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domingo, 6 de abril de 2025

Milei no aprendió la lección... @dealgunamanera...

Milei no aprendió la lección...

“Hay que pegarle al chancho... para que aparezca el dueño”. Dibujo: Pablo Temes.

El Presidente no comprendió la dimensión política de la derrota en el Senado de sus candidatos al máximo tribunal de Justicia. 

©Escrito por el Doctor Nelson Castro el sábado 05/04/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 

Fue la crónica de una estrepitosa derrota anunciada. No es la primera vez que algo así le sucede al Gobierno. Ya había ocurrido en marzo de 2024 con el primer proyecto de “Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos”. Evidentemente, Javier Milei no aprendió la lección. Y, lo que es peor, no comprendió la dimensión política de una derrota de la contundencia que sufrió el jueves pasado cuando, por amplia mayoría, el Senado rechazó las postulaciones a ministros de la Corte Suprema de Justicia del Dr. Ariel Lijo y del Dr. Manuel García-Mansilla. Lijo se quedará, pues, en su cargo de juez federal de la Nación a cargo del Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 4. García-Mansilla, a quien el Gobierno le pide que continúe en el cargo y “no se deje operar” (sic), hizo saber que va a consultar a los otros tres ministros de la Corte sobre qué conducta adoptar respecto de su continuidad en el cuerpo. Uno de ellos, el Dr. Ricardo Lorenzetti, ni lerdo ni perezoso ya le hizo saber su opinión. Lo hizo en la entrevista que le concedió a Eduardo Feinmann en su programa en radio Mitre.

Dijo allí que él no hubiera aceptado ser miembro del Alto Tribunal si hubiese sido nombrado por decreto. A buen entendedor, pocas palabras. García-Mansilla debería renunciar a su cargo de ministro de la Corte Suprema en comisión e irse a su casa. Recuperaría así algo de la dignidad que perdió al aceptar ser nombrado por medio de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), designación que, según él mismo expresó ante la Comisión de Acuerdos del Senado, “no hubiera aceptado”. Pero lo hizo.

Fue la primera vez desde la recuperación de la democracia –en diciembre de 1983– que los pliegos de los postulantes a miembros de la Corte propuestos por el Poder Ejecutivo son rechazados. Los números de la votación en la Cámara alta fueron contundentes: el pliego del juez Lijo obtuvo 27 votos a favor y 43 en contra, mientras que al de García- Mansilla le fue aún peor: lo votaron solo veinte senadores y lo rechazaron 51. Para ese rechazo concurrieron no solo la mayoría de los senadores kirchneristas, sino también un puñado de legisladores del PRO y la UCR. La política vernácula da para todo.

El Presidente ve conspiraciones por todos lados y cree que estas derrotas lo fortalecen. Está absolutamente equivocado. Es exactamente al revés. Todo el proceso de estas nominaciones frustradas, que comenzó en abril de 2024, les ha hecho un daño enorme tanto a él como a su gobierno. Es un daño autoinfligido y, por ende, carente de lógica.

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Lo que tampoco entendió el Presidente es que la designación por decreto de Lijo y García-Mansilla abría un cauce institucional peligrosísimo para el sistema republicano y para la independencia del Poder Judicial. Imaginemos lo catastrófico que hubiera sido que Cristina Fernández de Kirchner, en su apogeo en el poder, hubiese apelado a esta metodología de nombrar a jueces en comisión para cubrir no solo las vacantes en la Corte, sino también en el resto de los juzgados. La respuesta es muy simple: hubiera habido una colonización de la Justicia con una troupe de jueces militantes pertenecientes a ese engendro kirchnerista llamado pomposamente Justicia Legítima que habrían convertido a la Argentina en un espejo de la Venezuela chavista.

Desde ese punto de vista, el rechazo de los pliegos de García Masilla y Lijo sienta un antecedente jurídico de una gran importancia para el futuro a fin de que, en el caso de que a algún otro presidente se le ocurriera querer nombrar jueces por decreto, se lo pueda impedir. Lo increíble es que esto haya sido consecuencia del voto conjunto del PRO, la UCR y el kirchnerismo. Ver al kirchnerismo preocupado en defender los valores republicanos constituye un verdadero oxímoron político.

Tampoco Milei entendió que la designación de los dos jueces por vía de un decreto minaba el concepto de seguridad jurídica y encendía una alerta para los inversores, a los que el Gobierno está queriendo atraer y de los cuales tiene creciente necesidad. Sin esas inversiones, no hay éxito posible para este ni para cualquier gobierno futuro.

La economía sigue estando en el centro de la problemática del Gobierno y de la gente.

Las explosivas medidas arancelarias impuestas por Donald Trump han detonado la economía mundial. La guerra comercial que se ha abierto genera una incertidumbre de dimensiones mayúsculas y de consecuencias imprevisibles. Muy probablemente el mundo entero se encarecerá.

Para el gobierno argentino, estas medidas son malas noticias: el riesgo país aumentó casi 300 puntos en las últimas dos semanas y el dólar blue sigue su marcha ascendente a pesar de las ventas del Banco Central. Esto aleja la posibilidad de levantar el cepo.

Había la expectativa de que el Presidente volviera de su viaje relámpago por los Estados Unidos con dos logros: el primero, la foto con Trump; el segundo, la rebaja de aranceles a diversos productos argentinos. No obtuvo ninguno de los dos. Martín Menem salió rápidamente el viernes a desmentir el tema de la foto. Creer que una foto entre los dos mandatarios por sí sola cambia algo es una fantasía. Pero lo cierto es que el Gobierno buscó afanosamente ese cuadro. Veremos si con el correr de los días, las gestiones por la reducción de aranceles dan sus frutos o terminan siendo puro humo.

Otra ingenuidad se desprende de la creencia de que la simpatía personal que le prodigó el hombre más poderoso del mundo –y que es cierta– le dará vía libre para todo. Donald Trump enfrentará de ahora en más sus propios y mayúsculos problemas y, si bien su voluntad de ayudar a la Argentina es palpable, también es cierto que en el nuevo escenario mundial no tiene a nuestro país entre sus prioridades.

En paralelo a lo que pasa en los mercados, está lo que le pasa al bolsillo de los argentinos. Y lo que le pasa es que los productos de la canasta básica siguen aumentando. A la leche, la carne, los huevos, las verduras y las frutas, se les agrega ahora el pan y la suba en el pago de los servicios. Así las cosas, la posibilidad de que el índice de inflación perfore el piso del 2% mensual se aleja.

Ante el escenario local, varios economistas han advertido que América del Sur debe prepararse para lidiar con los coletazos de las medidas del presidente de los Estados Unidos. Lo han hecho en términos dramáticos: “De continuar por este camino, el mundo y nuestra región sufrirán consecuencias similares al colapso de la década del 30”. Más claro, agua.




domingo, 30 de marzo de 2025

La Inestabilidad en los Mercados. Inquietud e impotencia... @dealgunamanera...

La Inestabilidad en los Mercados. Inquietud e impotencia...

Última bala de plata. Dibujo: Pablo Temes

Campea en el Gobierno un aire de simplificación de la realidad que es propia de los microclimas del poder. El FMI no resolverá todo.

© Escrito por el Doctor Nelson Castro el sábado 29/03/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Hay inquietud en el Gobierno. La inestabilidad del dólar, que viene forzando al Banco Central a vender billetes para frenar el alza del “blue”, junto al aumento del riesgo- país representan un problema que, como se ha visto, llevó al ministro a intensificar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, con el fin de apurar un acuerdo que es imprescindible para apurar la salida del cepo. De ese acuerdo depende un préstamo por el que el Presidente y su ministro de Economía vienen bregando desde el comienzo mismo de la gestión.

La cronología de los hechos da una idea clara de las urgencias del oficialismo.

El jueves por la mañana, de manera imprevista, Luis Caputo comunicó intempestivamente un acuerdo –aún no firmado– sobre un entendimiento de cuya letra grande y letra pequeña aún da mucha tela para cortar. Para que no quedaran dudas que todavía existe un tramo por desandar, la vocera del FMI, Julie Kozack emitió un comunicado sobre el mediodía de ese mismo jueves en el que indicaba que todavía faltaba definir el monto del préstamo. “El volumen final del paquete financiero será determinado por nuestro Board Ejecutivo”, terminaba diciendo el documento que causó incertidumbre. Por lo tanto, hubo necesidad de conversaciones intensas para que, finalmente el viernes se hiciera saber que el acuerdo estaba cerrado.

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Todo este ir y venir dio pie a una ola de conjeturas que no hizo más que mantener viva la incertidumbre de los mercados, lo que se reflejó en la inestabilidad del precio del dólar y en los vaivenes del riesgo-país. El enojo que Javier Milei exhibió en la entrevista que les concedió a Luis Majul y a Horacio Cabak fue una consecuencia de la impotencia para dominar la inestabilidad del mercado.

Campea en el Gobierno un aire de euforia y de excesiva simplificación de la realidad que es propia de los microclimas que se generan en los ámbitos del poder. Creer, por otra parte, que con el préstamo del FMI se solucionan los graves problemas económicos del país es como creer en un cuento de hadas. Hay problemas estructurales de la economía que siguen sin solucionarse. El costo de los alimentos es uno de ellos. Es algo que castiga severamente el bolsillo de todos los argentinos, en especial, de los que menos tienen. Hay una disociación entre lo que marca el Indec y lo que le cuesta a la gente alimentarse, vestirse, viajar ida y vuelta a su trabajo –los que lo tienen– asearse y mantener su vivienda.

Durante el gobierno de Mauricio Macri, se creía que, tras cumplir el fallo del juez Thomas Griesa y saldar la deuda con los fondos buitre, todas las dificultades de la economía se solucionarían casi mágicamente. Lo cierto es que el pago se hizo en total acuerdo con ellos, y sin embargo, la situación económica no mejoró. Así, pues, dos años después, Macri debió acudir al FMI, el dólar se disparó, el riesgo-país aumentó y ese gobierno tuvo que terminar reimplantando el cepo y las retenciones a las exportaciones del campo. Las cosas, desafortunadamente, no son tan sencillas.

Hablando del expresidente, con tono de visible enojo, en su presentación ante empresarios en Córdoba le hizo a Milei una advertencia muy pertinente: más allá del acierto de las medidas económicas, el clima de incertidumbre persistirá si, desde el punto de vista de la observancia de los preceptos institucionales el Gobierno insiste con las designaciones de los jueces de la Corte por decreto, y persiste en su actitud de confrontación y desprecio hacia los que piensan diferente. En este punto la similitud con lo peor del kirchnerismo no sólo es sorprendente sino también preocupante. El vínculo entre ambos se encuentra estancado y atravesado por los sinsabores de un año electoral. Los dos coinciden en ciertos lineamientos ideológicos estructurales, pero los separan los métodos y la concepción de poder actual. 

Al líder del PRO lo desvela la necesidad de alcanzar acuerdos electorales con La Libertad Avanza
 para asegurarse una victoria contundente y definitiva frente a una parte del peronismo y a la amenaza de CFK. El ingeniero vivió en carne propia el despertar del monstruo luego de los errores cometidos por su gobierno. Le preocupa el futuro del país, pero también le preocupa la situación terminal de su partido que, hasta en el distrito que lo vio nacer, corre el riesgo de desaparecer. A Milei, por el contrario, lo impulsa la obsesión de ser él quien acabe personalmente con el kirchnerismo y, de paso, dejar a sus aliados amarillos de rodillas ante su concentración de poder. Una jugada riesgosa que demuestra que sigue yendo por todo. “El termómetro será lo que ocurra en la Ciudad de Buenos Aires, una mala elección del PRO los dejaría en inferioridad de condiciones para negociar acuerdos en las nacionales”, apuntó un allegado al Gobierno que recorre la Capital. De momento, la provincia que comanda Axel Kicillof es la única excepción para explorar acuerdos en lo inmediato. Los outsiders libertarios han demostrado tener un manejo del poder político bastante más acertado de lo que todos esperaban. Para bien o para mal. El tiempo dirá.

Mientras tanto, con el cierre de alianzas y listas ocurrido este fin de semana, la bandera de largada ya se agitó en CABA. Mauricio Macri bajó al llano y se reunió con Silvia Lospennato para ofrecerle personalmente la posibilidad de encabezar la lista a legisladores porteños ante la negativa de María Eugenia Vidal. Tuvo que ocuparse de buscar desesperadamente figuras de peso para contener el avance del mileísmo. Las malas lenguas dicen que no confía del todo en la capacidad de construcción política de su primo y que, además, está preocupado por las sorpresas que puedan aparecer en medio de una campaña sucia y sin escrúpulos. Los libertarios ya avisaron.




domingo, 23 de marzo de 2025

El ruido y la furia...

Sanguijuela protocolis bullrichense. Dibujo: Pablo Temes

La moda de generar estrépito “garpa” a una clase política que no se cansa de escandalizar, naturalizando la peor cara del Parlamento.

© Escrito por el Doctor Nelson Castro el sábado 22/03/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Semana de victorias políticas para el Gobierno. Las dos ocurrieron el miércoles en una geografía reducida de no más de diez cuadras en el barrio del Congreso. Una de ellas sucedió en el edificio legislativo, donde la Cámara de Diputados aprobó el DNU que autoriza el acuerdo que el oficialismo busca con obsesión con el Fondo Monetario Internacional. Sin ese acuerdo será imposible alcanzar la cantidad suficiente de dólares que se requieren para levantar el cepo. La otra, ocurrió con la manifestación que se movilizó en la zona de la Plaza y de la Avenida de Mayo. No hubo nada de la violencia que se había visto una semana atrás. La marcha de apoyo a los jubilados –de escuálida concurrencia y escasa en adultos mayores– transcurrió en orden y sin violencia.

La sesión de la Cámara baja fue –lisa y llanamente– un bochorno. No es la primera vez que lo que protagonizan los diputados es escandaloso. Tampoco será la última. La moda ahora parece ser generar hechos que produzcan estrépito, aunque carentes de sustancia política. En ese ranking de penosa notoriedad, el miércoles pasado “sobresalieron” los cruces entre el presidente de la Cámara, Martín Menem, con el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez, el megáfono verde de la diputada Marcela Pagano, la “finura” de la diputada Cecilia Moreau, exigiéndole al presidente de la Cámara que “no la pelotudee” (sic), la súbita muestra de “amor” del diputado Lisandro Almirón hacia el diputado Oscar Zago, con el que se había tomado a golpes de puño hace una semana, y un largo etcétera de actitudes propias de un reñidero. Es evidente que, los que vinieron a terminar con la casta, han terminado por adoptar varias de sus formas.

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Más allá de lo que pasó en el Congreso, la indefinición acerca de cuándo se firmará el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, de qué monto será el préstamo, de qué manera se desembolsará y qué dirá la letra chica generaron en la semana una turbulencia que afectó sensiblemente el mercado cambiario, hecho que obligó al Banco Central a desprenderse de reservas. Desde el viernes 14 debió vender más de mil millones de dólares. He ahí un problema, porque la falta de reservas es lo que está impidiendo el levantamiento del cepo, algo que el Gobierno necesita implementar lo antes posible. “El acuerdo se cerrará a mediados de abril”, dijo MiIei el jueves pasado a la agencia Bloomberg. Sin embargo, los conocedores de los procedimientos y los tiempos del FMI albergan muy serias dudas sobre la factibilidad de concretar ese anuncio en fechas tan tempranas.

La inestabilidad cambiaria llevó al ministro de Economía, Luis Caputo, a aparecer en el programa de Antonio Laje por A24. Fue una mala decisión. ¿Habrá sido suya o de algunos de los “cráneos” que rodean al Presidente? Lo cierto es que las imprecisiones de sus respuestas generaron más incertidumbre que certezas. Eso fue lo que evidenciaron el aumento del dólar blue y del riesgo-país. Cuando no hay nada para comunicar, es mejor no exponerse. Sentido común, más allá de la necesidad imperiosa de ganar tiempo.

Los liderazgos pasados de moda de ambos extremos del abismo están en crisis.

Un párrafo aparte merece la actitud mezquina de gran parte de la oposición dura –con el kirchnerismo a la cabeza– que buscó truncar el apoyo legislativo para el desembolso del Fondo. Permitirle a un gobierno, que lleva poco más de un año hacerse de los fondos necesarios para terminar de estabilizar la política económica, es lo menos que pueden hacer si verdaderamente quieren colaborar con el futuro del pais. Más aún cuando se trata de un gobierno que, en poco tiempo, está logrando revertir los descalabros inflacionarios, financieros y fiscales que Sergio Massa, Cristina Fernández y Alberto Fernández –en ese orden– le dejaron de herencia a todos los argentinos en forma de tormenta perfecta. Se trata de una realidad objetiva que nadie puede negar y aquí entramos en un nuevo problema que afecta a la dirigencia política y a la sociedad toda: a casi nadie le importa la verdad y la promoción de su prójimo. Cuando en el recinto del Congreso diputados y senadores elegidos para desempeñar funciones legislativas se trenzan en peleas estériles de tinte partidario para sacar rédito con acciones desmedidas de alto impacto mediático, la verdad y el bienestar de la población pasan a un segundo plano. En un año electoral esto parece ser moneda corriente aunque no debería. El problema de este tipo de politiquería propia de una verdadera casta es que, ante la incapacidad del ejercicio del respeto y el diálogo hacia un otro, la reflexión y la verdadera construcción política en pos del progreso ciudadano se esfuman. Hacia fines del año 2016 se había vuelto a poner de moda el término “posverdad”. Tanto es así que un año después la Real Academia Española incluyó el término en su diccionario: Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales. Más claro, agua. La argentina ha vuelto a atrasar diez años –en el mejor de los casos–. Para los que siguen jugando a la grieta es también un llamado de atención.

Los liderazgos pasados de moda de ambos extremos del abismo están en crisis. Teléfono para Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner, ambos exponentes de un enfrentamiento estéril que no ha sabido dejar descendencia política duradera. Javier Milei es perfectamente consciente de este escenario y se entretiene jugando con el pasado, presa de la tentación de acabar con CFK de un lado y jubilar a Mauricio Macri del otro. El PRO se sostiene como puede en la Ciudad de Buenos Aires con un Jorge Macri carente de liderazgo. Juntos por el Cambio no existe más y difícilmente pueda reeditarse. Pero el Presidente Milei y su entorno deberían saber que nunca, jamás, por ningún motivo, se puede decir lo mismo del peronismo.




24 de Marzo. ¿Importa la Verdad?... @dealgunamanera...

¿Importa la verdad?...

Massera, Videla y Agosti. La primera de las juntas militares del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional. Un feriado para recordar las lecciones que nos dejó aquel horror. Fotografía: Cedoc.

Así como Alemania sigue investigando lo que sucedió durante el nazismo, es necesario revisar los años del Proceso de Reorganización Nacional que instaló un golpe de Estado en el país, “que recurrió a una ilegal y cruel represión” dice el autor. “No fueron excesos horrendos sino crímenes de lesa humanidad”, agrega.

© Escrito por Martín Balza, ex Jefe del Ejército Argentino, Veterano de la Guerra de Malvinas y ex Embajador en Colombia y Costa Rica, el viernes 21/03/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Próximamente recordaremos una de las fechas más tristes de nuestra historia reciente: el 24 de marzo de 1976. Ese día se consumó el último golpe de Estado cívico-militar autodenominado Proceso de Reorganización Nacional (PRN), que recurrió a una ilegal y cruel represión, conducido por Juntas Militares y altos mandos de las Fuerzas Armadas (FFAA).

Invocaban combatir a la subversión terrorista ejercida por organizaciones irregulares armadas y liberarnos del comunismo que lideraba la Tercera Guerra Mundial; aunque éstas estaban seriamente debilitadas y nada impedía continuar accionando con las Fuerzas de Seguridad (Gendarmería Nacional y Prefectura Naval), Policía Federal y Policía Provinciales.

¿Es necesario revisar los años del PRN? Aprecio que sí, para evitar su repetición. “No es sorprendente, porque Alemania sigue investigando lo que ocurrió durante el nazismo. Son las fuerzas inerciales que siguen actuando. Es traumático y no hay arrepentimiento, salvo casos aislados, como el del Ejército el 25 de abril de 1995” (Rodolfo Rabanal, Los intelectuales y el país de hoy, La Nación). No puedo obviar citar medulares reflexiones de reconocidos analistas sobre lo expresado:

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“La forma militar de resolver la crisis por el PRN fue excepcional, desmesurada y horrorosa. La violencia ejercida de manera clandestina por el Estado alcanzó niveles nunca vistos en el país. Hubo una cantidad inmensa de muertes y desapariciones, campos de concentración, tortura y exterminio, saqueo de bienes y robo de niños. Lo ejecutó un Estado clandestino, que operaba de noche y aparentaba normalidad de día; además de matar, derrumbaba la fe en las instituciones y en las leyes, sistemáticamente violadas por quienes debían custodiarlas. El general Jorge Videla, presidente durante los cinco años iniciales, fue un protagonista mediocre, y sus sucesores mucho más”. (Luis A Romero, La larga crisis argentina, pág. 62 y 63).

“Una cosa es una banda de criminales terroristas y otra cosa es que el Estado se convierta en criminal. Su responsabilidad es mucho más grave (René Balestra, La Nación).

Un golpe militar al que (casi) todos apoyaron

“Esta campaña de aniquilamiento de la subversión y de intimidación de los ciudadanos pacíficos indigna a amplios sectores de la opinión pública, incluso a aquellos que no experimentan ninguna ternura con los guerrilleros. Es difícil de explicar la suspensión de los derechos fundamentales y el desencadenamiento de una violencia represiva infinitamente más cruel que la de los terroristas” (A. Rouquié, citado por Prudencio García, El drama de la autonomía militar, pág. 220).

Los procedimientos represivos respondieron a la doctrina que Francia aplicó en Argelia, y el Ejército Argentino adoptó a fines de los años cincuenta. Un oficial francés dijo: “La guerra de Argelia influyó decisivamente en mi generación. Un día, integrando una patrulla tomamos un prisionero. Aún estoy viendo a este hombre. Marchó con nosotros durante toda la noche. Compartimos el agua con él. Me sentía contento, hasta galante. Al llegar al puesto de comando, ingenuo de mí, lo entregué al oficial de inteligencia del regimiento. Aún creo oír sus gritos de bestia torturada; y yo, fuera, impotente, pero culpable. Su cuerpo desfigurado rodó por entre las inmundicias. Fue enterrado a prisa y corriendo. Por primera vez descubrí el pecado (…) Comprendí que todos éramos responsables, y sentí vergüenza” (monseñor Luis A. Castro Quiroga, Deja de correr, pág. 330).

Terrorismo de Estado y neoliberalismo, el último golpe militar en la Argentina

La escritora francesa Sandrine Lefranc aseguró “que los crímenes de Estado cometidos en Argelia aún son de actualidad” (Políticas del perdón, pág. 287).

Es inaceptable que, aún hoy, algunos sectores afirmen que: fue una guerra, hubo excesos, cumplimos órdenes del gobierno constitucional, y se nos ordenó aniquilar. La palabra guerra estaba precisamente prohibida por el PRN; se empleaba la expresión: “Lucha contra las bandas de delincuentes subversivos”.

“El objetivo básico de todo combatiente no significa el exterminio del adversario, con matanza total de los rivales y despiadada destrucción de sus pertenencias y su territorio, sino la reducción a la impotencia bélica (Diccionario militar)"

“Ningún documento liminar del PRN habla de guerra (…) Estamos ante una alternativa de hierro. O no hubo guerra y estamos ante actos de delincuencia común, o la hubo, y entonces enfrentamos a criminales de guerra” (Fiscal Julio C. Strassera, alegato en el Juicio a las Juntas Militares).

“El concepto totalmente minoritario de la guerrilla desautorizó la auto calificación de la lucha como guerra, en la que coincidían con sus adversarios, los militares” (Juan J. Sebrelli, Crítica de las ideas políticas argentinas, pág. 392).

Estamos ante una alternativa de hierro. O no hubo guerra y estamos ante actos de delincuencia común, o la hubo, y entonces enfrentamos a criminales de guerra” (Fiscal Julio C. Strassera, alegato en el Juicio a las Juntas Militares)".

En 1975, el gobierno constitucional- posteriormente depuesto por el golpe militar-, mediante los Decretos 261 y 2772, ordenó “realizar las operaciones militares que sean necesarias para neutralizar y/o aniquilar el accionar de los elementos subversivos”.

El término “aniquilar militarmente” tiene un claro alcance: quebrar la capacidad de lucha del enemigo. No reducirlo a la nada y hacerlo desaparecer. Nosotros, en Malvinas, fuimos aniquilados, pero no se cometió ningún crimen de guerra.

“El objetivo básico de todo combatiente no significa el exterminio del adversario, con matanza total de los rivales y despiadada destrucción de sus pertenencias y su territorio, sino la reducción a la impotencia bélica. El reconocido militar alemán Colmar von der Goltz dijo que no se vence al enemigo destruyéndolo totalmente, sino quitándole la esperanza de la victoria” (Cabanellas de Torre, Diccionario militar, pág. 135).

Agravia a la sociedad argentina y a la humanidad, que algunos sectores políticos, legislativos y religiosos ignoren el concepto de reconciliación y continúen invocando como “excesos horrendos” a crímenes de lesa humanidad, como: violaciones sexuales, robo de bebés, tirar desde aviones vivos o muertos prisioneros al mar, torturas y desapariciones forzadas de miles y miles de personas que solo Dios conoce.

Quienes ordenaron y consintieron fueron entre otros: los generales Videla, Viola, Galtieri, Bignoni, Díaz Bessone, Harguindeguy y el almirante Massera (Marie-Monique Robin, Escuadrones de la muerte, cap. 20,21 y 22).

El Papa Juan Pablo II, en 1979, se refirió a ello: “No podemos olvidarnos cuando nos ponemos ante Dios del drama de las personas desaparecidas. Pidamos que se acelere la anunciada definición de las posiciones de los encarcelados y se mantenga un compromiso riguroso de tutelar la observancia de las leyes, el respeto a la persona física y moral, incluso de los culpables o indicados de delitos. Roguemos para que el Señor conforte a cuantos no tienen ya la esperanza de volver a abrazar a sus seres queridos. Compartamos plenamente su dolor” (L´Osservatore Romano, 29 y 30 Oct.1979).

Borges dijo que “el mayor defecto del olvido es que a veces incluye la memoria”. Glorificar la dictadura y sus perpetradores, y distorsionar y mentir intencionalmente sobre los crímenes expresados, es negar a la sociedad el acceso a la verdad histórica y socavar su confianza en las instituciones.


domingo, 16 de marzo de 2025

La Orfandad de los Jubilados... @dealgunamanera...

La orfandad de los jubilados...

Bullrich 9 mm. Dibujo: Pablo Temes.

La defensa de los adultos mayores no puede quedar en manos de barrabravas. Pero la violencia no se responde con más violencia.

Escrito por el Doctor Nelson Castro el sábado 15/03/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


Las catástrofes naturales dejan expuestas las deficiencias de la dirigencia política de un país, una provincia o una ciudad. Esa mala calidad de la dirigencia se traduce en déficits de infraestructura y de planificación que terminan combinándose en una ecuación desastrosa y fatal. Esto es lo que ha dejado en evidencia la tragedia de Bahía Blanca que tanta destrucción y tanto dolor causó, causa y aún causará por un largo, largo tiempo.

Veamos. Según un estudio de hidrografía urbana que se publicó en la web del Conicet en 2012, la ciudad de Bahía Blanca está localizada en la cuenca inferior del arroyo Napostá y del canal Maldonado por lo que, frente a un episodio de lluvias copiosas, el agua se acumula rápidamente. Además, la geografía del terreno, en especial en aquellas zonas de baja pendiente, empeora esta situación, ya que el escurrimiento generado en áreas más altas erosiona calles sin pavimento, desplazando así sedimentos hacia zonas bajas, lo que lleva al bloqueo de los sistemas de drenaje. A esto hay que agregarle la expansión urbana carente de planificación, hecho que agrava el problema porque crea áreas impermeables y reduce los espacios naturales de absorción. Todo esto lleva a un aumento del volumen de escorrentía superficial que dificulta el correcto drenaje del agua hacia el mar.

Desde que se realizó y publicó ese informe pasaron trece años. A lo largo de esos años ejercieron la presidencia Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri, Alberto Fernández y, desde hace un año y tres meses, Javier Milei; en la Gobernación de la provincia de Buenos Aires estuvieron Daniel Scioli, María Eugenia Vidal y Axel Kicillof, quien continúa en el cargo; y los intendentes fueron Gustavo José Bevilacqua del PJ, Héctor Norberto Grey, PRO y ahora Federico Susbielles, PV. No hay registro de que alguno de los mencionados haya tenido en cuenta las advertencias de ese informe y encarado obras destinadas a corregir la situación y disminuir los efectos y los riesgos de un fenómeno como el sucedido el viernes 7 de marzo.

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A eso se le debe agregar el desamparo por parte de las autoridades que padeció –y aún padece– una gran parte de la población. La ausencia del Estado en muchas de las zonas afectadas es tristemente impactante. Javier Milei y Axel Kicillof siguieron enfrascados en su pelea. Los gestos de mancomunión fueron tan pocos y forzados que nadie los notó. “No vino ninguna autoridad por acá”, se escuchaba decir por doquier en los barrios periféricos de Bahía Blanca, en General Daniel Cerri y en Ingeniero White. Era como una letanía que se repetía con la resignación. A nadie le sorprendía. La mitigación la traían vecinos solidarios que, en muchos casos, apenas llegan a fin de mes, pero con un amor por el prójimo en desgracia conmovedor. Viendo esto está claro que una gran parte de la dirigencia política vernácula es parte del problema, y no de la solución.

La evidencia quedó a la vista en la vergonzosa batahola que se vivió dentro de la Cámara de Diputados en la sesión que se llevó a cabo el miércoles donde se buscaba tratar distintos proyectos, como el escándalo de Libra y también la emergencia que vive Bahía Blanca. A esto se le sumó la marcha de cada miércoles en la cual los jubilados reclaman un aumento en sus haberes. Esto merece un capítulo aparte. Oscar Zago y Lisandro Almirón fueron los protagonistas de una vergonzosa pelea donde hubo golpes e insultos. No fueron los únicos. Lilia Lemoine y Marcela Pagano también se agredieron dentro del recinto. Rocío Bonacci le tiró un vaso con agua a la ladera de Javier Milei. Todos compañeros y excompañeros o aliados de La Libertad Avanza. Rápido de reflejos, Martín Menem, presidente de la Cámara Baja, decidió levantar la sesión en medio de los insultos y reclamos de Máximo Kirchner. Ninguno estuvo a la altura de las circunstancias. No es que sea la primera vez que sucede un hecho de estas características, es la falta de estatura política que vuelve a poblar las bancas del Congreso de la Nación. Ningún argentino merece esta calidad deplorable en su dirigencia. Todos ellos, sabían que sesionaban en medio de un clima enrarecido por la marcha de jubilados que estaba convocada para las 17 y que prenunciaba el escándalo y los disturbios que tomaron la calle por la presencia de barrabravas de distintos clubes, organizaciones de izquierda y lo peor del sindicalismo. Aun así nadie pudo aportar un gramo de cordura.

La movida en redes sociales fue promovida por agrupaciones ligadas a los violentos del fútbol que encabezan dirigentes de La Cámpora, entre otros. No hace falta hacer mucha memoria para recordar la romantización que la propia CFK hacía de los “maravillosos muchachos de las tribunas”. Por la red social X habían confirmado su presencia “hinchas” de más de diez clubes entre ellos Boca, River, Racing, Chacarita, Deportivo Español y Chicago. Que quede claro: a ninguno le importaba los jubilados, el objetivo del encuentro no fue otro que, tras escudarse en una causa noble, volver a ganar la calle para llevarle un nuevo dolor de cabeza al gobierno libertario. Sin embargo, esto pone de manifiesto la orfandad política –salvo pocas excepciones– que padecen los adultos mayores. En los últimos 30 años ningún gobierno se interesó verdaderamente por ellos. Los jubilados merecen apoyo real e institucional con planes definidos de crecimiento de sus haberes y una revisión seria y profunda de la sustentabilidad del sistema previsional. La defensa de quienes aportaron toda su vida al país, no puede quedar en manos de barrabravas ligados a lo peor de la política a quienes –claro está– sólo les interesa utilizarlos para provecho propio.

El tendal de heridos dejó al borde de la muerte al fotógrafo y militante Pablo Grillo que se encontraba en la marcha haciendo su trabajo. Las destempladas declaraciones de la ministra Patricia Bullrich no hicieron más que echar nafta al fuego. Cualquier intento de obstrucción de la vida institucional merece una respuesta adecuada del Gobierno en defensa del orden público. Pero la violencia no se responde con más violencia. Los errores deben condenarse e investigarse. La historia argentina ha dejado muestras suficientes que la dirigencia política no debería olvidar.