martes, 1 de marzo de 2022

Cristina Kirchner opinó de la situación en Ucrania... @dealgunamanera...

Cristina Kirchner opinó de la situación en Ucrania: no mencionó a Putin y criticó a las "potencias globales"


"El respeto al derecho internacional junto a la verdad y la coherencia entre las ideas y las acciones no parecen ser atributos de las potencias globales", dijo. 

© Publicado el domingo 27/02/2022 por el Diario El Economista de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner rompió su silencio hoy, y no para hablar del programa que están negociando Argentina y el FMI sino sobre la crisis en Ucrania.  

En una serie de tuits, Fernández advirtió hoy sobre el "doble estándar" de las grandes potencias en materia de derecho internacional, al referirse a la crisis desatada en Ucrania a partir de la decisión de Rusia de reconocer a dos provincias separatistas de ese país y, luego, avanzar con una invasión a gran escala de todo Ucrania. 

La vicepresidenta aludió al tema a través de una serie de tuits que publicó "a 40 años de la Guerra de Malvinas y a 8 años del conflicto entre Ucrania y Rusia por la península de Crimea". 

"En el año 2014, siendo presidenta de la Nación y Héctor Timerman nuestro canciller, Argentina formaba parte, en carácter de miembro temporario, del Consejo de Seguridad de la ONU. En ese año, el día 15 de marzo, se trató en dicho organismo una resolución presentada por Estados Unidos que exhortaba a la comunidad internacional a no reconocer el resultado del referéndum por la independencia de Crimea, previsto para el domingo 16 de marzo de ese mismo año", recordó Fernández de Kirchner. 

La expresidenta consignó que "ese día, 13 de los 15 países miembros del Consejo de Seguridad, entre ellos Argentina, votaron a favor del texto presentado por Estados Unidos que defendía la 'soberanía, la independencia, la unidad y la integridad territorial' de Ucrania". 

“O sea: Argentina apoyó a Ucrania basada en el principio de integridad territorial, pilar del derecho internacional. Rusia, uno de los cinco miembros permanentes con derecho a veto, ejerció dicho privilegio y se pronunció en contra. China se abstuvo”, recordó CFK. 

Para la vicepresidenta, “en este episodio radican los dos principales problemas que afectan la seguridad y la paz globales”. 

Primero, el "doble estándar de las grandes potencias en materia de derecho internacional a la hora de tomar decisiones", lo que la llevó a citar la situación de las Islas Malvinas y el apoyo de Estados Unidos y el Reino Unido al referéndum de 2013 en el que los habitantes del archipiélago votaron a favor de permanecer bajo el control político de Londres. “Remember Malvinas y el referéndum de los Kelpers”, dijo.

En segundo término, la vicepresidenta hizo referencia al "anacronismo" del Consejo de Seguridad de la ONU que "sigue, desde la Segunda Guerra Mundial, sin modificar el statu quo de los países vencedores que se acordaron a sí mismos sillas permanentes con derecho a veto y al resto de los países, sillas temporarias y voto testimonial".

"¿Alguien piensa que con estos privilegios y aplicando o no el derecho internacional según les convenga a los países poderosos del mundo, estamos cuidando la seguridad global y la paz mundial?", preguntó la exmandataria. 

Y concluyó: "El respeto al derecho internacional junto a la verdad y la coherencia entre las ideas y las acciones no parecen ser atributos de las potencias globales. Hoy 27 de febrero del 2022, sigo pensando lo mismo".



domingo, 27 de febrero de 2022

Alberto Fernández y Rusia... @dealgunamaneraok...

Ideología e impericia...


Plaza Roja (1985). Dibujo: Pablo Temes

El ataque ruso a Ucrania volvió a desnudar el combo ya habitual de errores del Gobierno.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 26/02/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


Cada paso que da el Gobierno es peor que el anterior y sumerge a la Argentina en una situación de incomodidad autoinfligida por el presidente Alberto Fernández y la falta de pericia técnica de su equipo de gobierno tanto en el frente interno como de política internacional.

No se puede quedar bien con Dios y con el diablo endulzando sus oídos con discursos opuestos en un lapso de tiempo menor a 20 días. Ni siquiera hace falta recurrir a los archivos para poner en evidencia las contradicciones convertidas en papelones que están a la orden del día.

La invasión de Rusia a su vecina Ucrania dejó al primer mandatario preso de sus palabras y complicó la relación con los Estados Unidos, en medio de los intentos del ministro de Economía, Martín Guzmán, por cerrar un acuerdo con el FMI.

En política no está mal sentarse a dialogar con todos los líderes que tienen vínculos con el país; lo que no se puede hacer es salir a decir livianamente cualquier cosa. “¿Algún miembro del Frente de Todos va a cerrar la puerta de entrada que generosamente le abrió Alberto Fernández a Vladimir Putin?”, preguntó con sorna uno de los líderes de la oposición.

Escenario complejo. El pasado martes 22 de febrero, el Presidente de la Federación Rusa anunció que reconocía la independencia de las autoproclamadas repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk y envió tropas de “resguardo” a la zona. La situación en esa región es compleja. La mayoría de la población es rusa, hecho que dio pie a una conflictividad permanente. La relación entre ucranianos y rusos no es buena. De hecho, hay una norma que prohíbe el uso del idioma ruso.

Los conflictos deben encontrar en la negociación diplomática el cauce de la solución. Claramente, esa realidad de las dos regiones separatistas ha sido la excusa para el lanzamiento de la invasión. La dimensión del ataque demuestra que ése no es el principal problema ni el principal objetivo de Putin.

El autócrata ruso pretende instaurar en Ucrania un gobierno que le responda no sólo para alejar la posibilidad de cualquier acuerdo con la OTAN, sino también para tener a Ucrania bajo su puño con el argumento de que ello es clave para la seguridad nacional de Rusia.

El ejercicio de la memoria nos retrotrae al corazón mismo de la Guerra Fría. Con argumentos similares, cada uno de los bandos en pugna justificó la caída de gobiernos que no les resultaban afines.

Indulgencia oficial. El primer comunicado de la Cancillería argentina (más parecido a un formulario pro forma que a un texto elaborado con precisiones y fundamentos par expresar una condena de la invasión)habló de “situación en Ucrania” y omitió mencionar a Rusia.

La primera referencia a la invasión que hizo Alberto Fernández luego del tibio comunicado de Cancillería no fue mucho mejor. En un tuit publicado en su cuenta oficial en la tarde del 24 de febrero se puede leer: “Lamento profundamente la escalada bélica que conocemos a partir de la situación generada en Ucrania. El diálogo y respeto a la soberanía, la integridad territorial, la seguridad de los Estados y a los derechos humanos garantizan soluciones justas y duraderas a los conflictos”.

En pleno bombardeo, el Presidente habló de “escalada bélica” y, nuevamente al igual que Cancillería, de “situación generada en Ucrania”. Aún cuando el propio Putin ya había salido en cadena nacional a anunciar el ataque, fue cuidadosamente resguardado por el presidente argentino. ¡Bochornoso!

Fuentes del Gobierno aseguraban pasada la mitad de la semana que “Alberto y Cafiero tuvieron reuniones permanentes” y que “dado el equilibrio que se debía mantener en estos temas, había que ir con pie de plomo”. Un ex embajador que conoce al dedillo el paño aseguró: “No se trata de errores no forzados, el país sentó una posición y un alineamiento ideológico con Rusia que 24 horas más tarde no pudo sostener para no dañar aún más su vínculo con los Estados Unidos y complicar el acuerdo con el Fondo. Por eso Sergio Massa tuvo que salir enérgicamente a condenar el ataque y enviar señales positivas a Washington”.

La actitud de Massa tuvo un objetivo claro: ponerse a resguardo de los vaivenes y las inconsistencias del kirchnerismo en pos de mantener viva la llama de su proyecto futuro que –es preciso no olvidarlo– es alcanzar la Presidencia de la Nación.

Como siempre, el estrépito mayor lo ha generado el silencio de Cristina Fernández de Kirchner. ¿Hubiese permanecido en silencio si en lugar de la invasión a Ucrania ordenada por Putin hubiera habido una invasión dispuesta por Joe Biden a Cuba, Nicaragua o Venezuela, países cuyos gobiernos inquietan a los presidentes estadounidenses, sean demócratas o republicanos?

Lo que viene. Quita de subsidios y ajuste: la pelea que se pospone en el Congreso.

“Tal como están las cosas el ajuste lo pagará la gente. No hay ninguna garantía respecto al voto en el Congreso de los diputados del FdT. Por eso todo se retrasó”, explica una fuente parlamentaria que reconoce la grieta interna por el acuerdo con el FMI.

La sorpresa es que algunos aliados e integrantes de No tan Juntos por el Cambio  tampoco están tan seguros de votar a favor. “No se trata de salvarle o no salvarle las papas al Gobierno, es evidente que el ajuste llegará en los próximos meses y, con el actual contexto internacional, la suba de precios del petróleo, el trigo y el maíz, disparará la inflación aún más”, explicaron cerca de un legislador.

Se esperaba que el acuerdo ingresara por la mesa de entrada de la Cámara de Diputados el viernes. El jueves por la tarde, el presidente del cuerpo anunció que eso no ocurriría.

Desde varias usinas del kirchnerismo se confirmó esa filtración argumentando la real causa de la no entrada del acuerdo: el 25 de febrero es el aniversario del nacimiento de Néstor Kirchner.

“El problema del poder es cómo lograr un uso responsable de él sin caer en la irresponsabilidad y la indulgencia” (Robert Kennedy)