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lunes, 4 de agosto de 2025

Y los campeones compraron… @dealgunamanera...

Y los campeones compraron…

Parece que no la ve, Luis Caputo. Dibujo: Pablo Temes

El Gobierno debe transpirar la camiseta para que el dólar no se desboque en un contexto político difícil.

© Escrito por Carlos Fara el sábado 02/08/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

With a little help of my friends, (Con un poco de ayuda de mis amigos), el Gobierno logró del FMI cuatro avales: 1) le dieron la guita que correspondía en este tramo, 2) le perdonaron que no haya acumulado suficientes reservas, 3) le bajaron la vara en dicho tema para que no quedara tan en falta, y 4) corrió la próxima revisión al año que viene. Nada mal para el deudor más grande del mundo que tiene el organismo.

De todos modos, fue una semana donde se tuvo que transpirar la camiseta por la fluctuación del dólar. Está dentro de la banda, pero ya no se caerá como un piano como predijo el Presidente en febrero (al menos no va al piso de la banda) y todo hace presumir que irá más cerca del techo. Cosas que pasan en países normales. El problema es que nosotros no somos un país normal… Toto invitó a comprar dólares si estaban baratos, y los campeones compraron. Los perros ladran porque el adorado verde cabalga.

Como parece que no hay mucho traslado a precios, entre otras cosas porque el superávit fiscal es intocable y la recesión disciplina, ¿cuál es el problema? “¿Querían un tipo de cambio más alto? Ahí lo tienen”, piensa el Gobierno. Filosofía Marcelo Tinelli: lo que sucede, conviene. Si hay malas noticias, me sirven, y si hay buenas obvio que también. “Siempre gano”, reflexionará el Presidente en la intimidad. Los créditos en dólares son los más altos en 20 años, el Fondo dice que Argentina será el segundo país que más crezca en 2025, Trump nos pone en la lista de los más favorecidos por su curiosa política arancelaria, ¡y hasta podríamos volver a viajar a EE.UU. sin visa porque regresamos al primer mundo! Claro, nos quedó sin renovar el 25% de los vencimientos en pesos: demasiado manejo chapucero con las tasas y el dólar hizo ruido (los campeones no son giles).

Hoy más que nunca Suscribite

Como todo anda tan bien, el Gobierno puede seguir siendo optimista respecto a ganar en las elecciones de septiembre como en las nacionales. ¡Si hasta el Índice de Confianza en el Gobierno de la Universidad Di Tella volvió a marcar un crecimiento! Como siempre, conviene bucear un poco por debajo de la superficie del agua. Recordemos que dicho índice tiene cinco indicadores, los cuales suelen subir y bajar todos juntos en distintas proporciones. Pero en este caso ascendieron cuatro y descendió uno clave, la evaluación general del Gobierno. Atípico. Además, siempre debe verse la tendencia: en los últimos 8 meses, el índice cayó seis veces y solo subió en dos oportunidades. Como lo venimos comentando en las últimas semanas, hay algunos ruidos en la opinión pública.

¿Son estos ruidos los que llevaron a plantear el “Grito Federal” de cinco gobernadores (o seis), dentro de los cuales están dos de las tres provincias más grandes del país? ¿Cuáles son las potentes razones que los hayan hecho jugarse de semejante manera como entente electoral para octubre? Llaryora ya había calentado el comienzo de semana con su aumento pronunciado para los jubilados provinciales, jugando a ser contracara de la administración Milei. Este “grito”, en términos políticos, quizá sea la noticia más importante de la semana, por eso amerita detenerse en algunos detalles:

  • Cuatro de los cinco pertenecían al ex-Juntos por el Cambio;
  • La inclusión de Nacho Torres certifica lo avanzada que está la disolución del PRO; en cuatro de esas cinco provincias, Milei ganó en la primera vuelta de 2023, con lo cual la movida puede relativizar el crecimiento electoral que espera el Gobierno;
  • Los cinco /seis llegaron a la conclusión que este gobierno “mal pagador” solo entiende si se le muestran los dientes: pues, a contar cuánto tiene cada uno y. desde esa posición. negociarán en la segunda parte del mandato;
  • El 26 de octubre se contarán todos esos votos como trozos de una tercera vía, instalando con más fuerza que la polarización puede no ser tan fuerte como se imagina (recuerden, polarización habrá, la cuestión es qué porcentaje suma el clivaje “libertad vs. kirchnerismo”); más allá de esta entente, también festejaron todos aquellos que serán opciones intermedias en sus respectivos distritos, ya que se instalarán en el debate nacional de otra forma.

Y como si esto fuera poco, una perla adicional acaba de ponerle Nacho Torres: dijo que ese grupo podría tener un candidato presidencial en 2027, como una consecuencia natural de construir una nueva opción. ¿Quiere ser él?, ¿será una candidatura con olor a petróleo?, ¿ya tiene apalabrado el ducto?

Mientras se afilan las armas para la batalla del 6 de septiembre, como lo anticipamos debidamente en esta columna, la discusión pinta más para nacionalizarse, desestimando la fantasía de la provincialización / municipalización. Es curioso: el propio Axel –ideólogo del desdoblamiento– pintó las paredes del Conurbano con la leyenda “Axel o Milei”, echando a la basura el supuesto beneficio que ganó en su relación con el cristinismo, supuestamente para salvar a la PBA de una ola violeta. Eso le viene como anillo al dedo al Presidente y a sus candidatos locales que les sirve debatir más los logros económicos que los baches y la inseguridad.

A propósito de esto, un detalle se metió sin querer ¿queriendo? en el escenario de septiembre: el debate entre Grabois y Massa. El líder de la economía popular dijo que Massa era “el que publica los spots”, abonando su mirada sobre que el renovador era “el que hegemoniza la cosa”. Mucha razón tiene el hijo de “Pajarito” Grabois porque el primer spot de Fuerza Patria lo elaboró caseramente el equipo del tigrense, quien se jacta de su velocidad de reacción al marcar el parámetro de la campaña bonaerense. Uno podría pensar “y los demás ¿se quedaron dormidos?”. Nada le impedía a La Cámpora o al propio Grabois emitir su video en las redes. Precisamente, el spot de la discordia también nacionaliza el debate, lo mismo que hizo CFK cuando emitió el propio ni bien anunció su frustrada candidatura.

Para finalizar la semana, el Presi creó otro triángulo de hierro, esta vez sin él, pero con Francos adentro, nada menos. Hizo bien: como lo dijimos aquí en marzo, el anterior triángulo ya estaba roto.




domingo, 9 de julio de 2023

Un Massa para cada gusto… @dealgunamaneraok...

 Un Massa para cada gusto…


Ser o no ser, esa es la cuestión. Sergio Massa. Dibujo: Pablo Temes

La “kirchnerización” del ministro de Economía es una alerta para los empresarios que ven con buenos ojos su postulación.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 08/07/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Fue una puesta en escena como las que le gustan armar a Sergio Massa. Él ocupando la cabecera de la mesa, flanqueado a ambos lados por el ministro de Transporte, Alexis Guerrera, la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, un grupo de empresarios, que dócilmente aceptan ser tratados de extorsionadores, y sindicalistas del sector.

El que toma la palabra es el ministro de Economía –con breves intervenciones de los otros dos–, que desgrana una larga perorata con cara de circunstancia –es decir, enojo–, transmitida por cámaras propias instaladas en el despacho en donde se celebró esa reunión. Esa puesta en escena en la que aprovechó para, de paso, tirarle un palo al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se completó con algunos títulos publicados en algunos medios en los que se decía que era Massa quien había levantado el paro. Nadie explicó por qué esa decisión del candidato presidencial del oficialismo de intervenir en el conflicto buscando una solución no se produjo en la tarde-noche del jueves, lo cual les hubiera evitado a cientos de miles de personas las penurias que tuvieron que padecer para poder llegar a sus trabajos, objetivo que muchos no alcanzaron.

Esta sobreactuación oportunista del exintendente de Tigre es una de las razones por las que muchos integrantes de la cúpula de La Cámpora, así como también militantes hacen escuchar su disgusto. Esa muchedumbre que navega por la orfandad que crea la ausencia de dirigentes con volumen político es un verdadero eufemismo, para denominar a la falta de liderazgo que existe en ese universo de la anacronía en el cual todo remite al pasado. La épica de lo que fue bueno, no puede faltar.

Camino largo y tedioso

Allí Massa genera desconfianza. Es la misma desconfianza que le tiene Cristina Fernández de Kirchner que, por las dudas, intentó blindarse y se aseguró el dominio de las listas a diputados y senadores en la provincia de Buenos Aires. Sergio Massa es una claudicación de CFK impuesta por la imposibilidad de sostener su candidatura, no por causa de la inexistente “proscripción” sino por la cruda realidad de saber que, si hubiese competido por la Presidencia, le habría aguardado como resultado una inexorable derrota. La jefa aún no puede digerirlo. La “kirchnerización” de Massa debería ser una alerta para aquellos sectores empresariales que pretenden ver con buenos ojos su postulación. No deberían olvidar que, en esencia, es un mentiroso, lo cual encaja perfectamente en la tipología K. Sin embargo, existe un Massa para cada paladar. Hay un modelo progresista que quiere, pero no logra coquetear con La Cámpora y el kirchnerismo duro. Hasta accedió a incluir como asesor al exvicepresidente condenado Amado Boudou, como una muestra de su “flexibilidad”.

Hay también un Massa más políticamente correcto que busca seducir a los empresarios y al círculo rojo y hay un Massa que quiere impregnarse de peronismo clásico, para tentar a los gobernadores. Cada uno puede identificarse con el que más le convenga, pero la pregunta que sobrevuela tanta puesta en escena es lógica: ¿cuál de todos los modelos será el real si llegara a quedarse con el sillón de Rivadavia? Probablemente uno para cada ocasión, como nos tiene acostumbrados a lo largo de su sinuosa trayectoria política.

Mientras tanto, la preocupación principal en el oficialismo pasa por llegar al proceso electoral de la forma más ordenada posible y sin grandes sobresaltos. Tarea difícil o, más bien, imposible. De ahí que haya surgido la posibilidad de generar vía FMI un acuerdo de transición con desembolso de dinero incluido para apaciguar cualquier frente de tormenta. Un detalle no menor: el ministro de Economía que es –además– el candidato del oficialismo, es el principal interlocutor con el Fondo Monetario y, como se cae de maduro, será uno de los beneficiarios directos de las políticas que puedan diseñarse. La ética y la incompatibilidad de funciones es algo que nunca le preocupó al Frente de Todos contra Todos, hoy rebautizado Unión por la Patria. El kirchnerismo sigue siendo experto en escribir relatos teñidos de camuflaje.

Un tembladeral

En la oposición la guerra de guerrillas sigue a la orden del día. Hay en el fondo un problema de base que comparten los postulantes de ambos lados de la grieta. Ninguno de los modelos que se disputan el poder supo canalizar su continuidad política generando uno o más herederos, para suplir a los ya desgastados dinosaurios que custodian la polarización. No hay figuras nuevas que hayan decantado naturalmente como cuadros políticos que aseguren el futuro. Lo de Massa fue un parto por cesárea –más traumático que consensuado– y la brutal pelea a cielo abierto entre la exministra de Seguridad Patricia Bullrich y el alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta es una muestra de que No tan Juntos por el Cambio tampoco supo preparar un sucesor. Tanto Mauricio Macri como Cristina Fernández tienen su enorme cuota de responsabilidad por no haber sabido soltar a tiempo.

El extremo que describe esta parte de la realidad es el caso de los candidatos que saltan de la Provincia a la Ciudad para ocupar cargos ejecutivos haciendo interpretaciones bastante remanidas de la Constitución. Con un abanico de opciones representativo, esto no hubiera sido necesario.

En los últimos días la campaña ha mostrado la peor cara de la política. El ataque directo a las personas, la descalificación y discriminación por orientación sexual, condición física, color de piel y una larga lista de etcéteras, se ha intentado naturalizar y ocultar bajo pretextos pueriles y faltos de empatía. Esto pone de manifiesto la poca calidad personal y profesional de algunos dirigentes que aspiran a ocupar cargos en el país.

No podemos bajar la vara y justificar lo injustificable. Un buen dirigente político debe ser, ante todo, una buena persona.

Sin la más mínima calidez humana y sin nociones básicas de respeto, ningún país tiene destino. La Argentina no es la excepción.



   

domingo, 8 de mayo de 2022

CFK en Acción... @dealgunamaneraok...

¿Quién se quiere llevar el Gobierno a la mesita de luz?


"El" Cámpora. Dibujo: Pablo Temes.

Se acabó la discusión, si es que alguna vez hubo dudas sobre el tema: manda la vicepresidenta.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 07/04/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

La pregunta –que parece infantil– en verdad demuestra que la interna dentro del Frente de Todos Contra Todos está al rojo vivo. El Cuervo Andrés Larroque, referente de La Cámpora y uno de los alfiles de la vicepresidenta en funciones fue el encargado de escalar la discusión: “El Gobierno es nuestro (...) Alberto no se va a llevar el Gobierno a la mesita de luz”. Esa fue la frase que marcó una de las semanas más duras de la coalición bifronte.

“Alberto no va a delegar en nadie la toma de decisiones, ni lo sueñen. En un equipo normal las cosas se discuten y se buscan consensos. Este dejó de ser un equipo normal porque ellos lo rompieron y quieren todo el poder para hacer lo que se les antoje” –dijo un hombre cercano a la Rosada, 24 horas después de la reunión de Gabinete.

Los emisarios van y vienen, pero todavía no hay fumata blanca para las negociaciones de las que participan al menos, dos ministros y el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa. El operativo interno de “desgaste” de la figura presidencial sigue en marcha. “Está claro que el problema dejó de ser el ministro de Economía Martín Guzmán, van por Alberto y el control absoluto del Gobierno, de eso no tenemos dudas” –espetó un diputado de JXC para sumar dramatismo a la situación.

La parálisis reinante no afecta solo a los funcionarios de primera y segunda línea de ambos bandos del FdT. El desgobierno ya puso en alerta a diferentes sectores de la política, la producción y el trabajo. “Hoy no es posible poner en marcha ninguna iniciativa que salga del cortísimo plazo. No hay interlocutores válidos en casi ningún sector del Gobierno. No podemos avanzar o negociar tranquilos con nadie, porque no sabemos si cuando se da vuelta le van a mover el piso del otro lado” –resumió con preocupación un hombre de negocios del sector Pyme.

La vicepresidenta viajó a Resistencia para recibir un título de Doctora Honoris Causa. Está claro que este tipo de distinciones que provienen de acólitos y militantes, están flojas de papeles. Un doctorado Honoris Causa se le entrega a una persona a la cual se la distingue por sus logros. Cada universidad tiene sus propios procedimientos para elegir a los candidatos al doctorado Honoris Causa. Dicho esto, lo habitual es que una vez que se presenta una candidatura, sea por decisión de una mayoría o por parte del rector –ella se adjunta con documentación sobre las razones y lo méritos que avalan la nominación– y ante el Comisionado de Doctorado, que se aboca entonces a analizar los fundamentos de tal reconocimiento.

¿Se habrá analizado también el cúmulo de causas judiciales por hechos de corrupción por los que la vicepresidenta está siendo juzgada?  

La larga perorata de CFK, que hizo acordar a sus Aló Presidente con los que semanalmente fatigó la Cadena Nacional de Radio y Televisión a lo largo de sus dos mandatos presidenciales, abundó en imprecisiones, definiciones falaces, contradicciones, narcisismo y falta de autocrítica. Pero, desde el punto de vista de lo que sucede hoy en día, el objetivo más importante fue uno: despreciar a Alberto Fernández, minimizar su figura política y personal y despegarse de un gobierno que no siente propio. Primero volvió a recordar por enésima vez que ella lo eligió para que sea Presidente; en el mismo pasaje del discurso aseguró que era una persona que “no representaba a ninguna fuerza política” y terminó de definir el conflicto interno de manera brutal diciendo que solo podría tener “una disputa de poder” con Sergio Massa, quien lidera el Frente Renovador; Héctor Daer, de la CGT; o Emilio Pérsico, del Movimiento Evita. Léase: el poder lo tengo yo; es mío; Alberto es un don nadie que me debe todo y encima no me hace caso.

A partir de este discurso se acabó la discusión, si es que alguna vez hubo dudas: quien manda es la vicepresidenta. Ella es la dadora de poder. Y, está claro, que está dispuesto a ejercerlo. Por eso, por medio de Sergio Massa, le hizo llegar al Presidente su propuesta –de tono imperativo– de cómo pretende que se organice el Gobierno de ahora en más. Esa propuesta habla de una comisión integrada por ella, su hijo Máximo, Massa, Axel Kicillof y AF que se haga cargo de la gestión gubernamental. Es decir, dicho sin disimulo, una intervención de facto del Poder Ejecutivo que, dejaría de ser unipersonal –como lo dispone la Constitución Nacional– para quedar a cargo de esta comisión de cinco miembros. La iniciativa – un verdadero disparate– fue rechazada por el Presidente y generó incomodidad en Kicillof, cuya relación con el hijo de CFK no pasa por un buen momento. Massa, cuya sintonía con el diputado Kirchner es cada vez mayor, se siente como ganador en medio de todas estas disputas. Su sueño presidencial está siempre ahí.

Todo esto tendrá consecuencias muy concretas y malas sobre la administración gubernamental. Hasta la semana pasada, el objetivo principal de toda la andanada de críticas y acciones de desgaste iban dirigidas al ministro de Economía, Martín Guzmán. Desde ahora en más el sujeto de todo este aquelarre es otro: Alberto Fernández.

Esto y buscar que el Presidente se vaya es exactamente lo mismo. Por muchísimo menos que esto, el kirchnerismo se la pasó calificando de destituyente a Julio Cobos y de traidor a Daniel Scioli durante el primer año del gobierno de Néstor Kirchner. Hasta le llegaron a prohibir la entrada a la Casa de Gobierno por haber sugerido una actualización de las tarifas de los servicios públicos. Escribió Nicolás Maquiavelo: “Si quien gobierna no reconoce los males hasta que los tiene encima, no es realmente sabio”. Alberto Fernández debería haber leído esta frase hace tiempo. Ahora es tarde: CFK va por él.




domingo, 13 de marzo de 2022

Acuerdo con el FMI. Divide y no soluciona nada... @dealgunamaneraok...

Acuerdo con el FMI. Divide y no soluciona nada...

Presidiendo la cámara, Sergio Massa. Dibujo: Pablo Temes.

Panorama desolador: tarifazos, aumento de impuestos, inflación desmedida y falta de empatía de la clase dirigente.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 12/03/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

Parece un loop que la historia se empecina en repetir. Argentina siempre puede estar peor. Precisamente eso es lo que el acuerdo para la refinanciación de la deuda con el FMI refrendado por la Cámara de Diputados evitará en el corto y mediano plazo. El default hubiera significado para nuestro país la caída al abismo.

Más allá de lo que pueda ocurrir en la siempre impredecible Cámara alta, el consenso alcanzado en Diputados dejó más heridos de lo esperado y expuso de manera brutal las ya evidentes divisiones dentro del Frente de Todos contra Todos y de No Tan Juntos por el Cambio. Vamos por partes.

Argentina está en carne viva. La gente no soporta más vivir con una inflación galopante, abrumada por impuestos y por la falta de trabajo. Nada de esto mejorará luego del acuerdo para el que el Gobierno tuvo que ceder como nunca antes lo había hecho al quitar del proyecto de ley los dos anexos que le reclamaba la oposición: el Memorando de Políticas Económicas y Financieras y el Memorando Técnico. El primero era una suerte de plan económico de emergencia que contenía un fuerte ajuste que, como siempre, debería afrontar la gente sin ningún esfuerzo por parte del sector público. 

La oposición no estaba dispuesta a pagar el costo político del ajuste avalando con su voto las medidas que allí se detallaban; menos aún cuando ya se sabía que la mitad del oficialismo no votaría el proyecto de su propio partido. En rigor de verdad, Máximo Kirchner, su madre y La Cámpora nunca vieron a Alberto Fernández y sus funcionarios como propios. El Presidente fue para ellos solo un trago amargo que debían tragar para recuperar el poder y mantener los fueros que le permitirían mantenerse a resguardo del avance de la Justicia. AF y su ministro de Economía Martín Guzmán fueron los grandes perdedores de la semana. El joven ministro se expuso más de la cuenta en la Comisión de Presupuesto y Hacienda al defender con vehemencia la necesidad de incluir su plan económico como contraparte del acuerdo. 

La política es ingrata y, como los votos escaseaban, nadie dudó en pulverizar los esfuerzos de Guzmán y borrar de un plumazo su trabajo, su esfuerzo y su reputación –ya bastante vapuleada–. Es justo decir que, en la situación que se encuentra la Argentina, una nueva línea rectora ordenadora de la economía doméstica es más que necesaria. El planteo de Guzmán tenía cierta lógica, pero carecía por completo de timing político. Eso le recriminaron varios diputados opositores en el patio externo de la sala de comisión del ala “C” del anexo del Congreso: “Estamos para aprobar la refinanciación de la deuda, no un plan económico de emergencia. El ministro tuvo dos años de gobierno para ordenar las cuentas, intentar bajar el gasto público y armar una hoja de ruta consistente y no lo hizo o no lo dejaron.

La bronca con Gerardo Morales volvió a estar a la orden del día. Muchos le achacan haberse cortado solo.

Justo ahora quiere presentar todo de golpe por exigencia del Fondo aplastando a la mayoría de la gente” –exclamó un diputado que formó parte de las negociaciones para pulir el proyecto. Guzmán sabe que quedó muy debilitado. Su viaje a Houston no fue casualidad. Sergio Massa tomó las riendas de la negociación y el ministro no estuvo en la puntada final del acuerdo que él mismo diseñó.

Lo que ocurrió dentro y fuera del recinto ya es historia conocida, pero dejó mucha tela para cortar. El jefe de La Cámpora no bajó para dar quórum y ningún diputado de la agrupación se anotó en la lista de oradores tal vez, para evitar un mal mayor. Entrada la madrugada y a último minuto el hijo de la vice en funciones ingresó al recinto. Su voto fue no positivo, pero la ley fue aprobada por amplia mayoría. Los legisladores del FdT que permanecieron en sus bancas masticaban bronca y le advertían a la oposición que “no se les ocurra probarse el traje de héroes porque ellos no habían salvado al país del default, sino que eran los responsables primarios de la situación”.

Chicanas y chiquitaje de quienes –por cola de paja– se sentían parias de su propio espacio político que no los acompañó. Una vergüenza cuya única explicación es la fractura absoluta como sello final de un gobierno bifronte. En No Tan Juntos por el Cambio, las cosas no salieron mucho mejor. A pesar de la victoria política que significó imponer los cambios al proyecto original, corrió mucha agua debajo del puente.

“Sabés lo que pasa, al final del día y con el paso de los años, la historia va a señalar que votamos a favor del acuerdo, nadie va a recordar las negociaciones de último momento para evitar un proyecto que era un desastre para la gente. La épica que hoy festejamos, quedará en el olvido” –dijo con razón un referente opositor. La bronca con Gerardo Morales volvió a estar a la orden del día. Muchos le achacan haberse cortado solo y cultivar su cercanía con Sergio Massa, uno de los pocos que salvó la ropa. Para colmo de males el jujeño se despachó con un tuit donde felicitaba especialmente a todos los miembros de la coalición, menos a sus compañeros del PRO. Una estudiantina innecesaria. Habrá que esperar qué ocurre durante el comienzo de la semana y cómo se asienta el nuevo escenario.

En el medio está la gente abrumada por un horizonte poco alentador: tarifazos, aumento de impuestos, inflación desmedida y la falta de empatía de una clase dirigente que prefiere cortarse las venas, antes de achicar de una vez por todas el gasto público. 

(Esta columna fue escrita en viaje hacia Ucrania. Nuestro próximo encuentro del domingo seguirá las alternativas del conflicto bélico desatado por la invasión rusa a su vecino país).




domingo, 24 de octubre de 2021

Desencanto. Tomar nota del hartazgo… @dealgunamaneraok...

Desencanto. Tomar nota del hartazgo…

 

¡A las urnas! Cristina Fernández. Dibujo: Pablo Temes 

Esa debería ser la prioridad de la clase política argentina en general como respuesta al humor social. 

Escrito por Nelson Castro el sábado 23/10/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 


El Gobierno transita consuetudinariamente el camino de la sinrazón. Es un ámbito en el que demuestra sentirse cómodo. Todos los días genera hechos que dejan al desnudo la lógica de la ilógica, algo tan propio del kirchnerismo. La muestra de esta semana ha sido todo lo sucedido alrededor del dramático conflicto de violencia que se viene desarrollando desde hace largo tiempo en la Patagonia. Al respecto, una aclaración necesaria: no se trata de toda la Patagonia ya que hay una provincia que no se ve afectada por esta minúscula horda de delincuentes violentos. Por si algún lector no lo advirtió, esa provincia es Santa Cruz. ¿Qué pasaría si algunos de los así llamados líderes espirituales del RAM dijese que el terreno donde están emplazados algunos de los hoteles de la familia Kirchner son lugares sagrados y los usurparan?

 

La carta del Presidente a la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, es de una inconsistencia supina. Y la presentación a favor de Facundo Jones que hizo el embajador argentino ante el gobierno de Chile, Rafael Bielsa, parece sacada de El Reino del Revés, donde un “ladrón es vigilante y otro es juez y que dos y dos son tres”, tal como lo describiera con proverbial maestría la inolvidable María Elena Walsh.  

    

En el Gobierno hay una gran preocupación porque el tiempo les juega en contra. De aquí al 14 de noviembre se tachan los días en el almanaque y todos coinciden en que es prácticamente imposible hacer que se noten los beneficios de las medidas económicas mayoritariamente cortoplacistas impuestas por la Rosada, como el aumento del salario mínimo, la reconversión de planes sociales en trabajo genuino y todo el aparato clientelista puesto al servicio del “plan Platita”. Los números con los que cuenta el oficialismo no son suficientes para revertir el resultado de las PASO, al menos a tres semanas de la contienda definitiva.

 

No obstante –desde el punto de vista matemático– lo sucedido en las PASO en la provincia de Buenos Aires puede ser revertido. Por eso, en lo alto del poder se decidió jugar una carta que no tuvo peso en las primarias. Para el Gobierno, sería el as en la manga para mejorar los resultados finales: el protagonismo de los intendentes. “Sabemos que no jugaron a fondo. En parte es entendible, dieron su mensaje. No toleran a Kicillof, pero tampoco se van a inmolar en las generales. Además, el escenario cambió. Ahora hay varios jefes comunales en los lugares donde se toman las decisiones”. Esa es la lectura que hacen desde la Casa Rosada en un baño de realismo. La intervención de Martín Insaurralde en el Gabinete de la provincia de Buenos Aires –aunque algunos eufemísticamente la califican de “virtual”, en los hechos es absolutamente “fáctica”– generó “un terremoto en el entorno del gobernador” –aseguran–.

 

En el gabinete nacional y en las segundas líneas ocurre algo similar. Insaurralde, Juan Pablo de Jesús, Gabriel Katopodis y Juan  Zabaleta no solo ocupan puestos de poder sino que actúan de manera directa sobre las políticas públicas que pueden tener un efecto directo sobre el Conurbano. En definitiva es poder para los intendentes. “Pueden recomponer fibras que antes estaban cortadas. Aceitar vínculos y agilizar la ayuda –reconoce un peronista que sabe lo que es el terreno.


Hartos de ver a los políticos enfrascados en sus peleas personales


La lectura más directa es que ahora van a jugar con todo. Por eso no llama la atención el almuerzo que mantuvo el Presidente el viernes con parte de su gabinete y más de 15 jefes comunales. Les pidió que salgan a la calle e hizo especial hincapié en el control de precios. Todos los inspectores de las intendencias deben salir a controlar que no haya nuevos aumentos. La orden fue “escuchar a la gente y caminar por el territorio”.

 

Los jefes comunales saben que si el resultado es adverso, al menos tendrán garantizada la asistencia del Gobierno en los próximos dos años del mandato. La mayoría apuesta a salvar la ropa. El clima entre ellos es ahora mucho más distendido.

 

“Aunque a Kicillof y a La Cámpora no les guste, tuvieron que salir a pedir auxilio a los que mandan en el territorio. Nunca se debe su-bestimar a la política clásica” –dijeron en el entorno de un intendente peronista.

 

Hay una realidad que la dirigencia política –toda– debería tener en cuenta a partir de lo que vienen experimentado quienes vienen caminando la calle, tanto en el oficialismo como en la oposición: una parte creciente de la población está harta de las conductas de la dirigencia política en general.

 

Harta de verla enfrascada en peleas personales.

Harta de verla atada al poder para vivir de él.

Harta de muchas de sus conductas.

Harta de ver sus mezquindades.

Harta de ver que, con sus políticas, han hecho de la Argentina una fábrica de pobres.

Harta de ver su falta de eficacia para solucionar los problemas, que hacen de la vida diaria una penuria.

Harta de ver que sus hijos se quedan sin futuro.

Harta de ver pulular al delito, sin que nadie haga algo serio para prevenirlo y combatirlo.

 

“Harto ya de estar harto, ya me cansé de preguntarle al mundo por qué y por qué”, canta Joan Manuel Serrat en Vagabundear. Es lo que les está pasando cada vez a más argentinos. La dirigencia política vernácula debería anoticiarse cuanto antes de ello.