad cuando siempre somos nosotros los que salimos a donar lo que no nos sobra para ayudar a la gente que el Gobierno abandona. Los que se sumaron a este blog en los últimos años, es probable que desconozcan el clima que se vivía en el submundo de Internet en la era en la que los grandes medios no lograban adaptarse al juego del kirchnerismo. Nos insultaron mil millones de veces, nos amenazaron otras tantas, nos apretaron y, lo que más duele, nos ningunearon como ciudadanos.

Y yo no soy eso que dicen que soy.

Discúlpenme si no me pongo a llorar con ustedes o si no logro quedarme callado la boca, pero me han basureado tanto, pero tanto, que no puedo evitar que se me escape una leve sonrisa. Eso me hará menos cristiano y podrá no quedar muy en línea con el discurso integrador del presidente electo, pero no me digan que no es humano. Si las tardes de cadena nacional las hubieran dedicado a jugar al fútbol con amigos o a visitar a la familia en vez de pasarlas viéndola desde abajo, si en vez de defender lo indefendible hubieran frenado cinco segundos a preguntarse qué estaban defendiendo, si hubieran dedicado un cachito de sus días para poner las energías en armar algo que los trascienda a ustedes y no en bancar a personas que les decían que los querían mientras se forraban en guita, quizás no habrían vivido la jornada de ayer como si se tratara de un velorio. Ganó uno, perdió otro, reglas de la democracia.

Ahora podría decirse que se viene la revancha de gente como uno. No tengo ganas ni tiempo, dado que en un par de días ya tengo un nuevo Gobierno para empezar a analizar y criticar.


Se van. En unos días nos estaremos puteando por otras cosas, nos mataremos por cuestiones opinables, seguiremos debatiendo todo porque está en nuestra esencia, pero lo haremos con caras nuevas. Y eso… eso ya es motivo de alivio. 


© Escrito por Nicolás De Lucca el lunes 23/11/2015 y publicado por el Blog Relatos el Presente



martes, 24 de noviembre de 2015

Nuevos Avisos de Mar... @dealgunamanera...

Nuevos Avisos de Mar...


Avisos de la Armada Argentina recalaron en costas brasileñas. Las unidades navales de origen ruso, adquiridas recientemente por el país, realizan una escala técnica en San Salvador de Bahía, Brasil.

Los cuatro avisos adquiridos en Rusia por el Ministerio de Defensa a través de la Armada Argentina, cruzaron el Océano Atlántico durante el trayecto de su viaje hacia el país, y arribaron a las costas de Brasil.

Los buques recalaron en San Salvador de Bahía para realizar una escala técnica. Además de dar cuenta, una vez más, de los lazos que unen a la Marina de Brasil con la Armada Argentina, como así también de cooperación y diplomacia existente entre ambos países latinoamericanos.

La mencionada iniciativa se suma a las numerosas actividades que realizan ambas naciones en materia de conservación de recursos marítimos y desarrollo para la defensa a través de la UNASUR; y ejercicios militares de cooperación como el Fraterno y Acrux.

Este tipo de vínculos y visitas son recíprocos ya que las unidades de la Marina de Brasil, en su paso por aguas del Atlántico Sur visitan frecuentemente los puertos argentinos, principalmente las bases navales de Mar del Plata y Ushuaia.

Esos vínculos se extienden hasta la Antártida, donde la Armada Argentina brindó apoyo logístico a la Marina de Brasil en la reconstrucción de la Estación Antártica Comandante Ferraz, ante el incendio ocurrido en 2012, trasladando los elementos que iban a conformar esta nueva base desde Punta Arenas, Chile, a la Antártida.

Rumbo a su nuevo apostadero

A principios de diciembre se espera el arribo al Apostadero Naval Dársena Norte de Buenos Aires, de los cuatro avisos con capacidad polar adquiridos para la Armada Argentina. Los mismos han recibido el nombre de ARA “Estrecho de San Carlos”, ARA “Puerto Argentino”, ARA “Islas Malvinas” y ARA “Bahía Agradable”.


Las nuevas embarcaciones fueron compradas a la Empresa Petrolera Estatal rusa ARKTIKMORNEFTEGAZRAZVEDKA, JSC. Se trata de avisos con capacidad polar clase “NEFTEGAZ”; unidades de sostén logístico aptas para navegar en aguas con presencia de hielos.

Las funciones que tendrán estas unidades para el servicio naval una vez arribadas al país, serán las que están indicadas en la decisión administrativa del Jefe de Gabinete de Ministros del 9 de mayo de 2015, como:

• Búsqueda y rescate en el área marítima de responsabilidad SAR (Search And Rescue) 14 millones de km², responsabilidad asumida por nuestro país ante la Organización Marítima Internacional, OMI, mediante Ley N° 22.445.

• Remolque y salvamento de buques y/o submarinos hundidos.

• Contribuir al control de los espacios marítimos de interés para defender los derechos y recursos de los argentinos en el mar.

• Sostén logístico móvil a nuestras bases antárticas y a las actividades en el litoral marítimo atlántico y fluvial.

• Apoyo a la comunidad con atención sanitaria.

• Apoyo a los organismos nacionales competentes (CONICET, IAA, SIHN), para la investigación científica dentro del Proyecto Pampa Azul.

Asimismo, por su gran autonomía y economía, permitirá realizar con mayores prestaciones y flexibilidad la contención y mitigación de incidentes ambientales de largo alcance y efectuar la Patrulla Antártica Naval Combinada (PANC), actividad de protección de la vida humana que se realiza anualmente con la Armada de Chile.

Los avisos adquiridos tienen un desplazamiento de 2.723 toneladas, una eslora de 81,37 metros, una manga de16,30 metros y 5 metros de calado. Además cuentan con una grúa hidráulica y una cubierta libre en popa para transporte de material de 414 m². Tienen una autonomía de 40 días navegando a 12 nudos de velocidad sin necesidad de reabastecimiento de combustible.

Los buques zarparon desde los puertos rusos de Múrmansk y Arcángel con una tripulación de treinta personas cada uno. Los mismos, al momento de su arribo, reemplazarán a unidades que a lo largo de los últimos años se fueron desafectando, reforzando la presencia de la Armada Argentina en el mar, brindando mayor seguridad a la navegación y siendo más económicos por ser más modernos.


Características operativas

Eslora: 81,37 m.
Manga: 16,30 m.
Calado: 5 metros
Tonelaje: 2.723 toneladas
Propulsión:         Motores diésel
Cubierta: 414 m²
Maniobra: 2 hélices de paso variable en popa y 1 hélice en proa
Autonomía: 40 días a 12 nudos sin reabastecimiento

Tripulación: 30 personas

© Publicado el lunes 23/11/2015 por la Gaceta Marinera de la Ciudad de la Punta Alta, Provincia de Buenos Aires.






Confiar por Confiar, no más: Rarezas del Macrismo... @dealgunamanera...

Rarezas del Macrismo...


La consagración de Mauricio Macri representa una alegría importante para muchos argentinos. Millones de personas que han depositado su esperanza en él, le abrirán una línea de crédito político que Macri deberá saber administrar, para que no le ocurra lo mismo que a Cristina Kirchner luego del 2011, cuando dilapidó de manera extraordinaria aquél 54% de apoyo popular, cometiendo un error tras otro.

Hay dos maneras de intentar confiar en Macri. La primera, que es la más directa, y la que ha seguido la enorme mayoría de sus votantes, consiste en hacerlo, más por necesidad imperiosa de sacarse de encima al kirchnerismo, que por otro asunto.

La otra ya es más compleja. Porque parte del análisis de lo ofrecido, y de las personas que lo están ofreciendo.

Y ahí es donde, a este cronista, se le complica mucho poder confiar.

Porque PRO me dice que, para confiar en ellos, debo asumir que Mauricio Macri no tiene nada que ver con Franco Macri, que Adrián Menem no tiene nada que ver con Carlos Menem, y que Jorge Triaca hijo, (que suena para Trabajo), no tiene nada que ver con el Jorge Triaca que vació SOMISA, para que Techint la pueda comprar al 10% de su valor.

La misma Techint de Paolo Rocca que ha sido financista sustancial de la campaña de Mauricio Macri.

Y la verdad es que a mí me resulta demasiado extraño que en PRO se hayan juntado tantos muchachos que piensan con 180 grados de divergencia respecto de los que portan su mismo apellido, y hasta su misma cara.

Me explican, incluso, que la primera diputada nacional, Patricia Bullrich, no tiene nada que ver con la Patricia Bullrich que bajó 13% sueldos y jubilaciones.

O que Federico Sturzenegger no es el mismo que fuera procesado por el megacanje, ni es el que explicó en USA que, para debatir, la estrategia consistía en no decir jamás lo que pensaba hacer, y , simplemente, engañar a la gente.

Para confiar en PRO, o en Cambiemos, o en Macri, debo asumir que un ex Shell en YPF, que un ex Monsanto en Asuntos Agrarios de Bs Aires, o que un ex J.P.Morgan en economía, han hecho un vuelco absoluto respecto de los intereses que defendieron en el pasado, y ahora vienen a cumplir funciones públicas en defensa de lo nacional.

Otra vez, me resulta durísimo creer que en PRO se nucleen personas que han girado 180 grados respecto de los intereses que defendieron hasta hace 5 minutos.

Respecto del presidente Macri, se supone que debo olvidarme del origen espurio de su fortuna, de sus varios procesamientos judiciales, y de sus actitudes y expresiones del pasado reciente.

Debo creer que el presidente Macri no es el mismo que con la UCEP apaleaba indigentes por las calles, ni tiene algo que ver con aquél que reprimió pacientes y enfermeros en el Borda, que el presidente que ahora promete luchar contra la corrupción no tiene nada que ver con el intendente del decreto 556/10, mediante el cual se extrajeron millonarios fondos de la ciudad de Buenos Aires con fines insondables, o que el Macri que se quejaba de la fundación de nuevas universidades, que decía que el salario es un gasto, o que ponía alumnos a estudiar dentro de containers, era un Macri diferente a este que ganó la elección.

Mire...en cualquier parte del mundo, incluso aquí, para obtener un buen conchabo usted debe presentar un curriculum vitae. Se presenta para conocer qué cosas usted es capaz de hacer, pero básicamente, para saber cuáles fueron las cosas que ya hizo.

Personalmente estoy convencido de que la mejor forma de conocer quién es alguien, consiste en observar quién fue. Es un asunto simple, pero que prácticamente nunca falla.

Y cuando miro quiénes fueron estos muchachos, de dónde vienen, y qué es lo que representaron, es cuando se me hace arduo poder confiar en ellos.

La política argentina me quiere obligar a formatear razonamiento y memoria, e instalarme, periódicamente, un nuevo sistema operativo. Y todo en nombre de la esperanza, aunque eso consista en elegir a estas personas.

Lo siento. Pero me resisto a eso. Conmigo no, muchachos: Conmigo no.

El 15 de octubre de 2011, cuando CFK ganó con aquél 54% de los votos, escribimos para este mismo medio un artículo que contenía la siguiente frase.

"La mitad de los argentinos hoy me ha dicho que no le interesa que le contemos o analicemos lo que ellos desconocen. No les importa el pasado ni el futuro, y son clara y legítima mayoría".

4 años más tarde, la sensación es prácticamente la misma.

No diré lo que todos dicen "ojalá que a Macri le vaya bien", porque históricamente, cuando le fue bien a Macri, me fue mal a mí, y a un montón de tipos como yo.

A Macri le fue fantástico en los ´70 y en los ´90. A la argentina le fue espantosamente mal en esos lapsos.

Digamos que los intereses de Macri nunca estuvieron vinculados a los míos, ni a los del 90% de la gente que conozco.

Sí diré "ojalá que a los argentinos nos vaya bien", que es otro asunto sustancialmente diferente, y comparativamente mucho más importante.

© Escrito por Fabián Ferrante el lunes 23/11/2015 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Presidente electo y el anticipo de sus primeras medidas... @dealgunamanera...

Las definiciones de Macri sobre el dólar, ganancias, inseguridad y política exterior…

Macri brinda precisiones sobre su futuro gobierno. Prensa PRO

El Presidente electo anticipó sus primeras medidas de Gobierno y la conformación de su gabinete.

Mauricio Macri brindó esta mañana en la Usina del Arte su primera conferencia de prensa como Presidente electo en la que arrojó algunas definiciones sobre la conformación de su gabinete y las primeras medidas que impulsará. A continuación sus expresiones más destacadas.

Gobernabilidad: "La idea es gobernar para todos, ya probamos demasiados años enfrentados y queriendo focalizar más en las diferencias que en las coincidencias". Macri se mostró hoy confiado en tener "un buen diálogo" con el peronismo a partir del 10 de diciembre, aunque descartó que algún dirigente de ese sector integre el nuevo Gobierno al advertir que "van a ser parte de la oposición".

Economía: "No voy a designar ministro de Economía, va a haber Hacienda y Finanzas. Seis ministros que van a ser los integrantes del gabinete económico para que rápidamente tomen contacto y sepan cuál es la situación. Necesitan saber cuál es el estado real de las cuentas públicas, el estado real de la situación del Banco Central. El gabinete económico se conforma por un ministro de Trabajo, ministro de Hacienda y Finanzas, ministro de Energía, ministro de Transporte, y ministro de Agricultura".

Funcionarios militantes: "Espero que tengan la dignidad y la generosidad" de presentar la renuncia luego del traspaso de gobierno, entre ellos el titular del Banco Central, Alejandro Vanoli, y la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó. "Lo que hemos dicho se mantiene vigente. Queremos realmente que tengan la dignidad y la generosidad de facilitarle el camino el nuevo gobierno, permitiéndole designar gente en la cual yo y todo mi equipo confiamos". "Son militantes de un partido antes que expertos técnicos en lo que están haciendo".

Relación con Cristina Kirchner: "Me llamó y me felicitó y me invitó mañana a la residencia de Olivos". "Dijo que estaba contenta porque había sido el primer balotaje en la historia de este país en una jornada democrática en que los argentinos eligieron un cambio".

Corrupción: "La Justicia va a tener toda la libertad que corresponde para que vayan a fondo" con "aquellos que cometieron actos que violan la ley" y prometió que no habrá "impunidad" en su gobierno. "Estoy comprometido en que en mi gobierno estarán todos a disposición de la Justicia. Debemos dar el ejemplo en lo que uno hace y que no haya ningún tipo de impunidad". "La Justicia va a tener toda la libertad que corresponde para que vayan a fondo".

Tres gabinetes para tres gobiernos: "Es un triple desafío, pero por suerte en Argentina hay mucha gente valiosa, vamos a tener la generosidad de convocarlos, y estamos haciéndolo. Se sorprenderán con mucha gente que no ha estado en política antes". Sin embargo, anunció que Ernesto Sanz no será parte del gabinete como ministro de Justicia, tal como se había anticipado meses atrás.

Política exterior: "Necesitamos estar en el mundo. Necesitamos ingresar en el siglo XXI con toda la fuerza que los argentinos somos capaces de tener". Hay que afianzar buenas relaciones con todos nuestros hermanos de Latinoamérica" y con el resto de los países, en tanto que subrayó que tiene "la mejor" relación con el Papa y que espera que visite la Argentina. Respecto de Venezuela y el Mercosur, anticipó que pedirá que se aplique "la cláusula democrática" para ese país, por "los abusos que está haciendo con los opositores y la libertad de expresión". En cuanto a las relaciones con la Unión Europea, adelantó que buscará lograr "convenios con la Unión Europea y avanzar en la Alianza del Pacífico". Respecto del Memorandum de Entendimiento con Irán: "Voy a proponerle al Congreso que lo deroguemos, es algo que no ayudó en unir a los argentinos y mostrarnos coherentes frente al mundo. Queremos que el mundo sepa que somos previsibles".

Dólar, tipo de cambio: Macri aseguró habrá "un único tipo de cambio" que contará con la intervención del Banco Central para que "esté administrado en franjas". "Cuando Argentina se ordene y genere las condiciones para que vuelva a crecer y vuelva la inversión, va a haber un único tipo de cambio, donde el Banco Central ordenadamente va a intervenir para que esté administrado en franjas".

Ganancias: Confirmó que cuando asuma a partir del 10 de diciembre va a "ajustar el mínimo no imponible" del impuesto a las Ganancias. Reiteró que está dispuesto a terminar con esa "estafa" que sufren "gran cantidad de trabajadores" que por la inflación terminan tributando pese a tener ingresos medios.

Derechos humanos y juicios a represores: Continuarán los juicios de lesa humanidad contra represores que actuaron durante la última dictadura militar. "La Justicia actuará independientemente para que haga su tarea, como también las políticas contra la violencia de género". "Por supuesto que me comprometo con ambas cosas", dijo Macri.

Inseguridad: Macri anunció que una vez que asuma el 10 de diciembre declarará la "emergencia" en seguridad y consideró "necesario tomar control del territorio" nacional. "Vamos a declarar la emergencia y poner en marcha la profesionalización de las fuerzas de Seguridad en el país. Lo que logramos con Metropolitana debemos lograrlo en todo el país".

Medios de comunicación: Tendrá "una política de diálogo y transparencia" con los medios de comunicación, y adelantó que "no debería haber conflictos". "Apostamos a una política de diálogo y transparencia. No debería haber conflictos", expresaron desde Cambiemos.

YPF: Aclaró que será "evaluada" la continuidad de Miguel Galuccio en la presidencia de YPF. Calificó su gestión como "profesional", por lo cual dijo que después de un análisis: "Ahí tomaremos la decisión".

Campo: Ratificó que la política para el campo que prometió en la campaña electoral, como la quita de retenciones al maíz y el trigo, "va a empezar a funcionar lo antes posible". "La sostenemos, lo que nos hemos comprometido va empezar a funcionar lo antes posible, creo yo desde el primer día. Queremos que el productor siembre, porque eso da trabajo", respondió Macri al ser consultado sobre la quita de retenciones en trigo y maíz, y una reducción por 90 días en la soja, para que pueda ser vendida en el corto plazo.

© Publicado el lunes 23/11/2015 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.