domingo, 13 de abril de 2008

La Generosidad de los Pobres...

Esta foto fue extraída de un periódico hindú y llegó con la siguiente leyenda:

“SOLO QUIEN ES POBRE PROCEDE CON TANTA GENEROSIDAD.
QUE PENA QUE EL HOMBRE NO SEA SIEMPRE ASÍ”

© http://ceslava.com/blog/imagen-sorprendente-y-didactica-la-generosidad-de-los-pobres


La Generosidad...

Si das a los pobres, tus necesidades serán satisfechas. Pero el que cierra los ojos ante la pobreza, le cae una maldición.

Este principio refleja la historia de muchos pueblos que, al cerrar sus ojos a las necesidades de los más vulnerables, actuaron con indiferencia y hoy son sociedades donde el progreso y el bienestar parecen esquivos. Para salir ahora de su egoísmo, deben entender y practicar a fondo lo que la generosidad significa.

Casi siempre relacionamos la generosidad con la posibilidad de dar, bien sea dinero, limosnas, regalar lo que ya no nos sirve o realizar una labor altruista en nuestro tiempo libre o al final del año. Sin embargo, como parte del carácter, la generosidad va mucho más allá, pues es una actitud que implica llevar a los que están en nuestro radio de influencia a un nivel mayor del que se encuentran. Se trata de darse a sí mismo.

Por lo general, debemos darles a aquellos que son “tierra fértil”, es decir, aquellas personas que por no contar con oportunidades, sociales o culturales, ven refrenado su potencial humano. La generosidad es considerar a otros como queremos que los otros nos consideren a nosotros.

En nuestras sociedades contemporáneas, el afán por lograr resultados por encima de todo nos desvía y nos vuelve indiferentes ante las necesidades de otros especialmente de los pobres y de los vulnerables.

Perdemos el sentido más elemental de la generosidad. Tanto los individuos como la sociedad debemos recordar que existe éste principio poderoso y necesario para concentrar nuestra intención de un mundo mejor.

Los más pobres entre los pobres

BENEFICIOS...

Cuando somos generosos, podemos recibir nuestras propias recompensas. Es mejor poseer una porción pequeña de algo grande, que poseer algo grande sacado de una porción pequeña. La generosidad riñe con la prosperidad de los avaros y perezosos. El darse como persona implica la más alta forma de generosidad que se pueda imaginar. El romano Cicerón ya lo decía: “ No hemos nacido solamente para nosotros”.

Padre Mujica. 1976

INGREDIENTES...

  1. La generosidad empieza en la manera de ver a los demás y de apreciar sus potenciales. Estas son las características que acompañan a una persona generosa.
  2. La pobreza generalizada en una sociedad es el síntoma de que la generosidad no se ha desarrollado entre sus integrantes. La generosidad beneficia realmente a los pobres y vulnerables cuando los ayuda a lograr su propio desarrollo. El mayor peligro es convertir la pobreza en una condición permanente.
  3. La generosidad no solamente dará a la gente pescado para un día, también les enseñara a pescar. La generosidad se ocupa del futuro, no solo del presente.
  4. La pobreza no es una condición que deba ser tratada solo con alimento, es más que eso y requiere programas de enseñanza, de entrenamiento y de responsabilidad por otros. La pobreza puede ser también una cuestión de actitud.

Concelebrando Misa con Monseñor De Nevares

PASOS A SEGUIR...

La generosidad también consiste en darle a la gente visión y esperanza, para que se ayuden así mismos y puedan superar determinada circunstancia.

Si las naciones lograran la visión del desarrollo y aceptaran recibir enseñanza y disciplina, se lograría la revolución en el mundo en materia de pobreza. La pobreza no debería ser parte de nuestras comunidades ni tan representativa de nuestras sociedades.

Quizá si imitamos a las personas generosas podamos aprender a serlo:

  1. Vea el potencial de los demás. Reconozca en los otros lo que ellos pueden llegar a ser. Enfóquese en lo mejor de los demás.
  2. Aprenda a ser sensible a las necesidad de otros. Desarrolle un sentido de entender que los demás también tienen necesidades y carencias que usted puede aliviar.
  3. Comparta sus conocimientos y su experiencia. Empiece en el círculo de sus familiares, amigos, compañeros y conocidos. Trate de brindarse a los demás.
  4. Sea voluntario y trabaje con otros y para otros. En nuestras sociedades hay infinidad de problemas, pero también de instituciones que están haciendo algo. Conviértase en un voluntario comprometido y constante, cuyo trabajo sostenido dé fruto.

La mezquindad es la que nos impide sembrar para el futuro. Si retenemos la semilla, en lugar de sembrarla, no tendremos cosecha en el tiempo por venir. Al ayudar a alguien más a desarrollarse, estamos desarrollándonos nosotros mismos.

Padre Carlos Mugica, semblanza de un cura como pocos

REFLEXIONES PARA RESPONDERSE...

¿Qué oportunidades ha tenido de enseñarle a alguien a pescar?

¿Ha sido generoso con su tiempo, talento y riqueza?

© http://www.elranchodejonas.com

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