sábado, 23 de mayo de 2020

Luis Armando Espinoza. Víctima de gatillo fácil... @dealgunamanera...


Hallaron el cuerpo del trabajador asesinado por policías tucumanos…


El cuerpo de Luis Armando Espinoza, un trabajador rural desaparecido en Tucumán desde el viernes pasado, fue encontrado esta tarde en el departamento de Andalgalá, Catamarca, en un precipicio de 150 metros de profundidad.

© Publicado el viernes 22/05/2020 por el Periódico Digital Contraeditorial de la Ciudad Autónoma de Buenos aires, República de los Argentinos. 

El hallazgo se produjo luego de que dos de los policías tucumanos acusados de asesinar y desaparecer a Espinoza se quebraran y admitieran la responsabilidad de las fuerzas de seguridad. La fiscal actuante, Mónica García de Targa, informó que el cadáver, “envuelto en bolsas negras y blancas rodeadas de cintas”, fue rescatado en la zona de Alpachiri, a 200 metros del límite con Tucumán, adonde lo abandonaron sus asesinos.

De 31 años y padre de seis hijos, Espinoza había sido visto por última vez el 15 de mayo en la localidad de Melcho, departamento de Simoca, luego de que él y su hermano fueran interceptados y fuertemente golpeados por la  policía. Los uniformados venían de dispersar a un grupo de personas que habían violado la cuarentena para realizar una carrera ilegal de caballos.


Esta mañana, en diálogo con Roberto Caballero y Marcos Cittadini en el programa Caballero de Día (AM 990), la abogada de la familia Espinoza, Cinthia Campos, informó que dos de los oficiales detenidos “admitieron la responsabilidad del personal policial, aseguraron que Luis ya no estaría con vida y brindaron detalles sobre dónde habrían ocultado el cuerpo”.

El día de su desaparición, a Espinoza y su hermano los habrían confundido con quienes, a unos 800 metros de allí, asistieron a la mencionada carrera ilegal, violando la cuarentena. Los policías primero interceptaron a su hermano, que volvía a caballo de cobrar su pensión de discapacidad por problemas cardíacos. Mientras era golpeado, llegó Luis, también a caballo, e intentó detenerlos. Según el testimonio de su hermano –a quien dejaron esposado a un costado del camino–, un agente desenfundó su arma en dirección a Luis. Luego, sin poder ver lo ocurrido, escuchó un disparo.

Cinthia Campos, la abogada de la familia Espinoza.

En las últimas 48 horas, la justicia había detenido a nueve policías de la comuna rural de Monteagudo y un civil de la vigía de seguridad, todos acusados de intervenir en el episodio. También se hallaron tres manchas de sangre “en la camioneta de uno de los efectivos y en el auto del comisario de Monteagudo”, detalló la abogada Campos, y adelantó que las muestras “serán comparadas genéticamente con dos hijos de Luis y su concubina”.

En diálogo con Contraeditorial, Carolina Frangoulis, de HIJOS Tucumán, indicó que “dos de los policías ya habían sido identificados en 2018 como posibles agresores de un chico de 20 años que murió a raíz de la golpiza”.


El caso, cuyas novedades escalaron ayer, mientras el presidente Alberto Fernández visitaba Tucumán, movilizó a los organismos de Derechos Humanos provinciales y tuvo un seguimiento de cerca del Ministerio de Seguridad de la Nación y la Secretaría de Derechos Humanos.

“No olvidemos que hace dos años la policía de la provincia asesinó por la espalda a un nene de 12”, señaló Frangoulis. “Estamos horrorizados –siguió–, porque esto es noticia todos los días”. Para la dirigente de HIJOS, “esta es la policía de Tucumán, el aparato represivo que sigue adelante”.




lunes, 18 de mayo de 2020

¿El "negro" Carrillo nazi?... @dealgunamanera...

¿El "negro" Carrillo nazi?...

Dr. Ramón Carrillo. Fotografía: CEDOC

La primera sensación de todo ser humano bien nacido, al leer o escuchar lo corrillos de difamación sobre la calificación de la figura emblemática y humanista de Carrillo, es el estupor.

© Escrito por Donato Spaccavento, médico sanitarista, el lunes 18/05/2020 y publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


La primera sensación de todo ser humano bien nacido, al leer o escuchar lo corrillos de difamación sobre la calificación de la figura emblemática y humanista de Carrillo, es el estupor.

Empezó a sonar el celular y ya no paró más, sabiendo que había que salir a defender a un prócer del sanitarismo mundial y justo en este momento histórico, mis amigues y compañeres, considerándome un gran admirador y mi referencia sanitaria al Dr. Ramón Carrillo, preguntaban. Las barbaridades que se decían, merecían dar una respuesta en un tema tan sensible, no tanto desde el intelecto sino de la ética ultrajada de alguien que tuvo como conducta la inclusión de los derechos humanos como formativos de su esencia de ser humano.

Hay que subsanar este agravio gratuito. Algunos llaman en forma despectiva a muchos de nosotros -Carrillo incluido- nacionalistas y, al decir de Jauretche, la adjetivación “nacionalista”, como denostación de los sentimientos nacionales y populares. Claro, porque una cosa es ser “nacionalista” y otra, muy distinta, es ser parte del pensamiento nacional, que es popular y democrático, inherente a su definición misma. Por lo tanto el “Negro” (con su criollísima connotación) Ramón Carrillo no es “nacionalista”, es nacional, popular y democrático, precisamente lo antitético a lo “naZionalista”, elitista, totalitario, antisemítica, ario (desechando toda otra etnia, inclusive la de la ascendencia en los pueblos originarios del “negro-indio” Carrillo) y antidemocrático, que es lo que  representó el criminal nazifascismo en la Historia Universal.


Hay algunos malos entendidos, que en realidad son malas interpretaciones de los eternos odiadores, que pueden provenir de las inquietudes de Ramón Carrillo cuando concurría a la Facultad de Ciencias Médicas de la UBA, que compartió con su primo Jorge Farías Gómez. Éste para acompañarlo en la aventura idiomática y Ramón con un sentido más utilitario, de querer estudiar alemán o el “gótico” como lo llamaban ellos. Se entiende el interés de Carrillo en la tarea por el hecho de ser Holanda y Alemania los centros del estudio del Sistema Nervioso Central, de la neurología, las neuropatías y la neurocirugía en el mundo, y como Ramón ya tenía definida su vocación en cuanto a la especialidad médica relacionada con la neurología era lógico que tuviera la necesidad de manejar aunque sea mínimamente algún idioma sajón, y en el tiempo en que él estudió y defectuosamente incorporó la habilidad de hablarlo. Todo esto está lejos de conectarlo con el perverso y criminal Hitler que alcanzaría el poder en 1934, cuando ya Carrillo no estaba en Europa, y lo que descubro de la elección idiomática fue en la década del 20 en Argentina.

Convengamos, que aún hoy cuando alguien quiere licenciarse o doctorarse se le pide la elección de dos idiomas extranjeros, uno derivado del latín y otro del anglosajón, ¿por qué entonces, y sobre todo por un tema específicamente profesional, sorprenderse que Carrillo eligió el “gótico” (como gustaba llamarle a él) o el alemán?


Carrillo, una vez recibido con medalla de oro en la Facultad de Medicina, ganó por esfuerzo propio una beca para perfeccionarse en Europa. Él eligió su itinerario de perfeccionamiento: Ámsterdam (Holanda), Berlín (Alemania) –por las razones ya expuestas de excelencia académica en el sistema nervioso central-, y, luego como complementarios París (Francia) y Madrid (España). Luego volvería para ofrecerle al país que lo había formado gratuitamente toda su sabiduría y experiencia. 

Se transformó en pocos años en el creador de uno de los sistemas de salud pública, sanitaria, preventiva y social más importantes del mundo. Frutos que estamos recibiendo hasta el día de hoy en que –a pesar de la desgracia de la pandemia- somos mirados con admiración planetaria.

Además, no coinciden las fechas para justificar de algún modo –por más errónea que sea la data– que el Dr. Carrillo pudiera ser admirador de Hitler.

Carrillo tenía 24 años y estuvo casi tres años en Europa. Se embarcó el 21 de octubre de 1930, sin haberse enterado, seguramente, que ese tal nefasto político llamado Hitler en el denominado “putch” de Münich en 1923 había querido dar un golpe de Estado subido a la mesa de una cervecería y disparando un arma. No se preocupen, es que ni en la misma Münich se habían enterado de la locura de un extraviado.

El viajero “negrocirujano” (como lo llama Asurey en una zamba), entró por Vigo, pasó unos días por Hamburgo y la mayor parte de sus estudios y experiencias los hizo en Ámsterdam, donde el profesor Brouwer testifica en un conceptuoso certificado que estuvo allí desde octubre de 1930 hasta el 30 de agosto de 1932. En Berlín estuvo un solo mes, repetimos ¡un solo mes! (cuando el pequeño partido de Adolf Hitler no había llegado siquiera al parlamento, sin saberse lo que era “nazismo” –diciembre de 1933, para llegar a ser Führer el 2 de agosto de 1934- cuando Carrillo ya estaba en Buenos Aires organizando científicamente el Instituto de Clínica Quirúrgica).

Antes de que el becario partiera para Europa escuchó disertaciones del conde Hermann von Keyserling, quien además de ser un chanta, era un plagiario de Montesquieu acerca de  cómo operaba la termodinámica en determinadas sociedades, según el clima fuera frío, templado o cálido.


Por todo esto pensamos que es muy raro que Carrillo, descendiente por línea materna de quichuas, juríes, integrado a los pueblos originarios, bien llamado “El Negro”, de los que sufrieron en carne propia el sojuzgamiento de las clases dominantes blancas, simpatice con un movimiento político racista e imperialista. Muchaches, cuando se decidan a mentir, mientan mejor, con más fundamento…

Toda esta macabra leyenda también puede venir del período de la Segunda Guerra Mundial, cuando la sociedad argentina se dividió en neutralistas (injustamente también llamados “germanófilos”, pues comprobadamente, y con poder dirigencial o popular, siempre en nuestro país predominaron los neutralistas: Victorino de la Plaza, Hipólito Yrigoyen, Alvear, los militantes de FORJA, hasta el último presidente de la Década Infame, Santiago Castillo) y los rupturistas (o aliadófilos, esta vez bien caracterizados porque abarcaban un abanico que iba de conservadores, radicales, socialistas, hasta llegar al partido comunista tradicional, estalinista, los que luego se abrazarían todos para enfrentar a Perón en la Unión Democrática, bendecida por el embajador de los EEUU, Spruille Braden). Esta grieta se vivía intensamente en las universidades, donde a Carrillo por poco y a pesar de haber dado un excelente examen para ocupar la cátedra de Neurocirugía, su antiguo maestro y co-autor de Yodoventriculografía, Dr. Balado, se opuso a que el Dr. Carrillo ocupara el cargo por su conocida posición neutralista. Al haber quedado vacante el Decanato de la Facultad de Medicina, Carrillo lo ocupó sin imaginar que iba a pasar uno de los mayores disgustos de su vida, aunque nunca lo vivió como una frustración.

Tanto sus compañeros docentes, como la FUBA, los alumnos, simpatizantes de la tendencia “rupturista”, no lo dejaban abandonar su despacho sin cargarlo de insultos, escupitajos, tizazos y al transitar sus galerías le gritaban:

“Peronista” (creyendo que lo insultaban), Entreguista, Colaboracionista, ¡¡¡¡Nazi fascista!!!

Ojalá nunca más tengamos que salir a explicar infamias tan grandes, y menos para salir a aclarar cuestiones que no eran propia de la bonhomía y el gigantesco médico que fue Ramón Carrillo, fundador del sanitarismo nacional y primer Ministro de Salud Pública y Acción Social de la Nación Argentina.




Le llamaron "Urbanización de la Villa 31" a la llegada de McDonald’s... @dealgunamanera...

Mienten, le llamaron «urbanización de la Villa 31 a la llegada de McDonald’s»


Un comunicado de La Garganta Poderosa advirtió "la que se venía con la pandemia", sin embargo, a 18 días del documento, este lunes en una conferencia de prensa se continúan los reclamos.

© Publicado el lunes 18/05/2020 por el Diario Digital Conclusión de la Ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe, República de los Argentinos. 

« ¡Ramona no se murió! » A Ramona la mataron los dueños del silencio, los cómplices de la indiferencia, los mudos de la justicia. ¡La mataron! «, fue la expresión de rabia y dolor de los miembros de La Garganta Poderosa. 

El 30 de abril, un comunicado de la Garganta Poderosa tituló que había cuatro casos más en la Villa 31, y que hacía cinco días que estaban sin agua.

En ese contexto, el documento de la organización social advirtió: «Ahora, mientras miles de argentinos eligen qué película mirar en Netflix, mientras la televisión debate sus propias generalizaciones, mientras solemnes intelectuales siguen embebiendo teoría, mientras jueces y procuradores juegan a la politiquería, mientras funcionarios «del palo» miran para otro lado, mientras la indiferencia se hace pandemia, mientras operan sin barbijo los operadores del cinismo, ahora mismo, en la Villa 31, hay otros 50 mil seres humanos que no tienen agua hace 5 días, como si todo el universo de los medios, la política, la Justicia y la ciudadanía no se hubiera enterado todavía».


«Ya circularon los videos, ya circularon las fotos, ya circularon los testimonios, ya circularon los positivos, pero no pasa nada, ¡nada de nada! Vecinas y vecinos desesperados, llorando, rogando, implorando que por favor hagamos algo, que por favor gritemos fuerte, que por favor rompamos todo, ¡que por favor algo!», fue y es el grito desesperado de los vecinos de las barriadas populares porteñas y del conurbano.

No pasa nada.

«Lo que pasa es que», ¡no pasa nada! AySA es la empresa prestataria de servicios de agua y saneamiento más grande de América Latina, pero sus tendidos abordan a las villas como si fueran un PH, o sea, su abastecimiento sólo llega hasta los contornos de los barrios informales y algunas de sus arterias principales, en el mejor de los casos. «Así fue siempre».

Sin embargo, el diálogo entre vecinos, y su organización comunitaria procuró que «al interior, todas las conexiones han sido desarrolladas por autogestión de la propia comunidad o por obras del Gobierno de la Ciudad, que también las paga con dineros públicos, pero las construye sobre «la informalidad».

Sin calles, ni catastros, los mapas de AySA ven a los territorios villeros como cuadrados verdes, como si fueran espacios públicos.

Y por eso, desde siempre, la lucha por la «integración urbana» requería romper la frontera del adentro y el afuera, proyectando la obra desde una inevitable articulación entre la empresa proveedora y la gestión porteña», destacaron.

Y como la letra del tango reza, se trata de «una cruel ironía del destino», no parece, fue la decisión de los funcionarios, los que cultivaron una «resolución» que con pomposidad se anunció con este nombre: “Criterios de Intervención en Construcción de Infraestructura y Operación del Servicio de Agua y Saneamiento en Barrios», más conocida como Apla 26/17, para que AySA pudiera intervenir ocasionalmente, «pero el agua se corta de manera frecuente.

¿Y entonces? Y entonces, como hace 13 años vienen privilegiando el marketing y diciéndole «urbanización» a la llegada del McDonald´s, ahora no tenemos cómo carajo resolver la falta de agua», y Ramona esperó 12 días el agua hasta el día que la internaron. 


«Y sí, AySA puede haber tenido un problema en alguna planta, pero sigue siendo una «empresa prestataria» y el titular sigue siendo el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, responsable absoluto de garantizar el acceso al agua como derecho constitucional, en cualquier contexto y mucho más en plena cuarentena, mientras todo el arco científico y sus propios voceros mediáticos promocionan insólitamente medidas que ninguna familia de la Villa 31 puede tomar».

«Ahora mismo, mientras continúan los desalojos que las autoridades habilitan sin hablar, mientras aumentan los alquileres que no regula ninguna entidad estatal, mientras evitan aislar a contactos estrechos porque no tienen camas para pobres, mientras siguen inyectando enfermedades hídricas en las venas del barrio, mientras ocultan la verdadera dimensión de la circulación, mientras tiemblan los vecinos entre la espada del coronavirus y la pared de la vivienda que temen perder, esos 50.000 seres humanos no tienen descanso, ni paz, ¡nos acaban de confirmar 4 casos más!

Que también se contagiaron en el aglomeramiento de una casa superpoblada de gente, que ningún agente oficial pasó a registrar, porque los viejos del Geriátrico Que No Pueden Pagar, ¡para qué quieren respirar!»

«Tranqui, ¡no pasa nada! Sólo hay una nueva familia entera contagiada, que ahora está internada en el mismo hospital donde hoy a la tarde internaron a otra familia completa, mientras el barrio pierde la cuenta, porque los niveles de hacinamiento son inmensamente mayores a los de cualquier residencia o cualquier hospital.

Ahora, ¿qué pasaría si alguna residencia o algún hospital denunciaran que hace 5 días no tiene agua? ¿No gritaría fuerte toda esa prensa amarilla? ¿No se volvería a indignar? Por suerte, se trata de una villa, lo podemos tolerar.