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sábado, 19 de julio de 2025

Los dilemas del dólar - Hay aquelarre en la cima… @dealgunamanera...

Los dilemas del dólar - Hay aquelarre en la cima…

“Hay que pegarle al chancho, para que aparezca el dueño”. Dibujo: Pablo Temes.

Cruces públicos, internas cada vez más ásperas y un Presidente que apuesta al caos para sostener su relato.

© Escrito por el Doctor Nelson Castro el domingo 13/07/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Nada que haya sorprendido: lo sucedido el jueves en el Senado era cantado. El Gobierno sabía que el Senado le infligiría una derrota categórica. Y eso fue lo que ocurrió.

No hay lógica en los comportamientos del Presidente. . . ¿O sí? Todo está muy revuelto tanto puertas afuera como adentro. Javier Milei llamando “traidora” a Victoria Villarruel, a cuyo denuesto se sumó con vehemencia Patricia Bullrich. La vicepresidenta, a su vez, llamando “terrorista” a la ministra de Seguridad. Guillermo Francos, por su parte, señalando que Villarruel había actuado según lo marcan los reglamentos del Senado. Santiago Caputo y Karina Milei cada vez más peleados. Los pocos puentes de diálogo con los legisladores y gobernadores “dialoguistas”, rotos con la necesidad imperiosa de reabrirlos para evitar que el inminente veto presidencial sea revocado. En fin, un verdadero aquelarre.

Los rostros de la mayoría de los asistentes al acto en la Bolsa de Comercio en el que habló Milei fueron harto elocuentes: sorpresa, azoro, desconcierto, preocupación y poco espíritu celebratorio. Nadie ve un futuro venturoso más allá de los logros indiscutibles que en algunos rubros el Gobierno ha obtenido. A ningún inversor entusiasma una nación con una dirigencia política tan patológica como la de nuestro país. El dólar inquieto de los últimos diez días es producto de esto. Se conocen algunas situaciones de tensión entre Milei y Luis Caputo. El ministro todavía está pagando el costo por la bravuconada que se mandó hace unos días con el dólar, que le está saliendo cara al Banco Central. “El dólar flota. Si tienen pesos y creen que el tipo de cambio está baratísimo, compren”, afirmó Caputo. Lo escuchaban unos 700 ejecutivos que se inquietaron ante las expresiones con aires de canchereada con las que el ministro intentó desafiar a quienes critican la política económica del Gobierno. Nadie se las sabe todas, y al que así lo crea la realidad se encarga de darle su lugar.

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Se está repitiendo un clásico de la Argentina para el cual, hasta aquí, el Gobierno no ha encontrado aún la solución: la falta de dólares. A eso contribuye el dólar barato, que significa que el país es caro. Eso representa una puerta abierta para la salida de divisas y no solamente para los pocos que pueden darse el gusto de viajar y gastar su dinero en el exterior. Un hombre de negocios expresó su preocupación en términos dramáticos: “Volvemos a los extremos de una dirigencia que, más allá del color político, no deja de pegar volantazos. Alguna vez nos tiene que tocar un líder moderado, aunque todos somos responsables de lo que hay”.

La narrativa maniquea entre buenos y malos la usó el kirchnerismo hasta el hartazgo. Ahora trae insultos.

No hay dudas de que la intransigencia de Javier Milei se acentuó luego del plantón que los gobernadores le enrostraron con su ausencia al acto por el 9 de Julio. La rebelión había comenzado semanas atrás, cuando se materializaron los reclamos por un reparto más acorde de la coparticipación. Enseguida aparecieron los primeros papers que terminaron traducidos en proyectos de ley. Hasta allí el diálogo era conducido por Guillermo Francos –como es habitual– pero, al parecer, el Presidente tenía otros planes y necesitaba la excusa perfecta para llevarlos a cabo. Veamos. El equilibrio fiscal es innegociable y al Gobierno le quedaban pocas fichas por jugar a la hora de contener el reclamo de los mandatarios provinciales. En realidad, con razón o no, no tenía el más mínimo deseo de ceder en sus objetivos de política económica. Tampoco hay dudas de que la verborragia del Presidente no ha nacido luego del acto fallido en Tucumán. Si no había demasiado para ofrecer en la negociación, qué mejor que tensar la cuerda para exponer a quienes quieren “destruir al Gobierno”. El relato maniqueo entre buenos y malos, amigos y enemigos, es algo que ya había utilizado el kirchnerismo hasta el hartazgo. Una película trillada que ya nos han contado. Sin embargo, ahora viene en remake con insultos para propios y ajenos, y nuevos estallidos de furia. Una carta que, además de sostener los objetivos macroeconómicos, sirve para fidelizar la tropa propia aunque siempre sean los mismos los que tienen que salir a juntar los platos rotos. Habrá que ver cuánto más soporta el vapuleado grupo dialoguista que todavía cree que vale la pena hacer política.

Si todo este acting fue planeado o espontáneo, poco importa ya. El Presidente sabe que tiene margen para este tipo de maniobras mientras las encuestas le muestren números a su favor. “Jodan todo lo que quieran, los espero el 11 de diciembre”, desafió a todos en alusión a que, luego de las elecciones, con más diputados y senadores logrará revertir todas las leyes que la oposición pueda aprobar hasta fin de año. Habría que recordarle al primer mandatario que, en última instancia, ese es el juego de la democracia. ¿Para qué tanta furia entonces?

Los riesgos de un modelo político y comunicacional taxativo, agresivo y con una alta cuota de chicana y soberbia están a la orden del día. El caso del avión privado que llegó a Aeroparque el 26 de febrero proveniente desde Miami, cuyo equipaje no pasó por la revisión de rutina, es otra muestra de que las cosas no siempre son tan terminantes. El periodista Carlos Pagni había dado a conocer esa información, lo que le valió una catarata de críticas del coro oficial. Sin embargo, los fiscales Claudio Navas Rial y Sergio Rodríguez presentaron un dictamen en el que reconstruyeron los detalles de ese arribo con, al menos, diez bultos de equipaje. Manuel Adorni había dicho que era “imposible” que hubiera ingresado equipaje sin control, que se hicieron todos los controles de rutina y que la pasajera Laura Belén Arrieta solo había entrado al país con un carry on. La Justicia mostró lo contrario y seguirá investigando el caso, cuyas imágenes significaron un baldazo de agua fría para el Gobierno.

La negación y la confrontación sistemática no pueden ser una política de Estado para un país que trata de reconstruirse y salir adelante en paz y con normalidad.



 

domingo, 1 de diciembre de 2024

Ficha Limpia. Se impuso la casta… @dealgunamanera...

 Ficha Limpia. Se impuso la casta…

Ponga 10 centavos en la ranura. Dibujo: Pablo Temes

Una pregunta: ¿desde cuándo exigirles decencia a los candidatos puede ser usado con fines oscuros?

La corrupción avanza. Ese es el título que mejor define lo que sucedió en las primeras horas de la tarde del último jueves, en la Cámara de Diputados. En medio de un clima de crispación el proyecto de Ficha Limpia cayó por falta de quórum. Falta de quórum que se debió en gran parte, a la ausencia de ocho diputados libertarios. Hubo otras ausencias que también sorprendieron: José Núñez y José Chumpitaz del PRO –un tercero, José Tortoriello está enfermo– y Ricardo López Murphy. Emilio Monzó, por su parte, se movió durante el registro de asistencia.

El Gobierno intentó desentenderse de esto. Las argumentaciones que se dieron desde el Poder Ejecutivo fueron absolutamente no creíbles. Tan carentes de credibilidad fueron que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, tuvo que intentar disfrazar esa decisión diciendo que, en realidad, el Presidente estaba trabajando en una ley más amplia para evitar cualquier sospecha de que el proyecto que no se llegó a tratar, no se circunscribiera a Cristina Fernández de Kirchner (sic). De esta afirmación surge inmediatamente una pregunta pertinente: por qué, entonces, el Gobierno no lo comunicó antes y formuló una propuesta alternativa para ser discutida en el seno del oficialismo, y sus aliados y evitar tanto ida y vuelta. Por otra parte, todo el mundo sabe que Ficha Limpia fue y es una iniciativa de la sociedad civil que nació mucho antes de la condena a CFK.

Las explicaciones del vocero presidencial Manuel Adorni tampoco convencieron. “Vamos a impulsar el proyecto de Ficha Limpia cuando se use para el bien” –dijo Manuel Adorni (sic). ¿Qué significa eso? ¿Desde cuándo exigir decencia a los candidatos puede ser usado con fines oscuros? Según se informó, en diálogo con la diputada Silvia Lospennato, autora del proyecto –que tenía un solo artículo–, Javier Milei se comprometió a enviar el año que viene un nuevo proyecto de ley de Ficha Limpia para que sea tratado por el Congreso. ¿Por qué no lo hizo directamente este año?   

Además, la semana pasada, el proyecto se había caído porque había faltado sólo un diputado para alcanzar el quórum. Es decir que tanto el Gobierno como sus diputados estaban al tanto del tema. De hecho, el dictamen de mayoría de la propuesta presentada por la diputada Lospe-nnato contaba con el apoyo de diputados del PRO, La Libertad Avanza, la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica. ¿Qué hizo, entonces, que ocurriera semejante cambio de parecer por parte de los legisladores libertarios? Ni uno, ni dos ni tres, las ausencias fueron ocho. Categórico.

Claramente, se impuso la casta.

El peronismo se siente cómo en coquetear con el término proscripción. Le encanta victimizarse.

El peronismo azuzó la amenaza del desorden social y las protestas en caso de que la ley fuera sancionada. Cristina Fernández de Kirchner –la condenada, como ella misma, con toda propiedad se autodefine–, es la principal beneficiaria de esta circunstancia. ¿Significa eso que la ley estaba hecha a medida de la necesidad de evitar su candidatura? Ésta es una cantilena que se escucha desde el momento mismo que, en una sentencia irrefutable, se confirmó su culpabilidad en la causa Vialidad. La condenada sabe, además, que seguramente en el futuro habrá más sentencias que le serán adversas.

La novedad que traía el proyecto de Ficha Limpia es que establecía que una persona con una condena confirmada por una Cámara de Apelación no podría presentarse a ninguna elección. Cristina está en esa condición. ¿Equivale eso a decir que la ley está hecha específicamente a su medida para sacarla de la cancha? Definitivamente, no. Sólo una manipuladora puede hacer creer eso. El peronismo se siente siempre cómodo en coquetear con el término proscripción. Le encanta victimizarse y generar los ya desgastados operativos clamor para teñir con un dejo de épica todas sus supuestas hazañas. Lo mismo arguyó el expresidente Carlos Menem cuando fue condenado por la Justicia. Sólo la actitud propia de casta por parte del Senado y la lenidad de la Corte Suprema impidieron que esa sentencia se cumpliera.

La semana dejó otro frente de batalla abierto en el seno de la actividad económica. “No es contra nosotros, es con nosotros”. Esa fue la respuesta de la UIA al plantón del Gobierno en su 30° Conferencia industrial. La presencia de Toto Caputo estaba comprometida y sobre la marcha se había sumado Federico Sturzenegger. Todo fue en vano. El Presidente bajó línea inmediatamente; la orden fue muy clara: “Nadie pisará esa ceremonia”. En el Gobierno creen que los industriales no apoyan su plan macroeconómico y que presionan para revertir el atraso cambiario con más devaluación.  Un hombre de negocios intentó poner paños fríos: “Es una pelea de sordos. El enfrentamiento no le sirve a nadie. Necesitamos más diálogo y dejar de lado el látigo y el banquito”. En el Gobierno no abundan los grises. Como ya es sabido, el tridente del poder se siente cómodo en el conflicto. El problema se da cuando las formas toman cierto tinte autoritario. Es cierto que gran parte del empresariado argentino no deja de mirarse el ombligo pero, en el contexto actual, todos deberían estar empujando el carro y alejándose de la discordia. Milei tiene plena confianza en el rumbo de la economía y eso, en ocasiones, lo envalentona y termina cayendo preso de la soberbia. En los próximos días habrá un encuentro reducido entre ambas partes. No hay mucha expectativa, pero todos apuestan a una reconstrucción de la relación. Un industrial avisó: “Acercamiento sí, pero no estamos para que venga nadie a jugar a someternos”.

En el Gobierno exhiben como un triunfo la salida de Pablo Moyano de la CGT. A principios de la semana el hijo mayor de Hugo, redobló la apuesta y criticó a sus excompañeros. El resto de la Central sabe que no es momento de tensar la cuerda con un gobierno que logró bajar la inflación, terminar con el déficit fiscal y sostener la estabilidad cambiaría. Se acerca fin de año y las principales variables son favorables al Gobierno. El 2025 no será fácil. La gente, que viene haciendo un esfuerzo descomunal, tendrá la última palabra.




domingo, 3 de noviembre de 2024

Confianza en Trump... @dealgunamanera...

Confianza en Trump… 


El Gobierno espera que el magnate republicano gane las elecciones para recibir una ayuda de los amigos en el FMI.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 02/11/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


Más allá del estrépito, la salida de Diana Mondino de la Cancillería era algo ya sabido. El estrépito fue producto de un hecho que dejó al descubierto la falta de comunicación interna del Gobierno. El voto argentino en la Organización de las Naciones Unidas fue, históricamente, contrario al embargo contra Cuba. Es un voto que tiene un valor meramente simbólico. La catastrófica situación de atraso y pobreza que soporta la ciudadanía cubana no está causada por ese embargo, sino por la concepción anacrónica de un régimen totalitario y autocrático cuyos dirigentes viven en medio de una opulencia escandalosa.  

Diana Mondino se ha encargado de decir que ese voto había sido puesto en conocimiento de la Casa Rosada antes de ser emitido. Hasta ahora no ha habido respuesta desde la Presidencia. Eso, sumado a las palabras elogiosas del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, hacia la exministra indica que hay voluntad de no tirarla por la borda. Sin embargo, queda clara la brutal forma de ejercer el poder que tiene el Presidente. Lo que sí hubo fue un comunicado dirigido al personal de la Cancillería, cuyo párrafo final sembró inquietud y encendió alarmas “… el Poder Ejecutivo iniciará una auditoría del personal de carrera de la Cancillería, con el objetivo de identificar impulsores de agendas enemigas de la libertad”. Una cosa es que el cuerpo diplomático lleve adelante las políticas que emanan del gobierno de turno –esa es, al fin y al cabo, su tarea– y otra muy distinta es que todos sus integrantes piensen de la misma manera. La caza de brujas ha formado parte de los usos y costumbres del kirchnerismo, del peronismo y de los regímenes militares. El ideario libertario prometió otra cosa. Ese tipo de reacciones van en contra de los postulados de la libertad.    


Diana Mondino hizo saber que la Casa Rosada conocía cómo se iba a votar en la cuestión de Cuba.

Un ejemplo de la volubilidad de la política vernácula lo representa el caso del reemplazante de Mondino, el flamante ministro de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein, quien se venía desempeñando como embajador de la Argentina ante el gobierno de los Estados Unidos, supo ser un acérrimo acólito de Cristina Fernández de Kirchner. “Habíamos podido abandonar el modelo de especulación financiera por uno de producción y, además, éramos de los países más desendeudados del mundo”, escribió el flamante ministro en 2011. El problema no es solo el cambio de opinión. Al fin y al cabo, ahí está el caso de Daniel Scioli, que también se desvivió en elogios hacia la expresidenta –que no le evitaron ser despreciado por ella– y hoy es funcionario estelar de este gobierno que le permite por estos días subirse a la ola del fenómeno Franco Colapinto e intentar traer la Fórmula 1 a la Argentina. El problema es de esencia moral: haber apoyado al kirchnerismo significa haber convalidado la corrupción reinante en esos gobiernos y el proyecto autocrático  –y por ende antidemocrático– que encarnaban. Queda claro que a La Libertad Avanza le está costando demasiado mantener una línea de coherencia entre sus nuevos funcionarios. En este mismo contexto se inscribe también la elección del titular de la Dirección General Impositiva (DGI), Andrés Vázquez, con un controvertido pasado kirchnerista.  

La próxima semana será de gran expectativa en la Casa Rosada como producto de la elección presidencial en los Estados Unidos. Prudente y acertadamente, el Gobierno viene sosteniendo en su discurso una postura equidistante de los dos candidatos. Se prenuncia una elección con un resultado muy cerrado. En el promedio de las encuestas más respetadas hay una ventaja mínima, pero sostenida para Donald Trump sobre Kamala Harris. Es claro que, en el sentimiento de 
Milei
, su deseo es que gane Trump. Su identificación y cercanía con el candidato republicano hace la diferencia para un acceso a la Casa Blanca que no tendría con Harris. Y eso, en el contexto de todo lo que falta negociar con el Fondo Monetario Internacional, pesa. Lo vivió Mauricio Macri: de no haber sido por su amistad con Trump, el extraordinario –y controvertido– préstamo que el organismo le dio al país no se hubiese materializado. Como ya se vio, en las filas del trumpismo, la figura de Milei despierta apoyo y euforia. De ser elegido, habrá que ver cuánto de todo esto se traduce realmente en medidas de apoyo para el gobierno argentino.  


El paro mostró que dirigentes como Pablo Moyano no entienden el cambio que vive la Argentina.

Mientras tanto, en la política de cabotaje, viejos fantasmas sobrevuelan la escena. Por un lado, el paro en el transporte que impulsó una parte del gremialismo duro, puso de manifiesto que dirigentes como Pablo Moyano no han entendido el cambio que se está produciendo en la Argentina. Más allá del gobierno libertario, la gente de a pie ya no tolera medidas que perjudiquen su vida diaria en pos de sostener los privilegios de la casta sindical. La Unión Tranviarios Automotor (UTA), el gremio que nuclea a los trabajadores de las principales líneas de colectivos del país, decidió no participar de la medida de fuerza luego de llegar a un acuerdo de recomposición salarial con el Gobierno y las cámaras empresariales. El oficialismo logró así una doble carambola: evitó un jueves sin el servicio de colectivos, aisló a los gremios díscolos y los convirtió –una vez más– en su sparring de cara a la sociedad.  

El otro hecho que se celebró dentro del Gobierno es que CFK se encamina a presidir el PJ. No solo eso, La ex vicepresidenta se reunió con gobernadores y otras figuras del peronismo para ponerse a trabajar de cara a las elecciones de medio término del año que viene. Sergio Massa está incluido en ese combo. Nada nuevo bajo el sol. Queda claro que la oposición no tiene figuras de renovación y les regala a los libertarios la posibilidad de arrasar con el pasado reciente que tanto mal le ha hecho a la Argentina.





domingo, 29 de septiembre de 2024

Cifras Dramáticas. Internas, celos y venganzas… @dealgunamanera

 Cifras Dramáticas. Internas, celos y venganzas…

En caída libre, Javier Milei. Dibujo: Pablo Temes. 

La cintura política del jefe de Gabinete tiene un límite. El Presidente debe poner fin a las disputas en el Gobierno. La pobreza no espera.   

© Escrito por Nelson Castro el domingo 29/10/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


La cifra es tan contundente como dramática: 52,9%. Ese es el porcentaje de pobres que hoy exhibe la Argentina. Llevado a números el guarismo estremece: 25 millones de personas. Es decir que, más de la mitad de la población vive en condiciones de pobreza. Es el número más alto de los últimos veinte años, siendo que desde 2002 la cifra ha sido siempre elevada. Es increíble que un país con las posibilidades de la Argentina esté atravesado por una realidad de la que no puede salir.

Es una realidad de tal dimensión que adquiere la categoría de verdadera tragedia, porque este nivel de pobreza acaba con las ilusiones y aspiraciones de millones de personas, cuyas vidas quedan limitadas a una mera subsistencia.

Repitiendo lo que han hecho los que lo han precedido, el Gobierno salió presuroso a echar la culpa de este presente a la gestión anterior. No es que no le asista la razón: el brutal ajuste que Javier Milei viene implementando desde el 10 de diciembre pasado es consecuencia de la herencia recibida.

Este nivel dramático de pobreza limita las vidas de millones de personas a un nivel de mera subsistencia.

Es verdad que, de no haberse puesto en práctica, hubiese sobrevenido una ola hiperinflacionaria devastadora que hubiera arrojado números peores. Felizmente, eso no ocurrió. Pero como no sucedió, la población no lo experimentó. En cambio, lo que sí está sufriendo son las consecuencias de este ajuste. Y lo que cuenta en la vivencia de cada uno es lo que le acontece y no lo que le podría haber pasado. Javier Milei, primero, y todos sus funcionarios  después, deberían tener esto muy presente.

Lo que sí está claro es que para la próxima medición no habrá excusa: ese guarismo reflejará el éxito o el fracaso del programa económico llevado adelante por el Gobierno.

En su breve paso por Nueva York, tanto el Presidente como el ministro de Economía, se llevaron una idea clara de las dudas que se generan entre quienes apoyan decididamente sus objetivos. En las distintas reuniones que tuvo con personas del mundo de las finanzas, Luis “Toto” Caputo escuchó palabras de apoyo, de aliento y también de incertidumbre. Ahí le plantearon con crudeza los interrogantes que generan el atraso cambiario, las dificultades para levantar el cepo y la sustentabilidad política y social del programa económico que llevan adelante. La conflictividad social y política representan problemas a los que los eventuales inversores les prestan mucha atención.

Cuando, invitada por Mauricio Macri, Angela Merkel visitó el país en 2016, vino acompañada por un grupo de empresarios alemanes que, teniendo algún interés en explorar la posibilidad de encarar emprendimientos en diversas áreas, quisieron ver in situ cuál era el nivel de perdurabilidad de las medidas promercado instrumentadas por aquel gobierno de Cambiemos. A esos empresarios les bastaron dos días para darse cuenta de la incapacidad de la clase dirigencial para sentar las bases de políticas estables y previsibles. Conclusión: ninguno de ellos invirtió un peso en la Argentina. “Con Macri coincidimos, pero no sabemos si será reelecto ni qué es lo viene después de él”, comentó en esos días uno de aquellos hombres con contundencia y pena.

Lo mismo sucede ahora. De esto se habla mucho en los ámbitos empresariales. Milei ha construido un personaje que produce fascinación. La tapa de The Wall Street Journal con su foto tomando el martillo para tocar la campana de apertura de la rueda del lunes en la Bolsa de Nueva York, lo demuestra. Pero con eso no alcanza para gobernar un país con las dificultades que presenta la Argentina. Los vaivenes de la casta política y sindical se encargan –con esmero– de mantener al país siempre a un paso del abismo. Sostener un rumbo determinado con acuerdos extrapartidarios es una misión imposible. Sin embargo, esas dificultades se potencian cuando el internismo y los enfrentamientos se producen dentro del propio gobierno. Vale la pena pues detenerse en la renuncia del ahora exministro de Salud Mario Russo.

Milei ha construido un personaje que fascina. Pero eso no alcanza para gobernar un país como la Argentina.

El jueves por la noche el ministro presentó la renuncia. Una parte del Gobierno salió a decir que había sido por “motivos estrictamente personales” mientras que, otra facción, intentó instalar la versión de un supuesto hecho de corrupción que la propia Sandra Pettovello le habría confesado al papa Francisco en su visita a Roma. Al poco tiempo se dijo que, en realidad, esa versión la había soltado un empresario. El rumor, sin embargo, se extendió como un reguero de pólvora. Entrada la tarde del viernes ese relato se empezó a deshilachar. Lo primero que habría que preguntarse es: ¿qué habría ganado la ministra de Capital Humano llevando una historia semejante a la Santa Sede? Nada. Además, al menos tres fuentes gubernamentales confirmaron la buena sintonía entre Russo y Pettovello. En el entorno del exministro aseguran que la cartera de Salud ya venía loteada por hombres de Mario Lugones, el nuevo ministro cercano a Santiago Caputo, que había sido contratado al inicio de la gestión como asesor. El margen de acción real del ministro saliente era cada vez más acotado y su permanencia se hacía insostenible. El joven estrella del gobierno libertario ya le tenía el boleto picado y preparaba su desembarco en la cartera. Un detalle no menor: en el off the récord aseguran que, en realidad, Caputo intentó una doble carambola –voltear al ministro y desgastar a Pettovello–. La ministra de Capital Humano es la única –por fuera de Karina Milei y Santiago Caputo– que tiene una relación de amistad y predilección con el Presidente. Eso resulta intolerable para los guardianes del poder. Una frase surgida del entorno de Russo describe la situación a la perfección: “Cuando el organigrama oficial es tan diferente del informal resulta imposible mantenerse en pie”. Más claro, agua. De un lado resisten Guillermo Francos y Sandra Pettovello y del otro, la hermana presidencial y el joven Maravilla. La cintura política del ministro del Interior para mantenerse a salvo es extraordinaria.

Javier Milei debería ordenar esta situación antes que las internas, los celos y las venganzas, terminen por llevarse puesto mucho más que un ministro.




    

lunes, 16 de septiembre de 2024

Chicanas y turbulencias… @dealgunamanera...

 Chicanas y turbulencias…

¡Qué semanita...! Pato Bullrich. Dibujo: Pablo Temes.

El Gobierno deja atrás una semana intensa de disputas que demuestra la necesidad de que le dé aire a su ala política.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 14/09/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


Fue una semana turbulenta. Otra más. Y lo fue tanto dentro como fuera del Gobierno. El enfrentamiento del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, con Santiago Caputo, el asesor estrella del Presidente, no fue un rumor sino una realidad. “Tanta tensión hizo que Francos terminara en el hospital”, se escuchó decir en tono de chicana por los pasillos del poder a los que no lo quieren mucho a Caputo sobre quien, dicho sea de paso, son cada vez más los que echan pestes dentro del ámbito del Poder Ejecutivo.

Hay una realidad indiscutible: Francos encarna el diálogo y la búsqueda de acuerdos con los sectores de la oposición que le son afines al oficialismo. Caputo, en cambio, no.  La búsqueda de acuerdos es la esencia de la política. El joven maravilla no sabe nada de eso. A ella debió recurrir en definitiva el Presidente en un intento de último momento para convencer a cinco diputados de la Unión Cívica Radical de cambiar su voto y evitar que el frente opositor lograra revertir el veto presidencial a la nueva fórmula de cálculo de haberes para jubilados y pensionados.

Francos encarna el diálogo y la búsqueda de acuerdo con los sectores de la oposición afines al oficialismo.

Ese manotazo de ahogado de Milei dio resultado. El que intentó con algunos dirigentes opositores del mismo partido para evitar el rechazo del DNU por el que se asignaban 100 mil millones de pesos en gastos reservados para los servicios de inteligencia, no. Es increíble que el Presidente no haya advertido  que, a la vista de los nefastos antecedentes del mal uso de los gastos reservados destinados a los servicios de inteligencia, ese proyecto era absolutamente contradictorio con los postulados de transparencia que pregona La Libertad Avanza, y que, el intento de imponer semejante decisión a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia era de imposible concreción.  Logró así un récord: fue la primera vez desde la creación de los DNU –hecho que estableció la Reforma Constitucional de 1994– que se lo rechaza.

Milei ha perdido el foco respecto de lo que representa el veto a la reforma de la fórmula de cálculo de los haberes de los jubilados como así también el atinente a la Ley de Financiamiento Universitario, medidas que perjudican claramente a la población, dentro de la cual hay muchos que lo votaron. Ellos creyeron y apoyaron la idea de terminar con la casta. Pero ni los jubilados ni los estudiantes, docentes y trabajadores de las universidades son la casta. Una cosa es combatir la corrupción que existe en muchos negociados oscuros de las universidades, pero eso hay que hacerlo con las casas de estudio funcionando a pleno y resguardando la calidad que, a pesar del sin fin de dificultades que enfrentan, mantienen muchas de ellas. La educación es esencial.

El Gobierno esperaba un índice de inflación correspondiente al mes de agosto bastante menor. El 4,2% que reflejó el Indec, dejó un sabor amargo en el equipo económico y en el Gobierno en general. Se dio algo que había anticipado Domingo Cavallo: bajar la inflación debajo del 4% va a ser una tarea difícil y larga.

Veremos qué anuncia el Presidente en la presentación de la Ley de Presupuesto 2025, una presentación que tendrá mucho de show, algo que a él le encanta. Milei busca ser el centro de todo. Eso sirve por un tiempo que se acorta si las medidas económicas no logran generar bienestar general, algo que está ausente de este duro presente. Habrá muchas bancas vacías. Un empresario lo definió con tono de suspenso: “Podés ordenar la macro, bajar el déficit fiscal y la inflación, pero si no hay reactivación, la plata en la calle no aparece. Para muchos argentinos ha comenzado la cuenta regresiva”.  

En este ámbito de pelea constante, en la Casa Rosada y el Ministerio de Economía se celebró la decisión del directorio  del Fondo Monetario Internacional de desplazar de sus funciones como encargado de las negociaciones con el gobierno argentino al Director del Hemisferio Occidental, el chileno Rodrigo Valdés, quien fue ministro de Hacienda de Michelle Bachelet. En el Gobierno entienden que de esta manera queda allanado el camino para cerrar un nuevo acuerdo con el organismo que le permita a la Argentina acceder a nuevos fondos sin los cuales levantar el cepo se hace imposible. La persistencia del cepo es un obstáculo para los proyectos de inversiones extranjeras de los cuales tanta dependencia tiene nuestro país.

Una vez más, el principal activo del Gobierno es la ausencia de una oposición real y organizada. No hay nadie enfrente y, según parece, no lo habrá por un buen tiempo. En La Rosada respiran aliviados, pero empiezan a aparecer los primeros sincericidios. “Está bien correr con ventaja, pero algunos lo viven con un dejo de pedantería y hasta soberbia que ni les permite ver que este panorama despejado de nubarrones no durará para siempre” –reconoció una voz que frecuenta los pasillos del poder. No es para menos, el kirchnerismo residual y el rancio por igual, le recuerdan a la gente lo inviable de aquel pasado tortuoso. El paro aeronáutico generó una bronca incontenible entre miles de argentinos que no pudieron llegar a sus destinos. Entre ellos, pacientes que debían ser operados y que tuvieron que reprogramar cualquier intervención. Aerolíneas Argentinas sigue siendo refugio de gremialistas sin escrúpulos –como Pablo Biró– que ganan millones y no resignan poder. La extorsión es su bandera. La empresa convocó a una asamblea accionaria para mediados de la semana próxima para exigir la expulsión de Biró del directorio. A Javier Milei, este tipo de conflictos le vienen como anillo al dedo. La poca inteligencia de Biró no le permite ver ese lado de la película. Kirchnerismo en estado puro.

El principal activo del Gobierno es la ausencia de una oposición real y organizada: no hay nadie enfrente.

El Gobierno iniciará una nueva semana luego de fuertes turbulencias. Debería detenerse a pensar en darle más pista al ala política representada por Guillermo Francos y levantar el pie del acelerador con el látigo y el banquito. La realidad demanda acuerdos urgentes y el oficialismo ya no puede perder más tiempo en chicanas y malos tratos.




sábado, 31 de agosto de 2024

Casta de malditos… @dealgunamanera

 Casta de malditos…

Guillermo Francos. Dibujo: Pablo Temes

Guillermo Francos postergado y vuelve la fantasía del match del león contra todos.

© Escrito por Carlos Fara, Consultor Político, el viernes 30/08/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Después del descalabro que sufrió el Gobierno la semana pasada, y la desautorización que experimentó Macri por parte de sus propios senadores, da la impresión que el expresidente y el actual llegaron a la conclusión de que es mejor firmar una tregua, antes de que se note mucho el tamaño de los egos y las ambiciones de ambos. Como le gusta repetir a Sergio Tomás Copperfield, “¡no te enojés, esto es política!”. ¿Cuánto durará? Sabe Dios, porque este es un juego muy complejo y con intereses cruzados. Para muestra valen algunos botones:

Uno. El kirchnerismo negocia con Lousteau la presidencia de la Comisión Bicameral de Control de los servicios de inteligencia, aparentemente para desairar al Gobierno y con la oposición de Macri;

Dos. El kirchnerismo negocia con el Gobierno para votar a Lijo para la Corte, a lo que se opone Macri;

Tres. Macri negocia con Milei una futura alianza electoral, para empezar a “darse besitos”;

Cuatro. Los socios políticos de Lousteau tiene un túnel construido con el Gobierno a través del “joven maravilla” Caputo; y

Cinco. El primo Jorge suma dolores de cabeza con el otro Caputo.

¿Cómo se llama la obra? “Casta de malditos” (excelente film de Stanley Kubrick).

El cuento del tío

Mientras se desarrolla esta obra, en la sala de al lado se presenta otra función:

  • Lousteau está muy cuestionado dentro de su propio partido, sus bloques y sus bases;
  • Cristina tuvo que avisarles a sus senadores que Villarruel no es peronista, mientras evita que no haya fugas, y maniobra para que su hijo predomine en la pelea interna en territorio bonaerense;
  • Macri se esfuerza por mostrar que él es el líder real del PRO, distanciado de los dos exprecandidatos presidenciales; y
  • Milei tiene un desorden infantil en los dos bloques del Congreso, además del ¿irreversible? cortocircuito con su vice.  

Uno podría decir que los egos han escalado a la cumbre en toda la política argentina. Eso está presente sin duda, pero se deben visualizar las razones estructurales de este desmadre en la matriz de este experimento llamado Milei. Cuando se produce una disrupción de tal magnitud en el sistema político, acompañada de un ajuste fenomenal, hace que todo el espectro viva en tensión, haciendo saltar la térmica en todos los campamentos. En una etapa donde el variopinto Congreso tiene más poder que nunca desde 1983, al oficialismo de turno le costará mucho ordenar a la política. Cuando existen cortocircuitos en la cúpula del sistema, los escenarios posibles se multiplican. Solo cabe tomar como ejemplos los mandatos de De la Rúa y Alberto.

Esto ya es de por sí amenazante para los que quieran hacer inversiones –quién garantiza qué en esta tormenta– imagínese lector/a si el esquema económico del oficialismo entrase en una turbulencia significativa. Estos últimos días le dieron al Gobierno un respiro: los dólares financieros están bastante estables, el Central termina agosto con balance positivo después de dos meses de déficit, la inflación daría otro pequeño paso hacia la baja, el riesgo-país perforó los 1.500 puntos, hay algunos signos de lenta recuperación y el ministro anunció la prometida baja del Impuesto País. Sin embargo, uno) el centro financiero del mundo sigue dudando de nuestra capacidad de pago para 2025 (¿Toto todavía no depositó los dólares para el vencimiento de enero?): ¿default o reestructuración?; dos) el Indec nos anotició que la actividad fue peor de lo estimado; y tres) se proyecta que el Central podría terminar el año tan negativo como cuando se fue Alberto.      

Se necesitan Dibus y Carusos

Un dato importante es que está llegando como viceministro de Economía un ortodoxo que es amigo del vilipendiado Rodrigo Valdés. Por si las gestiones árabes de Toto fallan, se filmará otra película: “Siempre nos quedará el Fondo”. El tiempo pasa y la bala de plata sigue sin aparecer. Al respecto, cabe clarificar varias cosas. Milei cree que Trump lo socorrerá tal como lo hizo con el calabrés, pero eso es dudoso porque a) el “amigo” Claver-Carone probablemente será subsecretario de Asuntos Latinoamericanos y podría pedir la cabeza de Francos; b) difícilmente Argentina sea la prioridad para el magnate y el FMI; y c) ¿cuántos fondos podrían habilitar en marzo? Seguro que algo lejos de las necesidades. ¿Y si gana Kamala, qué pasará?, ¿será vista como K?

Paralelamente afloran algunos debates no prioritarios para la sociedad. Van dos ejemplos: 1) el juzgamiento de Montoneros y 2) las declaraciones polémicas sobre las cuestiones de género. No se juzga aquí la relevancia de los temas, pero estas “batallas culturales” son marginales para la gran mayoría. No salen espontáneamente de boca de los ciudadanos en los grupos focales, y cuando se los consulta específicamente tienden a pasarlos por alto. La angustia económica es lo que pervive en la existencia cotidiana. Por eso el Presidente repite que está jugado a una sola gran cuestión: la inflación, porque por eso lo votaron. Es verdad. El problema es qué pasa cuando el foco de la gente viró hacia el desempleo.

Juan Domingo Milei

Cuando parecía que el Gobierno había hecho un upgrade político al lograr aprobar la Ley Bases y el paquete fiscal, aprobando la materia “Pragmatismo I”, reapareció la fantasía de que en el match Milei vs. Resto del Mundo, se impondrá el Presidente. Para las PASO queda un año y para la general catorce meses. Una eternidad. Lo curioso fue la ausencia de Francos –el “Dibu” libertario– en los sucesos de la semana anterior. ¿Lo relegaron? ¿Creen que con lo que habían logrado ya pueden volver a replicar la historia de Moisés?

Mientras Alberto lleva más de un mes sin poder salir de su casa, hay gente que ya está diseñando un reparto de negocios. Pasa en todo gobierno, mucho más cuando existe un empecinamiento en cambiar las reglas de juego económicas. ¿Habrá una nueva burguesía nacional? Cuando se es tan inquieto, algún jarrón se puede romper.

Por suerte Colapinto recibió el aporte del millón de dólares que le faltaba para subirse a un Fórmula 1 gracias a Bizarrap, porque un muy poderoso empresario argentino ni siquiera le contestó el mensaje.