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martes, 22 de julio de 2025

Nuevo Virrey para la República Argentina... @dealgunamanera...

El embajador de Trump en Argentina opinó sobre Malvinas: "No reconocemos la soberanía de Argentina ni del Reino Unido"...

Lamelas en la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado de EEUU. Fotografía: Captura Web.

Ante el Senado de EEUU, Peter Lamelas elogió a Javier Milei y lo definió un "amigo del presidente Trump". Respondió sobre cómo contrarrestará el estrecho vínculo comercial y militar del país con China, el futuro de las inversiones, el interés por las tierras raras y la AMIA.

© Escrito por Cecilia Degl'Innocenti el martes 21/07/2025 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

En su presentación ante el Senado de Estados UnidosPeter Lamelas, futuro embajador en Argentina, dejó claro que la postura de Washington sobre el status de las Islas Malvinas. "Las islas son un tema que Estados Unidos no reconoce la soberanía ni de Argentina ni del Reino Unido", sostuvo. El designado por Donald Trump, que llegará a Buenos Aires en caso de ser aprobado por el Congreso estadounidense, respondió a las preguntas de los senadores reunidos en la Comisión de Asuntos Exteriores este martes 22 de julio.

La exposición, que reunió a postulantes a embajadas de otros "aliados clave" de Washington como Bélgica y Polonia, tuvo como tema recurrente la preponderancia de China, especialmente en América Latina, un tema que preocupa tanto a republicanos como a demócratas. Consciente de la estrecha cooperación comercial y militar de Buenos Aires con Beijing, el senador repubilcano Pete Ricketts (Nebraska) fue incisivo con la pregunta al postulante para representar los intereses estadounidenses en Argentina: la piedra en el zapato que supone el status del archipiélago de Malvinas, el enclave colonial de su histórico aliado, el Reino Unido, en el Atlántico Sur.

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En esa línea, Ricketts destacó el hecho que Argentina busque otras opciones para modernizar su Defensa y que mire a Beijing con buenos ojos, especialmente por la limitación que supone al veto británico a la compra argentina de sistemas de armas que tengan componentes de ese origen, como ocurre con la industria estadounidense (un tema que resonó durante las negociaciones por la compra de los aviones caza F-16 frente a la opción sino-pakistaní JF Thunder).

Lamelas subrayó que Estados Unidos mantendrá "una postura neutral" e instó a las partes al diálogo por la Cuestión Malvinas, tal como reconoce la ONU a través del Comité de Descolonización anualmente. "Reconocemos la administración británica de las islas pero mantenemos una postura neutral (respecto a la soberanía)Apreciamos un diálogo continuo entre las partes", respondió, durante la disertación ante la Cámara de Senadores a la que tuvo acceso PERFIL.

En ese marco, también destacó que trabajará para facilitar el diálogo entre los gobiernos de Argentina y Reino Unido: "Estamos más que felices de cooperar con la administración británica" de las islas. Además, dijo que buscará maneras de "contrarrestar" el avance del Partido Comunista Chino en materia militar, al fomentar el intercambio de suministros militares con Buenos Aires, sin dar mayores detalles.

Javier Milei y Peter Lamelas se conocieron en la residencia de Trump en Mar-a-Lago.

Peter Lamelas presentó sus cartas para ser embajador de EEUU en Argentina.

Lamelas, quien se presentó como un ejemplo del "sueño americano", relató con emoción su historia personal como inmigrante cubano. "Mi familia emigró legalmente desde Cuba. Nos llamaron 'gusanos'," compartió, refiriéndose a las dificultades de su llegada a los Estados Unidos y con fuertes críticas al castrismo. Continuó diciendo que, al llegar a ese país, "logró el sueño americano (American Dream)" y destacó su trayectoria como médico y empresario.

El dato no es menor considerando las negociaciones del acuerdo arancelario entre Argentina y Estados Unidos, protagonizado por el lobby de los laboratorios de ambos extremos del continente. "Las compañías farmacéuticas estadounidenses no tienen la misma protección de la propiedad intelectual que tienen en Estados Unidos. Voy a defender el estándar global sobre las protecciones de la propiedad intelectual", sostuvo, en un guiño a uno de los ejes de la política arancelaria trumpista.

En ese sentido, elogió la política económica del presidente Javier Milei, a quien definió como "un amigo de Donald Trump", citando al presidente estadounidense. Su declaración dejó entrever más que una estrategia: fue un respaldo político explícito al presidente argentino. "Respeto y admiro la pasión del pueblo argentino, y respeto y admiro al presidente Javier Milei", afirmó el nominado por Donald Trump. "Es economista y tiene visión de futuro. Es el primer presidente libertario elegido por el pueblo y está haciendo mucho para transformar el país", agregó Lamelas, quien además celebró la baja en los índices de inflación, respaldando la retórica del mandatario libertario quien advirtió que, sin su impronta de gobierno, se hubiera disparado una hiperinflación en el país.

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"Es increíble que en Estados Unidos le demos mucha importancia a ese tipo de inflación, pero en Argentina, la tasa era de tres dígitos. De hecho, se encaminaban hacia la hiperinflación", mencionó Lamelas, quien conoció personalmente a Milei en uno de los cónclaves conservadores realizados en la residencia de Trump en Mar-a-Lago, Florida. .Y cerró con una frase que sintetizó su posición: "Podemos aprender mucho de él, y él también podría aprender mucho de nosotros".

En otro tramo de su disretación, el designado por Trump también destacó que uno de los principales retos de su trabajo en Buenos Aires será disminuir las trabas para facilitar el comercio bilateral, como las demoras en los puertos o el cepo cambiario, sin perder de vista los intereses de Estados Unidos. "Trabajaré para que los recursos de Argentina, incluidas las tierras raras, puedan beneficiar a nuestras dos naciones", afirmó, dejando entrever uno de los principales ejes de la competencia con Beijing: la disputa por los recursos naturales, un área en que Argentina juega en las ligas mayores.

El senador estadounidense James Risch, moderó la exposición del candidato a embajador en Argentina, Peter Lamelas.

Los "actores del mal" y la injerencia china en la región.

En otro tramo de su intervención en el Senado, Lamelas dejó claro que la lucha contra "actores del mal como los regímenes de Cuba, Venezuela, Nicaragua, China, Iran" será crucial para garantizar la estabilidad regional. Parte de su narrativa incluyó una mención a Cristina Fernández de Kirchner y la "lucha contra la corrupción", celebrando la decisión firmada por el secretario de Estado Marco Rubio de restringir el acceso a su país de los familiares de la expresidenta, entre otras figuras, previo a la ratificación de la condena por la causa Vialidad.

Siguiendo la línea de los asuntos internos de Argentina que preocupan al establishment político estadounidenseLamelas también respondió ante una consulta de la republicana sobre la causa AMIA. "¿Cómo evalúa los esfuerzos de Argentina para que los responsables rindan cuentas?", consultó Jacklyn Sheryl Rosen. El futuro embajador respondió que es una "verguenza" y que "apoyo los esfuerzos de Milei" para "conocer el fondo de la cuestión". "Haré todo lo posible para hablar en contra de esto y para enjuiciar a los responsables", dijo.

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Hacia el cierre, volvió sobre un tema central para la diplomacia estadounidense: cómo "contrarrestar" la influencia china en América Latina y, en particular, en la Argentina libertaria. "Debemos expulsar a China poco a poco", sostuvo refiriéndose a la necesidad de alinear a Argentina con los intereses geopolíticos de Estados Unidos. Señaló que trabajará para disminuir la influencia de Beijing y su presencia en la región, en especial en sectores como el comercio y el suministro de materiales estratégicos. Dijo que su prioridad será "aumentar el comercio y la inversión en Argentina", con foco en sectores clave como el energético.

En particular, mencionó el yacimiento de Vaca Muerta, una pieza estratégica en la disputa energética- "Creo que podríamos ser quienes proporcionemos gas natural licuado a Argentina en lugar de Bolivia", señaló. Y agregó: "Lo que Argentina necesita es una solución a largo plazo". Lamelas insistió en que Estados Unidos tiene la tecnología para hacerlo y se mostró dispuesto a avanzar en acuerdos bilaterales que reemplacen a los actuales proveedores. "Ese tipo de alianzas me gustaría establecer y promover para aumentar los negocios y el comercio entre Estados Unidos y Argentina", sostuvo.




sábado, 10 de junio de 2023

La sonrisa del dragón… @dealgunamaneraok...

La sonrisa del dragón… 

Xi Jinping. Fotografía: CEDOC

El último viaje de Massa y su comitiva a China replantea el alineamiento internacional de la Argentina. Los acuerdos con Xi Jinping y el frío de EEUU. 

© Escrito por  Jaime Neilson, former editor of the Buenos Aires Herald (1979-1986), el sábado 10/06/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

Hace casi veinte años, el entonces presidente Néstor Kirchner anunció que China estaba por invertir tanta plata en el país que en adelante habría que colgar un retrato suyo al lado de aquel del Libertador José de San Martín en todos los despachos oficiales. Aunque el torrente de dinero que Néstor esperaba conseguir nunca se materializó, lo que presuntamente tenía en mente distaba de ser insensato.

Como muchos otros, el fundador de la dinastía K entendía que la expansión económica de China modificaría drásticamente el mapa geopolítico del mundo e intuía que a la Argentina le convendría vincularse cuanto antes con la eventual superpotencia de mañana, emulando así a San Martín que despejó el camino para que el país tuviera una relación estrecha y beneficiosa, que duraría más de un siglo, con el Imperio Británico.  Puede que Sergio Massa, con lo de “Argenchina” cuya aparición festejó, haya fantaseado con asegurarse un lugar igualmente destacado en el panteón nacional.

De resultar ciertas las previsiones de los convencidos de que el futuro se escribirá en chino mandarín, ni el gobierno actual ni sus sucesores inmediatos podrían darse el lujo de minimizar el significado del cambio así supuesto. Después de la Segunda Guerra Mundial, el presidente Juan Domingo Perón, cometió un error garrafal al oponerse frontalmente a la hegemonía patente de Estados Unidos que creía sería pasajera. Andando el tiempo, procuraría reconciliarse con el cada vez más imponente “Coloso del Norte”, pero ya era demasiado tarde. Desgraciadamente para el país, la resistencia inicial del general a reconocer que el orden mundial basado en el poder de Estados Unidos duraría por mucho tiempo, lo hizo consolidar el modelo socioeconómico que está desintegrándose ante nuestros ojos, con consecuencias terribles para la mayor parte de la población.

Sea como fuere, mientras que en 1946 era razonable suponer que países de cultura occidental continuarían desempeñando un papel rector en el mundo, puesto que tanto Estados Unidos como su principal rival, la Unión Soviética, se habían inspirado en ideas netamente europeas, la situación actual es muy diferente. Aunque la elite china ha adoptado una versión sui géneris del marxismo, su forma de pensar debe mucho a sus propias tradiciones, en especial a las confucianas, de suerte que para los demás es aún más difícil entender lo que los motiva de lo que era para los “kremlinólogos” que intentaban descifrar lo que ocurría en el seno del régimen soviético.

El cada vez más autocrático presidente chino Xi Jinping y quienes lo rodean son nacionalistas. Sienten orgullo por lo logrado a través de los milenios por la gran civilización china que, no lo olvidemos, en distintas épocas era por mucho la más próspera e intelectualmente más sofisticada del mundo. Desde su punto de vista, sería natural que China retomara su lugar en el ápice de un orden internacional jerárquico en que los demás pueblos ocuparían puestos más humildes.

Hasta hace poco, China disfrutaba de una relación mutuamente beneficiosa con Estados Unidos en que, a cambio de encargarse de la producción de bienes de consumo y de tal modo ayudar a reducir el costo de vida de los norteamericanos, aprovechaba las ventajas comerciales y tecnológicas que les brindaba el orden mundial regenteado por Washington. Sin embargo, al darse cuenta los norteamericanos de que, con su ayuda, China estaba erigiéndose en una superpotencia rival que se guiaría por valores que les son radicalmente ajenos, llegaron a la conclusión de que habían sido víctimas de una gran estafa. Con todo, si bien quisieran “desacoplarse” de China con la esperanza de frenar su desarrollo económico privándola de acceso al mercado norteamericano, no les será nada sencillo hacerlo sin poner fin a la globalización y de tal manera provocar una gravísima crisis económica mundial que a buen seguro los perjudicaría.

Frente a China, Joe Biden ha resultado ser aún más agresivo que Donald Trump. En Washington, los jefes militares están preparándose anímicamente para una eventual guerra en defensa de la independencia de Taiwán que, para Pekín, es sólo una provincia rebelde que tarde o temprano tendrá que ser reincorporada a la Madre Patria, una guerra que, de acuerdo común, sería una catástrofe aún mayor que la provocada por la invasión de Ucrania por el ejército de Vladimir Putin. Sin embargo, aun cuando los dos gigantes opten por seguir compitiendo de manera pacífica, ambos harán cuanto puedan por aumentar el poder económico, tecnológico y diplomático propio en desmedro de aquel de su contrincante, lo que ya ha comenzado a plantear problemas a los muchos países, entre ellos la Argentina, que quisieran sacar provecho de la “guerra fría” que se ha desatado.

Tanto Estados Unidos como China cuentan con ventajas y desventajas. El sistema político norteamericano a veces parece ser tan disfuncional como el argentino, mientras que la dictadura china tiene forzosamente que privilegiar los intereses de una elite que se cree sin más alternativa que la de tratar de controlar hasta los pensamientos del resto de la población, La legitimidad del régimen depende de un pacto informal según el cual su derecho a gobernar se basa en el éxito innegable de su estrategia económica, lo que entraña el riesgo de que una recesión, o las secuelas del colapso demográfico que ya está incidiendo en la vida del país, darían lugar a disturbios inmanejables.

Por ahora cuando menos, Estados Unidos está tecnológicamente más avanzado que China, pero Xi y quienes lo rodean confían en que el empleo sistemático de la Inteligencia Artificial le permitirá adelantarse. En este terreno, cuentan con la ayuda de “progresistas” norteamericanos que están resueltos a subordinar todo, comenzando con la calidad académica, a la “equidad” racial y sexual, una obsesión que ya está teniendo un impacto muy negativo en las facultades científicas de Harvard y otras universidades aún muy prestigiosas.

Si China tiene una carta de triunfo en la lucha por superar a Estados Unidos en la carrera tecnológica, es la voluntad de esforzarse, es decir, “la cultura de trabajo”, de los integrantes más talentosos de su población. Como acaba de recordarnos Máximo Kirchner que, para extrañeza de muchos, acompañó a Massa en su expedición a los dominios de Xi en busca de dinero fresco, “es admirable lo que hizo China” en el ámbito de la enseñanza. 

TRASTIENDA DE LAS HORAS MÁS DRAMÁTICAS DE SERGIO MASSA

No se equivocó el jefe de La Cámpora, pero olvidó señalar que el sistema educativo chino se destaca por su rigor extremo. A diferencia de lo que es habitual en la Argentina, el país del “ingreso irrestricto” y de la mentalidad facilista correspondiente, en China los jóvenes que quieren ir a una universidad tienen que superar el temible Gaokao, una prueba que figura entre las más exigentes y competitivas del mundo entero.

Para prepararse, es normal que, durante años, millones de adolescentes chinos, cuidadosamente vigilados por sus padres, estudien al menos diez horas todos los días. Si por algún motivo los docentes se declararan en huelga, serían linchados por sus vecinos o, si tuvieran suerte, enviados a un campo de reeducación en alguna región remota, ya que incluso los contrarios al régimen comunista comparten la fe más que milenaria de los chinos en la meritocracia. De más está decir que sería maravilloso que Máximo, impresionado por un sistema educativo que ha contribuido enormemente a la transformación sumamente rápida de China de un país paupérrimo en una gran potencia económica, ordenara a la gente de La Cámpora militar para que la Argentina lo adoptara, pero la posibilidad de que lo hiciera es virtualmente nula.

Según Massa y otros oficialistas, los chinos estarán dispuestos a ayudar financieramente a “Argenchina” con “swaps” ampliados, yuanes y así por el estilo sin pedirle nada a cambio. Dicen que no son como los técnicos pedantescos del Fondo Monetario Internacional que, por razones incomprensibles, quieren que el gobierno preste más atención a los números. Es una ilusión.  Si bien es cierto que en ocasiones el régimen chino aplica criterios que son más geopolíticos que económicos cuando le interesa relacionarse con países en apuros, nunca vacila en aprovechar su capacidad para presionar a los endeudados para que lo apoyen en el escenario mundial, además de obligarlos a hacer concesiones que son lesivas a la soberanía nacional.

Lejos de ser un acreedor blando, como uno de los integrantes principales del FMI, China ha adoptado posturas tan severas como las de Alemania y Japón que están entre los más reacios a continuar aportando al “plan llegar” de Massa por entender que aprobarlo sería contraproducente no sólo para la Argentina sino también para el sistema financiero mundial.

Si resulta que tengan razón quienes prevén que China desempeñe un papel internacional preponderante en los años que vienen, no manifestará mucha simpatía por países que parecen incapaces de mantenerse solventes. Los chinos no se sienten abrumados por “la culpa post-imperial” que aflige a los europeos y, hasta cierto punto, los norteamericanos. Tampoco se sentirán conmovidos por la pobreza extrema en otras partes del mundo; después de todo, tienen derecho a decir que, para superarlo, les bastaría con hacer lo que, a partir de 1979, ha hecho su propio gobierno. Se trataría de una propuesta que, claro está, no motivaría mucho entusiasmo en las filas de kirchnerismo.



    

sábado, 3 de diciembre de 2022

Un shock antirrepública… @dealgunamaneraok...

 Un shock antirrepública… 

Recinto. Diputadas y diputados rodean a la presidenta del cuerpo, Cecilia Moreau. Un clima difícil para debatir. 

Este jueves 1°, en la reunión que tenía por objeto renovar las autoridades de la Cámara de Diputados, como se hace anualmente, la oposición no dio quórum con el argumento de una supuesta parcialidad de la presidenta del cuerpo, Cecilia Moreau, en el tema de la elección de los miembros del Consejo de la Magistratura. 

© Escrito por Carlos Heller el viernes 03/12/2022 y publicado por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 


Esto hizo que tuviéramos que sesionar en minoría y aplicar el artículo 37 del reglamento de la Cámara, que establece que si no se eligen nuevas autoridades continúan las preexistentes. 

A continuación se pasó a una sesión que estaba convocada para tratar un extenso orden del día, que mayormente incluía proyectos para mejorar la calidad de vida de la gente y de reconocimiento de derechos. Por ejemplo, la creación de siete nuevas universidades en distintos puntos del país. 

Pese a la ausencia de Juntos por el Cambio, esa sesión logró el quórum necesario, pero cuando comenzó irrumpieron los diputados y las diputadas de esa fuerza y generaron un clima de difícil funcionamiento, con desbordes verbales y gestualidades ofensivas sumamente graves, golpes en las bancas, gritos y gestos obscenos. 

En un momento, un grupo de diputadas del Frente de Todos se levantó y se acercó a la cabecera porque varios legisladores opositores estaban hostigando a Moreau de una manera inaceptable. Realmente, un acto de barbarie. Un verdadero shock antirrepública. 

No puedo dejar de poner este episodio en el marco de lo que hemos vivido recientemente, y que tuvo su punto culminante en el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández.

Antes de eso vimos marchas opositoras con guillotinas, horcas, bolsas mortuorias, dibujos de personas colgadas, ataúdes. O amenazas de ahorcamiento a la misma vicepresidenta, «delante del Instituto Patria o del Senado». Todo lo cual forma parte del mismo clima: no fueron hechos aislados. 

También lo podemos vincular con el inminente fallo sobre la causa Vialidad, sobre el cual Cristina Fernández dijo en su alegato final: «Esto no es un tribunal, sino un pelotón de fusilamiento». Y agregó: «Como lo dije el 2 de diciembre de 2019, al comienzo de este juicio, la sentencia está escrita. Lo que no sabía es que está tan mal escrita que la acusación es una serie de mentiras, incluso sobre hechos que no existieron». Vale recordar que días después del atentado, el diario Clarín tituló: «Cristina entre la bala que no salió y el fallo que sí saldrá». 

En síntesis, esa violencia directa, tanto física como verbal, tiene un correlato con la violencia institucional. Estamos ante una situación de gravedad institucional que debería preocuparnos.

Como en Estados Unidos, donde llegaron a tomar el Capitolio cuando el resultado electoral no favoreció a Donald Trump, o en Brasil, donde grupos opositores al triunfo del presidente electo Lula da Silva exhibían saludos nazis, aquí vemos el recrudecimiento de una derecha antidemocrática y sumamente riesgosa para el funcionamiento de las instituciones. Ante lo cual tenemos que estar en alerta. 


domingo, 27 de marzo de 2022

Guerra con final incierto... @dealgunamaneraok...

Guerra con final incierto...

 Destrucción. En casi todas las ciudades ucranianas el panorama es desolador por los ataques de Rusia. | AFP.

El autor deja por esta vez de lado el escenario político para contar lo que está viviendo en el conflicto bélico.

© Escrito por Nelson Castro desde la Ciudad de Kiev, Ucrania, el sábado 26/03/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

La crueldad de la guerra continúa haciéndose presente a cada momento, a cada metro y a cada paso que damos por la ciudad de Kiev. Hemos sido testigos en estas horas de los enfrentamientos armados y las luchas cuerpo a cuerpo en el barrio de Obolon en las afueras de la capital Ucraniana. 

El sábado hubo intensos combates en Yrpin, una especie de suburbio residencial que combina altos edificios con pequeñas casas de ladrillo y madera. Se nota que allí la vida familiar era lo normal en esta parte del territorio que hoy ha quedado desierto.

Claramente la ofensiva rusa continúa. y, lo que es peor aún, continuará. Es un avance destructor no sólo de las vidas humanas sino de todo aquello que sus pobladores han sabido construir. Casas arrasadas, negocios, plazas y todo lo que encuentren a su paso. 

La defensa de la ciudad se mantiene con una llamativa convicción que crece con el correr de los días: “Nosotros vamos a ganar. Ucrania seguirá siendo libre”, vocifera un hombre al pasar cerca de los periodistas que aquí realizamos la cobertura. 

Esto no deja de ser notable, porque desde el punto de vista de los desplazamientos aún hay mucha gente que opta por quedarse para luchar.

Guerra en Europa: soldados rusos asesinaron a uno de sus propios comandantes.

Teniendo en cuenta como avanza la guerra y el crecimiento de la férrea intención de los ucranianos de resistir, este será un conflicto largo. 

Las dificultades de Rusia para seguir avanzando son evidentes y si no se encaminan las negociaciones, el resultado seguirá siendo indefinido. 

Si nos remitimos a lo que ocurre en el terreno en materia de estrategia y objetivos militares, Rusia no ha conseguido nada de lo que se propuso. 

No ha lograda el dominio completo de ninguna ciudad importante, ni siquiera de Mariúpol, que fue víctima permanente de bombardeos y luchas urbanas. 

Allí se ha visto algo brutal que podríamos calificar casi como un genocidio. Una vez que los ataques cesen en esa zona se podrá tomar una real dimensión de lo que ha sucedido. La resistencia de la gente ha sido admirable.

Sin paz

Las posibilidades de negociación de paz han sido absolutamente infructuosas. Desde el punto de vista político Putin no tiene otra alternativa que ganar esta guerra porque una derrota sería su fin no solamente político sino humano y personal con destinos como la cárcel y/o la muerte.

En el terreno, Ucrania continúa defendiéndose en soledad porque la ayuda que ha llegado desde los Estados Unidos y los países de Europa no termina de tener un efecto concreto en el campo de batalla. 

Occidente ha enviado mucho armamento pero los que luchan son los soldados y civiles ucranianos. 

A esta altura Rusia no quiere que esto se extienda más allá de Ucrania pero nadie puede afirmarlo con seguridad. 

Desde el punto de vista geopolítico, si Putin se lleva la victoria tendrá mayores posibilidades de imponer nuevas condiciones a Occidente. La derrota sería el catalizador para un gobierno de características diametralmente opuestas en Moscú.

Mataron a la periodista rusa Oksana Baulina mientras realizaba una cobertura en Kiev.

Desde el punto de vista profesional, el trabajo se hace cada día más difícil por el aumento en la cantidad de controles y el riesgo que conlleva la intensidad de los combates. 

A esta altura, ya no basta con el chaleco de prensa o la credencial con la autorización correspondiente. 

Cualquiera puede resultar sospechoso de ser un espía ruso. 

Los propios policías nos piden ver en sus celulares las transmisiones en vivo que acrediten que, efectivamente, trabajamos para la prensa argentina. 

Pese a todo ello es una experiencia extraordinaria para cualquier periodista.

Somos pocos los colegas que quedamos en Kiev y vivir la guerra desde aquí nos permite tener la real dimensión de la concentración del poderío político y militar y, por supuesto, de la destrucción que produce la guerra. 

Una contienda cuyo final todavía es incierto.