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sábado, 24 de mayo de 2025

El efecto Eternauta... @dealgunamanera...

 El efecto Eternauta...

El extraordinario éxito de la serie impacta en la coyuntura nacional y moviliza discusiones sobre la reivindicación de la acción colectiva, el terrorismo de Estado y el desfinanciamiento de la política cultural. Una mirada al debate del momento en la nota de la semana de Revista Acción.

© Escrito por Osvaldo Aguirre el miércoles 21/05/2025 y publicado por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Publicado por primera vez entre 1957 y 1959, con secuelas y reversiones en 1969 y entre 1976 y 1977, El Eternauta está de regreso e impacta en la coyuntura política y cultural que atraviesa la Argentina. La adaptación de Bruno Stagnaro sobre la historieta de Héctor Oesterheld y Francisco Solano López moviliza interpretaciones y lecturas múltiples: la reivindicación de la acción colectiva contra la ideología neoliberal en el poder; la articulación de la historia con la época, en el horizonte de las distopías; el drama del guionista y sus cuatro hijas que repone la discusión del terrorismo de Estado durante la última dictadura cívico-militar y la búsqueda de los niños apropiados por la represión; una producción nacional exitosa en el contexto del desfinanciamiento de la política cultural. La extraordinaria repercusión de la serie abre polémicas e interrogantes.


Uno de los debates refiere a la correspondencia de la serie con la historieta. Para Juan Sasturain puede resultar equívoco. «Hay variantes cuando se produce la traslación de un género a otro, de un soporte a otro. En todos los sentidos. Hoy, la materia narrativa del cine de aventuras y ciencia ficción proviene mayoritariamente del universo narrativo del cómic de superhéroes y sus variantes», dice el escritor, uno de los primeros en estudiar y problematizar la obra. En particular, «El Eternauta se visibilizó para los productores norteamericanos a partir de la tardía, reciente edición lujosa y espectacular de Fantagraphics, primera versión en inglés de la original de Oesterheld-Solano López; ahí la vieron».


​​​​​​​Para el escritor Sergio Olguín, las lecturas en términos ideológicos y políticos «son algo lógico porque Oesterheld fue una persona comprometida que hizo la obra teniendo en cuenta su ideología, como se ve en la evolución de la historieta en sus distintas versiones, y la adaptación de Stagnaro es muy respetuosa en ese sentido; lo que parece forzado es tratar de interpretarlo en el sentido contrario». Sasturain agrega que «la inconcebible tragedia familiar de padre e hijas y su desaparición y muerte durante la dictadura tiene una importancia central en esta coyuntura signada por los intentos, desde el Gobierno ocasional y desde el poder concentrado, del negacionismo más perverso». El presidente Javier Milei difundió una imagen falsa de la serie con un grafiti que lo mencionaba y las cuentas libertarias en X encuentran en la producción de Netflix un respaldo al desguace de las políticas de apoyo a la producción audiovisual y desvinculan la historia de la militancia política de Oesterheld. «Los argumentos de los libertarios que reivindican la iniciativa privada y lo innecesario del INCAA no se sostienen, porque ningún director nace exitoso. Stagnaro dirigió Pizza, birra y faso con apoyo del Estado y Okupas en el canal público. Muchos de los técnicos también salieron de la educación pública y del Enerc», opone Miriam Lewin. En opinión de la periodista y exdirectora de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual, «otra línea de argumentación en el sentido de que el Ejercito es salvador se da de bruces con la realidad: a Oesterheld lo desapareció y asesinó el Ejército».


Para la batalla cultural.

El escritor Ricardo Romero valora «la presencia de Buenos Aires como un personaje más» y la recuperación «del espíritu de la historieta» en la concepción del héroe colectivo. «En una coyuntura como la que atravesamos son factores que no solo hacen que la serie funcione, sino que traiga algo del espíritu rebelde que estamos necesitando; nuevas energías frente a lo que vivimos día a día con el Gobierno nacional», dice.


​​​​​​​«El Eternauta impacta en la famosa batalla cultural que el Gobierno alimenta –agrega el historiador Federico Lorenz–. Es una desmentida en acto del discurso anticultural y antiargentino del Gobierno en tanto ataca elementos constitutivos de la experiencia cultural argentina». Sergio Olguín aprecia que El Eternauta «se mete a fondo con la argentinidad», en la escenografía y en los detalles, «en cómo hablan los personajes, cómo se mueven, cómo viven; a su vez el hecho de que aparezcan Buenos Aires y el Conurbano norte en términos futuristas resulta también muy atractivo». Lorenz menciona aspectos de la puesta en escena como «la aparición de los ferrocarriles, ciertas costumbres, guiños a la audiencia, la presencia de Malvinas y de los excombatientes dialogando sobre su experiencia» y destaca que el ideal de la acción colectiva «tiene significantes muy concretos, no es algo abstracto: el elemento subyacente que la serie transmite –y por eso molesta tanto y por eso también entusiasma tanto– es la reivindicación de la resistencia frente a la amenaza del mal absoluto».


Sasturain define a El Eternauta como «el clásico ineludible de la segunda mitad del siglo veinte: el relato poderoso, revelador, el mito más perdurable que generamos», y resalta la significación de la serie televisiva: «Que una obra de semejante excelencia y eficacia formal y material haya sido resultado del trabajo del talento y los saberes argentinos encuadrados en los parámetros más altos de la producción audiovisual pone en evidencia la estupidez, ceguera y desatino de las políticas de desaliento y desmantelamiento de todos los aspectos de nuestra siempre viva, pese a todo, industria cultural».




miércoles, 30 de abril de 2025

46º Asamblea General Ordinaria - Banco Credicoop Cooperativo Ltdo. @dealgunamanera...

Democrático y humanista…


Imponente. Como cada año, el salón principal del complejo Parque Norte estuvo colmado de cooperativistas que repasaron un nuevo y exitoso año de actividad. Fotografía: Jorge Aloy

Con la presencia de cientos de delegados de todo el país, el Banco Credicoop celebró su 46º Asamblea General Ordinaria. Carlos Heller, presidente de la entidad, repasó en ese marco la compleja coyuntura nacional e internacional.

© Escrito por María José Ralli y Cora Giordana y publicado el sábado 26/04/2025 por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Más allá de lo estrictamente administrativo, la Asamblea General Ordinaria del Banco Credicoop es un espacio de encuentro y celebración, donde los principios cooperativos de participación y democracia se manifiestan más que nunca. La edición 46º, realizada, como es habitual, en el predio Parque Norte de la Ciudad de Buenos Aires, no fue la excepción. Cientos de personas de todo el país llegaron para sumarse a la convocatoria. «Como suelo decir, es impresionante la dimensión de esta asamblea vista desde aquí», dijo Carlos Heller, presidente de Credicoop, para dar la bienvenida. Y dedicó unas palabras al papa Francisco. «Fue un líder global que intervino en debates mundiales para mostrar que hay otro camino posible. Ante el neoliberalismo y las derechas emergentes en todo el planeta, reivindicó la defensa de los más débiles, los marginados y los migrantes. Introdujo debates imprescindibles, como el cuidado de la casa común», dijo Heller e invitó a los presentes a hacer un minuto de silencio en su memoria. El dirigente destacó, además, la presencia en la asamblea de César Basañes, en representación de la Confederación Cooperativa de la República Argentina, y de Julián Moreno, presidente de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios. 

Carlos Heller. El presidente del banco hizo un pormenorizado análisis de la actualidad política y económica. Fotografía: Horacio Paone.

Panorama internacional

«Hoy, como nunca, se observa cómo lo internacional impacta en la cotidianidad», dijo el presidente del banco a continuación, y se refirió a un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, con indicadores que muestran una desaceleración de las perspectivas de crecimiento global. Según este informe «persisten riesgos significativos: la fragmentación comercial, el aumento de los aranceles y una inflación mayor a la esperada podrían llevar a políticas monetarias más restrictivas y a correcciones en los mercados financieros». 

Heller advirtió que esta situación se agravó desde enero con la asunción de Donald Trump en su segundo mandato como presidente de los Estados Unidos. «Desde entonces, se ha puesto en tela de juicio el multilateralismo y la cooperación». También marcó como signos de alarma el aumento de gasto militar en Europa, la caída del empleo industrial y la guerra comercial entre China y Estados Unidos. A la par, abordó el fenómeno de la creciente concentración de la riqueza en el mundo y el peso de la deuda externa en los países del sur global, un tema que afecta especialmente a la Argentina. «La deuda soberana –afirmó– representa hoy el 93% del PBI mundial, frente al 78% de hace una década. El libre comercio es un mito. Hoy queda demostrado que ni el país que más lo promovía lo sostiene».

El impacto en Argentina

Respecto de los aranceles estadounidenses, el dirigente advirtió: «Argentina fue incluida por Estados Unidos en el grupo de países gravados con un arancel del 10%. Este hecho fue presentado como un logro basado en la buena relación con el Gobierno de Trump. Sin embargo, antes de este anuncio, el promedio general era del 2,5%, por lo que el nuevo nivel implica una pérdida de competitividad para nuestra oferta exportadora hacia ese mercado. Algunos sectores, como el acero y el aluminio, enfrentan además un arancel adicional del 25%, afectando gravemente sus posibilidades». A ese impacto directo hay que sumarle el efecto indirecto de la caída del comercio global, que puede afectar los precios de las materias primas y reducir el valor de las exportaciones nacionales. 


Estos factores se suman a una coyuntura nacional marcada por la caída del PBI y la recesión. Según cifras oficiales, el PBI cayó un 1,7%, pese al fuerte repunte del agro (+31,3%) y de la explotación minera, ambas actividades ligadas en parte a condiciones extraordinarias como el fin de la sequía o la obra pública previa en el caso de Vaca Muerta. «Al analizar sector por sector, se observa que la construcción cayó 0,56%, el comercio mayorista y minorista aportó una caída de 1 punto y la industria manufacturera, una baja del 1,5%. Si descontamos el efecto rebote del agro, el retroceso real del PBI en 2024 fue superior al 3%», afirmó Heller.


El consumo privado, en tanto, cayó un 4,2%. «En supermercados y autoservicios mayoristas, las ventas de febrero marcaron una caída del 0,3% y 1% respectivamente», dijo y agregó: «El presidente dijo que en el primer trimestre de 2025 la economía creció 6,6%. Pero ese dato, aunque parcialmente cierto, esconde que en 2024 la caída había sido del 11,1%. Es decir, se está comparando con un piso muy bajo, y ni siquiera se alcanzan los niveles de 2023. Comparando el primer trimestre de 2025 contra el mismo período de 2023, la caída sigue siendo del 5,2%», dijo Heller. También afirmó que la industria manufacturera en el primer trimestre de 2025 apenas creció 1% interanual, pero eso viene después de una caída del 23,2% respecto al mismo período de 2023. «Estos supuestos “brotes verdes” no son recuperación, sino rebotes técnicos».


Dirigentes. Junio, Ghiglione, De Lorenzi, Sitlonik, Giura, Rivera, Heller, Cortés, Sapei, Louzán, Bozzolo y Bastide. Fotografía: Jorge Aloy. 

Los destinatarios del ajuste

 En otro tramo de su intervención, Heller detalló quiénes son los destinatarios del recorte del gasto público. «El gasto primario cayó un 27,5%. El recorte en obra pública representa el 23,7% de esa baja; las jubilaciones y pensiones, el 19,1%; los subsidios económicos, un 14,2%; el gasto de funcionamiento, un 13% (de los cuales el 80% son salarios); los planes sociales, un 12,8%; las transferencias a provincias, 8,8%; y las universidades, 3,3%». Y sintetizó: «El ajuste le cae a la gente». 


También advirtió que, en 2024, los salarios de los trabajadores registrados tuvieron la mayor caída desde 2016, y que el desempleo subió un punto porcentual: del 6,1% al 7,1%, lo que implica 156.000 personas más sin trabajo. Además, el 42% de los trabajadores son informales, cifra que asciende al 58,2% entre los menores de 29 años. «Podríamos llegar a una situación en la que la informalidad se convierta en la norma. Y tanto los formales como los informales quedarían sin protección. Porque la formalidad no es solo un registro administrativo: la formalidad es, esencialmente, el derecho a tener derechos».


También abordó la inflación, haciendo hincapié en que es un fenómeno multicausal, y que no se puede desconocer un factor fundamental como la puja distributiva. El Gobierno, dijo, también insiste en fórmulas de administración del tipo de cambio que ya han fracasado en el pasado. «No inventa nada y repite cosas que ya se han hecho otras veces y que han terminado mal», expresó Heller. Y advirtió sobre los efectos negativos de esta política económica: pérdida de reservas internacionales, fuerte reducción de la competitividad externa y habilitación de la llamada «bicicleta financiera».


«El problema cambiario deriva en más desempleo, en más importaciones. La solución en realidad es exactamente al revés: es desarrollar manufacturas competitivas, desarrollar nuevos sectores de servicios centrados en la ciencia y la tecnología; nuestro país -dijo-, efectivamente podría equilibrar su situación cambiaria y dejar de depender del endeudamiento continuo como viene sucediendo».

Volver al Fondo

 «No se puede entender como alguien puede creer que tomando más deuda la Argentina va a mejorar. Si estuviéramos tomando deuda para ampliar el gasoducto, por ejemplo, para exportar a países vecinos, eso sería benéfico, pero si tomamos deuda para resolver el problema de reservas que tenemos, entonces esto no nos va a resolver nada», afirmó Heller para referirse a otro aspecto central de la coyuntura argentina. 


En la actualidad hay una ley que establece que el Congreso debe aprobar la toma de deuda con organismos internacionales. «Como dije en Diputados, esto debería haberse sometido a un profundo debate, no solo decir “sí o no” a un DNU sin ninguna especificación», afirmó el dirigente. Y resumió: «La deuda de Argentina hoy es el 44% del total de la deuda total que tienen los países con el FMI». Y advirtió que incluso los informes técnicos del Fondo advierten las vulnerabilidades de Argentina ante este acuerdo. A la par, marcó como preocupante la injerencia directa del Fondo sobre la política interna de nuestro país, evidenciada en algunas expresiones de Kristalina Georgieva, directora del FMI, haciendo referencia a las próximas elecciones e instando a la Argentina a «mantener el rumbo». «No hay antecedentes en la historia argentina de esta intervención. Luego, Georgieva tuvo que salir a desdecirse, señalando que las elecciones son para los argentinos», dijo Heller, y agregó: «La posibilidad de seguir ajustando a los pobres está llegando a su límite, vienen por la clase media, por los sectores productivos, manufactureros, ya no queremos ser como Irlanda, queremos ser como Perú, que tiene un 90% de pobreza», afirmó el dirigente. 


«Pusimos en nuestro plan de gestión el objetivo de crecimiento de las Comisiones de Asociados. Junto con nuestro trabajo de administrar esta gran entidad cooperativa, tenemos que fortalecer y multiplicar nuestro trabajo institucional, multiplicar las actividades. Los convoco a que redoblemos los esfuerzos, no desaprovechemos la oportunidad, construyamos una alternativa que en octubre les ponga un límite. Es parte de nuestro compromiso como institución y como ciudadanos», concluyó.


Juan Carlos Junio. Llevó a la Asamblea el saludo del Instituto Movilizador, en el Año de las Cooperativas. Fotografía: Horacio Paone.

Plena y pertinente


 Juan Carlos Rivera, gerente general de Credicoop, brindó luego un pormenorizado informe sobre la actualidad de la entidad, que arrojó indicadores positivos sobre la actividad operativa y estado patrimonial. Al día de hoy, Credicoop cuenta con 1.084.269 asociados y asociadas y 276 filiales. Rivera destacó también que son 4.603 los dirigentes en las Comisiones de Asociados, las cuales realizaron durante 2024 más de 15.000 eventos con casi 100.000 participantes. «Para seguir dando la batalla de las ideas, necesitamos de más cooperativistas», resumió.

Por su parte, Juan Carlos Junio, presidente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, llevó el saludo de esa entidad. «En un mundo en el que núcleos corporativos destruyen la naturaleza y la propia vida humana, fabrican e incluso reivindican desigualdades, racismos, excluyendo a los descartables, lo nuestro es la lucha por la igualdad y la justicia social», dijo, y agregó: «Lo hacemos desde el cooperativismo solidario, militante y transformador, tal cual nos convocaba Floreal. Este 2025, año de las cooperativas declarado por las Naciones Unidas, debemos concebirlo en su dimensión y sentido político histórico más profundo. No se trata solo de un simbolismo por nuestros valores, sino por el papel decisivo y creciente de las 3.300.000 cooperativas y los más de 1.000 millones de cooperativistas de todo el planeta que aportan a mejorar e inclusive contribuyen a resolver los gravísimos problemas sociales que devienen de las consecuencias del dominio de un capitalismo inhumano y perimido».

Durante la asamblea, los 895 delegados y delegadas presentes aprobaron por unanimidad todos los puntos del Orden del Día sometidos a votación. La mesa directiva para el próximo ejercicio quedó conformada de la siguiente manera: presidente, Carlos Heller; vicepresidente 1º, Ricardo Sapei; vicepresidente 2º, Horacio J. Giura; secretario, Melchor Cortés; prosecretario 1º, Edgardo Bozzolo; prosecretaria 2º, Marta Sitlonik; tesorero, Carlos Louzán; protesorero 1º, Marcelo De Lorenzi; protesorero 2º, Ernesto Ghiglione; secretario de Educación Cooperativa, Reynaldo Pettinari. Los síndicos titulares serán Adriana Aspis, Cecilia Bastide y Horacio Raffo Quintana, mientras que los síndicos suplentes serán Néstor Callegari, Andrea Cuirolo y Gustavo Vattimo. 

Para cerrar, Heller celebró el compromiso que sigue sosteniendo el banco con el modelo de gestión cooperativa y dijo: «Esta entidad se sigue manejando con los principios democráticos, con lo que históricamente en ese momento llamamos participación plena y pertinente, con organismos locales, las Comisiones de Asociados, que tienen facultades delegadas que permiten tomar resoluciones que hacen a la gestión. Tienen el doble valor de la cercanía entre el que toma la decisión y el que tiene el beneficio de esa decisión, es decir, los asociados. Y yo creo que 46 años después, esto nos tiene que llenar de orgullo».







sábado, 26 de abril de 2025

Democrático y humanista… @dealgunamanera...

Democrático y humanista…

Imponente. Como cada año, el salón principal del complejo Parque Norte estuvo colmado de cooperativistas que repasaron un nuevo y exitoso año de actividad. Fotografía: Jorge Aloy.

Con la presencia de cientos de delegados de todo el país, el Banco Credicoop celebró su 46º Asamblea General Ordinaria. Carlos Heller, presidente de la entidad, repasó en ese marco la compleja coyuntura nacional e internacional. 

© Escrito por María José Ralli y Cora Giordana ​y publicado el sábado 26/04/2025 por la © Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Más allá de lo estrictamente administrativo, la Asamblea General Ordinaria del Banco Credicoop es un espacio de encuentro y celebración, donde los principios cooperativos de participación y democracia se manifiestan más que nunca. La edición 46º, realizada, como es habitual, en el predio Parque Norte de la Ciudad de Buenos Aires, no fue la excepción. Cientos de personas de todo el país llegaron para sumarse a la convocatoria. «Como suelo decir, es impresionante la dimensión de esta asamblea vista desde aquí», dijo Carlos Heller, presidente de Credicoop, para dar la bienvenida.

Y dedicó unas palabras al papa Francisco. «Fue un líder global que intervino en debates mundiales para mostrar que hay otro camino posible. Ante el neoliberalismo y las derechas emergentes en todo el planeta, reivindicó la defensa de los más débiles, los marginados y los migrantes. Introdujo debates imprescindibles, como el cuidado de la casa común», dijo Heller e invitó a los presentes a hacer un minuto de silencio en su memoria.

El dirigente destacó, además, la presencia en la asamblea de César Basañes, en representación de la Confederación Cooperativa de la República Argentina, y de Julián Moreno, presidente de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios.

Panorama internacional

«Hoy, como nunca, se observa cómo lo internacional impacta en la cotidianidad», dijo el presidente del banco a continuación, y se refirió a un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, con indicadores que muestran una desaceleración de las perspectivas de crecimiento global. Según este informe «persisten riesgos significativos: la fragmentación comercial, el aumento de los aranceles y una inflación mayor a la esperada podrían llevar a políticas monetarias más restrictivas y a correcciones en los mercados financieros».

Heller advirtió que esta situación se agravó desde enero con la asunción de Donald Trump en su segundo mandato como presidente de los Estados Unidos. «Desde entonces, se ha puesto en tela de juicio el multilateralismo y la cooperación». También marcó como signos de alarma el aumento de gasto militar en Europa, la caída del empleo industrial y la guerra comercial entre China y Estados Unidos. A la par, abordó el fenómeno de la creciente concentración de la riqueza en el mundo y el peso de la deuda externa en los países del sur global, un tema que afecta especialmente a la Argentina. «La deuda soberana –afirmó– representa hoy el 93% del PBI mundial, frente al 78% de hace una década. El libre comercio es un mito. Hoy queda demostrado que ni el país que más lo promovía lo sostiene».

El impacto en Argentina

Respecto de los aranceles estadounidenses, el dirigente advirtió: «Argentina fue incluida por Estados Unidos en el grupo de países gravados con un arancel del 10%. Este hecho fue presentado como un logro basado en la buena relación con el Gobierno de Trump. Sin embargo, antes de este anuncio, el promedio general era del 2,5%, por lo que el nuevo nivel implica una pérdida de competitividad para nuestra oferta exportadora hacia ese mercado. Algunos sectores, como el acero y el aluminio, enfrentan además un arancel adicional del 25%, afectando gravemente sus posibilidades». A ese impacto directo hay que sumarle el efecto indirecto de la caída del comercio global, que puede afectar los precios de las materias primas y reducir el valor de las exportaciones nacionales.

Estos factores se suman a una coyuntura nacional marcada por la caída del PBI y la recesión. Según cifras oficiales, el PBI cayó un 1,7%, pese al fuerte repunte del agro (+31,3%) y de la explotación minera, ambas actividades ligadas en parte a condiciones extraordinarias como el fin de la sequía o la obra pública previa en el caso de Vaca Muerta. «Al analizar sector por sector, se observa que la construcción cayó 0,56%, el comercio mayorista y minorista aportó una caída de 1 punto y la industria manufacturera, una baja del 1,5%. Si descontamos el efecto rebote del agro, el retroceso real del PBI en 2024 fue superior al 3%», afirmó Heller.   

El consumo privado, en tanto, cayó un 4,2%. «En supermercados y autoservicios mayoristas, las ventas de febrero marcaron una caída del 0,3% y 1% respectivamente», dijo y agregó: «El presidente dijo que en el primer trimestre de 2025 la economía creció 6,6%. Pero ese dato, aunque parcialmente cierto, esconde que en 2024 la caída había sido del 11,1%. Es decir, se está comparando con un piso muy bajo, y ni siquiera se alcanzan los niveles de 2023. Comparando el primer trimestre de 2025 contra el mismo período de 2023, la caída sigue siendo del 5,2%», dijo Heller. También afirmó que la industria manufacturera en el primer trimestre de 2025 apenas creció 1% interanual, pero eso viene después de una caída del 23,2% respecto al mismo período de 2023. «Estos supuestos “brotes verdes” no son recuperación, sino rebotes técnicos».

Los destinatarios del ajuste

En otro tramo de su intervención, Heller detalló quiénes son los destinatarios del recorte del gasto público. «El gasto primario cayó un 27,5%. El recorte en obra pública representa el 23,7% de esa baja; las jubilaciones y pensiones, el 19,1%; los subsidios económicos, un 14,2%; el gasto de funcionamiento, un 13% (de los cuales el 80% son salarios); los planes sociales, un 12,8%; las transferencias a provincias, 8,8%; y las universidades, 3,3%». Y sintetizó: «El ajuste le cae a la gente».

También advirtió que, en 2024, los salarios de los trabajadores registrados tuvieron la mayor caída desde 2016, y que el desempleo subió un punto porcentual: del 6,1% al 7,1%, lo que implica 156.000 personas más sin trabajo. Además, el 42% de los trabajadores son informales, cifra que asciende al 58,2% entre los menores de 29 años. «Podríamos llegar a una situación en la que la informalidad se convierta en la norma. Y tanto los formales como los informales quedarían sin protección. Porque la formalidad no es solo un registro administrativo: la formalidad es, esencialmente, el derecho a tener derechos».

También abordó la inflación, haciendo hincapié en que es un fenómeno multicausal, y que no se puede desconocer un factor fundamental como la puja distributiva. El Gobierno, dijo, también insiste en fórmulas de administración del tipo de cambio que ya han fracasado en el pasado. «No inventa nada y repite cosas que ya se han hecho otras veces y que han terminado mal», expresó Heller. Y advirtió sobre los efectos negativos de esta política económica: pérdida de reservas internacionales, fuerte reducción de la competitividad externa y habilitación de la llamada «bicicleta financiera».

«El problema cambiario deriva en más desempleo, en más importaciones. La solución en realidad es exactamente al revés: es desarrollar manufacturas competitivas, desarrollar nuevos sectores de servicios centrados en la ciencia y la tecnología; nuestro país -dijo-, efectivamente podría equilibrar su situación cambiaria y dejar de depender del endeudamiento continuo como viene sucediendo».

Volver al Fondo

«No se puede entender como alguien puede creer que tomando más deuda la Argentina va a mejorar. Si estuviéramos tomando deuda para ampliar el gasoducto, por ejemplo, para exportar a países vecinos, eso sería benéfico, pero si tomamos deuda para resolver el problema de reservas que tenemos, entonces esto no nos va a resolver nada», afirmó Heller para referirse a otro aspecto central de la coyuntura argentina.

En la actualidad hay una ley que establece que el Congreso debe aprobar la toma de deuda con organismos internacionales. «Como dije en Diputados, esto debería haberse sometido a un profundo debate, no solo decir “sí o no” a un DNU sin ninguna especificación», afirmó el dirigente. Y resumió: «La deuda de Argentina hoy es el 44% del total de la deuda total que tienen los países con el FMI». Y advirtió que incluso los informes técnicos del Fondo advierten las vulnerabilidades de Argentina ante este acuerdo. A la par, marcó como preocupante la injerencia directa del Fondo sobre la política interna de nuestro país, evidenciada en algunas expresiones de Kristalina Georgieva, directora del FMI, haciendo referencia a las próximas elecciones e instando a la Argentina a «mantener el rumbo». «No hay antecedentes en la historia argentina de esta intervención. Luego, Georgieva tuvo que salir a desdecirse, señalando que las elecciones son para los argentinos», dijo Heller, y agregó: «La posibilidad de seguir ajustando a los pobres está llegando a su límite, vienen por la clase media, por los sectores productivos, manufactureros, ya no queremos ser como Irlanda, queremos ser como Perú, que tiene un 90% de pobreza», afirmó el dirigente.  

«Pusimos en nuestro plan de gestión el objetivo de crecimiento de las Comisiones de Asociados. Junto con nuestro trabajo de administrar esta gran entidad cooperativa, tenemos que fortalecer y multiplicar nuestro trabajo institucional, multiplicar las actividades. Los convoco a que redoblemos los esfuerzos, no desaprovechemos la oportunidad, construyamos una alternativa que en octubre les ponga un límite. Es parte de nuestro compromiso como institución y como ciudadanos», concluyó.

Plena y pertinente  

Juan Carlos Rivera, gerente general de Credicoop, brindó luego un pormenorizado informe sobre la actualidad de la entidad, que arrojó indicadores positivos sobre la actividad operativa y estado patrimonial. Al día de hoy, Credicoop cuenta con 1.084.269 asociados y asociadas y 276 filiales. Rivera destacó también que son 4.603 los dirigentes en las Comisiones de Asociados, las cuales realizaron durante 2024 más de 15.000 eventos con casi 100.000 participantes. «Para seguir dando la batalla de las ideas, necesitamos de más cooperativistas», resumió.    

Por su parte, Juan Carlos Junio, presidente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, llevó el saludo de esa entidad. «En un mundo en el que núcleos corporativos destruyen la naturaleza y la propia vida humana, fabrican e incluso reivindican desigualdades, racismos, excluyendo a los descartables, lo nuestro es la lucha por la igualdad y la justicia social», dijo, y agregó: «Lo hacemos desde el cooperativismo solidario, militante y transformador, tal cual nos convocaba Floreal. Este 2025, año de las cooperativas declarado por las Naciones Unidas, debemos concebirlo en su dimensión y sentido político histórico más profundo. No se trata solo de un simbolismo por nuestros valores, sino por el papel decisivo y creciente de las 3.300.000 cooperativas y los más de 1.000 millones de cooperativistas de todo el planeta que aportan a mejorar e inclusive contribuyen a resolver los gravísimos problemas sociales que devienen de las consecuencias del dominio de un capitalismo inhumano y perimido».

Durante la asamblea, los 895 delegados y delegadas presentes aprobaron por unanimidad todos los puntos del Orden del Día sometidos a votación. La mesa directiva para el próximo ejercicio quedó conformada de la siguiente manera: presidente, Carlos Heller; vicepresidente 1º, Ricardo Sapei; vicepresidente 2º, Horacio J. Giura; secretario, Melchor Cortés; prosecretario 1º, Edgardo Bozzolo; prosecretaria 2º, Marta Sitlonik; tesorero, Carlos Louzán; protesorero 1º, Marcelo De Lorenzi; protesorero 2º, Ernesto Ghiglione; secretario de Educación Cooperativa, Reynaldo Pettinari. Los síndicos titulares serán Adriana Aspis, Cecilia Bastide y Horacio Raffo Quintana, mientras que los síndicos suplentes serán Néstor Callegari, Andrea Cuirolo y Gustavo Vattimo.  

Para cerrar, Heller celebró el compromiso que sigue sosteniendo el banco con el modelo de gestión cooperativa y dijo: «Esta entidad se sigue manejando con los principios democráticos, con lo que históricamente en ese momento llamamos participación plena y pertinente, con organismos locales, las Comisiones de Asociados, que tienen facultades delegadas que permiten tomar resoluciones que hacen a la gestión. Tienen el doble valor de la cercanía entre el que toma la decisión y el que tiene el beneficio de esa decisión, es decir, los asociados. Y yo creo que 46 años después, esto nos tiene que llenar de orgullo».



jueves, 24 de abril de 2025

Adiós al papa Francisco… @dealgunamanera...

Adiós al papa Francisco. Referente religioso, político y cultural…

Francisco instaló desde el Vaticano una agenda destinada a exponer los problemas del mundo, entre ellos, las migraciones, el cambio climático, las guerras y la deuda externa. El legado del papa argentino y los interrogantes sobre su sucesión en la nota de la semana de Revista Acción. 

© Escrito el miércoles 23/04/2025 por Washington Uranga y publicado por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Murió el papa Francisco. Difícil habría sido imaginar el 13 de marzo de 2013, cuando Jorge Bergoglio fue proclamado como máxima autoridad de la Iglesia católica, que este porteño nacido en el barrio de Flores y que siempre se siguió reivindicando como «cuervo» por su identificación futbolística con San Lorenzo, se convertiría en poco tiempo en uno de los máximos referentes del universo político, religioso y cultural a nivel mundial. Podrá decirse que esto sucedió –sin duda– en un escenario en el que la crisis de referentes es evidente, y el avance de las ideas conservadoras es notoria en buena parte de los países, mientras el poder económico se concentra en el capitalismo de plataformas y la sobreexplotación de los recursos naturales no se detiene ante la voracidad de la acumulación de riquezas.

Pero habrá que reconocer también que el papa argentino instaló desde el Vaticano una agenda destinada a exponer los problemas y las atrocidades del mundo presente. Por eso su primera salida de Roma fue a Lampedusa, para encontrarse allí con los inmigrantes ilegales que llegan hasta Europa buscando una tabla de salvación. Fue el primer gesto de Bergoglio para con «los descartados» del sistema, como él los ha denominado en varias oportunidades.

La posición de Francisco –que se podría considerar, de alguna manera, su «plan de gobierno» al frente de la Iglesia católica– quedó expresada en sus discursos y alocuciones públicas, también en sus gestos, pero estuvo condensada y sistematizada en dos de sus encíclicas: Laudato si, sobre el cuidado de «la casa común» y Fratelli tutti, sobre la sociedad y la convivencia humanas.

En medio de conflictos. 

En la primera, Bergoglio planteó la corresponsabilidad de todas y todos en el cuidado del mundo en que vivimos. Denunció las consecuencias del cambio climático ocasionado por el modelo económico dominante, al que criticó con dureza basado en fundamentos y precisión técnica. En la segunda se centró en la necesidad de la fraternidad entre las personas, la advertencia sobre las migraciones masivas, los pobres y descartados del mundo, condenando las guerras y su infinita capacidad destructora. 

En todos los casos el papa propuso «la cultura del encuentro», que definió como diálogo en la diferencia y entre diferentes, como manera de crear y definir alternativas al costado de los modelos económicos y políticos dominantes.


A lo largo de su pontificado, Francisco repitió estas mismas ideas en centenares de encuentros con dirigentes, autoridades y jefes de Estado de todo el mundo. También lo hizo con los líderes de las religiones monoteístas a partir del convencimiento de que estas tradiciones religiosas tienen que contribuir a la construcción de alternativas de paz en un escenario en el que –según sus propias palabras– asistimos a una guerra mundial montada en pequeños o medianos conflictos armados de orden regional por motivos territoriales, étnicos, raciales o económicos. 

En esta búsqueda, Bergoglio decidió involucrar a la estructura institucional de la Iglesia católica. Para hacerlo tuvo que cambiar reglas de juego y también personas en el Vaticano. La Santa Sede desempeñó un papel más activo en los foros internacionales y en los organismos multilaterales donde se debatió sobre el cambio climático, pero también sobre migraciones o sobre la deuda externa. El propio Vaticano, a través de la Academia Pontificia de Ciencias, se ofreció como escenario para estos intercambios. La Iglesia se comprometió –no siempre con éxito– en mediaciones frente a conflictos tales como el de Rusia y Ucrania e Israel y Palestina, para mencionar tan solo dos. Y fue el propio Francisco el que intervino para acercar posiciones entre Estados Unidos y Cuba buscando disminuir el impacto de la agresión que implica el bloqueo al país caribeño.

En Bolivia. Francisco en su visita de julio de 2015, donde ofreció un recordado mensaje en favor de la justicia social. Fotografía: Getty Images


Las tres T.

No contento con lo anterior, Francisco se convirtió en un líder en defensa de los derechos humanos y vocero de los pobres y descartados. Para ello buscó una alianza con los movimientos sociales de todo el mundo, empoderándolos en sus reclamos. Un hecho sumamente significativo, en lo simbólico y en lo político, ocurrió con ocasión de su visita a Cochabamba (Bolivia), el 9 de julio de 2015. Allí el papa se presentó ante un auditorio plural de los movimientos sociales y los animó a ser protagonistas del cambio social sobre la base de su consigna de «las tres T: tierra, techo y trabajo». De allí en más, sin distinción de tipo religioso, los movimientos sociales fueron asiduos invitados a los debates y las iniciativas en favor de la justicia social promovidas por el sumo pontífice.

Fue su permanente defensa de la justicia social lo que llevó a Bergoglio a los mayores enfrentamientos discursivos con el presidente Javier Milei, quien rechaza ese concepto como categoría y como práctica, por considerarlo una aberración y un robo para quienes tendrían que ceder parte de las riquezas acumuladas para garantizar la sobrevivencia de los más pobres.


También puso en práctica cambios en la institución católica, cuya credibilidad estaba seriamente afectada por los casos de abusos, de pedofilia y de corrupción financiera. Francisco reformó el funcionamiento de la curia y estableció sanciones. Ydio el debate definiendo una «iglesia de puertas abiertas», incorporando a las mujeres a los puestos de mando y acogiendo también a los homosexuales y a las diversidades de género. En este frente interno encontró resistencias de todo tipo: de los ultraconservadores en lo doctrinario, pero también de quienes delinquieron amparados en el poder eclesiástico. 

Una pregunta que resuena en el aire y que se hace mucha gente, católicos o no, es si la renovación y la perspectiva humanista basada en derechos de la que ha sido abanderado Francisco tendrá continuidad en la Iglesia católica tras la elección de un nuevo pontífice. Es un interrogante que hoy no tiene respuesta, porque a pesar de las previsiones tomadas por Bergoglio para asegurar en el cónclave elector a un grupo de cardenales afines a su perspectiva, esto no resulta hoy asegurado. Habrá que esperar entonces que las ideas y las propuestas sembradas por Francisco florezcan no solo en la Iglesia, sino más allá de sus límites, en otros espacios de la sociedad y para bien de la humanidad.



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