Mostrando las entradas con la etiqueta Montevideo. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Montevideo. Mostrar todas las entradas

domingo, 31 de agosto de 2014

El teléfono celular… De Alguna Manera...


El teléfono celular…


Me confesaba una señora hace  algunos días que,  mientras se dirigía hacia su casa en bus, una joven que iba en el asiento de al lado, colgada del móvil,  le contaba a su interlocutor durante todo el trayecto una historia tan apasionante, que la señora, cuando  llegó a su parada, decidió no bajar. Sólo lo hizo dos paradas más allá,  para poder enterarse de cómo terminaba la historia. El móvil, querámoslo o no, ha cambiado nuestras vidas, nuestro sentido de la intimidad, de la soledad y la instantaneidad. Quizás algunos lectores de cierta edad podrán recordar todavía cuando era necesario "poner una conferencia". "Tienen dos horas de demora", avisaba la telefonista, y a veces no se conseguía hablar porque las líneas estaban saturadas.

Nuestros abuelos e incluso algunos de nuestros padres vivieron sin el móvil, como subsistieron  sin Internet, sin reproductores de mp3, computadoras, pda y otros descubrimientos tecnológicos. Cabe preguntarse si eran o no más felices que nosotros, tan intercomunica-dos, pero a veces tan solitarios en medio de la tecnópolis.

Sería interesante saber hasta qué punto sociológica, psicológica  y cotidianamente han cambiado nuestras vidas con la invasión del móvil o "celular" (en España, con más de 50 millones de líneas, son más celulares que españoles, que son 45 millones), cabe preguntarse en qué hemos ganado y qué hemos perdido o podemos perder con este masivo advenimiento.

No hay duda que tal adminículo, que de mero teléfono se ha convertido en minicomputadora cargada de prestaciones  -agenda, oficina portátil, conexión a internet, reproductor de música e imágenes, cámara fotográfica y de video, máquina de juegos, plataforma publicitaria y sobre todo terminal de mensajería- ha disparado las cifras de un gran negocio y  desde luego ha facilitado nuestra vida, en la misma medida que ha creado nuevas necesidades.

Como todo invento, en sí mismo es bueno. Todo depende de cómo se use. La imprenta, el tren, el automóvil y el avión cambiaron nuestras formas de relacionarnos. Pero en el momento en que el coche, por ejemplo, se convirtió en Leviantán de nuestras carreteras, nos puede crear dependencias, gastos abusivos  y, sobre todo, de hecho se está tragando vidas humanas. La televisión es otro gran invento, pero puede convertirnos en estúpidos integrales, si la tenemos todo el día encendida y no sabemos seleccionar nuestra dieta de imágenes.

El celular nos acerca a la familia, amigos, compañeros, socios o clientes, y de qué manera. Nos facilita la comunicación e información. Nos da seguridad, y, como cuenta el profesor Domingo Gallego, puede prestar libertad e incluso liberación a poblaciones aisladas. Pero también está destruyendo el lenguaje de nuestros adolescentes, fomenta una comunicación trivial y un gasto absurdo ("Fulanita, ¿le has cambiado los pañales al niño?" Las tarifas españolas son unas de las más abusivas de todo el mundo) y es uno de los instrumentos que contribuyen más al "ruido ambiental" (falta de silencio, de estar con uno mismo), a no parar, síndrome de nuestro tiempo. Rara es la  clase, la conferencia, la proyección  de una película, hasta el oficio religioso donde no suene un móvil. ¿Y qué me dicen de la proliferación de contestadores, esas diabólicas máquinas con que las empresas se liberan de nuestras preguntas y reclamaciones?

Quizás, como en tantas cosas, nos convendría hacer un alto en el camino y dejar sonar, sin respuesta, nuestro teléfono,  para reflexionar en qué nos hace crecer y en qué retroceder en nuestra alegría y paz interior.

Mario Benedetti, cuenta qué  se trajo consigo Mambrú cuando regresó de la guerra: "Señores no sé de qué me están hablando. Traje una brisa con arpegios, una paciencia que es un río, una memoria de cristal. Un ruiseñor, dos ruiseñoras, traje una flecha de arco iris y un túnel pródigo de ecos. Tres rayos tímidos y una sonata para grillo y piano. Un lorito tartamudo y una canilla que no tose. Traje un teléfono de ensueño y un aparejo para náufragos. Traje éste traje y otro más. Y un faro que baja los párpados, traje un limón contra la muerte y muchas ganas de vivir. Fue entonces que nació la calma y hubo un silencio transparente…, y Mambrú viejo y joven y único sintió por fin que estaba en casa".

© Escrito por Pedro M. Lamet el Domingo 31/08/2014 y publicado por la Revista Umbrales de la Ciudad de Montevideo, República Oriental del Uruguay.


domingo, 24 de agosto de 2014

Entrevista a José Mujica, presidente de Uruguay… De Alguna Manera...


Entrevista a José Mujica, presidente de Uruguay…

“No aceptaría el Nobel de la Paz en este mundo”. Foto: Fernando Pena

Fiel a sí mismo, José Mujica ha cambiado las comodidades del palacio presidencial por una chacra a las afueras de Montevideo. El Mundo ha viajado hasta esta pequeña finca para entrevistar al presidente de Uruguay, el hombre que ha logrado que su país pueda presumir de ser el menos corrupto de la región.

Apenas quedan unos meses para que termine su legislatura. ¿Qué balance hace?
Esto no es una mercancía, por eso no hago balance. Hicimos algunas cosas y otras quedaron en el tintero, pero en síntesis logramos una baja sustantiva de la pobreza: en estos nueve años bajó del 38% al 11%. Nuestro PIB ha aumentado y ha habido una mejora en la redistribución de la riqueza.

Esos han sido algunos de los logros, pero ¿qué se ha quedado en el tintero?
La educación tenía bastante retraso. Teníamos a profesores y maestros muertos de hambre. Tal vez lo que aumentamos no haya sido suficiente: hay que reconocer que una educación mejor es cara necesariamente porque no se puede hacer educación de primera con profesores de tercera porque no tienen tiempo, porque tienen varios trabajos y mal pagados. Pretender tener una mejor educación sin desarrollo económico es imposible. Estamos en una sociedad de mercado, sometida a los vaivenes del consumo y en un Estado de derecho. Decisiones que pueden tomarse en otros sitios, en Uruguay sería imposible. Los cubanos pudieron priorizar la medicina y la formación médica y el resultado es maravilloso. Ahora, si nosotros nos planteamos aquí una escuela de Medicina como la de Cuba, los propios estudiantes nos matan porque nos dirían: 'Esto es un cuartel, hay que levantarse a una hora...'. El milagro que lograron los cubanos en medicina supone una eficiencia que en un país como éste no podríamos aplicar.

¿Y qué se podría aplicar en Uruguay para que funcionara?
Hay que pagar y bien. Y tal vez los recursos que tenemos hay que multiplicarlos. ¡Ojo!, no digo que esto sólo se arregle con dinero, lo que digo es que no se arregla sin él, que es diferente.

Uruguay es el primer país del mundo en el que el comercio, distribución y comercialización de la marihuana está en manos del Gobierno. ¿Con qué resultado estaría satisfecho?
Con que se empiece una experiencia de forma honrada donde el Estado trate de sacar a la luz un mercado que existe y donde se atienda a los consumidores sin que se les considere unos delincuentes, pero reconociendo que están en una situación que si se acentúa puede llegar a ser una enfermedad. Tenemos que evitar que un adicto tolerable se transforme en uno crónico peligroso. Todo esto tiene que ver con que la vía represiva ha fracasado reiteradamente. Un cierto consumo puede ser tolerable sin ser recomendable, ocurre con el alcohol y el tabaco, pero cuando se hace penoso es una enfermedad y hay que tratarla. Con ese mismo criterio vemos nosotros la cuestión de la marihuana.

¿Cree que otros países seguirán su ejemplo?
No tengo ninguna duda. Ya lo están haciendo en algunos lugares, pero con una actitud más liberal. En Estados Unidos -Washington y Colorado- se puede comprar, se usa como medicina, pero es una forma hipócrita de eludir la realidad. Nosotros no queremos eso, queremos ir más allá.

Su nombre suena para el Nobel de la Paz. ¿Se ve ganando este premio?
No, en absoluto. Yo no puedo ni debo aceptar premios a la paz en las condiciones de este mundo. Se criticó mucho la Guerra Fría y, obviamente, no fueron años dulces; pero fueron mucho más ordenados que el desastre que tenemos hoy en día. Por lo menos antes había teléfonos y los tipos se hablaban, había reglas del juego. Lo de hoy es una locura. Que no me vengan a decir ¡ay la Guerra Fría! porque esto es la guerra caliente. Conflictos en Ucrania, en Libia, en Irak, ni hablemos de Siria, Palestina o África...En esas condiciones el Nobel de la Paz no lo veo.

Habla de conflictos internacionales, ¿teme que pudiera surgir un clima parecido al de la Guerra Fría con lo que está ocurriendo entre Rusia y Ucrania?
Ni Europa es la misma ni Rusia es la misma. Es mucho más complejo. Pero quienes manejan Europa no deberían manejar tanta tontería y deberían entender los mensajes elementales de la geopolítica. El primero dice: nunca pidas o exijas lo que no te pueden dar y es una provocación a la vieja Rusia en su puerta. Ucrania es un territorio que debería ser puente y lo han querido transformar en una parte definida de Europa. Esto desató al oso de la estepa, que no puede permitirlo. No es que Rusia tenga derecho a apropiarse de Ucrania, es que Ucrania debe ser objetivamente mucho más neutral entre Rusia y Europa para que sea una tierra habitable. De lo contrario, entra en contradicciones muy dolorosas dada la conformación de su población, su historia y su pasado.

Recientemente ha calificado de genocidio las acciones de Israel sobre la Franja de Gaza. ¿Cree que este conflicto terminará algún día?
Por sí solo no puede terminar, hay una responsabilidad de la comunidad internacional. Si hay una frontera que precisa cascos azules, ésa es la de Gaza; pero Israel no quiere porque lo percibe como un atentado a su soberanía. En lugar de hacer muros, sería más inteligente permitir cascos azules y terminar con el infierno de la guerra y entrar a negociar las condiciones de paz y reconocimiento mutuo. Lo que dice Hamas sobre que Israel tiene que desaparecer del mapa es un disparate, ésa es la lógica del odio. Pero claro, esa espiral militar de unos tirando cohetes a ciegas y los otros bombas, ya sea sobre una escuela o un hospital, no crea más que odio de guerra. Eso es lo más estúpido para encontrar soluciones de carácter político. Estados Unidos podía ahí ser un poco más imperialista. Meter a los rubios entre medias y mandar parar a los dos bandos, pero no le da por ese imperialismo, ése sería un imperialismo bueno.

¿Y cómo ve la evolución de Venezuela?
Es un proceso que debe decantarse por sí mismo y hago votos para que se luche dentro de un sistema de libertades políticas que aseguren los procesos electorales. Creo que hay que ayudar a que las contradicciones se racionalicen y no meter tanto caldo desde afuera, tanto mensaje intervencionista. La provocación en un país como Venezuela no lleva a ningún lado, más bien puede llevar a la intolerancia del propio régimen.

¿Cuál es el principal problema de este país?
Venezuela es un país riquísimo y esa es su mayor condena. El petróleo es como una maldición, tiene una brecha agrícola enorme de importación de alimentos, el coste interno de la energía es increíble, pero pese a todo eso, tiene posibilidades gracias a su gente. Por eso, necesita reencontrarse como sociedad. Pero no hay derecho a meterse en las cosas de Venezuela. Siempre me preguntan: ¿qué piensa de Venezuela y de Cuba?, pero ¿por qué no me preguntan sobre China? No lo hacen porque es una potencia económica muy importante. Hay una tolerancia bárbara con China, pero no con Venezuela y Cuba. ¿Por qué no me pregunta sobre esos señores de Arabia que van con toga y brillantes? Que Dios me libre si a eso se le puede llamar democracia...

El año pasado viajó a España y allí se reunió con empresarios y políticos. ¿Cómo ha cambiado la relación política y comercial entre ambos países en este tiempo?
Se está avanzando. Hay empresas españolas que están participando en montar molinos de viento. Pero no es algo quijotesco. Hemos instalado muchos gracias a inversiones españolas. Estamos trabajando, además, en construcciones navales con empresas gallegas. Esperamos que este acuerdo se pueda seguir desarrollando, ya que se pueden hacer construcciones de tipo naval para las necesidades de Brasil. Es una oportunidad para las empresas del sector utilizar a Uruguay como plataforma para entrar en el mercado brasileño.

En ese viaje también pidió a España que tenga un papel decisivo para lograr un acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea que incluya el libre comercio. ¿Se ha avanzado?
Mercosur tiene su propuesta lista, pero Europa no. Para nosotros es muy importante porque cada día es más fuerte la presencia de China, que es nuestro principal comprador en la región. Necesitaríamos preservar mercado en Europa como elemento que trate de compensar esa presencia china cada vez más fuerte. No pretendemos sustituir a China, pretendemos compensar y no depender de una sola puerta porque sería nefasto. Nuestro objetivo fundamental debe ser erradicar la pobreza, transformar a los pobres de América Latina en nuestro principal mercado, pero no lo podemos hacer a puerta cerrada, tenemos que tener otra puerta abierta y activa hacia afuera.

¿Qué opina de la actual situación económica que atraviesa Argentina? ¿Cómo es su relación con el país vecino?
Respaldamos a Argentina, y si tuviéramos que ayudarla en el marco de otros países de América Latina lo haríamos. Es un país grande, rico, orgulloso, tiene pasado de potencia. Hay que pensar que los vecinos no se mudan y hay que aprender a vivir con esas contradicciones.

Hasta Uruguay están llegando jóvenes españoles que huyen de la crisis y uruguayos que hace años emigraron. ¿Qué opina al respecto?
Es bueno recuperar a nuestra gente. Yo quisiera una ola migratoria y que llegaran 50.000 personas por año para que los uruguayos se quejaran y dijeran que vienen a quitarles el trabajo porque ése fue el Uruguay que más se desarrolló. No es buena la actitud conservadora de temor. El problema más grave de nuestro país es que tiene poca población. Me parece bárbaro que la gente joven quiera venir a trabajar aquí, pero no es lo que la mayoría de los uruguayos piensan. Creen que les van a quitar el trabajo, cuando en realidad les van a dar más trabajo. También en España se piensa así y dicen: ¡Que vienen los sudacas'. Es el miedo, pero ¿sabes lo que precisamente hizo a EEUU una gran potencia? Esos barcos llenos de gente que iban a hacer las Américas, eso fue lo que les convirtió en lo que son ahora.

Las elecciones europeas en España desencadenaron una serie de cambios. La indignación parece haber pasado de la calle a las urnas y han surgido nuevos partidos como Podemos. ¿Qué lectura hace de este proceso?
Para construir hay que tener herramientas políticas porque las crisis se enfrentan políticamente. Las manifestaciones están bien siempre y cuando sirvan para potenciar una construcción de herramientas políticas. De lo contrario, sólo sirven para destruir y paralizar. Necesitamos obrar sobre la realidad con voluntades colectivas. Encontrar una salida política a la frustración y a la impotencia es una manera de transformar una fuerza positiva y creadora porque va a tener un programa, unos objetivos definidos, un horizonte de lucha, y eso se retroalimenta, ayuda a educar a la gente, a racionalizar las cosas.

¿Qué hará cuando ya no sea presidente? ¿Va a echar de menos la política?
Yo voy a ser siempre militante social y político hasta que me lleven al cajón y los huesos no me respondan. No lo hago como una carga, lo hago por necesidad. Milito desde que tenía 14 años y no concibo la vida de otra manera. Claro que voy a militar de manera diferente, al principio iré al Senado, daré consejos como hacen los viejos a los que ya no les hacen caso. Pero, sobre todo, voy a hacer docencia en mi barrio en el oficio de la tierra.

© Escrito por María García Arenales el Sábado 23/08/2014 y publicado por el Diario El Mundo de la Ciudad de Madrid, España.





viernes, 26 de abril de 2013

Se va, se va la guita... Se va, se va el vapor... De Alguna Manera...

Por tierra, aire o agua, ahorristas argentinos hacen ‘la gran Lázaro’…

Lupa. No pueden sacarse del país más de US$ 10 mil por persona. Pero crecen los depósitos en Uruguay.

Fondos al exterior. Los particulares hacen “fuga hormiga” de dólares en auto. Las grandes sumas, en avión. Hablan las autoridades del país vecino.

En un punto, todos en la Argentina son Lázaro Báez. No porque obtengan dinero de la obra pública y lo fuguen, pero sí porque los ahorristas eligen cada vez más como destino para sus fondos la República Oriental del Uruguay. Hay cerca de US$ 3 mil millones en cuentas y cajas de seguridad, y la tendencia va en alza.
¿Cómo llegan los billetes a los bancos uruguayos? El ahorrista pequeño y mediano que saca su plata al Uruguay lo hace generalmente en auto, ya sea por tierra o en la bodega de los barcos que surcan el Río de la Plata. En los pasos fronterizos de Fray Bentos-Puerto Unzué, Colón-Paysandú o Concordia-Salto, todos comentan que “los controles son livianos”, en tanto que hay más cuidados en la vía fluvial, donde son conocidos los perros “huele-billetes”.
La norma de la Argentina es clara. No se puede salir del país con más de US$ 10 mil por persona. Familias enteras distribuyen sumas inferiores al tope entre los distintos integrantes y así llegan del otro lado del río con ahorros en busca de resguardo.

Ahora, en los movimientos de grandes sumas de dinero, como los mencionados en el informe periodístico que puso el foco sobre el empresario cercano al gobierno de Cristina Kirchner, la clave son los vuelos nocturnos.

Se trata de aviones privados, que parten generalmente de madrugada desde el aeropuerto de San Fernando y también desde el de Don Torcuato, y que llegan a la terminal de Carrasco, en Montevideo, o también a la de Punta del Este. Allí, según contaron a PERFIL estudios de abogados uruguayos, ingresan el dinero en forma irregular con la connivencia de empleados y funcionarios públicos, que es lo que ha empezado ahora a sondear el gobierno de José Mujica.

Traspuesta la frontera, ¿ingresa tan fácilmente el dinero a los bancos del Uruguay? “Es imposible introducir dinero cash en Uruguay en bancos oficiales”, indicó una fuente bancaria. “La única forma para blanquear fondos es una cueva”, puntualiza.

“Los intermediarios financieros en Uruguay están bajo la supervisión de la Superintendencia de Servicios Financieros”, contestaron a PERFIL desde el Departamento de Comunicación Institucional del Banco Central del Uruguay (BCU), donde trabajan para que el país no sea considerado “paraíso fiscal” por autoridades globales. Además, desde el BCU detallaron:
Si se produce la apertura y cierre inmediato de una cuenta, se considera una operación inusual.
Hay que informar a las autoridades competentes cuando se ingresan más de US$ 10 mil. En caso de detectarse transporte de dinero sin declarar, se aplica una multa mínima del 30% del monto transportado.
Las instituciones financieras tienen la obligación de comunicar al BCU, en forma previa, el transporte de efectivo y otros valores a través de la frontera por más de US$ 10 mil. Los particulares, de informar directamente ante la Aduana.
Los bancos deben informar todas las transferencias entrantes y salientes realizadas con el exterior por montos superiores a US$ 1.000. La Aduana también informa a la justicia penal al BCU cuando detecta el transporte de dinero no declarado.
© Escrito por Luis DI Lorenzo el domingo 24/04/2013 desde Montevideo, Uruguay y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.