Mostrando las entradas con la etiqueta Nelson Castro. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Nelson Castro. Mostrar todas las entradas

domingo, 31 de marzo de 2024

No sólo Pragmatismo. Desprolijidad libertaria... @delgunamaneraok...

Desprolijidad libertaria...

Espíritu maligno. Dibujo: Pablo Temes

Todavía hay sectores del Gobierno que no hacen pie y se manejan a los tumbos. Tal vez llegó la hora de poner orden.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 30/03/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Javier Milei se siente cómodo con el conflicto. Esto no es novedad, sino un recordatorio para los que alberguen alguna esperanza de cambio en sus actitudes. Nada de eso ocurrirá. Por eso, el Presidente se propone generarlos casi a diario. Está en la esencia de su personalidad que constituye, además, un rasgo central en la construcción de su estrategia política. Los innecesarios incidentes diplomáticos con Colombia y México no son ni un descuido ni una casualidad.

Responden al objetivo de ubicarse en el centro de la escena internacional para transformarse en protagonista del desarrollo de una visión geopolítica, destinada a enfrentar a los gobiernos de izquierda –Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Venezuela, Nicaragua, Cuba– que hay en la región. Estos dos elementos –la personalidad de Milei y la inédita situación que se vive en la Argentina de ser gobernada por un outsider de la política– está llamando la atención del mundo. La agenda internacional de los próximos meses lo demuestra. Giorgia Meloni lo tiene como invitado especial para participar de la Cumbre del G7 que se desarrollará en Roma. Previamente asistirá a una reunión del Festival Viva 24, invitado por Santiago Abascal, el líder del Partido Vox de España que comparte las mismas ideas que La Libertad Avanza. A eso se le agrega un viaje a los Estados Unidos para recibir una distinción como “Embajador Internacional de la Luz” por parte de la comunidad judía ortodoxa Jabad Lubavitch, otro viaje a España para recibir el Premio Juan de Mariana junto a Mario Vargas Llosa y Hernán Huerta de Soto, y una eventual continuación hacia Alemania para entrevistarse con el canciller Olaf Scholz y un posterior desplazamiento a Ucrania para encontrarse en Kiev con Volodímir Zelenski.

La confrontación permanente busca sacar centralidad mediática al tema diario del ciudadano: la economía.

La situación más incómoda la está viviendo por estas horas la canciller Diana Mondino, quien está tratando de bajarle los decibeles a la tensa situación que generada con el presidente de Colombia, Guillermo Petro. No parece que vaya a ser una tarea simple. Hay que decir que Mondino ya está acostumbrada a estas situaciones. Como se recordará debió hacer malabares para arreglar el zafarrancho creado por Milei con los gobiernos de Luiz Inácio ‘Lula” Da Silva y Xi Jinping, a quienes había descalificado durante el debate que mantuvo mano a mano con Sergio Massa en la previa de la segunda vuelta. Lo mismo le había ocurrido con el propio papa Francisco, a quien Milei había calificado como “representante del maligno en la Tierra”, para luego pedirle disculpas.

Nadie crea que el primer mandatario está preocupado por estas situaciones. Muy por el contrario. Se siente absolutamente satisfecho con los resultados y se podría decir que hasta le divierte. He ahí un problema.

Dicho esto, lo que hay que señalar es que esta estrategia de la confrontación permanente –que en el pasado usaron tanto Néstor Kirchner como Cristina Fernández de Kirchner– busca también quitarle centralidad política y mediática al tema principal de la conversación diaria del ciudadano: la economía. La situación es dificilísima para una parte creciente de la sociedad. La disociación entre lo que muestran las cifras de la macroeconomía y lo que experimenta la gente de a pie es enorme. La caída del consumo no para, como tampoco para la caída del nivel de actividad económica.

En el Gobierno siguen apostando todo a la aprobación de la ley “Bases” –en su nueva versión– y al nuevo paquete fiscal.

La semana próxima se reactivarán las conversaciones para avanzar con ambos puntos que son, a su vez, los dos componentes del “preacuerdo” para acceder a la firma del Pacto de Mayo que impulsa Javier Milei. El camino para la aprobación de la ley “Bases” se encuentra más allanado superado –a medias– el capítulo de las jubilaciones. Es necesario volver a repetir que la deuda con los adultos mayores está muy lejos de saldarse. Nadie puede creer que un jubilado que cobra la mínima logre cubrir sus necesidades básicas con algo más de $ 240 mil con bono incluido.

Ahora, la lupa está puesta en el capítulo fiscal incluido en el proyecto de “Ley de Medidas Fiscales Paliativas y Relevantes”, allí pesará la decisión de los gobernadores que bajarán línea directa a sus legisladores en el Congreso de la Nación. El próximo jueves el Gobierno se reunirá con los diez gobernadores de Juntos por el Cambio. Es necesario comenzar por los más cercanos, para mostrar resultados a la hora de sentarse a negociar con los duros. Entre los puntos de conflicto, está la decisión del oficialismo de terminar con los giros que la Anses le envía a trece Cajas de Jubilaciones provinciales y la reposición de la cuarta categoría del impuesto a los ingresos –ex impuesto a las Ganancias.

De león a jamón del medio

Hablando de la Anses, otra vez hay frentes de tormenta en puerta. Luego de la salida de Osvaldo Giordano como castigo a Córdoba por la falta de apoyo de algunos de sus legisladores en la votación de la ley ómnibus, la designación de Mariano de Los Heros al frente del organismo ha generado ruidos por la falta de peso propio, dentro de LLA.

Todavía hay sectores del Gobierno donde no hacen pie y se manejan a los tumbos. La desprolijidad en el día a día, sigue siendo un problema a resolver en la administración libertaria. En la Jefatura de Gabinete que conduce Nicolás Posse –por citar otro ejemplo–se acumulan las designaciones de funcionarios que aguardan la firma del ministro coordinador. “Esto afecta personal contratado en los diferentes ministerios que, en algunos casos llevan meses sin cobrar”–reconoce una fuente del Gobierno que sabe que deben regularizar esa situación. El jefe de Gabinete debería atender esta realidad si no quiere abrir nuevos frentes internos.

La Libertad Avanza es un fenómeno sin precedentes por varios motivos. Ya se ha hablado en incontables situaciones de la falta de músculo político y la soledad con la que arribó al poder. A esto se le suma la centralidad de un Presidente extravagante que sabe bien cómo marcar la agenda y que sorprendió a más de uno con su manejo de la política a pesar de llegar por fuera de ese mundo al que desprecia. Quizás sea hora de agregar un poco de orden a las formas para no caer en el costado riesgoso del pragmatismo puro y duro que viene imponiendo con el rigor de un domador de fieras.

Un león no puede –en ningún caso– terminar siendo víctima de la ley de la selva.



  

domingo, 24 de marzo de 2024

De león a jamón del medio… @dealgunamaneraok...

De león a jamón del medio

Victoria Villarroel. Dibujo: Pablo Temes. 

El choque con Villarruel tiene una larga historia en la democracia. Todos los presidentes tuvieron malas relaciones con sus compañeros de fórmula.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 23/03/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

 

La semana comenzó para el Gobierno con una necesidad: la de hacer un control de daños. El rechazo del DNU en el Senado le causó al Presidente un profundo enojo no solo con la oposición, sino también con la vicepresidenta. Las críticas contra Victoria Villarruel devinieron en acusaciones, cuando José Luis Espert, flamante incorporación de La Libertad Avanza, dio sustento a la idea de un eventual plan de desestabilización encabezado por ella. Las conversaciones en pos de “desmentir” la tensión entre Javier Milei y su vice culminaron con la foto que compartieron el lunes durante el acto de conmemoración de los 32 años del ataque terrorista aún impune contra la Embajada de Israel. La paz así alcanzada duró poco. El estrépito producido por las declaraciones de la vicepresidenta el jueves en el programa de Jonatan Viale por TN dieron por tierra con el idilio y abrieron una caja de Pandora. No queda claro por qué Villarruel tomó la decisión de exponer tan abiertamente sus diferencias con el Presidente y de hacerlo hasta con un aire de ninguneo que fue motivo de cientos de memes y burlas en las redes sociales a las que Milei es tan adepto.

El Presidente, que se presenta a sí mismo como un león, quedó reducido a la dimensión del “jamón del medio” entre dos mujeres con ambiciones de poder: su hermana Karina y Villarruel. La vice lo trató a Milei de “pobrecito” y, además, le cuestionó las designaciones de 
Patricia Bullrich
 como ministra de Seguridad, y de Luis Petri al frente del Ministerio de Defensa, la participación de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcoterrorismo, la elección del juez federal Ariel Lijo para integrar la Corte Suprema de Justicia, la anulación de los aumentos de las dietas de los senadores, las cesantías de empleados estatales y un largo etcétera.
Los gobernadores saben que necesitan del gobierno nacional para no arriesgarse a pasar un invierno malo.    
Es notable observar cómo la mala relación entre el presidente y el vice es una constante que se repite a lo largo de la historia de nuestro país. Fue Domingo Faustino Sarmiento quien limitó la función del vice –el suyo fue Adolfo Alsina– a tocar la campanita en las sesiones del Senado. En la renacida democracia argentina, esa relación estuvo contaminada por la desconfianza y la intriga. Víctor Martínez, que fue un vicepresidente absolutamente leal, fue el blanco de sospechas y teorías conspirativas durante todo el mandato de Raúl Alfonsín. Carlos Menem, no bien pudo, se lo sacó de encima a Eduardo Duhalde y lo mandó a la gobernación de la provincia de Buenos Aires. A Carlos Ruckauf, el vice durante su segundo mandato, lo ignoró olímpicamente. Carlos “Chacho” Álvarez renunció a su cargo a los nueve meses de haber asumido, hiriendo de muerte la presidencia de Fernando de la Rúa. Néstor Kirchner le prohibió a Daniel Scioli ir a la Casa Rosada después que el entonces vicepresidente hiciera un anuncio sobre la adecuación de las tarifas de servicios públicos. Cristina Fernández de Kirchner rompió para siempre con Julio Cobos después de que este emitiera su “voto no positivo” contra la Resolución 125. Para su segundo mandato, CFK con su dedo eligió a Amado Boudou, a quien terminó fulminando cuando se descubrió el negociado con Ciccone para quedarse con la Casa de Moneda. Mauricio Macri despreció a Gabriela Michetti durante sus cuatro años de gobierno. Y no hace falta ningún esfuerzo de la memoria para recordar la pésima relación entre Alberto Fernández y CFK.  

Que existan diferencias de opinión y de propuestas entre el presidente y el vice no representa, en sí, ningún problema en tanto y en cuanto sean parte de las discusiones que normalmente se dan en la vida política en un marco de diálogo. El problema surge cuando no existe el diálogo. Eso es lo que desnudó Villarruel con sus declaraciones. Y ese es el inconveniente que complica al Gobierno tanto en sus relaciones internas como en las que algunos funcionarios intentan llevar adelante con las otras agrupaciones políticas. Esto genera un ambiente de desconfianza que es el que predomina en las conversaciones con la oposición dialoguista. El Gobierno necesita tener dos certezas. La primera es que el 
DNU
 no va a caer. Eso está en las manos de la Cámara de Diputados. Si la oposición dialoguista decide apoyarlo, el Gobierno podrá tener la certeza de que el DNU se mantendrá vigente. Más complejo es todo lo concerniente a la ley ómnibus. La aprobación de “Bases para el Punto de Partida para la Libertad de los Argentinos” será más difícil. El Senado representa un escollo muy fuerte para el oficialismo.

Atendiendo a eso es que hay que entender la sorpresiva movida gubernamental con la propuesta del juez federal Ariel Lijo para cubrir una de las dos vacantes existentes en la Corte Suprema. El juez Lijo es la pieza de negociación con los gobernadores del peronismo. En la negociación tuvieron participación activa funcionarios del entorno más estrecho del Presidente, un miembro de la Corte y senadores del peronismo entre los que, coinciden varias voces del Congreso, destacaría José Mayans, el jefe del bloque. La elección de Lijo produjo mucho malestar tanto en sectores internos de LLA –tal cual lo manifestó la vicepresidenta– como en sectores de la oposición.

La explicación que el vocero presidencial Manuel Adorni le dio al periodista Ignacio Ortelli cuando le preguntó por los motivos de la nominación del juez fue endeble. La Corte está en el centro de la atención y la preocupación del Gobierno. De sus decisiones dependerá la suerte de varias de las medidas claves que el oficialismo necesita para llevar adelante su gestión. Está claro que el organismo está llevando las cosas a la larga a la espera de que la política resuelva algunas de las controversias sobre las cuales se le pide dictamen.  

El párrafo final es para Rosario, que está en el centro de la atención del Gobierno. Más allá de las polémicas generadas por la participación de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico, lo vivido personalmente en las 48 horas que pasé en Rosario permite dar una idea de la complejidad de la situación. Estuve en los lugares en donde asesinaron a los dos taxistas –Héctor Figueroa y Diego Celentano–, al chofer de colectivo –Marcos Daloia– y al despachante de combustible –Bruno Bussanich. Como consecuencia de ello recibí una amenaza de muerte, en la que me advertían que me podría pasar lo mismo que a José Luis Cabezas. Hecha la denuncia, la policía de la provincia de Santa Fe actuó con una llamativa eficacia y detuvo al sospechoso, quien, sin muchas vueltas, confesó el delito. Luego de escuchar tal confesión, el juez lo dejó en libertad con una pena consistente en llevar adelante tareas comunitarias. ¿Alguien puede creer que así se puede combatir al narcotráfico con éxito?













domingo, 10 de marzo de 2024

Un fiscal implacable… @dealgunamaneraok...

 Un fiscal implacable


Javier Milei. Dibujo: Pablo Temes.

Así actúa la sociedad, atenta a que se cumpla todo lo prometido. La paciencia no da para mucho más.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 09/03/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 


Nicolás Posse le estrechó la mano a cada uno de los gobernadores y vicegobernadores que asistieron a la reunión del último viernes convocada por el Gobierno. Para todos ellos fue la primera vez en que tuvieron la oportunidad de conocer y escuchar la voz del jefe de Gabinete, que se sentó en la cabecera de la larga mesa por la que se distribuyeron los asistentes. 
El ministro del Interior, Guillermo Francos, se sentó a la derecha de Posse. Y a la derecha de Francos se sentó Axel Kicillof. Uno y otro habían cruzado chicanas mutuas a lo largo de la semana. Durante las cuatro horas que duró la reunión en cuestión, todo eso pareció quedar olvidado. De todas formas, no viene mal señalar la incontinencia verbal del preferido de la ex vicepresidenta Cristina Kirchner.

Hace algunos días había acusado al Gobierno de montar encuentros marketineros y soltó una frase socarrona: “Si no llegamos, arranquen nomás”. Algo similar ocurrió a lo largo de su corta historia política como ministro y gobernador. Profirió largas peroratas en contra del capitalismo, el Fondo Monetario Internacional, la deuda externa y la privatización de las empresas del Estado, y terminó siendo un gran pagador, contrariamente a lo que suponía toda su puesta en escena. El caso emblemático fue la estatización de YPF: un error suyo y de su jefa política que le costó una suma multimillonaria a la Argentina.

La número dos del FMI quedó sorprendida y preocupada con lo que vio y escuchó

A la reunión con los gobernadores la precedieron dos encuentros igualmente importantes que tuvo a Francos en la Casa Rosada. El primero fue el jueves con Cristian Ritondo y Rodrigo De Loredo. Ritondo es el jefe del bloque del PRO y De Loredo, el de la UCR. El viernes por la mañana, el invitado fue Miguel Ángel Pichetto, jefe del bloque de Hacemos Coalición Federal. Con todos ellos, Francos testeó las reales posibilidades de aprobación del proyecto de ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos. De los tres obtuvo respuestas similares: una delegación de poderes podría ser aceptada y aprobada con los votos de los sectores dialoguistas. En cambio, la restitución del impuesto a las ganancias y la nueva fórmula del cálculo de las jubilaciones, no.

El comienzo fue bueno. En la reunión con los gobernadores el clima fue cordial, aun cuando no faltaron momentos de intensidad en la discusión entre las partes. Uno de los mandatarios provinciales dijo una frase que resonó fuerte en ese ámbito austero en el que lo único que se sirvió fue agua: “Hay que salir de las redes sociales y buscar dialogar”. Hasta aquí, es una recomendación que el Presidente no ha aceptado. ¿Cambiará?

El Gobierno necesita que se apruebe la ley ómnibus cuanto antes. Si no lo logra, las cosas se le van a hacer muy cuesta arriba. Y para obtener los apoyos suficientes en el Congreso necesita negociar. Es algo que surge de la realidad y sobre lo que se le insiste al ministro de Economía, Luis Caputo, cuando participa de foros económicos internacionales o cuando se encuentra con Gita Gopinath, la subdirectora gerenta del Fondo Monetario Internacional, de estrecha cercanía y máxima confianza del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden. Una ley basada en el consenso es mucho más fuerte que una normativa arrancada entre gallos y medianoches.

Se abrió una puerta

Hubo alguna expectativa acerca de la posible presencia de Milei en la reunión de los gobernadores. Era la foto que los grupos empresariales hubieran deseado. Cuando hablan con potenciales inversores extranjeros que muestran interés por desarrollar negocios en nuestro país, el tema de la ausencia del diálogo surge de inmediato. Es un asunto que los inquieta. Nadie quiere invertir dinero en un país que siempre has estado lejos de ser normal. Otra preocupación, tanto de los hombres de negocios como del oficialismo, es obtener el visto bueno del GAFI.

El Grupo de Acción Financiera Internacional ya se encuentra en nuestro país capacitando al Estado para la evaluación de los estándares de calidad en la lucha contra el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo. Un resultado negativo dejaría nuevamente al país en la lista gris del organismo, lo que impactaría de manera negativa a la hora de hacer negocios con el resto del mundo y, si fuera necesario, obtener financiamiento externo.

Sin embargo, los problemas domésticos vuelven a colocarse por encima de los intereses soberanos. Argentina necesita imperiosamente modificar la Ley de Prevención de Lavado de Activos. Es una exigencia del propio GAFI. Aunque parezca mentira, el proyecto de ley, que ya tiene media sanción de la Cámara baja y un dictamen de comisión favorable en el Senado, aún no ha podido ser tratado en la Cámara alta. ¿Los motivos? Peleas internas en la distribución y reparto de comisiones y la mano de algunos gobernadores para que sus senadores no voten el proyecto como forma de presionar al Ejecutivo en la pelea por la coparticipación, entre otras cuestiones insólitas. El plazo máximo para renovar la ley de Plaft es el 26 de marzo, sin esa ley el Gobierno deberá recurrir a un DNU para satisfacer las exigencias del organismo internacional. El problema es que gran parte del contenido de la ley –como por ejemplo la modificación de los tipos penales– no puede salir por decreto. El país vuelve a quedar preso de los dirigentes que no saben ordenar sus prioridades o, peor aún, lo saben y optan por no soltar sus privilegios.

Hablando de privilegios y de falta de visión de la realidad, ha resultado inentendible el aumento que fue otorgado a diputados y senadores a partir del acuerdo paritario firmado con los gremios de los empleados legislativos y que significó un aumento del 30% en sus dietas. Más “casta” no se consigue. Martín Menem en la Cámara baja y Victoria Villarruel en la alta no tuvieron el sentido común necesario para frenarlo y obligaron al Presidente a pedírselo públicamente. Javier Milei estaba furioso.

No se pueden cometer errores de tamaño semejante mientras el ajuste devora los bolsillos de trabajadores que no llegan a fin de mes. Por la naturaleza del ajuste que se ha autoimpuesto para ordenar el desastre fiscal –en buena hora– el Gobierno está obligado a no volver a cometer este tipo de errores no forzados. Hay demasiada sensibilidad en la sociedad toda, que actúa como un fiscal implacable, verificando que se cumpla con lo que le han prometido. La paciencia no da para mucho más.



   

domingo, 3 de marzo de 2024

Se abrió una puerta… @dealgunamaneraok...

Se abrió una puerta…

Una sesión ordinaria, bien ordinaria. Javier Milei. Dibujo: Pablo Temes.

Un presidente hasta ahora intransigente se mostró dispuesto al diálogo. Descolocó a más de un político.     

©
Escrito por Nelson Castro el sábado 02/03/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.



El discurso de Javier Milei tuvo tres ejes esenciales: el primero consistió en una reseña de la situación que heredó, que incluyó en la enumeración algunos de los casos de corrupción y malversación de fondos públicos que se descubrieron y se corrigieron; en el segundo se explayó sobre las medidas económicas adoptadas en los primeros 80 días de gobierno; y el tercero, la propuesta del Pacto de Mayo con los gobernadores y legisladores. 

Fue un discurso que pudo ser entendido por todos y que llegó a la gente. Claramente, la primera parte fue la más fuerte desde el punto de vista de lo que representa. Hay en desarrollo un nuevo escenario social –que el Presidente comprende muy bien– y que tiene que ver con los privilegios de la dirigencia política, sindical y social. En eso, da en el blanco porque describe un sistema que les ha permitido a prácticamente todos –alguna excepción siempre hay– beneficiarse a través del uso de los dineros públicos. El uso de los pasajes de Aerolíneas Argentinas asignados a legisladores, gobernadores y otros funcionarios para sumar millas y lograr tickets gratis para viajar por el país y el mundo ejemplifica muy bien esta situación escandalosa propia de lo que el Presidente llama la casta. Los nombres concretos que dio potenciaron su discurso. 

No se quedó solo en el peronismo y sus aliados –Cristina Fernández de Kirchner, Sergio Massa, Pablo Moyano, 
Juan Grabois, Máximo Kirchner y Roberto Baradel–, sino que se extendió hasta Gerardo Morales por el repudiable caso de persecución judicial abusiva a quienes osaron retuitear un mensaje que lo molestó. El silencio de la UCR en cualquiera de sus variantes es vergonzoso.

Sin margen de error


Se había fogoneado la idea de un discurso cargado de insultos y furia incontenible. Afortunadamente, nada de eso ocurrió. La exposición fue fuerte y directa. El tono, en cambio, fue agresivo. Es el tono de Milei. Es curioso escuchar la queja de muchos peronistas acerca de esto. 

Olvidan que 
CFK era –es– igual. Si revieran varios de los discursos de inauguración de las sesiones del Congreso que pronunció “la condenada”, observarían que ella hacía lo mismo y le agregaba un tono de maestra ciruela con el que pretendía erigirse en dueña de la verdad. 

Lo más débil del discurso tuvo que ver con las medidas destinadas a paliar la dificilísima situación por la que están atravesando vastos sectores de la sociedad. 

Lo único que hizo el Presidente al respecto fue reconocer esa dificultad y augurar que aún faltan más penurias por venir antes de llegar a la prometida mejoría con la cual se ilusionan él y sus seguidores. Pidió paciencia y se jactó –una vez más– de su legitimidad de origen. Ese caudal de votos en el cual se apoya para hacer equilibrio ante la falta de tropa propia en la arena política. En verdad, nadie debería haberse sorprendido por esa falta de anuncios. No hubo anuncios porque el Gobierno no tiene un menú diferente del que está ofreciendo. La sinceridad es algo que hay que reconocerle. Hasta aquí, la mentira no ha sido parte de la esencia de su gestión. Milei asoma como un hombre honesto, y eso es parte de su capital. 

El así llamado Pacto de Mayo, que en su texto escrito con caligrafía reminiscente de 1810 exhibía una falta de ortografía –en la propuesta 5 se lee “la rediscución” en vez de “rediscusión”, que es lo correcto–, Milei busca reflotar la ley ómnibus que, entre sus puntos, incluye los superpoderes del Presidente. El anuncio de esta iniciativa permitió entender el mensaje críptico que por la mañana el jefe de Estado había lanzado a las redes con la alusión al pasaje del Éxodo 34:1 – 25, “Y Dios dijo a Moisés: alisate dos tablas de piedras como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste”. La elección de la ciudad de Córdoba para la firma del pacto no es casual ni se debe a que Connan, el mítico can del Presidente es de Córdoba, sino a que allí es donde obtuvo el mayor porcentaje de votos de su aplastante victoria electoral de noviembre pasado. La iniciativa pone como condición la aprobación de la ley ómnibus, pero, en simultáneo, abre una negociación en busca de acuerdos que encabezarán el jefe de Gabinete, Nicolás Posse; el ministro del Interior, Guillermo Francos; y el ministro de Economía, Luis Caputo.  

El club de la pelea


Esto marca una diferencia de lo que vino ocurriendo hasta ahora en donde nadie sabía a ciencia cierta quiénes eran los negociadores oficiales del Gobierno. Esto permitirá darle a la negociación otrovolumen político. Está claro también que esta apertura a la negociación es producto de una estrategia. Milei tensó la cuerda hasta el máximo con el caso Chubut para abrir esta instancia que comunicó el viernes. Como ya se ha dicho en esta columna, el primer mandatario suele pisar el freno centímetros antes de estrellarse contra la pared. 


La situación actual ha cambiado drásticamente. Ya no se trata de un presidente inflexible, sino de un hombre que, con habilidad, abrió una puerta al diálogo y colocó y descolocó a más de un gobernador. Será difícil para los mandatarios provinciales rechazar esa oferta. Una actitud semejante tendría un costo político muy alto. 

La jugada del 
Gobierno tiene sustento para llegar a buen puerto. Hubo alivio en gran parte del arco político de las provincias y también en los empresarios, que veían con preocupación la intransigencia inicial. “Milei abrió la única puerta que le permitirá avanzar con un plan de gobierno sostenible. Y comprometió a toda la clase política para la realización de esa tarea en este país donde la economía depende siempre de los vaivenes políticos, este nuevo escenario podría traer algo de tranquilidad”, reflexionó un hombre de negocios.

La duda sigue siendo el cuadro que pintará la realidad social. La paciencia de la gente no depende de su buena voluntad. Se trata directamente de las penurias que la clase media y media baja y los más necesitados pueden soportar. Alguien en el Gobierno debería advertirle al Presidente la necesidad de sostener y promover medidas paliativas que le permitan llegar con algo de aire a la tierra prometida. De lo contrario, el camino se tornará peligroso y utópico.
Las cosas no están como para poner al país a caminar por la cornisa.



domingo, 25 de febrero de 2024

Sin margen de error... @dealgunamaneraok...

Sin margen de error...

¡Tic, Tac, Tic, Tac! Javier Milei. Dibujo: Pablo Temes

El Presidente está acostumbrado a frenar antes del precipicio. Pero hoy no hay espacio para equivocarse. 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 23/02/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.   


La presencia en Buenos Aires de la 
subgerenta del Fondo Monetario Internacional, Gita Gopinath, y del secretario de Estado de los Estados Unidos, Anthony Blinkenes una demostración del creciente interés internacional que genera Javier Milei. Para consolidar esa tendencia, hay que agregar la visita de un grupo de importantes inversores de primer nivel mundial ansiosos por ver en el terreno cómo funciona esta experiencia nunca vista en la historia de la Argentina y el tratamiento que recibe el Presidente cada vez que se desplaza al exterior. En algunos casos, como si fuera un rockstar, a lo que coadyuva su exuberante personalidad.

Gita Gopinath quedó efectivamente sorprendida y, a la vez, preocupada con lo que vio y escuchó. También habló haciendo hincapié en la necesidad de ampliar la base política del Gobierno para darle una sustentabilidad que hoy no tiene. Pidió prestar especial atención a la situación social, sobre la que se expresaron los diversos interlocutores con los cuales conversó en su breve estadía porteña entre los que se destacan algunos hombres fuertes del sindicalismo como Gerardo Martínez, líder de la Uocra. No fue el único que le hizo saber que los modales del Presidente no lo llevarían a buen puerto y que están siendo muy pacientes con el primer mandatario. La funcionaria del Fondo –por las dudas– también resaltó la inquietud creciente en Washington con la 
cercanía entre Milei y Donald Trump. Al paso que van las cosas, la elección presidencial de los Estados Unidos se va a dirimir entre Joe Biden y Trump. Algo similar le sucedió a Anthony Blinken. El secretario de Estado apoyó en un todo los postulados de La Libertad Avanza. Todos concuerdan con los objetivos del Gobierno. La duda se las genera cuán tolerable será el brutal ajuste que está en ejecución cuyos efectos recaen directamente sobre la población. El ajuste más grande está recayendo sobre la clase media y la clase baja. Por eso los índices de pobreza han experimentado un notable aumento. Las cifras que dio a conocer el estudio de la UCA –al que el Presidente tildó de “dibujo”– lo muestran con sobrada elocuencia. Para el Observatorio de la Deuda Social de esa casa de estudios, en enero la pobreza habría alcanzado su mayor valor en 20 años: 57%.
Por supuesto que no hace falta recurrir a ese estudio para comprobarlo: con caminar por la calle se lo ve.   

La número dos del FMI quedó sorprendida y preocupada con lo que vio y escuchó.

Milei es absolutamente consciente de que la gobernabilidad se la va a dar la marcha de la economía. Lo asiste la razón. Se equivoca cuando piensa que, mientras la economía no encuentre el camino de la prosperidad, hay que hacer show. El paro de trenes que afectó a los trabajadores que más necesitan el servicio pudo haber sido evitado fácilmente. Con haber dictado la conciliación obligatoria hubiese sido suficiente para frenar la medida de La Fraternidad y evitarle a más de un millón de personas la penuria de ir y volver de sus trabajos en condiciones desfavorables. Ello no hubiese implicado ninguna convalidación de la dirigencia sindical cuya mala imagen ya es contundente. 

Otra muestra de la impostada batalla que libra el mandatario es la pelea sin cuartel con los gobernadores por los fondos coparticipables. Los mandatarios de la Patagonia apoyaron el anuncio del gobernador de Chubut, Ignacio Torres, quien amenazó con cortar el envío de petróleo y gas desde su provincia si la Nación no le envía $ 13.500 millones de coparticipación. Ante semejante situación en lugar de apostar al diálogo y generar consensos, el Gobierno se ocupó de apagar el fuego con un bidón de 20 litros de nafta. La cuenta de la red social X  “Oficina del Presidente” mencionó que los $ 13.500 millones descontados que Chubut reclama “corresponden a una deuda que mantiene la provincia con el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial” y que “por normas de emisión de dicha deuda, su cobro se realiza por descuento directo de la Coparticipación”. Hasta ahí la justificación técnica; pero el tono sobrador, canchero y patotero del resto del comunicado no hace más que dinamitar cualquier opción posible de diálogo. Este fulbito para la tribuna tiene su explicación en dos direcciones. Por un lado, busca marcar una senda de “escarmiento” que sea visible para el resto de los jefes provinciales. Por el otro, envía un mensaje a los mercados haciendo alarde de su política de cuidado y custodia de los fondos. Cualquiera sea su intención, el Gobierno se embarcó en un camino de ida cuyo efecto es de muy corto plazo. Se puede presionar a algunos por algún tiempo. Pero no se puede asfixiar a todos todo el tiempo.

La dinámica de la realidad jaquea  al nuevo organigrama de reducción de ministerios.

El día a día tampoco le está resultando fácil al oficialismo. La propia dinámica de la realidad, casi pone en jaque al nuevo organigrama de reducción de ministerios. La ministra de Capital Humano Sandra Pettovello no la está pasando bien. En una misma semana su megacartera debió afrontar conflictos muy complejos, entre reclamos docentes al borde del inicio de clases y marchas piqueteras en diversos puntos del país. Existieron fuertes roces con el Ministro de Economía, Luis Caputo. El propio Javier Milei había dicho públicamente que la única autorizada para usar la billetera era su amiga y titular del área de Capital Humano. Pero el hombre fuerte de las finanzas se ha convertido en el custodio de los números oficiales y ha empezado a cosechar críticas por lo bajo: “Toto hace su juego. Está ordenando el descalabro general, pero también aprovecha para sacar algunas ventajas en la consideración política. Molesta un poco, pero es natural”.

El otro receptor de críticas feroces a poco más de dos meses de gobierno es “el arquitecto de LLA”, Santiago Caputo. El ala moderada empieza a preocuparse por la ascendencia que tiene en el Presidente. “Lo potencia en el mal sentido, Javier necesita serenarse y pensar en frío y este chico no ayuda” –se quejan entre dientes.

El Presidente es el único responsable de sus ideas, sus formas y su temperamento. Es un hombre acostumbrado a levantar el pie del acelerador a pocos metros del precipicio, pero debe saber que la Argentina no está en condiciones de resistir nuevos errores de cálculo.