sábado, 21 de julio de 2018

Pasan cosas… @dealgunamanera...

Pasan cosas…

 María Eugenia Vidal y Mauricio Macri. Fotografía: N.A.

Íbamos bien y pasaron cosas, dijo Mauricio Macri. Y sí, pasaron dos cosas esta semana que podrían sumarse a las que pasan todos los días, pero que pueden cambiar el panorama electoral del 2019. Con esta crisis en la economía, las cosas que pasan no son buenas para Cambiemos. Las dos cosas que pasaron  fueron la investigación periodística que demostró la estafa electoral del oficialismo en la provincia de Buenos Aires y la carta que firmó la mayoría de la oposición contra el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

Escrito por Luis Bruschtein el sábado 21/07/2018 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Hubo denuncias más fuertes, algunas que involucraron al presidente, como  las casi 50 empresas y cuentas offshore que tiene el Grupo Macri, o la autocondonación de la deuda de 70 mil millones de pesos (habría que recalcular y aumentar esa cifra por la devaluación) que el Grupo Macri tiene con el Estado argentino por el Correo. Son denuncias que provenían de fuentes internacionales que no tienen relación con la disputa política local, como es el consorcio internacional de periodistas de investigación. Y las cifras son multimillonarias en dólares. Sin embargo, cuando se produjeron, la imagen de Macri estaba en su cenit, la situación económica no se les había ido de las manos y apenas pudieron mellar el poderoso blindaje protector de las corporaciones mediáticas oficialistas.

El fenómeno que demuestra que no todo está dicho sobre el poder de los grandes medios fue que una investigación casi artesanal, por una cifra menor que las otras estafas denunciadas, y que se difundió por un portal de Internet, pudo rasgar ese muro infranqueable de los medios más poderosos. Tampoco se trata del mito de la primavera mediática donde un solo internetista derrumba el sistema. Hubo dos condicionantes importantes: es el peor momento de Mauricio Macri y su gobierno. La crisis tiene un impacto tan fuerte en la sociedad, que involucra a capas medias y empresarias, además de los sectores más vulnerables. El malhumor, ya no se puede ocultar.

El otro factor es que la alianza con las corporaciones mediáticas está cambiando su equilibrio interno. Si el dominante antes era Macri, como la llave para los negocios a los que aspiraba el Grupo Clarín, ahora el Grupo se convirtió en el principal jugador de la economía y del manejo de las comunicaciones. La polaridad interna cambió: ahora manda el Grupo, que empieza a sondear opciones.

El impacto de la investigación que inició el periodista Juan Amorín para El Destape, demostró que aún en estas sociedades donde las grandes corporaciones de medios capturan la subjetividad de las personas para manipularlas, en algún momento la realidad se puede imponer sobre la virtualidad. Como sucedía con las viejas dictaduras que amenazaban con eternizarse pero en algún momento la fuerza de las armas decaía ante las resistencias populares.

El resquebrajamiento de esa doble cara se puso en evidencia en la conferencia de prensa de Macri. Se manejó como lo hizo siempre, con los mismos criterios de desprecio por la realidad y tapando un presente desastroso con falsas expectativas para el futuro. Pero lo que en su momento fue carta de triunfo, ahora apenas movió el amperímetro. No generó expectativa ni frenó la caída vertiginosa en su credibilidad.

La denuncia por los aportes truchos se propagó en forma exponencial. Aparecieron falsos aportantes  incluso en las filas del oficialismo, dispuestos a denunciar la estafa de su partido lo cual también fue síntoma de desmoralización y deserción. Además el torpedo impactó en la línea de flotación del armado electoral de Cambiemos para el 2019 porque María Eugenia Vidal fue preparada y preservada como figura de relevo de Macri. Y si Macri trata de repetir, la gobernadora es la carta principal en la provincia de Buenos Aires. La expulsión de la contadora Fernanda Inza y las conferencias de prensa de Vidal y Macri en el mismo día mostraron que, potenciadas por el malestar social, las denuncias habían hecho daño.

Para el otrora ascendente Cambiemos, el escándalo de los aportes truchos indicó el cambio hacia la curva descendente. En contraposición, la carta de la oposición a Christine Lagarde expresó un escalón de ascenso para una oposición que no terminaba de caer. Y sienta un precedente importante para las próximas elecciones presidenciales.

Los medios oficialistas le dieron menos importancia que la propia Lagarde. La presidenta del FMI había pedido que en su agenda se incluyan entrevistas con dirigentes de la oposición. Al Fondo le preocupa la sustentabilidad de un acuerdo firmado por un gobierno que quizás no sobrepase el 2019. La carta subraya que si bien la Constitución habilita al Poder Ejecutivo a tomar deuda, cuando ésta involucra condicionamientos de tipo político y económico, el acuerdo debe pasar por el Congreso. Si Lagarde estaba preocupada, el documento le aclara que la mayoría de la oposición está en desacuerdo y queda implícito que el convenio podría ser denunciado en el futuro si no pasa por el Congreso.

La carta constituye otro punto de contacto entre fuerzas opositoras diferentes, desde las dos CTA, dos triunviros de la CGT, Pablo Moyano, referentes de los movimientos sociales de diversas corrientes así como legisladores de los bloques del FPV-PJ, del Frente Renovador y algunos del Federal.

No constituyen toda la oposición, pero sí la gran mayoría. Tampoco implica un acuerdo electoral ni se habla de que confluyan en una sola lista para el 2019, o que participen en una sola interna. El documento representa un espacio amplio que está en la sociedad y que se expresó en los multitudinarios actos del 25 de Mayo y del 9 de Julio. Cientos de miles de personas se movilizaron en esas fechas en contra del acuerdo con el FMI.

Pero da cuenta de dos factores. El primero es que el ámbito de lo político empieza a acompasarse con lo que sucede en la economía y en los movimientos sociales, que son los que perciben primero los efectos del ajuste y la crisis. Son niveles que tienen tiempos diferentes que ahora empiezan a sincronizar. La política es más lenta en reaccionar que la economía y lo social. Y además las confluencias se hacen más trabajosas porque Cambiemos se encargó de dinamitar el camino, indujo la división y el enfrentamiento.

Pocos apostaban a un final feliz en las conversaciones de unidad que se iniciaron en el peronismo. La sensación era de que apenas se hablara de una lista, se terminaba el diálogo y que seguramente habría más peleas que reencuentros. El documento crítico del FMI no implica un compromiso,  pero está representando una amplia base social. Casi el 70 por ciento del país rechaza el acuerdo con el FMI. Y pese a que no haya acuerdos de listas o internas ni candidaturas, ese amplio espacio, o una parte importante de él, será un jugador desequilibrante si es que hay segunda vuelta en las elecciones presidenciales de 2019.

Un paradigma de los dos primeros años de gobierno de Cambiemos fue que la oposición no resistía una segunda vuelta. Por primera vez despunta un espacio opositor que puede disputar el ballotage y no solo por lo que hagan sus dirigentes, sino porque esa amplia base electoral es la que empuja esas definiciones. Los dirigentes podrán ir en listas separadas y competir por su cuenta. Pero llegado el momento, esa base tan amplia deberá decidir por el candidato de ese espacio que haya pasado a segunda vuelta. Ese conjunto  heterogéneo prefiere esa línea de confluencia más que la planteada por Cambiemos, a pesar de los enojos y recelos.

Nos pasaron cosas, dijo Macri y tiene razón. Estas dos pueden cambiar el escenario electoral de 2019 al esmerilar a la candidata de recambio del oficialismo y al empezar a delinearse un espacio de oposición que sin ataduras de acuerdos o listas, puede actuar en forma coincidente en esas elecciones.
              
El final no tiene que ver con las elecciones. Es un twitt que circula como el espanto y la peste: “Sarampión en CABA, 750 mil niños en riesgo por caída de cobertura de vacunas. Dos muertes y un trasplante hepático por fiebre amarilla, 7 casos de dengue en la villa 21-24. Aumento de los casos de sífilis y tuberculosis. Enfermedades controladas reemergen”. Desgraciadamente no es una “fakenews”, es una maldita noticia verdadera.



El Gobierno de Mauricio Macri aumentó la estructura del Estado… @dealgunamanera...

Un informe afirma que el Gobierno de Mauricio Macri aumentó la estructura del Estado…

El informe, elaborado por CIPPEC, sostiene que en el gobierno de Cambiemos el crecimiento de la estructura del sector público a nivel nacional se sostuvo. Fotografía: CEDOC

El análisis de datos, realizado por CIPPEC, señala que con la administración actual hay más nombramientos de funcionarios menos capacitados.

La administración de Mauricio Macri aumentó el tamaño de la estructura del Poder Ejecutivo y multiplicó los nombramientos discrecionales de funcionarios, que ahora están menos capacitados para los cargos que ocupan, según lo reveló el informe "GPS del Estado", elaborado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).

"El Estado argentino está expandiendo sus fronteras de funcionamiento desde 2003. Con el gobierno de Cambiemos, el crecimiento de la estructura del sector público a nivel nacional se sostuvo", explicó el reporte, que se realizó en base a información del Boletín Oficial y Base Integral de Empleo Público.

Por un lado, la Argentina tiene uno de los gabinetes más grandes de América Latina, con 21 ministerios -en 2015 había 17 carteras-, por sobre Uruguay, México, Colombia y Perú, entre otros países.

El aumento de Ministerios derivó en una expansión de la estructuras en los niveles de secretarías y Subsecretarías que "provocaron un incremento del orden del 25% en el universo de cargos políticos entre 2015 y 2017", según se indicó. En 2015, en tanto, había 65 secretarios de Estado y en marzo de 2018 ese número ascendió a 113. Las subsecretarías, en cambio, se redujeron de 165 a 131, mientras que los directores nacionales pasaron de 291 a 313.


De acuerdo a los datos analizados por CIPPEC, durante la gestión de Mauricio Macri, "los avances en la gestión del rendimiento y desarrollo del empleo público han sido pocos". "Las capacidades del personal organizacional y en particular de la Alta Dirección Pública son decisivos para superar los desafíos de coordinar una estructura estatal más grande, pero el panorama del espacio directivo trazado entre los años 2015 y 2017 muestra mayores continuidades que cambios", destacaron al respecto los especialistas.

En particular, se indicó que "la evidencia muestra que hay un deterioro en el espacio directivo". "En este sentido, la modalidad de ocupación del espacio directivo es discrecional y tiene un componente altamente político: en 2017 solo el 2% de los directivos públicos se encontraban designados bajo la modalidad de planta permanente, mientras que en 2015 alcanzaba el 6%", sostuvieron los creadores del documento.

Asimismo, se informó que "el porcentaje de directivos públicos que cumplía con los requisitos exigidos por la norma para al acceso a cargos jerárquicos se redujo de 32% a 18% entre 2015 y 2017". De igual modo, el informe "GPS del Estado" subrayó que "en 2015 el 72% del total de personas que componían la Alta Dirección Pública eran profesionales y en 2017 esta participación cayó al 66%". "La reducción en el número de profesionales en el espacio directivo y el menor cumplimiento de requisitos da cuenta de que se acentuaron los criterios de confianza o gestión por competencias políticas", se informó.

Además, el informe reveló que hay una "elevada rotación de los directores" que "obstaculiza la efectividad gubernamental". En esa misma línea, sostuvieron que "el 25% de los directivos públicos que se encontraban designados en 2016 fueron reemplazados de sus cargos en 2017. Más aún, a fines de 2017 solo el 9% del total de directivos públicos continuaba en su cargo", se indicó.

"Esto afecta la capacidad que tiene el espacio directivo para actuar como la memoria institucional de la administración y, al mismo tiempo, interrumpe el proceso de aprendizaje organizacional dentro de la órbita estatal", agrega el informe. 



(Fuente www.perfil.com). El periodismo profesional es costoso y por eso debemos defender nuestra propiedad intelectual. Robar nuestro contenido es un delito, para compartir nuestras notas por favor utilizar los botones de "share" o directamente comparta la URL. Por cualquier duda por favor escribir a: perfilcom@perfil.com

miércoles, 18 de julio de 2018

Estamos como queremos… @dealgunamanera...

Estamos como queremos…


El Presidente no se hizo cargo de ninguno de los problemas del país. Quedó claro que las papas queman para el Gobierno y que Mauricio Macri, como horas antes María Eugenia Vidal, dio la conferencia de prensa obligado por la caida de su imagen y no como una muestra de su convicción democrática.

© Escrito por Luis Bruschtein el miércoles 18/07/2018 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La conferencia de prensa fue muy democrática después de dos años y medio, con 350 periodistas de Télam despedidos en la puerta, que se suman a los tres mil que ha dejado este gobierno con sus políticas de ahogo a los medios críticos. Todo fue muy democrático pero el Presidente no se hizo cargo de ninguno de los problemas del país: o fueron culpa de la pesada herencia o de la tormenta exterior.

Todo fue muy democrático, pero es la primera vez que hace una conferencia de este tipo, que coincide además, con la que hizo María Eugenia Vidal. Las papas queman para el Gobierno y lo que podría haber sido una muestra de convicción democrática quedó claro que lo hicieron obligados por la caída de imagen de las dos principales candidatos de Cambiemos. 

Las respuestas Mauricio Macri conforman el compendio del malentendido. Por ejemplo, que el gobierno anterior se equivocó con las retenciones y que lo correcto es haberlas sacado. O sea: el gobierno anterior aplicó políticas incorrectas y el país estaba mejor; el gobierno actual aplica medidas correctas y el país está mucho peor. Hay que tener un tubo en la cabeza para no entenderlo.

Más de eso: "Bajar la inflación ha sido siempre nuestra preocupación principal". O sea: el gobierno anterior, tenía la mitad de inflación que este, pero era inflacionario. Este gobierno tiene el doble de inflación que el anterior, pero es antiinflacionario. Ver (o no ver) para creer.

Otra más: "No podemos meter los problemas bajo la alfombra, porque eso nos trajo hasta acá, tenemos casi un tercio de la población en la pobreza". La alfombra para Macri es la "pesada herencia". Y además está desactualizado, porque si había menos de un tercio cuando asumió, ahora más de la mitad de los argentinos son pobres, según esa medición. ¡Más de la mitad! No solamente no hubo ni un pobre menos, sino que con la devaluación y la inflación aumentaron más del 20 por ciento. Y Macri ni lo considera.

Son todas muy bonitas. Para eludir la pregunta sobre si bajaba el Impuesto a las Ganancias (una de sus principales promesas de campaña) empezó a decir que había hablado con gobernadores y legisladores "con todo el mundo" para la reforma tributaria. O sea; va a responsabilizar a los gobernadores y los opoficialistas porque el Impuesto a las Ganancias no va a bajar, ni siquiera lo que ya aumentó con Macri. Y además no habló con todos, dejó fuera a la oposición principal que es el kirchnerismo.

Otra perlita: cuando le preguntaron por los aportantes truchos de la provincia de Buenos Aires, dijo que iban a proponer una ley para bancarizar los aportes y hacerlo más transparente. El periodista le había aclarado en su pregunta que en la elección de 2017, Unidad Ciudadana presentó su declaración de campaña con más del 90 por ciento de sus aportes bancarizados. En cambio, Cambiemos había presentado todo en efectivo. Más turbio imposible. Los que necesitan la ley son ellos mismos.

Y para terminar, una lista corta de las grandes verdades del macrismo: "No nos está yendo mal" (111 por ciento de inflación desde que empezó el gobierno); "vamos a trabajar con transparencia" (causas por offshore, por el Correo y los aportes truchos bonaerenses), "sinceridad" ("lamento cada uno de los miles de despedidos") y "respeto a los derechos humanos". Quedó en el aire la pregunta por los derechos humanos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel.





martes, 17 de julio de 2018

Sin intocables… @dealgunamanera...

Sin intocables… 
La voz de su amo. Horacio Rodríguez Larreta. Dibujo: Pablo Temes.

En Casa Rosada circulan quejas contra la Jefatura de Gabinete. Esperando a Lagarde.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 15 de Junio de 2018 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Los ojos y los brazos de Macri están en el ojo de la tormenta”. Así grafica una voz que conoce las tribulaciones del poder la situación que se vive en el interior del Gobierno. La frase, que nada tiene que ver con el cuerpo del Presidente, cuyos  ojos y brazos gozan de buena salud, alude a cómo se denomina en la jerga de Cambiemos al triunvirato a cargo de la Jefatura de Gabinete. Ni Marcos Peña, ni Mario Quintana ni Gustavo Lopetegui –los triunviros en cuestión– pasan por su mejor momento.

Durante los dos años y medio que lleva de gestión el actual gobierno, las inquinas hacia ellos vinieron desde las entrañas del gabinete. Todos sufrieron las formas y las acciones de ese triunvirato de poder. Algunos, como Alfonso Prat-Gay, lo pagaron con sus cargos. Otros sobrevivieron, pero de todos partieron y parten quejas que cada vez se callan menos.

Ruidos.

A ese universo se sumaron en estos días dos protagonistas de peso pesado: Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal. El que tomó la delantera fue el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El Presidente aún sostiene a Peña. Es consciente del alto costo político y de administración que le representaría desprenderse de él. Los ministros discuten con Peña y compañía los aspectos concretos de la gestión. Lo de las planillas de Excell, usado como alusión a la mentalidad reinante en la Jefatura de Gabinete, no es algo figurativo sino muy concreto: es una metodología que denota una carencia absoluta de visión política de lo que es gobernar. Y las consecuencias de esa carencia se ahondan en momentos de crisis como los que se viven en el presente. El gran interrogante que se plantean todos los analistas es si el Gobierno tendrá la capacidad de maniobra para trabajar y lograr los acuerdos políticos que requiere la complejidad del presente.

Todo lo que está aconteciendo en el ámbito político tiene un objetivo: la elección presidencial de 2019. La crisis no solo ha precipitado los tiempos sino que ha incorporado un factor que estaba ausente hasta marzo: la incertidumbre. Lo que era una reelección casi segura de Macri hoy ya no lo es.

¿Puede entonces aparecer dentro del oficialismo la candidatura de María Eugenia Vidal como alternativa? La respuesta es terminante: no. Para 2019, el objetivo es la reelección del actual presidente. El desafío es enorme. Macri sabe –todos en Cambiemos lo saben– que si no se gana en primera vuelta, lograr la reelección se parecerá a una quimera. Por eso crece el peso de voces como las de Emilio Monzó. El presidente de la Cámara de Diputados a quien, fruto de la soberbia imperante en el núcleo duro del PRO, estuvieron a punto de arrojar a la hoguera de la indiferencia y darle una embajada secundaria a modo de premio consuelo de poca monta, ha vuelto a ganar protagonismo en el armado político con vistas a la elección del año que viene. Su manejo de la provincia de Buenos Aires fue clave en la remontada electoral que tuvo Cambiemos en 2017.  

En el peronismo las cosas están más complicadas. Cristina Fernández de Kirchner –que quiere volver a ser presidenta– está muy activa. Se mueve en silencio. Ya aprendió que cuando calla y no aparece en escena sube en las encuestas. También sabe que son muchos los que en el peronismo no la quieren. Y entre esos muchos está la mayoría de los intendentes justicialistas del conurbano bonaerense.

Visita.

La llegada al país de Christine Lagarde está llena de connotaciones políticas. La circunstancia ha querido que, por una razón fortuita, la directora del Fondo Monetario Internacional viajara a la Argentina para supervisar algunos aspectos preparatorios de la reunión del G20 que se realizará en nuestro país en noviembre. Lagarde, que está preocupada e involucrada en que el acuerdo entre el Gobierno y el FMI funcione, quiere reunirse no solo con el Presidente sino también con referentes de la oposición. Sabe que sin la aquiescencia de los opositores, el Gobierno no tiene ninguna chance de lograr que este acuerdo se haga realidad. Cuenta con un elemento a favor nada desdeñable: los gobernadores del peronismo entienden que si los números de la economía no mejoran, a ellos también les va a ir mal.

Por su parte, los técnicos del Fondo son duros con el análisis de las medidas adoptadas por el Gobierno. En un informe que se conoció en estas horas se supo que estos técnicos –Roberto Caldarelli y Alejandro Wagner– pidieron, entre otras cosas, no solo que no se continúe con las rebajas de las retenciones a las exportaciones de soja sino que se reimplanten algunas de las que se les quitaron a otros cereales en diciembre de 2015. La respuesta del Gobierno a este requerimiento fue un no rotundo.

Los economistas coinciden en que se está en el comienzo de una etapa recesiva que no se sabe muy bien cuánto va a durar. Lo que ha habido es una maxidevaluación con inflación, y esto lleva a una caída significativa del consumo. A pesar de una reactivación incipiente en algunas industrias exportadoras –por ejemplo, las carnes–, es muy temprano para que esto produzca un empuje importante en la actividad económica. El panorama debería empezar a mejorar con la cosecha fina –si todo anda bien– a partir de enero del año próximo.

En el día a día, hay que tener en cuenta un factor de incertidumbre importante: La caída en la demanda de dinero. La gente que puede ahorrar no quiere pesos, lo que acentúa el bimonetarismo argentino a favor del dólar. Esto, que increíblemente el Gobierno no advirtió en el momento en que comenzó la corrida cambiaria, dificulta hacer política económica.

El índice de inflación de junio viene muy alto. Cierre de locales comerciales, suspensiones, pérdida de puestos de trabajo, caída del trabajo informal, se conjugan para dar como resultado un aumento de la pobreza. Macri pidió ser evaluado por el éxito o el fracaso en el cumplimiento de una promesa de campaña que repitió hasta el hartazgo: pobreza cero. Si la evaluación la hiciéramos en los términos de un examen académico, la calificación que le correspondería sería contundente y lapidaria: reprobado.

Producción periodística: Lucía Di Carlo.



(Fuente www.perfil.com). El periodismo profesional es costoso y por eso debemos defender nuestra propiedad intelectual. Robar nuestro contenido es un delito, para compartir nuestras notas por favor utilizar los botones de "share" o directamente comparta la URL. Por cualquier duda por favor escribir a: perfilcom@perfil.com

lunes, 16 de julio de 2018

Campeonato Mundial de Fútbol... Rusia 2018... Ronda Final... @dealgunamanera...







Ronda Final...

Sábado 14 de Julio de 2018...




Domingo 15 de Julio de 2018...





Posiciones:

1° Francia
2° Croacia
3° Bélgica
4° Inglaterra
5° Uruguay
6° Brasil
7° Suecia
8° Rusia
9° Colombia
10° España
11° Dinamarca
12° México
13° Portugal
14° Suiza
15° Japón
16° Argentina
17° Senegal
18° Irán
19° Corea del Sur
20° Perú
21° Nigeria
22° Alemania
23° Serbia
24° Túnez
25° Polonia
26° Arabia Saudita
27° Marruecos
28° Islandia
29° Costa Rica
30° Australia
31° Egipto
32° Panamá


domingo, 15 de julio de 2018

Documento del FMI sobre el Acuerdo con la República Argentina… @dealgunamanera...

La letra chica…

La titular del FMI, Christine Lagarde, junto al presidente Mauricio Macri. Imagen: AFP/

Techo a los aumentos a estatales del 8 por ciento, ajuste de empleados públicos, remate de las acciones del Fondo de Sustentación de la Anses, venta de terrenos oficiales, aumentos de tarifas, recortes de la obra pública y en las transferencias a las provincias y las empresas del Estado.

© Escrito por Tomás Lukin el sábado 14/07/2018 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El Fondo Monetario Internacional difundió ayer su evaluación interna de la economía argentina. El paquete de documentos elaborado por los técnicos del organismo multilateral ofrece detalles sobre el programa de ajuste fiscal que propuso el gobierno. Anticipa despidos de empleados estatales, mayores aumentos de tarifas, recorte del financiamiento para las empresas públicas y la paralización de la obra pública. Los técnicos del FMI revelan que el Ministerio de Hacienda ofreció postergar la reducción de las retenciones a la soja para garantizarse mayores ingresos tributarios, aunque la dependencia encabezada por Nicolás Dujovne se apresuró luego a desestimar que vaya a limitar la rebaja en los derechos de exportación comprometida con el sector agroexportador.

El resto de las medidas fiscales listadas en el documento no fueron puestas en duda por las autoridades locales. El informe reitera la intención oficial de “amortizar” los activos del Fondo de Garantías de Sustentabilidad de la Anses y suma a ese listado la venta de tierras. En materia impositiva propone postergar el recorte en las contribuciones patronales previsto en la reforma fiscal aprobada a fines del año pasado. “El staff evalúa que la deuda es sustentable, pero no con una alta probabilidad”, advierte el Fondo al referirse a los pasivos externos del país. 

El paquete de documentos consta de 125 páginas donde los técnicos del organismo multilateral ofrecen detalles hasta ahora desconocidos del acuerdo que habilitó el crédito stand-by por hasta 50.000 millones de dólares durante tres años. Entre los elementos identificados figura “la reducción del salario real de los trabajadores públicos” fijando un techo nominal para los incrementos del 8 por ciento hasta junio de 2019.

“Reducir la nómina salarial ajustando el empleo público a través del recorte sostenido de empleados no prioritarios en 2018 y congelando las contrataciones en la administración federal”, sostiene el informe interno elaborado por el staff del organismo multilateral que fue remitido un mes atrás a las autoridades del FMI. Con esa evaluación de las medidas propuestas por Argentina, los miembros del directorio aprobaron el préstamo extraordinario que solicitó el gobierno de Mauricio Macri para intentar frenar la crisis. La publicación del documento se postergó al punto que excedió los plazos previstos en la política de transparencia del Fondo.

El FMI ofrece dos escenarios. La visión optimista está acompañada por una recesión para los próximos meses que arrojará un magro crecimiento de 0,4 por ciento a fin de año. En el otro extremo los técnicos del Fondo evaluaron que si Argentina no recupera “la confianza del mercado” el PBI terminará 2018 con una contracción del 1,4 por ciento. El denominado escenario adverso contempla, entre otros elementos, una corrida bancaria donde se esfuma la totalidad de los depósitos en dólares. Como reconoció el gobierno al abandonar sus metas de inflación, los aumentos de precios oscilarán este año entre 27 y 32 por ciento.

“Persisten riesgos considerables para la sustentabilidad de la deuda”, advierten los técnicos del organismo encabezado por la francesa Christine Lagarde. Entre los elementos que destaca el FMI figura “la gran participación de la deuda en moneda extranjera (lo que hace que la dinámica de la deuda de Argentina sea susceptible a un debilitamiento sostenido del tipo de cambio real) y las grandes necesidades de financiamiento externo que, según la experiencia internacional, ha demostrado ser un fuerte predictor de una crisis de deuda”. El documento también enciende señales de alarma sobre el impacto del acuerdo stand-by sobre la liquidez del FMI. El paquete de documentos ofrece una adenda a la carta de intención enviada por Argentina donde las autoridades argentinas borraron la firma del desplazado presidente de la autoridad monetaria, Federico Sturzenegger, para reemplazarla por la de su sucesor, Luis Caputo.

Los lineamientos fiscales que guiarán la política económica hacia un ajuste de 500.000 millones de pesos a lo largo de los próximos tres años estarán acompañados por profundos cambios en el esquema de política monetaria y cambiaria que fueron reafirmados por el informe del organismo multilateral. “El Banco Central está comprometido a mantener un tipo de cambio flotante, con intervenciones limitadas a períodos donde exista una clara disfunción del mercado”, sostiene el documento que también remarca la reforma en la Carta Orgánica del BCRA.

A la hora de evaluar el cumplimiento de los criterios para acceder a un crédito extraordinario el FMI considera que el gobierno de Macri tiene “la capacidad política e institucional para llevar adelante el ajuste”. No obstante, los autores del informe advierten que “hay una preocupación vinculada a la habilidad del gobierno para construir el apoyo para las medidas que requieren ser aprobadas por el Congreso”.

Antes de listar las posibles medidas fiscales los técnicos del FMI sostienen que el ajuste “será apuntalado por medidas en marcha y un compromiso para implementar mayores avances en el contexto del presupuesto 2019”. Entre esas propuestas figura el limite a las reducción de las retenciones a la soja.

A diferencia del Memorando de Políticas Económicas y Financieras elaborado por el gobierno argentino, el Staff Report ofrece indicios sobre las modificaciones que pretenden desplegar las autoridades. “Demorar la implementación de la recientemente aprobada reforma fiscal a 2020 como mecanismo para preservar ingresos (la postergación de las reducciones en los aportes patronales y la posibilidad de deducir del impuesto a las Ganancias a las transacciones financieras)”, expresa el documento. Las medidas contemplan “racionalizar el gasto en bienes y servicios, con un recorte del 15 por ciento en términos reales en 2018 y continuando en 2019” y “reducir los gastos de capital 0,6 puntos porcentuales del PBI para 2019 con la expectativa de que los proyectos de PPP protejan el nivel global de desembolsos en infraestructura pública”.