sábado, 7 de julio de 2012

Corinthians 2 vs Boca Juniors 0... De Alguna Manera...

 Libertadores de América… 


Boca no pudo y Corinthians ganó la final de la Copa Libertadores. Con dos goles de Emerson, el Xeneize perdió por 2 a 0 ante el Timao, en Brasil, y se quedó sin la posibilidad de levantar su séptimo trofeo continental.

Boca Juniors no pudo anoche sumar la séptima Copa Libertadores de su historia, al caer en la final de vuelta con el Corinthians de San Pablo, Brasil, por 2 a 0.

Los goles del conjunto brasileño, que se quedó por primera vez con el certamen continental, fueron anotados por su figura, el delantero Emerson, a los 8m y 26m de la segunda etapa.

El encuentro, revancha del 1-1 de la ida del miércoles pasado en la Bombonera, se jugó en el estadio Pacaembú de San Pablo y le permitió al Corinthians consagrarse como campeón invicto (el último había sido justamente Boca Juniors, en la edición 1978).

El técnico brasileño Tité, a la vez, extendió su racha sin perder con los equipos argentinos: suma nueve triunfos y tres empates.
Boca comenzó con un planteo agresivo, con Silva y Mouche apretando en la salida del local e intentando aquietar el ritmo del partido con toques cortos (Riquelme de eje) en el mediocampo.

Corinthians era, en esos minutos iniciales, una invitación: con sus jugadores nerviosos e imprecisos, se mostraba como un equipo desordenado, con muchos espacios por las bandas; ineficaz en la defensa (sobre todo tirando el achique contra la velocidad de Mouche) y completamente inofensivo en la línea de arriba.

Pero de a poco se fue imponiendo la aspereza, y el partido, como el de la ida en la Bombonera, se hizo chato. Pobre. Equilibrado y trabado. Casi una final de la Libertadores de los 60, aunque el árbitro colombiano Roldán controló acertadamente la situación con dos amonestaciones tempraneras, a Chicao y Mouche.

Quedó de todos modos la sensación de que era más probable un roce que una situación de riesgo frente a los arcos, y por un pasaje largo del encuentro la tensión estuvo centrada en Agustín Orión: el arquero acusó un dolor en la pierna izquierda (un golpe de su compañero Leandro Somoza en una jugada en al área) que lo terminó obligando a pedir el cambio, a la media hora de la etapa inicial.

La incertidumbre que suele generar el cambio de un arquero en un partido se hizo más dramática por la circunstancia, final de Copa, y el reto para Sebastián Sosa no fue demostrar su condición técnica ya reconocida, sino la capacidad anímica para resolver.

Aunque Boca volvió a dominar y generó un par de jugadas de pelota parada cerca del área de Casio al comienzo del complemento, fue Corinthians el que finalmente rompió la paridad. A los 8m, Emerson (el mejor hombre del local) recibió dentro del área un tacazo de Danilo (después de un centro desde la derecha y algunos cabezazos imprecisos) y batió a Sosa con un derechazo al medio del arco.

Corinthians, entonces sí, se recostó definitivamente cerca de su área (con su cierta rusticidad, vale aclararlo, ya era ajeno desde antes a la historia del fútbol brasileño). Y Boca, arrastrando el clima turbio de la previa, los fantasmas sobre la partida de Riquelme, el "Roncaglia-gate", la tensión, fue con lo que pudo.

Falcioni apostó al ingreso de Cvitanich en el lugar de Ledesma para ganar peso ofensivo y tuvo el empate en la cabeza de Caruzzo. Pero resolvió Cassio, y en la siguiente el Corinthians lo remató: Schiavi erró un pase hacia el propio Caruzzo (último hombre), Emerson interceptó y se fue derecho, solo, 26m, al 2-0.

El resto fue todo del Timao...

© Publicado por http://mundod.lavoz.com.ar el miércoles 4 de Julio de 2012.

Las fotos:


 



La síntesis

Corinthians 2:  

Cassio; Alessandro, Chicão, Leandro Castán, Fabio Santos; Ralf, Paulinho, Danilo, Alex (m.87, Douglas); Jorge Henrique (m.90, Wallace) y Emerson (m.90, Liedson).
Entrenador: Tite.

Boca Juniors 0: 

Agustín Orión (m.32, Sebastián Sosa); Franco Sosa, Rolando Schiavi, Matías Caruzzo, Clemente Rodríguez; Pablo Ledesma (m.65, Darío Cvitanich), Leandro Somoza, Walter Erviti; Juan Román Riquelme; Pablo Mouche (m.81, Viatri) y Santiago Silva.
Entrenador: Julio César Falcioni.

Goles: 1-0, m.53: Emerson. 2-0, m.71: Emerson.

Árbitro: El colombiano Wilmar Roldán amonestó a Chicão (m.4), Jorge Henrique (m.57) yy Leandro Castán (m.70) del Corinthians; Mouche (m.4), Santiago Silva (m.44), Schiavi (m.51) y Caruzzo (m.55) del Boca.

Incidencias: partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores, jugado en el estadio Pacaembú de Sao Paulo, ante 40.186 espectadores, unos 2.500 argentinos.



Los goles:


Ángel Cappa y el cartel: Videla Asesino... De Alguna Manera...

Ángel Cappa... Y el cartel: Videla Asesino...



Ayer, 5 de Julio, quedó pendiente el homenaje al Director de la Orquesta.

Un profesor, un filósofo, un escritor, un hombre diferente. Con su forma de pensar, ver y vivir el deporte más lindo del mundo hizo tambalear todas las creencias pro-triunfalistas que había en el fútbol argentino. Su equipo quedará en las retinas de todos los amantes del buen fútbol.

Un único dato para dar cuenta de la calidad de persona de la que estamos hablando... 

Durante la última dictadura militar en Argentina, Cappa tuvo que exiliarse (inicialmente, se fue a España). En 1979, durante un partido que la Selección Argentina iba a disputar frente a Holanda en Suiza, se las ingenió junto a algunos amigos para colocar en la bandera una tribuna (que sería televisada y causaría gran repercusión) que decía:
 "Videla asesino"

Genio.


© Club Atlético Huracán viernes 6 de Julio de 2012.


Argentina vs Holanda de 1979 y la bandera de "Videla Asesino"

REVISTA UN CAÑO, EDICIÓN 17

EL TÚNEL DEL TIEMPO: 1979

Vivíamos en un país hambriento de mentiras. Y nosotros allí. Éramos el pueblo que se divertía.

Llevábamos tres años y dos meses de una dictadura. Sin embargo nadie decía “vivimos en una dictadura”. Estaba prohibido Marx; estaba prohibido Perón, Lenin, Evita, El Che, Cooke, Fidel, Serrat, los discos de Zitarroza y un país completo llamado Cuba. Ni las estatuas se salvaban de la purga.

Estaba cerrado el Congreso, prohibidas las huelgas, aporreados los partidos políticos; los niños no sabían que era un concejal, un referendum, una urna. Pero en las escuelas se enseñaba la Constitución.
Tres palabras con r eran mudas: rebelión, revolución, reclamos.
Eso sí, no estaba prohibido respirar.

La primera historia ocurrió poco después del mediodía del 22 de mayo de 1979. Millones de argentinos esperábamos sentados frente a televisores mayoritariamente en blanco y negro. 

Allí terminarían los detalles de un partido difícil de ignorar que se jugaba en Suiza. En Berna, como parte de los festejos por los 75 años de la FIFA, los seleccionados de la Argentina y Holanda, frente a frente, por “La Gran revancha” del Mundial 78. En el inventario de nuestro equipo celeste y blanco aparecía un nombre, aún no santificado: Diego Armando.

Relator y comentarista, en vivo, se dedicaban a enseñarnos un poco de fútbol. De pronto, todos vimos aquello que hoy... recordamos mal.


La bandera que dice "Videla Asesino"

En las tribunas del estadio, unas personas desplegaban unos carteles en los que se leía; “Videla asesino”. Como si fueran los árboles del paisaje, dejamos de ver el paisaje. En aquellas gradas estaba Angel Cappa. Era uno de los miles de exiliados argentinos. También estaba Sergio Ferrari, un joven. El mismo Sergio Ferrari, maduro, que ahora es parte de esta evocación.

“Llegaron muchos compañeros exiliados de Francia y de Holanda – recuerda-. Nuestro primer problema fue de seguridad, ¿cómo entrar el cartel? En verdad, no era un solo cartel. Eran muchos. Con letras separadas y pintadas sobre una tela se formaron las palabras Videla asesino y el rostro de Videla. De pronto nos dimos cuenta que era mucho más fácil que entrar eso a la cancha era más fácil que en la Argentina .Nos pusimos atrás de los arcos. Allí aparecieron algunas banderas argentinas con otras consignas; eran, especialmente, los exiliados de Francia. La seguridad del estadio se había preocupado en que no entraran palos grandes. Recuerdo que incluso habíamos discutido si llevábamos, o no, cadenas”.

Aquí, el sacrilegio puso de nervios a la conducción de los “con gorra” que manejaban el canal. Por lo pasillos correteaba gente implorando una idea. Hasta que alguien gritó:

- Hay que tapar eso.

En Suiza, los funcionarios de la embajada argentina no disimularon nada. En minutos, solicitaron a los organizadores que hicieran retirar los carteles más visibles; de lo contrario el partido no continuaría.


La imagen de la TV Argentina con el anuncio "Hoy 23 hs, Les Luthiers" para tapar lo que se ve en la transmisión original.

Sergio acelera el relato: “la gente de la seguridad vino a decirnos que sacáramos todo eso.

Eran de una empresa privada. Te aclaro que eso en Suiza es normal, la seguridad no lleva armas a la cancha. El primer choque fue con un grupo, en formación militar, que se acercó a la primera fila para arrebatarnos los carteles. Ahí nos dimos cuenta de cómo venía la mano. Fue un momento de gran tensión, primero se acercaron un par de civiles de seguridad. Creo que ellos no advirtieron que la movida era muy masiva, y que había muchos compañeros suizos que estaban muy ligados a la solidaridad con los argentinos. Previamente habíamos impreso un montón de volantes que denunciaban a la dictadura y que se entregaron, momentos antes del partido en todas las tribunas. Eran volantes en español, en alemán y en francés. Todo ello había generado un clima de mucha simpatía con los presentes porque el tema de la dictadura estaba muy al día en los medios suizos. La agresión vino de parte de la seguridad privada y entonces hubo una respuesta muy fuerte, de los argentinos. Yo vi como le volaban los dientes de un piñazo a un guardia. Los de Seguridad subestimaron la bronca de quienes estábamos allí. Faltaba poco para finalizar el primer tiempo y lograron romper algunas de las letras de Videla, pero nos quedaba el retrato de Videla que seguimos exhibiendo y sacando cada vez que la pelota iba para ese lado”.


Aquí, en la Argentina, las escenas eran de exorcismo. Para “tapar” la zona del televisor donde se veía el cartel, los técnicos de la dictadura desplegaron un telón censor que tuvo distintas formas en los pliegues de nuestra memoria. Para muchos de aquellos televidentes de treinta años atrás, fueron varias tiras negras (me incluyo). Para otros una sola. Para la contundencia de una prueba que terminamos de ver (treinta años después, observamos el video gracias al sensacional archivo de Gonzalo Bonadeo) se trató de una propaganda de Les Luthiers que desde canal 7 se movía desde la pantalla tratando de colocarlo encima de la bandera “Videla asesino”.

Cappa comenta: “yo había ido a ver a Maradona, pero me puse a colaborar con los otros muchachos con las pancartas. El periodismo cómplice argentino no dijo una palabra de lo que ocurrió”.

En Suiza no sabían qué estaba ocurriendo con la transmisión. Los celulares eran sólo una fantasía que asomaban en la serie “Viaje a las Estrellas”. Sergio se enorgullece de la hazaña: “Todos los carteles estaban visibles, pero el que más jorobaba era el de ‘Videla Asesino’. Después de la batalla, el partido siguió. La pregunta era cómo íbamos a salir del estadio.

Temíamos una represalia. Decidimos salir muy juntos, organizadamente, y no tuvimos problemas. En la prensa suiza y en la prensa europea se habló mucho de esto. Recién un días después, por teléfono, nos enteramos de lo que había pasado en la Argentina y que no habían podido taparlo, al menos por un rato se vio. Y quiero aclarar algo sobre Menotti: como grupo de refugiados nunca pudimos tener acceso a jugadores y al cuerpo técnico”.

La segunda historia ocurrió en la semana siguiente. Con enojo nacionalista y oficialista, la mayoría de los conductores de programas de radio y TV estaban indignados con el “ataque antiargentino” de los exiliados. Negar las denuncias de quiénes nos advertían de las torturas, los campos de concentración, los desaparecidos, era otro deporte nacional. Era como darle la espalda al refrán (“Cuando el monte se quema, algo suyo se quema”).

La ingenua tropa comunicacional de Videla incluía a Mónica Cahen D’anvers (sí, la de Mónica Presenta, la de Telenoche) y a uno de los locutores de radio más famosos, Julio Lagos. Desde programas con alto rating se convocaba a un desagravio. La Selección Argentina seguía su gira por Europa y le tocaba una parada en Roma, para enfrentar a Italia. La consigna desde los medios invitaba: “vamos a Roma, a demostrarles quiénes somos de verdad los argentinos”.

Un vuelo salió de Ezeiza. Costó 150.00 dólares. Colmado. Iban Mónica y Lagos. Y un pasaje de clase media que prometía evangelizar a los italianos y a la prensa europea sobre “la Argentina en paz en la que vivimos”. El almirante Lacoste los esperaba en Italia con las entradas en la mano.

© Publicado por la Revista Un Caño, Nº 17. Y editado por http://futboltapes.blogspot.com.ar el jueves 10 de Mayo de 2012.

Videos:


Primer tiempo


Segundo tiempo


Club Atlético Huracán... Grande se nace... De Alguna Manera...

Hace tres años nos quitaban la ilusión...


Tres años del partido que nos sacaron la ilusión a todos los hinchas de Huracán de vivir la gloria, tres años donde distintos personajes jugaron con nuestra ilusión, la más honesta, la del hincha; a pesar de todos esos personajes “propios” y extraños que nos dejaron sin nada como no recordar al equipo de Ángel Cappa y sus dirigidos.

Agradecimiento por siempre para Don Ángel y “Fatiga” Russo y el resto de sus colaboradores; a los jugadores Monzón, Araujo, Goltz, Eduardo Dominguez, Arano, Leandro Díaz, Toranzo, Bolatti, Javier Pastore, De Federico, el “Maestrico” Gonález, Federico Nieto entre otros.

Fue un equipo que se animó a atacar con el toque como fundamento, a priorizar el arco de enfrente, ser prolijo con la pelota y a explotar las mejores individualidades de sus hombres en vez de encarcelarlas por el tacticismo. Hacer eso de manera efectiva en el contexto actual del fútbol argentino, donde dar tres pases seguidos en campo contrario es  altamente complejo, es más que loable.

Como dijo Don Ángel en su blog en su momento: “Cualquier jugador de fútbol en lo mas íntimo de sus sueños, aspira alguna vez a jugar en un equipo como ese. De ahí la bronca que no disimulan por el elogio de casi toda la gente de fútbol al juego de ese Huracán. Saben también que si no hubiera sido por Brazenas, no ganaban ese campeonato. Solo la deficiente y parcial actuación de un árbitro que, curiosamente, no dirigió mas, pudo vencer al tiki-tiki que tanto desprecian porque tanto envidian. Ese fue el campeonato de Huracán, y no el de Vélez aunque haya salido campeón. Es otro reconocimiento al juego de ese equipo que tanto disfrutamos. Perdonen el lugar común, pero vale recordar una vez mas la famosa frase de Don Quijote “ladran Sancho…”.

© Publicado por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán el jueves 5 de Julio de 2012

viernes, 6 de julio de 2012

Histórico: Videla y Bignone condenados... De Alguna Manera...

Histórico: Videla y Bignone condenados por el robo de bebés en la dictadura...


En un paso más que permite esclarecer lo ocurrido durante los años de la última dictadura cívico-militar, la justicia argentina reconoció este jueves formalmente la existencia de un Plan Sistemático de Robo de Bebes a mujeres secuestradas durante ese período, al condenar a 50 años de reclusión, la máxima sanción prevista en la legislación nacional, al ex dictador Jorge Rafael Videla, y aplicar severas penas de hasta 40 años a otros ex represores.

El Tribunal Oral Federal 6 (TOF 6) de esta Capital condenó además en la misma causa a 30 años de prisión al ex marino Jorge "Tigre" Acosta, responsable operativo del centro clandestino de detenciones que funcionó en la ESMA durante la dictadura, y a 15 años al ex dictador Reynaldo Bignone, último presidente de facto.

Al dictar condena en esta causa iniciada hace dieciseis años por las Abuelas de Plaza de Mayo —por crímenes cometidos hace más de tres décadas—, el TOF 6 resolvió unificar en esa única pena la actual y las dos anteriores condenas a perpetuidad que ya tenía Videla.

En el mismo fallo, el tribunal condenó al almirante Antonio Vañek, que comandó la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) a 40 años de prisión; y al ex jefe de Campo de Mayo, Santiago Omar Rivero a 20 años de prisión.

En ambos sitios bajo jurisdicción de la armada y del Ejército se cometieron la enorme mayoría de los 35 delitos puntualmente ventilados durante los últimos quince meses en este juicio.

Según relata agencia Télam, al leer el fallo, la jueza María del Carmen Roqueta dejó expresamente sentado que para el tribunal cada uno de los casos constituyen una “parte integrante de un Plan Sistemático de Robo de Bebés” desarrollado durante el período del terrorismo de Estado.

“Sentimos que se va recuperando la justicia, pese a que las penas fueron un poco livianas”, dijo la titular de Abuelas, Estela de Carlotto, quien sin embargo rescató que el fallo haya reconocido la existencia de un plan sistemático.

“Es un momento de alegría y de hermandad entre nosotros. Agradecemos a nuestros papás por habernos dados la vida y a las Abuelas por recuperar nuestra identidad,”, dijo conmovida la nieta recuperada Victoria Montenegro, en medio de un público, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, y jóvenes de la agrupación HIJOS, muchos de ellos nacidos en cautiverio.

También pudo verse a militantes políticos como el legislador porteño Juan Cabandie —nieto recuperado— y el diputado nacional Martín Sabatella (Nuevo Encuentro), entre otros.

De los once acusados, nueve fueron encontrados penalmente responsables de “sustracción, retención y ocultamiento de menores”, con el agravante de tener menos de diez años, y la posterior supresión de su identidad, en diferente cantidad de casos y circunstancias.

El último dictador del "Proceso", Reynaldo Bignone, fue condenado a 15 años de prisión, igual pena que al médico militar Jorge Luis Magnaco, quien asistía a las parturientas en la ESMA, mientras que al prefecto Jorge Azic le dieron 14 años.

El ex oficial del Ejército Victor Gallo, que junto a su ex mujer Susana Colombo se apropiaron del nieto restituido Francisco Madariaga Quintela, fueron condenados a 15 y 5 años de prisión, respectivamente.

El ex agente de Inteligencia Eduardo Ruffo y el ex almirante Rubén Franco, que integró la última junta militar fueron absueltos, pero el primero quedó detenido por otras causas pendientes de juicios.

La causa conocida como Plan Sistemático arrancó el 30 de diciembre de 1996 con una presentación de Estela de Carlotto y María Isabel “Chicha” Mariani, que aprovecharon el vacío jurídico que dejaron las leyes de Obediencia Debida y Punto Final para denunciar la apropiación de los hijos de las mujeres desaparecidas.

Un buen día para los derechos humanos, solo superable por la posibilidad de que alguna vez también se condene a quienes, desde movimientos guerrilleros, también asesinaron inocentes.

Ahora, Para cuando la condena a terrorismo de izquierda?

© Escrito por Diego Goldberg y publicado por Tribuna de Periodistas el jueves 5 de Julio de 2012.




jueves, 5 de julio de 2012

El Presidente Mujica y los argentinos... De Alguna Manera...

Mujica y una frase polémica sobre los argentinos...
  

"Descubrieron ahora que los argentinos son difíciles, ¡qué gran descubrimiento!", dijo el presidente uruguayo al reivindicar su posición ante Buenos Aires en varios asuntos conflictivos. Y dejó otras sentencias picantes sobre la relación bilateral.

El presidente uruguayo, José Mujica, justificó la posición de su gobierno en relación con la Argentina con una frase polémica: "Descubrieron ahora que los argentinos son difíciles, ¡qué gran descubrimiento!".

Desde los dos partidos tradiciones, el Blanco y el Colorado, se le viene criticando al presidente su postura supuestamente blanda ante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, algunas de cuyas recientes medidas estarían perjudicando al país: el atraso de la profundización del dragado del canal Martín García, las trabas comerciales a distintos productos uruguayos y distintas medidas que dificultan la llegada de turistas argentinos a Uruguay, entre otras.

"Descubrieron ahora que los argentinos son difíciles, ¡qué gran descubrimiento!", le contestó Mujica a Walter Abella, un ícono de la radiofonía uruguaya, que lo entrevistó en La voz de Melo, adonde viajó hoy para reunirse con el intendente de Cerro Largo, Sergio Botana.

Acto seguido, el mandatario uruguayo aclaró que, a pesar de los 'palos' que le han dado, continuará por el mismo camino. "Me han tratado de alcahuete de Argentina, pero estoy defendiendo el puchero de toda la gente, por ejemplo de los que viven en Maldonado. ¿Quién creen que hizo Punta del Este? La construcción y los edificios enormes, son mano de obra uruguaya con capitales argentinos", concluyó.

En las últimas horas, Mujica habló en distintos medios no sólo sobre la relación de Uruguay con Argentina. Impulsó una fusión entre el Mercosur y Unasur y reprobó las críticas de su vicepresidente, Danilo Astori, al ingreso de Venezuela al bloque regional.

"El camino que elegí con Argentina es el de acercarme y negociar –le dijo Mujica al semanario Búsqueda-; y tras la respuesta, con tono sarcástico se preguntó: "¿Qué otro camino hay? Le escupo un ojo o le 'meto pechera' ".

En ese diálogo, el presidente se refirió también al Mercosur, y dijo que su idea es fusionar al bloque con la Unasur. "Tenemos que pensar 20 años para adelante", señaló. Para eso, según el semanario, ya inició contactos con otros mandatarios de la región que asistieron a la reciente Cumbre del Mercosur en Mendoza.

En tanto, en un nuevo capítulo de "enfrentamientos" internos en el Frente Amplio (FA), Mujica criticó a su vicepresidente, Danilo Astori, por sus cuestionamientos a la manera en que se dio luz verde al ingreso de Venezuela al Mercosur. "Danilo se equivoca al decir que el ingreso de Venezuela fue una herida letal. No es nada letal; letal es como estábamos antes. Hace 20 años que decimos que el Mercosur no marcha y si no marcha hay que cambiarlo".

© Escrito por Guillermo Pellegrino y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el jueves 5 de Julio de 2012.



miércoles, 4 de julio de 2012

Vis a Bis... De Alguna Manera...

Vis a Bis...


Sospechada de cobardía o de promiscuidad, despreciada por la misma comunidad lgbtti, la bisexualidad estuvo presente en los orígenes de la historia de la militancia, aunque escondida en un closet dentro del closet, defendiéndose de sus propios aliados. Actualmente es una palabra que circula entre los más jóvenes como bandera del rechazo a las identidades estancas. Pantalla o bandera, es una figura molesta que pone en evidencia la pretensión general de dividir el mundo en blanco y negro o, dicho de otro modo, en hombre o mujer, homo o hétero, rosa o celeste.

Se ha decretado, en unanimidad silenciosa, que la bisexualidad no existe. O que casi no existe, es una grieta, la hendidura imaginaria entre la heterosexualidad y la homosexualidad que se soluciona dando “el paso”. Decirse bisexual es una declaración fanfarrona (le gusta todo, prueba de todo, consigue doble) o cobarde (es gay o es lesbiana y no se anima, está confundido, no le llegó el telegrama). Admitir en una misma figura ambas interpretaciones casi opuestas es uno de los sinos con los que carga el bi y que lo constituyen, no es una cosa ni la otra y tampoco las dos. 

Disfrutar de ciertas comodidades del paraguas de la heterosexualidad y a su vez ejercer las fantasías sexuales de lo gay, son sus ventajitas más reprochadas. Recibe, como mínimo, una sonrisa socarrona, porque es un impostor: mientras la homosexualidad, aunque no se declare, “se nota”, la bisexualidad es falsa aunque se grite. Muchos teóricos queer, como Amber Ault, afirman que los procesos por los cuales se margina a la bisexualidad no hacen más que preproducir los mecanismos que la heteronormatividad utiliza para marginar a lesbianas y a gays, y en líneas generales son cuatro: supresión (se niega su existencia), marginación (no se los admite), incorporación (se insiste en que son gays y lesbianas) y deslegitimación (se los acusa).

Pero aun así, como suele ocurrir con todo lo negado y silenciado con tanto esfuerzo, las personas bisexuales existen y tienen voz, no necesariamente una voz portadora de una verdad revelada sino muchas veces reproducción de esa misma zozobra por no pertenecer completamente a ningún sistema cerrado de signos, sin adscribir a los rasgos distintivos de un grupo pero tampoco permanecer inmune a lo señalamientos de perversión. Una voz que por momentos, como se puede ver en los testimonios de esta nota, también alcanza un tono altanero, orgullo de poder circular por lugares que aparentemente están separados por un abismo.

Si letra B se hizo su lugar bastante temprano en la sigla de las identidades disidentes, con nombres propios, señoras y señores casados con familias y con hijos y también enamorados de personas de su mismo sexo, en la historia de la militancia se dio una paradoja: las personas bisexuales, que se cuentan entre las primeras filas del activismo histórico, se vieron obligadas a ocultar su bisexualidad y declararse gays o lesbianas para no ser expulsadas de sus movimientos. Y éste es sólo uno de los puntos en los que esta identidad difusa pone en cuestión los mecanismos poco amables, con la diferencia que tiene la misma diferencia: ser o no ser, ésa es la cuestión, el resto se borra. La bisexualidad puede ser entendida como una categoría que en el fondo no existe, ni como institución ni como grupo ni como verdad elegida o heredada, sino que se trata de un término aglutinador de diferentes patrones eróticos y sociales. 

La palabra quema incluso para los mismos que la llevarían prendida como una escarapela en el corazón: ¿cuándo uno es bisexual? ¿Por la existencia de la posibilidad de que le guste alguien de uno u otro sexo? Y cuando le gusta alguien de su sexo, ¿sigue siendo bisexual o se ha pasado al otro bando? El “bi” conlleva una doble afirmación de pertenencia que parece retratar un estrabismo a la hora del deseo. De hecho muchas personas están “pasándose” al término queer, más amable, libre –por extranjero– de toda connotación reconocible y sobre todo del prefijo “bi” que tanto remite a binarismo, goza de lo ambiguo y de lo híbrido, sus dos condiciones. Además la teoría queer ha sido más que anfitriona de la idea de bisexualidad, apuntándola como baluarte de la lucha contra las identidades más acomodadas (incluyendo la homosexual). 

Un bisexual es queer en tanto ejercita aquella perversión polimorfa que Freud había reconocido como natural en la tierna infancia, acusa solidaridad con gays y lesbianas y eleva el nivel de confrontación con el erotismo entendido como cuestión de género. No definir la identidad por el género que tiene el objeto de deseo, y no decir tampoco que “da lo mismo”, es uno de los grandes actos terroristas con los que la letra B, de bomba, amenaza.

© Escrito por Liliana Viola y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 29 de Junio de 2009.


Astor Piazolla, Veinte Años No es Nada... De Alguna Manera...

Cómo reinventarse una y otra vez...

 A mediados de los años ’50, el bandoneonista volvió de París lleno de ideas y con la decisión para llevarlas a cabo.

A veinte años de su muerte, la música de Astor Piazolla lo sigue resistiendo todo. El repaso de los múltiples giros que practicó en una carrera signada por un espíritu inconformista da pruebas de lo que significa el bandoneonista en el panorama de la música argentina del siglo XX. Este año habrá ediciones para redescubrir.

Veinte años no es nada, cantaba Gardel. Y ésa era la cifra que Astor Piazzolla, el bandoneonista que a los 13 años había aparecido en un breve papel junto al cantante en El día que me quieras, había elegido en 1964 para la temprana retrospectiva discográfica 20 años de vanguardia con sus conjuntos. Y fue hace dos décadas, el 4 de julio de 1992, cuando Piazzolla falleció tras una larga agonía. Esta vez, ese período sí ha significado algo. Aun cuando muchas cosas sigan siendo más o menos iguales, está claro que a Piazzolla y al valor de su música ya no lo discute nadie. Y aún más: para muchos no hay, para nombrar a Buenos Aires –e incluso al tango–, un sonido mejor que el que el marplatense construyó a lo largo de un conflictivo medio siglo, desde que a los 20 años ingresó como instrumentista en la Orquesta de Aníbal Troilo hasta su último sexteto pasando por sus propias orquestas y, desde ya, por sus geniales quintetos.

Inquieto y preocupado por registrar los latidos de su época, Piazzolla no tuvo un solo estilo, ni siquiera una biografía. Si no existiera el derrotero que comenzó en 1955 con el Octeto Buenos Aires, si no hubiera más que aquel orquestador que a los 22 años comenzó a arreglar para Troilo, que a los 24 dirigió la orquesta que acompañaba a Francisco Fiorentino, que un año después formó la propia –grabando 16 discos de 78 rpm para Odeón, entre septiembre de 1946 y diciembre de 1948–, y que entre 1950 y 1953 compuso para las principales orquestas del momento –Troilo, Fresedo, Francini-Pontier y Basso– alcanzaría para considerarlo un nombre fundamental del tango. Sus arreglos de “Inspiración” o, ya en 1951, de “Responso”, para Troilo, sus versiones de “Chiclana”, “Taconeando” o “Quejas de bandoneón”, con la Orquesta 1946-48, y piezas propias como “El desbande” (lo primero propio que grabó), “Se armó”, “Villeguita”, “Para lucirse”, “Prepárense”, “Contratiempo”, “Triunfal” y “Lo que vendrá” están entre lo mejor del tango de los ’40 y ’50.

Pero ése era un género con el que Piazzolla estaba en crisis. Lo conocía como nadie, admiraba a muchos de sus músicos pero despreciaba su conformismo y falta de horizontes. Decía que con sus colegas no había de qué hablar. Y, si bien gozaba del respeto de los más prestigiosos, había otros que no cesaban de hostigarlo. Y la Argentina no era –ni lo sería después– un lugar caracterizado por la tolerancia. La renovación de una música como el tango –y ya su orquesta, aunque claramente anclada allí, proponía una mirada distinta– tomaba los atributos de la traición a la patria. Y lo que en otras partes (las polémicas sobre el be-bop en los Estados Unidos, por ejemplo) no pasaba de la discusión estética, en Buenos Aires acababa frecuentemente a las trompadas. En 1953, Piazzolla, que luego de estudiar con Alberto Ginastera había ganado un concurso de composición organizado por el gobierno –el concurso tomó el nombre de Fabien Zevitzky, director de la Sinfónica de Indianápolis que el año anterior había conducido a la Orquesta del Estado y al que se comprometió para que dirigiera un concierto, en la Facultad de Derecho, con las obras premiadas–, decidió viajar a París y allí llegó a tomar diez lecciones con la prestigiosa Nadia Boulanger. Quería convertirse en compositor clásico, pero el resultado de su periplo fue paradójico. La vieja maestra le recomendó que se dedicara al tango.

La experiencia parisina resultó fundamental para el nacimiento del segundo Piazzolla. Por un lado, grabó una serie de discos, para los sellos Festival, Vogue y Barclay, donde por primera vez prescindió del molde de la orquesta de tango (aun con agregados como el oboe, tal como había sucedido en la grabación de “Dedé”, en 1951), colocando al bandoneón como solista absoluto, junto a un piano y una orquesta de cuerdas. Y por otro, porque el dueño de uno de los sellos para los que realizó estos registros, Charles Delaunay, de Vogue, le hizo escuchar otros discos grabados por él, entre ellos los que documentaban las actuaciones del cuarteto de Gerry Mulligan en la Salle Pleyel, poco tiempo antes de que el bandoneonista llegara a París, y el del sexteto de Oscar Pettiford. Una grabación que tuvo una influencia notable en el octeto que Piazzolla crearía al volver a Buenos Aires. Allí había un cello (tocado por Pettiford) y estaba, además, la guitarra eléctrica de Tal Farlow, en un papel solista que resultaba sumamente novedoso. El regreso a la Argentina nada tuvo que ver con aquel de Cobián a Bahía Blanca. El bandoneonista no volvió vencido, a pesar de la decepción con Boulanger, sino lleno de ideas y con la decisión para llevarlas a cabo. Creó el revolucionario Octeto Buenos Aires, donde incluía otro bandoneón, tocado por Leopoldo Federico, dos violines (el virtuoso Enrique Mario Francini y Hugo Baralis, quien había sido solista en su Orquesta 1946-48), el piano de Atilio Stampone, el cello de José Bragato, la guitarra eléctrica de Horacio Malvicino (reclutado en el Bop Club) y el contrabajo de Hamlet Greco, luego reemplazado por Juan Vasallo, y con el que grabó un disco de duración media para Allegro (Tango progresivo) y un LP para Disc Jockey (Tango Moderno). Y, paralelamente, con la misma conformación de sus discos parisinos, grabó cuatro temas para el sello TK (“Azabache”, “Negracha”, “Sensiblero” y “Lo que vendrá”), dos para Odeón (“Vanguardista” y “Marrón y azul”) y dos LP, Lo que vendrá, registrado en Montevideo para Antar-Telefunken, y Tango en Hi-Fi, para Music-Hall. Allí el violín solista era el de Vardaro y había temas notables como “Melancólico Buenos Aires” (en el segundo disco) y “Tres minutos con la realidad”, uno de los experimentos más modernistas de Piazzolla, que aparecía en ambos discos aunque en la versión montevideana tenía percusión, lo que ponía más en evidencia su filiación bartokiana.

En 1958 llegó otro viaje. De nuevo Nueva York, donde Piazzolla había vivido en su infancia, y el sueño de trabajar allí con un proyecto del que después renegaría pero cuyos resultados estuvieron lejos de tal escarnio. Además de algunos arreglos para grupos y cantantes latinos (Fernando Lamas, José Duval, The Di Mara Sisters, Machito), el bandoneonista creó por primera vez un quinteto (en rigor un sexteto, ya que a su instrumento, vibráfono, guitarra eléctrica, piano y contrabajo, se agregaba percusión) en el que mezclaba temas propios con versiones de clásicos del jazz. Más allá de las congas, que en esa época eran vistas por cierto público fino –en el que se contaba Piazzolla– cono signo suficiente de oprobio, en ese grupo se sumaba, al manejo experto de los contracantos y al swing que siempre había tenido, una nueva contención en la escritura. Y un sonido que, con la incorporación del violín en lugar del vibráfono, caracterizaría a la creación más extraordinaria y duradera. Ese quinteto que fundó al regresar a Buenos Aires y al que, con algunos cambios de integrantes y a pesar de varias idas, siempre volvería.

En el comienzo se sucedieron tres violinistas, Symsa (Simón) Bajour, Elvino Vardaro y Antonio Agri, que permaneció incluso hasta la primera formación del grupo eléctrico de 1975-1977. A Malvicino lo sucedió Oscar López Ruiz, que integró también el Noneto de 1972-1973 y la primera formación del nuevo quinteto de fines de 1978. Durante el primer período se alternaron dos pianistas, Jaime Gosis y Osvaldo Manzi, y el contrabajista fue Kicho Díaz, que había tocado en la orquesta de Troilo. En 1964 hubo un breve octeto con flauta y percusión, una formación a la que volvería en 1968, para la “operita” María de Buenos Aires, que compuso junto a Ferrer, con quien también creó, un año después, dos de sus piezas más exitosas, “Balada para un loco” y “Chiquilín de Bachín”. Después del noneto, Piazzolla se mudó a Italia, donde comenzó a grabar con un formato más cercano al jazz rock (el solo de órgano eléctrico en la versión de “Adiós Nonino” incluida en Libertango, el de piano eléctrico en “Whisky”, en la Suite Troileana). En esa época formó su grupo electrónico, que hacia fines de la década abandonó para volver a su viejo amor, esta vez con Fernando Suárez Paz (que había integrado la primera formación del Sexteto Mayor) en violín, Pablo Ziegler en piano y Héctor Console en contrabajo. López Ruiz fue el primer guitarrista y, en un movimiento simétrico al de los comienzos, lo reemplazó Malvicino.

Luego llegó el sexteto, con cello en lugar del violín, el agregado de otro bandoneón y un impensado Gerardo Gandini en piano. Sin dejar ningún disco de estudio completado y con varios cambios de integrantes en apenas un año de existencia, queda de este grupo, no obstante, un sonido espeso y oscuro, nuevos arreglos de viejos temas, como “Buenos Aires Hora 0” y “Tres minutos con la realidad”, y unos cuantos estrenos. Pero, dicen los que lo conocían, Piazzolla no era el mismo. Había tenido un infarto de miocardio en 1973 y en 1988, antes de formar el sexteto, le habían realizado una operación de cuádruple by pass. El 5 de agosto de 1990, en su casa de París, tuvo un infarto cerebral. Lo trasladaron a Buenos Aires una semana después. Contaba su hijo Daniel –que además había sido su músico, tocando el sintetizador a mediados de los ’70–, que reaccionaba cuando escuchaba música y, durante los dos años hasta su muerte, se ocupó de que siempre estuviera sonando la que él prefería. “La muerte del ángel”, “Romance del diablo”, “Calambre”, “Tristezas de un Doble A”, “Invierno porteño”, “Milonga del ángel”, “Revolucionario”, “Soledad”, “Contemporáneo” y, claro, “Adiós Nonino” son apenas algunas obras que transformaron para siempre el campo de la música artística de tradición popular. Veinte años después, el Conservatorio Superior de Música de Buenos Aires y el aeropuerto de Mar del Plata, su ciudad natal, llevan su nombre. Son muchas más, sin embargo, las marcas de su música.

© Escrito por Diego Fischerman y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el miércoles 4 de Julio de 2012.



Smart eScooter Concept... De Alguna Manera...

Smart confirma para 2014 el lanzamiento de su Scooter eléctrico…


Allá por Octubre de 2010, Smart sorprendía a propios y extraños mostrando dos peculiares concepts que mostraban tendencias confirmadas hoy en día. Una de estas presentaciones fue la Smart e-bike, una bicicleta con asistencia eléctrica de esas que todos los fabricantes quieren albergar en su catálogo hoy en día, la otra primicia fue mostrar un ciclomotor propulsado eléctricamente que mostraba la capacidad de la marca para desarrollar productos de movilidad alternativa haciendo uso del mínimo espacio.

La Smart eScooter ha acumulado cierto polvo en todo este tiempo, pero parece que Daimler ha removido el cajón de los viejos proyectos para dar luz verde a esta interesante iniciativa. Salvo la confirmación por parte de Smart para su lanzamiento en 2014, todos los datos e imágenes que tenemos corresponden al prototipo presentado por la marca en suelo francés. El aspecto y prestaciones del modelo final son todo un misterio, aunque dado el tiempo de espera que nos queda por delante, son muchos los salones donde la firma alemana puede reinventar la eScooter.


El prototipo hacía gala de numerosas innovaciones e instalaba no pocas tecnologías inexistentes en el mercado de los scooters de cualquier tipo y cilindrada. Su idea de prototipo experimental permitía a la Smart eScooter contar con Airbag para el conductor, detector de vehículos en los ángulos muertos, panel solar para ayudar a recargar las baterías... Un jugoso paquete de tecnologías que quedarán como una mera anécdota conforme nos acerquemos al modelo final de producción.

En este caso es el apartado técnico el que cobra mayor interés dado el enfoque que poseen este tipo de soluciones de movilidad. Un scooter alberga entre sus grandes bondades la simplicidad y el fácil manejo, por lo que la propuesta de Smart deberá de cumplir con estas características sin ninguna duda. El concept que conocimos en 2010 arrojaba una autonomía máxima de 100 Km gracias a un acumulador de iones de Litio, una punta de velocidad que llegaba hasta los 45 Km/h y una potencia máxima de 5 CV.


Quedan algo más de dos años para conocer como Smart pretende adentrarse en el mercado de los ciclomotores. La apuesta parece arriesgada dada la repercusión actual de este tipo de propulsión en el segmento, los factores decisivos no serán otros que tiempo de recarga y precio final, dejando en un segundo plano la autonomía por los requerimientos que se le exige a este tipo de transporte. Parece que la apuesta de Smart por la propulsión eléctrica va tomando forma en multitud de soluciones donde prima la movilidad sobre cualquier otro aspecto.

La Smart eScooter Concept contaba con 100 Kms. de autonomía y hasta 45 Km/h de velocidad máxima.

© Escrito por David Clavero y publicado por Tecmovía el viernes 11 de mayo de 2012.



martes, 3 de julio de 2012

Enrique Vázquez: Con Cristina pero sin Perón... De Alguna Manera...

Enrique Vázquez: Con Cristina pero sin Perón...


 
“Por primera vez, se reconoció a la parte del pueblo que no es peronista”

El abuelo fue fundador del Diario “La idea” en la ciudad de Cruz del Eje. Su padre, fue periodista en Córdoba, la provincia natal de Enrique Vázquez. De los primeros egresados de la carrera de Ciencias de la información en la Universidad Nacional de Córdoba. Se fue a estudiar Ciencias Políticas a Inglaterra. En el ´76 dejó la carrera porque “estaban matando a mis amigos y no me sentía muy bien en Londres cobrando un muy buen estipendio del British Council mientras se morían algunos compañeros míos del secundario y de la universidad”

Ama a Raúl Alfonsín, su idea. Fue uno de sus padres “adoptivos” junto a Alfredo Bravo “Esa idea de Raúl Alfonsín en el 83 me sigue pareciendo no superada todavía, sin embargo, encuentro muchos puntos de contacto con la política actual” Pero Vázquez enseguida encuentra un punto de distancia: La CGT. Alfonsín tuvo que pelear contra la iglesia católica, contra la sociedad rural, contra los milicos, contra los agroexportadores, contra los operadores bursátiles, contra la patria financiera “Vos ves que son los mismos enemigos que tiene este gobierno” Recuerda que Alfonsín asume el 10 de diciembre del 83 y que ya en mayo del 84 la CGT le estaba haciendo un paro. Después de ese paro general hubo otros doce en cinco años “Eso provocó rupturas en el campo popular” que terminaron con una retirada antes de tiempo de ese gobierno “Veo muchos puntos de contacto entre este gobierno y aquél. Si vos vas a los editoriales de La Nación, de Joaquín Morales Sola durante el juicio a las juntas, lo hacían puré a Alfonsín, los desquiciaban, lo deshilachaban” Enseguida lo relaciona con la posible candidatura del hijo de Raúl y automáticamente lo descarta. Dice que no está en condiciones y que Argentina tiene un clima preelectoral cantado “hay una distancia abismal inacortable entre Cristina y el segundo, cualquiera sea ese segundo”.

Con los Kirchner tenía una relación previa porque eran los únicos que durante el menemato le daban reportajes por radio. Llamaba a Néstor o a su gente donde fuera y lo atendían. Cuando asumen los Kirchner también asume Alberto Fernández entonces Vázquez desconfiaba. Hasta que pasan algunas cosas que tienen que ver con la comunicación. “Una, que el periodismo argentino todavía no lo descubrió porque es un periodismo chatísimo el que tenemos, es el decreto 222, el de Kirchner, por el cual se libera todo secreto del estado y por la mera solicitud, cualquier ciudadano tiene derecho a documentación propia y ajena, actividad administrativa del estado, en cualquier dependencia, o sea,  vos vas pedís el papelito y te lo tienen que dar. Esto es raro porque abrir el estado al ciudadano común no lo hizo nunca nadie“

Lo que lo dejó patas para arriba fue el discurso de Cristina en Parque Norte. Enrique Vázquez es anti-peronista porque el peronismo siempre fue una cosa muy autoritaria “Si vos no eras peronista, no eras pueblo y si no eras pueblo eras poco menos que traidor a la patria” Conmovieron a Vázquez las palabras de la presidenta cuando afirmó que si bien los peronistas son el pueblo, son sólo una parte, y que hay otras partes del pueblo que no son peronistas pero también hay que construir con ellas “La pucha es la primera vez que un líder peronista dice eso” remata Vázquez.

Para Enrique Vázquez, la ética del periodista se construye a partir de “el testimonio de aquello que ha percibido por sus propios sentidos o que ha conocido a través de una fuente confiable y que esa fuente confiable lo es porque en otra ocasión le ha sido fidedigna y porque la ha podido y la puede cotejar hoy. Esa es la única ética periodística. Lo de los propios sentidos es fundamental. Pero hay una disociación física tan fuerte … vos fijate que se hace todo el tiempo periodismo de periodismo. Se hacen editoriales sobre otra editorial. Pero el periodista con su sentido recorriendo la realidad y contándosela a la gente no está, eso falta” Concluye y nos mira desafiándonos con su afirmación.

Vázquez responde a las cuestiones de la dictadura entre pensativo y cauto. Defiende el reportaje que le hizo a Pinochet en el 77 “En las dos paginas siguientes hay dos paginas de una nota a Monseñor Hutton (la gran oposición al gobierno de Pinochet) o sea dos páginas de reportaje a Pinochet y dos paginas de Monseñor Hutton, a mí como cobertura periodística me parecía impecable” Luego sigue pensando en lo que significaba trabajar en épocas de la dictadura y nos cuenta que Héctor D´Amico, el actual jefe de redacción de la Nación fue el único que lo bancó en la casa después de que reventaran la suya. Vázquez lo remarca como un gran gesto y aclara que ambos tenían y tienen ideas políticas muy distintas. Pero fue él y no otro, el que le dijo “vos no volvés a tu casa esta noche, te quedás acá” habló con la mujer y “me quedé esa noche”.

© Publicado por http://hamartia.com.ar de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 1º de Junio de 2012.