sábado, 27 de junio de 2020

No pienso escribir tu obituario, Hermes... @dealgunamanera...

No pienso escribir tu obituario, Hermes... 

Hermes Binner. Crédito: Pablo Aguirre

No es cierto, Hermes. Ya te dije que no voy a escribir tu obituario. Hace frío afuera. Hace diez minutos que no paran de llegar mensajes en el teléfono.

© Escrito por Osvaldo Coni Cherep el viernes 26/06/2020 y publicado por el Diario El Litoral de la Ciudad de Santa Fe de la Veracruz, Provincia de Santa Fe, República de los Argentinos.

Todos me cuentan lo mismo y yo no paro de llorar. Por momentos no sé qué hacer. El alma duele, no sé cómo explicarlo. No sé si sentarme o no a escribir, porque no puedo creer que te hayas muerto. Lo esperábamos, si, estábamos esperando que dejaras de sufrir, pero nadie se puso a pensar en serio sobre este asunto de tu muerte. Hay que explicarles a muchos que no entienden, que no, que no estás muerto, y que somos miles los que no vamos a dejar que te mueras. 

Salgo a la cocina y mi hija más chica me ve con los ojos hinchados. Y le dije: Murió Binner. ¿Y sabés qué hizo? Corrió a darme un abrazo. Y cuando vió que yo le sonreía con lágrimas, te recordó en el patio de la madera. Fuiste, dice ella, el que mejor la trató de todos los que la saludaban. Tiene 13, Hermes. Y eso pasó cuando tenía seis. Ella se acuerda de vos. Y tuvo La Redonda, la Fábrica, la Esquina encendida. Ella me habla de la Plaza de la Casa, ¿Te acordás?

¿Cómo hacemos para acomodarnos a tu ausencia definitiva? Vos sos el que nos juntó a todos. El que nos enseñó la dimensión de los sueños, el valor de la palabra empeñada, la demostración de que era posible. Ahí están las obras, Hermes. Hace un rato pasé por el CEMAFE. ¿Cómo querés que te dejemos morir, justo a vos? Yo no puedo escribir tu obituario. Me niego a aceptar que estás muerto. Porque los tipos como vos no se pueden morir, no se mueren nunca, sencillamente porque son vida pura.

Siguen llegando mensajes. Todos lloramos, Hermes. Andrea no puede hablar, Roderick tampoco. Mis compañeros de laburo me dicen que están devastados. Me llaman amigos desde Paraná, Buenos Aires, Córdoba. Todos estamos quebrados. Porque nunca creímos del todo en esta broma de tu salud. Nunca nos acostumbramos, ni lo haremos, a la idea de que no vas a volver con tus pasos largos y tus manos torpes, a darnos ese abrazo apretado. 

De tu militancia que hablen tus compañeros. El 5 de junio te aplaudimos todos. Ahí aprovecharon para recordarnos tu historia de médico de barrio, fundador de Centros de Salud, cuando nadie fundaba nada. Y tus sueños de Salud Pública. Y tu compromiso con los que menos tenían. A Rubén Galassi que la va de duro, se le llenaron los ojos de lágrimas cuando te recordaba caminando por los barrios con ellos. 

¿Qué puedo contar yo que no sepan mucho mejor muchos otros? Ahí andan Juan Carlos Zabalza, Antonio Bonfatti, La Chiqui, Miguel Lifschitz, y un montón de radicales llamándose entre ellos. Gente de todos los partidos y de todos los pueblos y las ciudades de la Provincia, resistiendo a los agujeros en las almas, que sí, que están rotas. Partidas en pedazos. Se cayeron todas las armaduras. Lloran, cuando hablan. 

¿Qué quieren que escriba, Hermes? 

Sólo puedo dar fe de tu obra. De tu decencia. De tus proyectos. De las maquetas que se convirtieron en Salud Pública. De tu decisión de no separar nunca más a la gente de la Casa Gris. Y cumpliste, Hermes. Cumpliste. En un mundo donde casi nadie cumple con la palabra, vos lo hiciste.

Y cuando «El Ángel de la Bicicleta» sonaba en tus actos, todos nos imaginábamos una sociedad mejor de la que era. Y fue mejor. Al menos los policías ya no mataban a los ciudadanos indefensos. Y nunca más se levantaron en armas contra una movilización popular. 

León Gieco y la Banda Sinfónica de Ciegos: El ángel de la bicicleta | La Ballena Azul

Y entonces proyectaste para curar más. Y hoy somos una provincia que se siente orgullosa de tus hospitales, de tus centros de salud. De todos los espacios culturales que fuiste sembrando en Rosario, como intendente. Y después en el resto de la provincia, con la Chiqui de la mano, siendo gobernador.

¿Cómo pensás que te podés morir así nomás? 

No, Hermes, no. Vos no te vas a morir nunca. Porque te van a recordar siempre los docentes. Porque les devolviste la dignidad, el derecho a discutir los salarios, les devolviste los concursos, las titularizaciones. El respeto que le habían quitado durante años. 

¿Cómo podés creer que te podés morir? Al revés. Cada minuto que pasa, cada llanto que escucho, cada mensaje que me llega, da cuenta de tu vida, no de tu muerte.

Yo fui testigo de tu obra, de tu capacidad para unir lo que nunca se unía. Y espero que no dejes de hacerlo. Que sigas siendo esa prenda de unidad que los junta a los integrantes del Frente para seguir peleando por la provincia que nos prometiste. 

Que va, Hermes, que va. Si te encargaste de devolvernos la fe en la política a centenares de miles de santafesinos que comprobamos que era posible gestionar con decencia. Que era posible echar a los empresarios corruptos de la obra pública. ¿Te acordás cuando lo echaste a los de Odebrecht? ¿Te acordás que nadie los conocía y vos te plantaste, y dijiste que no? Que acá no. Que en Santa Fe se acababan los negocios. Y así fue, Hermes. 

Y te fuiste del gobierno sin una sola denuncia por corrupción. Y además, llamaste a todos los ex gobernadores, a todos, y les pediste que te acompañen a la Corte para reclamar lo que la Nación nos debía. Y lo conseguiste, Hermes. Lo conseguiste. Y aunque hoy nos deban esa plata, y los que están en tu lugar se hagan los distraídos, todos sabemos que fue gracias a vos. Porque vos sí, defendiste a los santafesinos. Sin cacarear. Yendo a la justicia y reclamando lo que nos correspondía. Y ganaste. Y ganamos. 

Hermes hace frío. El sol empezó a aparecer raramente entre las nubes. Los mensajes no paran de llegar. Todos nos consolamos y nos mandamos abrazos. ¿Cómo se muere alguien que genera tanto afecto, tanta complicidad, tanta comunión entre seres distintos, que hasta vos, eran desconocidos? 

No, Hermes, no. Yo no pienso escribir tu obituario. No voy a andar repitiendo esta fake news de tu muerte. 

Vos te quedás acá, adentro del corazón y las cabezas de todos nosotros. Y vas a seguir enseñándonos con tus anécdotas, tus discursos, tus apelaciones al sentido común, tu formación permanente y constante. Y vas a obligarlos a todos a juntarse para volver a ocuparse de lo que realmente importa: los que vienen. Los hijos de nuestros hijos. 

Qué se yo, Hermes. Te juro que no paro de llorar. Que tengo una sensación oscura en el pecho. Unas ganas de soltar patadas contra la pared. De gritar de furia. Pero prefiero dejarlo acá. Maldita sea la enfermedad que te alejó, maldita sea la vida humana que tiene límites y detiene corazones.

Es probable que hayas muerto, lo confirman los diarios de todo el país, sí. Pero no te vas a morir nunca, Hermes. Es imposible que eso ocurra. No lo vamos a permitir nunca. Nunca te vamos a olvidar. Nunca vamos a dejar de recordarte. Nunca vamos a permitir que lo intenten. 

Ahí está mi hija más grande lagrimeando, todos nuestros hijos con mueca de tristeza. Ellos tampoco van a permitir que esto se termine. Tu vida es un regalo ejemplar. Sabremos recordarte para que ellos enseñen a hacerlo con los que vengan detrás. 

Abrazo eterno amigo y maestro, Hermes. GRACIAS POR TU VIDA.




Hermes Binner. Un hombre normal… @dealgunamanera...


Q.E.P.D. Hermes Binner. Un hombre normal…

Hermes Binner, es gobernador socialista por Santa Fe. Fotografía: Andrés Acciarri.

A los 77 años, el ex gobernador socialista falleció por un cuadro de neumonía.

© Escrito por Miguel Roig el sábado 27/06/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


Una tarde, tomando mate, Hermes Binner me contó que, en los días del rosariazo, en mayo de 1969, él cursaba el último año de medicina y junto con los estudiantes de otras facultades participaban de una asamblea en el comedor universitario, que entonces estaba en la calle Corrientes donde hoy hay uno de los accesos a la Facultad de Humanidades y Artes de Rosario. La asamblea deliberaba de manera acalorada, pidiendo la lucha y la unidad de los obreros y los estudiantes contra el onganiato.

Después, salieron todos a la calle, cortaron el tránsito y la policía los rodeó, armas en mano, repartiendo garrotazos. Los tiros al aire empezaron a sonar y el grupo corrió unos cincuenta metros, hacia la calle Córdoba, esquivando como podían a los agentes. Hermes y algunos compañeros se refugiaron en la galería Melipal, sobre la Peatonal y enseguida se dieron cuenta de que ahí no había ningún refugio ni tampoco una salida alternativa, con lo cual, subieron por las escaleras los pisos de oficinas quedando atrapados en el último. Desde allí, bien alto, por el hueco de esas escaleras, escucharon el eco del disparo con el que un oficial de la policía le quitó la vida al estudiante Adolfo Ramón Bello.


Hermes volvió más de una vez a mencionar esta historia. Si dijera que era con cierta culpa, sería una exageración, pero, estoy seguro, las veces que la repitió, dolido siempre, demuestran que la resignación nunca formó parte de su carácter.

Es por eso que su horma política, alimentada por una conciencia social que adquiere ya de chico en su formación con los curas Maristas de Rafaela, se puede observar a pie de calle, siendo intendente, más de treinta años después, en las asambleas populares de 2001 que reunían a los ciudadanos de Rosario, en las que él participó activamente cuando casi ningún político podía salir a la calle.

Hermes, con su activismo permanente, de algún modo fue uno de los argentinos que también contribuyeron a que se pudiera juzgar a las Juntas Militares y a que se bajaran los cuadros de los dictadores.


Si la acción política es un ejercicio que intenta con la dialéctica superar las contradicciones y ofrecer, cada día, una vida un poco mejor, Hermes lo hizo desde la defensa de unas ideas cuya praxis se puede ver en Rosario al mirar un río que antes estaba oculto por un muro que tiró abajo al igual que quitó el cerco de la Casa Gris de Santa Fe que separaba al pueblo de la gobernación, al asumir como el primer gobernador socialista del país.

Es posible que algunos de estos gestos puedan parecer poéticos, pero también hay poesía en una criatura, sin otro recurso que la propia vida, atendida en los hospitales que forman parte de un plan de salud público único no ya en Argentina, sino en la región.

Es una paradoja que se vaya cuando su ciudad y su provincia eluden a la covid-19 gracias, en parte, a esa estructura sanitaria que creó e implantó, propia del Estado de bienestar europeo. Lo hizo aquí, donde él pretendía algo que parece poca cosa: un país normal.

Chau, Hermes.

Hermes Binner, la persona detrás del candidato. Video: Diario La Nación.




viernes, 26 de junio de 2020

Fallece Hermes Binner... @dealgunamanera...

Fallece Hermes Binner, ex candidato presidencial socialista argentino…


El político socialista y ex candidato presidencial argentino Hermes Binner falleció este viernes a los 77 años a causa de una neumonía aguda en la ciudad de Casilda, en la central provincia de Santa Fe, informaron a Efe fuentes del Partido Socialista.

© Publicado el viernes 26/06/2020 por el Diario La Vanguardia de la ciudad de Barcelona, República de los Españoles. Fuente: Agencia EFE

Vida y Obra de Hermes Binner

Binner fue gobernador de Santa Fe entre 2007 y 2011, año en que su figura cobró peso nacional como candidato presidencial del Frente Amplio Progresista pero quedó en segundo lugar, lejos de la peronista Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) que ese año consiguió su reelección.

Tras su derrota en las urnas, en las que recibió cerca de tres millones de votos, el socialismo no volvió a recuperar tal trascendencia a nivel nacional.

Primer Gobernador Socialista en Argentina

El dirigente se formó como médico y a través de su trabajo en la salud pública ingresó en el mundo político, donde su figura fue reconocida por todos los sectores gracias a su perfil sereno y sin escándalos y se convirtió en el primer gobernador socialista de una provincia argentina.

Se destacó por sus gestiones primero como alcalde de la ciudad santafesina de Rosario, la tercera más poblada del país con cerca de un millón de habitantes, y luego al frente de la provincia de Santa Fe, uno de los distritos más ricos de Argentina por su producción agroindustrial y sus puertos para la exportación de granos y derivados sobre el río Paraná.

Binner impulsó un papel activo del Estado al poner en marcha medidas de descentralización y participación ciudadana, la recuperación de la zona ribereña de la denominada "Chicago argentina" y un nuevo modelo de salud pública gratuita.

De médico a candidato presidencial

Binner había nacido el 5 de junio de 1943 en la ciudad santafesina de Rafaela, corazón de la mayor cuenca lechera de Argentina, donde sus abuelos se establecieron tras dejar su natal cantón suizo de Valais.

Militante en el socialismo desde los 18 años, se graduó en 1970 como médico en la Universidad de Rosario, en la que fue secretario de extensión universitaria.

Como médico, trabajó en la década de 1970 en la populosa periferia pobre de Rosario y se especializó en anestesiología, medicina del trabajo y luego en salud pública, formación que le permitió acceder por concurso a altos cargos directivos en hospitales públicos, hasta que en 1989 se convirtió en secretario de Salud Pública de Rosario.

Su primera experiencia electoral fue en 1993, cuando accedió por el voto popular a un escaño en el Legislativo municipal de Rosario, bastión tradicional del peronismo, y dos años después se convirtió en alcalde dos periodos consecutivos (1995-1999 y 1999-2003).

En 2003 compitió sin éxito por la gobernación de Santa Fe, pero dos años más tarde fue elegido diputado nacional como candidato del Frente Progresista, Cívico y Social, una alianza luego deshecha del Partido Socialista, la Unión Cívica Radical y Afirmación para una República Igualitaria, entre otras fuerzas de centro y de centroizquierda.

Como candidato de ese mismo frente, Binner ganó en 2007 las elecciones que le consagraron como el primer gobernador socialista de la historia argentina y que pusieron fin a 24 años consecutivos de gobiernos peronistas en Santa Fe.
Luego de su fallida postulación presidencial en 2011, en 2013 volvió a ocupar una banca en la Cámara de Diputados nacional, su último cargo público.

EFE



lunes, 22 de junio de 2020

Terry Butcher, "Lo odio con pasión"… @dealgunamanera...

Terry Butcher, el defensor inglés que no perdona a Maradona: "Lo odio con pasión"…

El gol del siglo: la obra de arte de Maradona ante Inglaterra cumple 34 años.

El ex defensor inglés reconoció hace un tiempo que le dolió más ese gol que La Mano de Dios porque a él lo eludió dos veces.


Como todos los 22 de junio, este lunes se cumple un nuevo aniversario del gol histórico de Diego Maradona Inglaterra por los cuartos de final del Mundial de México 1986 denominado "El Gol del Siglo" y que quedó para siempre grabado en la memoria de todos los argentinos y de los fanáticos del fútbol en todo el planeta, pero hay otra versión de la historia que la cuentan los que lo sufrieron como Terry Butcher.

"La Mano de Dios fue una cosa rara. Estaba más enojado por el segundo por la manera en que me eludió. A todo el resto de los jugadores los superó una sola vez, pero a mí me eludió dos. Pequeño bastardo...", confesó el ex defensor inglés años atrás.

En 2009, cuando Diego era el DT de la Selección argentina, visitó a Escocia para disputar un amistoso en la previa del Mundial de Sudáfrica y ambos dejaron en claro que el recuerdo del otro no era agradable: "¿Quién es Butcher?", se preguntó Maradona.


El ex futbolista era parte del cuerpo técnico escocés y vivía en ese país, donde la rivalidad con Inglaterra es muy grande y por ese motivo tomaron a Diego como símbolo: "Claro que lo aman aquí en Escocia, lo tengo sobre mi cuello casi todos los días", decía por aquellos días con la misma resignación que vio festejar a Diego tras convertir el gol más maravilloso en la historia de los mundiales.


En una estupenda jugada individual, Diego arrancó desde su campo y tras eludir a los seis jugadores ingleses Glenn Hoddle, Peter Reid, Kenny Sansom, Terry Butcher, Terry Fenwick y el arquero Peter Shilton mandó la pelota al fondo de la red.

El segundo gol a los ingleses, marcado por el barrilete cósmico –como lo denominó Víctor Hugo Morales en su relato- sirvió para que Argentina derrotara a Inglaterra por 2 a 1 y accediera a las semifinales de aquel Mundial de México.





domingo, 21 de junio de 2020

Corrupción pública y privada. Nunca Más... @dealgunamanera...

Corrupción pública y privada… Nunca Más

Sin destino. El Presidente recibió a los conductores de Vicentin para intentar arreglar algo que parece de muy difícil arreglo. Fotografía: Presidencia

No es necesario pensar que el capitalismo es siempre un irredimible sistema corrupto, porque tal evaluación pasaría por alto su funcionamiento en naciones como Alemania, donde en 2012 el presidente Christian Wulff tuvo que renunciar bajo la acusación de tráfico de influencias. En algunos países, las transgresiones se pagan y los castigos se cumplen.

© Escrito el domingo 21/06/2020 por Beatriz Sarlo y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


Un pesimista o un escéptico podría sonreír al leer lo que arriba queda escrito. Y dirá: acá existe Vicentin, y su historia de favores recibidos durante diferentes gobiernos prueba que el empresariado y el Estado establecieron alianzas financieras más allá de todas las normas. De acuerdo. La historia de Vicentin fue publicada, entre otros medios, por un matutino al que difícilmente puede acusársele de izquierdismo.

Del lado de los políticos, las cosas no son más santas que del costado empresarial. La ex presidenta y hoy vicepresidenta Cristina Kirchner fue y seguirá siendo objeto de sospechas fundadas que pueden avalar un juicio y posible condena, si su amigo Alberto no interviene con alguna maniobra de esas que conocen los abogados penalistas.

¿Por qué usar a Cristina Kirchner como caso ejemplar, si hay tantos otros? Porque es una política de primera línea, que aspira a seguir ejerciendo su imperio sobre el Presidente a través de la troupe de secretarios, ministros y representantes que consideran más conveniente seguirla a ella que a Alberto Fernández. Porque sería un milagro y el comienzo de algo nuevo.

Juicio y castigo. Somos como somos y, sin una respuesta ejemplar, persistiremos. En 1986, el Juicio a las Juntas Militares y las condenas impartidas por el tribunal sobre los actos de sus integrantes, la cárcel que siguió a esas condenas, el repudio y el desprecio que merecieron los culpables trazaron una línea. El título del famoso informe sobre muertos y desaparecidos fue una orden: Nunca Más.

Del Juicio a las Juntas parece imposible volver hacia atrás. No hay retroceso salvo que se quiera negar la barbarie que el juicio demostró con testigos y pruebas. Los que no sabían o no se quisieron enterar durante la dictadura ya no tuvieron la escapatoria de declarar, con mirada ingenua como disfraz del cinismo, que no se sabía nada. Todo el juicio fue un revelador que actuó sobre una película que parecía velada para siempre. Mostró las caras, los lugares, los instrumentos de tortura, las fosas donde se tiraban restos humanos.

Como sí se hizo con el terrorismo de Estado, parece imposible un juicio que castigue a políticos y empresarios

En Argentina todavía no tenemos un Nunca Más de la corrupción. Y hoy parece una ilusión que algo así podría producirse. No existe un político que comprometa su nombre, su honor, su palabra, su futuro, y convenza a su propio partido de que, caiga quien caiga en ese juicio, se lo llevará adelante. No existe un Raúl Alfonsín, que le ganó las elecciones al justicialismo porque tenía fuerza moral, convicción y coraje.


Por el camino que vamos, será difícil que lleguemos a tener un político de esa cepa. La democracia que ganamos en 1983 nos acostumbró a sus virtudes y a sus defectos. Entre sus virtudes figura la justicia. Pero el trapicheo es uno de los defectos de nuestra democracia actual, que llega incluso a anular sus virtudes.

Nombres como el de Padoan, zar de Vicentin, en los cuadernos de las coimas que recopiló un chofer obsesivo, se encuentran en noticias que, si la Argentina no fuera un país acostumbrado a la corrupción, serían excepcionales. Pero no lo son. Con el mismo semblante austero que conocemos por las fotos de prensa, Javier González Fraga firmó créditos en serie para Vicentin, en una secuencia diaria que despierta todas las sospechas.

El Banco Nación fue dispendioso con esa empresa, sin pensar quiénes iban a terminar pagando la cuenta. La pagarán los argentinos, que no participaron ni en las sumas millonarias que se han fugado a paraísos fiscales, ni en el bienestar del que seguramente disfrutan los dueños y testaferros de Vicentin.

Sin un juicio a la corrupción, como hubo un juicio al terrorismo de Estado, este camino de barro seguirá siendo una pista asfaltada para los que formen parte de un grupo que, en nombre de los sueldos que pagan o del comercio exterior que dinamizan, obtienen los beneficios que son esquivos, si no imposibles, para el dueño de una empresa pequeña o mediana. Se podrá decir que el capitalismo es así en todas partes.

Pero no lo es. Los bancos públicos no reparten créditos sin las garantías debidas. Los gerentes que hicieran ese reparto saben que no solo eventualmente perderán su puesto sino que podrán terminar en la Justicia. Los políticos no están comprometidos en esas maniobras. El actual funcionario del Banco Nación, Claudio Lozano, afirmó que Vicentin recibió un trato privilegiado, y superó todos los límites de endeudamiento. Si Vicentin es un caso testigo, ¿habrá llegado el momento de cambiar las cosas?

Investigar la trama del delito. Estado y empresarios firmaron una alianza que les resulta provechosa a los que pueden ser aceptados en ella como participantes de los beneficios, si antes han colaborado en la estafa.

Imagino la indignación de un empresario que necesita créditos y, para conseguirlos, sube una cuesta empinada si no tiene los contactos, los amigos, la capacidad de suspender juicios morales, el temple para dialogar con delincuentes. Seis meses antes de entrar en cesación de pagos, según informa la agencia Télam, el Banco Nación le prestó a Vicentin 6 millones de dólares. Cualquier suspicaz se preguntará la razón que llevó a González Fraga a autorizarlo.

La responsabilidad es tanto de los que manejaron Vicentin, como de los directivos del Banco Nación

La trama debe ser investigada. ¿Qué tenía, prometía o repartía Vicentin para lograr esos préstamos diarios? Afirmar que se realizaban para que siguiera pagando 4 mil salarios despierta todas las sospechas sobre el modo en que el argumento salarial es usado en beneficio de los empleadores. Hay depositadas decenas de miles de salarios no en el bolsillo de los trabajadores, sino en los paraísos fiscales. Estados Unidos ya comenzó una investigación. Un juez de Nueva York, en respuesta a la solicitud de los acreedores bancarios de Vicentin, examinará el destino de las transferencias de fondos realizadas por la empresa en los últimos tres años. Son varios cientos de millones de dólares que descansan en paraísos fiscales. Que dios ilumine al juez, porque es difícil que esas cosas podamos llegar a saberlas por el accionar de los magistrados argentinos.

La ausencia de responsabilidad moral es el límite que han traspasado estos manejos corruptos del capitalismo. Un caso como el de Vicentin obliga a juzgar duramente la ética pública de los sujetos intervinientes y de quienes sabían y callaron. Como dice el sentido común: la fiesta de Vicentin la pagamos todos.  

Hasta que no se destruya la trama corrupta del capitalismo local, como se destruyó la de las Juntas Militares, no habrá Nunca Más de la corrupción. Alguien tiene que ir preso.

El fiscal Pollicita ha pedido hace meses que se investigue a González Fraga. Los ingenuos suponían que su seriedad y sus modales distinguidos no podían sino trasmitir virtudes patricias. Se equivocaron.





Los enojos del Presidente… @dealgunamanera...

Los enojos del Presidente…

María Eugenia Vidal. Dibujo: Pablo Temes

La cuarentena ya golpea la popularidad de Fernández y el caso Vicentin muestra que el ‘volvimos mejores” es mentira.


© Escrito por Nelson Castro el sábado 20/06/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


Los necios dan rienda suelta a su enojo, pero los sabios calladamente lo controlan”, es uno de los proverbios del Eclesiastés. Sería muy conveniente que el Presidente lo tuviera en cuenta. Sus enojos comienzan a ser una norma ante lo que lo disgusta: los runners, los comerciantes que en su necesidad de supervivencia desesperan por abrir sus negocios, la gente que necesita trabajar o ir a una consulta médica, o las preguntas de los periodistas que dejan expuestas la falta de fundamento de sus decisiones o su necesidad de una mejor lectura de la Constitución –algo increíble en un profesor de Derecho– como muy bien se lo hizo notar Cristina Pérez.   

La cuarentena, que supo darle al Gobierno altísimos niveles de aprobación, se ha transformado hoy en día en un galimatías que, a la manera de un boomerang, ha convertido ese apoyo en un hecho lejano. A esto contribuyen varias cosas demostrativas de una evidente planificación ausente o fallida que se verifica día tras día. Uno de los motivos para imponer la cuarentena temprana fue aprovechar el tiempo a fin de preparar al sistema  salud adecuadamente para hacer frente a la mayor cantidad de casos que se esperaba para esta época. Por eso sorprende escuchar que el Ministerio de Salud bonaerense hable de un posible colapso del sistema.

¿Qué pasó?

Uno de los problemas es que Axel Kicillof está en estado de pánico. Esa es una dificultad importante.   

Otro problema serio es el de las terapias intensivas. El inconveniente es doble porque no es solo la cantidad de camas sino también la disponibilidad de personal especializado –médicos, enfermeros y kinesiólogos intensivistas– y los cuidados que se les proveen.

Enfrentar esta previsible circunstancia –que no se habría solucionado con la ideológica idea de los médicos cubanos– demanda planificación.   

Un caso desgarrador ha sido el del fallecimiento del jefe de Terapia Intensiva del Hospital Julio Perrando de Chaco, Miguel Duret, quien contrajo el Covid-19 como consecuencia de haber tenido que intubar a un paciente que padecía la enfermedad provocada por el virus, sin poder contar con la protección adecuada. Curiosa –y lamentablemente– no se lo ha escuchado al Presidente esbozar ni siquiera una crítica al gobernador Jorge Capitanich por las penosas y peligrosas condiciones en las que los médicos y el equipo de salud deben trabajar en ese nosocomio.

Recuérdese que, ante la queja de una médica a causa de esas carencias, la directora del hospital, Nancy Trejo, amenazó con sancionarla. Tampoco se lo escuchó a Fernández alzar la voz contra ese apriete. En su carta, los médicos residentes del Perrando fueron lapidarios: “‘No usan los elementos de protección personal’”. Podrido de escuchar y leer eso. Más que nadie sabemos lo que tenemos que usar o no. No es el primer microorganismo contagioso que se nos cruza.

Desde el primer día, nosotros sí, estamos leyendo sobre protección personal, y lo que debemos hacer y no hacer… Colocar un tubo en tórax a un paciente Covid-19 que se está muriendo, con un barbijo de tela vegetal y uno quirúrgico encima, no es por elección señores. ‘No usan los elementos de protección personal’. Basta. No hay”. ¡Lapidario! El peronismo gobierna Chaco hace 17 años.


Los casos de los políticos contagiados –Martín Insaurralde y María Eugenia Vidal, entre otros– hablan de irresponsabilidad. Insaurralde es un paciente de riesgo considerable: padeció un tumor de testículo, es asmático y sufre de insuficiencia renal. Su delicado cuadro clínico –fiebre que no cedía y trastornos de la función respiratoria– obligó a darle plasma de convalecientes para proporcionarle los anticuerpos necesarios para combatir al virus. No se entiende cómo, con sus antecedentes, no observó una conducta más prudente por él, su familia y quienes trabajan con él. Igualmente imprudente fue Vidal.

Se entiende que los dirigentes con cargos se reúnan presencialmente –guardando las distancias y usando barbijos– en una sesión de trabajo. Pero el almuerzo del que participó Vidal con Rodríguez Larreta, Lousteau y Monzó fue una típica mesa de rosca política. ¿Cómo pedirle después al que no puede ir a trabajar que no se indigne?

El caso Vicentin.

A medida que el caso Vicentin se complejiza, su volumen político crece. Ahora que se conoce mejor su trama, la figura del Presidente se va desdibujando. No es novedad que fue un proyecto de la vicepresidenta. Se sabe ahora que AF no estuvo muy convencido de la conveniencia de avanzar con la medida. Si no estaba seguro, ¿por qué lo hizo? ¿No se animó a contradecir a CFK? ¿Le teme?

La reacción contraria que desde el primer momento generó esta iniciativa fue de alto impacto. Las manifestaciones de protesta de los habitantes de Avellaneda y Reconquista, donde la empresa tiene su sede, fueron el puntapié inicial. La postura firme de los empresarios cordobeses exigiendo a los cuatro diputados que responden al gobernador Juan Schiaretti a votar en contra de la expropiación, más la posición contraria y categórica de Roberto Lavagna, auguraban el fracaso del proyecto en la Cámara baja.

Era otra 125 en potencia. En un reportaje con el periodista Roberto Navarro, advirtió que la solución pasaba por la propuesta del gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, o por la expropiación. Se sabe que el kirchnerismo no se ha dado por vencido: “El objetivo principal es entrar en Vicentin, más allá de que no se pueda expropiarla”, es el textual que se escucha entre su filas. ¿Qué hará AF?

Promesas incumplidas. Éramos pocos y apareció Carlos Zannini. Zannini se desempeña como procurador general del Tesoro. Como ya se dijo aquí, la suya ha sido una de las peores designaciones que hizo Alberto Fernández.

El procurador del Tesoro es el abogado del Estado; es decir, el que debe velar por el cuidado de sus intereses. Siendo esa su función, no se entiende cómo ha expresado una opinión favorable a que con los dineros públicos se le pague una pensión vitalicia a Amado Boudou, condenado en primera y segunda instancia por el caso Ciccone no solo a la cárcel, sino también a una inhabilitación de por vida para ocupar cargos públicos.

La resolución de Zannini es una más en la búsqueda de impunidad, objetivo claro del kirchnerismo en el poder. Esta decisión del procurador del Tesoro demuestra que, cuando el Presidente dijo que volvían para ser mejores, mintió.