miércoles, 1 de enero de 2020

La pasión de Alberto… @dealgunamanera...

La pasión de Alberto…


Para Alberto la nuestra es una democracia con “cuentas pendientes”, in progress, incompleta.  Pero en esa incompletud yace precisamente su fortaleza, porque la política democrática se funda más en preguntas que en respuestas.

© Escrito por Sol Montero el viernes 10/12/2019 y publicado por el Periódico La Vanguardia Digital de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El anuncio de Cristina Kirchner del 18 de mayo abrió, como por arte de magia, un proceso de transmutación del carisma: del aura de Cristina al cuerpo de Alberto, progresivamente investido de legitimidad, capacidad y virtud.

En el Frente de Todos el desafío fue hacer visible un liderazgo donde no había ninguno, y esa visibilidad, puesta en escena en más de un dispositivo comunicacional durante la campaña y la transición, posibilitó su ascenso como candidato y futuro presidente. Hay muchas estaciones en la pasión de Alberto, que hoy culminó en su asunción presidencial.

Después de la elección de octubre se desplegaron dispositivos de concordia y de discordia: la designación de un equipo de transición, el encuentro entre el presidente saliente y el electo en la Casa Rosada, una misa compartida, una conferencia de prensa con el anuncio del gabinete de ministros, los intercambios entre funcionarios entrantes y salientes, la presencia pública del Alberto-estadista en eventos internacionales, la aparición del Alberto-twittero respondiendo mensajes. Así se fue configurando el cuerpo y la voz presidencial en los últimos meses.

La democracia no es solo un régimen de procedimientos, también es un régimen de liturgias y conmemoraciones. El 10 de diciembre, día histórico para la democracia argentina, se produjo la unción definitiva, la asunción presidencial, ese ritual milimétricamente reglado, y sujeto a múltiples arreglos institucionales y conmemorativos. Todo es signo en un acto de este tipo.

Están los compromisos institucionales: el trayecto desde el domicilio particular hasta el Congreso, el juramento, el traspaso de los atributos presidenciales, el discurso del nuevo presidente, el traslado a la Casa Rosada (Alberto llegó sin chofer, conduciendo su propio auto desde su casa hasta el Congreso), la jura de los ministros, el saludo a las delegaciones extranjeras. El pasaje de la condición de civil a la de primer magistrado.

Y luego están los rituales populares: la plaza, la multitud, los carteles, el festival, la música, el sudor, la marcha peronista, la alegría, las pasiones. No hay asunción sin pasión, porque el poder, cuando es representativo, está ungido por ese engrudo místico que es la identificación afectiva.  

No hay asunción sin pasión, porque el poder, cuando es representativo, está ungido por ese engrudo místico que es la identificación afectiva.

“¿Vas a ver la asunción de Cristina el martes 10?”, escuché decir por ahí en referencia al acto de asunción del 10 de diciembre.

Porque hoy también asumió Cristina. Invocadas explícitamente durante el proceso de selección de ministros, la palabra y la autoridad de Cristina funcionan, aún en silencio y en ausencia, como una garantía, como el soporte en el que descansa la legitimidad de Alberto.

Sentada a su lado, como presidenta de la Cámara de Senadores, como compañera y como líder político-espiritual, en la ceremonia de asunción miraba su discurso de reojo, ahora también aprendiendo de Alberto. El cuerpo de Alberto y el aura de Cristina, encarnación de una nueva comunidad política.

En su discurso de asunción Alberto habló de recomponer ese cuerpo político con más y mejor democracia: pero ¿a qué fundamento apelar para llevar adelante este proyecto democrático?

En última instancia, algo tan material como una comunidad política, integrada por cuerpos (sufrientes, necesitados, emocionados), se funda en valores, en gestos intangibles: la “solidaridad en la emergencia”, la “ética de la urgencia”, las “verdades relativas”.

La recomposición comunitaria de la Argentina requerirá solidaridad y de humildad, exigirá renunciar a (parte de) los privilegios, ceder (parte de) las verdades absolutas para confluir en un pacto social que es irrealizable sin cierta disposición ética de los actores.

Esa es la paradoja de la democracia: para construir la unidad es precisa la división, la escisión entre los intereses particulares y los colectivos, la confrontación de verdades parciales en pos de una verdad superadora y contingente.


Esa sociedad democrática en construcción desde aquel 10 de diciembre de 1983 es una que todavía “nos debemos”. Para Alberto la nuestra es una democracia con “cuentas pendientes”, in progress, incompleta. Pero en esa incompletud yace precisamente su fortaleza, porque la política democrática se funda más en preguntas que en respuestas.

Las preguntas abren un campo de posibilidades, hacen estallar las certezas uniformes y permiten imaginar un futuro. La liturgia de la asunción de Alberto cerró con una pregunta, la pregunta del millón: ¿seremos capaces, como Argentina unida, de atrevernos a construir esta posible y serena utopía a la cual nos llama hoy la historia?





Pobreza: dura respuesta de la UCA a las críticas de Todesca… @dealgunamanera...

Polémica por el índice de pobreza…

Pobreza. Fotografía: Daniel Vides / NA.

Pobreza: dura respuesta de la UCA a las críticas de Todesca. El Observatorio hizo un fuerte descargo tras los cuestionamientos del ex titular del INDEC: "Lamentamos la tergiversación de nuestros informes técnicos".

© Publicado el Domingo 29/12/21019 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.



El Observatorio de Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) redobló la apuesta y lanzó una dura respuesta al ex titular del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), Jorge Todesca, tras sus críticas luego que dicho ente anticipara la posibilidad de que exista una importante brecha entre su medición y la que difundirá en marzo el organismo nacional.

Agustín Salvia, titular del Observatorio de Deuda Social, advirtió este sábado que la pobreza del Indec rondará al 34,1% en su próximo informe, considerando datos estadísticos del tercer trimestre de este año. En respuesta, Todesca consideró "insólito que la UCA ahora pretenda anticipar los datos sobre pobreza e indigencia que el INDEC dará a conocer en marzo próximo".


La polémica por las cifras de pobreza en el país sigue generando ruido y un nuevo capítulo luego de que desde la cuenta de Twitter del Observatorio de Deuda Social de la UCA saliera a responderle a Todesca: "Lamentamos la tergiversación de nuestros informes técnicos". "En respuesta a la controversia por la nota metodológica del @ODSAUCA sobre el informe de ingresos del @INDECArgentina: No es posible omitir que la pobreza habría aumentado en 10/12 puntos porcentuales entre 2017 y 2019, sea con datos ODSA o del propio INDEC", inició su descargo el ente.

En esa línea, siguió: "Tampoco es correcto omitir que la pobreza estructural no es nueva y que durante estos últimos dos años aumentó la indigencia, el desempleo, la precariedad laboral y la inseguridad alimentaria". "La nota metodológica del @ODSAUCA no reemplaza los datos oficiales del INDEC.

Es de esperar que el informe de marzo del @INDECArgentina correspondiente al segundo semestre del 2019 confirme estas tendencias. Lamentamos la tergiversación de nuestros informes técnicos", concluyó el ente desde su cuenta de Twitter.

La UCA había difundido que el nivel de pobreza estaba por encima del 40% y provocó un alto impacto en los últimos días de la campaña antes de las elecciones de octubre. Eso derivó en un áspero debate en redes entre quienes acusaron al ente de la UCA de "forzar la medición para perjudicar al gobierno de Mauricio Macri".


En declaraciones a Radio 10, Salvia remarcó que "extrañamente para el INDEC", la pobreza alcanza el 34% "con un contexto de devaluación y caída del salario real". "En el segundo trimestre 36,6% de pobreza dio el INDEC. ¿Tercer trimestre le da por abajo del primer trimestre y el segundo? Es muy raro en el contexto que se vivió", concluyó.

Todesca, que estuvo al frente del Indec durante la gestión de Macri, dejó el cargo para ser reemplazado por el ex diputado nacional Marco Lavagna luego de un acuerdo entre el presidente Alberto Fernández y el líder de Consenso Federal, Roberto Lavagna.

E.D. / M.C. / D.S. 





A 70 años de la primera motocicleta fabricada por Honda… @dealgunamanera...

A 70 años de la primera motocicleta fabricada por Honda…


Honda se fundó en 1948, pero recién en 1949 vendió su primera motocicleta importante: la Dream D - Type (foto). En Argentina se estableció en 1978.

© Escrito por Andrés Perco el martes 31/12/2019 y publicado por Carburando.com de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.  

Toda una vida en la producción de motocicletas y autos. Honda fue fundada en 1948 en Hamamatsu (Japón) por el ingeniero Soichiro Honda con el nombre de Honda Technical Research Institute (Instituto Honda de Investigaciones Técnicas). Un año después, en 1949, la empresa arrancó cuando Soichiro Honda consiguió impulsar una bicicleta con un pequeño motor auxiliar. Esta anécdota, junto con la filosofía de su fundador, se ve reflejada en el actual lema de la empresa, The Power of Dreams (el Poder de los Sueños). Honda sintetizó en cierta oportunidad la filosofía de su empresa expresando que “los productos Honda son conocidos en el mundo no sólo por su buena calidad, sino también por la filosofía tras ellos: nuestra política es crear cosas que sirvan a los intereses de la gente”.

Con setenta años de historia, Honda tiene actualmente 35 centros de producción en 25 países de Europa, Asia, África y América, en los que fabrica desde ciclomotores de 50 c.c. a motos de off-road y de ruta. La marca está festejando esta semana que ha cumplido 70 años de vida, en los que el fabricante japonés de motos ha fabricado 400 millones de unidades en todo el mundo para hacer que "la vida sea más fácil y divertida".

La primera fábrica que abrió fuera de Japón fue en Bélgica en 1963. Le siguieron Tailandia (1967), Indonesia (1971), Brasil e Italia (1976), Argentina (1978), Norteamérica (1979), Nigeria (1980), China (1992), Vietnam (1977), India (2001) y Bangladesh (2013).

Honda fabrica al año más de 20 millones de unidades, un récord que consiguió en 2018 y que contrasta con los 10 millones que producía en 1968.

En 1948 se funda Hond Motor Co. que un año después pone a la venta su primera motocicleta importante, la Dream D-Type.


En 1958 se unieron a la gama las afamadas Super Cub y Super Cub C100, lo que permitió a Honda, en 1959, convertirse en el mayor fabricante de motos del mundo.

Diez años más tarde, en 1969, Honda lanza la CB750 -su primera motocicleta de producción en serie de 4 cilindros-, a la que siguió, en 1975, la GL1000 Gold Wing.

Otra icónica, la XRV650 Africa Twin, llegaba al mercado en 1986; y en 1992 la CBR900RR FireBlade.

Habría que esperar hasta 2009 para que Honda, con la VFR1200F, comercializase la primera motocicleta del mundo con transmisión automática de doble embrague (DCT).

Cinco años después, en 2014, la Honda Super Cub se convierte en la moto que suma la mayor producción de la historia, con 87 millones de unidades vendidas en 160 países.

HONDA EN ARGENTINA

Honda sentó sus bases en la Argentina el 11 de agosto de 1978, fecha en la que quedó oficialmente creada Honda Motor de Argentina S.A., como subsidiaria de Honda Motor Company de Japón.

En sus comienzos, las actividades se basaban en la distribución y comercialización de autos, motos y productos de fuerza. En ese momento, los productos Honda fueron muy bien recibidos en el país, ya que se destacaban en el mercado local por su alta tecnología.

Durante 1982 y 1991 la importación cerró sus puertas en el país y la economía sufrió una fuerte caída. A pesar del contexto que presentaba Argentina en ese período, Honda conservó un representante propio para  brindar asistencia, servicio y repuestos a los clientes que habían elegido la marca.

En 1998, Honda Motor de Argentina S.A. retoma la distribución de motocicletas por intermedio de su red de concesionarios y un año después se funda Honda Automóviles de Argentina S.A., para comercializar los autos y SUV de la marca japonesa. Esta empresa estaba compuesta accionariamente entre Honda Motor Company (65%), Honda Automoveis do Brasil (5%) y un distribuidor local (30%).

En enero de 2002, luego de muchos años de trabajo y de haber afianzado en forma independiente las unidades de negocios de motocicletas y automóviles, Honda logra, en el año 2002, integrar las operaciones de automóviles, motocicletas, productos de fuerza y productos marinos.

Se constituye así Honda Motor de Argentina S.A., bajo cuyo nombre se desarrollan, desde entonces, todas las actividades de la marca en el país.




Cierra el año con una nueva frustración económica… @dealgunamanera...

Cierra el año con una nueva frustración económica… 


Desde los estudios de Radio Perfil, Gustavo González explica la crisis económica de los últimos 8 años y por qué el 2020 puede ser mejor de lo que muchos pronostican.


© Escrito por Gustavo Gonzáles el martes 31/12/2019 y emitido por Radio Perfil (101.9 Mhz) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Repúclica Argentina.







domingo, 29 de diciembre de 2019

Ley de Emergencia. Ajuste: más de lo que se pedía… @dealgunamanera...

Ley de Emergencia… Ajuste: más de lo que se pedía…

Axel, Clío y Provincia. Dibujo: Pablo Temes

Las primeras medidas económicas solo preparan la renegociación de la deuda. El plan vendrá después. La falta de cintura de Axel Kicillof.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 29/12/2019 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


No es una novedad: la mayoría de la dirigencia política argentina hace de la repetición algo axiomático. Y esto va más allá de la pertenencia partidaria u orientación ideológica de sus protagonistas.

Uno de los conceptos que se ha impuesto en la política vernácula es que la percepción de la realidad puede ser modificada a través del lenguaje. Durante el segundo mandato de Cristina Kirchner sus funcionarios tenían prohibida la utilización de la palabra “cepo”, que aludía a las restricciones cambiarias por ella impuestas. Todos recordamos cómo la entonces presidenta se enfurecía cuando alguien pronunciaba esa palabra en su presencia.

En 2018, en el comienzo de la brutal crisis económica que llevó a las nubes los niveles de inflación y agravó dramáticamente los índices de pobreza e indigencia, los “cráneos” comunicacionales del gobierno de Mauricio Macri establecieron que había que evitar la palabra “crisis”, a la que reemplazaron por “tormenta” –que, como todas, sería pasajera, cosa que nunca sucedió.

Ahora las palabras que incomodan son “impuestazo” y “ajuste”. “La Ley de Emergencia hace que los que más tienen aporten más, no es una ley de ajuste”, dijo Alberto Fernández. “No sé dónde está el impuestazo, no lo encontré”, afirmó el jefe de gabinete bonaerense, Carlos Bianco.  

No hace falta explicar que las medidas que adoptó la nueva administración representan un “ajuste” instrumentado a través de un “impuestazo”.

Por supuesto que la causa de todo esto es la “pesada herencia” que le dejó el gobierno de Macri al de Fernández, pero se trata simplemente de llamar a las cosas por su nombre a fin de darles a estas medidas la exacta dimensión de lo que significan para una gran parte de la ciudadanía que ve, con lógica indignación, que nada del “ajuste” incluye a la clase política que la representa.

Una de las evidencias que mejor grafica esta diferencia no es solo la intangibilidad de las dietas y jubilaciones de legisladores y jueces, sino también medidas como el aumento del número de ministerios.

Si todo esto lo hubiera hecho Macri, la calle habría estallado. Pero lo hizo el peronismo y, entonces, nada de eso ocurrió. Lo que era malo con Macri, ahora es bueno con Fernández.

Mercados. Los que recibieron muy bien este paquete de medidas han sido los mercados, que le han dado oxígeno a la nueva administración. El riego país cayó y las acciones de las empresas argentinas han subido.

Algunas causas para esa satisfacción: la decisión de evitar el default y abrir negociaciones con el FMI y los acreedores privados; el aumento de las retenciones; la suspensión del índice de movilidad de los haberes de los jubilados y la eliminación del impuesto a la renta financiera.

Eran todas medidas que el FMI le había pedido a Macri. “El impuesto a la renta financiera fue un grueso error que cometimos, y todo por darle el gusto a Massa”, reflexionaba un ex ministro de Cambiemos. Es verdad: fue el hoy presidente de la Cámara de Diputados quien motorizó esa ley, el puntapié inicial de la crisis que acabó con los sueños de reelección de Macri. Como decía Groucho Marx: “estos son mis principios pero, si no les gustan, tengo otros”.

“Este ajuste es más de lo que se pedía”, señala un conocedor del caso argentino desde Washington. Por eso no es casual la aparición pública de Joseph Stiglitz elogiando a Martín Guzmán, al que el Fondo considera un muy buen interlocutror de la Argentina en las negociaciones.

Todo ello contribuye a que la misión del FMI que arribará al país en las próximas semanas venga con buena predisposición. Recién cuando se termine la negociación y el gobierno sepa cuándo, cuánto y cómo deberá pagar los intereses de la deuda, habrá un plan económico. Hoy en día, no lo hay.

Ruido. El estrépito político de la semana fue el fracaso de la sesión del Senado bonaerense para tratar el impuestazo. La iracundia de Axel Kicillof al despotricar contra la oposición muestra que todavía no aprendió a diferenciar entre lo que es una asamblea estudiantil y la gobernación de Buenos Aires.

El episodio tuvo una trastienda que grafica la trama política que se vive dentro del oficialismo y de la oposición. La orden de Kicillof fue la de no negociar nada. Mayor muestra de falta de cintura política, imposible. Eso lo podía hacer el kirchnerismo cuando tenía mayoría en las dos cámaras del Congreso.

La “no negociación” la llevó adelante el jefe de gabinete Bianco, con la supervisión legislativa del diputado Carlos “Cuto”Moreno y sin participación de los presidentes de bloque del oficialismo.

La ausencia de María Eugenia Vidal complicó las cosas. Sorprende el error político de la ex gobernadora. No se esperaba que estuviera en un viaje de novios en París en un momento político y social tan complejo. Jorge Macri no dejó pasar la oportunidad para afirmarse en la interna –aspira a ser candidato a gobernador en 2023– y erigirse en el vocero de Juntos por el Cambio.  

Algunos intendentes y legisladores del oficialismo quisieron aprovechar la circunstancia para dividir a Juntos por el Cambio. Como se vio, fracasaron.  

Kicillof quiso imponer y la realidad es que esto exige consensuar. Y esa falta de consenso se extendió inclusive al interior del oficialismo. Varios intendentes peronistas apostaron a que la ley no salga y pidieron ser escuchados. Fue en vano.      

Compromiso. La convocatoria realizada por el Presidente para la firma del Compromiso Argentino de Solidaridad dejó un documento de buenas intenciones y una foto con dos ausencias significativas: el campo y los partidos políticos. El campo es el único aportante de los dólares por los que mendiga el gobierno y los partidos son clave para los acuerdos necesarios que exigirá la solución de los graves problemas que atraviesa el país.  

El enojo del campo es algo que el Presidente deberá monitorear con especial atención. De lo sucedido en los últimos días se desprende una disociación creciente entre la dirigencia de la Mesa de Enlace y las bases. Esa disociación se refleja en el disconformismo de mucha gente que cree que la postura de sus dirigentes fue tibia. El movimiento “Campo+Ciudad” es el producto de esa insatisfacción que viene desde las PASO y va en aumento. Es el dejà vu de la Argentina.