sábado, 27 de febrero de 2010

Huracán 3 vs. Vélez Sarfield 2... De Alguna Manera...

Huracán lo dio vuelta y se sacó la bronca frente al Vélez muletto...

En Parque Patricios se impuso por 3-2. Arrancó abajo por el gol de Zárate pero en el segundo tiempo reaccionó con los tantos de Balvorín y Toranzo (ambos de penal). Y Laurito anotó el tercero. El descuento de Silva, a tres del final, le puso emoción al cierre aunque no le alcanzó al Fortín, que sufrió las expulsiones de Velázquez y Moralez.


Huracán supo aguantar cuando el panorama lucía complicado y luego gozó de dos minutos de inspiración para finalmente tomarse revancha de Vélez. Fue 3-2 la victoria en Parque Patricios para el equipo de Rivoira, que así obtuvo algo de aire en la lucha por engrosar su promedio.

El primer tiempo fue de un buen nivel técnico y con varias situaciones de gol para los dos equipos. Huracán tuvo un mayor protagonismo con la pelota en el comienzo, pero Vélez cubrió mejor los espacios y contó con las más claras. A los 6 minutos, Emiliano Papa ejecutó un córner, el balón le quedó a Zárate y su remate se fue arriba. Pero un minuto más tarde pudo anotar Huracán, cuando Pablo Jérez mandó un centro, chocaron el arquero Barovero y Díaz y la pelota le quedó a Balvorín, quien remató desviado.

Enseguida, volvió a avisar Vélez. Velázquez recibió un pase largo de Razzotti y solo ante Gastón Monzón la tiró afuera. El partido se siguió jugando a gran ritmo y cerca del final, cuando parecía que no se rompía el cero, apareció Rolando Zarate y anotó el primero, al capitalizar un violento zurdazo de Velázquez que pegó en el travesaño.

En el segundo tiempo, a los 4 minutos, Huracán llegó al empate por intermedio de un penal convertido por Balvorín concretó el empate con un remate potente al medio arco.

Los problemas que había tenido Huracán ya empezaban a asomarse del lado de Vélez. Y sobre los 15 minutos se fue expulsado Velázquez por simular un penal. De todos modos, la visita fue muy superior pero no lo estableció en el marcador, ya que Zárate y el Burrito Martínez dilapidaron claras situaciones.

Vélez pueda dar fe de que cuando no se acierta en el arco de enfrente se termina pagando en el propio. Porque, en un contraataque, Gastón Díaz cometió una torpeza y derribó a Laurito dentro del área. Furchi no dudó y sancionó otra vez penal y Toranzo no perdonó.


Todavía groggy por el golpe de Toranzo, Vélez se quedó y permitió que Huracán lo encierre en su propio campo. Y dos minutos después Laurito conquistó el 3-1.

Había olor a partido liquidado. Pero con mucho amor propio Vélez llegó al descuento a tres del final, por intermedio de Silva y le puso pimienta a la definición. Fue como pudo, sin demasiadas ideas e inquietó a Monzón. Hasta que Moralez recibió la roja por un inexistente golpe a Toranzo. Ahí se apagó la ilusión del Fortín y el delirio de la gente de Huracán, que se quita –al menos por un rato- la espina que le quedó clavada tras la derrota en aquella recordada final del Clausura 2009.


© Publicado en el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 27 de Febrero de 2007


Los Goles...












Es para vos, Chulo...



Al borde del bobazo, Rivoira se bancó las críticas de los hinchas y al final festejó una gran victoria sobre Vélez. Dos penales de Balvorín y Toranzo dieron vuelta el partido. Santiago Silva puso suspenso con el descuento sobre la hora. El árbitro Furchi también fue protagonista: rojas a Velázquez y Moralez.


Las lágrimas del Chulo en el final lo decían todo. Es que a Huracán le costó casi un bobazo poder llevarse los tres puntos ante un rival que lo tiene cruzado. Desde aquella final perdida en el Amalfitani que los partidos entre Huracán y Vélez, ya no serán lo que eran. Y este no fue la excepción: dos penales, dos expulsados y cinco goles, decoraron un partido que terminó bien caliente.


Vélez mereció más. En los 90 minutos el Fortín alternativo de Gareca dispuso de varias situaciones claras como para llevarse al menos un empate. Con buenos trabajos de Zárate y Cabral el visitante desbordaba los laterales del Globo que no podían hacer pie. Así entonces antes de que se vaya ese primer tiempo tan favorable en el desarrollo, pero no en la red, para Vélez, el Roly Zárate terminó de empujar una pelota que García se había hecho un nudo para despejar. Con la ventaja Vélez se fue a los vestuarios y dispuesto a manejar con su habitual oficio el complemento. Pero claro, Gareca metió un equipo muleto y a la larga lo terminó pagando...


Apenas comenzó el complemento Franzoia fue derribado cuando ingresaba al área y Furchi cobró correctamente penal. Balborín lo cambió por gol y le dio vida a un Rivoira que ya era cuestionado por todo el Duco. Vélez intentó una reacción, pero cuando mejor estaba el pibe Velázquez se pasó de rosca y se fue a los vestuarios.


Con uno menos no fue inferior el Fortín, pero perdió peso para ir a buscar la ventaja. Toranzó cambio por gol otro penal correctamente sancionado por el árbitro y Laurito aprovechó su chance para poner 3 a 1 a Huracán casi sin hacer demasiado esfuerzo. Gareca movió el banco y mandó a Silva y Moralez a la cancha. El Pelado cumplió con su cuota de gol y acortó distancias. Cuando parecía que Vélez podía llegar al empate y Huracán se defendía con el alma aferrado a esa mínima ventaja. Pero el enano Moralez no tuvo su mejor día y justo cuando festejaba su cumpleaños. Furchi interpretó, esta vez de manera equivocada, que el volante le metió un codazo a Toranzo y lo mandó al vestuario. Ahora sí, con dos menos, el empate era una utopía.


Festejó Rivoira con los ojos llenos de lágrimas. Fue una mini revancha para Huracán que siempre disfruta de poder ganarle a Vélez. Y fue una lección para este Vélez que con el equipo muleto no pudo seguir en lo más alto del campeonato.


© Publicado por el Diario Deportivo Olé el sábado 27 de Febrero de 2010.



El Pato sincero

"Me llega al pecho, es imposible que me haya pegado", dice Toranzo sobre el "codazo" de Moralez.


No fue una jugada más. Tuvo olor a venganza, esa misma que se cobró Huracán este sábado, con su triunfo ante Vélez. Maxi Moralez, el que le dio el título a los de Liniers en aquella polémica final del Clausura 09, fue a pelear una pelota con Patricio Toranzo, sobreviviente de aquel partido. Ante el mínimo contacto del Enano, el Pato se dejó caer. El árbitro Furchi, equivocado, compró la caída del jugador de Huracán y le sacó roja directa al enganche de Vélez. Ayer, Toranzo se sinceró y reconoció que no existió ningún golpe: "Es imposible que me haya pegado porque me llega al pecho de alto. Traté de ser inteligente y aprovechar la situación que se dio".



Dedicado a:

El señor Gareca... Y todos sus sufridos "Pechos Fríos" del Club Atlético Vélez Sarfield... Que tienen clarito que se afanaron un campeonato... También una mención a Moralez... (Calentito, ¿No?...) Entraste y saliste rapidito... Chambón...

A llorar a la iglesia...





Terremoto en Chile... Frecuencias Libres... LU1AVI...De Alguna Manera

Urgente... Terremoto en Chile... Frecuencia libres...

© LU1AVI Radioaficionado de la República Argentina.


viernes, 26 de febrero de 2010

My Sweet Lord... Homenaje a George Harrinson... De Alguna Manera...

My Sweet Lord... Homenaje a George Harrinson..



Eric Clapton en la guitarra acústica, guitarra eléctrica en el hijo de George Harrison, Paul McCartney en el piano, la primera batería Ringo Star, la segunda batería Phill Collins, en la segunda guitarra eléctrica Tom Petty, y la interpretación del primer cuerpo de la increíble voz de Billy Preston.


Billy Preston, conocido como el quinto Beatle, tocaba el piano y órgano en cada una de las grabaciones del grupo.

También estuvieron presentes en ese concierto: Bob Dylan, Ravi Shankar, Jethro Tull, y un montón de amigos y contemporáneos de los Beatles y el grupo 'The Cream' de Eric Clapton. Encarnan lo mejor, más representativo de finales de los 60's.



jueves, 25 de febrero de 2010

De Eva a Cristina... El odio... De Alguna Manera...

El Odio...


Sí, el tema de estas líneas es el odio. Planteado así, de manera tan seca y contundente, quizás y ante todo deba reconocerse que es más propio de cientistas sociales que de un simple periodista u opinólogo. Pero, precisamente porque uno es esto último, registra que su razonamiento respecto del clima político y social de la Argentina desemboca en algo que ya excede a la mera observación periodística.

© Escrito por Eduardo Aliverti y publicado en el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el lunes 22 de Febrero de 2010.

Hay –es probable– una única cosa con la que muy difícilmente no nos pongamos todos de acuerdo, si se parte de una básica honestidad intelectual. Con cuantos méritos y deficiencias quieran reconocérsele e imputarle, desde 2003 el kirchnerismo reintrodujo el valor de la política, como ámbito en el que decidir la economía y como herramienta para poner en discusión los dogmas impuestos por el neoliberalismo. Ambos dispositivos habían desaparecido casi desde el mismo comienzo del menemismo, continuaron evaporados durante la gestión de la Alianza y, obviamente, el interregno del Padrino no estaba en actitud ni aptitud para alterarlos.

Fueron trece años o más (si se toman los últimos del gobierno de Alfonsín, cuando quedó al arbitrio de las “fuerzas del mercado”) de un vaciamiento político portentoso. El país fue rematado bajo las leyes del Consenso de Washington y la rata, con una audacia que es menester admitirle, se limitó a aplicar el ordenamiento que, por cierto, estaba en línea con la corriente mundial.

También de la mano con algunos aires de cambio en ese estándar, y así se concediera que no quedaba otra chance tras la devastación, la etapa arrancada hace siete años volvió a familiarizarnos con algunos de los significados que se creían prehistóricos: intervención del Estado en la economía a efectos de ciertas reparaciones sociales; apuesta al mercado interno como motor o batería de los negocios; reactivación industrial; firmeza en las relaciones con varios de los núcleos duros del establishment. Y a esa suma hay que agregar algo a lo cual, como adelanto de alguna hipótesis, parecería que debe dársele una relevancia enorme.

Son las acciones y gestos en el escenario definido como estrictamente político, desde un lugar de recategorización simbólica: impulso de los juicios a los genocidas; transformación de la Corte Suprema; enfriamiento subrayado con la cúpula de la Iglesia Católica; Madres y Abuelas resaltadas como orgullo nacional y entrando a la Casa Rosada antes que los CEO de las multinacionales; militancia de los ’70 en posiciones de poder.

En definitiva, y –para ampliar– aun cuando se otorgara que este bagaje provino de circunstancias de época, sobreactuaciones, conciencia culposa o cuanto quisiera argüirse para restarles cualidades a sus ejecutores, nadie, con sinceridad, puede refutar que se trató de un “reingreso” de la política. Las grandes patronales de la economía ya no eran lo único habilitado para decir y mandar.

Hasta acá llegamos. Adelante de esta coincidencia que a derecha e izquierda podría presumirse generalizada, no hay ninguna otra. Se pudre todo. Pero se pudre de dos formas diferentes. Una que podría considerarse “natural”. Y otra que es el motivo de nuestros desvelos. O bien, de una ratificación que no quisiéramos encontrar.

La primera nace en el entendimiento de la política como un espacio de disputa de intereses y necesidades de clase y sector. Por lo tanto, es un terreno de conflicto permanente, que ondula entre la crispación y la tranquilidad relativa según sean el volumen y la calidad de los actores que forcejean.

Este Gobierno, está claro, afectó algunos intereses muy importantes. Seguramente menos que los aspirables desde una perspectiva de izquierda clásica, pero eso no invalida lo anterior. Tres de esos enfrentamientos en particular, debido al tamaño de los bandos conmovidos, representan un quiebre fatal en el modo con que la clase  dominante visualiza al oficialismo.

Las retenciones agropecuarias, la reestatización del sistema jubilatorio y la ley de medios audiovisuales. Ese combo aunó la furia. Una mano en el bolsillo del “campo”; otra en uno de los negociados públicos más espeluznantes que sobrevivían de los ’90, y otra en el del grupo comunicacional más grande del país, con el bonus track de haberle quitado la televisación del fútbol. De vuelta: no vienen al caso las motivaciones que el kirchnerismo tenga o haya tenido y no por no ser apasionante y hasta necesario discutirlas, sino porque no son aquí el objeto de estudio. Es irrebatible que ese trío de medidas –y algunas acompañantes– desató sobre el Gobierno el ataque más fanático de que se tenga memoria.

Hay que retroceder hasta el segundo mandato de Perón, o al de Illía, para encontrar –tal vez– algo semejante. Potenciados por el papel aplastante que adquirieron, los medios de comunicación son un vehículo primordial de esa ira. El firmante confiesa que sólo la obligación profesional lo mueve a continuar prestando atención puntillosa a la mayoría de los diarios, programas radiofónicos, noticieros televisivos.
No es ya una cuestión de intolerancia ideológica sino de repugnancia, literalmente, por la impudicia con que se tergiversa la información, con que se inventa, con que se apela a cualquier recurso, con que se bastardea a la actividad periodística hasta el punto de sentir vergüenza ajena. Todo abonado, claro está, por el hecho de que uno pertenece a este ambiente hace ya muchos años, y entonces conoce los bueyes y no puede creer, no quiere creer, que caigan tan bajo colegas que hasta ayer nomás abrevaban en el ideario de la rigurosidad profesional.

Ni siquiera hablamos de que eran progresistas. La semana pasada se pudo leer que los K son susceptibles de ser comparados con Galtieri. Se pudo escuchar que hay olor a 2001. Hay un límite, carajo, para seguir afirmando lo que el interés del medio requiere. Gente de renombre, además, que no se va a quedar sin trabajo. Gente –no toda, desde ya– de la que uno sabe que no piensa políticamente lo que está diciendo, a menos que haya mentido toda su vida.

Sin embargo, más allá de estas disquisiciones, todavía estamos en el campo de batalla “natural” de la lucha política; es decir, aquel en el que la profundidad o percepción de unas medidas gubernamentales, y del tono oficialista en general, dividieron las aguas con virulencia. Son colisiones con saña entre factores de poder, los grandes medios forman parte implícita de la oposición (como alternativamente ocurre en casi todo el mundo) y no habría de qué asombrarse ni temer.

Pero las cosas se complican cuando nos salimos de la esfera de esos tanques chocadores, y pasamos a lo que el convencionalismo denomina “la gente” común. Y específicamente la clase media, no sólo de Buenos Aires, cuyas vastas porciones –junto con muchas populares del conurbano bonaerense– fueron las que el 28-J produjeron la derrota electoral del kirchnerismo. ¿Hay sincronía entre la situación económica de los sectores medios y su bronca ya pareciera que crónica?

Por fuera de la escalada inflacionaria de las últimas semanas, tanto en  el repaso del total de la gestión como de la coyuntura, los números dan a favor. En cotejo con lo que ocurría en 2003, cuando calculado en ingresos de bolsillo pasó a ser pobre el 50 por ciento del país, o con las marquesinas de esta temporada veraniega, en la que se batieron todos los records de movimiento turístico y consumo, suena inconcebible que el grueso de la clase media pueda decir que está peor o que le va decididamente mal. Pero eso sería lo que en buena medida expresaron las urnas, y lo que en forma monotemática señalan los medios.

Veamos las graduaciones con que se manifiesta ese disconformismo. Porque podría conferirse la licencia de que, justamente por ir mejor las cosas en lo económico, la “gente” se permite atender otros aspectos en los que el oficialismo queda muy mal parado, o apto para las acusaciones. Ya se sabe: autoritarismo, sospechas de corrupción, desprecio por el consenso, ausencia de vocación federalista, capitalismo de amigotes y tanto más por el estilo.

Nada distinto, sin ir más lejos, a lo que recién sobre su final se le endilgó a Menem y su harén de mafiosos. ¿Qué habrá sucedido para que, de aquel tiempo a hoy, y a escalas tan similares de bonanza económica real o presunta, éstos sean el Gobierno montonero, la puta guerrillera, la grasa que se enchastra de maquillaje, los blogs rebosantes de felicidad por la carótida de Kirchner, los ladrones de Santa Cruz, la degenerada que usa carteras de 5 mil dólares, la instalación mediática de que no llegan al 2011, el olor al 2001, el uso del avión presidencial para viajes particulares? ¿Cómo es que la avispa de uno sirvió para que se cagaran todos de la risa y las cirugías de la otra son el símbolo de a qué se dedica esta yegua mientras el campo se nos muere? ¿Cómo es que cuando perpetraron el desfalco de la jubilación privada nos habíamos alineado con la modernidad, y cuando se volvió al Estado es para que estos chorros sigan comprándose El Calafate? Pero sobre todo, ¿cómo es que todo eso lo dice tanta gente a la que en plata le va mejor?

Uno sospecharía principalmente de los medios. De sus maniobras. De que es un escenario que montan. Pues no. Por mucho que haya de eso, de lo que en verdad sospecha es de que el odio generado en las clases altas, por la afectación de algunos de sus símbolos intocables, ha reinstalado entre la media el temor de que todo se vaya al diablo y pueda perder algunas de las parcelas pequebú que se le terminaron yendo irremediablemente ahí, al diablo, cada vez que gobernaron los tipos a los que les hace el coro.

Debería ser increíble, pero más de 50 años después parece que volvió el “Viva el Cáncer” con que los antepasados de estos miserables festejaron la muerte de Eva.





De los Poetas... Edel Juárez... De Alguna Manera...

Edel Juárez...

Mientras dure…

No me importa mostrarme débil mientras escribo,
si aún no soy fuerte, ni lo he sido,
no he aprendido a amar como aquí juegan,
yo amo con los codos, con el sueño, con la voz.

No tengo objeción en no ser correspondido,
no me importa cuanto vivan mis amores,
yo amo mientras dura, mientras puedo,
mientras se vacía el vaso y emprendo mi camino.

No entiendo como aman los humanos,
por eso estoy aquí contigo, por tu duda,
por todo lo que no sabes ni averiguas,
por todo lo que das sin saber siquiera que tuviste.

Amo tus alas, tus vuelos, tus caderas,
donde termina mi noche, mi nostalgia,
no me importa que no entiendas que te amo,
que dudes y llores y preguntes y reclames.

Yo te amo, mientras dure.

© Escrito por Edel Juárez

martes, 23 de febrero de 2010

Abuelas de la Plaza... Nieto 101 recuperado... De Alguna Manera...

Otro hallazgo de Abuelas de Plaza de Mayo...

Reencuentro. Francisco Madariaga Quintela y su padre biológico,
Abel Madariaga, pudieron reencontrarse tras 32 años. Silvia Quintela
(recuadro), la madre de Francisco, fue secuestrada cuando estaba
embarazada de cuatro meses. Dio a luz en Campo de Mayo. (DyN)


El nieto 101 recuperó su identidad tras vivir 32 años "como un fantasma". Francisco Madariaga Quintela encontró a su padre biológico, Abel Madariaga -actual secretario de Abuelas-.


Fueron más de tres décadas de incertidumbre y dudas sobre su identidad las que tuvo que sobrellevar Francisco Madariaga Quintela, el nieto 101 recuperado por Abuelas de Plaza de Mayo. “Fueron 32 años de vivir como un fantasma, con un vacío inexplicable, con mucha violencia y maltratos. Ha sido una historia oscura”, confesó este mediodía en la conferencia de prensa que brindó junto a su padre biológico, Abel Madariaga –actual secretario de Abuelas-, y la titular del organismo, Estela de Carlotto.

Francisco también es hijo de Silvia Quintela, una médica y militante montonera que estaba embarazada de cuatro meses al momento de ser secuestrada el 17 de enero de 1977 en la localidad bonaerense de Florida. Dio a luz en el centro de detención clandestino “El Campito”, en Campo de Mayo, antes de ser asesinada. El apropiador de ese bebé fue el capitán retirado del Ejército, Víctor Alejandro Gallo, quien en 1997 recibió una condena a 10 años de prisión por su participación en la Masacre de Benavidez, ocurrida en 1994.


"Es hermosa la vivencia de encontrar algo tuyo y algo que me habían privado, 32 años, de la verdad", comentó Francisco abrazado a su padre Abel, quien contó que al saber que era su hijo “se me llenó el alma de alegría y sentí la mayor felicidad de mi vida”. Y agregó que “nos fundimos en un abrazo de padre e hijo como si hubiéramos estados separados un año", agregó.

La titular de Abuelas de Plaza de Mayo confió que Francisco "tuvo sus dudas y se acercó" al organismo para certificar su identidad y explicó que "todo se desarrollo rápidamente dada la peligrosidad del apropiador... un hombre que está detenido felizmente, dado el riesgo que corría el chico de vida y la propia familia biológica". Además, Carlotto explicó que “en unos días estuvo resuelto el tema del ADN con el resultado del Banco Nacional de Datos Genéticos que es el único lugar donde se pueden obtener las comparaciones lógicas".

La titular del organismo destacó la importancia de "seguir encontrando estas personas que viven oprimidas con algunas vidas, como en el caso de Francisco, muy desgraciadas". E insistió con que "la verdad es necesaria y aflora y la Justicia que viene después es un premio para todos los argentinos".


De la madre desaparecido se ha sabido que como era médica habría asistido a varios compañeros suyos de cautiverio en otro centro clandestino de la base militar conocido como Las Casitas. Su compañero, Abel Madariaga, logro sobrevivir y debió exiliarse, primero en Suecia y luego en México. En 1983, con el regreso de la democracia se radicó nuevamente en Argentina, se incorporó a la Asociación y emprendió personalmente la búsqueda de su hijo, que se concretó luego de 27 años de trabajo.

© Fuente DyN y publicado en el Diario Crítica de la Argentina el martes 23 de Febrero de 2010.




Francisco Madariaga Quintela contó junto Abel, su padre, como recuperó su identidad después de 2 años. “Para mí es un regalo, la familia que buscaba”...


En rueda de prensa, padre e hijo mostraron su alegría por el reencuentro. Francisco dijo que “no tener identidad es como ser un fantasma”. Su padre, el hombre que se sumó a la búsqueda de Abuelas, comentó: “Es un tigre, como su madre”. Silvia Quintela está desaparecida.



Tienen la misma nariz –grande y carnosa–, la misma frente ancha y los pómulos idénticos, marcados y altos. Viéndolos juntos, uno sentado junto a otro, es imposible no pensar con el primer vistazo que son padre e hijo. Ayer, Abel y Francisco Madariaga contaron en una conferencia de prensa cómo se encontraron después de tres décadas. Abel, el papá, es secretario de Abuelas de Plaza de Mayo y buscaba a Francisco desde 1983. Pero fue el chico el que, ya crecido y convertido en un adulto, finalmente terminó encontrando al padre. A los 32 años, tras haber sido apropiado y criado por un oficial de inteligencia de Ejército, se presentó en Abuelas con la sospecha de que era hijo de desaparecidos, para hacerse los análisis de ADN.

Así se convirtió en el nieto recuperado número 101. En su caso, con la suerte extra de tener vivo a su papá, integrante de la dirección del organismo de derechos humanos –único hombre en un círculo de mujeres– y uno de los responsables de diseñar la estrategia de comunicación para que los jóvenes que sienten dudas sobre su filiación se acercaran a la entidad.

En la sede de Abuelas, donde se realizó la conferencia, Francisco estuvo acompañado por dos amigos, Cristian y Juan, treintañeros como él y que, según contó, fueron claves en la historia (“quiero agradecerles porque me obligaron a venir”, les dijo públicamente). Mezclada entre el público, también estuvo Lucía, su ex novia, que también lo apoyó en el proceso.

Francisco había llegado a Abuelas el 3 de febrero para hacer la consulta. Después, todo fue rápido. El día 4 fue a sacarse sangre para el análisis, y a las dos semanas la Justicia le informó sobre los resultados y le ofreció ponerlo en contacto con su verdadera familia. Resultó que además del padre había un tío (Daniel Quintela) y dos primas (Elena y Mariana) que también lo buscaban.

–Que nuestro encuentro haya sido tan natural va a darles fuerza a otros pibes –vaticinó ayer Abel, el papá–. Es un efecto de siembra; nos llevó tiempo sembrar, pero la cosecha viene cada vez más rápida.


“Un premio”

La historia sobre el nacimiento de Francisco fue relatada por Estela de Carlotto, la titular de la entidad. El joven nació en el hospital militar de la guarnición de Campo de Mayo, en julio de 1977. Su madre, Silvia Mónica Quintela, era, como Abel, militante de la organización Montoneros. Silvia había estudiado medicina en la Universidad de Buenos Aires y estaba haciendo la residencia como cirujana en el hospital municipal de Tigre cuando el 17 de enero de 1977 un grupo de tareas de la dictadura la secuestró. Tenía 28 años y estaba embarazada de cuatro meses.

La llevaron al centro clandestino de detención El Campito, donde la vieron varios sobrevivientes. En julio de 1977 fue trasladada al Hospital Militar, donde le hicieron una cesárea. Silvia dio a luz a un varón al que le puso de nombre Francisco, como quería su compañero.

Fueron las abuelas del recién nacido Sara Elena de Madariaga y Ernestina “Tina” Dallasta de Quintela las que iniciaron su búsqueda y la mantuvieron en los años de la dictadura. Abel, que tras el secuestro de su mujer se había exiliado en Suecia y más tarde en México, volvió a la Argentina en 1983 y se encargó activamente de la búsqueda; así se sumó al trabajo de las Abuelas. Con los años, se convirtió en el coordinador de los equipos técnicos de la entidad, y después pasó a ser parte de su mesa directiva.

“Todos los nietos son queridos, pero éste es un premio para un padre que luchó toda la vida”, definió Carlotto, que en la presentación estuvo acompañada por el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde.


Mentiras y violencia

En la conferencia de prensa, como era de esperar, hubo lágrimas de emoción. Lloraban los amigos de Francisco, lloraban varios integrantes de Abuelas, lagrimeaba aproximadamente la mitad de los que estaban en el salón mientras la otra mitad respiraba hondo y aguantaba. Abel contestó las preguntas de todos los medios con la voz firme, pero le temblaban las manos. En cambio, Francisco parecía totalmente aplomado: se lo veía alegre, pura sonrisa.

El padre, orgulloso, dijo que el hijo era “un tigre, como la madre”. Y aseguró que físicamente era “muy parecido” a ella “aunque, pobrecito, con algunos rasgos míos”. Francisco relató a su vez que, después de conocerlo, lo primero que hizo fue pedirle una foto de su madre.

Francisco contó, además, su vida con los apropiadores. Fue anotado como hijo propio por un oficial del Ejército, Víctor de Alejandro Gallo, al que describió como un hombre “muy violento”. “Fueron años oscuros, feos”, dijo sobre su infancia. En la familia, integrada por la mujer del militar, Inés Susana Colombo, y dos hermanos, nunca le dijeron que no era hijo biológico, y en su documento de identidad figuraba con el apellido del militar, con el nombre de Alejandro Ramiro, pero aun así, con los años fue acumulando dudas. “No me veía parecido a nadie, y además era una familia violenta, no me dejaban avanzar. No tenía ayuda familiar... por eso pensaba que una familia no podía hacer eso con un hijo propio.”

Así empezó a dar los pasos que lo llevarían a recuperar la identidad. “Lo busqué diez años”, resumió ayer, hablando del padre, pero sugiriendo que ese fue el tiempo que vivió con dudas y sin poder resolver la situación. Finalmente, cuando ya estaba muy avanzado en su búsqueda, la mujer de Gallo le confesó que, como él sospechaba, podía ser hijo de desaparecidos. Le dijo que “lo habían traído de Campo Mayo”, en julio del ’77, y que Gallo “le había dicho que se trataba de un niño abandonado”.

El militar era oficial de Inteligencia del Ejército; durante la dictadura integró el Batallón 601. Recuperada la democracia, Gallo acumuló antecedentes delictivos. En los ’80 participó del robo de una financiera y luego de la Masacre de Benavídez, donde fue asesinada una familia, hechos por los que estuvo detenido. En la actualidad es dueño de la agencia de seguridad Lince. Lo detuvieron el jueves, junto con su ex mujer (ver aparte), acusados de la apropiación. Se sospecha además que, en las últimas semanas, pudo haber estado detrás de dos incidentes que sufrió Francisco.

Antes de terminar la rueda de prensa, Abel pidió hacer dos agradecimientos, “a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) y al Poder Ejecutivo, porque desde que la apropiación de niños pasó a ser un problema de Estado, hemos resuelto más de treinta casos”.

Le pidieron a Francisco que hablara a los que están en una situación similar a la que él pasó. “No tener identidad es como ser un fantasma”, contestó, “pero encontré una familia gigante, con amor y contención. Eso es lo que buscaba: para mí, es un regalo”.

© Escrito por Laura Vales y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el miércoles 24 de Febrero de 2010. http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-140916.html

Huracán 0 vs. Estudiantes de la Plata 2... De Alguna Manera

Estudiantes demostró su clase con un cómodo triunfo ante Huracán...

Con titulares, le ganó 2-0 en cancha de Quilmes. Boselli y Domínguez, en contra, hicieron los goles del equipo de Sabella, que venía de caer en Perú por la Copa Libertadores y es escolta de Vélez y Colón en el Clausura. Esmerado y Hoyos fueron expulsados.

Media hora duró el plan de Huracán, un esquema incomprensible conceptualmente ya que le regaló a Estudiantes la iniciativa y jamás le presionó la salida. Y Estudiantes, con espacios para armarse y salir manejando la pelota, puede ser temible. Esa apatía táctica de Huracán fue bien aprovechada por un encendido Estudiantes.

Aunque la apertura del tanteador tardó 30 minutos en llegar, se caía de maduro que iba a ocurrir. Estudiantes controló terreno y pelota, llegó con peligro. Y en su séptima oportunidad neta festejó: la Brujita Verón pateó un tiro de esquina desde la izquierda, falló Monzón que amagó y se quedó y en el segundo palo Boselli le ganó en el salto a Eduardo Domínguez, cabeceó, rozó en el defensor y gol. Una jugada vieja y repetida le dio resultado a Estudiantes.

Después siguió presionando, llegando y marcando una amplia diferencia el equipo de Sabella, conducido por Verón --que recibió la quinta amonestación y por lo tanto se perderá el próximo partido, ante Boca--, con José Sosa dispuesto al desequilibrio y Boselli peligroso y activo en el área. Además, se venían desde el fondo los defensores y volantes. Así se fueron acumulando las chances favorables.

Huracán, pese a su floja actuación, había tenido una oportunidad clarísima para dar la sorpresa. Cuando iban 10 minutos, Toranzo ejecutó un córner desde la derecha y Esmerado arremetió por el primer palo metiendo un derechazo que se estrelló en el poste.

Pero más allá de esa chance, Huracán hizo todo mal. Falta de actitud, jugando muy en línea, sin mirarse, sin comprometerse. Le facilitó todo a Estudiantes. Fue, sencillamente, un choque de un equipo contra once jugadores.

El primer tiempo se cerró con un contraataque con Boselli lanzado en una solitaria carrera y sorprendentemente libre de marca, pero con una mala definición.

Y el segundo tiempo arrancó con Verón pasándole la pelota a Sosa, casi sin resistencia de la defensa visitante, y la habilitación a Angeleri para quedar mano a mano con Monzón. Y ganó el arquero.

Luego hubo un disparo a colocar de Maxi Núnez que salió muy cerca del travesaño. El resultado era muy corto, Estudiantes era mucho más que el modesto 1 a 0.

Pudo estirar la cifra con el penal --aunque hay que reconocer que no hubo falta de Eduardo Domínguez a Núnez-- pero el disparo de Boselli se estrelló en el travesaño, a los 13. Pasaron tres minutos para que los hinchas de Estudiantes soltasen otro grito de festejo. Verón tuvo la suerte que le quedase la pelota mansa después de dos rebotes y su remate también rebotó en Domínguez antes de entrar.

Hasta el final se reiteraron las chances favorables a Estudiantes. Huracán tuvo un tiro en el travesaño de Toranzo, en una acción aislada. Y Estudiantes se reencontró con el triunfo y otra vez está en carrera por el título.


© Escrito por Mario Rueda y publicado en el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el martes 23 de Febrero de 2010.

Los goles...






Flor de León...


Tres jugados en el Centenario, tres ganados. Siete goles a favor, cero en contra. Contundente, como ya lo había hecho con Arsenal y el Ciclón, demolió al Globo.


Ver a Estudiantes en la cancha de Quilmes ya es un clásico. Es un equipo rutinario. Pero en el buen sentido. En cada partido fue el dueño absoluto de todo: la pelota, el campo, la presión, el dominio, el toque de primera... Estudiantes juega a voluntad y se divierte con sus rivales. Este año lo sufrieron todos: Arsenal en la exhibición de la primera fecha, San Lorenzo se fue humillado y Juan Aurich, por la Copa, apenas aguantó un tiempo. Anoche, a Huracán lo peloteó hasta destrozarlo. Es cierto que sufrió un susto cuando Esmerado mandó al palo un toquecito a la salida de un córner. Después de eso, fue todo Pincha.


Todo lo que muy bien sabe hacer y hace Verón, se potenció por los acompañantes.

Aunque la Brujita sea genio y figura, no fue el único hombre desequilibrante. Boselli, por ejemplo, tuvo mil chances, hasta un penal. Pero antes de criticar su poca efectividad hay que elogiar sus movimientos. Porque en algunas estuvieron bien sus compañeros pero en otras, él se las inventó. Núñez estuvo endemoniado. Cada vez que encaró por la derecha, lastimó. Lo que le falta aprender es tocar la pelota antes. En un momento exageró con la gambeta y se tuvo que comer flor de reprimenda de Verón. Cuando sepa tomar las decisiones correctas, atenti. Braña no dejó mover a nadie, por acá no se pasa y a otra cosa. Benítez y su pegada. Sosa y sus desbordes. Y ahora, de vuelta, las subidas de Angeleri. Subidas en serio, por sorpresa, como corresponde a un lateral que se precie. Su regreso es buena noticia para Estudiantes y también para Maradona. Si el técnico de la Selección lo tiene bien considerado, sólo resta confirmar que no quedan secuelas de su lesión. Ayer fue el cuatro que se ganó las citaciones. Por lo menos en ataque. En defensa, el trabajo fue mínimo.


La tibieza de Huracán es difícil saber si fue por deficiencias propias o porque el rival no le permitió maniobrar. Recién con el 0-2 y la relajación previsible de Estudiantes, lo pudo ver un poco más de cerca a Orión, sobre todo con un par de derechazos de Machín. Y si no lo podía ver de cerca, Toranzo probaba de lejos: reventó el palo y confirmó que para seguir con la valla invicta en el Centenario, además de jugar bien, también hay que tener un poquito de fortuna.


El palazo que sufrió por la Libertadores (1-4 ante Alianza Lima), ya quedó en el olvido. Y el campeonato ya lo tiene acomodado, vivito y coleando, preparado para dar el zarpazo en cualquier momento. Si mantiene este ritmo, que se agarren los demás.


© Escrito por Juan Manuel Allan y publicado por el Diario Olé de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el martes 23 de Febrero de 2010.

domingo, 21 de febrero de 2010

Joan Manuel Serrat... "Hijo de la luz y de la sombra"... De Alguna Manera...

Serrat... "En el mundo hay pocas más que el fútbol, pero algunas hay"...

El catalán recibió a Clarín en Barcelona Y no habló solamente de "Hijo de la luz y de la sombra", su nuevo CD en el que vuelve a musicalizar a Miguel Hernández. Ser letrista y poeta, el síndrome de la hoja en blanco y, claro, el fútbol...

Un diario revela que, en Madrid, 250 mil personas reciben alimentos de la beneficencia. Otro habla de cuatro millones de desocupados y dice que el 40 por ciento tiene bajísimas posibilidades de conseguir trabajo. Un taxista, gurú económico sobre ruedas, explica el estallido de la burbuja inmobiliaria, se queja de los inmigrantes como al pasar y, fúnebre, sentencia: "En mis 40 años he vivido tres crisis: las del '78/'79, la del '92/'93, y ésta. Las otras fueron en forma de V, tocamos fondo y enseguida repuntamos. Ahora estamos en el culo de la botella, sin salida". El panorama se completa con un frío esquimal: el sol se tomó licencia y de suplente dejó a una garúa insultante. Y como si esto fuera poco, a los catalanes se les agregó una tragedia: el campeonérrimo Barcelona viene de perder después de 22 fechas.

"En el fútbol se gana y se pierde, lo que ocurre es que estamos muy acostumbrados a ganar, y por eso es un acontecimiento. Sólo se perdió, nada más". En un hotel a metros de La Pedrera y la Casa Batlló, dos de los legados arquitectónicos que Gaudí le dejó a Barcelona, un señor de 66 años, todo vestido de gris y correcto por donde se lo mire, desdramatiza el cuadro. Fanático de la mesura, Joan Manuel Serrat menciona las lesiones del equipo y se adentra en la "rotura fibrilar" de Xavi, pero concluye: "No se pueden buscar excusas, el Aleti metió más goles que nosotros". Elogia a Estudiantes ("hicieron un gran esfuerzo") y a Messi ("es el mejor jugador del mundo y, pese a las tonteras que se dicen, tiene extraordinario interés en jugar en la Selección argentina"), pero enseguida cae en la cuenta de que su objetivo es otro: hablar de Hijo de la luz y de la sombra, su nuevo disco, en el que, como en 1972, musicalizó poemas de Miguel Hernández. "En el mundo -explica- hay pocas cosas más que el fútbol, pero alguna hay". Sonrisa cortés, y el dial gira de pelota a poesía.

¿Cómo se compara el Serrat del '72 con éste, y aquella época con ésta?

Veo a aquel Serrat con simpatía. También con tolerancia y generosidad. Acerca de la época, en el '72, en pleno régimen franquista, aparece el disco con poemas de un antifranquista muerto en las cárceles del franquismo. Miguel Hernández es un símbolo de la lucha por la libertad, es un mártir. Por tanto, el trabajo aquél era más que un manojo de poemas: era una herramienta de sensibilización en la lucha antifranquista. Ahora las cosas son diferentes, pero no absolutamente. Vivimos en un régimen democrático en el que se producen situaciones de épocas pasadas. Como la Ley de Memoria Histórica y de recuperación de las víctimas del franquismo, que no acaba de funcionar como corresponde. O que el juez Garzón esté imputado y pueda llegar a ser la primera persona que va a la cárcel por una denuncia hecha por un partido antidemocrático como Falange española, heredero directo del franquismo, a raíz de intentar recuperar la memoria y los restos de los asesinados por Franco. Ni España ni nadie debe perder de vista que se debe mantener la memoria del pasado para poder defender el futuro.

En estas época de crisis, ¿aparecen más nostalgias del franquismo?

Nostalgias no, sino actitudes cercanas a la xenofobia y la insolidaridad, más preocupadas por conservar aquéllo que creen propio en detrimento de otros a los que se considera ajenos. En épocas de crisis afloran los pecados más miserables de la humanidad.

Y cobra vigencia Miguel Hernández. ¿Cómo es el trabajo de musicalizar poesía? ¿Tiene una música intrínseca?

Toda la poesía tiene una música, pero no toda es susceptible de convertirse en canción ni es la misma música para todos. Normalmente la poesía de ritmo y rima lleva un movimiento que la hace muy musical. Cuando se rompe alguno de estos elementos, la cosa empieza a ser más peliaguda. La canción tiene una técnica distinta que un poema. El poema puede ser más libre; la canción, exceptuando algunos casos asombrosos y maravillosos, suele estar más encorsetada por estos elementos.

¿Hay alguna diferencia entre ser letrista y ser poeta? Discépolo le decía a González Tuñón que le gustaría poder escribir poemas como los suyos...

Y González Tuñón a Discepolín que a él le gustaría hacer canciones como las de él. Natural. A ver: García Lorca era un gran letrista. Y también Manolo Vázquez Montalbán, Mario Benedetti, González Tuñón. Ocurre que hay poetas que no saben ser letristas. No saben, o consideran que todo es muy sencillo y cuando intentan hacer letras de canciones bajan su nivel y las letras se caen. A la vez, no todos los buenos letristas son buenos poetas. Por mi parte, yo soy un autor de canciones.

¿Qué te lleva a seguir grabando discos?

Supongo que es lo que más me gusta hacer, me divierto haciéndolo, me hace sentir vivo. Y todavía me gusta subirme a un escenario y cantar, y necesito constantemente seguir proyectando lo que pienso en nuevas canciones, nuevas historias.

¿Te pone nervioso presentar un disco nuevo?

Yo no estoy nervioso, no. Pero si no fuera bien recibido, me entristecería. No estoy por encima del bien y del mal, ni me quedo con aquéllo de "he hecho lo que quiero hacer y lo que opinen me importa un huevo". No: me importa mucho. Lo que hago, lo hago para compartir. Pero no tengo por qué estar nervioso. Si me siento bien tratado seré feliz y si me siento maltratado me desagradará, pero seguiré haciendo lo que creo que debo hacer.

¿No sería más fácil seguir cantando el repertorio ya conocido?

El que piense eso, no tiene nada que ofrecer. Ahora que voy a hacer conciertos por España, pido que la gente no me pida el repertorio conocido, porque no lo voy a hacer. Va a ser un espectáculo exclusivamente con canciones de Miguel Hernández.

Sabina recurrió a su amigo poeta Benjamín Prado para hacer su último disco porque se sentía agotado artísticamente. ¿Hernández puede haber sido tu Benjamín Prado?

No es mi caso. Sabina es muy generoso: Sabina recurrió a Sabina.

¿Alguna vez sentiste que ya no se te ocurría nada?

Constantemente. Desde hace 40 años, cada día que me pongo a escribir tengo el síndrome de la hoja en blanco. Convivo con ello como un enfermo crónico aprende a vivir con sus achaques.

¿Cómo lo superás?

Pues volviendo a poner otra hoja al día siguiente. O recurro a la poesía, para estimularme, conmoverme, sentir que hay vida más allá de mí mismo.

¿Nunca te cansás de ser Serrat?

No tengo situaciones incómodas por lo que yo hago o lo que me rodea. Tengo un mundo íntimo muy cómodo, entrañable, sencillo. Mi relación con la gente, en general, es amable. No estoy en una situación que me haga odiar al personaje. Me llevo bien con él.

¿Y las expectativas que genera?

Uno no puede vivir sometido a las expectativas que hay sobre uno. Ni el hijo a las de su madre, ni el hermano mayor a las de los demás hermanos, ni el artista del público. Uno ha de ser responsable de sus propias expectativas.

¿No te gustaría poder evitar la promoción, subirte al escenario y ya?

Sí, me gustaría, pero es imposible. No se puede hacer una tortilla sin romper los huevos. Las leyes del mercado.

Todos estamos sometidos a ellas, tú también. Puedes vivir esclavo de ellas o tratar de liberarte, pero negar que existen es absurdo. No puedo ir a cantar donde no me llamen. Un artista vive sujeto a la ley de oferta y demanda. Si no te contratan, cantarás en tu casa. Y puede ser que tu vecino se cabree porque no lo dejas dormir, pero lo que no harás es conseguir un público.

¿Qué dimensión le das a eso cuando grabás un disco?

Sé que está, pero no pienso en eso. No se puede hacer nada pensando en lo que a la gente le gustará: es el camino más rápido para el desastre, y sobre todo para la vulgaridad.




Adelanto del nuevo disco del músico catalán, "Hijo de la luz y de la sombra".



© Escrito por Gaspar Zimerman y publicaod en el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el domingo 21 de Febrero de 2010.

Pastore: el talentoso... De Alguna Manera...

Pastore: el talentoso que sueña con ponerse la "10" en Sudáfrica...

Un momento inolvidable. Así califica Pastore su partido en la Selección contra Cataluña, el año pasado.

De repente, en apenas un año, Javier Pastore pasó de ser aquel flaquito hábil y desconocido a un jugador destacado en la élite y con serias posibilidades de ser el futbolista más joven en la lista de Diego Maradona para el Mundial. Resultó todo vértigo en su vida reciente: en el primer semestre fue El Bailarín de La Quema en el inolvidable Huracán de Angel Cappa; lo transfirieron al Palermo, se adaptó rápido en la equipo revelación del calcio y ahora ya se fijan en él otros gigantes como Juventus. El dice, sin embargo: "Sigo siendo el mismo: el que jugaba en mi barrio, el de Talleres, el de Huracán... Lo único que cambió es que en el fútbol italiano me ponen más responsabilidades cuando no tenemos la pelota. Pero nada más. El resto es igual. El técnico (Delio Rossi) me pide lo mismo. Jugamos con enganche", le dice a Clarín desde Palermo, esa ciudad siciliana que ya lo adoptó como propio, como si hubiera nacido al lado del Palazzo dei Normanni o a la vuelta de la Fontana Pretoria.

¿Cómo se dio todo tan rápido?

Fueron muy importantes muchas personas. Mi familia, que siempre me acompaña, sobre todo. Y tuve la suerte de encontrarme a Cappa en Huracán. Con él aprendí mucho y siempre le voy a estar agradecido.

¿Y en Italia?

También tuve suerte: el presidente (Maurizio Zamparini) y los entrenadores (primero, Walter Zenga; ahora Rossi) confiaron siempre en mí. Y eso hizo todo más fácil. Me sentí cómodo de entrada.

El equipo ayuda: Palermo hasta tiene chances de clasificarse a la próxima Champions League.

Es verdad. Se dio algo parecido a lo de Huracán: se armó un lindo grupo y las cosas se fueron dando naturalmente. Sobre todo de local.

En un año te pasaron más cosas que en el resto de tu carrera. ¿Cómo se vive todo eso a los 20 años?

Con mucha alegría, por supuesto. Y también con tranquilidad. Creo que tengo que tratar de mantener lo que hice siempre.

El buen momento te llevó a la Selección, respondiste bien cuando tuviste tu chance y ahora, hasta el Mundial parece cerca. ¿Cuál es tu sensación?

Estar en la Selección siempre es un orgullo y más cuando está tan cerca el Mundial. Cuando me tocó jugar contra Cataluña fue un momento inolvidable.

¿Y en cuanto a esta convocatoria y a este partido frente a Alemania del 3 de marzo?

Creo que es el partido de mi carrera. Tengo muchas ganas de estar, estoy ansioso por jugar y por estar a la altezza de la situación.

A Pastore se le escapa una palabra en italiano: altezza (altura). Luego, en la charla, se le volverá a escapar. Es, tal vez, un síntoma de adaptación de este cordobés que mezcla su tonada de origen con vocablos en italiano. Todo con ese hablar manso, como si estuviera haciendo alguna pausa para tirar un caño, esos a los que también se animó entre los rigores de la Serie A. En su primera temporada se ganó su lugar rápido: jugó en 20 de los 24 partidos que disputó su equipo. Suma 1.159 minutos y un gol. Y ya nadie duda de que es un titular sin discusión en la squadra rosanera.

Aunque en cada partido luce el seis en la camiseta rosa del Palermo, Pastore juega de diez. Eso sucede en el siguiente contexto: todo indica que en la lista mundialista de Maradona habrá sólo un enganche clásico y que la prioridad la tiene este admirador de Juan Román Riquelme.

¿Cómo te ves como el diez del Diez?

Me veo bien. Me encantaría serlo. Ojalá pueda.


© Escrito por Waldemar Iglesias y publicado en el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 21 de Febrero de 2010.