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domingo, 31 de marzo de 2024

No sólo Pragmatismo. Desprolijidad libertaria... @delgunamaneraok...

Desprolijidad libertaria...

Espíritu maligno. Dibujo: Pablo Temes

Todavía hay sectores del Gobierno que no hacen pie y se manejan a los tumbos. Tal vez llegó la hora de poner orden.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 30/03/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Javier Milei se siente cómodo con el conflicto. Esto no es novedad, sino un recordatorio para los que alberguen alguna esperanza de cambio en sus actitudes. Nada de eso ocurrirá. Por eso, el Presidente se propone generarlos casi a diario. Está en la esencia de su personalidad que constituye, además, un rasgo central en la construcción de su estrategia política. Los innecesarios incidentes diplomáticos con Colombia y México no son ni un descuido ni una casualidad.

Responden al objetivo de ubicarse en el centro de la escena internacional para transformarse en protagonista del desarrollo de una visión geopolítica, destinada a enfrentar a los gobiernos de izquierda –Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Venezuela, Nicaragua, Cuba– que hay en la región. Estos dos elementos –la personalidad de Milei y la inédita situación que se vive en la Argentina de ser gobernada por un outsider de la política– está llamando la atención del mundo. La agenda internacional de los próximos meses lo demuestra. Giorgia Meloni lo tiene como invitado especial para participar de la Cumbre del G7 que se desarrollará en Roma. Previamente asistirá a una reunión del Festival Viva 24, invitado por Santiago Abascal, el líder del Partido Vox de España que comparte las mismas ideas que La Libertad Avanza. A eso se le agrega un viaje a los Estados Unidos para recibir una distinción como “Embajador Internacional de la Luz” por parte de la comunidad judía ortodoxa Jabad Lubavitch, otro viaje a España para recibir el Premio Juan de Mariana junto a Mario Vargas Llosa y Hernán Huerta de Soto, y una eventual continuación hacia Alemania para entrevistarse con el canciller Olaf Scholz y un posterior desplazamiento a Ucrania para encontrarse en Kiev con Volodímir Zelenski.

La confrontación permanente busca sacar centralidad mediática al tema diario del ciudadano: la economía.

La situación más incómoda la está viviendo por estas horas la canciller Diana Mondino, quien está tratando de bajarle los decibeles a la tensa situación que generada con el presidente de Colombia, Guillermo Petro. No parece que vaya a ser una tarea simple. Hay que decir que Mondino ya está acostumbrada a estas situaciones. Como se recordará debió hacer malabares para arreglar el zafarrancho creado por Milei con los gobiernos de Luiz Inácio ‘Lula” Da Silva y Xi Jinping, a quienes había descalificado durante el debate que mantuvo mano a mano con Sergio Massa en la previa de la segunda vuelta. Lo mismo le había ocurrido con el propio papa Francisco, a quien Milei había calificado como “representante del maligno en la Tierra”, para luego pedirle disculpas.

Nadie crea que el primer mandatario está preocupado por estas situaciones. Muy por el contrario. Se siente absolutamente satisfecho con los resultados y se podría decir que hasta le divierte. He ahí un problema.

Dicho esto, lo que hay que señalar es que esta estrategia de la confrontación permanente –que en el pasado usaron tanto Néstor Kirchner como Cristina Fernández de Kirchner– busca también quitarle centralidad política y mediática al tema principal de la conversación diaria del ciudadano: la economía. La situación es dificilísima para una parte creciente de la sociedad. La disociación entre lo que muestran las cifras de la macroeconomía y lo que experimenta la gente de a pie es enorme. La caída del consumo no para, como tampoco para la caída del nivel de actividad económica.

En el Gobierno siguen apostando todo a la aprobación de la ley “Bases” –en su nueva versión– y al nuevo paquete fiscal.

La semana próxima se reactivarán las conversaciones para avanzar con ambos puntos que son, a su vez, los dos componentes del “preacuerdo” para acceder a la firma del Pacto de Mayo que impulsa Javier Milei. El camino para la aprobación de la ley “Bases” se encuentra más allanado superado –a medias– el capítulo de las jubilaciones. Es necesario volver a repetir que la deuda con los adultos mayores está muy lejos de saldarse. Nadie puede creer que un jubilado que cobra la mínima logre cubrir sus necesidades básicas con algo más de $ 240 mil con bono incluido.

Ahora, la lupa está puesta en el capítulo fiscal incluido en el proyecto de “Ley de Medidas Fiscales Paliativas y Relevantes”, allí pesará la decisión de los gobernadores que bajarán línea directa a sus legisladores en el Congreso de la Nación. El próximo jueves el Gobierno se reunirá con los diez gobernadores de Juntos por el Cambio. Es necesario comenzar por los más cercanos, para mostrar resultados a la hora de sentarse a negociar con los duros. Entre los puntos de conflicto, está la decisión del oficialismo de terminar con los giros que la Anses le envía a trece Cajas de Jubilaciones provinciales y la reposición de la cuarta categoría del impuesto a los ingresos –ex impuesto a las Ganancias.

De león a jamón del medio

Hablando de la Anses, otra vez hay frentes de tormenta en puerta. Luego de la salida de Osvaldo Giordano como castigo a Córdoba por la falta de apoyo de algunos de sus legisladores en la votación de la ley ómnibus, la designación de Mariano de Los Heros al frente del organismo ha generado ruidos por la falta de peso propio, dentro de LLA.

Todavía hay sectores del Gobierno donde no hacen pie y se manejan a los tumbos. La desprolijidad en el día a día, sigue siendo un problema a resolver en la administración libertaria. En la Jefatura de Gabinete que conduce Nicolás Posse –por citar otro ejemplo–se acumulan las designaciones de funcionarios que aguardan la firma del ministro coordinador. “Esto afecta personal contratado en los diferentes ministerios que, en algunos casos llevan meses sin cobrar”–reconoce una fuente del Gobierno que sabe que deben regularizar esa situación. El jefe de Gabinete debería atender esta realidad si no quiere abrir nuevos frentes internos.

La Libertad Avanza es un fenómeno sin precedentes por varios motivos. Ya se ha hablado en incontables situaciones de la falta de músculo político y la soledad con la que arribó al poder. A esto se le suma la centralidad de un Presidente extravagante que sabe bien cómo marcar la agenda y que sorprendió a más de uno con su manejo de la política a pesar de llegar por fuera de ese mundo al que desprecia. Quizás sea hora de agregar un poco de orden a las formas para no caer en el costado riesgoso del pragmatismo puro y duro que viene imponiendo con el rigor de un domador de fieras.

Un león no puede –en ningún caso– terminar siendo víctima de la ley de la selva.



  

viernes, 29 de marzo de 2024

Milei a los pies de la casta... @dealgunamaneraok

Milei a los pies de la casta...

Pese a que avanza con el ajuste, el Gobierno comienza a reconocer los límites y profundiza sus lazos con todas las castas. Editorial de “El Círculo Rojo”, programa de La Izquierda Diario que ese emite los jueves de 22:00 a 24:00 por Radio Con Vos, 89.9.

© Escrito por Fernando Rosso el viernes 29/03/203 y publicado por La Izquierda Diario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


El Círculo Rojo

Editorial Milei al pie de la casta. El círculo rojo...

Existe una frase relativamente conocida de Marx, casi transformada en un aforismo, que dice: "La anatomía del hombre es una clave para entender la anatomía del mono”. Literalmente pretende explicar que en los fenómenos desarrollados se pueden ver con más claridad o con mayor nitidez características que en los menos desarrollados aparecen de forma embrionaria y, por lo tanto, de manera más difusa. En la economía capitalista desarrollada (y ni hablar en su etapa superior) pueden observarse con mayor transparencia elementos que se podían intuir en la economía mercantil precapitalista o protocapitalista, pero que no eran tan evidentes. Por ejemplo, la tendencia de la competencia a negarse a sí misma con el surgimiento de los monopolios (que niegan la libre competencia o, mejor dicho, la niegan en parte y la exacerban en otro nivel haciéndola más salvaje) se hizo más evidentes en el capitalismo desarrollado o las contradicciones que encerraba la mercancía dinero (y sus diferentes formas) que se pusieron de manifiesto claramente en las crisis.

¿A qué viene todo esto? A que me parece que puede aplicarse a los más de tres meses de gobierno de Javier Milei y su vínculo con un sector de sus votantes que —pese al ajuste salvaje en curso— todavía siguen respaldando la opción que eligieron. Podría decirse que en la “anatomía” de los tres meses de administración Milei se encuentran claves de la “anatomía” de la crisis de representación que afecta a todo el sistema político y de la cuál Milei es un síntoma. Sólo una desafección con la política tradicional de tamaña magnitud puede explicar que el Gobierno conserve un sustento (menor a cualquier gobierno anterior), pero aún considerable.

Ahora, todo el mundo sabe que esto es muy endeble, que “se cura con el tiempo”, podríamos decir. Hasta el Fondo Monetario Internacional le viene advirtiendo a Milei sobre el peligro que puede tener un ajuste que genere una combinación de tres factores explosivos: rechazo social, ausencia de sustentabilidad política y carencia de consistencias en sus propios fundamentos económicos. El último en señalar esto fue Rodrigo Valdés, director del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI que dijo (en el mismo evento en el que habló Milei) que es necesario apoyar a los segmentos más vulnerables de la población, “para que el ajuste no recaiga en los trabajadores y los sectores productivos” y, además, enfatizó en que es preciso “mejorar la calidad del ajuste fiscal, no la cantidad”. Insistió en que “se requerirán políticas efectivas y de calidad que puedan sostenerse en el tiempo”.

Y, bueno, pese a que sigue adelante con el ajuste (el nuevo capítulo son los despidos masivos en el Estado), a su manera, Milei y su Gobierno comienzan a tomar nota de alguno de estos problemas. Analicemos tres hechos.

Milei habló esta semana en el Foro Económico Internacional de las Américas (IEFA) y pidió hacerlo en penumbras. Lo que más se dijo —y probablemente sea cierto— es que no quería se le note la papada y esas cosas. Sin embargo, los nervios y la impaciencia que se evidenciaron en esa exposición (dicen algunos, entre ellos, el periodista Leandro Renou) se deben a un malestar de Milei con Luis Caputo porque la inflación no baja como él quisiera, porque no están los dólares del FMI que había prometido el ministro, y porque además comienza a exigirle que ordene el caos social del ajuste. Su frustración se expresó en ese llamado medio desesperado a que la gente saque “los dólares del colchón”. Este disgusto se notó en la forma y contenido de la exposición. Quizá quiso esconder la papada con las luces bajas, aunque también pretendía camuflar el fastidio y cierto desconcierto ante la falta de resultados.

En segundo lugar, estuvo la reunión del ministro del Interior, Guillermo Francos con los gobernadores del llamado “Norte Grande” (10 mandatarios del NOA y NEA que realizaron la 19ª Asamblea de un Conejo Regional que integran en dicho bloque: Raúl Jalil (Catamarca); Leandro Zdero (Chaco); Gustavo Valdés (Corrientes); Gildo Insfrán (Formosa); Carlos Sadir (Jujuy); Ricardo Quintela (La Rioja); Hugo Passalacqua (Misiones); Gustavo Sáenz (Salta); Gerardo Zamora (Santiago Del Estero); y Osvaldo Jaldo (Tucumán).

Allí comenzó un toma y daca con los mandatarios provinciales para lograr que los diputados o senadores que le responden aprueben la nueva versión reducida de la “Ley Ómnibus” a cambio de fondos. Esto habla de dos cosas: de un gobierno nacional que va a “transar” con los gobernadores (muchas veces calificados de “feudales” por ellos mismos) y de los gobernadores dispuestos a colaborar con Milei. El acuerdo podría implicar reinstalar el impuesto al salario o una versión reforma laboral. Gustavo Sáenz, el anfitrión —aliado histórico de Sergio Massa— afirmó que “así como legítimamente el Gobierno nacional necesita herramientas para ejecutar su plan de gobierno, también los gobernadores necesitamos la previsibilidad para ejecutar nuestras acciones de gobierno”. O sea, estarían dispuestos a respaldar el plan de ajuste salvaje a cambio de guita para sus “castas” provinciales.

Más allá de esto, lo que se demuestra es que entre ellos no hay una relación de fuerzas, sino una relación de debilidades que es el producto de una fragmentación política sin precedentes.

Por último, estuvo la propuesta del Gobierno de elevar los pliegos de los jueces Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema. A ver, no quiero repetir que lo salió en todos lados sobre Lijo, busquen —si quieren— las columnas de Paz Rodríguez Niell en esta radio o de Carlos Pagni en La Nación— y van a confirmar que si el Poder Judicial es la casta entre las castas, Lijo es el padre de todas las castas (con varias denuncias él y su hermano, un operador judicial) con favores hacia todas las tribus de la política tradicional.

¿Por qué promueve a un juez impresentable que generó rechazo en muchos sectores? Hasta la Amcham (la cámara de comercio argentino-estadounidense) o el coloquio empresario de IDEA levantaron la voz. Esencialmente por debilidad política: porque si fracasa en lograr “gobernabilidad” en el Congreso, quiere una Corte que, de mínima, no le ponga palos en la rueda (por ejemplo, que no le voltee el DNU, cosa que no está garantizada hoy). Por eso, dicen que negoció directamente con Lorenzetti que quiere recuperar el poder que perdió en la Corte. Ojo, si se mantiene la propuesta de Lijo y pasa en el Senado (necesita dos tercios, es decir, 48 votos) es porque tendrá el respaldo de alguno de los 33 senadores y senadoras de UXP, es decir, que responden a Cristina Kirchner. O sea, la negociación con Lorenzetti habrá sido “puesto menor”.

Ustedes saben que cuando fue la crisis de la “subprime” (hipotecas) en EEUU y el Estado fue al rescate de algunos grandes bancos, George W. Bush, presidente en ese momento dijo una frase de antología: “He abandonado los principios del libre mercado para salvar al sistema de libre mercado”. Bueno, Milei podría decir “he abandonado todos principios del anticasta, para salvar la mentira del gobierno anticasta”.

Todo esto demuestra las debilidades y las contradicciones del Gobierno y, lo más importante, que si hay decisión de enfrentarlo se lo puede derrotar. Y eso es lo más importante que hay que entender en momentos en los que a esta rosca de los de arriba saldrá a enfrentarla la lucha de los de abajo.



domingo, 3 de marzo de 2024

Se abrió una puerta… @dealgunamaneraok...

Se abrió una puerta…

Una sesión ordinaria, bien ordinaria. Javier Milei. Dibujo: Pablo Temes.

Un presidente hasta ahora intransigente se mostró dispuesto al diálogo. Descolocó a más de un político.     

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Escrito por Nelson Castro el sábado 02/03/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.



El discurso de Javier Milei tuvo tres ejes esenciales: el primero consistió en una reseña de la situación que heredó, que incluyó en la enumeración algunos de los casos de corrupción y malversación de fondos públicos que se descubrieron y se corrigieron; en el segundo se explayó sobre las medidas económicas adoptadas en los primeros 80 días de gobierno; y el tercero, la propuesta del Pacto de Mayo con los gobernadores y legisladores. 

Fue un discurso que pudo ser entendido por todos y que llegó a la gente. Claramente, la primera parte fue la más fuerte desde el punto de vista de lo que representa. Hay en desarrollo un nuevo escenario social –que el Presidente comprende muy bien– y que tiene que ver con los privilegios de la dirigencia política, sindical y social. En eso, da en el blanco porque describe un sistema que les ha permitido a prácticamente todos –alguna excepción siempre hay– beneficiarse a través del uso de los dineros públicos. El uso de los pasajes de Aerolíneas Argentinas asignados a legisladores, gobernadores y otros funcionarios para sumar millas y lograr tickets gratis para viajar por el país y el mundo ejemplifica muy bien esta situación escandalosa propia de lo que el Presidente llama la casta. Los nombres concretos que dio potenciaron su discurso. 

No se quedó solo en el peronismo y sus aliados –Cristina Fernández de Kirchner, Sergio Massa, Pablo Moyano, 
Juan Grabois, Máximo Kirchner y Roberto Baradel–, sino que se extendió hasta Gerardo Morales por el repudiable caso de persecución judicial abusiva a quienes osaron retuitear un mensaje que lo molestó. El silencio de la UCR en cualquiera de sus variantes es vergonzoso.

Sin margen de error


Se había fogoneado la idea de un discurso cargado de insultos y furia incontenible. Afortunadamente, nada de eso ocurrió. La exposición fue fuerte y directa. El tono, en cambio, fue agresivo. Es el tono de Milei. Es curioso escuchar la queja de muchos peronistas acerca de esto. 

Olvidan que 
CFK era –es– igual. Si revieran varios de los discursos de inauguración de las sesiones del Congreso que pronunció “la condenada”, observarían que ella hacía lo mismo y le agregaba un tono de maestra ciruela con el que pretendía erigirse en dueña de la verdad. 

Lo más débil del discurso tuvo que ver con las medidas destinadas a paliar la dificilísima situación por la que están atravesando vastos sectores de la sociedad. 

Lo único que hizo el Presidente al respecto fue reconocer esa dificultad y augurar que aún faltan más penurias por venir antes de llegar a la prometida mejoría con la cual se ilusionan él y sus seguidores. Pidió paciencia y se jactó –una vez más– de su legitimidad de origen. Ese caudal de votos en el cual se apoya para hacer equilibrio ante la falta de tropa propia en la arena política. En verdad, nadie debería haberse sorprendido por esa falta de anuncios. No hubo anuncios porque el Gobierno no tiene un menú diferente del que está ofreciendo. La sinceridad es algo que hay que reconocerle. Hasta aquí, la mentira no ha sido parte de la esencia de su gestión. Milei asoma como un hombre honesto, y eso es parte de su capital. 

El así llamado Pacto de Mayo, que en su texto escrito con caligrafía reminiscente de 1810 exhibía una falta de ortografía –en la propuesta 5 se lee “la rediscución” en vez de “rediscusión”, que es lo correcto–, Milei busca reflotar la ley ómnibus que, entre sus puntos, incluye los superpoderes del Presidente. El anuncio de esta iniciativa permitió entender el mensaje críptico que por la mañana el jefe de Estado había lanzado a las redes con la alusión al pasaje del Éxodo 34:1 – 25, “Y Dios dijo a Moisés: alisate dos tablas de piedras como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste”. La elección de la ciudad de Córdoba para la firma del pacto no es casual ni se debe a que Connan, el mítico can del Presidente es de Córdoba, sino a que allí es donde obtuvo el mayor porcentaje de votos de su aplastante victoria electoral de noviembre pasado. La iniciativa pone como condición la aprobación de la ley ómnibus, pero, en simultáneo, abre una negociación en busca de acuerdos que encabezarán el jefe de Gabinete, Nicolás Posse; el ministro del Interior, Guillermo Francos; y el ministro de Economía, Luis Caputo.  

El club de la pelea


Esto marca una diferencia de lo que vino ocurriendo hasta ahora en donde nadie sabía a ciencia cierta quiénes eran los negociadores oficiales del Gobierno. Esto permitirá darle a la negociación otrovolumen político. Está claro también que esta apertura a la negociación es producto de una estrategia. Milei tensó la cuerda hasta el máximo con el caso Chubut para abrir esta instancia que comunicó el viernes. Como ya se ha dicho en esta columna, el primer mandatario suele pisar el freno centímetros antes de estrellarse contra la pared. 


La situación actual ha cambiado drásticamente. Ya no se trata de un presidente inflexible, sino de un hombre que, con habilidad, abrió una puerta al diálogo y colocó y descolocó a más de un gobernador. Será difícil para los mandatarios provinciales rechazar esa oferta. Una actitud semejante tendría un costo político muy alto. 

La jugada del 
Gobierno tiene sustento para llegar a buen puerto. Hubo alivio en gran parte del arco político de las provincias y también en los empresarios, que veían con preocupación la intransigencia inicial. “Milei abrió la única puerta que le permitirá avanzar con un plan de gobierno sostenible. Y comprometió a toda la clase política para la realización de esa tarea en este país donde la economía depende siempre de los vaivenes políticos, este nuevo escenario podría traer algo de tranquilidad”, reflexionó un hombre de negocios.

La duda sigue siendo el cuadro que pintará la realidad social. La paciencia de la gente no depende de su buena voluntad. Se trata directamente de las penurias que la clase media y media baja y los más necesitados pueden soportar. Alguien en el Gobierno debería advertirle al Presidente la necesidad de sostener y promover medidas paliativas que le permitan llegar con algo de aire a la tierra prometida. De lo contrario, el camino se tornará peligroso y utópico.
Las cosas no están como para poner al país a caminar por la cornisa.



domingo, 18 de febrero de 2024

El club de la pelea… @dealgunamaneraok...

 El club de la pelea…


Nuevas caras viejas, Federico Sturzenegger. Dibujo: Pablo Temes..

El pensamiento único, típico del kirchnerismo, es ejercido hoy por el presidente Javier Milei.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 17/02/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.



La dirigencia política de la Argentina atraviesa un particular momento en donde todo es pelea.

El gran impulsor de este presente en el que reina la agresividad entre quienes expresan pensamientos distintos es Javier Milei, para quien todo aquel que piensa distinto es lisa y llanamente un enemigo. Esto representa un verdadero problema porque socava el mismísimo concepto de democracia. La idea del pensamiento único representa la antítesis. Este concepto, que fue instalado por el kirchnerismo cuando llegó al poder, ha echado raíces en el Presidente. Y es notable ver cómo los enemigos se realimentan entre sí. Esto es tan viejo como tan vieja es la historia de la humanidad.

En el Instituto Patria, Cristina Fernández de Kirchner cree que el actual gobierno la revive. Y en el Gobierno celebran las apariciones de la expresidenta y ex vicepresidenta, porque perciben que eso los favorece fuertemente. Veamos.

La carta de 33 hojas de CFK demuestra varias cosas. La primera es que le sobra el tiempo libre. La segunda es que su necesidad de centralidad es afanosa. La tercera, que su voluntad de hacer daño permanece intacta. La cuarta, que su falta de autocrítica también permanece intacta. La quinta, la presencia –que no pasa desapercibida– de sus habituales confusiones y errores conceptuales. La sexta, sus contradicciones permanentes. A todas estas hay que agregar una séptima que sorprendió: su falta de timing. Haber publicado la epístola el mismo día en que se difundió el índice de inflación fue un error. “¡Qué favor nos hizo!”, señalaba una voz del oficialismo con euforia.

La carta de CFK demuestra que le sobra el tiempo libre y que necesita centralidad

Claro que los problemas que enfrenta el Gobierno son muchísimo más complejos que la carta de CFK. La persistencia del Presidente en querer romper cualquier puente de negociación, con casi todo el espectro político demuestra que no ha terminado de comprender que ya no está en el medio del fragor de la campaña electoral. Hoy el Gobierno no tiene la posibilidad de hacer aprobar por parte del Congreso ningún proyecto de ley. Ni aunque se aliara finalmente con Macri tendría los números para alcanzar las mayorías que se necesitan para sancionar leyes. Sobrevuela en el círculo áulico de La Libertad Avanza el siguiente razonamiento: “enviaremos al Parlamento proyectos de ley más cortos y cuando la oposición los rechace, nos encargaremos de dejarlos expuestos ante la sociedad”. Creen que haciendo esto –tal como hicieron con los diputados que no votaron el proyecto de ley “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” será suficiente para quedar exonerados de cualquier responsabilidad por los eventuales fracasos de la presidencia de Milei. Se equivoca el Presidente si cree que con esto solo se puede gobernar. También se equivoca si cree que los integrantes de “la casta” se van a rasgar las vestiduras ante supuestas revelaciones que ya son conocidas por todos. ¿Qué le hace una mancha más al tigre?

El papa Francisco le dejó a Milei dos enseñanzas muy claras: la importancia del perdón y el valor de escuchar al otro. El afecto que el Sumo Pontífice le dispensó a Milei fue un mensaje muy potente que representó un mensaje no sólo para el Presidente sino para la sociedad argentina. No hubo reproches, no hubo malas caras, no hubo tensiones sino sonrisas, bromas y abrazos que Francisco promovió y aceptó. “Gracias por venir”, le dijo a quién lo había tratado de representante del “Maligno” en la tierra.

En la reunión del lunes –de duración inusual–, el Papa, que tiene una visión económica distinta a la del Presidente, lo escuchó con máxima atención. Por lo que se vio después, Milei no parece haber aprendido la enseñanza que dejaron los gestos de Francisco. Encerrarse en el pensamiento propio es como refugiarse en una caja de cristal. No sólo por su fragilidad, sino por la posibilidad de quedar a la intemperie a la vista de todo el mundo. Al expresidente Mauricio Macri le ocurrió algo similar en distintos tramos de su mandato. Se dejó acaparar –en su atención y hasta en su voluntad– por Marcos Peña y se alejó de quienes querían ayudarlo a ejercer el cargo con una visión más acertada de la realidad. El expresidente debería advertirle a Javier Milei que esa actitud no conduce a buen puerto.

Con una oposición tan fragmentada es difícil para el Gobierno encontrar aliados

Sin embargo, la actualidad política rica en discusiones estériles de una oposición dialoguista y no dialoguista totalmente fragmentadas hacen difícil la tarea de encontrar verdaderos aliados. Juntos por el Cambio ya no existe más. En el PRO las cosas ya no son como solían ser y la búsqueda de nuevos líderes agita las peleas internas. En el radicalismo no hay nada que sorprenda. Un partido con dirigentes que añoran poder enquistados en una estructura que no se renueva y que arrastra todos los vicios de la vieja política. Su límite es la institucionalidad. En eso se diferencian claramente de una gran parte del peronismo que hace y hará cualquier cosa para recuperar el poder. Dentro de Unión por la Patria las cosas no están mucho mejor. La expresidenta se sigue mirando el ombligo y se cuida las espaldas, temerosa de las causas judiciales que la acechan. Su hijo Máximo ha vuelto a ser una caricatura huérfana de poder, sin horizonte ni capacidad de conducción. Axel Kicillof, soporta a duras penas la realidad de la provincia de Buenos Aires.

No le está resultando fácil gobernar el distrito más complejo del país. Quienes veían en él una posibilidad de reagrupamiento serio, lo están pensando dos veces. En este caldo de cultivo para disputas y conspiraciones Sergio Massa espera su momento como un espectador de lujo. Por eso es tan importante que al Gobierno le vaya bien. La Argentina no puede permitirse retornar a lo viejo conocido. Un pasado que atormenta y del cual sería muy difícil volver a salir.





   

domingo, 4 de febrero de 2024

De ómnibus a minibús… @dealgunamaneraok...

 De ómnibus a minibús…  

Meter balas en el protocolo, Patricia Bullrich Pueyrredón. Dibujo: Pablo Temes.

Todo lo que ocurrió en los tres días de sesiones en Diputados era previsible. Habrá que seguir negociando. 


© Escrito por Nelson Castro el sábado 03/02/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


“Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos” pasó de ser un proyecto de ley ómnibus a ser un proyecto de ley minibus. La sanción en general, por parte de la 
Cámara de Diputados augura nuevos cambios y /o recortes en la votación en particular. Lo evidencia la decisión de postergar el tratamiento de cada uno de sus artículos hasta el próximo martes. 
 
Habrá que seguir negociando. Todo lo que ocurrió a lo largo de los tres días de sesiones en los que se discutió el proyecto era previsible. A decir verdad, lo que hubo en el plenario de la Cámara baja no fue un debate sino una serie de peroratas interminables en la que, en medio de chicanas e invectivas, muchos decían cualquier cosa. Algunos dieron vergüenza. Lo marcó muy bien Miguel Ángel Pichetto que, de lejos, fue el mejor en cuanto a su conocimiento de la mecánica de funcionamiento de la Cámara y de la legislación. 

Fue malo lo del kirchnerismo que, fingiendo demencia, se expresó como si nada tuviera que ver en la catástrofe por la cual atraviesa la Argentina. ¿Podía esperarse otra cosa? Lo primero que deberían haber hecho es pedir disculpas por la horrorosa gestión de Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa.    

Milei presidente es la evidencia categórica del fracaso del kirchnerismo.

La pauta de esa realidad por ellos ignorada la tuvo Máximo Kirchner durante la pantomima que protagonizó en la noche del jueves cuando, durante los incidentes entre el grupúsculo de manifestantes que intentaban cortar las calles que enmarcan a la Plaza del Congreso, salió a la calle para hacer no se sabe qué y recibió críticas encendidas por el desastroso gobierno del que fue parte. Milei presidente es la evidencia categórica de ese rotundo fracaso. Por otra parte, los legisladores de Unión por la Patria tanto en Diputados como en la reunión de Comisión del miércoles en el Senado, donde el ahora oficialismo no pudo obtener dictamen para la modificación de la ley de Prevención de Lavado de Activos, se mofaban de lo difícil que le resulta a sus pares de La Libertad Avanza y Unión PRO, alcanzar sus objetivos. Chicanas propias de un grupo de alumnos del colegio secundario.  

Fue –como siempre– malo lo de los partidos de izquierda y los movimientos piqueteros, una mixtura para la cual el gran triunfo era poder cortar la calle. A medida que fueron pasando los días, la cantidad de gente que participó fue disminuyendo de manera apreciable. Ello permitió identificar muy bien a los violentos que se dedicaron a romper baldosas y cordones para agredir a las fuerzas de seguridad. Eran verdaderos provocadores cuyo objetivo era generar un accionar descontrolado de la Policía, la Prefectura, la Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria. La medida de la falta de apoyo a esta metodología, la dio la actitud de los automovilistas de transitar por la zona no bien se despejaba. Como se ha repetido una y mil veces en esta columna, el derecho a protestar y manifestarse contra un gobierno es absolutamente legal y legítimo, y forma parte de la esencia de la vida en democracia. Ese derecho debe ser ejercido con métodos legales. Cortar una calle, una ruta, una vía, no lo es; el vandalismo tampoco. 

Fue malo lo del Gobierno. Creyó que se podía llevar por delante todo y a todos

Fue malo lo del Gobierno. Creyó que se podía llevar por delante todo y a todos. El 56% de los votos no le da derecho a hacer cualquier cosa. Ese pensamiento es el mismo que tuvo CFK cuando fue reelegida en 2011 con el 54%. 

Hay errores conceptuales profundos en 
Javier Milei y el círculo áulico que lo rodea: uno es considerar que ser fuerte significa que a los que no piensan como ellos hay que agredirlos y tratarlos como enemigos y corruptos; el otro, creer que las únicas ideas buenas son las suyas. Sin embargo, nada de esto los preocupa. Están convencidos de que la magnitud del desprestigio de la dirigencia política es tal que, que es mejor estar lo más lejos posible de ellos.  

El Gobierno ganó el primer tiempo de un partido largo y complejo que aún no está terminado. En gran medida se aprovechó de una oposición absolutamente dividida y fragmentada. Aún así, para lograrlo tuvo que ceder y negociar. Lo que cedió no fue poca cosa: ni más ni menos que el paquete fiscal, que es el corazón del programa económico que lleva adelante 
Luis Caputo. Al día de hoy,  nadie sabe cuándo esto podrá ser tratado.  

En las cercanías del ministro tienen la convicción de que, tarde o temprano, serán los gobernadores los que pidan algunas de las medidas propuestas en el capítulo impositivo eliminado de la ley. Por eso en el Ministerio de Economía se trasunta un clima de optimismo. Hay dos datos positivos que les dan aliento: el aumento de las reservas del Banco Central y una caída del índice de inflación de enero que las consultoras están ubicando alrededor del 20%. La contracara de esto es la recesión que no durará poco tiempo. La caída en la actividad económica arrastra como consecuencia directa la falta de generación de nuevos puestos de trabajo.

La gente está aguantando como puede. Sin embargo, en el Gobierno permanecen inmutables. Aquellos a quienes les toca negociar, tienen algo más de autocrítica. Lo dicen en voz baja porque temen la ira de sus pares de paladar negro, dentro de la Libertad Avanza. Un empresario dio la alerta al describir lo que percibe como contraproducente para la gestión: “Una cosa es mostrar firmeza ejemplificadora y otra muy distinta es echar un ministro a los 60 días de iniciado el Gobierno. Si continúa esa inestabilidad terminará generando dudas respecto a la presencia de interlocutores válidos. Si hablás con alguien pensando que su gestión puede durar lo que canta un gallo, entonces la confianza se rompe”.

Argentina intenta ponerse de pie; pero deberá recorrer un largo camino a prueba y error con un gobierno que transita los vaivenes del aprendizaje constante.