sábado, 6 de febrero de 2016

“Zika es en realidad el pesticida Atracina de Oxitec-Syngenta-Monsanto”… @dealgunamanera...

“Zika es en realidad el pesticida Atracina de Oxitec-Syngenta-Monsanto”…


El plano del zika 
coincide con los países a los que afecta la bajada del precio del barril de petróleo de los que dependen los principales ingresos de sus economías. El zika de Oxitec-Syngenta-Monsanto es un segundo golpe que asesta la banca internacional a estas economías, depresión por economía y muerte y enfermedades por pesticidas y chemtrails, disfrazado por el terror de plagas de mosquitos.

© Publicado por el Blog Luz sobre Sombras. Café Cultural de Eladio Fernández el martes 2/02/2016.

El virus zika supuestamente propagado por mosquitos es en realidad una inmunodeficiencia propagada por pesticidas.


La Atracina es un pesticida utilizado principalmente en Brasil y los países de su periferia, como Colombia, Venezuela, y Ecuador durante dos décadas. Los efectos para la salud son demoledores especialmente en el desarrollo de bebés a los que afecta con una reducción notable de la cabeza con los dolores insoportables que supone.

Si se fijan bien verán que los síntomas descritos en el cuadro que detecta la enfermedad, se corresponde más bien con los efectos directos de los pesticidas. Cuando describen que el zika no afectaría a los turistas de Brasil, es correcto porque saben perfectamente que es en el campo cerca de los pesticidas y a la población residente en contacto permanente con ellos.


Fiebre, sarpullido, dolor en articulaciones, conjuntivitis, dolores de cabeza. Son síntomas de los pesticidas. No de los falsos de una picadura de mosquito descritos perfectamente en los protocolos de las manifestaciones clínicas por intoxicaciones de pesticidas. El nivel menor o síndrome intermedio: -conlleva un riesgo de muerte si se afecta la musculatura respiratoria, y es lo que ha sido bautizado por Senanayake en 1987 como “síndrome Intermedio” (46)-.


Lo cierto es que los mosquitos patentados por los Rockefeller y desarrollados por Bill Gates, en paralelo aportan algún tipo de plaga vírica desconocida. El propio Gates afirma que no saben si será en forma de virus, plagas o fiebres.

En realidad los mosquitos desarrollados por millones por Oxitec en 2012, una empresa de Syngenta, que a su vez es parte de Monsanto, tratan de ocultar la degradación medioambiental en el ecosistema que matará a millones de personas. El Chernóbil de Sudamérica. De paso las empresas de Monsanto y sus transgénicos podrán seguir comercializando otras líneas de pesticidas contra las plagas de mosquitos y vacunas. La prensa de su propiedad se encargará de anunciar casos en Europa para implementar medidas y gasto de los gobiernos en su nueva amenaza de laboratorio.


Colegios de EEUU ya han comenzado a segregar a alumnos con marcadores genéticos de posibles enfermedades. Estas prácticas satánica espartana se alinea con los efectos Zika en bebés.


Campaña del miedo, recorte de salarios y penetración de la masonería en las instituciones:

Estas noticias de amenazas son bajo control bancario, y esconden otras estratagemas que se quedas mudas en los medios cuando sacan problemas acuciantes como las amenazas de virus y plagas. En realidad siguen queriendo recortar salarios y reducir aún más los derechos, sustraernos nuestros recursos, e introducir la masonería en el esto de organismos oficiales para el control total y sostenibilidad de la corrupción. Están por encima del Estado y las votaciones, ello siempre están ahí decidiendo por encima de políticos a los que ya tienen en nómina, y al servicio de la banca "illuminati" sionista. Y nada mejor que hablar de plagas para no tratar otras realidades que nos cuelan.





Paciencia... @dealgunamanera...

Paciencia…


Depende de la calidad del político que su período de gracia pueda prolongarse, pero siempre tiene un límite.

©  Escrito por Beatriz Sarlo el domingo 31/01/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Incluso los simpatizantes de Macri han empezado a pensar que no reflexiona lo suficiente sobre la naturaleza política que, de modo inevitable, tienen todos sus actos. Quienes lo juzgan (otros políticos, dirigentes sociales, simples ciudadanos) sólo por confusión o amnesia podrían olvidar que ocupa el cargo ejecutivo máximo. Una vez en Balcarce 50, el efecto “hombre nuevo” se disuelve. Depende de la calidad del político que su período de gracia pueda prolongarse, pero siempre tiene un límite.

En cuanto empieza a gobernar, el presidente ya no puede presentarse invariablemente como encarnación de una voluntad general porque decide de acuerdo con ideas, prejuicios, intereses, compromisos. Durante un tiempo, hasta que se constituya una oposición que sepa qué busca, Macri tiene un campo abierto.

Sucedió con Menem, y un buen día nos dimos vuelta para comprobar que el caudillo de largas patillas y poncho colorado había cambiado la Argentina en un sentido que perjudicaba a millones: cierre de pequeñas empresas, desempleo, pobreza. Ese efecto de que las cosas sucedan de pronto, aunque, en realidad, no suceden tan velozmente, es lo que obtienen los presidentes al llegar. Se le da el nombre de período de gracia. Los que se saltean la historia lo llaman también “los cien días”, olvidando que esos cien días son los que llevaron a Napoleón de la prisión en la isla de Elba a la derrota de Waterloo, no a la restauración de su poder. En este período de gracia, el político tiene la oportunidad de presentarse como representante del bien común, porque sólo después se verá a quién favorecen en verdad sus decisiones.

Macri, durante toda su campaña electoral, dijo que representaba a la gente y la voluntad de los que querían un cambio. Todos los políticos que pretenden ocupar el centro deben matarse para que les crean justamente eso: que representan a los rurales y a los industriales, a los que pagan impuestos y a los que los evaden, a los pobres y a los ricos, a los que quieren mayor igualdad y a los que quieren conservar el lugar que ocupan. Si no lograran convencer de esta universalidad futura a una parte del electorado, no ganarían las elecciones. Por el contrario, deben sostener que el candidato que los enfrenta representa sólo una fracción. Con Scioli esto era bastante fácil, ya que Cristina todavía no había aflojado sus garras sobre el Frente para la Victoria.

Hasta que se arme una oposición que sepa qué busca, Macri tiene un campo abierto.

Perón ganó elecciones definiendo con nitidez su campo y el campo que debía ser derrotado. Lo mismo hizo Yrigoyen. Alfonsín llegó a la presidencia compitiendo de manera abierta: prometió el juicio a las Juntas y enfrentó al peronismo que aceptaba la autoamnistía de los militares. De la Rúa llegó señalando la corrupción de Menem, pero también apelando a un programa que prometía favores para todos los sectores medios: en primer lugar, conservar la funesta equivalencia cortoplacista de peso y dólar. Cristina compitió siempre porque, si está en el estilo de Macri ser indiferente a las grandes discusiones, estuvo en el estilo de Cristina intervenir y cortar en todas las ocasiones que pensó que le servían. Ni el estilo de Macri (indiferente a las ideas: pragmático, que le dicen) ni el de Cristina (de gallo de riña) es propio de los buenos políticos.

Quienes hoy sigan los debates presidenciales de Estados Unidos pueden asombrarse de las diferencias abismales que existen entre Donald Trump y los demócratas Bernie Sanders y Hillary Clinton. Los futuros votantes de uno u otro están perfectamente al tanto de que tienen programas radicalmente diferentes. Después, gane quien gane, el sistema político americano (como lo explica con brevedad y precisión Marcos Novaro en su Manual del votante perplejo) se encargará de equilibrar y controlar; incluso, en algunas circunstancias, de hacer imposible el cumplimiento del programa por el cual los ciudadanos eligieron un presidente.

Macri tuvo tiempo para una misa, dos dirigentes de fútbol y un museo, no para entidades de DD.HH.

Sobre equilibrios y controles, veamos el currículum de Macri. En la ciudad de Buenos Aires fue el jefe de gobierno que usó el veto cada vez que no le gustó lo que se votaba. Según Chequeado.com, sólo Ibarra vetó más leyes que Macri en proporción a las aprobadas; y nadie vetó más que Macri en términos absolutos. El veto más macrista de toda la gestión de Macri es el de la mitad de los artículos que regulaban la ley de publicidad oficial: vetó que se prohibiera usar en ella el logo y los colores del PRO. Se dirá: no hay que juzgar a un político sólo por su pasado. En efecto: hay que esperar, deseando mientras tanto que Rodríguez Larreta no entregue otros terrenos a Boca, mediante una licitación que parece hecha para arrancar una sonrisa de placer a dos presidentes, el de Boca y el de la República.

Nota al pie. La paciencia como virtud política tiene sus límites. Ser paciente no implica aceptar cualquier cosa. Macri debió recibir a los organismos de derechos humanos que le pidieron una audiencia, ya que esta semana tuvo tiempo para asistir a una misa en Córdoba por el cura Brochero con reunión de gabinete posterior, conversar con dos dirigentes del fútbol y visitar la exposición de Roberto Plate en el Museo de Bellas Artes, lo cual, por lo menos, mejora su cultura.





jueves, 4 de febrero de 2016

Aníbal y El Regreso de los Hackers (Parte I)… @dealgunamanera…

Tuiteros para zafar del triple crimen…


Primera aclaración, obvia: fui el único periodista que le ganó, no uno, sino dos juicios penales a Aníbal Fernández, uno que me hizo por vincularlo con el narcotráfico y el otro por responsabilizarlo del triple crimen de General Rodríguez en 2008.

Segunda aclaración, fui el único que logró entrevistar a Sebastián Forza antes de que lo asesinaran. Fue en mayo de 2008. De ese encuentro pueden dar fe, no solo la grabación de la entrevista, oportunamente entregada el fiscal Carlos Stornelli, sino también los testigos del encuentro: su supuesto testaferro Pablo Florentín y su “guardaespaldas” Julio César Pose.

© Escrito por Tomás Sanz el martes 02/02/2016 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Todo lo antedicho me ha enfrentado, de manera feroz, con el ex jefe de Gabinete, Aníbal, quien me hostigó de toda manera posible y me obligó a venir a vivir a Mendoza… por mi seguridad personal.

Los años fueron pasando y la justicia comprobó todas y cada una de las afirmaciones que hice, no solamente respecto del expediente de los remedios truchos, sino también sobre la ruta de la efedrina y el triple crimen.  En todos aparece complicado Aníbal, por infinidad de elementos.

Lo único que permitió que el ex jefe de Gabinete no terminara complicado fue que el kirchnerismo le dio un paraguas protector muy fuerte.

Sin embargo, ese escudo se terminó el preciso día que Cristina Kirchner dejó el poder. En el mismo acto, dos jueces Federales, María Romilda Servini de Cubría y Ariel Lijo, decidieron reimpulsar sendos expedientes judiciales que lo complican: la ruta de la efedrina y el triple crimen.

Ni lerdo ni perezoso, Aníbal inició una estrategia desesperada, que dio inicio con la triple fuga del 27 de diciembre pasado (incluyó un “acting” en televisión) y sigue ahora a través de las redes sociales. Lo primero le salió mal; lo segundo… también.

Para lograr su estrategia mediática, Aníbal “adornó” a un grupo de profesionales para que asegurasen que él no era la “Morsa” de la cual hablan todos los testigos en el expediente del triple crimen.

Parte de ese teatro, pudo verse a principios de enero en el canal de Cristóbal López C5N, donde un grupo de abogados de baja estofa aseguró que el agente de la ex SIDE Julio Pose era en realidad la persona que aparece con ese mote en la Justicia.

Una digresión: lamentablemente para Aníbal, el fiscal Germán Pollicita tiene nueve pistas que conducen hacia él y sus vínculos, no solo con la ruta de la efedrina, sino también con los asesinatos de Forza, Ferrón y Bina.

Dicho esto, prosigo: el ex jefe de Gabinete contrató a un grupo de tuiteros de dudosa reputación para que hicieran lo propio. Es decir, para que impulsaran la loca teoría de que él no es la “morsa”, sino alguien más. Al mismo tiempo, los instruyó para que desprestigiaran de alguna manera a quienes habíamos logrado poner a Aníbal bajo la incómoda luz de los cuestionamientos. 

De pronto, empezó la locura: cuatro tuiteros crearon varias veintenas de cuentas “truchas” y empezaron un diálogo de sordos entre ellos mismos. Al mismo tiempo, empezaron a atacar a colegas de la talla de Jorge Lanata, Nicolás Wiñazki, de Clarín, y otros.

Los inventos fueron de lo más insólitos: a mí, en lo personal, me acusaron de ser “maricón”, de “gordo” y de tener un hijo adicto. No es chiste, los tuits pueden verse aún en la web.

Luego, ante mi desinterés por esos ataques, me acusaron de secuestro de menores —tampoco es broma— y de haber sido pagado por Gabriel Brito —implicado en su momento en la mafia de los remedios y luego sobreseído—, para salpicar a Aníbal (Aún me pregunto en qué lo beneficiaría a Brito esta situación).

Para darle algún tipo de credibilidad a esa infamia, crearon una conversación privada en Photoshop que, de tan obvia, es ridícula

Lo que no previeron los imbéciles que iniciaron la movida —más adelante aporto sus nombres— es que mis notas contra Aníbal empezaron en 2004 —algo de fácil comprobación—  y a Brito lo conocí recién cinco años más tarde, en 2009, algo también fácil de verificar. De hecho, uno de los implicados en esta trama, Faracovi, tiene más conversaciones con Brito que yo. Allí le confiesa su cercanía con la “narco morsa” y hasta le dice: “Fui yo quien le proporcionó a Aníbal todos los vídeos del juicio del triple crimen”.

Volviendo al tema: aún si fuera real la conversación que publicaron en Twitter, se trataría de una cuestión privada, y la intrusión y divulgación de la misma es un delito tipificado en el Código Penal. Algo que bien conoce uno de los protagonistas de esta historia, justamente por haber estado preso a causa de hackear correos electrónicos y comercializar su contenido.

En tren de difamar, han dicho cualquier cosa: que no tengo título de periodista, que nunca le gané ninguna querella a Aníbal Fernández, que me abandonó mi abogado. Casi una discusión de jardín de infantes, que denota la ignorancia de los muchachos en cuestión. Aún así aclararé a mis seguidores, que no son pocos:

1- De acuerdo al estatuto del periodista, Ley 12.908, no hace falta título alguno para ejercer como tal. De hecho, no es una profesión sino un oficio (artículo segundo de la ley, por las dudas). No obstante, trabajo hace más de 20 años como periodista, he sido docente en tres materias de la carrera y escribí siete libros de investigación, tres de los cuales fueron “best seller”.

Por si fuera poco, tengo carnet profesional para ejercer como hombre de prensa, otorgado por el Ministerio de Trabajo de la Nación (¿Lo tendrá alguno de los que me atacan?):


2- Mi abogado es Alejandro Sánchez Kalbermatten, y sigue siéndolo en varios expedientes (hablé hace minutos con él). Hasta que no renuncie a ellos, seguirá siéndolo.

Por caso, uno de los implicados en esta nueva trama —IVG— lo contactó en privado para intentar que me abandonara, pero solo encontró rechazo. Un papelón.

Dicho sea de paso, ¿cuál sería el delito de que mi abogado me dejara?


3- Los documentos que prueban que le gané los dos juicios a Aníbal son los siguientes y pueden corroborarse tranquilamente en sede judicial: 


Inentendible…

Es curioso, porque ninguna de las acusaciones que me hacen son delitos, ni civiles ni penales, son puras injurias.

Pedí públicamente a los que me hostigan que muestren un solo expediente judicial que me complique. Nadie pudo hacerlo. No solo no tengo problemas con la Justicia —salvo las querellas que me hacen los funcionarios y que siempre termino ganando—, sino que tampoco tengo multas ni nada que se le parezca.

Vivo de mi trabajo como periodista, alquilo con dificultad un departamento y tengo un Fiat 600 modelo 77. A su vez, me jacto de mi independencia y de no haber trabajado jamás para el Estado. ¿Pueden decir lo mismo aquellos que me acusan? Para nada. A saber:

-El primero de los acusadores se llama Ezequiel Faracovi, especialista en estafas a través de agencias de viaje. La primera, a mediados de 2013 cuando complicó a un grupo de quinceañeras que querían viajar a Disney.

La segunda —y tercera, podría decirse—  fue elaño pasado cuando dejó un tendal de damnificados de Pehuajó y Bolivar a través de una nueva agencia (trucha). Aún los padres recuerdan a Faracovi en estado catatónico repitiendo incesantemente “las nenas van a viajar; las nenas van a viajar”.


Es curioso, porque Faracovi, que me acusa de negociar con Brito sobre la base de un chat falso, le ofreció a este último una serie de “favores” a efectos de aliviar la condición de la “narco morsa”.

En un largo chat, que Brito jamás desmentirá y que puede corroborarse fácilmente, Faracovi confiesa: “Yo lo quiero mucho a Aníbal y lo defiendo”. También admite: “Con 26 años no llegue a donde llegue por boludo (sic)”.

Todo un megalómano… y un mitómano. Llegó a decir que María Eugenia Vidal aumentó la recompensa por los fugados del triple crimen por un pedido de él. Así, como suena.

-El segundo, es Cristian Minzer, quien sí tiene denuncias penales por maltrato a su ex mujer. Un hombre complicado por los estupefacientes, lo cual le ha traído graves problemas laborales. En estas horas, a pesar de las denuncias que acumula, trabaja en la Dirección del Niño en la Ciudad de Buenos Aires.


Oportunamente, le hice cerrar su cuenta de Twitter, luego de que me atacara con epítetos que fácilmente le valdrían una sanción al en el INADI.

Tiempo después sacó una nueva cuenta, ya sin su nombre. Nada mejor que el anonimato, claro. Desde allí opera, atacando a los periodistas honestos y defendiendo a Aníbal Fernández, quien lo tiene a sueldo.

4- Luego, aparece todo un personaje: Iván Germán Velázquez, célebre por haber purgado prisión en Uruguay, luego de que lo pescaran vendiendo información robada del correo electrónico de famosos. A ese expediente se le suman otros, un par de ellos por amenazas. Un verdadero criminal. No hace falta que me crean, solo busquen sus antecedentes penales.

Velázquez (que en Twitter se hacía llamar Mao Perón y ahora Aníbal Gordon) es el encargado de la operación más insólita: decir que la “Morsa” es Alberto Fernández… o Alejandro Granados. Cualquiera le viene bien, mientras Aníbal pague, como hizo en su momento cuando hackeaba mails para este y quedó demostrado judicialmente.

Aunque hoy asegura que es inocente, en una de las entrevistas que le hice, Velázquez me confesóque sí había hecho lo que se le endilgaba; esto es, robar mails y venderlos al mejor postor.

En esos días, era una de mis tantas fuentes de información oficiales. Parecía valioso y todo, hasta que un día me hizo una trapisonda imperdonable y no le creí más: me quiso hacer publicar mails truchos de la periodista Nora Veiras, de diario Página/12.

Los había armado él mismo, y allí aparecían conversaciones inverosímiles entre la colega y el ex espía Antonio Stiuso. Era una operación para golpear a este último que nunca funcionó.

Lo interesante del caso es que Velázquez siempre utilizaba un mail al que consideraba seguro para hacer sus movidas: ivanvelazquez@hushmail.com. Tengo infinidad de correos que me envió para demostrarlo.

Pero el punto es otro: desde esa misma cuenta de correo surgieron las amenazas de muerte contra Nisman, poco antes de que apareciera sin vida, como puede verse en el siguiente documento:

Hay otros mails similares, que reposan en el juzgado del magistrado federal LuisRodríguez —algunos aportados por mí—, con un dato inquietante para Velázquez: se comprobó que los correos fueron enviados desde Uruguay, el mismo lugar desde donde se encuentra prófugo de la Justicia desde hace años.

5- El último personaje de la trama es uno de los más peligrosos, por su inestabilidad emocional y psíquica: se trata de Clarisa Ercolano, disfrazada de periodista pero con fuertes nexos con los servicios de Inteligencia vernáculos. Por ese motivo, fue echada de todos los medios en los que supo trabajar, el último MDZ On Line de Mendoza, donde se fue en medio de un escándalo que contaré más adelante, con la documentación pertinente.

Es la “novia” del ya mencionado Minzer y lo más cercano al periodismo que ha hecho es un libro —pagado y operado— para despegar a Mauricio Macri de la causa de las escuchas ilegales.

Hoy está al frente de un portal que se dedica a las operaciones de prensa más asombrosas que uno pueda imaginar, dos de ellas obvias: blanquear al bribón de Velázquez; la otra, despegar a Aníbal de la causa de la efedrina y el triple crimen, donde le espera segura prisión antes de junio, como aseguran en ámbitos judiciales.

Colofón…

¿Qué agregar? Estamos por un lado aquellos que luchamos contra el narcotráfico y desnudamos a tipos con Aníbal Fernández, con todo lo que implica, incluido el peligro.

Luego, están estos tipos, que se han alineado con el “narco morsa” sin dejar lugar a dudas. Quiero decir, no lo hacen solapadamente, sino abiertamente. Lo hacen por dinero, desde ya, de eso viven.

Prefieren estar a las órdenes narcotráfico, que mata jóvenes y no tan jóvenes cada día y destroza familias, que hacer las cosas bien.

Optan por atacar, no a quien ha robado del Estado durante años y metió el crimen organizado al país, sino a quien vive de un sueldo privado, sin chupar la teta estatal, y solo se dedica a hacer un trabajo honesto. Está clara la situación, ¿no? 


No me interesan sus embestidas, de hecho los he bloqueado a todos y no se qué dicen, solo me preocupa la acción de Aníbal, un tipo más peligroso de lo que parece.

Todos estos idiotas útiles, a quienes perseguiré uno a uno incluso en la justicia, no merecen atención de nadie. Sus tuits no tienen retuits de nadie, solo de sus propias cuentas fakes. Nadie les responde, y los pocos que lo hacen es para cuestionarlos.

Yo tengo toda una carrera profesional, con varios libros de investigación publicados en los últimos 20 años y el orgullo de ser uno de los periodistas más citados en libros sobre crimen y narcotráfico.


Como dije, no tengo una sola causa judicial que me complique, mientras que algunos de ellos han estado incluso en prisión (con detalles escabrosos que revelaré en el futuro). ¿Cómo pueden señalarme, pues?

Hay una cuestión que cae de madura: si mis acusaciones contra Aníbal fueran falsas, hubiera perdido los dos juicios penales que me hizo, como les ocurrió a todos los periodistas que este querelló. Ello no ocurrió, ergo… nadie puede desmentirme.

Respecto del mote de "Morsa", baste ver qué dicen en las redes sociales aquellos que votaron en la encuesta que hice ayer:


Antes de terminar esta nota, tengo un último cuestionamiento para con Macri, quien aún hoy no ha podido explicar por qué tiene a un tipo del riñón de Aníbal y con severas denuncias penales trabajando en el Consejo del Niño. Se trata de Cristian Minzer, con CUIT 20-21957166-7 y ficha 431.646.

No hay mucho más que decir: mientras termino de escribir estas líneas, Elisa Carrió termina de dar una conferencia de prensa explicando los detalles de una denuncia que hizo contra Aníbal por haber mandado a matar a Forza, Ferrón y Bina en 2008.

El escrito cayó en el juzgado de Ariel Lijo, quien ya venía investigando a la “narco morsa” por una cuestión similar. Es lo único que precisaba el juez para terminar de avanzar contra Aníbal.

Si algo de todo lo que digo en esta nota es falso, espero las querellas correspondientes. Veremos si alguien se atreve... (Continuará).


  

Copa Libertadores 2016. Huracán 1 vs. Caracas F. C. 0... @dealgunamanera...


En busca del Caracanazo…

Huracán venció esta noche a Caracas de Venezuela por uno a cero en la ida de la primera fase de la Copa Bridgestone Libertadores en el estadio Tomás Adolfo Ducó.

© Publicado el martes 02/02/2016 por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fotos: Daniel Mendez y Maximiliano Day

Un nuevo sueño empezó esta noche. El Globo comenzó su camino en una nueva edición de la Copa Libertadores y consiguió un triunfo que mereció pero que pudo ser más abultado de no ser por la mala fortuna y las reiteradas apariciones del arquero Wuilker Fariñez. Fue así como a lo largo del encuentro, dominó, impuso sus condiciones y generó ocasiones de gol que no pudo concretar.

En los primeros cuarenta y cinco minutos, algunas caras nuevas sorprendieron y dejaron una buena impresión. Diego Mendoza fue la referencia en ataque y con aguante e inteligencia supo ganar de arriba al tener que reemplazar a Ramón Abila – no jugó por suspensión pero estará en la vuelta-. Al mismo tiempo, Matías Fritzler cumplió con su tarea y fue, además de la imagen de sacrificio y garra en el medio junto con Mauro Bogado, quién se encargó de ser el nexo con Patricio Toranzo y Daniel Montenegro. Sin embargo, entre la demora para jugar del elenco visitante y la colaboración del chileno Patricio Polic, quién esperó demasiado para sacar las tarjetas amarilla y roja, los locales no pudieron quebrar a su rival y se fueron empatados al descanso.

En la segunda etapa, los roles fueron los mismos. Los dirigidos por Eduardo Domínguez tomaron las riendas del partido y los comandados por Antonio Franco se replegaron en su campo, esperaron por el contraataque y le volvieron a ceder la pelota al Globo. Cuando faltaban dieciséis minutos de juego y la esperanza comenzaba a disiparse, tras un centro por derecha de José San Román, una serie de rebotes derivaron en el remate de Montenegro que tras impactar en un defensor, Cristian Espinoza convirtió en centro a ras del suelo para que Mariano González la empujara desde el piso y convirtiera la única diferencia del Match.

De esta manera, los de Parque Patricios obtuvieron una diferencia que sirve, pero que tendrá que revalidar dentro de una semana en el Estadio Olímpico de Venezuela cuando viaje en busca del Caracanazo.

Huracán: 1 

Marcos Díaz – José San Román, Martín Nervo, Federico Mancinelli (Mariano González, 65), Luciano Balbi – Mauro Bogado (Lucas Chacana, 60), Matías Fritzler, Cristian Espinoza, Daniel Montenegro (Alejandro Romero Gamarra, 83)- Patricio Toranzo y Diego Mendoza. DT: Eduardo Domínguez. 

Caracas FC: 0 

Wuilker Fariñez – Jefre Vargas, William Díaz, Giácomo Di Giorgi, Rubert Quijada – Miguel Mea Vitali, Robert Garcés, Evelio Hernández (Ricardo Andreutti, 46), Over García (Andrés Sánchez, 62), Robert Hernández – Armando Maita. DT: Antonio Franco.

Árbitro: Patricio Polic.


Líneas Carlos Astroza y Christian Schiemann (terna de Chile).

Goles: 75′ M. González (H)

Amonestados: Montenegro, Mendoza (H); Díaz, Quijada (C)

Expulsados: 45′ Mea Vitali (C)