domingo, 8 de mayo de 2022

Copa de la Liga Profesional - Grupo B. Independiente 3 vs. Huracán 0... @dealgunamanera...

Independiente goleó a Huracán y lo despojó de la clasificación....


El Rojo, que zafó de quedar último, le ganó de local al Globo, por 3 a 0, y no pudo avanzar de fase a pesar de que se dieron los otros resultados que necesitaba ya que perdieron Tigre y Aldosivi, en la última fecha de la etapa regular de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol (LPF).

© Publicado el sábado 07/05/2022 por el Diario Jornada de la Ciudad de Trelew, Provincia del Chubut, República de los Argentinos.


Alan Soñora abrió el marcador con un tiro libre a los 21 minutos del primer tiempo, el ecuatoriano Juan Cazares amplió la ventaja (42m. ST) y Leandro Fernández sentenció el resultado (43m. ST), marcaron para festejar la tercera victoria de Independiente en el campeonato.


El resultado dejó a Huracán en la sexta ubicación con 18 puntos, sin chances de jugar los cuartos de final, algo que hubiera logrado con una victoria debido a las derrotas de Tigre y Aldosivi de Mar del Plata, que pese a ello aseguraron su presencia entre los ocho mejores.


Con su triunfo, Independiente evitó el riesgo de finalizar último en su zona y terminó su participación con 16 unidades.


En la primera parte Independiente insinuó ser más ofensivo y a los 5 minutos generó una situación con un centro de Damián Batallini por la derecha que cabeceó desviado Julián Romero.


A los 21, se puso en ventaja a través de un gol de tiro libre que ejecutó de zurda Soñora al ángulo izquierdo del arco de Huracán.


En esta etapa, Tomás Pozzo se convirtió en el armador de las situaciones ofensivas para el "Diablo", mientras que Huracán cayó en un estado de confusión a raíz del gol, salvo en algunas salidas de Gauto y Rodrigo Cabral.


En el complemento los dirigidos por Frank Kudelka salieron con mejor manejo de la pelota, encuentraron espacios por la derecha con Gauto, pero no tuvieron precisión ni profundidad.


Huracán pudo igualar a los 31 minutos cuando Jhonatan Candia pateó un tiro libre que desvió exigido Sosa y a los 33 minutos un centro de Mateo Bajamich, que cabeceó Cóccaro por encima del travesaño.


Desde el banco, Independiente encontró la solución para definir la historia: primero con una certera definición de Cazares y luego con una gambeta de Leandro Fernández a Marcos Díaz dentro del área, tras capitalizar un error de salida de Santiago Hezze.


Síntesis:


Independiente: 3 


Sebastián Sosa; Alex Vigo, Sergio Barreto, Joaquín Laso y Lucas Rodríguez; Lucas Romero y Domingo Blanco; Tomás Pozzo, Alan Soñora y Damián Batallini; Julián Romero. DT: Eduardo Domínguez


Huracán: 0 


Marcos Díaz; Guillermo Soto, Jonathan Galván, Lucas Merolla y César Ibáñez; Juan Gauto, Santiago Hezze y Franco Cristaldo; Jhonatan Candia, Matías Cóccaro y Rodrigo Cabral. DT: Frank Darío Kudelka.


Gol en el primer tiempo: 21m. Alan Soñora (I).


Goles en el segundo tiempo: 42m. Juan Cazares (I) y 43m. Leandro Fernández (I)


Cambios en el segundo tiempo: al inicio ingresó Mateo Bajamich por Cabral (H); 10m. Lucas González por Blanco (I); 19m. Lucas Vera por Gauto (H); 21m. Leandro Fernández por Julián Romero y Gerónimo Poblete por Pozzo (I); 32m. Andrés Roa por Soñora y Juan Cazares por Batallini (I); 40m. Agustín Curruhinca por Ibáñez y Nicolás Cordero por Candia (H).


Amonestados: Blanco, Barreto y Leandro Fernández (I); Cabral y Galván (H)


Árbitro; Facundo Tello.


Estadio: Independiente.









CFK en Acción... @dealgunamaneraok...

¿Quién se quiere llevar el Gobierno a la mesita de luz?


"El" Cámpora. Dibujo: Pablo Temes.

Se acabó la discusión, si es que alguna vez hubo dudas sobre el tema: manda la vicepresidenta.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 07/04/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

La pregunta –que parece infantil– en verdad demuestra que la interna dentro del Frente de Todos Contra Todos está al rojo vivo. El Cuervo Andrés Larroque, referente de La Cámpora y uno de los alfiles de la vicepresidenta en funciones fue el encargado de escalar la discusión: “El Gobierno es nuestro (...) Alberto no se va a llevar el Gobierno a la mesita de luz”. Esa fue la frase que marcó una de las semanas más duras de la coalición bifronte.

“Alberto no va a delegar en nadie la toma de decisiones, ni lo sueñen. En un equipo normal las cosas se discuten y se buscan consensos. Este dejó de ser un equipo normal porque ellos lo rompieron y quieren todo el poder para hacer lo que se les antoje” –dijo un hombre cercano a la Rosada, 24 horas después de la reunión de Gabinete.

Los emisarios van y vienen, pero todavía no hay fumata blanca para las negociaciones de las que participan al menos, dos ministros y el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa. El operativo interno de “desgaste” de la figura presidencial sigue en marcha. “Está claro que el problema dejó de ser el ministro de Economía Martín Guzmán, van por Alberto y el control absoluto del Gobierno, de eso no tenemos dudas” –espetó un diputado de JXC para sumar dramatismo a la situación.

La parálisis reinante no afecta solo a los funcionarios de primera y segunda línea de ambos bandos del FdT. El desgobierno ya puso en alerta a diferentes sectores de la política, la producción y el trabajo. “Hoy no es posible poner en marcha ninguna iniciativa que salga del cortísimo plazo. No hay interlocutores válidos en casi ningún sector del Gobierno. No podemos avanzar o negociar tranquilos con nadie, porque no sabemos si cuando se da vuelta le van a mover el piso del otro lado” –resumió con preocupación un hombre de negocios del sector Pyme.

La vicepresidenta viajó a Resistencia para recibir un título de Doctora Honoris Causa. Está claro que este tipo de distinciones que provienen de acólitos y militantes, están flojas de papeles. Un doctorado Honoris Causa se le entrega a una persona a la cual se la distingue por sus logros. Cada universidad tiene sus propios procedimientos para elegir a los candidatos al doctorado Honoris Causa. Dicho esto, lo habitual es que una vez que se presenta una candidatura, sea por decisión de una mayoría o por parte del rector –ella se adjunta con documentación sobre las razones y lo méritos que avalan la nominación– y ante el Comisionado de Doctorado, que se aboca entonces a analizar los fundamentos de tal reconocimiento.

¿Se habrá analizado también el cúmulo de causas judiciales por hechos de corrupción por los que la vicepresidenta está siendo juzgada?  

La larga perorata de CFK, que hizo acordar a sus Aló Presidente con los que semanalmente fatigó la Cadena Nacional de Radio y Televisión a lo largo de sus dos mandatos presidenciales, abundó en imprecisiones, definiciones falaces, contradicciones, narcisismo y falta de autocrítica. Pero, desde el punto de vista de lo que sucede hoy en día, el objetivo más importante fue uno: despreciar a Alberto Fernández, minimizar su figura política y personal y despegarse de un gobierno que no siente propio. Primero volvió a recordar por enésima vez que ella lo eligió para que sea Presidente; en el mismo pasaje del discurso aseguró que era una persona que “no representaba a ninguna fuerza política” y terminó de definir el conflicto interno de manera brutal diciendo que solo podría tener “una disputa de poder” con Sergio Massa, quien lidera el Frente Renovador; Héctor Daer, de la CGT; o Emilio Pérsico, del Movimiento Evita. Léase: el poder lo tengo yo; es mío; Alberto es un don nadie que me debe todo y encima no me hace caso.

A partir de este discurso se acabó la discusión, si es que alguna vez hubo dudas: quien manda es la vicepresidenta. Ella es la dadora de poder. Y, está claro, que está dispuesto a ejercerlo. Por eso, por medio de Sergio Massa, le hizo llegar al Presidente su propuesta –de tono imperativo– de cómo pretende que se organice el Gobierno de ahora en más. Esa propuesta habla de una comisión integrada por ella, su hijo Máximo, Massa, Axel Kicillof y AF que se haga cargo de la gestión gubernamental. Es decir, dicho sin disimulo, una intervención de facto del Poder Ejecutivo que, dejaría de ser unipersonal –como lo dispone la Constitución Nacional– para quedar a cargo de esta comisión de cinco miembros. La iniciativa – un verdadero disparate– fue rechazada por el Presidente y generó incomodidad en Kicillof, cuya relación con el hijo de CFK no pasa por un buen momento. Massa, cuya sintonía con el diputado Kirchner es cada vez mayor, se siente como ganador en medio de todas estas disputas. Su sueño presidencial está siempre ahí.

Todo esto tendrá consecuencias muy concretas y malas sobre la administración gubernamental. Hasta la semana pasada, el objetivo principal de toda la andanada de críticas y acciones de desgaste iban dirigidas al ministro de Economía, Martín Guzmán. Desde ahora en más el sujeto de todo este aquelarre es otro: Alberto Fernández.

Esto y buscar que el Presidente se vaya es exactamente lo mismo. Por muchísimo menos que esto, el kirchnerismo se la pasó calificando de destituyente a Julio Cobos y de traidor a Daniel Scioli durante el primer año del gobierno de Néstor Kirchner. Hasta le llegaron a prohibir la entrada a la Casa de Gobierno por haber sugerido una actualización de las tarifas de los servicios públicos. Escribió Nicolás Maquiavelo: “Si quien gobierna no reconoce los males hasta que los tiene encima, no es realmente sabio”. Alberto Fernández debería haber leído esta frase hace tiempo. Ahora es tarde: CFK va por él.