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domingo, 25 de diciembre de 2022

Ucrania. La ilusión de un retorno a la normalidad que aún no llega… @dealgunamaneraok...

 La ilusión de un retorno a la normalidad que aún no llega… 


Navidad. La bellísima catedral de Santa Sofía, al fondo, y un árbol navideño levantado en Kiev. Fotografía: AFP

Siempre es difícil volver a una zona de guerra. Me dirijo hacia el este y sur de Ucrania, el punto más conflictivo de la invasión de Rusia a este país. Allí se producen combates prácticamente a diario en lo que se ha convertido en el bastión principal de Vladimir Putin en su alocada idea de anexar territorio ucraniano.

© Escrito por Nelson Castro (*) el viernes 23/12/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

La situación que se vive sigue siendo dramática a pesar de que hay constantes intentos de alcanzar una vuelta a la normalidad. El espacio aéreo aún permanece cerrado y la única forma de arribar al país es por vía terrestre, ya sea por carretera o por tren. Resulta impactante observar la cantidad de gente que está volviendo a su país. Muchos lo hacen para pasar las fiestas con familiares y amigos que habían decidido quedarse; otros lo hacen para intentar instalarse definitivamente y volver a vivir allí. Pero un gran número de personas de este segundo grupo enfrentan el drama de llegar a destino y encontrar sus casas destrozadas por los 
ataques rusos. Ninguno de ellos sabe con certeza cuándo podrá reconstruir su hogar porque el nivel de destrucción que está a la vista en muchas zonas del país es enorme y da una clara idea de la crueldad, intensidad y salvajismo de los ataques. 

Cientos de miles se ilusionan con el retorno a una normalidad que aún no llega. Todavía se escucha el sonido de las sirenas –todos los días– donde los combates continúan. La visita del presidente 
Volodimir Zelenski a los Estados Unidos ha vuelto a abrir la esperanza de que Ucrania reciba nuevo armamento y más moderno, lo que representa un aspecto fundamental para su resistencia. Y esto merece un comentario aparte: la decisión y voluntad de lucha de los ucranianos sigue siendo inquebrantable. Todos están dispuestos a ser parte de la resistencia, ya sea en el frente de combate o en la protección de las ciudades. Todos ellos tienen la convicción de que Ucrania va a ganar la guerra. Nadie acepta ceder ni un ápice de territorio al invasor. 

La clave es la interacción entre el sector científico, el gobierno y la empresa privada


En nuestro viaje en tren conversamos con gente que regresaba no solo para pasar las fiestas sino pura y exclusivamente para luchar. La respuesta ante la pregunta sobre los riesgos que esto implica es siempre la misma: “No tenemos miedo a perder la vida si esto implica hacer lo necesario para preservar la independencia de nuestro país”.

La economía de Ucrania está dañada. La inflación alcanza niveles de entre el 28 y 30 por ciento –aun en una guerra–, lo cual impacta sobre todo si se lo compara con lo que sucede en materia económica en la Argentina. La falta de energía se nota en todo el territorio. Algunos son cortes programados y otros producidos por el efecto de la embestida de las fuerzas rusas. Hasta ahora el invierno ha tenido cierta benevolencia –aun con temperaturas por debajo de cero, no ha mostrado la crudeza a la cual los habitantes están acostumbrados–. Claramente, esta es una de las principales preocupaciones ante la falta de suministros para hacer frente a esta época del año.

Sorprende ver el nivel de abastecimiento que, aun en estas circunstancias, tiene Kiev. Los negocios cuentan con casi todo lo necesario para que los pobladores de la ciudad puedan llevar una vida más o menos normal. Si bien la gente se ha acostumbrado a vivir en esta situación, todos ellos anhelan el fin del conflicto que, a decir verdad, es imposible predecir cuándo llegará.

* Desde Ucrania.



 

domingo, 27 de marzo de 2022

Guerra con final incierto... @dealgunamaneraok...

Guerra con final incierto...

 Destrucción. En casi todas las ciudades ucranianas el panorama es desolador por los ataques de Rusia. | AFP.

El autor deja por esta vez de lado el escenario político para contar lo que está viviendo en el conflicto bélico.

© Escrito por Nelson Castro desde la Ciudad de Kiev, Ucrania, el sábado 26/03/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

La crueldad de la guerra continúa haciéndose presente a cada momento, a cada metro y a cada paso que damos por la ciudad de Kiev. Hemos sido testigos en estas horas de los enfrentamientos armados y las luchas cuerpo a cuerpo en el barrio de Obolon en las afueras de la capital Ucraniana. 

El sábado hubo intensos combates en Yrpin, una especie de suburbio residencial que combina altos edificios con pequeñas casas de ladrillo y madera. Se nota que allí la vida familiar era lo normal en esta parte del territorio que hoy ha quedado desierto.

Claramente la ofensiva rusa continúa. y, lo que es peor aún, continuará. Es un avance destructor no sólo de las vidas humanas sino de todo aquello que sus pobladores han sabido construir. Casas arrasadas, negocios, plazas y todo lo que encuentren a su paso. 

La defensa de la ciudad se mantiene con una llamativa convicción que crece con el correr de los días: “Nosotros vamos a ganar. Ucrania seguirá siendo libre”, vocifera un hombre al pasar cerca de los periodistas que aquí realizamos la cobertura. 

Esto no deja de ser notable, porque desde el punto de vista de los desplazamientos aún hay mucha gente que opta por quedarse para luchar.

Guerra en Europa: soldados rusos asesinaron a uno de sus propios comandantes.

Teniendo en cuenta como avanza la guerra y el crecimiento de la férrea intención de los ucranianos de resistir, este será un conflicto largo. 

Las dificultades de Rusia para seguir avanzando son evidentes y si no se encaminan las negociaciones, el resultado seguirá siendo indefinido. 

Si nos remitimos a lo que ocurre en el terreno en materia de estrategia y objetivos militares, Rusia no ha conseguido nada de lo que se propuso. 

No ha lograda el dominio completo de ninguna ciudad importante, ni siquiera de Mariúpol, que fue víctima permanente de bombardeos y luchas urbanas. 

Allí se ha visto algo brutal que podríamos calificar casi como un genocidio. Una vez que los ataques cesen en esa zona se podrá tomar una real dimensión de lo que ha sucedido. La resistencia de la gente ha sido admirable.

Sin paz

Las posibilidades de negociación de paz han sido absolutamente infructuosas. Desde el punto de vista político Putin no tiene otra alternativa que ganar esta guerra porque una derrota sería su fin no solamente político sino humano y personal con destinos como la cárcel y/o la muerte.

En el terreno, Ucrania continúa defendiéndose en soledad porque la ayuda que ha llegado desde los Estados Unidos y los países de Europa no termina de tener un efecto concreto en el campo de batalla. 

Occidente ha enviado mucho armamento pero los que luchan son los soldados y civiles ucranianos. 

A esta altura Rusia no quiere que esto se extienda más allá de Ucrania pero nadie puede afirmarlo con seguridad. 

Desde el punto de vista geopolítico, si Putin se lleva la victoria tendrá mayores posibilidades de imponer nuevas condiciones a Occidente. La derrota sería el catalizador para un gobierno de características diametralmente opuestas en Moscú.

Mataron a la periodista rusa Oksana Baulina mientras realizaba una cobertura en Kiev.

Desde el punto de vista profesional, el trabajo se hace cada día más difícil por el aumento en la cantidad de controles y el riesgo que conlleva la intensidad de los combates. 

A esta altura, ya no basta con el chaleco de prensa o la credencial con la autorización correspondiente. 

Cualquiera puede resultar sospechoso de ser un espía ruso. 

Los propios policías nos piden ver en sus celulares las transmisiones en vivo que acrediten que, efectivamente, trabajamos para la prensa argentina. 

Pese a todo ello es una experiencia extraordinaria para cualquier periodista.

Somos pocos los colegas que quedamos en Kiev y vivir la guerra desde aquí nos permite tener la real dimensión de la concentración del poderío político y militar y, por supuesto, de la destrucción que produce la guerra. 

Una contienda cuyo final todavía es incierto.




domingo, 20 de marzo de 2022

Testimonios. Olores, disparos, bombas... @dealgunamaneraok...

Olores, disparos, bombas...

¿Quién está detrás de Zelenski?

El autor está en la capital ucraniana, Kiev, cubriendo la guerra y comparte sus impresiones en primera persona.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 19/03/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.



El horror de la guerra se cruzó en mi camino desde el mismo momento en que llegué a la frontera entre Polonia y Ucrania, hace exactamente ocho días. La experiencia en un centro de refugiados es terrible. Uno ve gente bajando de los micros con caras tristes, aunque sin tiempo para darles lugar a la tristeza y la amargura. Todos tratan de resguardar lo poco que llevan sin pensar en lo mucho que han dejado en sus casas; sus muebles, su ropa, sus fotos, sus recuerdos, su vida. El rostro de los que emigran refleja esa realidad. Chicos que ya casi no lloran porque lo han hecho amargamente al despedirse de sus papás, que han tenido que quedarse para luchar en el frente. La expresión de los niños que corren con sus familias para ponerse a resguardo es una postal que jamás voy a olvidar.

Los olores son muy fuertes, hay gente de distintas nacionalidades que cocina para los demás y para muchos esos aromas son la única vivencia, por fuera de sus recuerdos, que los devuelve a la sensación de normalidad. La solidaridad de la gente es conmovedora. La precariedad y el desamparo se hacen carne en la frontera. Hay miles de almas a la buena de Dios.

Todos tratan de resguardar lo poco que llevan, sin pensar en lo mucho que dejaron en sus casas.

Ya dentro de Ucrania, las ciudades se ven transformadas en fortalezas. Confieso que, luego de unos días, parece algo fantasmagórico pero, para muchos, es casi normal. Algunos de los habitantes han optado por no ir más a los refugios, lo que representa un peligro abismal. Los que optan por resguardarse también atraviesan una situación de incertidumbre total. Primero, porque cuando suenan las sirenas deben dejar inmediatamente todo lo que están haciendo y correr a ponerse a salvo.

En segundo lugar, porque una vez dentro de los búnkeres nadie tiene noción de lo que está pasando en la superficie. Pueden arreciar los bombardeos o puede ocurrir que los ataques entren en pausa o sucedan a una distancia prudente del lugar donde permanecen los refugiados. Solo se puede esperar. Las casas que han quedado en pie están en juego. Un habitante de la ciudad me dijo: “Nos tenemos a nosotros mismos. Estamos unidos con el deseo de salvar nuestra vida, pero también está la incógnita de saber cuál será la suerte que correrá nuestro patrimonio,  aquello que hemos construido con el esfuerzo de toda la vida. Esto es muy injusto”, resaltó con angustia. 

Poder llegar a Kiev no fue fácil. Kilómetros y kilómetros de gente intentando salir. Viajamos en grupo junto a otros colegas y la sensación de ir a contramano del resto no deja de acompañarnos en ningún momento. El viaje en tren fue toda una aventura. Antes de salir debimos hacer los cálculos del horario de llegada porque, de arribar en horas de toque de queda, tendríamos que pasar la noche en la estación. Así fue; luego de un breve descanso dejamos la terminal central a las 7 de la mañana para adentrarnos en el centro de Kiev, camino al Hotel Nacional, que nos serviría de morada. Había estado en esta ciudad hace tres años, cuando llegué para la cobertura de Chernóbil. La ciudad fantástica que conocí con alternancia mobiliaria y urbana que mezcla lo antiguo con lo moderno ya no es igual.

El escenario en Kiev es impactante. Calles semidesiertas con defensas, refugios y barricadas

El escenario es impactante. Calles semidesiertas con defensas y refugios que se parecen más a la escenografía montada para una película que a la propia realidad. Los negocios de las avenidas principales están tapiados, a excepción de los rubros destinados a la venta de alimentos. Las barricadas se suceden una tras otra, la gente camina errante pero con una única convicción: “Vamos a ganar la guerra. No nos vamos a someter al régimen de Vladimir Putin”, exclaman con bravura. Todos y cada uno de ellos. Su pensamiento es unánime. Es algo que me impacta pero que augura una solución difícil para una salida del conflicto con una Rusia que parecería tener un arsenal infinito para sostener su invasión. Ucrania sufre, la guerra se siente. Olores, disparos y bombardeos. La guerra, lamentablemente, está presente a cada paso que damos.





martes, 1 de marzo de 2022

Cristina Kirchner opinó de la situación en Ucrania... @dealgunamanera...

Cristina Kirchner opinó de la situación en Ucrania: no mencionó a Putin y criticó a las "potencias globales"


"El respeto al derecho internacional junto a la verdad y la coherencia entre las ideas y las acciones no parecen ser atributos de las potencias globales", dijo. 

© Publicado el domingo 27/02/2022 por el Diario El Economista de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner rompió su silencio hoy, y no para hablar del programa que están negociando Argentina y el FMI sino sobre la crisis en Ucrania.  

En una serie de tuits, Fernández advirtió hoy sobre el "doble estándar" de las grandes potencias en materia de derecho internacional, al referirse a la crisis desatada en Ucrania a partir de la decisión de Rusia de reconocer a dos provincias separatistas de ese país y, luego, avanzar con una invasión a gran escala de todo Ucrania. 

La vicepresidenta aludió al tema a través de una serie de tuits que publicó "a 40 años de la Guerra de Malvinas y a 8 años del conflicto entre Ucrania y Rusia por la península de Crimea". 

"En el año 2014, siendo presidenta de la Nación y Héctor Timerman nuestro canciller, Argentina formaba parte, en carácter de miembro temporario, del Consejo de Seguridad de la ONU. En ese año, el día 15 de marzo, se trató en dicho organismo una resolución presentada por Estados Unidos que exhortaba a la comunidad internacional a no reconocer el resultado del referéndum por la independencia de Crimea, previsto para el domingo 16 de marzo de ese mismo año", recordó Fernández de Kirchner. 

La expresidenta consignó que "ese día, 13 de los 15 países miembros del Consejo de Seguridad, entre ellos Argentina, votaron a favor del texto presentado por Estados Unidos que defendía la 'soberanía, la independencia, la unidad y la integridad territorial' de Ucrania". 

“O sea: Argentina apoyó a Ucrania basada en el principio de integridad territorial, pilar del derecho internacional. Rusia, uno de los cinco miembros permanentes con derecho a veto, ejerció dicho privilegio y se pronunció en contra. China se abstuvo”, recordó CFK. 

Para la vicepresidenta, “en este episodio radican los dos principales problemas que afectan la seguridad y la paz globales”. 

Primero, el "doble estándar de las grandes potencias en materia de derecho internacional a la hora de tomar decisiones", lo que la llevó a citar la situación de las Islas Malvinas y el apoyo de Estados Unidos y el Reino Unido al referéndum de 2013 en el que los habitantes del archipiélago votaron a favor de permanecer bajo el control político de Londres. “Remember Malvinas y el referéndum de los Kelpers”, dijo.

En segundo término, la vicepresidenta hizo referencia al "anacronismo" del Consejo de Seguridad de la ONU que "sigue, desde la Segunda Guerra Mundial, sin modificar el statu quo de los países vencedores que se acordaron a sí mismos sillas permanentes con derecho a veto y al resto de los países, sillas temporarias y voto testimonial".

"¿Alguien piensa que con estos privilegios y aplicando o no el derecho internacional según les convenga a los países poderosos del mundo, estamos cuidando la seguridad global y la paz mundial?", preguntó la exmandataria. 

Y concluyó: "El respeto al derecho internacional junto a la verdad y la coherencia entre las ideas y las acciones no parecen ser atributos de las potencias globales. Hoy 27 de febrero del 2022, sigo pensando lo mismo".



domingo, 27 de febrero de 2022

Alberto Fernández y Rusia... @dealgunamaneraok...

Ideología e impericia...


Plaza Roja (1985). Dibujo: Pablo Temes

El ataque ruso a Ucrania volvió a desnudar el combo ya habitual de errores del Gobierno.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 26/02/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


Cada paso que da el Gobierno es peor que el anterior y sumerge a la Argentina en una situación de incomodidad autoinfligida por el presidente Alberto Fernández y la falta de pericia técnica de su equipo de gobierno tanto en el frente interno como de política internacional.

No se puede quedar bien con Dios y con el diablo endulzando sus oídos con discursos opuestos en un lapso de tiempo menor a 20 días. Ni siquiera hace falta recurrir a los archivos para poner en evidencia las contradicciones convertidas en papelones que están a la orden del día.

La invasión de Rusia a su vecina Ucrania dejó al primer mandatario preso de sus palabras y complicó la relación con los Estados Unidos, en medio de los intentos del ministro de Economía, Martín Guzmán, por cerrar un acuerdo con el FMI.

En política no está mal sentarse a dialogar con todos los líderes que tienen vínculos con el país; lo que no se puede hacer es salir a decir livianamente cualquier cosa. “¿Algún miembro del Frente de Todos va a cerrar la puerta de entrada que generosamente le abrió Alberto Fernández a Vladimir Putin?”, preguntó con sorna uno de los líderes de la oposición.

Escenario complejo. El pasado martes 22 de febrero, el Presidente de la Federación Rusa anunció que reconocía la independencia de las autoproclamadas repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk y envió tropas de “resguardo” a la zona. La situación en esa región es compleja. La mayoría de la población es rusa, hecho que dio pie a una conflictividad permanente. La relación entre ucranianos y rusos no es buena. De hecho, hay una norma que prohíbe el uso del idioma ruso.

Los conflictos deben encontrar en la negociación diplomática el cauce de la solución. Claramente, esa realidad de las dos regiones separatistas ha sido la excusa para el lanzamiento de la invasión. La dimensión del ataque demuestra que ése no es el principal problema ni el principal objetivo de Putin.

El autócrata ruso pretende instaurar en Ucrania un gobierno que le responda no sólo para alejar la posibilidad de cualquier acuerdo con la OTAN, sino también para tener a Ucrania bajo su puño con el argumento de que ello es clave para la seguridad nacional de Rusia.

El ejercicio de la memoria nos retrotrae al corazón mismo de la Guerra Fría. Con argumentos similares, cada uno de los bandos en pugna justificó la caída de gobiernos que no les resultaban afines.

Indulgencia oficial. El primer comunicado de la Cancillería argentina (más parecido a un formulario pro forma que a un texto elaborado con precisiones y fundamentos par expresar una condena de la invasión)habló de “situación en Ucrania” y omitió mencionar a Rusia.

La primera referencia a la invasión que hizo Alberto Fernández luego del tibio comunicado de Cancillería no fue mucho mejor. En un tuit publicado en su cuenta oficial en la tarde del 24 de febrero se puede leer: “Lamento profundamente la escalada bélica que conocemos a partir de la situación generada en Ucrania. El diálogo y respeto a la soberanía, la integridad territorial, la seguridad de los Estados y a los derechos humanos garantizan soluciones justas y duraderas a los conflictos”.

En pleno bombardeo, el Presidente habló de “escalada bélica” y, nuevamente al igual que Cancillería, de “situación generada en Ucrania”. Aún cuando el propio Putin ya había salido en cadena nacional a anunciar el ataque, fue cuidadosamente resguardado por el presidente argentino. ¡Bochornoso!

Fuentes del Gobierno aseguraban pasada la mitad de la semana que “Alberto y Cafiero tuvieron reuniones permanentes” y que “dado el equilibrio que se debía mantener en estos temas, había que ir con pie de plomo”. Un ex embajador que conoce al dedillo el paño aseguró: “No se trata de errores no forzados, el país sentó una posición y un alineamiento ideológico con Rusia que 24 horas más tarde no pudo sostener para no dañar aún más su vínculo con los Estados Unidos y complicar el acuerdo con el Fondo. Por eso Sergio Massa tuvo que salir enérgicamente a condenar el ataque y enviar señales positivas a Washington”.

La actitud de Massa tuvo un objetivo claro: ponerse a resguardo de los vaivenes y las inconsistencias del kirchnerismo en pos de mantener viva la llama de su proyecto futuro que –es preciso no olvidarlo– es alcanzar la Presidencia de la Nación.

Como siempre, el estrépito mayor lo ha generado el silencio de Cristina Fernández de Kirchner. ¿Hubiese permanecido en silencio si en lugar de la invasión a Ucrania ordenada por Putin hubiera habido una invasión dispuesta por Joe Biden a Cuba, Nicaragua o Venezuela, países cuyos gobiernos inquietan a los presidentes estadounidenses, sean demócratas o republicanos?

Lo que viene. Quita de subsidios y ajuste: la pelea que se pospone en el Congreso.

“Tal como están las cosas el ajuste lo pagará la gente. No hay ninguna garantía respecto al voto en el Congreso de los diputados del FdT. Por eso todo se retrasó”, explica una fuente parlamentaria que reconoce la grieta interna por el acuerdo con el FMI.

La sorpresa es que algunos aliados e integrantes de No tan Juntos por el Cambio  tampoco están tan seguros de votar a favor. “No se trata de salvarle o no salvarle las papas al Gobierno, es evidente que el ajuste llegará en los próximos meses y, con el actual contexto internacional, la suba de precios del petróleo, el trigo y el maíz, disparará la inflación aún más”, explicaron cerca de un legislador.

Se esperaba que el acuerdo ingresara por la mesa de entrada de la Cámara de Diputados el viernes. El jueves por la tarde, el presidente del cuerpo anunció que eso no ocurriría.

Desde varias usinas del kirchnerismo se confirmó esa filtración argumentando la real causa de la no entrada del acuerdo: el 25 de febrero es el aniversario del nacimiento de Néstor Kirchner.

“El problema del poder es cómo lograr un uso responsable de él sin caer en la irresponsabilidad y la indulgencia” (Robert Kennedy)






domingo, 24 de agosto de 2014

Entrevista a José Mujica, presidente de Uruguay… De Alguna Manera...


Entrevista a José Mujica, presidente de Uruguay…

“No aceptaría el Nobel de la Paz en este mundo”. Foto: Fernando Pena

Fiel a sí mismo, José Mujica ha cambiado las comodidades del palacio presidencial por una chacra a las afueras de Montevideo. El Mundo ha viajado hasta esta pequeña finca para entrevistar al presidente de Uruguay, el hombre que ha logrado que su país pueda presumir de ser el menos corrupto de la región.

Apenas quedan unos meses para que termine su legislatura. ¿Qué balance hace?
Esto no es una mercancía, por eso no hago balance. Hicimos algunas cosas y otras quedaron en el tintero, pero en síntesis logramos una baja sustantiva de la pobreza: en estos nueve años bajó del 38% al 11%. Nuestro PIB ha aumentado y ha habido una mejora en la redistribución de la riqueza.

Esos han sido algunos de los logros, pero ¿qué se ha quedado en el tintero?
La educación tenía bastante retraso. Teníamos a profesores y maestros muertos de hambre. Tal vez lo que aumentamos no haya sido suficiente: hay que reconocer que una educación mejor es cara necesariamente porque no se puede hacer educación de primera con profesores de tercera porque no tienen tiempo, porque tienen varios trabajos y mal pagados. Pretender tener una mejor educación sin desarrollo económico es imposible. Estamos en una sociedad de mercado, sometida a los vaivenes del consumo y en un Estado de derecho. Decisiones que pueden tomarse en otros sitios, en Uruguay sería imposible. Los cubanos pudieron priorizar la medicina y la formación médica y el resultado es maravilloso. Ahora, si nosotros nos planteamos aquí una escuela de Medicina como la de Cuba, los propios estudiantes nos matan porque nos dirían: 'Esto es un cuartel, hay que levantarse a una hora...'. El milagro que lograron los cubanos en medicina supone una eficiencia que en un país como éste no podríamos aplicar.

¿Y qué se podría aplicar en Uruguay para que funcionara?
Hay que pagar y bien. Y tal vez los recursos que tenemos hay que multiplicarlos. ¡Ojo!, no digo que esto sólo se arregle con dinero, lo que digo es que no se arregla sin él, que es diferente.

Uruguay es el primer país del mundo en el que el comercio, distribución y comercialización de la marihuana está en manos del Gobierno. ¿Con qué resultado estaría satisfecho?
Con que se empiece una experiencia de forma honrada donde el Estado trate de sacar a la luz un mercado que existe y donde se atienda a los consumidores sin que se les considere unos delincuentes, pero reconociendo que están en una situación que si se acentúa puede llegar a ser una enfermedad. Tenemos que evitar que un adicto tolerable se transforme en uno crónico peligroso. Todo esto tiene que ver con que la vía represiva ha fracasado reiteradamente. Un cierto consumo puede ser tolerable sin ser recomendable, ocurre con el alcohol y el tabaco, pero cuando se hace penoso es una enfermedad y hay que tratarla. Con ese mismo criterio vemos nosotros la cuestión de la marihuana.

¿Cree que otros países seguirán su ejemplo?
No tengo ninguna duda. Ya lo están haciendo en algunos lugares, pero con una actitud más liberal. En Estados Unidos -Washington y Colorado- se puede comprar, se usa como medicina, pero es una forma hipócrita de eludir la realidad. Nosotros no queremos eso, queremos ir más allá.

Su nombre suena para el Nobel de la Paz. ¿Se ve ganando este premio?
No, en absoluto. Yo no puedo ni debo aceptar premios a la paz en las condiciones de este mundo. Se criticó mucho la Guerra Fría y, obviamente, no fueron años dulces; pero fueron mucho más ordenados que el desastre que tenemos hoy en día. Por lo menos antes había teléfonos y los tipos se hablaban, había reglas del juego. Lo de hoy es una locura. Que no me vengan a decir ¡ay la Guerra Fría! porque esto es la guerra caliente. Conflictos en Ucrania, en Libia, en Irak, ni hablemos de Siria, Palestina o África...En esas condiciones el Nobel de la Paz no lo veo.

Habla de conflictos internacionales, ¿teme que pudiera surgir un clima parecido al de la Guerra Fría con lo que está ocurriendo entre Rusia y Ucrania?
Ni Europa es la misma ni Rusia es la misma. Es mucho más complejo. Pero quienes manejan Europa no deberían manejar tanta tontería y deberían entender los mensajes elementales de la geopolítica. El primero dice: nunca pidas o exijas lo que no te pueden dar y es una provocación a la vieja Rusia en su puerta. Ucrania es un territorio que debería ser puente y lo han querido transformar en una parte definida de Europa. Esto desató al oso de la estepa, que no puede permitirlo. No es que Rusia tenga derecho a apropiarse de Ucrania, es que Ucrania debe ser objetivamente mucho más neutral entre Rusia y Europa para que sea una tierra habitable. De lo contrario, entra en contradicciones muy dolorosas dada la conformación de su población, su historia y su pasado.

Recientemente ha calificado de genocidio las acciones de Israel sobre la Franja de Gaza. ¿Cree que este conflicto terminará algún día?
Por sí solo no puede terminar, hay una responsabilidad de la comunidad internacional. Si hay una frontera que precisa cascos azules, ésa es la de Gaza; pero Israel no quiere porque lo percibe como un atentado a su soberanía. En lugar de hacer muros, sería más inteligente permitir cascos azules y terminar con el infierno de la guerra y entrar a negociar las condiciones de paz y reconocimiento mutuo. Lo que dice Hamas sobre que Israel tiene que desaparecer del mapa es un disparate, ésa es la lógica del odio. Pero claro, esa espiral militar de unos tirando cohetes a ciegas y los otros bombas, ya sea sobre una escuela o un hospital, no crea más que odio de guerra. Eso es lo más estúpido para encontrar soluciones de carácter político. Estados Unidos podía ahí ser un poco más imperialista. Meter a los rubios entre medias y mandar parar a los dos bandos, pero no le da por ese imperialismo, ése sería un imperialismo bueno.

¿Y cómo ve la evolución de Venezuela?
Es un proceso que debe decantarse por sí mismo y hago votos para que se luche dentro de un sistema de libertades políticas que aseguren los procesos electorales. Creo que hay que ayudar a que las contradicciones se racionalicen y no meter tanto caldo desde afuera, tanto mensaje intervencionista. La provocación en un país como Venezuela no lleva a ningún lado, más bien puede llevar a la intolerancia del propio régimen.

¿Cuál es el principal problema de este país?
Venezuela es un país riquísimo y esa es su mayor condena. El petróleo es como una maldición, tiene una brecha agrícola enorme de importación de alimentos, el coste interno de la energía es increíble, pero pese a todo eso, tiene posibilidades gracias a su gente. Por eso, necesita reencontrarse como sociedad. Pero no hay derecho a meterse en las cosas de Venezuela. Siempre me preguntan: ¿qué piensa de Venezuela y de Cuba?, pero ¿por qué no me preguntan sobre China? No lo hacen porque es una potencia económica muy importante. Hay una tolerancia bárbara con China, pero no con Venezuela y Cuba. ¿Por qué no me pregunta sobre esos señores de Arabia que van con toga y brillantes? Que Dios me libre si a eso se le puede llamar democracia...

El año pasado viajó a España y allí se reunió con empresarios y políticos. ¿Cómo ha cambiado la relación política y comercial entre ambos países en este tiempo?
Se está avanzando. Hay empresas españolas que están participando en montar molinos de viento. Pero no es algo quijotesco. Hemos instalado muchos gracias a inversiones españolas. Estamos trabajando, además, en construcciones navales con empresas gallegas. Esperamos que este acuerdo se pueda seguir desarrollando, ya que se pueden hacer construcciones de tipo naval para las necesidades de Brasil. Es una oportunidad para las empresas del sector utilizar a Uruguay como plataforma para entrar en el mercado brasileño.

En ese viaje también pidió a España que tenga un papel decisivo para lograr un acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea que incluya el libre comercio. ¿Se ha avanzado?
Mercosur tiene su propuesta lista, pero Europa no. Para nosotros es muy importante porque cada día es más fuerte la presencia de China, que es nuestro principal comprador en la región. Necesitaríamos preservar mercado en Europa como elemento que trate de compensar esa presencia china cada vez más fuerte. No pretendemos sustituir a China, pretendemos compensar y no depender de una sola puerta porque sería nefasto. Nuestro objetivo fundamental debe ser erradicar la pobreza, transformar a los pobres de América Latina en nuestro principal mercado, pero no lo podemos hacer a puerta cerrada, tenemos que tener otra puerta abierta y activa hacia afuera.

¿Qué opina de la actual situación económica que atraviesa Argentina? ¿Cómo es su relación con el país vecino?
Respaldamos a Argentina, y si tuviéramos que ayudarla en el marco de otros países de América Latina lo haríamos. Es un país grande, rico, orgulloso, tiene pasado de potencia. Hay que pensar que los vecinos no se mudan y hay que aprender a vivir con esas contradicciones.

Hasta Uruguay están llegando jóvenes españoles que huyen de la crisis y uruguayos que hace años emigraron. ¿Qué opina al respecto?
Es bueno recuperar a nuestra gente. Yo quisiera una ola migratoria y que llegaran 50.000 personas por año para que los uruguayos se quejaran y dijeran que vienen a quitarles el trabajo porque ése fue el Uruguay que más se desarrolló. No es buena la actitud conservadora de temor. El problema más grave de nuestro país es que tiene poca población. Me parece bárbaro que la gente joven quiera venir a trabajar aquí, pero no es lo que la mayoría de los uruguayos piensan. Creen que les van a quitar el trabajo, cuando en realidad les van a dar más trabajo. También en España se piensa así y dicen: ¡Que vienen los sudacas'. Es el miedo, pero ¿sabes lo que precisamente hizo a EEUU una gran potencia? Esos barcos llenos de gente que iban a hacer las Américas, eso fue lo que les convirtió en lo que son ahora.

Las elecciones europeas en España desencadenaron una serie de cambios. La indignación parece haber pasado de la calle a las urnas y han surgido nuevos partidos como Podemos. ¿Qué lectura hace de este proceso?
Para construir hay que tener herramientas políticas porque las crisis se enfrentan políticamente. Las manifestaciones están bien siempre y cuando sirvan para potenciar una construcción de herramientas políticas. De lo contrario, sólo sirven para destruir y paralizar. Necesitamos obrar sobre la realidad con voluntades colectivas. Encontrar una salida política a la frustración y a la impotencia es una manera de transformar una fuerza positiva y creadora porque va a tener un programa, unos objetivos definidos, un horizonte de lucha, y eso se retroalimenta, ayuda a educar a la gente, a racionalizar las cosas.

¿Qué hará cuando ya no sea presidente? ¿Va a echar de menos la política?
Yo voy a ser siempre militante social y político hasta que me lleven al cajón y los huesos no me respondan. No lo hago como una carga, lo hago por necesidad. Milito desde que tenía 14 años y no concibo la vida de otra manera. Claro que voy a militar de manera diferente, al principio iré al Senado, daré consejos como hacen los viejos a los que ya no les hacen caso. Pero, sobre todo, voy a hacer docencia en mi barrio en el oficio de la tierra.

© Escrito por María García Arenales el Sábado 23/08/2014 y publicado por el Diario El Mundo de la Ciudad de Madrid, España.