sábado, 13 de septiembre de 2014

El CUIT ... De Alguna Manera...


Corte Suprema: Es inconstitucional quitarle la CUIT a los contribuyente...


Trayendo un poco más de lógica a la relación entre el fisco y los contribuyentes en la Argentina, la Corte Suprema de la Nación dejó firme un fallo que declaró inconstitucional la resolución de la AFIP que habilita al organismo para dar de baja de oficio el número de inscripción, ante determinados incumplimientos, o la posible comisión de incumplimientos.

En el fallo FDM Management SRL, la Sala IV de la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal había declarado la inconstitucionalidad de la RG 3358/12 que estableció que la AFIP tiene facultades para dar de baja de oficio una CUIT. El organismo recaudador interpuso un recurso extraordinario que fue rechazado el 20 de agosto próximo pasado por la Corte, y esto dejó firme la sentencia de segunda instancia.

La Cámara había cuestionado esta facultad y considerado que la resolución era inconstitucional porque la ley de procedimiento tributario no otorga esta potestad a la AFIP.

La AFIP invocó como fundamento para adoptar esa decisión las atribuciones que le otorga el decreto 618 del año 1997 que prevé que el Administrador Federal podrá dictar normas obligatorias en relación con la inscripción de contribuyentes.

Pero del texto expreso o literal de la norma sólo surgen “facultades para regular lo relativo a la forma y modo en que los contribuyentes y demás sujetos tributarios deben inscribirse”, dice el fallo, y agrega que “en modo alguno surge que también cuente con la potestad para cancelar o dar de baja la CUIT”.

“Una medida de este tipo significa la desaparición de la identidad tributaria del contribuyente o responsable que le impide desarrollar su labor en el marco de la legalidad, no sólo en relación con el organismo fiscal sino también con los demás sujetos que se vincule tanto en el aspecto comercial como específicamente fiscal”, añadió la sentencia.

Dice la Cámara en su fallo, que, por su gravedad, en cuanto a sus consecuencias y efectos, esa decisión no puede surgir implícitamente de las competencias que una resolución otorga a la AFIP, sino que debe surgir de una ley, porque es una restricción de derechos”.

Es, sencillamente, una sanción anómala y de claro contenido aflictivo sobre los derechos de los contribuyentes fue la lógica conclusión judicial.

Según la AFIP, los objetivos centrales de ese reglamento son, por un lado, neutralizar la eventual utilización de la inscripción como instrumento de maniobras de evasión fiscal. “La mera conveniencia de un mecanismo para conseguir un objetivo de Gobierno por más loable que éste sea en forma alguna justifica la violación de las garantías y derechos”, le respondió la Cámara y confirmó la Corte.

© Escrito por el Contador Guillermo LoCane y publicado el Martes 09/09/2014 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Se me hace cuento: El Telégrafo... De Alguna Manera...


 El telégrafo...



Desde siempre he sentido admiración por Domingo Faustino Sarmiento. Entre las muchas paradojas que acompañaron al ilustre sanjuanino, no es menor la posterior a su muerte: que para honrar al presidente que ni una vez faltó al colegio, se permita faltar a los alumnos en la efeméride.

Me entusiasmaba entonces y ahora, de Sarmiento, su acento en la educación, su iluminismo, la energía con que convertía en actos estas convicciones; la utilización del poder en función de extender el progreso y no de su usufructo en sí mismo. Y muy especialmente sus salidas imprevisibles, su osadía en las polémicas, su humor vitriólico. Todas estas condiciones configuraban un cuadro personal que lograban que, durante las clases más aburridas de mi cuarto grado, yo alzara la vista hacia el retrato de Sarmiento arriba del pizarrón, y me sintiera menos desolado, aunque Sarmiento estuviera serio como un director enojado. 

Ese cuarto grado fue la primera vez en mi vida que me prestaron un libro. Había leído ya varios: las fábulas de Esopo, Samaniego y Lafontaine; los relatos de la Biblia para niños de Joachim Prinz, editado por Sigal; la Ilíada y la Odisea para niños en la edición de Sigmar. Pero eran todos de mi propiedad. Espero no derramar sobre mi el oprobio si confieso que el libro me lo prestó mi maestra de cuarto grado. Ella nos había leído una de las anécdotas de la vida de Sarmiento de un libro encuadernado en verde, y la historia me gustó tanto que la propia maestra me ofreció prestármelo. No recuerdo quién era el autor, ni si alguna vez lo supe. 

Pero el tacto y el color de las páginas de ese libro, incluyendo su forro verde, no han desaparecido de mis ojos ni de mis manos. Yo, que perdía todo, cuidé ese libro como si fuera un miembro de mi cuerpo. Lo que no perdía, lo rompía; pero ese libro lo mantuve impoluto. Desde entonces he procurado adquirir cada uno de los libros que leo, porque me gusta leerlos mientras desayuno, y despreocuparme por si los mancho con jugo de naranja o huevo pasado por agua. De hecho, me causa cierto placer marcar así los libros, recordarme que son míos y que no debo regresárselos a nadie. Por eso me gusta tanto la propiedad privada. Pero los pago, y por eso desprecio también la piratería. En fin. Llegó el once de septiembre de aquel 1975 y tocó homenajear al padre del aula. Me correspondía, con gestos, ademanes, y en voz alta, destacar dos grandes contribuciones de Sarmiento al país: la extensión del telégrafo y la fundación del zoológico. 

En cuanto al telégrafo, lo consideraba un aporte encantador, y muy propio de Sarmiento. Todavía faltaba un lustro para que yo supiera que Gabriel García Márquez se jactaba de ser el hijo del telegrafista de Aracata; pero ya el telégrafo me parecía un avance destacable en el terreno de las comunicaciones. El zoológico, sin embargo, no me cuadraba. ¿Qué necesidad había de encerrar a los animales? Nunca he sido un hombre de mascotas; muy por el contrario. ¿Pero por qué hacerlos sufrir? Si se trataba de acercar a los niños al conocimiento de la fauna, cualquier descripción o daguerrotipo del siglo XIX hubiera bastado para informarlos, mucho más que los pobres leones apolillados en cautiverio que se parecen tanto a los de la selva como un tobogán de agua a las cataratas del Iguazú.

Por no hablar de las capacidades de reproducción de imágenes y sensaciones de los siglos XX y XXI, que podrían acercar a los chicos animales iguales en todo a los originales, excepto en su existencia real y libre. Pero mi maestra me ordenó que recitara El Zoológico, y El Telégrafo, cuando me tocara el turno, desde el medio del escenario, para toda la concurrencia. Mis fundamentadas protestas no surtieron efecto; le regresé el libro, todo leído, entero y limpio. Tampoco eso me liberó. Llegado el día del acto, en cuanto debí recitar mi parte, me limité a declamar: El telégrafo.

La maestra, desde el llano, frunció el ceño, casi tanto como lo tenía fruncido Sarmiento en su cuadro en el aula, y me hizo con la mano un gesto de que agregara el otro parlamento. Yo repetí: El telégrafo. A la maestra no le quedó más remedio que indicar que continuara mi siguiente compañero, a la derecha, que celebró el impulso al ferrocarril. Terminado el acto, cuando llegó el recreo, la maestra me castigó dejándome a solas en el aula. Una vez más, alcé mi vista en busca del cuadro y en ese caso me resultó particularmente reconfortante. Por primera vez me pareció que el sanjuanino me sonreía.

© Escrito por Marcelo Birmajery publicado el Sábado 13/09/2014 por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



Huracán, ¡Se mueve el Globo Terráqueo!... De Alguna Manera...


 ¡Se mueve el Globo terráqueo!...

 Apuzzo visitó a Huracán de Necochea y brindó una clínica para los pibes de Inferiores.

Los de Patricios se expanden por el mundo: lanzaron un proyecto para juntar a los huracanes.

No hay dudas de que Huracán es sinónimo de Parque Patricios. El barrio, la casa, hace ya más de 100 años. Sin embargo, su nombre está instalado a lo largo y a lo ancho de la República Argentina, y también en Europa (por caso, Huracán FC London). Y con ese dato a flor de piel, la Subcomisión de Relaciones Públicas e institucionales del club lanzó un programa de trabajo llamado “140 clubes, una sola identidad. Huracán”, que consiste en juntar a todos los huracanes del mundo para afianzar lazos sociales, culturales y deportivos.

Y en una de esas ramas de laburo aparece Néstor Apuzzo, por ejemplo, el coordinador de las Inferiores. El Cabezón, ya hace un tiempo, comenzó a recorrer el país en busca de visitar aquellas entidades que llevan el nombre de Huracán y de esa manera poner en acción el proyecto. ¿Cómo sería? Que los chicos de la cantera tengan prioridad en Patricios y no en otro lado. De esta manera, se les harán seguimientos a todos los pibes con la firme posibilidad de que algún día sean cracks en el Ducó.
¡Se mueve el Globo terráqueo!

© Escrito por Nicolas Migliavacca y publicado el Viernes 12/09/2014 por el Diario Deportivo Olé de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Propuestas para combatir la corrupción...... De Alguna Manera...


Propuestas para combatir la corrupción...


Una nueva animación en la que se explica la propuesta de cuatro formas de combatir la corrupción en Argentina.


¿Somos todos los argentinos corruptos? ¿Qué incentivos promueven la corrupción pública? 

¿Existen formas efectivas de combatirla en Argentina?

Son preguntas complejas, pero un nuevo video de la Fundación Libertad y Progreso (LyP) propone respuestas y soluciones en menos de 4 minutos.

También pueden leer la propuesta de LyP para una reforma de la Justicia.

La derecha también opina por aquí...

© Publicado el Lunes 1º/09/2014 por la Revista Fortuna de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.