Mostrando las entradas con la etiqueta Cuba. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Cuba. Mostrar todas las entradas

domingo, 27 de mayo de 2018

La libertad de información y de prensa en 2018 en una gran infografía... @dealgunamanera...

El estatus de la libertad de información en 2018.
La libertad de información y de prensa en 2018 en una gran infografía.


Para hablar de Libertad de Prensa y de información en 2018, sólo hay que asomar un poco la vista al retrovisor para recordar cuán peligroso es ser un reportero.

© Escrito por Andrés Tovar y Luis Roberto Martínez el martes 22/05/2018 y publicado por la Revista Cambio 16 de la ciudad de Madrid, España.  


Los recientes horrores que asesinaron a nueve periodistas en AfganistánEl asesinato de tres periodistas ecuatorianos en la frontera con Colombia. Los once periodistas que perdieron la vida en México tan sólo en el 2017. Los excesos autoritarios y el control de la información en Venezuela y Cuba. Los encarcelamientos en Turquía. Y la creciente violencia verbal contra la prensa presente en los cinco continentes, desde Filipinas a Estados Unidos. Todo parece configurar un obituario con más retos que celebraciones.

El libre ejercicio del periodismo está seriamente comprometido en muchos países. Por ende, la situación de la Libertad de Prensa 2018 presenta importantes retos a mejorar. “Cada vez más jefes de Estado electos democráticamente ven a la prensa como un adversario”, advirtió Reporteros Sin Fronteras (RSF) en su Ranking Mundial de la Libertad de Prensa 2018, presentado el mes pasado.

Los problemas de la libertad de prensa

Los problemas de libertad de prensa no se limitan a una región o tipo de gobierno. Países como Reino Unido y Estados Unidos cayeron dos niveles en el ranking. El Reino Unido cayó al número 40, mientras que Estados Unidos se hundió a 45. Por ende los coloca detrás de lugares como Ghana, Eslovaquia y Uruguay.

América Latina, por su parte, es el triste escenario de algunos de los casos más alarmantes a nivel mundial en términos de libertad de prensa. Según la clasificación de RSF, países como Colombia (130), Venezuela (143), México (147) y Cuba (172) se encuentran hacia el fondo de la tabla global. Y nada más en esta región está el país más mortífero para los periodistas (México) y dos de los países más represivos en cuando a la libertad y acceso a la información se refiere (Cuba y Venezuela).

Y si extendemos la mirada de forma más amplia, la situación en el Medio OrienteTurquía –el peor carcelero de periodistas del mundo, con 73 reporteros actualmente encerrados de 262 que estuvieron tras las rejas en 2017-, Siria, Gaza o Afganistán nos muestran escenarios de terror para la profesión.

¿Qué no hay nada que celebrar?

Hay mucho de qué preocuparse sobre el clima actual de la libertad de prensa. Pero los medios no han dejado de ser combativos y eso le proporciona a nuestro mundo una gran esperanza. Las “nuevas armas” lo han permitido. Un mayor conocimiento de la tecnología. Nuevas formas creativas de contar historias y una tenacidad y valentía que no se aprende en las escuelas forma parte de esta nueva generación de periodistas en los cinco continentes.

Por ello, pesar de los horrores en Oriente Medio. De la situación crítica en Latinoamérica y de una censura cada vez más estricta en todo el mundo, estamos convencidos que los periodistas de todo el mundo continuarán recogiendo sus equipos, saliendo y cubriendo las historias importantes. Incluso si eso significa que ellos mismos podrían convertirse en objetivos. Ya hay muchas pruebas de ello. 




domingo, 4 de diciembre de 2016

Los bolsillos de Fidel… @dealgunamanera...

Los bolsillos de Fidel…

Datos. No basta con una fuente para dar algo por cierto. Foto: Cedoc Perfil

Buena parte de los medios argentinos, en línea con sus similares de otros puntos del mundo, replicó casi como en calcos una información de hace al menos diez años como si hubiese sido generada en estos días, tras la muerte de Fidel Castro. Casi todos los diarios y portales de este país dieron por cierto que el fallecido jefe de la Revolución cubana tenía una fortuna de 900 millones de dólares, con posesiones tan extravagantes como una fábrica de quesos y una isla, por mencionar sólo dos. La fuente, en todos los casos, es una sola: la revista norteamericana especializada en economía Forbes, reforzada sin precisiones con un libro publicado por el cubano Juan Reinaldo Sánchez, quien fuera custodio de Castro y se exiliara años atrás (falleció en 2015).

© Escrito por Julio Petrarca el domingo 04/11/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Una de las patas sobre las que se asienta el buen periodismo exige de quienes lo ejercen un rigor que debe acercarse a la perfección. No basta con dar por cierto algo que publicó otro medio –o muchos– para legitimar un artículo propio: es obligación de quienes ejercemos este oficio avanzar con otros datos, cotejar y comparar los ya publicados y confirmar la veracidad de la información. Forbes debió reconocer, mediante uno de sus voceros, que lo publicado en varias oportunidades sobre la supuesta fortuna de Fidel no respondió al cumplimiento de mínimos protocolos de investigación sino a estimaciones propias, interpretativas.

Evan Hessel, periodista de la revista norteamericana que participó en el artículo, aceptó en una entrevista de Radio Martí, medio de cubanos exiliados en Miami: “Tratar de determinar o estimar el valor de lo que tuvo Fidel Castro es difícil. Lo que intentamos hacer es utilizar un cuerpo de investigación académica describiendo las diversas empresas estatales de Cuba y tratamos de saber qué tipo de efectivo, qué tipo de ganancias pudo extraer de estos negocios”. Es decir: no hay datos concretos pero sí la suposición de que ellos son ciertos. El vocero de Forbes fue más concreto: confesó que su cálculo es “más arte que ciencia”. Es interesante observar cómo la revista norteamericana (cuyas estimaciones fueron cuestionadas no pocas veces, en algunos casos con juicios de por medio) abordó el tema de la supuesta fortuna de Castro a lo largo de los últimos años. En 2003 afirmaba que era de 110 millones, cifra que trepó dos años más tarde a 550 millones para desembocar, con su informe de mayo de 2006, en los 900 millones de los que hablan los medios en estos días. ¿Cómo llegó Forbes a estas cifras? Pues estimando –sin aportar dato alguno que lo corroborara– que un porcentaje del valor de empresas cubanas estatales iba a parar a ignotas cuentas de Fidel, sin precisiones sobre su ubicación. Como es sabido, las grandes compañías cubanas son de gestión estatal, como las citadas en el artículo (Palacio de las Convenciones, el conglomerado de negocios al por menor llamado Cimex y las ventas de vacunas y productos farmacéuticos de Medicuba, por ejemplo), por lo que no distribuyen dividendos sino que aportan todas sus ganancias a las arcas del Estado. Hace algunos años, también Forbes informó que Castro había vendido la mayor productora de ron en la isla, Havana Club, a la firma francesa Pernod Ricard. En verdad, se trató de una asociación al 50% entre la compañía gala y la destiladora isleña: ésta se encarga de la producción, y aquélla, de la distribución mundial. La revista norteamericana nunca desmintió lo publicado.

Muchas veces desde este espacio he señalado que resulta seductor para muchos editores el poder contar con títulos que atrapen, aun a sabiendas de que pueden resultar engañosos o errados. Perfil publicó ayer lo que otros medios argentinos ya habían difundido. Lamentablemente, el lector no avisado pudo interpretar que la información era nueva y confiable, en particular por un párrafo de la nota publicada en la página 60 bajo el título “Estiman en US$ 900 millones la fortuna de Fidel Castro”. Dice allí que luego de la muerte del líder cubano “comenzó a hablarse” de ello. En verdad, como se señala más arriba, desde hace ya 13 años la revista se está ocupando periódicamente del tema, al incluir a Castro en un ranking de los jefes de Estado más ricos del mundo (figuran en él reinas, reyes, dictadores, políticos, presidentes, primeros ministros).


¿Debió Perfil ignorar, no publicar lo que otros medios ya habían informado? De ninguna manera: es misión de este diario el dar a sus lectores toda la información disponible sobre cualquier tema de interés público, como lo hace habitualmente. Sin embargo, existen límites vinculados con el grado de confiabilidad que tienen las fuentes.

Ahí está el quid de la cuestión.



sábado, 3 de diciembre de 2016

El Líder… @dealgunamanera...

El Líder…


“¡Yo soy Fidel!” “¡Yo soy Fidel!” “¡Yo soy Fidel!” Se extendió de a poco, primero fue uno, después varios y al final el grito se apoderó de cientos de miles de gargantas el martes en la Plaza de la Revolución hasta convertirse en la consigna que ahora repite el pueblo al paso de la cureña que atraviesa Cuba con las cenizas de Fidel. Los oradores habían hablado de que muchos se preguntan en el mundo lo que pasará ahora en Cuba sin su enorme líder. Y la respuesta fue ese grito que bajó de la multitud y ahora se extiende de La Habana a Santiago.

© Escrito por Luis Bruschtein el sábado 03/12/2016 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La impresionante despedida del pueblo cubano, con el nombre de Fidel pintado en sus caras, en sus vinchas y en sus banderas, la tristeza, el respeto, no ocultan los problemas que pueda afrontar ese mismo pueblo y el gobierno cubano, pero al mismo tiempo se convierte en otra desmentida a la propaganda de Miami y sus medios. La revolución no puede ser inmutable y deberá encontrar el camino de sus transformaciones, pero el proceso revolucionario tiene raíces que los cubanos ya reconocen como parte de su acervo.

El argumento por el que Mauricio Macri no participó en las exequias del líder latinoamericano fue que solamente asistirían los presidentes que tenían una relación personal con Fidel. La canciller Susana Malcorra encabezó la delegación argentina y participó el martes en la impresionante despedida del pueblo habanero. Se dijo que se había retirado antes del final, lo que se desmintió. En cambio la vieron hablar largo y tendido con el canciller brasileño José Serra, un hombre que pasó de la ultraizquierda a la ultraderecha, aspirante frustrado a la presidencia de su país, siempre derrotado por la izquierda hasta que, gracias al golpe parlamentario que derrocó a Dilma Rousseff, se convirtió en canciller de Michel Temer, un presidente sin respaldo popular y de dudosa legitimidad.

Es difícil saber de qué hablaron, pero es conocido que los gobiernos derechistas de Argentina y Brasil se han convertido en piezas de la política exterior norteamericana para aislar y presionar al gobierno de Nicolás Maduro. El jueves se anunció que vencía el plazo de Venezuela para adaptarse a los requisitos técnicos establecidos por el Mercosur. Finalmente, se anunció ayer de manera oficial que habían suspendido su participación en el bloque  regional. Con el final de la Guerra Fría, la confrontación con la Revolución Cubana había dejado de figurar en las prioridades del Departamento de Estado, para ubicar en su lugar a la principal reserva de hidrocarburos del mundo, que además se había convertido en el principal aliado de Cuba. Susana Malcorra y José Serra, discutiendo los detalles de la ofensiva contra Caracas en La Habana, con el marco de la última despedida del pueblo cubano al líder de la revolución, aparece como una expresión de los nuevos tiempos.

Los cancilleres Malcorra y Serra, más los de Paraguay, Eladio Loizaga y Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, firmaron el comunicado sobre la suspensión de Venezuela, dirigido a la canciller de ese país, Darcy Rodríguez, documento que no fue entregado en Caracas sino en la sede del Mercosur en Montevideo. Se pretendió ocultar detrás de argumentos tecnicistas una decisión  esencialmente política. El plazo se podría haber ampliado porque Venezuela ha demostrado su interés en el Mercosur y ha avanzado en el cumplimiento de la mayoría de esas normas. Con otros gobiernos en Argentina y Brasil, ese plazo se hubiera estirado, pero la derecha que gobierna ambos países, más que en la integración, está interesada en que Estados Unidos pueda controlar en el corto plazo la principal reserva de petróleo del planeta.

Si se echa a un país que tiene un gobierno de izquierda simplemente porque en los demás países, sobre todo en Argentina y Brasil, sus gobiernos son de derecha, el Mercosur no tiene destino. Aunque los gobiernos de Macri y Temer, a los que se sumó con entusiasmo el paraguayo Horacio Cartés y, un poco a desgano, el uruguayo Tabaré Vazquez, buscaron una excusa técnica para sostener esta decisión, han sentado un precedente letal para la integración latinoamericana a partir de esta suspensión por motivos políticos.

Los gobiernos populares y progresistas que durante la década pasada impulsaron ese camino subrayaron siempre que la coincidencia política de ese momento en la región era un factor favorable para la integración, pero que no debía convertirse en requisito indispensable. Esos gobiernos aceptaban el pluralismo, incluían la perspectiva de que participaran jugadores de derecha.

Los que ahora controlan el Mercosur demostraron que los gobiernos de derecha no toleran a otros gobiernos de izquierda y que anteponen la afinidad ideológica a la integración regional. La suspensión de Venezuela deja una conclusión peligrosa: si los gobiernos populares y de izquierda aceptan el pluralismo y los de derecha no, quiere decir que con la derecha la integración es imposible y que la única posibilidad de transitar ese camino será en la medida que haya gobiernos populares. Pero son razonamientos contagiados del que primó en la suspensión de Venezuela, y que terminan por habilitar la intervención foránea en los asuntos internos entre países vecinos. En vez de integrar, son líneas de acción que separan y aíslan. El único proceso de integración posible es desde el pluralismo, lo que debería ser aceptado por la derecha y defendido por el progresismo tibio que muchas veces no lo hace por temor a la confrontación o porque cede rápidamente a las presiones.

Es abominable imaginar que esta agresión a Caracas se haya empollado en el homenaje a Fidel. La gran figura del jefe revolucionario se convirtió en el paradigma de liderazgo en procesos populares. Es quizás el más sobresaliente por su proyección mundial, pero todos los movimientos emancipadores han proyectado referentes similares que son despreciados, temidos y combatidos por la derecha y muy cuestionados por cierto progresismo que lo visualiza como una suerte de alienación del individuo ante la figura del líder.

Perón, el gran líder de masas en Argentina, dijo que “la organización vence al tiempo”. Parece un contrasentido porque el fuerte del peronismo no había sido tanto su organización como su liderazgo. Y no tanto por el contenido que también aporta su carga, sino porque la figura de ese liderazgo constituye una herramienta de unidad y confluencia popular que es la única fuerza que tienen.

La gran disputa en el campo de lo cultural y lo simbólico está dada entre un discurso que tiende a segmentar y aislar, nada de asociación vecinal, de sindicatos, de participación política, nada de pueblo, sólo individuos, nada de Nación, nada de Latinoamérica o integración regional. Frente a otro discurso que busca defender, recrear, y construir identidades desde la del vecino a la del trabajador, identidad de pueblo, de Nación y latinoamericanismo, generar conciencias colectivas, de solidaridad y comunitarias. El primero es el discurso que busca la opresión, desarmar intereses populares, dividir y aislar para prevalecer. Uno que aísla frente a otro que integra, uno que hace recelar del vecino o del compañero y del extranjero, y otro que los incorpora. Uno que divide y excluye frente a otro que unifica e incluye.

El discurso que profundiza en la fragmentación de la sociedad, que es el discurso del poder económico, es hegemónico a través de los grandes medios de comunicación que han instalado el desprecio por la política, los gremios y la militancia juvenil, que han estimulado el egoísmo para dividir y enfrentar a la sociedad en castas, estamentos, jerarquías y categorías fantásmicas, y han tratado de destruir los liderazgos populares con persecución y difamación. Ha sido así en la historia. El arma principal de los movimientos populares es su resistencia  a la fragmentación, su masividad y su convocatoria, un rasgo que ha sido más fluctuante que permanente. Son los lenguajes que movimientos emancipadores y sectores del privilegio han enfrentado en la historia. El liderazgo que surge en esos movimientos con sobrecarga de identificación y afecto, más respeto y agradecimiento, surge de esa necesidad de convocar y unir por encima de particularidades y diferencias instaladas y agrandadas por el discurso fragmentador, disgregador y desculturizante. No es un fenómeno “primitivo” como lo desprecia un sector del progresismo tibio, sino que por el contrario ha sido la herramienta popular más importante para desnivelar esa relación de fuerzas tan desfavorable.

En los doce años de gobiernos kirchneristas surgieron liderazgos populares en todo América Latina: Lula, Evo, Correa y Chávez, que en Argentina estuvieron referenciados por Néstor y Cristina Kirchner.

Cada uno de ellos tiene su particular relación con las clases y personas que representan y mecanismos propios y diferentes de articulación de esos liderazgos. Pero representan fuerzas movimientistas. Son referentes de un magma social lleno de diferencias y particularidades que son capaces de diluir por la convocatoria de ese liderazgo. Aunque en la historia de los pueblos estos liderazgos, que se constituyen en grandes motorizadores del progreso, no se producen fácilmente ni son tan comunes. La historia siempre tiene la última palabra. Pero lo que ha demostrado hasta ahora es que la figura de estos liderazgos como grandes emergentes de los movimientos sociales han prevalecido sobre los ataques más destructivos e incluso sobre quienes no los entendieron.







sábado, 15 de octubre de 2016

Bolivia... Centro Cultural en homenaje al «Che» Guevara… @dealgunamanera...

Bolivia inaugura un centro cultural en homenaje al «Che» Guevara…


Ubicado en Vallegrande, incluye el mausoleo que se construyó en el sitio donde se hallaron los restos del “Che” y sus camaradas, además de un centro de documentación.

© Publicado el lunes 10/10/2016 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El Gobierno boliviano inauguró el 8 de octubre un centro cultural que evoca el último viaje del guerrillero argentino cubano Ernesto “Che” Guevara, quien hace 49 años fracasó en su intento de promover una revolución socialista en el país. La infraestructura fue construida en la pequeña y remota población de Vallegrande, ubicada a 724 kilómetros al este de La Paz, donde Guevara fue enterrado en una fosa común tras ser ejecutado el 9 de octubre de 1967 por el Ejército boliviano.

El presidente boliviano, Evo Morales, junto a autoridades culturales de los países de la Comunidad de Estados de Latinoamericanos y Caribeños (Celac), llegaron a la zona para inaugurar el centro cultural, informó el viceministro boliviano de Turismo, Joaquín Rodas. Rodas explicó que con esta actividad comenzará la preparación para conmemorar, en 2017, los 50 años de la muerte del mítico guerrillero, quien fue héroe de la revolución cubana y compañero de armas de Fidel Castro, ex presidente de esa nación caribeña.

Guevara junto a un puñado de 50 combatientes intentó promover una guerrilla para desafiar al Gobierno boliviano de entonces. Intentó sumar a campesinos a su causa, pero cayó preso un día antes de ser ejecutado en La Higuera, una aldea ubicada a 60 kilómetros de Vallegrande. Tras ser ejecutado, los restos del “Che” Guevara junto con los de otros combatientes fueron enterrados en una fosa común, cuya ubicación fue revelada solo 30 años después de su muerte. En 1997, Cuba repatrió los restos del compañero de armas de Fidel Castro.

El centro cultural incluye el mausoleo que se construyó en el sitio donde se hallaron los restos del “Che” y sus camaradas, además de un centro de documentación. La iniciativa del gobierno de Evo Morales, quien se declaró un seguidor de las ideas de Guevara, es promover el turismo en esa zona que está enclavada en un valle, aunque las carreteas de acceso y las comunicaciones aún son precarias.



domingo, 2 de octubre de 2016

Perdió la paz en Colombia… @dealgunamanera...

Perdió la paz en Colombia…


Contra todos los pronósticos, el “No” al acuerdo firmado entre el Gobierno y las FARC, se impuso con el 50,23% de los votos en el plebiscito.

© Publicado en domingo 02/10/2016 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La opción del "No" al acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC se impuso en el plebiscito realizado hoy, en un resultado que contradijo a todas las encuestas previas y que deja en una situación incierta lo negociado durante casi cuatro años en Cuba entre la guerrilla y el gobierno de Juan Manuel Santos.

El rechazo al acuerdo de paz triunfó por apenas un 0,47 por ciento de ventaja sobre el “Sí”. Con el 99,64 por ciento de las mesas escrutadas, el “No”, cuya campaña estuvo encabezada por el expresidentes Álvaro Uribe, logró el 50,23 por ciento de los votos contra el 49,76 de la opción impulsada por el gobierno. 

La participación, en un país en que el voto no es obligatorio, fue apenas del 37,33 por ciento del padrón.

Los colombianos debían responder con un Sí o un No a la pregunta: "¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?", con la cual el gobierno buscaba que la población validara el acuerdo de paz con las FARC firmado el pasado 26 de septiembre en Cartagena de Indias.



domingo, 20 de marzo de 2016

La visita de Barack Obama y la Escuela de Mecánica de la Armada... @dealgunamanera...

Obama también tiene derecho a visitar la ex-ESMA…


El representante de HIJOS, Carlos Pisoni, y miembros de organismos de derechos humanos afirman que si Obama visita la ex ESMA será “una provocación”. 

© Escrito por Sergio Bufano, escritor y periodista, el jueves 10/03/2016 y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La pregunta que surge es: ¿por qué el presidente, miembro del Partido Demócrata de los Estados Unidos, no puede recorrer un centro clandestino de detención? La respuesta se deduce fácilmente: “porque ese país fue cómplice de la dictadura”. Hay un alto grado de ignorancia de la historia sobre lo ocurrido durante los setenta. Mejor dicho, por razones más dogmáticas que reales, sólo debe recordarse aquello que legitima una versión estática, congelada de esa historia. Doy por cierto que si fuera Fidel Castro quien llegara el país, Pisoni y todos los organismos estarían de acuerdo en que el líder cubano visitara ese sitio emblemático de tortura y desaparición.

¿Por qué uno sí y el otro no?

Veamos: entre 1977 y 1981 fue Estados Unidos el país que insistió en Naciones Unidas, una y otra vez, para que el organismo internacional enviara una comisión que investigara la existencia de campos de exterminio. El presidente en ese entonces era Jimmy Carter, perteneciente al mismo partido que Obama. No lo logró, porque Cuba y la Unión Soviética se opusieron tenazmente a que se investigara a la dictadura de Videla. Un dato más, en todos los discursos que pronunció Fidel durante esos años, jamás hizo alusión a los crímenes que se estaban cometiendo en Argentina. 

Como no lo lograba en Naciones Unidas, EE.UU. recurrió a la OEA, organismo en el que Cuba no tenía representación. La moción se aprobó, una delegación visitó Argentina y recibió miles de denuncias de familiares de desaparecidos. Esas denuncias recorrieron los medios de todo el mundo, provocando la indignación de las naciones del planeta. Mientras Cuba permanecía en silencio.

En esos años David Viñas y Gustavo Roca viajaron a La Habana en representación de Argentina. Lo hicieron desde el exilio. Viñas denunció, de regreso a México, qué había pasado. Como en todas las reuniones internacionales, ya había sido elaborado un documento para que firmaran las delegaciones. Al leerlo, Viñas y Roca se sorprendieron porque se denunciaba a las dictaduras de Chile, Paraguay, Brasil, Bolivia, etc. Pero Argentina no figuraba. Creyeron que era un error, alguien había tipeado mal el texto. Y reclamaron. La respuesta de Armando Jara, Ministro de Cultura, fue que para Cuba el régimen de Rafael Videla no era una dictadura, sino un “gobierno autoritario”.

En la confitería La Paz, de Corrientes y Rodríguez Peña, donde David concurría diariamente a leer diarios y borronear un cuaderno, quien esto escribe escuchó por segunda vez su relato: “insistimos en que debía incluirse la dictadura de Videla y encontramos una férrea oposición. Entonces decidimos que la delegación argentina se retiraba. La advertencia surtió efecto, porque hubiera sido un escándalo internacional. Fue Gustavo Roca el que escribió el texto que finalmente se incorporó al documento oficial”. 

A pesar de lo ocurrido, Fidel Castro nunca pidió perdón y fue agasajado por dirigentes de organismos de derechos humanos. ¿Lo perdonamos? Está bien, lo perdonamos, pero no edifiquemos historias entumecidas que dibujan un pasado ficticio. Obama también tiene derecho a visitar la ex ESMA. 


martes, 5 de enero de 2016

Historia de la Guerra por Malvinas: ¿Quiénes apoyaron a Argentina en la guerra por Malvinas?... @dealgunamanera...

Historia de la Guerra por Malvinas: ¿Quiénes apoyaron a Argentina en la guerra por Malvinas?

Escudo de las Islas Malvinas

Uno de los aspectos menos considerados cuando se recuerda la controvertida decisión de la Junta Militar argentina de 1982, de ocupar las Islas Malvinas, es el de los gobiernos latinoamericanos que ofrecieron o trajeron ayuda bélica contra los ingleses.

© Escrito por Modesto Emilio Guerrero, periodista, analista internacional y escritor el domingo 05/04/2015 y publicado http://www.aimdigital.com.ar de la Ciudad e Paraná, Provincia de Entre Ríos.


Fue un hecho geopolítico inédito en la historia continental desde las guerras de Independencia, aunque esa ayuda no significó en todos los casos apoyo político a la Junta genocida.

De hecho, este aspecto dividió aguas en el mapa diplomático latinoamericano. 

Los gobiernos de Chile, Colombia y Trinidad Tobago se colocaron del lado de la potencia invasora, Inglaterra, y de su socio global, Estados Unidos.

En sentido contrario, la mayoría del resto de naciones apoyaron a Argentina como Nación, aunque algunos gobiernos se conformaron con el gesto diplomático.

Pero los gobiernos de Perú, Venezuela, Cuba, Brasil, Nicaragua y República Dominicana, aportaron pertrechos bélicos o lo ofrecieron sin haberlo podido entregar, o lo enviaron y la Junta Militar lo abandonó.

Esto ocurrió, a pesar de que algunos gobiernos adversaran al gobierno militar, incluso con denuncias en organismos internacionales por violación de derechos humanos. Para el año 1982, la Junta Militar, comandada en ese momento por el General Fortunato Galtieri, ya estaba denunciada en decenas de países y organismos, por múltiples asesinatos, detenciones masivas, desapariciones y persecución indiscriminada.

Estados Unidos acompañó a Inglaterra contra Argentina, un hecho previsible en la naturaleza imperial de ambos, en el contexto de la Guerra Fría y de la práctica regular de EEUU en la región. El asunto es que con ese apoyo, EEUU contravino todo lo pautado en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).

La Junta Militar esperaba lo contrario, debido a su sociedad con Washington desde 1976. Esto explica la reacción sorprendida de Ronald Reagan, al decir: “nunca creí que se iban a atrever”. El Departamento de Defensa había actuado directamente desde 1976 en Argentina “contra el riesgo comunista”, con el mismo criterio geopolítico que lo había hizo en Chile desde 1970, en Brasil durante el gobierno de Goulart, en Guatemala contra Árbenz, en la Argentina de 1955, y en otros países, regidos por la Doctrina de Seguridad Nacional y la disputa global de la Guerra Fría.

El Tiar fue promovido por Estados Unidos en 1947 para congregar a los Estados latinoamericanos y a EE.UU en un sola entidad militar ante a la amenaza militar de Europa. Según el Tratado, todo Estado parte estaba obligado a defender a cualquiera de sus miembros cuando fuera amenazado o atacado por un Estado extra continental. En 1982 hizo lo opuesto.

En aquella década, ese riesgo solo venía de la Europa fascista y el Japón del Mikado, derrotado dos años antes, en 1945, y del propio Estados Unidos, que metía sus Fuerzas Armadas donde le daba la gana. Al gobierno estadounidense, el Tiar le servía para controlar los ejércitos y Estados latinoamericanos, con guerra o sin ella.

Lo que no esperaban, tanto la Junta como Londres y Washington, era que varios gobiernos adoptaran posturas independientes y apoyaran la reivindicación de Argentina en Malvinas, incluso en el terreno militar, como establecía el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca.

Entre los países que se destacaron por haber hecho efectivo un aporte militar para enfrentar a los ingleses, se cuentan Perú y Venezuela. Ambos gobiernos convocaron a sus poblaciones a la calle contra Inglaterra. Otros quisieron, pero no pudieron o no se atrevieron.

Bajo la responsabilidad criminal de Galtieri y la Junta Militar esa ayuda militar fue mal utilizada o simplemente defraudada, bajo el mismo criterio irresponsable y oportunista con el que había sometido al país a una guerra técnicamente tan desigual, usufructuado muchas donaciones de la población, y manipulado la voluntad nacionalista de los combatientes.

Perú aportó una escuadrilla de por lo menos diez cazas bombarderos Mirage V, artillados con misiles teledirigidos AS30, todos fueron despachados clandestinamente del Perú a Argentina, en abril y mayo de 1982. Una Comisión Investigadora del Senado peruano reveló la ayuda militar años después en una Sesión reservada del 23 de setiembre de 1991: “en abril del 82 … el Primer Ministro Manuel Ulloa-, consultó al jefe de las Fuerzas Armadas Peruanas, si era posible entregarles unos aviones a los argentinos y el jefe militar contestó que sí”, informa el blog conflictomalvinas.com

En Venezuela, el gobierno socialcristiano de Luis Herrera Campins, bajo la presión de un poderoso movimiento nacional contra los británicos y EEUU, decidió aportar piezas militares, en una acción temeraria, tratándose de un país y un gobierno que estaban sometidos a Washington mediante el petróleo.

El general de las Fuerzas Aéreas de Argentina, Rómulo Henríquez, ex agregado militar en Washington durante el gobierno de Arturo Illía, declaró EN 1999 para el libro Reportaje con la Muerte, que dos aviones de la Fuerza Aérea de Venezuela llegaron clandestinamente a Tucumán en mayo de 1982. Esos aviones nunca fueron usados y permanecieron en hangares militares de esa ciudad durante años. (Reportaje con la Muerte, pág. 171, M. E. Guerrero, Ediciones B, Buenos Aires 2002).

Además de los dos aparatos, la Junta recibió gran cantidad de municiones de 7.62mm, bombas MK-82/84, algunos torpedos y tanques lanzables para Mirage III y repuestos para éste avión, según el blog especializado conflictomalvinas.com

Brasil, un país con hipótesis de guerra contra Argentina desde comienzos del siglo XX, aportó dos aviones EMB-111 Bandeirante en versión patrulla marítima para la Armada Argentina. Vinieron a reemplazar a los dos P-2H Neptune que quedaron fuera de servicio luego de la misión del Sheffield.

República Dominicana ofreció públicamente el envío de tropas para apoyar a la Argentina, pero nunca salió de puertos dominicanos. En cambio, Uruguay, que había mantenido una posición equidistante, modificó parcialmente su postura y ofreció ser mediador en el canje de prisioneros entre la Argentina y Gran Bretaña, preparó el Operativo Maíz para habilitar el Hospital Militar y el Hospital Maciel para recibir heridos argentinos de guerra, y además, habría pasado datos al gobierno argentino para detectar submarinos y buques sospechosos, pero esto nunca fue confirmado.

Cuba, que había cumplido órdenes de Moscú favorables a la dictadura en 1976, decidió facilitar información de la KGB en Londres sobre el lugar del desembarco de las fuerzas inglesas. La Habana ofreció dos batallones de casi 6.000 hombres de tropas especializadas en combate en clima frío, entrenados por los rusos en Siberia, además, de aviones MIG-21 pilotados por cubanos, MIG-23BN Flogger H, especializada en ataques antibuque y submarinos clase “Foxtrot”. Ninguno de esos aparatos o equipos pudieron desembarcar en territorio argentino.

Otro gobierno que tampoco pudo cumplir su ofrecimiento de ayuda militar fue Nicaragua. Públicamente había anunciado estar dispuesta a enviar tropas entrenadas en la guerra a los “Contras”, además de municiones para los cañones AA de 20 y 35mm. Panamá, un pequeño país del Istmo, con un pequeño ejército, se limitó al apoyo diplomático.

Tres países europeos también se atrevieron a colocarse del lado argentino, aunque más por razones de competencia geopolítica con la agresiva Inglaterra: España fue el único país europeo-occidental que condenó el ataque británico y votó contra la Resolución de la ONU, y trascendió que habría enviado “extraoficialmente” un paper con indicaciones técnicas sobre los Harriers ingleses, por ser el mismo modelo operado por su Armada.

La URSS, en cambio, en agradecimiento a Argentina por el trigo y la carne aportada contra el embargo norteamericano, suministró fotos satelitales y utilizó aviones TU-95 desde Angola para seguir a la Flota británica. Se sabe que también desplegó en la zona de conflicto un submarino nuclear y uno de propulsión convencional para hacer seguimiento a los buques británicos. El blog citado sostiene que también facilitaron sus equipos de comunicación de alta tecnología para que los diplomáticos argentinos pudieran comunicarse con Buenos Aires sin ser infiltrados.

Irlanda e Italia, se limitaron, como lo hicieran Panamá y otros países latinoamericanos aliados de EEUU, al apoyo diplomático.

En cambio, el gobierno de Kadaffi en Libia, ofreció la lista de armas de guerra más completa: 15 misiles aire-aire Matra R530 con cabeza buscadora por infrarrojos, cinco misiles aire-aire Matra R530 con cabeza de autoguiado por radar semiactivo, 20 misiles aire-aire R550 Magic, 20 misiles Istrella con lanzador Kasef (SAM-7), 60 misiles Istrella con lanzador Maksuf (SAM-7), 10 morteros de 60mm con accesorios, 492 proyectiles de mortero de 60mm, 10 morteros de 81mm con accesorios, 498 proyectiles de mortero de 81mm superexplosivo, 198 proyectiles de mortero de 81mm iluminantes, 1000 bombas iluminantes de 26,5mm, 50 ametralladoras calibre .50, alrededor de 49.500 proyectiles calibre .50, unas 4.000 minas antitanque, más de 5.000 minas antipersonales y el compromiso de buscar misiles AM.39 en el mercado negro de armas.

Aunque conflictomalvinas.com lo da como un hecho consumado, nunca se pudo confirmar si este paquete llegó y fue usado en Malvinas contra el imperio inglés.

Aviones ingleses sobre el Cementerio de Darwin


Así es la base militar británica en Malvinas