sábado, 12 de enero de 2008

Sacrifica tu Ego...

Sacrifica tu Ego

“No es más rico quien más posee sino quien menos necesita”

Si tienes solamente un plato de arroz y una lata de atún en tu casa, tu cuerpo te dice que sólo necesita el arroz para estar bien, que con eso tiene suficiente. Sin embargo, tu ansiedad te exige más. ¿Por qué abres la lata de atún? ¿Por qué no escuchas tu cuerpo y lo respetas?, ¿no sabes que comer más de lo necesario es malo para la salud?, ¿por qué no guardas esa lata para cuando no tengas nada? ¿Por qué maltratas tu cuerpo? "Quien guarda cuando tiene, siempre tiene cuando requiere", -dice el proverbio. O, expresado de otra manera, "no es más rico quien más posee sino quien menos necesita".

Fíjate cómo está el planeta, la atmósfera, la tierra... Nuestro ego, que se cree superior y considera salvajes a los más sencillos, toma en exceso de todo aquello que no necesita. Desperdicia recursos naturales y energía. Contamina, esquilma y ensucia. Ahora el planeta se queja. Agotado y menoscabado, se resiente poco a poco, y si nos quedáramos sin aire respirable y sin comida, ya veríamos cómo nuestro ego soberbio e ignorante, sobreviviría y se alimentaría. Como decían los indios hopi: "la tierra no es una herencia de nuestros padres sino un préstamo de nuestros hijos".

Todo camino evolutivo, llámese Sivaísmo, Budismo, Taoísmo, o lo que sea, empieza y acaba con el desapego. Pero cuando el ego se pone cabezota, posesivo, ansioso, egoísta, tacaño..., la terapia que debes hacer es renunciar a él. Y si se pone más duro, sólo queda un único camino: ¡sacrificarlo!

"Sacrificar" en este caso no es lo mismo que asesinar o matar. ¿Qué significa entonces? Sin ego no podemos vivir en este plano material, porque gracias a ese ego, ahamkara -como se le llama en sánscrito, la lengua del Yoga, del Sivaísmo y del Budismo, tu mente, que es mucho más evolucionada- puede manejar el cuerpo, su fisiología, sus carencias y sus virtudes. Puedes, gracias a tu mente, escucharlo y saber lo que necesita. Necesitas tu ego mientras tengas cuerpo, pero un ego sano, humilde y generoso. Sacrificarlo es darle donde más le duele, es hacerle sentir lo que él hace sentir a otros para que se de cuenta de que pensar sólo en sí mismo, o sea, egoísmo, no es el camino correcto, que el verdadero camino es ablandarlo a través de la humildad, del compartir y del amor. El autocastigo o la autodestrucción tampoco son soluciones válidas ni evolutivas; pero sí la auto observancia y el autocontrol de las compulsiones.

En efecto, quien comparte nunca está solo; pero el orgulloso suele quedarse solo y amargado. Lo mismo sucede con el vanidoso, el lujurioso, el egoísta o el mentiroso... Hay muchas maneras de hacer ese "sacrificio" del ego, -depende de lo dura que sea tu máscara-, y todas ellas se realizan mediante el Karma Yoga, o yoga de la acción desinteresada, que alcanza su perfección en el Bakti Yoga, o yoga del amor entusiasta y devocional. Y ¿cómo se realiza esa acción desinteresada? Parece sencillo a simple vista, y consiste, ni más ni menos, que en realizar cada cosa en tu día a día siempre por amor y sin esperar nada a cambio, por más que le duela a tu ego. El Karma Yoga, por tanto, se perfecciona en el Bakti Yoga, igual que el Hatha Yoga se perfecciona en el Raja Yoga, pilares fundamentales del Sivaísmo.

Muchas son las maneras de evolucionar, pongamos algunos ejemplos:

- Observa tu casa. Observa todo lo que tienes en tu casa. Pregúntate, sinceramente, si lo necesitas todo. Si usas toda la ropa que tienes en tu armario, si necesitas todo el mobiliario y enseres que posees y qué valor económico o sentimental tienen aquellos objetos que son de tu propiedad. Estoy seguro de que hay cosas que desde hace mucho tiempo tienes almacenadas sin prestarle ninguna atención. Cosas que incluso pesan. Sacrifica tu ego, dónalas a quienes puedan necesitarlas, y siente la liberación y la ligereza después de haberlo hecho.

- Observa tu mesa, la comida que pones en tu mesa. ¿Pones la comida que necesita tu cuerpo para vivir con buena salud?, ¿son los alimentos de la calidad y la cantidad adecuadas? Cuando terminas de comer, ¿dejas el plato limpio, o siempre te dejas unas migajas, un resto, una cucharada, excusándote de que no te cabe más? ¿Has pensado en aquellos que no tienen ni tan siquiera esa cucharada que tú te dejas por vicio? Algunos creen que hacer más comida de la que necesitan, es nadar en la abundancia. Eso es una falacia. Otros creen que así sólo cocinan una sola vez al día. Eso es otra falacia, pues la comida que te dejas para la noche, no tiene la misma calidad, ha perdido parte de sus nutrientes. ¡Sacrifica tu ego! Pon en tu mesa la comida que necesites, y sólo lo que necesites.

- Observa tu economía familiar. ¿Cuánto dinero gastas?, ¿cuántas cosas demás compras al mes?, ¿compras lo que realmente necesitas o compras compulsivamente y por capricho? ¿Compras allí donde es más caro, creyendo que es de más calidad? ¿Te dejas llevar por las apariencias y las marcas? ¿Vives por encima de tus posibilidades, creyendo que eso es abundancia? Imagina una familia de cuatro miembros que gana 6000€ al mes y gasta todos los meses 6000€, tiene hipotecada una casa muy grande y lujosa, un coche fabuloso que todavía no ha pagado, come fuera todos los días, y lleva ropa de marca. Ahora imagina otra familia, también de cuatro miembros, que gana 3000€ al mes y tiene unos gastos totales de 1500€, que ahorra 1000€ para cuando no tenga o surjan imprevistos y para cuando haya alguna imperiosa necesidad, y que, además de eso, dona a quien lo necesita 500€ mensuales. Tiene una casa que es más modesta pero le permite pagar la hipoteca o el alquiler con más tranquilidad, tiene un coche más modesto, pero le lleva a todas partes, no debe nada al banco ni tiene deudas con nadie,... ¿Quien crees que es más rico, más feliz y más sano?

- Observa cómo vives y dónde vives. Te quejas de tener problemas familiares pero no pones solución. Te lo dan todo hecho. Tienes comida, ropa, casa y dinero sin que tengas que esforzarte en nada, pero aún así te quejas y pones reproches a todo. Te quejas de que no te comprenden ni te escuchan. Tus padres te lo consienten todo y aún te quejas de que estás agobiado con horarios y normas. Vives con tu familia pero no aportas nada, ni tan siquiera recoges tu plato de la mesa cuando terminas de comer. Tu ego se ahoga en un vaso de agua, lo único que hace es evadirse yéndose de fiesta, gastando compulsivamente todo el dinero en compras innecesarias o desperdicias tu energía, sobretodo la sexual, con relaciones inadecuadas. Tu ego cree que lo merece todo. Tu ego vive como un parásito egoísta y mezquino, no valora nada. Debes aprender a dar gracias a la vida por toda la abundancia que te rodea. Si tu ego tiene más de 20 años y aún sigue pensando de esta manera, inconsciente y sin darse cuenta, mal asunto, estamos ante un caso muy grave que necesita de un cambio radical para poder salvarse de sí mismo. ¡Sacrifica tu ego! Sal de esa casa, enfréntate a la vida, sólo. ¡Llévate lo que te quepa en una pequeña mochila y búscate la vida! Dedica tu tiempo a un trabajo social, humanitario, religioso o ecologista. Vete a África, Sudamérica o algún lugar muy pobre y colabora con alguna ONG. Colabora a tiempo completo realizando Karma y Bakti Yoga en alguna escuela, aldea, ashram o misión, sin recibir nada a cambio. Ayuda a que esa filosofía de vida pueda expandirse. ¡Sacrifica tu ego pijo y caprichoso, entrega tu vida hasta que tu ego aprenda a ser humilde y dar las gracias por tanta abundancia!

Al principio siempre hay miedo por realizar alguno de estos u otros cambios radicales. El ego tiene resistencias a perder lo que cree que es suyo y a perder las apariencias. El ego no ve más allá de sus propias narices. Tiene muchos prejuicios, excusas y argumentos "sabios y sólidos" que le impiden realizar lo que debe. Ignorante es él. ¡Sólo es un cobarde!

Tu terapia es inminente. Tu terapia no depende del dinero que pagues, no por pagar más conseguirás más sanación. Aunque es cierto que el 95% de los egos del planeta están en los bolsillos de los pantalones y por eso todo dinero pagado siempre es poco. Tu terapia depende de cómo actúes. Sólo un valiente, sólo aquel que es capaz de enfrentarse a sus miedos e inseguridades, sólo aquel que arde en deseos de evolucionar, es capaz de salvarse de sí mismo.

El Karma y Bakti Yoga es más potente de lo que parece. La "primera semana" tendrás miedo porque no sabrás dónde comer o dormir. Podrás caer en el pozo más profundo del universo, tu ego creerá que está perdido, que está muerto.

La "segunda semana" renacerá, la creatividad, el quinto chakra, se despertará y te darás cuenta de que cuanto más ligero sea tu equipaje, más libre y feliz eres. Vivirás de la caridad de la gente, encontrarás gente que te ayudará en todo, especialmente cuanto más noble, humilde y honrado sea tu camino. Encontrarás la verdadera abundancia, no te faltará nunca de nada y siempre en el momento adecuado. Vivirás el aquí y ahora, tus ansiedades desaparecerán, tus traumas desaparecerán, no hay tiempo ni energía que perder en esas ilusiones del ego. El conocimiento será como pensado y hecho, deseado y creado. Todo fluye a la velocidad de la luz, la evolución está asegurada, la libertad a la vuelta de la esquina. ¿Te atreves? Cuando el discípulo está preparado, el maestro aparece...

© Swami Kurmarajadasa. http://www.tantrasivaita.com

© http://www.h3110v3r.net (fotografía)

Soy un caso perdido...

SOY UN CASO PERDIDO

Por fin un crítico sagaz reveló
(ya sabía yo que iban a descubrirlo)
que en mis cuentos soy parcial
y tangencialmente me exhorta
a que asuma la neutralidad
como cualquier intelectual que se respete

creo que tiene razón
soy parcial
de esto no cabe duda
más aún yo diría que un parcial irrescatable
caso perdido en fin
ya que por más esfuerzos que haga
nunca podré llegar a ser neutral

en varios países de este continente
especialistas destacados
han hecho lo posible y lo imposible
por curarme de la parcialidad
por ejemplo en la biblioteca nacional de mi país
Uruguay ordenaron el expurgo parcial
de mis libros parciales
en Argentina me dieron cuarenta y ocho horas
(y si no me mataban) para que me fuera
con mi parcialidad a cuestas
por último en Perú incomunicaron mi parcialidad
y a mi me deportaron

de haber sido neutral
no habría necesitado
esas terapias intensivas
pero qué voy a hacerle
soy parcial
incurablemente parcial
y aunque pueda sonar un poco extraño
totalmente
parcial

ya sé
eso significa que no podré aspirar
a tantísimos honores y reputaciones
y preces y dignidades
que el mundo reserva para los intelectuales
que se respeten
es decir para los neutrales
con un agravante
como cada vez hay menos neutrales
las distinciones se reparten
entre poquísimos

después de todo y a partir
de mis confesadas limitaciones
debo reconocer que a esos pocos neutrales
les tengo cierta admiración
o mejor les reservo cierto asombro
ya que en realidad se precisa un temple de acero
para mantenerse neutral ante episodios como
Girón
Tlatelolco
Trelew
Pando
La Moneda

es claro que uno
y quizá sea esto lo que quería decirme el crítico
podría ser parcial en la vida privada
y neutral en las bellas letras
digamos indignarse contra Pinochet
durante el insomnio
y escribir cuentos diurnos
sobre la Atlántida

no es mala idea
y claro
tiene la ventaja
de que por un lado
uno tiene conflictos de conciencia
y eso siempre representa
un buen nutrimento para el arte
y por otro no deja flancos para que lo vapulee
la prensa burguesa y/o neutral

no es mala idea
pero
ya me veo descubriendo o imaginando
en el continente sumergido
la existencia de oprimidos y opresores
parciales y neutrales
torturados y verdugos
o sea la misma pelotera
cuba sí yanquis no
de los continentes no sumergidos

de manera que
como parece que no tengo remedio
y estoy definitivamente perdido
para la fructuosa neutralidad
lo más probable es que siga escribiendo
cuentos no neutrales
y poemas y ensayos y canciones y novelas
no neutrales
pero advierto que será así
aunque no traten de torturas y cárceles
u otros tópicos que al parecer
resultan insoportables a los neutros

será así aunque traten de mariposas y nubes
y duendes y pescaditos

© Mario Benedetti