sábado, 4 de septiembre de 2021

Mundial de Fútbol Qatar 2022. Venezuela 1 vs. Argentina 3... @dealgunamaneraok...

 

Argentina estrenó con una victoria sin sobresaltos en Venezuela el título de la Copa América…

El seleccionado de Scaloni se impuso a la "vinotinto" por 3 a 1 en Caracas, en un partido válido por la 9na fecha de las Eliminatorias Sudamericanas para Qatar 2022. Lautaro Martínez, Joaquín Correa y Ángel Correa marcaron los goles albicelestes. Soteldo, de penal, descontó en tiempo adicionado. Adrián Martínez vio la roja en el local.  

© Publicado el jueves 02/09/2021 por el Diario Jornada de la Ciudad de Trelew, Provincia del Chubut, República de los Argentinos. 

La Selección argentina estrenó su reciente título en la Copa América con una sólida presentación ante Venezuela, al que superó por 3 a 1 en Caracas, para dar un paso más rumbo al Mundial de Qatar 2022 y acercarse al líder Brasil, su próximo rival, en la tabla de posiciones. 

Por la novena fecha, en el estadio Olímpico de la Universidad Central de Venezuela (UCV), la Albiceleste se adelantó gracias a una fina definición del delantero Lautaro Martínez, tras asistencia de Giovani Lo Celso, en el segundo minuto de adición de la primera etapa. 

Había sido un primer tiempo que los dirigidos por Lionel Scaloni dominaron de principio a fin, pero que no trasladaron al marcador salvo en esa definición, cuando ya jugaban con un futbolista más por la expulsión deAdrián Martínez,por una brutal infracción al astro albiceleste Lionel Messi, que no sufrió una lesión en la rodilla izquierda de casualidad. 

Después, en el segundo tiempo, Argentina esperó el momento para cerrar la faena y fue gracias a los ingresos goleadores de Joaquín y Ángel Correa, que dieron marco de goleada. 

El descuento de Yeferson Soteldo, "picando" un penal de polémica sanción sobre la hora del partido, sólo sirvió para decorar el resultado. 

El equipo albiceleste se mantuvo entonces segundo en la tabla de posiciones de las Eliminatorias -los primeros cuatro van directo al Mundial-,con 15 puntos (tres victorias y tres empates), a la espera de la visita al líder Brasil, el próximo domingo desde las 16:00 en San Pablo. 

Messi tuvo la primera para la Argentina: sorpresivamente recibió solo en la medialuna del área y buscó colocarla en el ángulo derecho de Fariñez, pero la pelota se fue por encima del travesaño. 

El póker de oportunidades para la Albiceleste en los primeros veinte minutos se completó con una volea de De Paul al travesaño, una combinación dentro del área que Di María no pudo definir bien ante Fariñez y un contragolpe en el que "Fideo" buscó a Lautaro Martínez en el segundo palo, pero su asistencia quedó larga. 

Argentina siguió la presión alta, tenía muchas facilidades para recuperar y a los 30 minutos volvió a llegar con claridad cuando Messi -pese a la brutal patada de Adrián Martínez que provocó la expulsión- abrió para De Paul que asistió a Lo Celso al costado, quien exigió a Fariñez con un tiro cruzado, mientras que Lautaro Martínez no pudo en el rebote. 

Si antes la postura de Venezuela era expectante para salir de contragolpe, con un jugador menos se profundizó muchísimo más, aunque Argentina no podía trasladar ese dominio al marcador en el estadio Olímpico de la UCV. 

Y la tranquilidad para los dirigidos por Scaloni llegó en el último suspiro del primer tiempo: otra recuperación alta por izquierda, Lo Celso con la pausa y la precisión justa para tocar al espacio para Lautaro Martínez, que controló con una pierna y definió con la otra en el cara a cara con Fariñez. 

En el complemento, Argentina bajó la intensidad, como le pasó en muchos partidos de la Copa América también. Incluso Venezuela casi lo empata con un derechazo de Soteldo que se desvió en el camino y salió al lado del palo derecho de Emiliano Martínez, que no tuvo demasiado trabajo. 

Quizás en el momento que menos lo buscó, Argentina sentenció el resultado en un ráfaga y con dos golazos de jugada colectiva, coronados por los dos primeros cambios que había metido Scaloni. Primero triangularon Messi, Lautaro Martínez y Joaquín Correa, que definió bárbaro contra un palo. Y enseguida tuvo los dos primeros protagonistas, sumado a Ángel Correa, que capturó un rebote de Fariñez y empujó al arco vacío. 

Faríñez le tapó un par de opciones más a Messi, que no pudo convertir su gol en Caracas y solo quedó tiempo para el protagonismo de siempre del VAR, que le permitió a Soteldo marcar el descuento "picando" un penal que le cometieron a él mismo, con algo de dudas. 

Síntesis 

Venezuela: 1 

Wuilker Fariñez; Alexander González, NahuelFerraresi, José Manuel Velázquez, Jefferson Savarino; Yeferson Soteldo, Tomás Rincón, José Martínez, Oscar González; Josef Martínez y Eric Ramírez. DT: Leonardo González. 

Argentina: 3

Emiliano Martínez, Nahuel Molina, Germán Pezzella, Nicolás Otamendi, Marcos Acuña; Rodrigo De Paul, Guido Rodríguez, Giovanni Lo Celso; Lionel Messi, Lautaro Martínez y Ángel Di María. DT: Lionel Scaloni. 

Gol en el primer tiempo: 47m L. Martínez (A). 

Goles en el segundo tiempo: 26m J. Correa, 29m A. Correa (A) y 47m Soteldo -penal- (V). 

Cambios en el primer tiempo: 24m Adrián Martínez por Velázquez (V) y 34m Mikel Villanueva por Eric Ramírez (V). 

Cambios en el segundo tiempo: Al inicio, Daniel Carrillo por Savarino (V); 16m Joaquín y Ángel Correa por Lo Celso y Di María (A); 20m Ronald Hernández y Jan Carlos Hurtado por A. 

González y J. Martínez (V); 30m Alejandro Gómez y Exequiel Palacios por L. Martínez y De Paul (A); 34m Paulo Dybala por Rodríguez (A). 

Incidencia en el primer tiempo: 29m expulsado Adrián Martínez (V), por juego brusco. 

Estadio: Olímpico de la UCV (Caracas). 

Árbitro: Leodán González (Uruguay). 




Video: TyC Sports


Liga Profesional de Fútbol. Huracán 2 vs. Aldosivi 0... @dealgunamaneraok...

Huracán volvió a sonreír ante Aldosivi... 

El Globo regresó a la victoria después de nueve partidos, al superar como local al Tiburón de Mar del Plata, 2 a 0, por la décima fecha del torneo de la Liga Profesional de Fútbol.

© Publicado el viernes 03/09/2021 por el Diario Jornada de la Ciudad de Trelew, Provincia del Chubut, República de los Argentinos. 

Los goles del "Globo" fueron anotados por Franco Cristaldo (40m PT) y Claudio Yacob (33m ST).

Huracán no ganaba desde el debut (2-1 sobre Defensa y Justicia). Desde entonces acumulaba dos caídas y seis empates, los cuatro últimos consecutivos. El triunfo de esta noche en el Ducó le da aire a su DT, Frank Darío Kudelka, cuestionado por los resultados.

Aldosivi, en cambio, acumuló su tercera caída seguida: luego de golear 3-0 al campeón vigente, Colón de Santa Fe, el "Tiburón" perdió con River Plate, Lanús y ahora Huracán.

El primer tiempo fue muy entretenido a partir de la propuesta ofensiva de los dos, aunque cada uno con su fórmula: Huracán buscó siempre ser directo y Aldosivi, llegar desde la elaboración.

En ese marco, en el que además hubo pocas faltas y la pelota estuvo mucho tiempo en juego, Huracán fue levemente superior. O, al menos, el que generó las mejores oportunidades de gol a partir sobre todo del gran trabajo de Rodrigo Cabral.

A los 18m el local llegó con un remate apenas desviado de Silva; a los 26m con un cabezazo de Cristaldo, tras centro de Cabral desde la izquierda, que Devecchi rechazó en gran reacción; y a los 40m abrió la cuenta con la misma fórmula: Cabral le ganó el duelo personal a Indacoechea, envió el centro desde la izquierda al segundo palo, la bajó Silva y Cristaldo definió cruzado al 1 a 0.

Aldosivi respondió con un remate de Emiliano Insúa que atajó Marcos Díaz y poco más, porque no produjo en proporción a sus buenas intenciones: circulación, prolijidad, cambios de frente.

El segundo tiempo mantuvo las características: el "Globo" estuvo a punto de ampliar la diferencia con un remate de Vera que despejó Devecchi hacia un costado, y Aldosivi respondió con un tiro de Grahl que Marcos Díaz, bien parado, rechazó.

En el ida y vuelta con que se fue desarrollando el encuentro fue siempre Huracán el que quedó más cerca del gol, sobre todo por los espacios que dejaba el equipo de Fernando Gago al momento de buscar el empate y, también, de algunas imprecisiones en su salida desde el fondo.

Así lo tuvo primero Hezze, lo tuvo después Candia y lo liquidó Claudio Yacob, otra de las figuras de la noche, con un cabezazo en un córner a los 33 minutos del complemento. Aldosivi ya no tuvo reacción y Huracán al fin sonrió otra vez. Su DT también.

En la próxima fecha, la undécima, Huracán visitará a Sarmiento de Junín y Aldosivi recibirá en Mar del Plata a Godoy Cruz de Mendoza, en ambos casos el lunes a partir de las 14.15.

Síntesis

Huracán: 2

Marcos Díaz; Ismael Quilez, Jonathan Galván, Leandro Grimi y César Ibáñez; Franco Cristaldo, Claudio Yacob y Lucas Vera; Nicolás Silva, Jhonatan Candia y Rodrigo Cabral. DT: Frank Darío Kudelka.

Aldosivi: 0 

José Devecchi; Joaquín Indacoechea, Fabricio Coloccini, Emiliano Insúa y Emanuel Insúa; Pablo Becker, Leandro Maciel y Francisco Grahl; Malcom Braida, Martín Cauteruccio y Federico Andrada. DT: Fernando Gago.

Gol en el primer tiempo: 40m Franco Cristaldo (H).

Gol en el segundo tiempo: 33m Claudio Yacob (H).

Cambios: en el segundo tiempo, 9m Franco Pérez por Braida (A) y Gastón Lodico por Becker (A); 20m Jonás Acevedo por Cabral (H); 25m Santiago Hezze por Cristaldo (H) y Raúl Lozano por Quilez (H); 30m Lautaro Guzmán por Grahl (A); 40m Fabián Henríquez por Vera (H) y Francisco Ramírez por Silva (H).

Amonestados: Galván, Silva, Hezze, Ramírez (H); Maciel, Coloccini, Grahl (A).

Árbitro: Ariel Penel.

Estadio: Tomás A. Ducó, de Huracán.

viernes, 3 de septiembre de 2021

Vuelve el Isetta, un clásico de los microautos de los años 50... @dealgunamaneraok...

 Con otra marca y motor eléctrico, vuelve el Isetta, un clásico de los microautos de los años 50. 


La remake de autos clásicos sigue siendo furor en la industria. El Microlino 2.0 es una versión que representa el espíritu del BMW Isetta de los años 50.

Una compañía suiza está terminando de homologar un micro auto eléctrico que replica el concepto del BMW Isetta, fabricado durante una década en Europa. Su característica principal era su única puerta en el frente y un precio muy económico. 

© Escrito por Diego Zorrero el lunes 02/08/2021 y publicado por el Sitio de Noticias Infobae de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

Si uno escucha hablar de un auto llamado Microlino, fonéticamente lo asocia con un auto italiano como el Topolino. Si en cambio uno se encuentra frente a este microauto, la asociación visual es con un BMW Isetta. Pero en verdad, el Microlino 2.0 es un auto suizo, con una clara reminiscencia de aquel de los años 50, al que se accedía por el frente, levantando la puerta única que incluía el parabrisas y el mismísimo volante.

 

El Isetta era un auto económico que BMW compró a Iso Rivolta en 1954. El auto se llamaba originalmente Iso Isetta, y al ser adquirido por la casa bávara, pasó a llamarse BMW Isetta. Tenía un motor de 250 cm3 y 12 CV que le permitían andar a unos 80 Km/h gracias a ser muy liviano, apenas 350 Kg. 

 

Ante la crisis que vivía en los años 50 por la baja demanda de sus productos, BMW compró el Isetta Rivolta y lo transformó en un éxito que vendió 160.000 unidades en 8 años.

 

En 1956 se lo mejoró levemente con un motor 300 cm3 que le permitió llegar a 85 Km/h y fue un éxito arrollador, vendiendo más de 160.000 unidades hasta 1962, cuando se dejó de producir.

 

En Suiza, la empresa Micro está por poner a la venta un auto muy similar, llamado Microlino 2.0, aunque sus directivos dicen que no es una copia modernizada del Isetta, sino una evolución del concepto de Scooter carrozado. De cualquier modo, lo importante es que con la excusa, una vez más, de un auto eléctrico de bajo consumo para movimientos urbanos de hasta dos pasajeros, el Microlino, y su parecido con el Isetta, parece tener una plataforma sólida sobre la cual crecer rápidamente.

 

A diferencia del Isetta de los 50, el Microlino deja fija la columna de dirección y solamente levanta la puerta del frente para poder acceder al asiento único.

 

Al ser eléctrico y moderno, hay cosas que distinguen a este auto de aquel de los años 50. La columna de dirección está fijada al piso y no se levanta con la puerta delantera. El interior todavía no está definido al 100%, pero tendrá un tablero digital en posición convencional, detrás del volante, frente al conductor, una pantalla sobre lo que parece ser una barra que reemplaza al tablero del acompañante, calefacción y un equipo de sonido.

 

En cuanto a la carrocería, las ventanillas son corredizas hacia atrás para abrirse y, tal como tenía el BMW Isetta, el techo es plegable por una razón de seguridad, que tanto cuenta hoy como entonces. Ante un impacto que imposibilite abrir la puerta delantera, el modo de salir del auto es a través del techo. A los costados de las ventanas, en posición elevada están las dos luces delanteras de tecnología Led, que se refuerzan con una tira que atraviera el ancho tanto de trompa y cola, como luces de posición. En la parte trasera, el Microlino tiene un baúl pequeño, pero en el que pueden entrar dos valijas medianas.

 

Dos pasajeros pueden usar el Microlino para trasladarse con comodidad por una ciudad, con un costo mínimo y facilidad de maniobra y estacionamiento.

 

El motor eléctrico es de 15 Kw (algo así como 20 CV), que con dos personas a bordo le permiten alcanzar los 50 Km/h. Con un solo pasajero, aseguran que puede llegar a 90 Km/h. La carrocería pesa 450 kg y tiene suspensión independiente, lo que hace al Microlino, un auto maniobrable y seguro en curvas. Por esa misma razón, por reducir peso y por el ancho de su plataforma, la dirección no es servoasistida sino directa, bien mecánica.

 

La suspensión trasera independiente y una mayor trocha, hacen del Microlino 2.0, un auto fácil de manejar, aun a pesar de tener dirección mecánica directa.

 

Micro especifica una autonomía de hasta 125 kilómetros para el modelo con una batería de 8 kWh, y de 200 kilómetros con la de 15 kWh. Las baterías se cargan enchufándolo a la red doméstica en aproximadamente cuatro horas. Y así como el micro auto de BMW fue un éxito por su precio, algo cercano a los 1.800 euros de hoy, ya que eran marcos alemanes en aquellos años 50, el Microlino saldrá a la venta en los próximos meses a 12.500 euros, un precio muy accesible comparado con los carca de 20.000 euros que cuestan los autos eléctricos más económicos del mercado actual.

 

Esos precios actualmente tienen un subsidio de muchos gobiernos, que constan de una bonificación aproximada de unos 8.000 euros en muchos países europeos, lo que permite que se pueda adquirir un Seat Mii Electric, un Renault Twingo, un Smart fortwo o un Fiat 500e por 12.000 euros como mucho, pero una vez homologado el Microlino 2.0, se espera que también pueda entrar dentro de ese beneficio y por lo tanto pueda adquirirse por algo así como 7.000 euros.




 

domingo, 29 de agosto de 2021

Una Constitución progresista y laica… @dealgunamaneraok...

 Una Constitución progresista y laica…

Hace 100 años, en agosto de 1921, se sancionó una Constitución pionera en la provincia de Santa Fe. El proyecto, de avanzada en materia de derechos sociales y laicismo, quedó trunco por los avatares políticos de esos años. Oscar Blando reconstruye aquí su historia y rinde un homenaje a aquella propuesta progresista. 

© Escrito el martes 13/08/2012 por Oscar Blando y publicado en el Diario La Vanguardia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 

El 13 de agosto de 1921 se sanciona en Santa Fe un texto que es con justicia citado como referente de una de las reformas institucionales más progresistas de su época en la Argentina, avanzada en Latinoamérica y adscripta al constitucionalismo social como lo fueron la Constitución de México de 1917 y la de Weimar de 1919. Casi 28 años antes de la Constitución de 1949, aquel texto incorporaba por primera vez el reconocimiento de los derechos sociales estableciendo las transgresoras “Bases del régimen económico y del trabajo” y consagraba, entre otros logros institucionales, el régimen municipal autonómico permitiendo las formas semi directas de democracia (referéndum, plebiscito y revocatoria de mandatos) y el voto de los extranjeros y las mujeres (con derecho a elegir y ser elegidas a nivel local). También por primera vez, propuso un Estado laico, separando Iglesia y Estado. Esa Constitución que no pudo ser aplicada pese a su unánime sanción en 1921, fue puesta en vigencia en 1932 durante el Gobierno del Dr. Luciano Molinas. Una aviesa intervención federal en 1935 frustraría el gobierno santafesino y anularía esa Constitución. Hoy, a 100 años de su sanción, constituye un antecedente imprescindible para el derecho público provincial argentino y en especial para la Provincia de Santa Fe, que más temprano que tarde, reformará su actual Constitución de 1962 y seguramente incorporará a la nueva carta magna provincial, algunas de las sabias instituciones que aquella consagraba. 

LA CONSTITUCIÓN Y EL CONTEXTO HISTÓRICO POLÍTICO. 

En los comienzos del Siglo XX la crisis del capitalismo había conducido a la primera gran guerra europea. Frente a ello aparecieron experiencias que fueron parte de una respuesta política y social a “ese capitalismo desembridado de la belle èpoque”. La revolución alemana de noviembre de 1918, así como la instauración de la república de Weimar y su Constitución un año más tarde, fueron parte de ese intento superador: la alternativa republicana intentó proyectar su vocación democratizadora a todos los ámbitos, mostrando que la parlamentarización y la democratización de las anquilosadas estructuras políticas del Imperio eran inseparables de la parlamentarización y de la democratización radical de las estructuras económicas, comenzando por la gran empresa capitalista y por las concentraciones cuasi-feudales de la tierra. La conquista y defensa de la democracia política, en otras palabras, no podía entenderse al margen de la democracia económica, industrial y agraria. Y la profundización de ambas, a su vez, constituía el horizonte irrenunciable de un republicanismo socialista digno de ese nombre. 

Dos años antes, se dicta la Constitución Mexicana de 1917, que fue la primera Constitución que al epíteto de política agregó el de “social” y se proyectó a la humanidad. En una línea similar puede citarse a la Constitución soviética de 1918, constituyendo, ambas, “hijas de sendos intentos de republicanización revolucionaria, las que importaban el reconocimiento de derechos sociales dirigidos a asegurar las condiciones materiales para el ejercicio de la libertad”. 

Casi 28 años antes de la Constitución de 1949, aquel texto incorporaba por primera vez el reconocimiento de los derechos sociales estableciendo las transgresoras “Bases del régimen económico y del trabajo” y consagraba, entre otros logros institucionales, el régimen municipal autonómico. 

A su vez, el período delimitado por las dos guerras mundiales durante el siglo XX es para la Argentina un laboratorio de intensas transformaciones. Un pasaje entre dos Argentinas signado por tres grandes portales: el de 1912, con la ampliación de la ciudadanía política de la mano de la democracia electoral y la imposición de la obligatoriedad del sufragio; el de 1930, como epicentro de una crisis del modelo de acumulación y de la dominación política; y la coyuntura crítica alrededor del año 1945, de la que emergería un nuevo sujeto político, el peronismo. 

Fruto de aquellas reformas electorales, a partir de 1911, e impulsadas por el Presidente Roque Sáenz Peña -la ley de enrolamiento general, la de formación del padrón electoral y la de elecciones nacionales o ley “Sáenz Peña” propiamente dicha- se inicia el período del radicalismo en el poder entre 1916 y 1928. 

Uno de los primeros distritos en los que la reforma política de 1912 permite el acceso del partido radical al poder político es Santa Fe. Desde esa fecha inaugural para la democracia electoral y hasta 1930 el sistema de partidos en el espacio provincial se organiza sobre la base de la centralidad del radicalismo como partido de gobierno, con características de partido predominante y una alta conflictividad interna. Esa capacidad electoral del radicalismo potencia los enfrentamientos en el seno de la organización y termina por conformar dos fuerzas electorales diferenciadas y competitivas: la Unión Cívica Radical (UCR) Santa Fe, antipersonalista; y la UCR Comité Nacional yrigoyenista. Mientras tanto, el Partido Demócrata Progresista (PDP), se afirma como partido de oposición, con un fuerte peso en la zona sur de la provincia, una interesante participación parlamentaria y un alto protagonismo en el debate político ideológico que caracteriza a la política santafesina en los primeros años de la década del veinte. Uno de los puntos más álgidos de ese debate, que desdibuja las fronteras partidarias, se constituye a partir del reconocimiento de la necesidad de reformar la constitución provincial vigente desde comienzos del siglo. Esa reforma será impulsada sustancialmente por el partido de Lisandro de la Torre y durante el radicalismo en el gobierno, será sancionada en 1921, la Constitución. 

EL MALESTAR CON LA CONSTITUCIÓN. 

Como ha señalado el historiador Diego Roldán: «La Constitución de 1921 se convertiría en una bisagra en el pasado de la Provincia de Santa Fe donde competirían proyectos e identidades divergentes: la oposición entre la centralización y la descentralización, entre la laicización y el catolicismo, entre la modernización y el tradicionalismo». 

El texto se adscribe, como fue dicho, a las líneas conceptuales del llamado «constitucionalismo social», que inauguraron sólo unos años antes en el mundo las Cartas de México (1917) y la de Weimar (1919), pero, además, propone una reforma progresista de importancia: el cambio de relación entre Iglesia y Estado y, con él, introduce en el debate político ideológico la “cuestión religiosa”, recuperando la vieja tradición laicista inaugurada en la Provincia por Nicasio Oroño. Laicismo y cuestión social serían, en definitiva, las claves de la resistencia a la nueva Constitución y a los gobiernos que la impulsaron. 

El punto de partida de los reclamos reformistas de la Constitución de 1900 por entonces vigente en Santa Fe tiene como punto de referencia a la Liga del Sur fundada por Lisandro de la Torre en 1908. Esta agrupación representaba el reclamo de ciertas fracciones de la burguesía comercial, financiera y agraria sureñas de concluir con el marginamiento en las decisiones de poder. La Liga del Sur procuraba un doble objetivo: sacudirse el peso de la sujeción política de la burocracia instalada en la capital provincial y estimular un conjunto de transformaciones en las instituciones políticas -especialmente municipales- de la Provincia. 

En efecto, el programa de la Liga del Sur pretendía ensanchar las bases de legitimidad política: reformando la composición del cuerpo electoral; introduciendo la representación de las minorías a través del sistema de lista incompleta; reconociendo a cada distrito rural el derecho de elegir por el voto de los nacionales e incluso de los extranjeros a las autoridades policiales, a la Justicia de Paz, a las Comisiones de Fomento (que hasta entonces las elegía el Gobernador) y al Consejo Escolar. Pero sustancialmente la Liga pretendía “romper con la estructura monolítica del poder provincial” y para ello la propuesta reconocía por primera vez “la autonomía municipal para las ciudades de Rosario y Casilda” y el “Intendente municipal electivo”. Este reclamo de descentralización y de mayor participación política exigía para su formalización la reforma de la Constitución de 1900, temas todos que fueron incorporados luego a la Constitución de 1921. 

Es así que en el Capítulo III que se refiere al “Régimen Electoral” de la Constitución de 1921 se establece que la “representación política, tiene por base la población” y en el caso del Senado será elegido uno por departamento, salvo la ciudad capital que elegiría dos senadores y Rosario tres. También amplía la base electoral: se otorga el derecho al sufragio a los extranjeros y a las mujeres el de elegir y ser elegidas para los cargos locales. Pone límite a los grandes poderes del Gobernador: no sólo impide su reelección y la del Vice, sino incrementa las atribuciones del Poder Legislativo contemplando la facultad de las Cámaras de abrir por sí mismas y prorrogar sus sesiones, de autoconvocarse cuando un asunto de grave interés lo requiera y designar comisiones investigadoras con amplios poderes. 

Laicismo y cuestión social serían, en definitiva, las claves de la resistencia a la nueva Constitución y a los gobiernos que la impulsaron. 

El nuevo texto, que vino a suplantar la Constitución de comienzos del siglo XX en Santa Fe, consagró, antes que en la Nación, los derechos de los trabajadores y de los más necesitados y para evitar las “venganzas políticas” de los gobiernos, garantizó la estabilidad del empleado público. Estableció las “Bases de un Régimen Económico y del Trabajo” de vanguardia: fijaba la jornada máxima de labor y el salario mínimo; destinaba una parte de la renta fiscal para la construcción de casas para obreros; aseguraba la higiene en los lugares de trabajo y propendía al establecimiento de cámaras de arbitraje con participación patronal y obrera. Propuso una nueva concepción del rol del Estado como regulador de las políticas públicas en el ámbito económico y social. Garantizó la progresividad en materia tributaria, propendiendo a la eliminación de impuestos que pesasen sobre los artículos de primera necesidad. Esbozó, seguramente influido por el Grito de Alcorta, una reforma agraria que, entre otras cosas, gravaba la tenencia especulativa de la tierra. 

La Constitución de 1921 combatió la centralización del poder y reconoció (lo que para afrenta de los santafesinos, aún no hemos logrado) la autonomía municipal, y en 1933, estando en vigencia esa Constitución, las ciudades de Santa Fe y Rosario pudieron dictar sus propias Cartas Orgánicas. También la Constitución reconoció más de 70 años antes que en la Nación las formas semi directas de democracia: referéndum, iniciativa y revocatoria a nivel local. Asimismo garantizó la inamovilidad de los jueces mientras durase su buena conducta, creó la Corte Suprema compuesta por cinco jueces y un Procurador y estableció el jury de enjuiciamiento para magistrados. 

La nueva Constitución eliminó el Preámbulo y, en consecuencia, quitó toda invocación al origen divino, lo cual introdujo el concepto de laicidad y una nueva relación entre Estado e Iglesia, cuestión que traería el mayor tema de resistencia y conflicto, pese a que consagraba una sana combinación entre prescindencia religiosa del Estado y la expresa garantía para la libre profesión del culto, impidiendo leyes que lo restrinjan. 

El carácter laicista se afirmaba con otros dos preceptos: por un lado, suprimiendo para el Gobernador y Vice el requisito de pertenecer a la religión católica en cuanto al juramento para la asunción de los cargos, el que fue reemplazado por la promesa de cumplir con la Constitución, y por otro, estableciendo con más claridad que la Ley 1420 que le educación en la Provincia sería “gratuita, integral y laica” creando “el fondo de la educación común que estaría formado por el 25%, como mínimum, de las rentas generales de la Provincia”. 

Como diría Lisandro de la Torre, gran impulsor de ese texto: esa Constitución seguiría la gran tradición de reformas laicas introducidas en la Nación y en las provincias: “la secularización de los cementerios, el registro civil, el matrimonio civil, la enseñanza laica”. 

SANCIÓN Y DESCONOCIMIENTO DE LA CONSTITUCIÓN. 

La Constitución no pudo ponerse en vigencia en 1921 pese a la unánime sanción de los constituyentes electos por el voto popular (radicales y demócratas progresistas) porque fue desconocida por un simple decreto del Gobernador Enrique Mosca. 

El “argumento” justificatorio de esa decisión fue la prórroga del mandato de la Convención. Las verdaderas razones políticas fueron otras. La discusión sobre la legalidad del procedimiento que culminó con la promulgación de la Constitución esconde en realidad el temor que generó su contenido entre los más poderosos. Los dos núcleos de resistencia a su sanción, dirá Marta Bonaudo, pueden sintetizarse en el modo a través del cual la propuesta -intentando garantizar una práctica democrática amplia- atenúa las condiciones distorsionadas de representación, legitima el espacio fiscalizador de la oposición y rompe con los cánones de la “política criolla”. La segunda razón de la resistencia, sin dudas, es la llamada “cuestión religiosa”. 

El comienzo de los debates, se produjo el 18 de abril de 1921 y en la sesión del 1° de junio de ese año, ante la imposibilidad material de dar íntegro cumplimiento a la ley de reforma dentro del plazo fijado, la Convención resolvió, por unanimidad, prorrogar sus sesiones hasta el 15 de agosto. Sin embargo, las mismas culminaron dos días antes, el 13 de agosto de 1921, dándose por clausurada las sesiones y constituyéndose en la fecha de la sanción de la Constitución. La nueva Carta Provincial debía entrar en vigencia a partir del 1° de diciembre de 1921. 

El “argumento” justificatorio de esa decisión fue la prórroga del mandato de la Convención. Las verdaderas razones políticas fueron otras. La discusión sobre la legalidad del procedimiento que culminó con la promulgación de la Constitución esconde en realidad el temor que generó su contenido entre los más poderosos. 

Sin embargo, el Gobernador Enrique Mosca mediante un mero decreto del Poder Ejecutivo desconoció la Constitución instigado por un telegrama conminatorio enviado -al inicio de la sesiones de la Convención- por el Ministro del Interior Ramón Gómez al Gobernador de Santa Fe, en el que “por especial encargo del presidente de la República” (Hipólito Irigoyen), le advertía sobre los peligros del nuevo texto. En dicho telegrama, el Ministro le dirá al Gobernador: “las luchas religiosas, que dividieron a la humanidad pertenecen a una época remota…renovar su discusión podría parecer inusitado…”. Y culmina apelando a la “restauración de las bases esenciales de la nacionalidad” y al Gobernador Mosca le reclama “poner una vez más al servicio de tan elevados fines todos los justos prestigios de su acción ciudadana…”.

 El 27 de agosto de 1921, el Gobernador Mosca “cumple” con los deseos gubernamentales nacionales y mediante un decreto “Resuelve: no reconocer valor alguno a los actos realizados por la Convención con posterioridad a la fecha en la que, de acuerdo con el artículo tercero de la Ley 2003, terminó su mandato”. El Ejecutivo santafesino “se había convertido en abogado del desconocimiento”. 

La discusión política, pero especialmente jurídica y constitucional sobre la cuestión de la prórroga del mandato de la Convención Constituyente dio origen a un arduo debate doctrinario que duró más de una década. Este se reprodujo cuando el Gobernador demócrata progresista Luciano Molinas puso en vigencia, en 1933, la Constitución de 1921. 

VIGENCIA DE LA CONSTITUCIÓN E INTERVENCIÓN FEDERAL: RÉQUIEM PARA UN GOBIERNO Y UNA CONSTITUCIÓN PROGRESISTA.

El debate en torno a la Constitución de 1921 y su núcleo principal de disputa ideológica, el carácter laico de la misma, reconfigurará el alineamiento partidario e intrapartidario y también permitirá una modificación de actitudes y posicionamientos de otros actores sociales. 

La controversia trajo consecuencias políticas y conflictos en el seno de los partidos que disputaban el poder en Santa Fe. El radicalismo, que había apoyado la reforma constitucional y triunfado en las elecciones obteniendo la mayoría de los convencionales, sufre divisiones que repercutirán con posterioridad negativamente. Quien había sido presidente de la Convención, el ex gobernador radical Manual Menchaca, y que había defendido férreamente la Constitución, junto a un grupo de correligionarios se aleja del partido y conforma lo que se denominó “radicalismo opositor”. El PDP, en cambio, mantiene las consignas reformistas y ello se convierte en una importante bandera de lucha antagónica. La Constitución de 1921, abandonada por los conflictos del radicalismo, se constituirá en un verdadero programa de gobierno demoprogresista (pese a que no era su propuesta original) que mantendrá en cada contienda electoral y pondrá vigencia en 1932, al alcanzar el gobierno provincial Luciano Molinas. Lo dice Lisandro de la Torre en el prólogo al libro de Napoleón Pérez “La verdadera Constitución progresista de Santa Fe”: “estamos en vísperas de la asunción del gobierno por el partido que durante once años reclamó la vigencia de la Constitución de 1921 y su victoria permitirá implantarla”. 

El gobernador Molinas cumplió su palabra y el 4 de mayo de 1932 firmó el decreto de promulgación de la Constitución de 1921 iniciando una administración caracterizada por la transparencia, la honradez y por el marcado tono progresista de su gestión en lo político y social. 

Los avances institucionales políticos y sociales empezaron a ser vistos con preocupación por los conservadores y por el propio gobierno de Justo. Santa Fe era «un mal ejemplo» para el resto de las provincias asoladas por las políticas recesivas, el fraude y la escandalosa corrupción. Un gobierno honesto, que favorecía a los sectores populares, que impulsaba el desarrollo, iba absolutamente en contra de los principios de los fraudulentos gobernantes que ocupaban la Rosada y contra las «arraigadas» convicciones del poder real. Había que castigar además a Lisandro de la Torre por su «insolencia» al denunciar el negociado de las carnes que involucraba a ministros del gobierno, y había que hacerlo rápido porque faltaban meses para las elecciones en Santa Fe donde se descontaba el triunfo de la Torre, por su trayectoria y por el buen gobierno que había hecho su partido. Otro tema importante era que la Concordancia necesitaba garantizar su sucesión tras el final de mandato de Justo y, para eso, los votos de Santa Fe en el colegio electoral eran fundamentales frente a los seguros fracasos en la Capital, Córdoba y Entre Ríos. En efecto, los electores presidenciales demócratas progresistas de la provincia de Santa Fe unidos a los electores radicales de otros distritos (Capital Federal, Córdoba, Entre Ríos y Tucumán), aun sin contar con las minorías ya existentes, aniquilaban la continuidad de la Concordancia en la próxima renovación presidencial.

Como dirá Félix Luna: ¡Una simple suma condenaba a Santa Fe! 

El gobernador Molinas cumplió su palabra y el 4 de mayo de 1932 firmó el decreto de promulgación de la Constitución de 1921 iniciando una administración caracterizada por la transparencia, la honradez y por el marcado tono progresista de su gestión en lo político y social.

Entre las muchas armas políticas utilizadas por el gobierno conservador para sostenerse en el poder (junto al fraude y la violencia política) se encontraba la intervención federal a las provincias. En los últimos días de septiembre de 1935 entra sorpresivamente al Senado un proyecto de ley para intervenir Santa Fe bajo el pretexto de que allí se estaba aplicando la Constitución de 1921, que a juicio del Ejecutivo Nacional, era nula. 

En un hecho sin precedentes, el proyecto de intervención fue aprobado sobre tablas en el Senado Nacional ante las airadas protestas de varios senadores entre los que se destacaron Lisandro de la Torre[1] y Francisco Correa. La iniciativa girada a Diputados no pudo ser tratada ante la falta de quórum y la finalización de las sesiones ordinarias, por eso Justo decide la intervención por decreto. La hipocresía llegó a su punto culminante con el Ministro del Interior de Justo, el ex radical Leopoldo Melo, que había dicho que antes de intervenir Santa Fe “se cortaría la mano”, pero, como dijera luego con ironía Luciano Molinas, fue él quien redactó el decreto de intervención y “no murió manco”. 

El 3 de octubre de 1935, Justo envía la intervención a Santa Fe, destituyendo al gobierno de Molinas y anulando la Constitución de 1921. Concluía así una administración progresista legitimada por el mandato popular que cumplió su promesa de poner en vigencia la Constitución de 1921. 

Con ese acto intervencionista se expresaba lo peor de un período trágico para la República -la década infame- asentado sobre el irrespeto a las instituciones democráticas, la apelación al fraude y a la violencia. Como señaló Félix Luna refiriéndose a esa época: “El campeonato de la infamia lo ganaba la intervención en Santa Fe porque en ese episodio se reunieron todas las mañas del régimen gobernante: la duplicidad de Justo, la hipocresía que hacía cubrir con solemnes palabras los actos más injustificables, la frialdad en el cálculo de tiempo y oportunidad, el desprecio por la voluntad mayoritaria y la opinión pública. Fue el hecho más innoble, más irritante, más condenable de la década clausurada el 4 de junio de 1943”. 

EL HOMENAJE… 

Hoy, a 100 años de la sanción de la Constitución santafesina de 1921, es justo rendir homenaje a los Convencionales que la sancionaron, a los dirigentes políticos que la impulsaron y defendieron, y a los gobernantes que la pusieron en vigencia. También tener más que nunca presente este antecedente imprescindible para el derecho público provincial argentino y especialmente para la Provincia de Santa Fe que más temprano que tarde, reformará su actual Constitución de 1962 y seguramente incorporará a la nueva carta magna provincial, algunas de las sabias instituciones que aquella consagraba.



*El presente artículo es una versión sintética de lo expuesto en el libro «La Constitución de 1921. La verdadera Constitución progresista de Santa Fe» (Editorial Laborde) y, por razones de formato, hemos eliminado la mayoría de las referencias bibliográficas. 

[1]Lisandro de la Torre con su habitual elocuencia dijo en el debate del Senado: «Santa Fe debe ser avasallada porque su partido mayoritario me ha proclamado a mí candidato a gobernador de la provincia; Santa Fe debe ser avasallada en revancha del debate sobre la investigación del comercio de carnes. No bastaba con dejar en pie todos los vicios revelados por la investigación, más lozanos que nunca; no bastaba con que el monopolio mantenga su dominio imperturbable de detrimento de la riqueza del país; no bastaba con que la sangre de un senador por Santa Fe haya manchado este recinto, cobardemente asesinado; no bastaba con que se le niegue a la madre del muerto el derecho de querellar; no bastaba con que la Justicia no se interese en recibir los testimonios formidables que yo revelé en esta Cámara; no bastaba todo eso. ¡Era necesaria, todavía, la venganza!». El aludido senador por Santa Fe asesinado en el recinto el 23 de julio de 1935, fue Enzo Bordabehere.

OSCAR BLANDO 

DOCTOR EN DERECHO.
PROFESOR DE GRADO (DERECHO POLÍTICO) Y POSGRADO (DERECHO CONSTITUCIONAL PROFUNDIZADO, ELECTORAL Y PARLAMENTARIO) EN LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNR Y EN OTRAS UNIVERSIDADES. 

EX DIRECTOR DE REFORMA POLÍTICA Y CONSTITUCIONAL DEL GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE santa fe.