domingo, 1 de diciembre de 2024

Ficha Limpia. Se impuso la casta… @dealgunamanera...

 Ficha Limpia. Se impuso la casta…

Ponga 10 centavos en la ranura. Dibujo: Pablo Temes

Una pregunta: ¿desde cuándo exigirles decencia a los candidatos puede ser usado con fines oscuros?

La corrupción avanza. Ese es el título que mejor define lo que sucedió en las primeras horas de la tarde del último jueves, en la Cámara de Diputados. En medio de un clima de crispación el proyecto de Ficha Limpia cayó por falta de quórum. Falta de quórum que se debió en gran parte, a la ausencia de ocho diputados libertarios. Hubo otras ausencias que también sorprendieron: José Núñez y José Chumpitaz del PRO –un tercero, José Tortoriello está enfermo– y Ricardo López Murphy. Emilio Monzó, por su parte, se movió durante el registro de asistencia.

El Gobierno intentó desentenderse de esto. Las argumentaciones que se dieron desde el Poder Ejecutivo fueron absolutamente no creíbles. Tan carentes de credibilidad fueron que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, tuvo que intentar disfrazar esa decisión diciendo que, en realidad, el Presidente estaba trabajando en una ley más amplia para evitar cualquier sospecha de que el proyecto que no se llegó a tratar, no se circunscribiera a Cristina Fernández de Kirchner (sic). De esta afirmación surge inmediatamente una pregunta pertinente: por qué, entonces, el Gobierno no lo comunicó antes y formuló una propuesta alternativa para ser discutida en el seno del oficialismo, y sus aliados y evitar tanto ida y vuelta. Por otra parte, todo el mundo sabe que Ficha Limpia fue y es una iniciativa de la sociedad civil que nació mucho antes de la condena a CFK.

Las explicaciones del vocero presidencial Manuel Adorni tampoco convencieron. “Vamos a impulsar el proyecto de Ficha Limpia cuando se use para el bien” –dijo Manuel Adorni (sic). ¿Qué significa eso? ¿Desde cuándo exigir decencia a los candidatos puede ser usado con fines oscuros? Según se informó, en diálogo con la diputada Silvia Lospennato, autora del proyecto –que tenía un solo artículo–, Javier Milei se comprometió a enviar el año que viene un nuevo proyecto de ley de Ficha Limpia para que sea tratado por el Congreso. ¿Por qué no lo hizo directamente este año?   

Además, la semana pasada, el proyecto se había caído porque había faltado sólo un diputado para alcanzar el quórum. Es decir que tanto el Gobierno como sus diputados estaban al tanto del tema. De hecho, el dictamen de mayoría de la propuesta presentada por la diputada Lospe-nnato contaba con el apoyo de diputados del PRO, La Libertad Avanza, la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica. ¿Qué hizo, entonces, que ocurriera semejante cambio de parecer por parte de los legisladores libertarios? Ni uno, ni dos ni tres, las ausencias fueron ocho. Categórico.

Claramente, se impuso la casta.

El peronismo se siente cómo en coquetear con el término proscripción. Le encanta victimizarse.

El peronismo azuzó la amenaza del desorden social y las protestas en caso de que la ley fuera sancionada. Cristina Fernández de Kirchner –la condenada, como ella misma, con toda propiedad se autodefine–, es la principal beneficiaria de esta circunstancia. ¿Significa eso que la ley estaba hecha a medida de la necesidad de evitar su candidatura? Ésta es una cantilena que se escucha desde el momento mismo que, en una sentencia irrefutable, se confirmó su culpabilidad en la causa Vialidad. La condenada sabe, además, que seguramente en el futuro habrá más sentencias que le serán adversas.

La novedad que traía el proyecto de Ficha Limpia es que establecía que una persona con una condena confirmada por una Cámara de Apelación no podría presentarse a ninguna elección. Cristina está en esa condición. ¿Equivale eso a decir que la ley está hecha específicamente a su medida para sacarla de la cancha? Definitivamente, no. Sólo una manipuladora puede hacer creer eso. El peronismo se siente siempre cómodo en coquetear con el término proscripción. Le encanta victimizarse y generar los ya desgastados operativos clamor para teñir con un dejo de épica todas sus supuestas hazañas. Lo mismo arguyó el expresidente Carlos Menem cuando fue condenado por la Justicia. Sólo la actitud propia de casta por parte del Senado y la lenidad de la Corte Suprema impidieron que esa sentencia se cumpliera.

La semana dejó otro frente de batalla abierto en el seno de la actividad económica. “No es contra nosotros, es con nosotros”. Esa fue la respuesta de la UIA al plantón del Gobierno en su 30° Conferencia industrial. La presencia de Toto Caputo estaba comprometida y sobre la marcha se había sumado Federico Sturzenegger. Todo fue en vano. El Presidente bajó línea inmediatamente; la orden fue muy clara: “Nadie pisará esa ceremonia”. En el Gobierno creen que los industriales no apoyan su plan macroeconómico y que presionan para revertir el atraso cambiario con más devaluación.  Un hombre de negocios intentó poner paños fríos: “Es una pelea de sordos. El enfrentamiento no le sirve a nadie. Necesitamos más diálogo y dejar de lado el látigo y el banquito”. En el Gobierno no abundan los grises. Como ya es sabido, el tridente del poder se siente cómodo en el conflicto. El problema se da cuando las formas toman cierto tinte autoritario. Es cierto que gran parte del empresariado argentino no deja de mirarse el ombligo pero, en el contexto actual, todos deberían estar empujando el carro y alejándose de la discordia. Milei tiene plena confianza en el rumbo de la economía y eso, en ocasiones, lo envalentona y termina cayendo preso de la soberbia. En los próximos días habrá un encuentro reducido entre ambas partes. No hay mucha expectativa, pero todos apuestan a una reconstrucción de la relación. Un industrial avisó: “Acercamiento sí, pero no estamos para que venga nadie a jugar a someternos”.

En el Gobierno exhiben como un triunfo la salida de Pablo Moyano de la CGT. A principios de la semana el hijo mayor de Hugo, redobló la apuesta y criticó a sus excompañeros. El resto de la Central sabe que no es momento de tensar la cuerda con un gobierno que logró bajar la inflación, terminar con el déficit fiscal y sostener la estabilidad cambiaría. Se acerca fin de año y las principales variables son favorables al Gobierno. El 2025 no será fácil. La gente, que viene haciendo un esfuerzo descomunal, tendrá la última palabra.




Los industriales confunden a Milei con Trump… @dealgunamanera...

 Los industriales confunden a Milei con Trump…

Error. Los industriales aplaudían a un Trump y se encontraron con un Milei. Alguien que, lejos del proteccionismo del estadounidense, los ataca y libera importaciones. Fotografía: Cedoc.

Qué habrán interpretado los industriales argentinos cuando Javier Milei les prometía eliminar al Estado y a cualquier política pública que limitara al libre mercado nacional e internacional. ¿Habrán entendido que el anarcocapitalismo consistía en defender a la industria nacional? ¿O creyeron que Milei, una vez asumido, no iba a cumplir con sus compromisos de campaña? Es posible que todo se trate de un malentendido de origen, producto del optimismo natural de los empresarios. Durante estos meses se la pasaron aplaudiendo a alguien que suponían Donald Trump y ahora descubrieron que siempre fue Milei. 

© Escrito por Gustavo GonzálezPresidente y CEO de Editorial Perfil. El domingo 01/12/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.  

Esta semana la Unión Industrial Argentina celebró su trigésima conferencia. Los industriales habían invitado al Presidente y a su ministro de Economía. Ninguno de los dos fue.  

El Presidente venía de declarar en septiembre que en los últimos años los industriales “se volvieron más dependientes del Estado. A mediados del siglo pasado se decidió que todo se tenía que producir acá y, para proteger a la industria, se le robó al campo”.      

En lo económico, Milei no es Trump, Bolsonaro, Meloni, Orbán ni Abascal. Hay un solo presidente...     

Durante la campaña, Milei casi no habló de la industria. Apenas sostuvo que “van a tener que competir, ganarse el pan con el sudor de la frente o irán a la quiebra”. En la plataforma electoral de La Libertad Avanza ni siquiera le dedicó un párrafo. Los industriales medianos, grandes y pequeños pidieron reiteradamente alguna definición. Siempre les respondieron extraoficialmente diciéndoles que se iría a una “apertura comercial unilateral a la chilena”, porque “el comercio libre produce bienes de mejor calidad a mejor precio”.  

Los industriales que ahora se sorprenden con las actitudes de Milei, quizá querían creer que se encontraban ante un liberal que lo que haría sería resolver el déficit, bajar la inflación y producir una reforma laboral que permitiera producir más con una mayor previsibilidad. 

Dicen que no hay peor sordo que el que no quiere oír.  

Si Milei es un anarquista que detesta la intervención del Estado en el comercio, enemigo de los aranceles y de los límites a las importaciones; si nunca se interesó por la industria argentina y si cuando habló fue para castigar a los industriales; por qué ahora tanta sorpresa.   

Un mundo sin aranceles. En la UIA trataron de minimizar la descortesía de Milei y Caputo. Su presidente, Daniel Funes de Rioja, sólo hizo una advertencia sobre la apertura indiscriminada de importaciones: “El punto es bajo qué condiciones se abrirá la economía. Hay que mirar la experiencia internacional. Hoy tenemos a Estados Unidos protegiendo su producción, Europa, Canadá, Brasil y, desde el punto de vista de las restricciones, tenemos distorsiones fiscales.”      

Tras la confusión inicial de haber festejado a Milei como si fuera Trump, los industriales se encuentran un año después con el peor escenario. En la Argentina hay un Presidente que pretende levantar las restricciones a las importaciones y en los Estados Unidos llega otro, el verdadero Trump, que restringirá aún más el ingreso de productos importados a su país.   

Esto es: las potencias podrán ingresar sin mayores restricciones sus productos, pero el país tendrá cada vez más problemas para ingresar los suyos en esas potencias.   

En ese mismo evento, el titular de la UIA de la provincia de Buenos Aires, Martín Rappallini, se mostró compungido por los ataques presidenciales y explicó que el sector no pedía protección, sino “igualdad de condiciones para competir. El Estado debe nivelarle la cancha a la industria nacional”.     

Cuando Rappallini habla de “igualar condiciones” se refiere a tres reclamos concretos: 1) bajar la presión impositiva local, 2) mejorar la infraestructura competitiva, y 3) modernizar definitivamente la legislación laboral para igualar los costos con los de otros países. 

En cualquier caso, ya se sabe lo utópico que puede resultar intentar igualar las condiciones comerciales de las potencias con las de las naciones subdesarrollados, sin que los Estados brinden algún tipo de protección adicional. Ni siquiera las potencias lo logran.     

Proteccionismo cero. Si Murray Rothbard estuviera vivo (el 7 de enero se cumplirán treinta años de su fallecimiento) sería un duro crítico de Donald Trump y su proteccionismo. Para el anarcocapitalista, ideólogo de Milei, proteccionismo es igual a destrucción de la prosperidad económica. Lo escribió así: “El ímpetu del proteccionismo proviene de la búsqueda de privilegios coaccionados y de la restricción del comercio a expensas de competidores y consumidores eficientes. En la multitud de intereses especiales que utiliza el proceso político para reprimir y saquear al resto de nosotros, los proteccionistas se encuentran entre los más venerables. Ya es hora de que nos los quitemos de encima.”   

La agresividad asertiva de los textos de Rothbard hace que parezcan escritos por Milei.   

¿Por qué entonces la confusión del empresariado en haber creído que Milei podría ser Trump? Más aún: ¿por qué el mismo Milei admira tanto a alguien que es tan distinto a él en lo económico?    

Con los mismos parámetros por los que llama “comunista” a otros proteccionistas y defensores del Estado, también lo podría calificar así al estadounidense. De hecho, hay autores clásicos del liberalismo como el francés Fréderic Bastiat para los cuales proteccionismo y comunismo son iguales.    

La misma dudosa similitud se da entre Milei y un primer ministro como Viktor Orbán, invitado especial a la asunción del libertario. Tan lejos está Orbán del anarcocapitalismo de Milei que el húngaro explica que su modelo es una democracia “iliberal”. O sea, no demasiado liberal, con fuerte raigambre nacionalista, antiglobalista y conservadora.    

Es la misma distancia que existe entre Milei y Giorgia Meloni; una mujer conservadora, nacionalista, con posiciones antimonopólicas y un pragmatismo en su relacionamiento interno y externo que está en las antípodas del dogmatismo libertario. O lo que separa a Milei del proteccionismo nacionalista de Jair Bolsonaro; o de Santiago Abascal, líder de Vox  y heredero español del franquismo, ultranacionalista y confesional.    

Lo que une a Milei con Trump, Orbán, Meloni, Bolsonaro, Abascal y otros líderes mundiales no es el modelo económico.    

Hay un solo presidente anarco en el mundo y es argentino.   

Milei es el único que propone un sistema económico que intenta revolucionar todo lo conocido hasta ahora, y está en las antípodas del conservadurismo, el nacionalismo, el antiglobalismo y de cualquier tipo de regulación (liberal o no) sobre los mercados.   

...anarcocapitalista en el mundo y es argentino. Es el único que no quiere proteger a la industria de su país.    

¿Trump también era zurdo? Los industriales argentinos pueden estar confundidos; pero el Presidente, no. Por eso, antes para Milei, Trump ni siquiera llegaba a la categoría de liberal: “Creer eso es de zurdo burro”, solía decir.    

Hoy es Presidente de la Argentina y se aferra a estos “socios” internacionales por el solo hecho de que no tiene otros presidentes libertarios con los que asociarse.  

En su camino solitario hacia un mundo sin Estados, en el mientras tanto se une a aquellos líderes que no buscan eso, pero que al menos representan a los sectores sociales más refractarios a lo que, genéricamente, se denomina el progresismo. Como él.  

Todos ellos enfrentados a la corrección política internacional, como la defensa de las minorías, las políticas de género o el cuidado del medio ambiente. Son líderes igualados por un mismo populismo comunicacional, violento y enfrentado al escrutinio de los medios críticos tradicionales.  

La confusión ideológica de los industriales parece similar a la de otros liberales y republicanos del PRO, del radicalismo y de cierto peronismo, que creen que Milei también es liberal y republicano.  

Y eso pese a lo que el Presidente les dice y les hace cada semana.  

Lo que confirma, una vez más, una razonable tendencia humana.  

La de siempre creer en lo que nos gustaría que fuera cierto. 





domingo, 24 de noviembre de 2024

Condecoración “Honor al Valor en Combate” al Submarino A.R.A. San Luis (S-32)... @dealgunamanera...

 Integrantes de la dotación del A.R.A. San Luis (S-32) que combatió en Malvinas visitaron al submarino en TANDANOR...



Ex-Submarino 
A.R.A. San Luis (S-32). Fotografìa: Gaceta Marinera

La comitiva estuvo conformada por Oficiales y Suboficiales de destacada actuación durante el Conflicto del Atlántico Sur. El martes pasado, representantes de la dotación del ex-submarino A.R.A. San Luis (S-32), participante de la guerra de Malvinas, efectuó una visita a la unidad que actualmente se encuentra fuera de servicio en las instalaciones del astillero TANDANOR de Dársena Sur.  


© Publicado el viernes 22/11/2024 por el Periódico Digital Gaceta Marinera de la Ciudad de Punta Alta, Provincia de Buenos Aires, República Argentina.


La comitiva estuvo conformada por integrantes de la Plana Mayor del Submarino, entre ellos el Capitán de Navío VGM (RE) Fernando María Azcueta, (Comandante de la unidad durante la guerra); el Capitán de Navío VGM (RE) José Alberto Somonte y el Contraalmirante VGM (RE) Ricardo Luis Alessandrini. A su vez, participaron miembros de la dotación, todos ellos suboficiales superiores de destacada actuación durante la guerra; entre ellos los Suboficiales Benitez, Buchwald, Cuevas, Diaz, Lavarello, Lobo, Rocha, Serrano y Vargas.

La delegación estuvo acompañada durante su recorrido por el Secretario General de la Armada, Contraalmirante Enrique Antonio Balbi, y miembros de la Dirección General del Material Naval de la Armada Argentina. 


A lo largo de la visita, el grupo de Veteranos compartió emotivos recuerdos y anécdotas de experiencias que marcaron sus vidas y constituyen actualmente un capítulo clave en la defensa de nuestra Patria.


El A.R.A. San Luis (S-32) en Malvinas 


El submarino ARA “San Luis” tuvo una notoria actuación durante el conflicto del Atlántico Sur. En dos oportunidades enfrentó a unidades navales y aéreas del grupo de batalla del portaaviones británico HMS “Hermes”. Asimismo, alcanzó mantenerse fuera de la acción de dos submarinos nucleares que tuvieron la misión de interceptarlo y destruirlo. 


A pesar de haber sido detectado y atacado en varias oportunidades por las fuerzas de superficie y aeronavales antisubmarinas enemigas, logró evadir y resistir dichas amenazas. Con sus acciones ofensivas y presencia provocó maniobras evasivas y un gran desgaste a las fuerzas británicas, reconocido por múltiples fuentes internacionales, incluso por marinos británicos participantes de las acciones.  


La Armada Argentina otorgó al Submarino A.R.A. San Luis (S-32) en la condecoración “Honor al Valor en Combate”, en “reconocimiento por los hechos heroicos y acciones de mérito extraordinario realizados en operaciones durante la Campaña Malvinas”.


Ex-Submarino A.R.A. San Luis (S-32). Fotografìa: Gaceta Marinera


Ex-Submarino A.R.A. San Luis (S-32). Fotografìas: Gaceta Marinera





 

Riesgosa apuesta a tomar más deuda... @dealgunamanera...

Riesgosa apuesta a tomar más deuda...​​​​​​​

FMI. El ministro Luis Caputo con Kristalina Georgieva, directora del organismo: en busca de un nuevo acuerdo. Fotografía: argentina.gob.ar


Al Gobierno nacional le bastan, tal parece, algunos datos aislados para afirmar que la recuperación productiva es un hecho. El Estimador Mensual de Actividad (EMAE) que publica el INDEC no respalda ese optimismo. Al contrario, el indicador mostró para septiembre una caída interanual del 3,3%, mientras el retroceso frente al mes anterior fue de 0,3%.  
 

© Escrito por Carlos Heller el sábado 23/11/2024 y publicado por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Lo que puede verse es una gran disparidad entre sectores, con once de ellos por debajo de los niveles de un año atrás. Por ejemplo, Industria manufacturera (-6,2%), Construcción (-16,6%) y Comercio mayorista y minorista (-8,3%).

El propio INDEC admite la relevancia de estos tres rubros, al punto que sus caídas le restan 2,7 puntos porcentuales a la variación interanual del Estimador de Actividad.

Desde luego, el resultado general no es peor debido a la buena  performance de cuatro sectores, entre ellos, particularmente Explotación de minas y canteras (que incluye combustibles, +7,6%) y Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (+3,1%). Es decir, ganadores ligados al sector primario (beneficiado por el mejor clima respecto al ciclo anterior) y al extractivismo.

Entre otras afirmaciones y sin datos que lo corroboren, el presidente Javier Milei dijo en una entrevista reciente: «No sufrimos en actividad ni empleo, los salarios básicos reales están encima que cuando asumimos».

De nuevo, las estadísticas del propio Gobierno y del INDEC refutan estas declaraciones. Hasta septiembre, los salarios registrados reales estaban un 6,8% debajo del valor que tenían en noviembre de 2023 y los del sector público perdían un 16,1%. Solo algunos trabajadores registrados, con convenio, le empatan a la inflación en los últimos meses, pero nadie les devuelve lo que perdieron desde diciembre.

El impacto de la recesión puede observarse, por ejemplo, en el proyecto de presupuesto nacional, que estima para este año una caída del PBI del 3,8%. El INDEC, por su parte, muestra que la tasa de desocupación aumentó del 6,2% en el segundo trimestre de 2023 al 7,6% en el mismo período de 2024. 

Lo cierto es que el Gobierno ratifica su rumbo, más allá de las verdaderas consecuencias en términos productivos o sociales. En ese sentido, sostiene que la meta de déficit fiscal cero no se negocia. El gran problema de estas políticas es que el sacrificio termina siendo en vano, porque en vez de cumplir el objetivo propuesto, terminan por agravarlo. 

La experiencia indica que cuanto más se achica el gasto público para cumplir el equilibrio entre ingresos y egresos del Estado, hay menos actividad, menos recaudación y vuelve a aparecer el déficit.

Recesión. El comercio registró una caída del 8,3% en septiembre de este año comparando con 2023. Fotografía: Jorge Aloy.

El paso siguiente. 

Por el momento, en la Casa Rosada plantean que a las bajas del gasto, los subsidios, los pasivos del Banco Central, la emisión monetaria y la brecha cambiaria (todo eso que llaman la normalización de la economía, obviando la fuerte caída que experimentan la producción y el consumo), le seguirá la posibilidad de refinanciar deuda con bonistas privados que comienza a vencer a partir de 2025.

Por otra parte, el Gobierno anunció que está tomando nuevas deudas con organismos multilaterales. El miércoles pasado, el Banco Interamericano de Desarrollo anunció un préstamo por 2.000 millones de dólares, al día siguiente el Banco Mundial sumó otros 1.000 millones. También se hizo público que se busca un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que según las expectativas oficiales debería incluir el aporte de fondos frescos.

Para el sector privado, en tanto, se procura facilitar ese proceso mediante el Decreto de Necesidad y Urgencia 846/24, de septiembre pasado, que permite que se puedan canjear instrumentos de deuda en pesos por otros en moneda extranjera, o viceversa. 

¿Cuál sería el beneficio de canjear deuda en pesos por nuevos instrumentos en moneda extranjera? ¿O la urgencia para que una decisión tan importante, con canjes «a precios de mercado», no pase por el Congreso? Teniendo en cuenta, además, que se elimina la condición de que se obtenga la mejora de al menos dos de tres variables: tasa, plazo o monto. 

Ante esta especie de anormalidad institucional severa, legisladores y legisladoras de varios bloques políticos logramos que la presidencia de la Cámara de Diputados convoque a una sesión especial que tendrá lugar el próximo martes 26 con el objetivo de rechazar. 

Está claro que el mayor endeudamiento no es una solución, es un verdadero problema. En rigor, los mejores momentos de la Argentina fueron cuando le pagamos al FMI y nos libramos de su tutela, no cuando nos dieron 45.000 millones de dólares, ese fue el peor momento. 

Por eso, se deberían ir construyendo coincidencias en el plano legislativo para formar los consensos necesarios e ir poniendo frenos a los intentos del Poder Ejecutivo de obviar los procesos parlamentarios necesarios.  

El Congreso Nacional es un ámbito privilegiado para ir tejiendo esos consensos, buscando las coincidencias entre aquellos que tenemos la voluntad de poner límites a la avanzada neoliberal o anarco capitalista, como se la quiera definir.

Una larga historia... @dealgunamanera...

Una larga historia...

Semana de la victoria Villarruel. Dibujo: Pablo Temes

Las desavenencias entre presidentes y vices se hunden en el fondo de los tiempos republicanos de la Argentina.

© Escrito por el Doctor Nelson Castro el domingo 24/11/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autònoma de Buenos Aires, República Argentina.

El cargo de vicepresidente es una creación de la Constitución Nacional de los Estados Unidos. Sus funciones son dos: presidir el Senado y reemplazar al Presidente en caso de ausencia temporal o definitiva por viajes al exterior, renuncia, juicio político, enfermedades graves o muerte.   

Ya en la presidencia de Bartolomé Mitre se vivió una situación muy particular. Habiendo tomado Mitre la decisión de ponerse al mando de las tropas de la Triple Alianza –Argentina, Brasil y Uruguay– en la guerra contra el Paraguay, le correspondió a su vice, Marcos Paz, hacerse cargo del Poder Ejecutivo durante todo el transcurso del conflicto bélico. Esto generó innumerables problemas e, inclusive, una delicada crisis de gabinete que obligó a Mitre a dejar transitoriamente su puesto de mando y bajar a Buenos Aires para remediar esa situación.  

Domingo Faustino Sarmiento tuvo una mala relación con su vice, Adolfo Alsina. Esa mala relación quedó inmortalizada en la célebre frase de Sarmiento: “Limítese a tocar la campanilla en las sesiones del Senado”.

Como consecuencia de la gran crisis de 1890, el presidente Miguel Juárez Celman, cuñado de Julio Roca, debió renunciar, debiendo completar el período de mandato su vice, Carlos Pellegrini, cuya gestión hizo historia.

Luis Sáenz Peña falleció durante su presidencia, lo que llevó a José Evaristo Uriburu a asumir la primera magistratura. Lo mismo sucedió con el presidente Manuel Quintana, quien falleció en 1906, correspondiéndole entonces a su vice, José Figueroa Alcorta, completar el mandato. Y, en  la continuidad de una saga fatal, Roque Sáenz Peña también falleció en el ejercicio de la presidencia, por lo  que debió hacerse cargo del gobierno su vice, Victorino de la Plaza.

Con Hipólito Yrigoyen se dio una situación inversa. Habiendo sido elegido presidente por segunda vez en 1928, su vicepresidente, Francisco Beiró, falleció antes de asumir.

El absurdo, siempre presente en la historia política de la Argentina, hizo que algunos gobiernos de facto, absolutamente inconstitucionales, designaran también a vicepresidentes.

La diabetes que padeció Roberto Marcelino Ortiz lo dejó ciego, circunstancia que lo llevó a renunciar. Su vicepresidente fue Ramón Castillo, alguien carente de carisma y de apoyos partidarios importantes, hecho que fue aprovechado por el poder militar para derrocarlo en un golpe de Estado que terminaría siendo el germen del peronismo. De hecho, Juan Domingo Perón fue designado vicepresidente del presidente de facto general Edelmiro Farrell.

La fórmula electoral de las elecciones presidenciales de 1946 y de 1951 fue Perón-Quijano. Hortensio Quijano, a quien Evita llamaba “Mar Caspio”, –por la abundante caspa que poblaba su cabellera– falleció antes de asumir en 1952. Por lo tanto, se produjo un hecho inédito, que nunca más se repetiría en la historia del país: una elección para vicepresidente en la que fue consagrado el almirante Alberto Teisaire.

Durante el gobierno de la Revolución Libertadora, la vicepresidencia provisional fue ejercida por el almirante Isaac Francisco Rojas. Fue tanta la tensión que hubo entre él y el presidente de facto, teniente general Pedro Eugenio Aramburu, que en los subsiguientes gobiernos militares decidieron eliminar la figura del vicepresidente.

Arturo Frondizi tuvo también una relación altamente conflictiva con su vice, Alejandro Gómez quien fue denunciado por ser supuestamente el líder de un intento por apropiarse del gobierno. Por lo tanto, fue obligado a renunciar.

La derrota del candidato de Frondizi ante el peronismo, Andrés Framini, en la provincia de Buenos Aires fue el desencadenante de la asonada militar que, en marzo de 1962, derrocó al gobierno, debiendo en consecuencia asumir el cargo –luego de una osada maniobra política del presidente de la Corte Suprema Dr. Julio Oyhanarte– el entonces presidente provisional del Senado, Dr. José María Guido.

Juan Domingo Perón cometió un grosero error al elegir a su esposa, María Estela Martínez de Perón, como su vice. La salud de Perón era ya muy mala y sus médicos, los profesores Pedro Cossio y Jorge Taiana, advirtieron al Consejo Nacional del Justicialismo que el líder del movimiento no estaba en condiciones de ejercer el cargo de presidente. Su muerte fue algo absolutamente previsible. La desastrosa gestión de su viuda en aquella Argentina convulsionada por la violencia, fue el desencadenante del golpe militar que abrió las puertas a la dictadura más cruel de toda la historia del país.

Hubo tensión entre Raúl Alfonsín y su vice, Víctor Martínez. Sin embargo, el Dr. Martínez fue una persona absolutamente leal al Dr. Alfonsín.

Carlos Menem no dudó en sacarse de encima a Eduardo Duhalde, el vicepresidente de su primer mandato. Por eso lo convenció de renunciar al cargo para competir por la Gobernación de la provincia de Buenos Aires con la promesa de apoyar su candidatura a presidente en las elecciones de 1995. Menem incumplió esa promesa. Su intención era permanecer en el poder, objetivo que logró al conseguir forzar la reforma constitucional que le abrió el camino a la reelección.

Fernando de la Rúa creyó que sacándose de encima a su vice, Carlos “Chacho” Álvarez, su poder se fortalecería. Lo empujó a dimitir y, al hacerlo, destruyó la coalición que lo había llevado al poder. Esto representó el certificado de defunción de su gobierno que terminó en medio de una de las crisis más profundas que padeció el país.

Néstor Kirchner fulminó a su vice, Daniel Scioli, cuando éste informó sobre una posible recomposición de las tarifas de los servicios públicos. Kirchner enfureció y ordenó que se le prohibiera a Scioli el uso del despacho que tenía en la Casa Rosada.

Cristina Fernández de Kirchner también fulminó a su vice, Julio Cobos, cuando éste emitió su “voto no positivo” contra la controvertida Resolución 125 que proponía un aumento de las retenciones a la exportaciones de soja. La ruptura fue definitiva, a pesar de lo cual Cobos, que nunca intentó disputarle el poder a CFK, no renunció.

A CFK no le fue mucho mejor con Amado Boudou. Cuando la presidenta tuvo la evidencia de los hechos de corrupción que involucraban a su vicepresidente, lo condenó al ostracismo político.

Gabriela Michetti fue absolutamente leal a Mauricio Macri, a pesar de lo cual algunos la sometieron a un trato despreciativo.

La relación de Alberto Fernández con su vice, CFK, fue lo que todos vieron: malísima. Y, por lo que se ha escuchado en esta semana, no parece ser mejor la que hay entre Javier Milei y Victoria Villarruel.

Se lee en el Eclesiastés: Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó. La historia de los vicepresidentes en la Argentina, así lo confirma.