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domingo, 14 de diciembre de 2025

Primer objetivo: conseguir que salga la reforma laboral… @dealgunamanera...

 Primer objetivo: conseguir que salga la reforma laboral…

Patricia Bulrich. Dibujo: Pablo Temes.

La relación con la política y los dirigentes tiene un primer desafío clave para el futuro. 

© Escrito por el Doctor Nelson Castro el domingo 14/12/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El segundo tiempo de la gestión del actual gobierno ha comenzado. Fue el miércoles pasado, 10 de diciembre. Ya, en el horizonte, despunta la primera batalla: el proyecto de ley de reforma laboral. En ese escenario aprontan sus soldados la desvaída CGT y el decadente peronismo. Esos son los adversarios de siempre a los cuales el Gobierno confía en poder doblegar. Sin embargo, con eso no alcanza, porque hay un actor que apareció en escena el viernes y produjo estrépito: la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional. La Asociación salió con los tapones de punta a criticar duramente el proyecto de ley, señalando por medio de un comunicado que, entre otras cosas, contiene artículos que tiene por objetivo la disolución del fuero laboral. Esos artículos son, en los hechos, el 90 y el 91.

El artículo 90 del proyecto señala: “Los jueces que resuelvan causas de índole laboral deberán, de forma obligatoria, adecuar sus decisiones a los precedentes establecidos por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la materia. El apartamiento infundado de los magistrados respecto de dichos criterios configurará una causal de mal desempeño en sus funciones”.

El artículo 91 habla de la “Vigencia transitoria de la Justicia Nacional del Trabajo. La Justicia Nacional del Trabajo mantendrá su vigencia hasta tanto se instrumente el acuerdo de transferencia de competencias de la Justicia Nacional del Trabajo entre la Nación y el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Una vez formalizado dicho acuerdo, se dispondrán los actos necesarios para su progresiva disolución conforme las previsiones y plazos que surjan de dichos instrumentos”.

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El Gobierno debería prestar atención a esta advertencia de los jueces, quienes marcaron que están en estado de alerta. Hay que recordar que los magistrados tienen la última palabra sobre la constitucionalidad o no de las leyes, es decir –en definitiva– de su legalidad y, por ende, de su vigencia. Recuérdese –a manera de ejemplo que, en junio de 2013, la Corte Suprema declaró inconstitucional el proyecto de ley con el que la condenada expresidenta Cristina Fernández de Kirchner quiso someter a la Justicia.

El tema judicial dará aún más tela para cortar. Un primer objetivo que no debe ser olvidado es la necesidad de completar las dos vacantes existentes en la Corte Suprema. A eso se le suma la necesidad imperiosa de cubrir las vacantes existentes en todos los fueros.

Mientras tanto, la rosca política no se detiene. La Libertad Avanza confía en que tendrá 33 votos garantizados para la primera parada legislativa en el Senado: a sus 19 senadores más el apoyo de Luis Juez, le suma los diez del radicalismo y los tres del PRO. Apuesta también por los apoyos que obtuvo en su primer tiempo de gestión: los dos misioneros, el correntino Espínola y la tucumana Ávila. Así el Gobierno tendría la media sanción asegurada en el recinto donde tiene menor peso específico.

En el oficialismo repiten una especie de consigna como un mantra: “No se tocan los derechos del laburante; se reorganizan para tener reglas claras sin abusos y con menos burocracia sindical”. En este último punto la realidad demuestra otra cosa. El Gobierno no aceleró a fondo para desarticular a la casta sindical. La cuota solidaria que hoy abonan todos los trabajadores como aporte a los sindicatos aunque no estén afiliados a ninguno seguirá vigente. Se trata de una de las fuentes de recaudación del establishment sindical más arraigada en el viejo sistema. Los libertarios también aceptaron que los gremios con personería sean los que tengan que firmar los convenios por empresa.

La pregunta es muy simple: ¿por qué una nueva etapa de “modernización laboral” mantiene semejantes privilegios? En el Gobierno se justifican enumerando los avances de la nueva ley y aseguran que el “paquete de leyes para refundar la Argentina” va mucho más allá de la pelea con los sindicatos. “Vamos a terminar con la industria del juicio y bajar los costos laborales para que tanto las pymes como las grandes empresas puedan contratar más gente sin temor a desfinanciarse” –aseguran. Es cierto, pero también es verdad que el Gobierno y las centrales obreras exageran sus posturas para darle pasto a los propios. Hay que mantener las formas.

A pesar de no haber sido golpeada en su línea de flotación, la CGT saldrá a la calle contra la reforma laboral de Javier Milei. La movilización será el 18 de diciembre hacia la Plaza de Mayo, como parte de un plan de lucha que incluirá “medidas graduales” contra el Gobierno y la idea de sumar a las dos CTA y a los movimientos sociales. El show debe continuar. En una dirigencia sindical que atrasa 30 años, todavía reina la idea de “ganar la calle” como una demostración de poder. La expectativa de la CGT es reunir unos 150 mil manifestantes en la Plaza de Mayo. Gerardo Martínez (Uocra) dijo: “Analizaremos un programa de acción.

Comienza una etapa de resistencia. Nada está descartado, esperemos que podamos constituir una masa crítica. Todo puede pasar”. La falsa épica ante todo. Como en los viejos tiempos del kirchnerismo que, dicho sea de paso, está listo para conspirar dentro y fuera del Palacio Legislativo. Las primeras voces de esa fuerza señalaron que el Consejo de Mayo –órgano consultivo que trabajó en el paquete de leyes– no es vinculante y aseguraron que “no se permitirá que el empresariado y un puñado de liberales borren de un plumazo las conquistas laborales históricas de los trabajadores”. ¿A quién le importa realmente la protección y generación de empleo? Si todo sale como anticipan la mayoría de los analistas serios, el aumento del trabajo formal debería ser un objetivo defendido por todos. Como siempre ocurre, cuesta demasiado soltar la cartera de privilegios que hicieron de la Argentina un país inviable por muchos años.



miércoles, 10 de diciembre de 2025

Día 730: Dos años de Milei y cómo los argentinos eligieron querer y creer… @dealgunamanera...

Día 730: Dos años de Milei y cómo los argentinos eligieron querer y creer…
 

Día 730: Dos años de Milei y cómo los argentinos eligieron querer y creer. Dibujo: CEDOC.

Si tuviéramos que reconocerle algo positivo a Javier Milei es que trajo la discusión del orden fiscal por fuera de los tabúes que había impuesto el kirchnerismo. Si tuviésemos que hacer una sola crítica, deberíamos decir que es el Gobierno que más allá llevó el concepto del adversario político.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el miércoles 10/12/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República.

Hace dos años, el presidente Javier Milei asumía con 36 diputados, sin ningún gobernador ni intendente. Tenía un partido en formación, minúsculo, con algunos armadores con experiencias fallidas venidos de otras fuerzas y un puñado de seguidores sin ninguna trayectoria política. Hoy tiene un crecimiento de diputados cercanos al 300% si contamos a los del PRO que deciden acompañarlo en todas las votaciones, algunos gobernadores e intendentes ya se pintaron de violeta y La Libertad Avanza es considerado el único proyecto político nacional. Esto solo en dos años. Y no fueron las fuerzas del cielo sino la de los argentinos que eligieron querer y creer, porque en cualquier otra situación similar hubiera sido inviable la gobernabilidad.

En el libro 
“Lo bueno, lo malo y lo feo, dos años de Milei”, el sociólogo Marcos Novaro reflexiona sobre este período diciendo que muchos argentinos lo tomaron como “el remedio amargo y desagradable que hay que soportar para curar una enfermedad que se arrastra desde hace demasiado tiempo, un costo que pagar”. Usa el ejemplo de “un clavo que saca otro clavo” refiriéndose al kirchnerismo sobre el que concluye no saber si los argentinos se merecen a Milei “pero sin duda el kirchnerismo se lo merece, ha hecho hasta lo inimaginable para convocarlo y hacerlo posible”.

Y sin “obnubilarse con el embalaje que muestra tanto como oculta”, estar atentos a “cómo lo feo puede convertirse en malo”. Porque “hay algo pero que una estrategia equivocada: una estrategia equivocada por malas razones porque si la estrategia falla, se corrige, pero si las razones son equivocadas, no se percibe el fallo”.

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Pero todo comenzó otro 10 de diciembre, hace cuatro años, cuando Milei asumió su banca junto a Victoria Villarruel, única compañera de bloque. Es decir, en cuatro años el bloque de LLA en el Congreso pasó de dos diputados a 95. Pasó de ser uno de los bloques más pequeños a ser la primera minoría en el Congreso.

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Al mismo tiempo, en estos dos años de Milei, según informes del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), cerraron 30 empresas por día y se perdieron 276 mil puestos de trabajo, es decir, 430 por día. Estamos hablando de empleos registrados que son más fáciles de registrar. No hay registros de la pérdida de empleos informales.

A la vez, que la inflación pasó de un promedio 65% anual en los cuatro años del gobierno de Alberto Fernández a la mitad, pero es justo decir que el último año fue 180% y descontado el propio generado en el mes de diciembre por el gobierno entrante fue alrededor del 150% a un quinto de eso, razón por la cual hay índices de pobreza que a pesar de la pérdida de empleos han demostrado mejoras.

A estos números, el experto en pobreza, el sociólogo Agustín Salvia planteó que la baja de la pobreza que muestra el Gobierno no refleja una mejora real, sino un efecto estadístico por la estabilización inflacionaria y ciertos aumentos puntuales de ingresos. Advierte que los salarios siguen por debajo de 2017, que la recuperación es “muy parcial” y que la pobreza estructural permanece igual o peor, porque justamente no hay creación de empleo ni reactivación económica.

A pesar de todo esto, Milei es por lejos el político más popular en el país medido por todas las encuestas. Evidentemente, hay algo en las placas tectónicas de la sociedad que se movió. Hay un relato, un conjunto de ideas que entraron y que, a pesar de la situación objetiva, de las penurias que pasa la mayoría social, la mayoría de los argentinos decidieron acompañar a este presidente, eligieron querer.

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En voluntad de transformación legislativa, el gobierno de Milei no tiene igual. Desde su comienzo ha avanzado con dos grandes iniciativas legales que se concretaron entre fines de 2023 y 2024 y generaron importantes cambios en la estructura económica y política argentina. El DNU 70/2023, que originalmente contenía 366 artículos, sigue vigente en su mayor parte, a pesar de haber sido rechazado parcialmente por el Congreso en sus títulos.

La principal excepción es el título IV de la reforma laboral, cuyos artículos fueron suspendidos por vía judicial a principios de 2024 tras la acción de la CGT. Por su parte, la Ley Bases tuvo un primer intento de aprobación que fue la Ley Ómnibus de 644 artículos y terminó en una iniciativa recortada, de igual manera muy ambiciosa, con 238 artículos. Esto cambió disposiciones clave como la derogación de la Ley de Alquileres, la modificación del Código Civil y Comercial (particularmente en libertad de contratación y obligaciones en moneda extranjera), y la desregulación de leyes económicas como la de abastecimiento.

La posterior Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos (Ley 27.742), sancionada en julio de 2024, consolidó y reemplazó parcialmente el DNU, introduciendo cambios propios y decisivos que ya están aprobados. Estos incluyen la declaración de emergencia pública en varias materias (económica, financiera, energética y administrativa) por un año, delegando amplias facultades en el Poder Ejecutivo para actuar en esos campos.

En materia laboral, la Ley de Bases aprobó la modernización laboral (reduciendo el período de prueba a seis meses, ampliable, y eliminando multas por empleo no registrado), lo cual es un cambio ya reglamentado. En el ámbito de las empresas estatales, la ley aprobó la enajenación (privatización total, parcial o concesión) de varias compañías públicas como ENARSA, Corredores Viales e Intercargo. Si bien la aprobación está, el proceso de venta es lo que queda por hacerse mediante la ejecución del Poder Ejecutivo.

Finalmente, el RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones), que otorga grandes beneficios fiscales y aduaneros a proyectos de inversión, fue aprobado en la Ley de Bases, pero su impacto en la economía real está pendiente de la puesta en marcha de los grandes emprendimientos que se adhieran.

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Estas iniciativas del Gobierno fueron fuertemente resistidas por la oposición, el sindicalismo, los movimientos sociales y gran parte de la población que se movilizó de manera independiente. La llamada oposición dialoguista dirigida por figuras como Miguel Ángel Pichetto consiguió que se hicieran varias reformas y se quitaran artículos polémicos que restringían el derecho a la reunión o la manifestación, entre otros. Esto generó que gran parte de la Ley Bases generara empate en el Senado y la vicepresidenta Villarruel, ahora enfrentada con Milei, haya tenido que desempatar en un momento dramático de la política argentina.

Pero no solo hubo debate en torno a lo económico en estos dos años de Milei. El Gobierno impulsó lo que denominó la batalla cultural, una cruzada ideológico-discursiva contra todos los valores progresistas transversales de la democracia argentina y occidental. El respeto por la diversidad en la identidad de género y la orientación sexual, el respaldo a los derechos de igualdad de las mujeres y los hombres que sostiene el feminismo, la condena a los crímenes de la última dictadura militar en nuestro país y el concepto mismo de justicia social, impulsado por la doctrina social de la iglesia en el siglo XIX, fueron combatidos por Milei, el resto del Gobierno y un ejército de trolls oficialistas que, algunos pagos y otros militantes, inundaron las redes con mensajes de odio y propaganda ideológica de extrema derecha.

Si bien hubo varios momentos álgidos en esta disputa, entre los cuáles se encuentras videos oficiales prácticamente negacionistas de los crímenes de lesa humanidad generados por el gobierno militar entre 1976 y 1983 en nuestro país, el discurso de Milei en Davos, en los que planteó que “la ideología de género en sus facetas más extremas llevaba a la pedofilia”, fue la gota que rebalsó el vaso para buena parte de la sociedad argentina. Esto provocó una movilización antifascista contra Milei en febrero de 2025 de cientos de miles de personas en la Ciudad de Buenos Aires y probablemente más de un millón a nivel nacional. Junto con las movilizaciones en defensa del presupuesto de las universidades fueron las más importantes durante este Gobierno.

Con respecto a sus palabras en el Foro de Davos, Milei dijo que se había editado el video y con respecto al presupuesto universitario, si bien hubo recortes, se mostró dispuesto a revisar algunas partidas que dejaban a las universidades prácticamente al borde del cierre. Los docentes universitarios siguen en reclamo. Hoy un ayudante de trabajos prácticos gana cerca de 600 mil pesos mensuales y son los que sostienen la mayor cantidad de las clases.

Durante este año, el Gobierno vivió una verdadera montaña rusa política y económica. Por momentos parecía que se volvía totalmente hegemónico y que se quedaría más de un mandato y por otros, realmente corrió riesgos de caer y las palabras asamblea legislativa volvían a escucharse como nunca desde el 2001.

Entre marzo y octubre, Milei recibió una seguidilla de palizas legislativas que dejaron a su gobierno en completa minoría. La oposición encontró un conjunto de causas transversales como fueron los haberes jubilatorios, el presupuesto universitario, la protección a las personas con Discapacidad y el respaldo a los profesionales del Hospital Garrahan y además de impulsar amplias movilizaciones callejeras, se reflejó en fuertes mayorías en el Congreso. En dos ocasiones se consiguieron dos tercios en ambas cámaras para anular los vetos presidenciales sobre leyes opositoras que justamente cuidaban el presupuesto universitario y a las personas con discapacidad.

Milei, frente a estas enormes mayorías parlamentarias obtenidas por la oposición, decidió no cumplir estas leyes. Este quizás sea uno de los elementos más peligrosos del Gobierno: el hecho de que el poder Ejecutivo haya pasado por encima del Legislativo muestra una violación flagrante de la división de poderes y un paso por fuera de la democracia. Si esta tendencia continuara, ya estaríamos hablando de otro tipo de gobierno. Por ahora no lo ha hecho, pero es cierto que tampoco tuvo la necesidad porque las necesidades políticas fueron obtenidas por votaciones parlamentarias en buena ley. Sin embargo, llamamos la atención sobre este aspecto que no se discute lo suficiente en los medios de comunicación y no está lo suficientemente presente en el debate público.

Las continuas derrotas de Milei en el Congreso hicieron que los mercados, que estaban teniendo ganancias fenomenales gracias a las elevadas tasas de interés, empezaran a pensar que tal vez el Gobierno no podía garantizar la continuidad de este tipo de políticas debido a su debilidad institucional y hubo crisis macroeconómica. El dólar rompió la banda de 1500 pesos y se empezaron a vaciar las reservas.

Esta combinación de factores generó una estruendosa derrota en las elecciones bonaerenses del siete de septiembre. Milei perdió por trece puntos con el peronismo ordenado detrás del gobernador Axel Kicillof y la crisis continuó espiralándose. Esto parecía ubicar a Milei prácticamente fuera del Gobierno. Pero, como ya es conocido, una semana antes de las elecciones legislativas nacionales, el 21 de octubre de este año, el titular del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, publicó el siguiente tuit.

Solo con este tuit y otro de Donald Trump en el que planteó que el respaldo económico a la Argentina estaba condicionado a que Milei gane las elecciones, se produjo un sismo electoral y finalmente el Gobierno ganó en todo el país, inclusive en la Provincia de Buenos Aires.

Desde ese momento, Milei pasó a la ofensiva y ahora está impulsando la aprobación del presupuesto 2026 en el que continúa con el ajuste fiscal, la reforma laboral y la reforma tributaria. Con matices y discusiones, parece que todo saldrá a favor. Pero es Argentina, un país que siempre da sorpresas y nadie se puede confiar.

Es difícil hacer una columna objetiva sobre los dos años de este Gobierno. El presidente tiene un encono particular con el periodismo independiente y en particular contra Perfil. Sin embargo, tratamos de no tomarnos esto personal y entenderlo otro elemento de análisis de un Gobierno totalmente atípico en sus grados, aunque categóricamente populista como otras expresiones en el pasado.

Si tuviéramos que reconocerle algo positivo a Milei es que trajo la discusión de la necesidad del orden fiscal y la discusión macroeconómica por fuera de los tabúes que había impuesto el kirchnerismo. Si tuviésemos que hacer una sola crítica, deberíamos decir que es el Gobierno que más allá llevó el concepto del adversario político, del que piensa diferente como enemigo.

Esperemos que su tendencia antidemocrática sea disuadida por los dirigentes cercanos al gobierno más sensatos y democráticos y que la reciente moderación de los insultos sea la antesala a una convivencia democrática más resuelta. En lo que respecta a lo económico, es probable que un plan sostenido en base al endeudamiento y solo pensando en la exportación de minerales, productos agropecuarios y energía mientras se abren las importaciones, no genere un país para la mayoría de los argentinos.

Pero como siempre decimos, esperamos estar equivocados, le deseamos a Milei el mejor de los éxitos y, muy especialmente, que todos los argentinos que eligieron querer no sean defraudados.

Dos años de Milei, "el Loco", como el mismo admitió que lo llamaban en reiterados momentos de su vida. El loco, en las cartas de Tarot es el personaje que comienza una aventura de orígenes inciertos. Esperemos que esa aventura nos acerque a la solución de las muchas taras que tenemos como país.

Producción de texto e imágenes: Matías Rodríguez Ghrimoldi

TV/ff




domingo, 7 de diciembre de 2025

La Vulgaridad Avanza para la Cámara de Diputados… @dealgunamanera...

La Vulgaridad Avanza para la Cámara de Diputados…

Corsódromo oficial. Dibujo: Pablo Temes.

En el contexto del caos, el Gobierno debería tomar nota de que el resultado electoral no fue un cheque en blanco.


© Escrito por el Doctor Nelson Castro el domingo 07/12/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


Imposible es empezar esta columna sin mencionar el bochorno que representó la ceremonia de jura de los nuevos integrantes de la Cámara de Diputados de la Nación. El mejor resumen de lo que allí ocurrió el miércoles pasado lo dio un testimonio de una ciudadana de a pie entrevistada al azar por un movilero de radio.

“Da pavura pensar que de esta gente saldrán las leyes que rijan nuestros destinos y los del país”, expresó la mujer con voz que transmitía una mezcla de congoja, impotencia e indignación. No fue solamente la vulgaridad lo que abochornó sino también el desprecio hacia la gente, en la cual nadie pensó. Tal vez estaban enfrascados en la pelea infantil por conseguir el mejor despacho. Así pues, en este Congreso se deberán debatir la Ley de presupuesto 2026, la Reforma Laboral y la Reforma Tributaria. Debatir no es la palabra que corresponde para describir lo que seguramente vendrá. La oración para describir lo que vendrá debería decir que, en este Congreso, sus miembros reñirán a propósito de estos proyectos de gran importancia sobre los que nadie debatirá nada. Atrás, muy atrás, quedaron los tiempos en los que servir al pueblo como legislador era una cuestión de honorabilidad.

La situación económica sigue siendo preocupante. El gobierno se solaza hablando de la macroeconomía y poco dice – y hace – en relación con la microeconomía. La caída del consumo no para. El cierre de empresas importantes, tampoco. Las inversiones se producen en el rubro minero y energético. Son bienvenidas, pero no suficientes para un país con los índices de pobreza e indigencia que presenta la Argentina. A propósito: los números de caída han entrado en discusión. Lo marcó el prestigioso Observatorio de la Pobreza de la Universidad Católica Argentina (UCA) con una afirmación de absoluto sentido común y apego a la realidad, al señalar que la pobreza por ingresos es sólo uno de los ítems a tener en cuenta. A ese ítem deben sumársele otros como, por ejemplo, las privaciones - como la falta de acceso a servicios básicos, es decir luz, agua y gas -, las coberturas de programas sociales e incluso las percepciones subjetivas de la población sobre sus propias condiciones.

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La “cuesta abajo en la rodada” imparable del peronismo encandila al oficialismo que sigue enfrascado en internas feroces. El diezmado tablero político de una oposición sin figuras de peso y sin cuadros que despierten interés parece descolocar el presente de un gobierno acostumbrado a buscar un enemigo con quien confrontar. La salida del cargo del secretario de Inteligencia de la Nación, Sergio Darío Neiffert, pareció sacado de la exitosísima e inolvidable serie “Súper Agente 86”. En pos de darle al episodio un poco más de volumen, algunos quisieron ver en ese derrotero una intriga propia del Agente 007, james Bond. Se equivocaron. Ni a la trama ni a sus protagonistas les da el pinet para esas historias de sofisticación y elegancia. El desplazado Neiffert salió a la puerta de su casa a echar a quienes venían a pedirle la renuncia – José Francisco Rodríguez Lago, subsecretario de Inteligencia y Nicolás Viñuesa, director del área jurídica del organismo – en calzoncillos.

En lo macro, no faltan tampoco las dificultades. El Fondo Monetario Internacional fue muy claro esta semana al señalar la falta de reservas del Banco Central. “Es esencial que (en el Gobierno) se organicen para recomponer reservas” expresó con toda contundencia Julie Kozack, la poderosa vocera del Organismo. Tan fuerte fue la advertencia que – o casualidad - el viernes por la mañana temprano, el ministro de Economía, Luis Caputo apareció en el programa de Antonio Laje por A24 para anunciar que la Argentina volverá a emitir deuda en dólares con el objetivo de refinanciar deuda que vence el año que viene. Siguen faltando los fideos y el tuco, Melconian dixit. Las “sugerencias” para darle volumen a la noticia llegaron a todos los rincones del periodismo. El gobierno debería recordar que, el triunfo en las urnas en las últimas elecciones legislativas, no significó un apoyo absoluto ni un cheque en blanco; hubo en el electorado una necesidad imperiosa de no volver a vivir bajo las penurias del kirchnerismo. En ese caso, la Argentina no hubiese tenido destino.

La realidad se empecina en recordarle a todos los ciudadanos los despropósitos y los excesos vividos en aquellos años. El mejor ejemplo es el papelón judicial que derivó en la sentencia de la causa fútbol para todos en la que paradójicamente todos los acusados que supieron tener un alto rango político terminaron absueltos. Defectos procesales y vicios inexplicables -o muy convenientes- llevaron a anular la acusación del fiscal Osorio. Por este motivo y no por la valoración de la prueba terminaron todos libres. Resta saber si habrá alguna apelación por el bien de la justicia y de los argentinos. Vale la pena traer a la memoria a algunos de los principales personajes. Los exjefes de Gabinete Jorge Capitanich, Aníbal Fernández, el ex titular del COMFER Gabriel Mariotto, y un grupo de dirigentes de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y de futbolistas argentinos agremiados fueron beneficiados por el fallo en el juicio por los fondos enviados por el gobierno kirchnerista al programa Fútbol para Todos, que sirvió para que el Estado se hiciera cargo de la televisación de los torneos que estaba en manos de operadores privados. “Nos secuestraron los goles, como antes hacían con las personas” fue la frase para teñir de épica una maniobra escandalosa. Kirchnerismo puro. El presidente debería andar con pie de plomo para no cometer errores que nos hagan retroceder y revivir lo padecido 20 años atrás.





sábado, 6 de diciembre de 2025

Qué es la "defensa revisionista", una propuesta para recuperar las Islas Malvinas…

Qué es la "defensa revisionista", una propuesta para recuperar las Islas Malvinas…

Imagen de las Islas Malvinas captadas por la NASA. Fotografía: Instragram @NASA.

La inversión en Defensa para "elevar el costo" al Reino Unido es una condición necesaria para recuperar la soberanía efectiva de nuestras Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.

© Escrito por Ezequiel Magnani (*) el martes 10-06-2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad de Buenos Aires, República Argentina.

El 10 de junio es el día de la ‘Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Islas Malvinas, Islas del Atlántico Sur y Sector Antártico’, producto del aniversario de la creación de la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas y adyacentes al Cabo de Hornos, que tuvo lugar el 10 de junio de 1829. Actualmente, la soberanía efectiva de la Argentina sobre las Islas MalvinasGeorgias del Sur y Sandwich del Sur se ve vulnerada por la ocupación militar y colonial británica, que abarca un 25% de nuestro territorio nacional.

El argumento central de este artículo es el diseño e implementación de una política de defensa revisionista, una condición fundamental y necesaria para recuperar la soberanía efectiva de nuestras Islas del Atlántico Sur. El corazón de esta propuesta radica en la necesidad de revisar el status quo en el Atlántico Sur vía el aumento de los costos que tienen los británicos para sostener su posición colonial y militar.

En tal sentido, para lograr este propósito, resulta clave la instrumentalización de la defensa nacional en la medida que es la única área gubernamental con la capacidad de generar preocupación y presión real en la potencia colonial que ocupa, nuevamente, el 25% de nuestro territorio.

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Malvinas y la desalinización: el futuro de la soberanía en un mundo donde el agua lo decidirá todo

Cómo recuperar las Malvinas: la defensa revisionista frente a la mirada "economicista"

Desde 1982 hasta la actualidad, la discusión sobre el rol de la política de defensa en la estrategia nacional para recuperar las Islas Malvinas ha estado esencialmente ausente en el debate político y público argentino. De hecho, cuando se intenta plantear la discusión sobre la recuperación de nuestras Islas del Atlántico Sur, se evade el debate con cuestiones asociadas a la necesidad de crecer económicamente, persuadir a los kelpers para que “voten con los pies” y otras diversas cuestiones económicas que permiten, con parcial elegancia y falsa racionalidad, patear la discusión hacia un futuro que le incumba a otros. Dicho de otra manera, estas aproximaciones permiten no hacerse cargo del desafío histórico e inmediato que tenemos por delante: el de recuperar las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.

El crecimiento económico y la estabilidad son componentes centrales de cualquier estrategia que tenga como objetivo central recuperar nuestras islas. Esto es una obviedad. No obstante, no son suficientes en sí mismos, ya que no inciden directamente sobre los fundamentos de la ocupación militar británica de manera contundente.

Argentina ya tuvo ciclos económicos muy exitosos reclamando el fin de la ocupación británica y aun así la potencia se mostró diplomáticamente inflexible (1880-1930). Nuestro país tuvo estándares de vida nada despreciables cuando los kelpers aún vivían en pésimas condiciones (hecho que comenzó a cambiar con los Acuerdos de Comunicaciones de 1971) y aun así la población implantada en Malvinas siguió funcionando como actor político de veto en las negociaciones entre Argentina y la potencia colonial (1966-1982).

La ocupación británica del 25% de nuestro territorio es esencialmente militar y esto, obviamente, repercute económicamente en Argentina. Pero una perspectiva economicista poco tiene para decir sobre posibles estrategias de recuperación. Para pensar una estrategia seria que tenga como objetivo volver a ejercer la soberanía efectiva sobre nuestras Islas Malvinas, es necesario examinar y analizar los fundamentos de esta ocupación militar y colonial.

Los fundamentos militares de la ocupación

En la Constitución Nacional de 1994 los argentinos nos propusimos como objetivo permanente e irrenunciable la recuperación de nuestros territorios vía el derecho internacional, lo que presupone el acuerdo con la potencia agresiva, ambiciosa y belicista que ocupa el 25% de nuestro territorio. A pesar de todos los desafíos que supone llegar a un punto de acuerdo con una potencia colonial de estas características, el principal obstáculo radica en que dicho actor no quiere sentarse en la mesa de negociación con la Argentina para ponerle fin a la situación colonial en el Atlántico Sur conforme a las disposiciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

En otras palabras, esta potencia colonial quiere sostener un statu quo contrario al derecho internacional que, a su vez, se fundamenta en una estrategia político-militar asociada a lo que la Dra. Mariana Altieri conceptualiza como “aislamiento artificial”. Es decir, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (RUGBIN) puede separar materialmente el territorio usurpado de cualquier tipo de vínculo fáctico con la Argentina. Esto implica que la potencia es capaz de sostener su posición militar en el Atlántico Sur sin requerir que la Argentina contribuya al desarrollo económico de las islas.

Ante este escenario, cualquier estrategia nacional que busque contribuir al cumplimiento del derecho internacional, de las disposiciones de la ONU y a ponerle fin al colonialismo en el siglo XXI, debe poder responder las siguientes preguntas: ¿Cómo hacemos para que el RUGBIN se siente a negociar con nosotros? ¿Cómo rompemos con el aislamiento artificial de nuestras Islas del Atlántico Sur?

Malvinas: ¿de qué hablamos?

El debate político argentino

De forma implícita, esta pregunta ha tenido diversas respuestas que fueron reflejadas en variopintas políticas gubernamentales. A modo de síntesis, podemos distinguir dos líneas de pensamiento dentro de las cuales, por supuesto, podemos encontrar matices y diferencias.

En primer lugar, aquella que sugiere que la Argentina debe ser deferente y cooperar militar y económicamente, bajo un esquema de paraguas de soberanía, con la potencia colonial que ocupa 25% de nuestro territorio. La premisa es que el RUGBIN recién va a acceder a negociar con la Argentina cuando ambos países sean socios estrechos y la Argentina sea un país desarrollado. Es decir, va a llegar un momento en el que ambos países vamos a ser tan ‘amigos’ que los usurpadores van a tener la buena voluntad de ponerle fin a la situación colonial y devolvernos la soberanía efectiva de las Islas del Atlántico Sur. Las administraciones de Menem, Macri y –sobre todo– Milei son las asociadas a esta línea de pensamiento, ligadas a una forma constructivista, benigna e idealista de ver las Relaciones Internacionales.

En segundo lugar, la posición que sostiene que cualquier cooperación militar y económica con la potencia ambiciosa, belicista y agresiva que ocupa 25% del propio territorio refuerza el statu quo favorable ha dicho actor. La premisa de esta postura es que el RUGBIN va a sentarse en la mesa de negociación cuando los costos que tienen en sostener militarmente el statu quo sean superiores a los beneficios. Dicho de otra forma, la potencia colonial va a tener voluntad para ponerle fin a la situación colonial cuando los costos de no negociar superen los beneficios de mantener el statu quo territorial asociado a una postura diplomática no negociadora. En definitiva, esta línea de pensamiento es una forma realista de ver las Relaciones Internacionales, por lo que busca trabajar sobre el poder y los incentivos materiales que tienen los actores de la política internacional.

Defensa revisionista: Siguiendo la línea de los costos

Dado que primero hay que aumentarle los costos a la potencia colonial, esta última línea de pensamiento necesariamente ve a la recuperación de las islas conforme al derecho internacional como la frutilla del postre. Es decir, esta se va a dar como parte final de un proceso político de mediano-largo plazo en donde la Argentina le eleve incremental y sostenidamente los costos a la potencia colonial. Ahora bien, ¿cómo le elevamos los costos al RUGBIN de forma tal que estos superen los beneficios que obtienen en mantener el statu quo militar y colonial? La única política capaz de liderar los esfuerzos nacionales hacia el logro de este objetivo es la defensa revisionista.

Dicho de otro modo, llevar adelante esta política es una condición necesaria para recuperar la soberanía efectiva de las Islas del Atlántico Sur dado que es la única que puede generar costos altos y dignos de atención de la potencia colonial. Esto es así en la medida que afecta directamente su capacidad de disuasión militar y le incrementa el riesgo que tiene a la hora de llevar adelante las actividades económicas ilegales que sostienen el aislamiento artificial de las islas.

La defensa revisionista busca organizar y diseñar el instrumento militar con el objetivo de modificar el statu quo territorial que se caracteriza por la ocupación militar británica de territorio argentino. Busca colocar a la defensa nacional como eje estructurante de su gran estrategia frente a la usurpación colonial del RUGBIN. Esto implica orientar los medios materiales, la infraestructura, los recursos humanos, la inteligencia, la logística, el adiestramiento, la doctrina y la organización del sistema de defensa hacia el Atlántico Sur.      


La defensa revisionista: algunos interrogantes

¿La preponderancia de la defensa revisionista sugiere que la Argentina debe tener como objetivo recuperar militarmente las Islas del Atlántico Sur? No. De nuevo, el objetivo nacional es la revisión del statu quo en el Atlántico Sur vía el aumento de los costos que tienen los británicos para sostener su posición colonial y militar. Para lograr este propósito, resulta clave la instrumentalización de la defensa nacional en la medida que es la única área gubernamental con la capacidad de generar preocupación y presión real en la potencia colonial.

Este fundamento revisionista debe ser complementado con otras áreas importantes de gobierno –como la diplomática, la energética, la vinculada a la explotación de recursos naturales, la comercial/financiera, etc. –, pero es la defensa nacional la que debe estructurar la estrategia frente a la ocupación militar del RUGBIN. Como menciona el Profesor Juan Gabriel Tokatlián, la estrategia de la Argentina para recuperar las Islas del Atlántico Sur debe ser amplia e incluir lo que en 2014 denominó como “las cuatro D para Malvinas”.

¿Esto implica colocar al RUGBIN como rival y tener un vínculo confrontativo con dicho actor? Sí. Es una potencia colonial que ocupa ilegal e ilegítimamente nuestro territorio y que sostiene su posición militarmente. La Argentina es un Estado cuya soberanía es lesionada por una potencia colonial y eso es algo que nuestro país no eligió. La Argentina es un país defensivo-posicionalista, por lo que sus intereses en materia de seguridad internacional son su integridad territorial, su autodeterminación, su soberanía e independencia. Cualquiera que vulnere estos intereses va a ser considerado un como un rival. Los intereses de la Argentina son permanentes y claros, mientras que el surgimiento de rivales y aliados no constituyen una elección del país, surgen a partir de cómo cada actor del sistema internacional se vincula con estos intereses defensivos-posicionalistas. 

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Ahora bien, el fundamento revisionista supone un fuerte aumento de recursos públicos destinados a la defensa y un claro direccionamiento de la mayoría de estos recursos hacia la Patagonia Argentina. En este punto, el presupuesto destinado al Ministerio de Defensa debe elevarse y colocarse como mínimo entre el 1,5% y el 2% del Producto Bruto Interno (PBI). Esto es fundamental, ya que no es posible utilizar la defensa nacional para aumentar los costos de mantenimiento de la posición militar que tiene la potencia colonial en el Atlántico Sur si se destina menos de este porcentaje del PBI a la política de defensa.

En este punto, si se toma como base –poco ambiciosa para un país como la Argentina– un PBI de U$D600.000.000.000 millones, la inversión en defensa nacional se encontraría entre los U$D9.000.000.000 y los U$D12.000.000.000. Dos cosas deben mencionarse. Por un lado, asignar magnitudes en estos recursos implica aumentar radicalmente el nivel de inversión que la Argentina le otorga a la defensa. Por el otro, esto implica no solo una mayor atención política de la dirigencia a los temas de defensa, sino que también sugiere una ponderación de la defensa como una herramienta esencial para recuperar la soberanía efectiva en las Islas del Atlántico Sur y un claro acompañamiento de la ciudadanía.

En paralelo al fuerte aumento de recursos públicos destinados a la defensa, se debe fortalecer la presencia del instrumento militar en la Patagonia Argentina vía la creación y modernización de instalaciones militares y la adquisición de sistemas de armas núcleo. El objetivo ligado a este esfuerzo debe ser el de aumentar el peso geopolítico de la Argentina en el Atlántico Sur y cambiar la gravitación política de dicho escenario estratégico hacia una posición favorable al país austral. 

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Dadas las características geopolíticas, estratégicas y operacionales del mencionado escenario, resulta clave darle prioridad a la conjuntes y al equipamiento de la Armada de la República Argentina (ARA). Esto es así en la medida que la ARA es la piedra angular del instrumento militar en el Atlántico Sur y su objetivo debe incluir capacidades asociadas a la defensa de las costas patagónicas, la denegación del mar, el control del mar y la proyección de poder para presionar al RUGBIN por su ocupación colonial de territorio argentino.

En esta línea, se debe continuar con el financiamiento de las acciones que ya se vienen llevando adelante para fortalecer la presencia del país en el Atlántico Sur. Por ejemplo, la creación de la X Brigada Aérea en Río Gallegos, la creación de la Guarnición Militar Conjunta en Tolhuin Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, la colocación del radar RPA-240 en Santo Domingo y del radar MTPS-43 en Trelew, el financiamiento y la construcción de la Base Naval Integrada en Ushuaia y la reconstrucción de la Base Petrel para posicionarla como una base permanente de la Argentina en la Antártida. 

En esta dirección se debe profundizar la política de defensa. En tal sentido, las adquisiciones de sistemas de armas núcleo utilizados para guerras convencionales también deben priorizar su orientación al Atlántico Sur. Entre otras cosas, deben colocarse en Río Gallegos aviones de combate polivalentes, debe recuperarse con urgencia la capacidad submarina y los medios aeronavales junto con el fortalecimiento de la flota de mar en todos sus aspectos. Los blindados del ejército deben adquirirse y se debe reforzar la presencia del Ejército Argentino en la Patagonia. 

En definitiva, llevar adelante una política de defensa revisionista es una condición necesaria para recuperar nuestras Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur. Los objetivos revisionistas de la Argentina están fundamentados en el hecho de que nuestros intereses defensivos-posicionalistas se ven vulnerados por la ocupación militar de una potencia que nada tienen que hacer en nuestro territorio y perímetro de seguridad. La defensa revisionista es una política necesaria frente a un statu quo impuesto por la fuerza militar de una potencia colonial que, en la violación del derecho internacional, encuentra el fundamento para dominar a otros países y maximizar su poder.  

(*) Ezequiel Magnani es internacionalista por la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). Profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional de San Martín, la UTDT y la Universidad Austral. Senior Fellow de la Fundación Meridiano de Estudios Internacionales y Política Exterior.  

Nota del autor: "Esta línea de investigación es financiada por el CONICET, organismo fundamental para incentivar, con recursos públicos, investigaciones y perspectivas que promuevan los intereses de la Argentina" 

CD.