Mostrando las entradas con la etiqueta Luis Barrionuevo. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Luis Barrionuevo. Mostrar todas las entradas

domingo, 29 de octubre de 2023

Frankenstein vs. Drácula… @dealgunamaneraok...

Frankenstein vs. Drácula…

El joven Frankenstein. Dibujo: Pablo Temes

La humorada que circuló en las redes resume el destino de fracaso que parece esperar al país.    


© Escrito el sábado 28/10/2023 por Nelson Castro y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.   

El viernes y el sábado, la escasez de nafta complicó la vida cotidiana de millones de ciudadanos. Fue producto de la falta de pago de las importaciones de combustibles que llegan a través de barcos. El jueves y el viernes varios colegios privados hicieron saber que cerrarán sus puertas dejando colgados a miles de alumnos que no saben dónde continuarán sus estudios el año próximo. 

El viernes, seis sociedades cardiológicas hicieron saber, por medio de una carta pública, que no tienen los insumos necesarios para la realización de procedimientos diagnósticos y terapéuticos de los cuales depende la vida de cientos de miles de enfermos. En un tenor similar, los otorrinolaringólogos comunicaron la falta de miles de insumos utilizados en trasplantes auditivos. 

La harina y, por ende, el pan aumentaron. Algunas plantas automotrices debieron suspender sus actividades por falta de autopartes necesarias para la fabricación de vehículos. 

Lo notable es que la dirigencia política vernácula no se ocupó de ninguno de estos temas. 


Los resultados de las elecciones confirman que este es un país fuera de norma.

En No Tan Juntos por el Cambio se dedicaron a pelearse a rabiar, tal como vienen haciendo desde un hace un tiempo demasiado largo y fatigoso. Y en Unión por la Patria –que, en verdad, debería llamarse Unión por los Cargos– desde Sergio Massa para abajo se dedicaron a ver cómo podían destruir a la oposición. Ante tal panorama, nadie puede sorprenderse por esta proliferación de problemas que afectan al ciudadano y a la ciudadana de a pie. Como reza la Epístola Moral a Fabio, de Andrés Fernández de Andrada: “Esta invasión terrible e importuna de contrarios sucesos nos aguarda desde el primer sollozo de la cuna”.  

Los resultados de las elecciones del domingo pasado confirman que la Argentina es un país fuera de norma. La lógica política ha demostrado a lo largo de los siglos que un gobierno desastroso como el de Alberto Fernández, Cristina Kirchner, Sergio Massa y Axel Kicillof no tendría ninguna chance de alzarse con la victoria. Sin embargo, el domingo pasado esa lógica no se verificó: el ministro candidato, cuya gestión llevó el índice de inflación a los niveles más altos de los últimos treinta años, ganó. En Lomas de Zamora, el candidato a intendente Federico Otermín, un delfín de Martín Insaurralde complicado en el caso de los empleados ñoquis de la Legislatura bonaerense a los que les cobraba sus sueldos Julio “Chocolate” Rigau, arrasó. Lo mismo ocurrió con Kicillof, de penosa gestión al frente de la gobernación de la provincia de Buenos Aires. 

Ante este escenario se impone, pues, una reflexión: existe en gran parte de la sociedad argentina una cultura peronista arraigada e inamovible. Números más, números menos, representa alrededor del 40% del total de la población. Eso explica muchas cosas del perfil de la dirigencia política y del fracaso de la Argentina, un fracaso que se proyecta al futuro. Esa cultura populista no solo abarca a los sectores más pobres, sino que se extiende a sectores de la clase media. El ejemplo más claro de esa cultura populista lo representa el plan platita que aplicó el Gobierno a partir de su derrota en las PASO en forma obscena. La eliminación del impuesto a las ganancias a la cuarta categoría, el festival de bonos y la distribución de heladeras, cocinas, licuadoras, colchones y otros bienes, todos pagados con fondos públicos sin ningún tipo de pudor ni reparo, fueron parte de un folclore ya conocido y, sin dudas, exitoso.


Las sociedades que convalidan el populismo exhiben un alto grado de corrupción. Una de las consecuencias más nefastas de la corrupción es la pobreza. Por supuesto que, para alcanzar la victoria, el Gobierno contó con una gran ayuda: la división de la oposición. La matemática da una idea cabal de la irresponsabilidad absoluta de sus dirigencias: la suma de los votos de Juntos por el Cambio más los de La Libertad Avanza supera el 50%. Unidos hubieran ganado en primera vuelta. Separados, perdieron y le permitieron al peronismo ganar haciendo, en cuanto a cantidad de votos, la peor elección de su historia. 

Verlos ahora juntos –a los abrazos– a Javier Milei y a Patricia Bullrich impacta. ¿Cómo no advirtieron que divididos perdían? El ejemplo más previsible es el de la provincia de Buenos Aires, en donde Néstor Grindetti y Carolina Píparo le regalaron la elección a Kicillof. El caso de Grindetti merece un párrafo aparte: pidió licencia al frente de la intendencia de Lanús para asumir la presidencia de Independiente. O sea, privilegió el club del cual es hincha por sobre los problemas de la gente de su ciudad. Conclusión: no solo no ganó la gobernación, sino que su candidato a intendente perdió. ¿Se podía esperar otra cosa? 

A la oposición la aniquiló la soberbia. Empezando por Mauricio Macri, que sigue creyendo que hizo un buen gobierno y que no fue comprendido por la gente. A eso le agregó su comportamiento en esta semana buscando despegarse de la derrota. Ante la estrategia de Massa de dividir a la oposición, Macri debió haber sido un factor de aglutinación. En vez de echar culpas ajenas, debió haber procurado ser un factor de unión.   

Un nuevo tablero político.


También el radicalismo hizo un enorme aporte al zafarrancho de JxC. Los cegó la bronca que todavía guardan del ninguneo al que fueron sometidos por los popes del PRO. La pantomima que desplegaron luego del acuerdo de Patricia Bullrich con el líder libertario estuvo teñida de hipocresía. ¿Alguien podía esperar que el sector más duro del PRO se mantuviese “neutral” ante el avance de Sergio Massa? Por otra parte, los vasos comunicantes entre varios dirigentes de la UCR y el tigrense, que enojaron al expresidente, efectivamente existieron. Pero también Milei fue funcional a Massa. ¿O es que en el PRO olvidaron que el libertario le votó al ministro-candidato la ley de quita del impuesto a la cuarta categoría? 


Javier Milei pasó de “la casta tiene miedo” a negociar con ella. No es algo nuevo. Ya lo había hecho con Luis Barrionuevo. Increíblemente, le creyó al dirigente gastronómico, que le prometió que le iba a asegurar la fiscalización de los comicios, cosa que, en los hechos, no se verificó. Hubo mesas en las que La Libertad Avanza sacó cero votos, cosa que también le ocurrió a JxC. Milei necesita ahora arreglar con la casta. Su abrazo con Bullrich terminó de transformar su eslogan en un blef.   


Uno de los memes más difundidos en las redes expresa que el 19 de noviembre la sociedad deberá elegir entre Frankenstein y Drácula. La humorada refleja a la perfección el destino de fracaso al que parece estar condenada la Argentina.




   

domingo, 24 de septiembre de 2023

Una pobreaza de ideas... @dealgunamaneraok...

 Una pobreza de ideas…

"En bandeja"... Luis Barrionuevo. Dibujo: Pablo Temes.

La ciudadanía es rehén de una dirigencia que no está a la altura de las circunstancias.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 23/09/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El oficialismo avanza con el “plan platita” a toda prisa y sin pausa. El Gobierno se ha transformado en un grupo de nerones que, con tal de ganar la elección presidencial, está dispuesto a hacer cualquier cosa. Ese hacer cualquier cosa implica, entre otras medidas, aumentar el gasto público sin ningún tipo de límites y sin ningún pudor. 


Cuenta para ello con la “maquinita” del Banco Central y con la ayuda de sectores de la oposición. Es lo que se vio el martes en la sesión de la Cámara de Diputados en la que se aprobó la eliminación de la cuarta categoría del impuesto a las ganancias y la creación del régimen de mayores ingresos para los que cobran más de quince salarios mínimos. Si bien el Frente de Todos contra Todos tenía asegurado el quórum debido a la ruptura del Interbloque Federal, fue Javier Milei, junto a sus diputados, quien le dio al kirchnerismo un apoyo que marcó la contradicción del líder libertario y le terminó abriendo definitivamente la puerta para dar media sanción al proyecto, hecho que significó un rotundo triunfo político para Sergio Massa y sus secuaces. Parte de la Unión Cívica Radical también se sentó en sus bancas. Las miradas de desconfianza y los reproches más severos se posaron sobre los disidentes de Evolución, el grupo de radicales liderados por Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti, por su rol en el manejo de las Universidades. La sospecha se basaba en un supuesto intercambio de favores con el oficialismo para aumentar los fondos para la creación de nuevas casas de estudio. Las mañas y la inmoralidad de la vieja política no se detienen ni siquiera cuando el conjunto de la sociedad reclama por mayor compromiso y transparencia. Es justo mencionar también a los otros diputados de la línea Evolución del radicalismo: Marcela Antola; Gabriela Brower y Danya Tavela que, haciendo caso omiso de las directivas de la jefatura de su bloque, también decidieron bajar al recinto para apoyar la creación de la Universidad Nacional de Río Tercero, tema que, casi a modo de anzuelo, Unión por la Patria  había incorporado  en el orden del día de la sesión. Crear universidades está muy bien; utilizar esa iniciativa noble como herramienta de la transa política –que muchas veces esconde negocios turbios– está muy mal.  


Juntos por el Cambio continúa sin hacer pie. Y las reiteradas apariciones de Mauricio Macri en distintos canales de televisión para apoyar a Patricia Bullrich terminan por sembrar más dudas que certezas. El expresidente no debió haber coqueteado nunca con el líder libertario. A pesar de todo y contra todo, en el equipo de la exministra de Seguridad sostienen que lo peor ya pasó y que han logrado encaminar la campaña. Hay que destacar los esfuerzos que viene haciendo Carlos Melconian, quien conducirá el Ministerio de Economía si JXC se alzara con el triunfo. El economista es la mejor espada que tiene el bullrichismo para contrarrestar y bajar a tierra las disparatadas ideas económicas de Javier Milei. De reojo lo miran Luciano Laspina y Hernán Lacunza que, hasta el momento, no tienen ubicación definitiva dentro del armado. 


Por estas horas el libertario sigue acelerando su motosierra y les dice a propios y ajenos que está a un paso de ganar en primera vuelta. Serían 2 puntos de acuerdo a sus mediciones. La noche del viernes no pasó desapercibida. Milei entró al salón de eventos del Golden Center de Parque Norte como si fuera un rockstar. El encuentro fue organizado por Luis Barrionuevo, el flamante aliado que entra en contradicción directa con el discurso anticasta. Es por eso que a último momento el líder gastronómico se bajó de la grilla y evitó la foto que hubiera puesto en peligro el relato libertario. La gente no come vidrio y el ánimo social no está para sufrir otra desilusión. Por eso, Milei busca pisar sobre seguro y, como buen admirador de Carlos Bilardo, mide cada centímetro de su avance. El ejemplo más claro es el hermetismo que mantiene con algunos de los nombres que lo acompañarían en un futuro gobierno. La figura del ministro de Economía está guardada bajo siete llaves. Lo mantendrá en secreto hasta después de la elección para blindarlo de cualquier posible operación política de desgaste. 


Llegar al ballottage como sea


En la vereda de enfrente, Sergio Massa sigue aprovechándose de su doble rol de ministro y candidato. Sus acciones son de una irresponsabilidad supina. El ministro sirve en bandeja un abanico de opciones para que el candidato se luzca. Una falta de ética pocas veces vista por su desfachatez sin pausa ni disimulo. En el Fondo Monetario están que trinan. El “plan platita” y su batería de medidas que dejan a la Argentina al borde de una hiperinflación es muy difícil de digerir. “Sergio sabe lo que hace. Cerró filas con Cristina para avanzar contra viento y marea y llegar al ballottage. Una vez logrado el objetivo será más fácil dar la pelea contra un personaje descarriado al que muchos temen por sus ideas extremas. Ya no se trata de liberalismo o de la derecha. Para muchos Milei representa el caos y, en ese contexto, Sergio ofrece una salida mucho más racional”, sostienen cerca del tigrense. 


Otros dos hechos políticos marcaron la semana. El primero –de corte judicial– pone la lupa sobre la corrupción y muy posiblemente sobre el origen de los fondos de campaña. Es que en tiempo récord la Cámara de Apelaciones de La Plata liberó a Julio Segundo Rigau, el puntero bonaerense del PJ que fue descubierto con cincuenta tarjetas de débito robadas de la Legislatura bonaerense mientras retiraba el dinero de un cajero automático. El total de los fondos es aún una incógnita pero el cálculo realizado en base a los tickets de los últimos movimientos bancarios llega a los 27 millones de pesos. Salvo contadas excepciones, la dirigencia política bonaerense ha mantenido un sugestivo silencio.  


El otro hecho político que no pasó desapercibido fue el debate de los candidatos a vicepresidente que, como es costumbre, se llevó a cabo en el programa periodístico A dos voces. Las chicanas, los golpes bajos, los gritos y las interrupciones constantes desnudaron la pobreza de ideas y la falta de profesionalismo de los participantes. Puede discutirse largamente quién ha sido el ganador de la noche; lo que no puede pasarse por alto es que los grandes perdedores serán los ciudadanos que continúan siendo rehenes de una dirigencia que no está a la altura de las circunstancias.





    

domingo, 17 de septiembre de 2023

Un moneda al aire... @dealgunamaneraok...

Una moneda en el aire…


Por las buenas, o por las otras... ‘Pato’. Dibujo: Pablo Temes

La incertidumbre y la crisis económica y social, han puesto en alerta a la sociedad.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 16/09/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argetnina.

La Argentina ha quedado a merced de un gobierno de nerones a quienes lo único que les interesa –y desespera– es mantenerse indefinidamente en el poder. A la cabeza de esta locura está Sergio Massa. El ministro de Economía y candidato está decidido a todo en pos del objetivo que lo obsesiona: ganar la elección presidencial de cualquier manera y a cualquier costo. El 12,8% de inflación del mes de agosto fue una cachetada para el exintendente de Tigre. Por eso salió el mismo miércoles, con una batería de anuncios que se ampliaron el jueves. Alguien debería decirle que no se puede tapar el sol con las manos. Todos esos anuncios, que responden a un “plan platita” de manual, son absolutamente inflacionarios. Claro, si nada de esto surge efecto –y la historia indica que no lo hará– el problema mayúsculo autogenerado, quedará para el ganador de las elecciones generales. 


Luego de perder las PASO en agosto de 2019, el entonces presidente Mauricio Macri, quiso poner en práctica una reducción del IVA, que es una de las medidas de alivio que tomó el Gobierno; los gobernadores peronistas lo amenazaron con recurrir a la Corte Suprema, visto que esos fondos que dejaba de percibir el fisco eran coparticipables. Por ende, esa menor recaudación los afectaba directamente. “Esa es plata nuestra y no puede apropiarse de ella” dijo el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. Por lo bajo, otros gobernadores peronistas dicen lo mismo. Pero hay todavía más. El plan está hecho a las apuradas y contempla la reducción del IVA para las compras con tarjeta de débito. No tiene en cuenta las tarjetas prepagas emitidas por empresas del sector fintech que, justamente, están en manos de millones de argentinos que no tienen acceso a la banca tradicional. Luego del anuncio, en el Gobierno se comprometieron a revisar la medida en pos de incluir al sector. Otra consecuencia más de la improvisación empujada por la urgencia de los anuncios electoralistas, que terminan dando letra al otro plan recurrente: el “vamos viendo”. 


El anuncio de medir la inflación semanalmente responde a la misma lógica neroniana. Hace recordar mucho a lo que sucedió en aquellos días, en los que un enseñoreado Guillermo Moreno dispuso la intervención del Indec para distorsionar el índice de precios al consumidor (IPC), que tanto le disgustaba a él y a la entonces presidenta, Cristina Fernández de Kirchner. 

Todas estas iniciativas, que son disparatadas, persiguen un doble objetivo: cooptar electores y dejarle al próximo gobierno un campo absolutamente minado que afecte sus bases de sustentación política. Esto representa una verdadera perversión, cuyas consecuencias las va a pagar la ciudadanía. A decir verdad, esa cuenta inmoral ya la vienen sufriendo todos los argentinos. Como siempre, los que menos tienen son los más afectados. Desde hace más de un año la oleada de personas que cruza la General Paz para pedir ropa y alimentos en los edificios de departamentos de la Capital Federal no cesa. Hoy se ven con claridad las ferias en distintos puntos del Conurbano donde la venta de productos usados y el trueque por alimentos y productos de primera necesidad volvieron a ser protagonistas. Eso explica, en parte, la transversalidad de la intención de voto que ostenta Javier Milei. En la oposición se llenan la boca hablando de “voto bronca” y está claro que ese componente existe, pero sería de una mirada muy corta generalizar por completo esa presunción. En muchas provincias, localidades y municipios de la Argentina ya se habla del “voto en defensa propia”. ¿Cómo se explica que, en lugares alejados de las urbes, donde el libertario no puso un pie jamás, haya arrasado en las PASO? En la oposición se siguen rasgando las vestiduras echándose culpas porque nadie lo vio venir. La riña –porque se trató de una verdadera riña– que se vivió en la campaña de No tan Juntos por el Cambio, hirió de muerte las posibilidades de la coalición que, apenas unos meses atrás, tenía la elección ganada.  


Otro dato que no puede pasar desapercibido es la aparición del expresidente Mauricio Macri, para apuntalar la alicaída campaña de Patricia Bullrich y gritar a los cuatro vientos que “ella” es su candidata. La exministra de Seguridad ostentaba los valores más extremos en materia de orden, progreso y seguridad frente a su rival en la interna, Horacio Rodríguez Larreta. Hoy esos atributos quedaron devorados por Javier Milei y obligaron a 
Bullrich a reinventarse. “Hay cierto enojo con Mauricio. Es difícil olvidar que hubo un acercamiento o coqueteo cierto con Milei. No importa quién dio el primer paso. Lo que importa es que existió y eso lo terminó capitalizando el loco de la casta” –dijo un hombre que milita en las filas de la exministra. Hay preocupación porque la líder del PRO no termina de repuntar y el espacio en su totalidad no logra alinear el voto. En la Ciudad de Buenos Aires, una porción grande de los votantes de Martín Lousteau no acompañará a Jorge Macri para la Jefatura de Gobierno y se inclinará por Leandro Santoro. A nivel nacional, el votante de Horacio Rodríguez Larreta no se siente representado y entra en una zona gris. Si Bullrich no llegara al ballottage muchos de los votos larretistas, irían a Sergio Massa. 

Entretanto Milei ve cómo, en la vida real, se deshoja la margarita de la casta. Su acercamiento a Luis Barrionuevo le costó fuertes críticas de todo el arco político. Esta vez el libertario estuvo muy corto de reflejos. ¿Acaso los sindicalistas más poderosos de la Argentina, que viven del aporte de los trabajadores –que es obligatorio–, que no presentan declaraciones juradas y moran en lujosas casas, amasando una fortuna incalculable no son casta? Al libertario se le crispan los nervios cuando le señalan que es un fiel representante del teorema de Baglini que sostiene que, cuando un candidato se siente más cerca del poder, sus propuestas, declaraciones y sus acciones se vuelven mucho más conservadoras. Aunque les cueste aceptarlo, muchas de sus banderas más disruptivas, tuvieron que guardárselas en el bolsillo.  

La Argentina es hoy una moneda en el aire. La incertidumbre y la crisis económica y social, han puesto en alerta a toda la sociedad.



   

sábado, 14 de julio de 2018

"Lo que va a quedar ahora va a ser un país peor que el que dejó Menem"… @dealgunamanera...

Sarlo: "Lo que va a quedar ahora va a ser un país peor que el que dejó Menem"…

Beatriz Sarlo habló de la situación actual de la Argentina e hizo hincapié en el tema de la pobreza. Fotografía: Perfil.

La escritora opinó la gestión de Mauricio Macri y aseguró que la clase media y los sectores populares que lo votaron, aceptaron un contrato inicial de "sacrificarse hoy para estar mejor mañana".

© Publicado el viernes 13/07/2018 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La escritora Beatriz Sarlo se refirió durante un reportaje a las políticas implementadas por el gobierno de Mauricio Macri, la pobreza y el escenario de cara a las elecciones del próximo año. Además, sentenció: "El que va a quedar ahora va a ser un país peor que el que dejó (Carlos) Menem", precisó.

En una entrevista con la periodista Micaela Pérez de El Cronista, Sarlo sostuvo: "Se está destruyendo lo que fue una trama argentina muy tradicional, que tenía que ver con las pequeñas empresas, los trabajadores independientes, no sólo con los obreros en las grandes empresas, esa es una trama muy tradicional de la Argentina que hacía que se diferenciara el país de los otros países de América Latina".

En ese marco, agregó: "Hoy los números de la Argentina son parecidos a los de otros países de la región en términos de pobreza y de exclusión. La diferencia en el rendimiento de los estudiantes entre los que van a las escuelas de centros urbanos de capas medias y medias bajas y los de escuelas particulares, y de los que van a las escuelas de los centros suburbanos, es terrible. Es decir, en términos que ya no se arreglan, como ya no se arregla la pobreza que dejó Menem. O sea que van a pasar muchas décadas antes de arreglar esa pobreza”.

Consultada sobre la promesa de Mauricio Macri cuando asumió su mandato de lograr la ‘pobreza cero’, la ensayista sentenció: “ Uno puede decir 'hambre cero', que es la frase de Lula, pero 'pobreza cero' es disparatado, porque tiene que ver con cómo se la mide, en Alemania la pobreza se mide por la mitad del salario básico".

Asimismo, acotó: "Todo lo que dijo Macri al principio uno tiene que pensar si lo dijo por ignorancia, por hipocresía o por cinismo. Quizá sea una combinación de las tres. Lo de la ignorancia es extraño, de todas maneras, ya que los economistas hoy se conocen todos entre sí, no podía ser que él no conociera los datos de la Argentina, que además el Observatorio Social de la Iglesia los ponía sobre la mesa semanalmente. Entonces, uno tiene que ir a ver la hipocresía de las promesas electorales y el cinismo de decir, 'bueno, me votan y vamos a ver qué hacemos'. La clase media y los sectores populares que lo votaron y aceptaron esa suerte de contrato inicial de "sacrificarse hoy para estar mejor mañana" están cada vez más descreídos".

Acerca entonces de qué debería hacer el Presidente si busca ser reelecto, la escritora precisó: "Lo que tiene es a Cristina (Fernández de Kirchner). Macri quiere mantener a Cristina como supporting actress, en el sentido pleno de la palabra supporting actress: es la actriz que lo va a soportar en una próxima elección. Ahí hay que pensar qué decide hacer el peronismo, porque si Cristina puede seguir siendo la supporting actress de Macri es porque el peronismo no está en condiciones políticas ni organizativas de presentar otra alternativa. Para el peronismo el sueño de volver al poder en 2019 no parece tan inalcanzable como cuando Macri ganó la legislativa y se daba por hecho su reelección. Ahora, con Barrionuevo de interventor tampoco la tienen fácil en el PJ".

Y cerró: "El peronismo ya tuvo reuniones por su lado, creo que (Luis) Barrionuevo no va a quedar colgado de una bandera burocrática donde está, sino que va a volver a reubicarse si el peronismo logra unificarse por otro lado. Depende de la fuerza que tenga el kirchnerismo ahí para imponer a CFK. Si va a una interna, posiblemente la gane, y por tanto Macri va a tener barato un nuevo contrato con su supporting actress. Ahora, si bien las elecciones del 19 son importantes, me preocupa pensar las cosas no perdiendo la temporalidad de los 10 años de Menem, que es algo que las capas medias tendrían que volver a pensar: cuando le entregaron su voto por segunda vez, y lo entregaron porque había convertibilidad, el dólar estaba uno a uno, porque se iban a Miami... Pensar que esas temporalidades largas, en el caso de Menem, dejaron un país desconocido hasta ese momento. Y el que va a quedar ahora va a ser un país peor que el que dejó Menem".



(Fuente www.perfil.com). El periodismo profesional es costoso y por eso debemos defender nuestra propiedad intelectual. Robar nuestro contenido es un delito, para compartir nuestras notas por favor utilizar los botones de "share" o directamente comparta la URL. Por cualquier duda por favor escribir a: perfilcom@perfil.com

domingo, 15 de abril de 2018

Los que fallan… @dealgunamanera...

Los que fallan… 
Nicolás Dijovne. Dibujo: Pablo Temes.

Actitudes confusas de Dujovne y Servini. La eterna pelea de Carrió contra Lorenzetti.

© Escrito por Nelson Castro y publicado el domingo 15/05/2018 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Un poco de historia. 

El presupuesto de 2018 elaborado calculaba la inflación en 15,7%. Al mismo tiempo, el Banco Central daba una cifra que variaba del 8% al 12% anual. A esta altura, está claro que las dos proyecciones del Gobierno han fallado. Hoy, solo los más optimistas hablan del 18. El resto se va al 20 y a hasta al 23. A principios de marzo, Mauricio Macri recibió un informe reservado del Indec que le advertía que la inflación de marzo rondaría el 2,3%. En los últimos días de la semana que pasó, recibió otro que le indica que la de abril sería aún mayor.

El ajuste de los precios relativos como los que necesita nuestro país deriva en procesos inflacionarios. Sabido eso, lo que se espera de un gobierno es un plan sólido para enfrentar la contingencia con medidas que permitan acotar su efecto nocivo sobre el bolsillo de los ciudadanos. Y esto es lo que no se percibe.

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, habla como si fuera un comentarista de la realidad, su anterior oficio. La tarea de un ministro es otra. Debe para ello tener solidez técnica y volumen político. De esto último carece absolutamente. Y mucho menos después de la investigación periodística publicada por Noticias –que no fue desmentida– en la que se denuncia la calidad de evasor del ministro hasta el blanqueo de 2016, dispuesto por el actual gobierno.

Es difícil que quien tiene la mayoría de sus fondos en el exterior y fue hasta ayer nomás un evasor pueda ser reconocido como una persona de jerarquía moral para ocupar un ministerio, y mucho menos para el de Hacienda, que es el que precisamente se encarga, en última instancia, de velar por la recaudación fiscal.

Gente de ley. 

Semanas atrás hablamos de la muerte de Montesquieu, el padre de la división de poderes. Dos semanas después, Montesquieu ha vuelto a morir. La intervención de la jueza electoral María Romilda Servini al Partido Justicialista traspasó de manera dantesca los límites de nuestra democracia. Con frases como “la historia del peronismo se encuentra plagada de traiciones” y “el peronismo anhela la unidad nacional y no la lucha” intervino el PJ, en un fallo de tono político y de notable inconsistencia judicial.

La jueza Servini es una jueza amiga del poder. De lazos fuertes con José Torello, apoderado del PRO y de Daniel Angelici, el operador de Macri en Comodoro Py, se mueve cómoda en las sendas del oficialismo. En 2016, propuesta por Juan Mahiques –representante del Poder Ejecutivo en el Consejo–, fue nombrada jueza subrogante electoral de la provincia de Buenos Aires, sumando así esta competencia a la nacional y a la de la Ciudad de Buenos Aires. Desde el interior del PJ denuncian que existe un accionar conjunto entre el Gobierno y la jueza detrás de esta decisión. La designación de Luis Barrionuevo como interventor desinfla esa aseveración.

De todos modos, una oposición fragmentada sin la posibilidad de elegir un candidato en una gran interna es la clave que, según el oficialismo, necesitan para un Macri 2019. “Intervinieron para que estemos de cautelar en cautelar, mientras el PRO esté en plena campaña; y si logran que Barrionuevo se quede, buscan que el PJ no se presente a la unidad” –se quejan referentes opositores. Eso le serviría al Gobierno si ganase en primera vuelta, no es tan claro qué pasaría de haber segunda vuelta.

Elisa Carrió, uno de los eslabones más importantes de Cambiemos, arremetió otra vez contra el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti. La relación (o no relación) de Lilita con el juez de la Corte comenzó alrededor de 2004 cuando Lorenzetti era candidato a presidirla, en un encuentro en el Instituto Hannah Arendt, en donde –aseguran desde el entorno del alfil de Cambiemos– no hubo una primera buena impresión. Desde ahí, Lilita denunció varios hechos que desembocaron en lo que es hoy: el pedido de juicio político del presidente del Máximo Tribunal.

Furia. 

El primer caso que enfureció a Lilita fue en 2013, cuando Cristina Kirchner lanzó la reforma judicial llamada “democratización de la Justicia” que buscaba modificar al Consejo de la Magistratura: se pretendía aumentar sus miembros, que fueran electos por elecciones populares y bajar las mayorías necesarias para remover jueces.

De haber prosperado, el kirchnerismo hubiera quedado con un exagerado dominio sobre el Consejo.

Jueces y camaristas se reunieron con los tapones de punta y le presentaron a Lorenzetti una carta en donde enumeraron todas las inconstitucionalidades del proyecto, que tenía, sin embargo, un punto que era oportunista, pero constitucional: le devolvía al Consejo la administración del presupuesto judicial, que pertenecía a la Corte. Lo que denunció Lilita es que el magistrado negoció con el kirchnerismo no modificar el proyecto a cambio de mantener la facultad de administrar el presupuesto.

En 2014 Lilita comenzó a investigar corrupción en la obra pública del Poder Judicial, en donde denunció que Lorenzetti mantendría una estructura financiera paralela, manejada a través del comité de inversiones, un ente que se creó bajo la órbita del Consejo y la Corte Suprema encargado de licitar las obras del Poder Judicial. En su pedido de juicio político sostiene que el magistrado vive en un departamento de Puerto Madero que “no incluyó como propio en el apartado ‘bienes inmuebles en el país o en el extranjero’”. El tercer punto de inflexión en la relación fue el fallo de la CSJN apenas asumido Mauricio Macri como presidente, que instaba al Gobierno a devolver 45 mil millones de pesos a las provincias. Esto fue, para Lilita, un claro mensaje de poder de Lorenzetti para “marcar la cancha”.

Nadie del Gobierno ha salido a respaldar a Carrió, como tampoco fueron muchos los que la acompañaron cuando, en sus albores, denunció los hechos de corrupción ocurridos durante el kirchnerato ante la inacción de muchos jueces y fiscales temerosos, ineptos y/o corruptos.

Producción periodística: Lucía Lopreiato.     



sábado, 3 de marzo de 2018

Ola de descuidos… @dealgunamanera...


Ola de descuidos…

HI, FRIENDS! George Washington. Dibujo: Pablo Temes.

Macri se quejó por errores de sus funcionarios, y el camionero dejó en crisis a la cúpula de la CGT.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 18/02/2018 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Déficit fiscal, dólar e inflación. En ese orden se encolumnan las preocupaciones de la Casa Rosada en materia económica. El año 2017 cerró con un déficit del 3,9% del PBI y, aunque se sobrecumplió la meta fijada del 4,2%, el número es preocupante si se piensa que, en definitiva, se trata de dinero que falta para equilibrar las cuentas. Esa es la obsesión de Mauricio Macri. Mientras la Argentina se financie con deuda en dólares y los nubarrones internacionales se mantengan, pedir plata prestada será una práctica que saldrá cada vez más cara. Un experimentado economista que suele ser crítico del Gobierno aseguró que “el control de daños ya comenzó y permitirá transitar los próximos meses con relativa tranquilidad. Caputo (Luis) de esto sabe, y ya había salido a cubrirse colocando 10 mil millones de dólares a principio de año”.

Los avatares del dólar estuvieron a la orden del día en el comienzo de la semana. Sin embargo, un dólar en torno de los 20 pesos no es algo que desagrade al Gobierno, que con esta nueva devaluación resuelve varios problemas y, a su vez, les tira un guiño a los empresarios. Un ex presidente del Banco Central de muy buena relación con Federico Sturzenegger asegura respecto del dólar que “se trata de movimientos controlados y que, si bien el Central no salió a jugar fuerte en las últimas ruedas, lo hará en las próximas semanas solo si la presión sobre la divisa continúa. Habrá más movimiento durante el verano”. Respecto de la autoridad del presidente del Central, sostuvo que lo ve “cansado, pero firme y con el desgaste lógico de cargar con los reproches de un sector del Gobierno que lo acusa de enfriar la actividad por su política de tasas. No creo en los rumores de cambio, pero sí en el control interno”.

¿Tú también? 

La pericia de Luis Caputo quizá sea su mejor carta para defenderse puertas adentro de Cambiemos y capear la crisis personal por la aparición de cuentas offshore no declaradas. El ministro de Finanzas es hoy un hombre casi indispensable para la administración de la política económica del Gobierno. Este rol clave es el que le permitió pasar con algo más de tranquilidad sus días en Chapadmalal.

Para los que también sigue habiendo reproches es para el ministro de Trabajo, Jorge Triaca; para el de Agricultura, Luis Miguel Etchevehere, y para los que no dejan todo en la gestión. Tal cual lo hemos descripto en esta columna dos domingos atrás, el Presidente sigue furioso por el costo político que tuvo que pagar por los errores de ambos ministros. A nivel humano, para Triaca lo peor ya pasó; el reto cara a cara y el pedido de explicaciones ya tuvo lugar. Su involucramiento para convencer a los ‘gordos’ de dejar solo a Hugo Moyano le permitió rehacerse internamente, aun cuando su situación es todavía compleja ya que una de las hermanas del ministro de Trabajo fue imputada por el fiscal Jorge Di Lello por el delito de negociaciones incompatibles con su función. Se trata de Lorena Triaca, quien fue titular de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional antes de la purga de familiares. La denuncia sostiene que, mientras Lorena Triaca ejercía el cargo, “era socia de una firma que contrató con el organismo que ella dirigía”. El monto de esa contratación superaba los 7 millones de pesos. Diríase que sobre mojado, llovido.

Desde el entorno de la ex funcionaria, dijeron que “nunca fue socia de la empresa Unify, sino que recibía un salario como empleada y más tarde llegó a ser directora”.

La diferencia de tiempo entre la renuncia a la empresa, su posterior designación en el cargo público y la contratación de la misma firma fue ínfima y se trata, cuando menos, de una influencia reñida con la ética o indecorosa.

Miradas. Hay quienes ven al ministro de Trabajo cada vez más complicado dentro del Gobierno y quienes aseguran que su estrella se apaga en favor del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, quien podría empezar a cercar la cartera de Trabajo con su propia gente.

Etchevehere trató de hacerse el distraído y dejar atrás el tema del famoso bono de La Rural, pero en Chapadmalal el asunto estuvo latente bajo el pedido de “cuidar los detalles y dejar todo en la cancha”, describió un allegado a uno de los participantes.

Quien salió absolutamente fortalecido de este retiro fue el jefe de Gabinete, Marcos Peña.

El Presidente está enojado con todos estos hechos, que le han producido un deterioro a su imagen y a la del Gobierno. La conferencia de prensa del viernes en Chapadmalal tuvo que ver, en parte, con ese enojo. Fue llamativo que ninguna de las diez preguntas que se le hicieron tuviera que ver con la inflación.

El principal enemigo que tiene el Presidente es, al margen de la realidad, las torpezas de su gobierno. Las dificultades que está teniendo para reducir la inflación son un talón de Aquiles que hace difícil su gestión. Pero los “errores” de sus funcionarios han hecho mucho para ahondar el malhumor social.

Paradojalmente, los principales aliados del Gobierno son sus adversarios. Ahí está Hugo Moyano. La marcha que encabezará el próximo miércoles será multitudinaria. Sin embargo, le servirá políticamente de poco.

El aislamiento en que lo dejaron los grandes sindicatos es una debilidad que lo afectará de aquí en más. Que Luis Barrionuevo, quien fue el anfitrión del clásico asado en Mar del Plata en el que el líder de los camioneros pergeñó su ofensiva contra el Gobierno, lo haya dejado solo habla de una soledad que lo obliga a buscar apoyos que lo debilitan. Su acercamiento al kirchnerismo es un buen ejemplo de ello. Es una suma que resta. El Gobierno lo sabe; la Justicia, también.

Por eso investiga ahora cosas que debió haber investigado hace años.

Lo notable, además, es que la bravuconada del líder de los camioneros ha liquidado al triunvirato de la CGT, ahondando una crisis de conducción cuyo devenir nadie imagina.