La vida es un tablero de ajedrez en donde los cuadros blancos son los días y los cuadros negros son las noches... Nosotros, somos las piezas que vamos de aquí para allá para caer al final en el cuadro de la nada... De Alguna Manera... Una Alternativa…
La historia de dos universidades que fracasaron en conectar sus computadoras, pero terminaron cambiando el mundo.
Un día como hoy, pero de 1969, Charley Kline, estudiante de programación, encendió la computadora SDS Sigma 7 de la Universidad de California, Los Angeles (UCLA).
Bajo la supervisión de su profesor Leonard Kleinrock, abrió los programas correspondientes y a las 22.30 (lo que serían las 16:30 en Buenos Aires, según el uso horario actual) intentó conectarse a la computadora SDS 940, ubicada en el Stanford Research Institute (SRI) de Menlo Park, a 568 kilómetrios de distancia.
Kline quiso escribir el mensaje "login", pero sólo las dos primeras letras fueron transferidas de una máquina a otra, porque el sistema colapsó. La palabra completa pudo transmitirse recién una hora después.
Este "fracaso" fue en realidad la primera comunicación entre dos computadoras que no estaban conectadas directamente sino a través de la red ARPANET, y sería la base de lo que hoy conocemos como Internet.
Todo comenzó con la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados (ARPA, su sigla en inglés), un organismo creado en 1958 por Departamento de Defensa de Estados Unidos, como respuesta al avance tecnológico soviético (en particular, el lanzamiento del Sputnik, primer satélite en órbita).
Al principio, ARPA manejaba programas de investigación espacial y militar; esos proyectos luego evolucionaron hacia otros departamentos del Gobierno, como la NASA. Para fines de los 60, cuando la guerra fría estaba congelada y reinaba la calma, se dedicaban cuestiones más pequeñas y experimentales.
La agencia (hoy llamada DARPA) tenía centros de investigación repartidos por todo el país, y querían que todos pudieran utilizar las computadoras que había en cada lugar.
Hasta entonces, para conectarse con una máquina, cada centro debía tener una terminal, una extensión de cada aparato específico. Hablamos de una época en la que las computadoras todavía ocupaban cuartos enteros, pesaban toneladas y funcionaban con tarjetas perforadas que pocos sabían usar.
"Si estaba hablando con alguien de una universidad y quería contárselo a otra, tenía que levantarme de esa terminal y conectarme a la otra para comunicarme", explicó Robert Taylor, entonces director de la Oficina de Técnicas de Proceso de la información de ARPA.
"Entonces pensé: si tenés estas tres terminales, tiene que haber una sola computadora que vaya a donde sea que quieras ir. Esa idea es la ARPANET", contó Taylor.
La ARPANET tomó ideas de Paul Baran, quien pensó una red de comunicación capaz de resistir un ataque nuclear. Para sobrevivir, la red debía estar descentralizada, y tenía que tener muchos caminos posibles entre dos puntos.
Además, los mensajes serían divididos en fragmentos y repartidos por caminos distintos: si el enemigo interceptaba un camino, sólo se quedaría con parte del mensaje. Esta idea sería luego conocida como "transferencia de paquetes", que es la base de intercambio de información en internet.
Taylor quería que las computadoras se conectaran por una línea telefónica, pero los científicos se rehusaban, pensando que haría más lentas a las máquinas.
Entonces uno de los participantes de ARPANET, Wesley Clark, propuso armar la red con pequeñas computadoras separadas, que se dedicaran sólo a manejar la comunicación. Así, las computadoras principales tendrían menos trabajo, y si alguna fallaba, la red se mantenía.
Esas pequeñas computadoras se llamaban Procesadores de Interfaz de Mensaje (IMPs) y son lo que hoy conocemos como routers. Gracias a una memoria de 24kilobytes (hoy irrisoria), guardaban y luego transferían la información a 50 kilobits por segundo, a través de un modem telefónico.
ARPANET también desarrolló los protocolos de información, el "lenguaje común" de las computadoras para comunicarse. El llamado Protocolo 1822 garantizaba la llegada del mensaje de un punto a otro de forma confiable, y avisaba si eso no ocurría.
La red además fue el origen del correo electrónico: el primer e-mail se envío en 1971, y dos años después, el 75% de la red se usaba para ese fin. En 1973 inventaron el Protocolo de Transferencia de Archivos (FTP), que permitió enviar no sólo mensajes, sino también documentos enteros a través de la red.
Tras el primer experimento, en diciembre de 1969 ya había cuatro computadoras distintas de California y Utah conectadas a ARPANET. En marzo del año siguiente, la red llegó a la costa Este de Estados Unidos. Para fines de 1971 eran 23 máquinas. Diez años después, en 1981, eran 213. Internet recién llegaría al público masivo a mediados de los '90.
"Sabíamos que estábamos creando una tecnología importante, que sería útil a algunas personas", dijo Kleinrock sobre su invención. "Lo que no esperaba era que mi madre, de 97 años, estaría usando Internet hoy".
Al
final, Marcelo Tinelli blanqueó la venta de Radio Del Plata...
Pasó a manos de la cordobesa GEA y Sergio Belocopitt se queda sólo con
el 10% de las acciones. El vínculo con Página/12 y Veintitrés.
Finalmente Marcelo Tinelli eligió blanquear la compra de la
que fuera el buque insignia entre las emisoras de Ideas del Sur. Desde hoy, tal
como adelantó el diario Perfil el último domingo, la emisora de Olleros pasó a
manos de la cordobesa GEA (Grupo Empresario Argentino) integrado por
accionistas de Electroingenería, sospechada en una derivación del caso Skanska,
donde se investiga evasión impositiva.
Con la salida de Tinelli, el 90 % del paquete accionario queda
en manos de GEA mientras el 10 % restante seguirá en poder del empresario
Sergio Belocopitt, empresario vinculado al negocio de las prepagas.
Según trascendió, la compra de la emisora cerraría en ocho
millones de dólares aunque en la productora de Tinelli prefieren no mencionar
números ni comentar la presunta ligazón de Sergio Szpolski en la gerencia
comercial. Hace unos días circulaba con fuerza el desembarco del dueño de la
revista Veintitrés y los conductores de Página/12 en la dirección artística.
Los rumores en torno a la venta de Del Plata empezaron en
julio de este año cuando Tinelli le compró el 40 % de sus acciones a
Belocopitt. En ese momento, el conductor de Showmatch decidió separarse de los
trascendidos y comentó que no vendería la radio "ni a Electroingenería ni
a nadie". Cuatro meses después, la historia dice lo contrario.
Los secretos de la
venta de Del Plata, ahora radio K...
Conozca los detalles
de un operación silenciada. Quiénes son los nuevos dueños (ocultos) de la AM
que vendió Tinelli. Su relación con el Gobierno.
¿Qué
vas a hacer el año que viene, Nelson?”, le preguntó hace dos meses Marcelo
Tinelli a Nelson Castro. “Tengo contrato hasta fines del 2009, ¿vos seguís?”,
retrucó el periodista, que recibió una firme respuesta del que se presuponía
hasta entonces su jefe y dueño de Radio del Plata: “Sí, me quedo”.
Sin
embargo, la sorpresa llegó el último lunes 10 a oídos de figuras y productores
de la emisora. Fabián Scoltore, la mano derecha “empresaria” del conductor de
ShowMatch, decidió anunciar que el miércoles 12 finalizaba la gestión Tinelli
al frente de la AM 1030: Tinelli vendió la emisora a la empresa cordobesa
Electroingeniería, una polémica firma vinculada con el superministro Julio De
Vido, una de las más beneficiadas con la obra pública kirchnerista, denunciada
por diputados de la Coalición Cívica por sobreprecios en obras eléctricas e
involucrada en la trama de las coimas del caso Skanska. Esa firma pagó 8
millones de dólares, según admitió su propio presidente, Osvaldo Acosta, a
medios cordobeses.
Lo
curioso es que, según una fuente directa de la transacción, la venta se habría
realizado hace cuatro meses. Y para reforzar la magra pauta publicitaria de la
emisora, Electroingeniería se habría asociado luego a Sergio Szpolski, el dueño
de las revistas Veintitrés, Siete Días y Newsweek Argentina, de los diarios BAE
y El Argentino y uno de los empresarios de medios que más publicidad oficial
recibe del Gobierno. ¿Por qué las partes no anunciaron el traspaso? ¿Qué hay
detrás del último desembarco K en los medios de comunicación?
En
silencio. A fines de julio, Tinelli negó la venta de Del Plata “a
Electroingeniería o a nadie”. Desde Ideas del Sur se limitaron a informar que
lo que sí había sucedido era un cambio en la composición societaria de la
radio: el conductor anunció que entonces le compró el 40 por ciento de las
acciones a su socio, hasta entonces igualitario, el empresario del negocio de
prepagas Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical Group. Pero, en realidad,
no fue el único cambio. Radiodifusora del Plata –así su nombre en los papeles–
pasó de ser una sociedad en comandita a una anónima, figura que mantiene la
identidad de los accionistas en reserva. “Tinelli compró el 90 por ciento para
vendérselo todo a Electroingeniería, a través de una firma vinculada a ese
grupo. Szpolski ingresó recién a principios de noviembre con un 21 por cierto
para ser la pata comercial”, le detalló a NOTICIAS una fuente directa –y por
lógica, interesada– de la transferencia.
La
venta incluiría la aceptación de parte de los compradores de la deuda acumulada
por la emisora en la gestión Tinelli, que se elevaría a 35 millones de pesos.
Electroingeniería habría abonado 6 millones de dólares para saldar parte del
rojo, habría financiado el resto del pasivo y los 2 millones restantes serían
para Tinelli, la misma cifra en la que se la adquirió al grupo mexicano CIE, a
fines del 2003. En tanto, Belocopitt mantendría el 10 por ciento restante de acciones.
De ser cierto que la venta ya se produjo, ¿por qué razón Tinelli no la blanqueó
antes? ¿Para no quedar vinculado a empresarios K? ¿O para no producir
incertidumbre en las figuras de su radio?
La
relación entre el Gobierno y Tinelli es ambivalente. El conductor contó con la
presencia del ex presidente Néstor Kirchner en la fiesta inaugural de la radio,
pero luego tuvo que soportar los aprietes de la Casa Rosada, que demoró
trámites burocráticos para aprobar su compra para condicionarlo. Tinelli calificó
de “López Rega de Kirchner” al ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, por
haber involucrado a su productora en una trama de facturas truchas durante la
campaña electoral porteña. Pero después se ofreció para la foto de cierre de
campaña de Cristina Fernández, a cambio de millonarios fondos públicos para un
polideportivo en Bolívar.
Finalmente,
las razones de la venta estarían en los 700.000 pesos de déficit operativo
mensual que habría llegado a tener Del Plata, aunque está tercera en el rating de
lunes a viernes y cuarta en el general.
Esta
semana, en la radio se esperaba un blanqueo de la operación oficial, que hasta
el cierre de esta edición no había sucedido. Tinelli le hizo saber a NOTICIAS
que “no le interesaba” aún hacer declaraciones sobre este tema.
Esta
revista intentó averiguar por qué una firma sin antecedentes en medios como
Electroingeniería decidiría ahora desembarcar en este mercado. Carlos
Bergoglio, gerente de comunicación institucional de la empresa, se limitó a
explicar que la firma cordobesa “siempre se quiso diversificar en todos los
rubros”. “Ya está consolidada en el eléctrico, en las obras civiles y tiene
negocios agroindustriales.
¿Por
qué no medios? Es parte de una expansión horizontal”, explicó el vocero. Por su
parte, Sergio Szpolski fue breve en su respuesta: “Firmamos un convenio con la
radio para gerenciar la parte comercial”. No quiso afirmar ni desmentir si ese
convenio incluyó un traspaso de acciones en su favor. ¿Podría Szpolski ser un
mero gerenciador en este negocio? Dados sus antecedentes y su privilegiado
acceso a la caja de la publicidad oficial, parece improbable.
Quién
es quién. Sergio Bartolomé Szpolski le pide a su secretaria que en su
escritorio, todos los días, haya una docena de rosas frescas. Ex rabino,
metrosexual y fanático del gimnasio, este empresario empezó en los medios como
socio de Daniel Hadad, otro hombre de negocios que, como él, pasó del menemismo
al kirchnerismo. Su conglomerado de productos –todos ellos de baja circulación–
recibió sólo en el primer semestre de este año 3.629.124 pesos en publicidad
oficial, el grupo más favorecido en el rubro revistas, según datos preliminares
de un informe de Poder Ciudadano al que accedió NOTICIAS (ver infografía).
Con
Kirchner y la canilla de pauta oficial del secretario de Medios, Enrique “Pepe”
Albistur, siempre abierta para empresarios amigos, Szpolski mantuvo Veintitrés,
relanzó Siete Días, abrió la versión argentina de Newsweek, compró los diarios
Buenos Aires Herald y Bae, y creó el gratuito El Argentino, el platense
Diagonales y el semanario intelecto-kirchnerista Miradas al Sur.
Sus
socios son los dueños de Electroingeniería, Osvaldo Acosta y Gerardo Ferreyra,
quien en los años ’70 fue compañero de militancia y de prisión del secretario
de Legal y Técnica, Carlos Zannini. Sin embargo, fue por Julio De Vido que la
empresa pasó a ser la 11ª compañía que más obras públicas recibió en la era K,
según un informe de la Coalición Cívica.
El
vínculo es tan estrecho que hasta uno de los hijos del ministro, Juan Manuel,
habría trabajado en la sede de Córdoba. Con el guiño del ministro de
Planificación, la empresa pasó de ser una PyME cordobesa que hace 30 años
construía tableros eléctricos a transformarse en un pulpo nacional y
diversificado: construyó viviendas de planes oficiales y dos centrales
eléctricas; compró la empresa concesionaria de peajes del corredor vial 3 y el
50 por ciento de Transener –la firma monopólica del transporte de energía de
alta tensión–, asociado con la estatal Enarsa, entre muchas otras obras y
negocios.
También
quedó involucrada en el caso Skanska por un presunto intento de coimas
abortado. Y fue denunciada por supuestos sobreprecios de 150 millones de pesos
en la construcción del tramo Puerto Madryn-Pico Truncado de una red de alta
tensión, detalle que el Gobierno obvió cuando le renovó esa concesión hasta el
2088.
Desembarco.
A principios de agosto se instalaron en la radio los primeros cordobeses para
realizar una auditoría. Pero ya un mes después, dos de ellos ocupaban la cúpula
jerárquica de la emisora. Se trata del gerente general Leopoldo “Lolo” Elíes y
del gerente administrativo Martín Pereyra, quienes en junio pasado crearon la
firma Grupo Empresarial Argentino SA, por la que se habría canalizado la venta
de Del Plata. Elíes sería hijo de un alto ejecutivo de Electroingeniería. Y
Pereyra es empleado de la consultora Consar SA, otra firma cordobesa, a la vez
socia de Electroingeniería en la sociedad Adfisa SA.
El
rumor de que empresarios “amigos del poder” pudieran ingresar en los medios
recrudeció en plena crisis del Gobierno con el campo. Desde entonces, los
Kirchner, recelosos del periodismo independiente, blanden como arma de presión
la modificación de la Ley de Radiodifusión. Esta revista ya informó sobre la
insólita oferta del ex chofer de Kirchner y empresario de medios, Rudy Ulloa,
para comprar Telefe en 320 millones de dólares. Empresarios amigos del poder
para domar medios críticos. Ese parece el plan. El caso de Radio del Plata es
sólo la primera jugada.