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miércoles, 3 de enero de 2024

Menos democracia no es más libertad… @dealgunamaneraok...

Menos democracia no es más libertad…

Megaproyecto. El ministro del Interior, Guillermo Francos, entrega al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, la propuesta del Gobierno.

La supuesta búsqueda de «la libertad de los argentinos», como define el proyecto de Ley «Ómnibus» enviado por el presidente Javier Milei al Congreso, es presentada como justificación para promover un drástico giro, de carácter claramente regresivo. Lo que se busca, en realidad, es un cambio estructural profundo en el actual funcionamiento de la sociedad en diversos ámbitos, sin que la mayor parte de las medidas propuestas signifiquen mejoras en las condiciones de vida de los sectores populares. Todo lo contrario.     

© Escrito por Carlos Heller el domingo 31/12/2023 y publicado por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Tanto la iniciativa, como el decreto de necesidad y urgencia (DNU) presentado la semana anterior, alientan modificaciones de extrema gravedad, dado que suponen el recorte de las libertades públicas y apuntan a acabar con todo atisbo de un proyecto de desarrollo nacional, inclusivo y soberano.

Por más que se diga perseguir la «modernización del Estado», «la reducción de la burocracia» o «el reordenamiento de la economía y el fin de intervenciones en los mercados», lo cierto es que se despliega una batería que pone en serio riesgo el mismo funcionamiento de las instituciones democráticas.

Resulta difícil aceptar que existe una situación de emergencia tal que haga urgente retroceder hacia un tipo de capitalismo que supone borrar de un plumazo toda una serie de derechos esenciales, hasta arribar a una situación como la que regía en el mundo y en el país hace más de un siglo, previamente al paradigma de los Estados de bienestar.

Entre el conjunto de disposiciones impulsadas, que incluso van mucho más allá de la plataforma sostenida durante la campaña electoral, acaso lo más riesgoso es la idea de delegar amplias facultades legislativas en el Poder Ejecutivo. Lo cual, como se propone hasta el 31 de diciembre de 2025 con posibilidad de extensión por dos años, prefigura la virtual eliminación de uno de los poderes del Estado.

Así lo entendimos legisladores y gobernadores de Unión por la Patria, en una declaración de rechazo al DNU 70/2023 «porque claramente avasalla atribuciones del Congreso y vulnera la división de poderes y el funcionamiento de la República». A la vez, advertimos, la ley ómnibus «ratifica la pretensión del presidente de contar con poderes y facultades extraordinarias, que son absolutamente inconstitucionales».

Quienes tenemos presente los períodos dictatoriales de mediados y fines del siglo pasado sabemos que la ausencia del Poder Legislativo es tan grave como lo es asimismo la limitación al derecho de reunirse y a manifestarse. O el establecimiento de sanciones para los organizadores de protestas que obstaculicen el espacio público.

Podemos preguntarnos, además, qué libertad es la que se promueve mediante la supresión o el desfinanciamiento de áreas culturales como el Fondo Nacional de las Artes, el Instituto del Teatro o el Instituto del Cine. Tampoco se entiende el presunto beneficio de enajenar áreas de patrimonio público, mediante la privatización de empresas emblemáticas del desarrollo nacional, como el Banco de la Nación, YPF, Aerolíneas Argentinas o las integrantes del Sistema de Medios Públicos.

El impacto social del DNU y del proyecto de ley es también contundente. Véase, por ejemplo, la propuesta de suspender la fórmula de ajuste de haberes de los jubilados, para sustituirla mediante aumentos por decreto, la extensión del periodo de prueba de los trabajadores y trabajadoras de 3 a 8 meses, el recorte de indemnizaciones, la ampliación de la jornada laboral hasta 12 horas sin pago de horas extras y la eliminación de las multas por trabajo no registrado.

Esas y muchas otras modificaciones generan gran inquietud en la población. Al punto que gran cantidad de organizaciones políticas, sindicales, sociales y culturales iniciaron un proceso de movilización en busca de proteger sus derechos amenazados.

Las manifestaciones espontáneas de los últimos días serán continuadas por el paro nacional convocado para el próximo 24 de enero por la CGT y las CTA, una instancia que preanuncia la puesta en marcha de tradicionales formas de resistencia contra un modelo antidemocrático en lo social, lo político y lo económico. 

Megaproyecto. El ministro del Interior, Guillermo Francos, entrega al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, la propuesta del Gobierno.



   

miércoles, 27 de diciembre de 2023

Sistema Provisional. De reforma en reforma… @dealgunamaneraok...

 Sistema Provisional. De reforma en reforma…

Sostenibilidad. Para lograrla debe haber 3 trabajadores activos formales por cada pasivo. ANSES reportó en marzo del año pasado, 1,8 por cada beneficiario. Fotografía: Rolando Andrade Stracuzzi. 

El régimen nacional cuenta con cerca de 6 millones de jubilados y pensionados que, según lo anunciado por el Gobierno, deberá enfrentar un recorte del 0,4%, que redundará en un nuevo ajuste de haberes. 

© Escrito por Mirta Quiles y publicado el miércoles 27/12/2023 por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

«Con la fórmula anterior, lo que hubieran perdido los jubilados en los próximos cuatro meses hubiera significado, para el fisco, un ahorro de dos puntos de déficit. Si seguíamos con esa fórmula, los jubilados hubieran perdido poder adquisitivo, más o menos, en los próximos meses, en un 40%. Esa fórmula es muy mala. El Gobierno no está especulando, está protegiéndolos», afirmó el ministro de Economía Luis Caputo, al ser consultado acerca de si el paquete de ajuste incluía a los haberes previsionales. Sobre la fórmula futura, dijo: «La sacamos ahora y vamos a pensar una buena alternativa para no tener que lidiar con estos problemas». En síntesis, «vamos viendo», aunque ya deslizó que los aumentos podían ser vía decreto del Ejecutivo o con bonos. A pura discrecionalidad.  

En cada cambio de Gobierno, en particular durante los últimos años, los jubilados y pensionados son presentados como los menos beneficiados por la gestión saliente, pero en verdad, terminan siendo objeto de ajuste. En los últimos 6 años, trabajadores y jubilados enfrentaron una caída de ingresos cercana al 26%. Este tiempo no es ajeno y se encamina −en pleno contexto inflacionario− a una nueva reforma de la fórmula de ajuste −conocida como movilidad jubilatoria− de los haberes previsionales. 

Entre 2001 y 2005 el número de beneficios previsionales iba en descenso, consecuencia de la etapa neoliberal y la crisis de 2001. Sin embargo, desde 2005, y como consecuencia de la primera moratoria previsional, se registraron fuertes incrementos, llegando a un pico del 33,8% en 2007. «Entre 2003 y 2016 −sostiene el CELS− pudieron jubilarse 1.796.439 mujeres entre 60 y 65 años, más del 80% accedieron al beneficio del Plan de Inclusión Previsional, más conocido como “moratoria previsional”». 

En la actualidad hay 5.890.796 jubilados y pensionados en el régimen nacional, de acuerdo a datos de septiembre del Boletín Estadístico de la Seguridad Social que elabora la ANSES. Un 90,5% más que los 3 millones de beneficiarios que se registraban en 2001, primer año de la serie estadística oficial. De ese universo −2.066.461 hombres y 3.824.330 mujeres−, el 64,1% accedió al beneficio a través de una moratoria, ya que no contaban con los años de aportes necesarios. 

Esta ampliación, obviamente se refleja también en los recursos destinados a ítem previsional. En 2001 representaba el 7,2% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que 20 años más tarde llegó al 9,3%, incluyendo los gastos nacionales y las cajas provinciales. Aunque el déficit del sistema se mantiene desde 1998, de acuerdo a datos oficiales, en 2022 representó el 2,8% del PIB, la más baja desde 2016, cuando llegó a 2,7%. Para que el sistema sea sostenible, se autofinancie, de acuerdo a distintos especialistas, se debe contar con tres trabajadores activos formales por cada pasivo. Según los datos de la ANSES, a marzo 2021, había una relación de 1,8 trabajadores por cada persona que cobra un haber previsional: se registraban 10,5 millones de aportantes al sistema (trabajadores formales con descuento previsional) y 5,6 millones de jubilados y pensionados. Cabe recordar que durante los últimos años el mayor crecimiento de empleo estuvo sostenido por la creación de puestos de trabajo precarizados (monotributistas y trabajadores informales −sin aportes−).

Lo que vendrá.  

Con el ajuste económico en marcha los que lo pagarán íntegramente serán los trabajadores formales e informales y los jubilados y pensionados. Incluso en el Excel presentado por Caputo se proyecta una quita del 0,4% en estas últimas. Y su ejecutor directo será el nuevo titular de ANSES, Osvaldo Giordano, hasta hace días ministro de Finanzas de Córdoba y exsecretario de Previsión Social de la provincia. En plena pandemia, Giordano encabezó junto con el gobernador Juan Schiaretti una reforma jubilatoria provincial, con podas y armonización con Nación, que incluyeron rebajas que alcanzaron al 15% de los beneficiarios con los haberes más altos, incluyó un «aporte solidario» del 20% para dobles ingresos, y una armonización de criterios del sistema previsional provincial con el nacional, con impacto en reducciones para futuros jubilados y pensionados.

En el caso de los actuales activos, se introdujo una armonización con la Nación en tres puntos: el cálculo del haber inicial pasó de los 48 últimos haberes (4 años) a 120 (10 años); los nuevos pensionados pasarán a percibir el 70% de la jubilación del causante en lugar del 75%; y la ley eliminó además el beneficio de pagarle al pensionado el 100% del haber durante el primer año. En síntesis, la reforma acható la distribución, al reducir las jubilaciones más altas y tuvo como eje la revisión de los beneficios derivados de regímenes especiales (que en el caso de la ANSES representa el 4,2%).  

Franco Godino, economista del Observatorio de Trabajo, Economía y Sociedad (OTES) de Córdoba analiza los alcances de la reforma provincial de 2020.

−La ley de jubilaciones y pensiones de Córdoba ¿beneficia a la masa de jubilados y pensionados de la provincia?
–Los sistemas previsionales como el argentino enfrentan dificultades importantes en materia de sustentabilidad. Estos sistemas son llamados «de reparto», es decir que las contribuciones de los activos financian los haberes de los pasivos. Si las primeras no alcanzan a cubrir los segundos tenemos el famoso déficit previsional. Tanto la Caja de Córdoba como ANSES tienen un déficit estructural, que exige al Estado cerrar esa brecha con ingresos de los impuestos. La reforma de Córdoba buscó reducir ese déficit reduciendo la masa de prestaciones de la Caja. En ese sentido fue exitosa. La pregunta es qué jubilados pagaron el costo, si solo aquellos que cobran jubilaciones altas o toda la masa de jubilados. La equidad de este tipo de reformas es compleja y no está claro aún cuál será el impacto de la reforma en Córdoba en ese sentido.

−¿Supones que Giordano aplicará la misma estrategia a nivel nacional?
–Para ANSES podemos esperar que Giordano intente reformas similares, que busquen reducir el déficit reduciendo dobles prestaciones, achatando la distribución de jubilaciones (recortando las más altas) e incluso modificando edades jubilatorias y tratando de unificar los diferentes regímenes a nivel nacional.




domingo, 24 de diciembre de 2023

En contra y a favor del DNU... @dealgunamaneraok...

En contra y a favor del DNU...


Un amplio rechazo de amplios sectores políticos, sociales, empresarios y sindicales, junto con movilizaciones ciudadanas en distintos puntos del país, fueron las inmediatas respuestas registradas tras el discurso por cadena nacional en el que el presidente Javier Milei sintetizó el contenido del megadecreto de necesidad y urgencia (DNU) diseñado a medida de las grandes corporaciones privadas y mediante el cual se disponen modificaciones regresivas que recaen básicamente sobre trabajadoras, trabajadores y compañías locales, especialmente pymes.

© Escrito por Carlos Heller el sábado 23/23/2023 y publicado por la Revista Acción en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Claro que no todas fueron manifestaciones contrarias a los cambios de reglas propuestos desde la Casa Rosada. Hubo también respaldos entusiastas: de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), la Unión Industrial Argentina (UIA), la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) y la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, entre otras entidades. A ellos se sumó el expresidente Mauricio Macri y una porción significativa del PRO. 

Elegidos

Acaso esa disparidad de opiniones refleje de modo transparente cuáles fueron los segmentos elegidos para beneficiarse y cuáles los perjudicados, detrás de la maraña de derogaciones de leyes y normas que en muchos casos protegen conquistas históricas o preservan áreas clave vinculadas con el patrimonio estatal y el ejercicio de la soberanía nacional.

La mayoría de los pronunciamientos contrarios al DNU apuntan a su carácter anticonstitucional y antirrepublicano. Tales expresiones se reiteran en gran parte de la esfera política, mientras en el Congreso está en proceso de gestación una oposición amplia al DNU presidencial.

Una síntesis de los cuestionamientos fue expuesta por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, al sostener que «a espaldas de la división de poderes» se anunció un decreto que «sin necesidad ni urgencia pretende derogar un conjunto de leyes de todo tipo». Así, continuó, «se propone privatizar todo, desregular todo, destruir derechos de los trabajadores, arrasar con sectores completos de la producción, rifar los clubes de fútbol y el patrimonio de los argentinos».

Advertencias similares fueron lanzadas por los gobernadores de La Pampa, Sergio Ziliotto; de La Rioja, Ricardo Quintela; de Río Negro, Alberto Weretilneck; y de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, entre otros. 

Flexibilización

La reacción de trabajadoras y trabajadores frente al DNU, en tanto, se originó particularmente por los artículos que anticipan la flexibilización laboral, el límite al derecho de huelga, el recorte de las indemnizaciones por despido y su reemplazo por fondos de cese, la eliminación de multas y penalizaciones a empleadores que no registren la relación de trabajo y la extensión del período de prueba de 3 a 8 meses, entre otros empeoramientos de las condiciones laborales.

Entre los que repudiaron este y otros apartados del DNU (como el que crea las condiciones para privatizar empresas públicas, por ejemplo, Aerolíneas Argentinas) se incluyeron la CGT, la CTA de los Trabajadores, la CTA Autónoma, la UTEP, la Asociación Bancaria, la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA), el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba), por citar solo a algunas entidades.

Por otra parte, millones de asalariados, jubilados, profesionales, comerciantes y gran parte de las capas medias de la sociedad sufrirán pérdidas de su poder adquisitivo al suprimirse la Ley de Alquileres, permitir que las empresas de medicina prepaga fijen libremente las cuotas a sus asociados y derogarse las leyes de Abastecimiento y de Góndolas.

También se opusieron al DNU entidades como Industriales Pymes Argentinos (IPA) y la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme). Hay que recordar que el decretazo de Milei promueve la derogación de la Ley de Compre Argentino y Desarrollo de Proveedores, una herramienta para canalizar el poder de compra del Estado, así como la de Promoción Industrial.

En definitiva, resulta difícil evitar la comparación de la coyuntura actual con la de otras experiencias neoliberales extremas, como las impulsadas por José Alfredo Martínez de Hoz a partir del golpe de 1976, y por Domingo Cavallo desde 1991. Ambas con desastrosos resultados: altos niveles de desempleo y pobreza, enajenación del patrimonio público, fuerte desnacionalización y concentración oligopólica, megaendeudamiento y profundización de la desigualdad social, a partir de la desmejora en la distribución de la riqueza y los ingresos.

Se actualiza en estos días el viejo debate entre los dos modelos de país y la ciudadanía es interpelada sobre el partido a tomar, de modo que las urgencias coyunturales no den paso a desequilibrios aún más profundos y a mayores inequidades.


   

domingo, 17 de diciembre de 2023

Los que van a pagar el ajuste… @dealgunamaneraok...

Los que van a pagar el ajuste…

Afectados. Para la CGT, «el ajuste de Milei recae sobre el pueblo». Fotografía: Jorge Aloy.       

El gran ajuste prometido por el entonces candidato Javier Milei, como supuesta solución a los problemas económicos y sociales del país, ya está en marcha. Pero las decisiones del ahora presidente de la nación evidencian claras diferencias con las propuestas preelectorales, particularmente en lo referido a quiénes iban a ser alcanzados por las medidas.

© Escrito por Carlos Heller el sábado 16 de diciembre de 2023 y publicado por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 


Milei dirigió sus ataques a la «casta» política y a la intervención del Estado en distintas áreas, pero lo principal del ajuste terminará recayendo sobre la ciudadanía. Lo advirtió el reciente comunicado de la Confederación General del Trabajo (CGT), al señalar que «el anunciado ajuste, no ajusta a la denominada “casta”, como se prometió en campaña», sino que «el ajuste de Milei, una vez más, recae sobre el pueblo».

El propio ministro de Economía, Luis Caputo, admitió que los recortes que se proyectan en el área del Estado no pasarán del 0,5% del producto bruto interno (PIB), frente al 5,2% de reducción del déficit planteado como meta.

Aunque el nuevo Gobierno utiliza imágenes dramáticas para justificarse –el vocero presidencial Manuel Adorni definió las medidas como «urgentes e inevitables para evitar la catástrofe»– la realidad es que no es este el único camino para alcanzar el equilibrio en las cuentas públicas. 

Alternativas.

Como hemos señalado muchas veces: nosotros no somos hinchas del déficit fiscal, sino enemigos del ajuste para resolverlo. Estamos de acuerdo en atacar el déficit. La cuestión es cómo lo hacemos.

La opción debe pasar por no ahogar el crecimiento de la economía, por la lucha contra la evasión impositiva, por la generación de una mayor progresividad tributaria, para que aporten los que más tienen. En ese marco, es factible la búsqueda de una mayor eficiencia en el gasto público, enfocándose prioritariamente en quienes más lo necesitan.

Dicho de otro modo, una vía (la que está hoy en curso en el país) consiste en desmejorar las condiciones de vida de la mayoría de la población.

Otro camino es a través de medidas como la implementada en Brasil en estos días. Por primera vez se cobrarán impuestos a las inversiones de los llamados fondos exclusivos de inversión, también conocidos como «súper ricos», y a las empresas offshore.

El presidente Luis Ignacio «Lula» Da Silva espera recaudar 6.000 millones de dólares hasta 2025, mientras el ministro de Economía de ese país, Fernando Haddad, remarcó que la medida evitará un ajuste en las cuentas públicas. Un criterio claramente opuesto a la visión que tiene el Gobierno argentino.

En esta línea, creemos necesario implementar en la Argentina una política integral que ataque en simultáneo a la evasión impositiva, el contrabando y las distintas maniobras que se realizan para eludir las políticas fiscales (como la subfacturación de exportaciones y sobrefacturación de importaciones). Debe insistirse, además, sobre la progresividad tributaria, para que los que más tienen sean los que más aporten. 

Jubilados.

En claro contraste, la orientación prevista por la Casa Rosada contempla, entre otras disposiciones altamente preocupantes, recortar en un 0,4% del PIB la partida presupuestaria destinada al sistema previsional. Es decir, las jubilaciones y pensiones deberán sobrellevar su cuota del ajuste.

También se estudia el cambio de la fórmula automática para actualizar haberes y el uso de decretos para «recomponer» ingresos, lo que deja abierto el riesgo de una importante licuación en los ingresos de la clase pasiva.

Se anticipó además la casi desaparición de las transferencias de la nación a las provincias, una drástica reducción de la obra pública y una fuerte disminución de los subsidios a la energía y el transporte.

Todo ello, mientras ya se verifica el pronóstico de estanflación. El tipo de cambio oficial fue elevado más del 110%. El valor de los combustibles acumula un alza del 67% en lo que va de diciembre. El precio de la carne se incrementó alrededor del 38% en el promedio de los distintos cortes, en el marco de la liberación de precios presuntamente «reprimidos».

Frente al impacto que recaerá principalmente sobre los sectores populares, un comunicado del bloque de diputados de Unión por la Patria, del que formo parte, advirtió que «había y hay otro camino: un cambio con producción, trabajo y cuidando a las y los argentinos».


   

miércoles, 22 de noviembre de 2023

Entrevista a Eduardo Rinesi. Las razones y los votos…

 Entrevista a Eduardo Rinesi. Las razones y los votos…


Eduardo Rinesi

¿Cómo se explica el resultado del balotaje? Lejos del recurso fácil del desprecio o la simplificación, el politólogo apuesta a interrogar el sentido del sufragio a favor de Milei.

© Escrito por Osvaldo Aguirre el miércoles 22/11/2022 y publicado en la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

A horas de la elección que consagró a Javier Milei y Victoria Villarruel como presidente y vicepresidenta de la Argentina los análisis resultan provisorios. El triunfo de La Libertad Avanza estaba dentro de las previsiones, pero no con la cantidad de votos que obtuvo. En la coyuntura, Eduardo Rinesi destaca la necesidad de evitar explicaciones apresuradas y de reflexionar «sin desprecios fáciles a la inteligencia y a la moralidad de los demás y con disposición a revisar nuestros propios modos de pensar».
Rinesi fue rector de la Universidad Nacional de General Sarmiento, donde actualmente es Consejero Superior y dirige la Carrera de Especialización en Filosofía Política; también integró el espacio Carta Abierta, es docente en la Universidad Nacional de Córdoba y en el Colegio Nacional de Buenos Aires y ha publicado numerosos libros sobre teoría social y filosofía política. «Enfrentamos un programa de gobierno que tendrá consecuencias destructivas para la vida social argentina», advierte.

–Después del último debate entre los candidatos hubo una expectativa por las chances de Massa que finalmente hizo más categórico el resultado de la elección. ¿Cómo observas la composición del voto a Milei?
–Está claro que hay muchas cosas que no vimos. Una es la que vos decís: el salto entre los argumentos presentados en un debate y la decisión de voto de la gente. Otra: creo que nos dejamos entusiasmar por el hecho de que una cantidad de organizaciones, instituciones y colectivos se habían expresado muy contundentemente en contra de Milei y en muchos casos a favor de Massa, porque pensamos que esas manifestaciones iban a determinar las decisiones individuales de los miembros de esos colectivos, o expresaban sus opiniones personales, mucho más que lo que lo hicieron. Fue un latiguillo repetido el de que a Milei lo votaban los repartidores de pizza; pero eso no explica el 55% de los votos con los que ganó.

–¿Qué se agregó a esa base de votantes?
–Todo esto es en borrador, a horas del escrutinio. Pero me parece que hay que sumar a lo que ya sabemos sobre la «desafiliación» de mucha gente (la palabra es de Robert Castel, y entre nosotros la usó Denis Merklen para pensar el 2001 y el 2002) respecto a las formas más estructuradas del mundo laboral, político o social, otra cosa que tal vez podamos llamar la «desafección» de millones de personas que sí forman parte de esas estructuras, pero que no necesariamente piensan o actúan como las declaraciones públicas de las dirigencias de esos colectivos nos podrían hacer pensar que deberían hacerlo. Digo: ni los hinchas de fútbol votaron como parecía sugerir que iban a hacerlo la declaración de la dirigencia de la AFA ni los estudiantes y los trabajadores de nuestras universidades votaron como parecía indicar que iban a hacerlo según la declaración que sacó el Consejo Interuniversitario Nacional.

«No diría que este es un país de desmemoriados, de reaccionarios ni de tontos. El voto en esta elección debe ser motivo de una reflexión mucho más serena.»

–¿Qué votó el que eligió a Milei?
–No lo sé. Sí sé que debemos evitar suponer que votó un sinsentido. El voto a Milei hacía, hizo, todo el sentido para quienes lo eligieron. No supongamos que nosotros podemos responder a la pregunta por el sentido de lo que votamos al elegir a Massa con una respuesta razonable y que los que eligieron a Milei no pueden responder a la pregunta por el sentido de lo que votaron sino con insensateces. Preguntémosles. Cuando andamos por la historia suponiendo que las únicas razones son las nuestras, nos pegamos sorpresas como esta que nos acabamos de pegar, que nos llevan a condenar rápidamente como irracionales o ignorantes de sus verdaderos intereses a quienes nos revelan que el mundo era más complicado que lo que creíamos.

–En el Día de la Soberanía Nacional, Milei anunció que privatizará Aerolíneas, YPF y los medios públicos. Nadie puede decir que no cumple una promesa.
–Ese anuncio, en efecto, no nos sorprende. Lo que me parece, ya que aludís a la idea de soberanía, es que vale la pena preguntarnos por el sentido de lo que dice Milei cuando dice la palabra que funciona como eje central de su discurso: la libertad, a la que piensa en los términos de un anti-estatalismo extremo, que es el que busca realizar con estas privatizaciones que ha anunciado y, más en general, con la fuerte reducción de las funciones del Estado que se propone llevar adelante. El problema es que en el modo en que solemos pensar la idea de libertad, que hereda las grandes tradiciones liberal, democrática y republicana, la libertad requiere y no rechaza, en su defensa, la intervención del Estado. Si creemos, como nosotros creemos, que nadie puede ser libre en un país que no lo es, para que haya libertad de los individuos tiene que haber libertad colectiva del pueblo, es decir, soberanía. Ahora: Milei no cree eso (y esto es lo que tenemos que discutir con él), porque no sostiene su idea de libertad sobre ninguna de esas tres tradiciones que mencioné, sino sobre un libertarianismo radicalmente individualista que expulsa a la noción misma de comunidad de su pensamiento.

«Fue un latiguillo repetido el de que a Milei lo votaban los repartidores de pizza; pero eso no explica el 55% de los votos con el que ganó.»

–¿Qué dice la elección de un candidato de ultraderecha acompañado de una negacionista de la dictadura en el marco de los 40 años de democracia?
–La pregunta es si algo de los grandes consensos que se fueron construyendo a lo largo de estos años corre el riesgo de resquebrajarse. Si atendemos a la superficie de los discursos de Milei y de Villarruel, diría que sí. Sin embargo, no me apuraría, y esperaría a ver qué dice sobre este asunto en particular (sobre todo si el presidente electo quiere llevar al plano de las políticas públicas las consecuencias de sus postulados sobre estas materias) una ciudadanía que no me parece que haya olvidado esos consensos. Se dijo mucho en estos últimos días: el voto a un candidato no supone necesariamente la adhesión a todos y cada uno de sus postulados. Creo que Milei no lo ignora. De hecho, sus primeras declaraciones y decisiones no se refirieron a estos temas, sino más bien a la orientación que quiere dar a la política económica.

–También habló de volver a la Argentina del siglo XIX, como su utopía de Gobierno.
–La Argentina del siglo XIX quiere decir la Argentina anterior a 1916. El rechazo de Milei a los grandes partidos democráticos de masas es mucho más furioso que el de Macri. La Argentina a la que quiere volver no es la anterior al peronismo: es la anterior al voto universal. Su utopía es la de la república conservadora de la generación del 80, que es desde donde lee, por cierto, muy sesgadamente las ideas de la generación del 37 en general, y de Alberdi en particular.

«Para que haya libertad de los individuos tiene que haber libertad colectiva del pueblo, es decir, soberanía.»

–El programa del nuevo Gobierno supone también volver a la universidad anterior a la Reforma de 1918. ¿Es posible?
–Las ideas que viene anunciando Milei sobre la Universidad implican, en efecto, un gran retroceso, y son además contrarias a una ley de la nación, la de Educación Superior, reformada en 2015, que indica que no se puede cobrar por garantizar el ejercicio de lo que esa misma ley considera un derecho universal. El problema es que Milei no cree en los derechos. O solo cree (mucho: lo repite todo el tiempo) en uno, que es el derecho a la propiedad privada, que es un derecho raro, porque, en la organización actual del mundo, no es, justamente, un derecho universal, sino un derecho particular… de los propietarios. El derecho a la educación superior, en cambio, sí es un derecho universal, que es o que tiene que ser de todo el mundo, y que para que lo sea de manera efectiva y cierta reclama la intervención activa del Estado. Milei no cree que eso esté bien. El pequeño problema que tiene es que eso no es una idea de algún loquito suelto: es lo que dice el texto de una ley. Hago votos porque el Gobierno que se inicia administre el país en el respeto de las leyes.

Hotel Libertador. Primer discurso de Javier Milei tras su consagración como presidente electo. Fotografía: Télam


–Milei plantea un programa económico que remite a épocas traumáticas del pasado reciente y reivindica a Margaret Thatcher, con lo que significa respecto de Malvinas. ¿No importa la experiencia histórica en el voto?
–A pocas horas de la elección no me apuraría a decir que este es un país de desmemoriados, de reaccionarios ni de tontos. El voto en esta elección debe ser motivo de una reflexión mucho más serena. Y que debemos hacer sin automatismos del pensamiento. El pasado al que nos referimos cuando reclamamos tener memoria no forma parte de la experiencia vital de la enorme mayoría de los argentinos y de las argentinas. No me parece que debamos suponer que todo sujeto que fue a votar sea un conocedor de la historia de la Argentina anterior a su nacimiento, y eso no debe ser motivo de una rápida condena, sino de una reflexión. En todo caso, deberemos preguntarnos qué hemos hecho en relación con la transmisión de esa historia.

–¿Cómo podría comenzar la reflexión?
–Sin autocomplacencias, sin coartadas, sin desprecios fáciles a la inteligencia y a la moralidad de los demás y con disposición a revisar nuestros propios modos de pensar. Porque es cierto que fue difícil ser oficialismo en medio de la pandemia y de la sequía, es cierto que fue duro administrar un país con la deuda que el Gobierno anterior le había dejado y es cierto que la ultraderecha es un fenómeno global. Pero estas obviedades no deberían agotar nuestra reflexión: si no avanzamos un poco más que esto, estamos fritos.

–Los libertarios parecen moverse con consignas que clausuran la discusión antes que con discursos. ¿Cómo se puede debatir en esa escena?

–El Gobierno que tendremos será un Gobierno fuertemente doctrinario, que tiene un programa y que tiene una teoría. Tiene frases eficaces, desde luego, como las tuvo el peronismo y como las tiene toda fuerza política que se precie. La política siempre tiene algo de consignismo. Me cuidaría de pensar que enfrentamos un conjunto de frases sueltas y delirantes. Enfrentamos un programa que tiene una teoría. Una teoría que me parece que está mal, y cuya aplicación tendrá consecuencias que van a ser muy destructivas para la vida social argentina. Pero no diría que estamos apenas ante un conjunto de frases vacías. Eso sería muy autocomplaciente, y de autocomplacencia ya tenemos bastante. 

jueves, 2 de noviembre de 2023

Las cartas sobre la mesa… dealgunamaneraok...

Las cartas sobre la mesa…

En pantalla. Milei y Bullrich, en nombre de Macri, escenificaron el acuerdo en los estudios de una señal de noticias. Fotografía: Enrique García Medina.

El triunfo de la fórmula Sergio Massa-Agustín Rossi, de Unión por la Patria (UxP), por una diferencia importante en la primera vuelta de las elecciones presidenciales se ha transformado en el hecho más determinante del escenario político con vistas al momento decisivo del 19 de noviembre.

© Escrito por Juan Carlos Junio el lunes 30/10/2023 y publicado por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 

El electorado derrotó a la variante de la derecha clásica representada por Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio), aunque ella había incorporado elementos de odio y violencia de su circunstancial competidor, c.

Así es que se generó una situación de crisis de la alianza de JxC que desnudó el accionar dual del expresidente Mauricio Macri, quien desde el inicio actuó a favor de su fuerza preferida, La Libertad Avanza (LLA).

Los acontecimientos demostraron que Macri llevó a la derrota primero al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y luego a Bullrich, para terminar abrazado a la variante de ultraderecha.

A partir de ahora, los socios Macri y Milei se proponen llevar a la práctica la estrategia que viene de un fracaso: derrotar al kirchnerismo. Lo cierto es que la crisis de JxC está en pleno proceso y se esperan eventuales reacciones de diversos sectores, particularmente del núcleo radical y sus bases, teniendo en cuenta que fueron agredidos abiertamente, tanto por Milei como por Macri, sus actuales dirigentes así como sus símbolos históricos, particularmente Raúl Alfonsín.

Negacionismo y confusiones

Luego del abrazo en un set de televisión entre Bullrich y Milei, perdonándose los gravísimos agravios en que habían incurrido, ahora se proponen transformar al candidato libertario en presidenciable. Es esta una suerte de misión imposible teniendo en cuenta el conjunto de erráticas declaraciones formuladas por Milei, su candidata a vicepresidenta Victoria Villarruel, y otros referentes del espacio sobre los temas más diversos: privatización de jubilaciones y pensiones, dinamitar el Banco Central, eliminación de todo tipo de subsidios, arancelamiento de la educación pública, compra y venta libre de órganos humanos y entrega de los recursos naturales, incluyendo mares y ríos. Pero esto no es todo, Milei también afirmó que el cambio climático no existe, propuso la libre portación de armas y la eliminación de las leyes de protección al trabajo. Corona este conjunto de planteamientos el desprecio de nuestra democracia a partir de la reivindicación de la dictadura videlista y de la negación de los 30.000 desaparecidos. Queda claro entonces que Milei es Macri y que la propuesta se sustenta más allá de lo confuso en el modo de formular la línea ideológica esencial, que es la de un ultraneoliberalismo presentado con un lenguaje primitivo con el cual aspira a mostrarse como un antisistema que destruirá todo lo perimido de la «casta política» y sus fracasos económicos.

Todo indica que el poder económico concentrado privilegiará el apoyo a la fórmula Milei-Villarruel ya que sus tradicionales posturas antiperonistas y antipopulares son las que siempre terminan primando. Además de su temor a que un gobierno de signo popular comprometa su predominio en el manejo de la economía y pueda alterar sus elevados márgenes de ganancias.

Por su parte, UxP y sus candidatos afirman la unidad del conglomerado que los apoya y ahora se proponen ampliar su base de sustentación y de alianzas.

De lo que no cabe duda es que el escenario no está definido y que más allá de la crisis de identidad de la alternativa conservadora, una gran parte del resultado lo definirá la militancia en la medida que se comprometa masivamente por convencer a la ciudadanía acerca del sentido de su voto. A 40 años de una crucial elección, aquella que el 30 de octubre de 1983 marcó el inicio de la recuperación de las instituciones constitucionales, los argentinos y las argentinas nos jugamos una vez más los derechos conquistados y por conquistar en una elección. La democracia, su vigencia plena, requiere del compromiso militante cotidiano de los ciudadanos y las ciudadanas.




miércoles, 25 de octubre de 2023

Elecciones 2023. Massa-Milei, a todo o nada… @dealgunamaneraok...

 Elecciones 2023. Massa-Milei, a todo o nada…


El candidato de Unión por la Patria triunfó en la primera vuelta y confrontará con el libertario en el balotaje. Primeros movimientos tácticos hacia el 19 de noviembre y crisis en Juntos por el Cambio.

© Escrito por Alberto López Girondo el lunes 23/10/2023 y publicado por la Revista Digital Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.          

«Nuestro país vive una situación difícil y sin embargo creyeron que éramos la herramienta para empezar a construir una nueva etapa en la historia argentina», expresó Sergio Massa y prometió no fallarle a los millones de argentinos y argentinas que lo eligieron. El ministro de Economía y candidato convocó a apoyarlo en segunda vuelta a quienes votaron en blanco, no votaron, lo hicieron por la izquierda y a los radicales de Juntos por el Cambio y manifestó que haría el mayor esfuerzo para ganarse su confianza. Asimismo, reiteró su llamado a un Gobierno de unidad nacional. Resulta evidente que el escenario para noviembre está abierto y ambos candidatos deben ampliar su base de sustentación para ganar la presidencia. 

Un poco después de las 21:15 cuando el secretario de la Presidencia, Julio Vitobello, anunció los primeros datos oficiales sobre el resultado de la primera vuelta presidencial, comenzaron a tejerse escenarios de cara al 19 de noviembre. Fue una sorpresa que se adelantara tres cuartos de hora la información que se había prometido para las 22. Sin embargo, esa no sería la única sorpresa: un Sergio Tomás Massa en primer lugar (36,29%) y con una diferencia de seis puntos sobre Javier Milei (30,19%), con el agregado de que Patricia Bullrich quedó bastante más lejos (23,82%), no estaba en los cálculos de La Libertad Avanza (LLA) ni en los de Juntos por el Cambio (JxC) y hasta era una suerte de aspiración quimérica para Unión por la Patria (UxP) en el marco de una situación económica difícil y de recientes casos de supuesta corrupción de dirigentes oficialistas que salieron a la luz pública. 

Además del triunfo de Massa –finalmente de 36,68% sobre el 29,98% de Milei– que pasa al balotaje con un guarismo a su favor interesante aunque no definitivo, el oficialismo celebró que Axel Kicillof retuvo la provincia de Buenos Aires con casi 20 puntos sobre el aspirante de JxC, Néstor Grindetti, y la candidata de LLA, Carolina Píparo (44,88% contra 26,62 % y 24,59% respectivamente).  

Desde temprano voceros de los partidos y los canales más identificados en contra del ministro de Economía venían mostrando sorpresa por los resultados que se traslucían desde los datos de telegramas que los fiscales enviaban a cada espacio. Y quizás el primero que mostró las cartas fue Guillermo Francos, la figura que Milei había anunciado como su ministro del Interior en caso de llegar al Gobierno, quien dijo que la elección había sido muy pareja. O sea, que la perspectiva de representantes de LLA sobre un eventual triunfo en primera vuelta no se verificaban. 

«El proceso electoral se ha desarrollado con normalidad», adelantó Francos, cuando desde LLA se había deslizado inicialmente que ya habían denunciado más de 4.000 casos de presuntos fraudes. Luego, con los cómputos ya en firme, el propio Francos salió al escenario del búnker en el hotel Libertador para reconocer que estaban en la segunda vuelta de acuerdo con la información que emitía la Cámara Nacional Electoral. Las caras de derrota entre los militantes libertarios eran evidentes. 

Luego de semanas de una euforia que les hizo pensar en un mayor crecimiento por eso de que muchos opositores apostarían por el «voto útil» contra el peronismo, quizás les hizo perder la perspectiva. Podría decirse que se apuraron a comer la cena antes que el almuerzo y los traspiés de algunos de sus personajes de mayor visibilidad mostraron un cariz intolerante y peligroso para la convivencia. Y eso, podría decirse que se pagó caro.  

Le costó a Milei disimular en su rostro la decepción por no haber alcanzado el triunfo amplio que vaticinaba. Volvió a plantear el siglo XIX como su ideal de país y tendió puentes hacia JxC, destacando los triunfos de Macri y Frigerio. Hizo suyo el discurso de Bullrich: «No podemos permitir que el kichnerismo nos siga arruinando la vida», dijo. Ya no habló de la casta, se limitó a un sector de la política. 

Caras largas y titubeos.     

Pero también en JxC hubo resbalones que tuvieron su impacto en las urnas y se reflejó en las caras largas en los pasillos del búnker de Parque Norte. Pocos minutos después de Francos salió a hablar el candidato a jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, el único que podía por entonces mostrar un triunfo dentro del PRO. Las palabras del exintendente de Vicente López se colaron entre las voces de los partidarios que cantaban «kirchnerismo nunca más». 

Luego de algunos titubeos sobre la oportunidad de hablar, Patricia Bullrich enfrentó las cámaras para lamentar no haber podido alcanzar «los objetivos que queríamos para nuestra Argentina». En lo que parecía una toma de posición ante la ronda del 19 de noviembre, acusó al «populismo» de haber empobrecido al país, dijo que ratifica los «valores de nuestra causa» y se comprometió a «representar los valores de los que hoy nos votaron».  

Mientras tanto, la cúpula partidaria del PRO –Mauricio Macri, Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta– se reunía en otro salón para analizar un resultado que se interpreta como un golpe quizás definitivo contra el partido que el expresidente supo armar en 2007. Por otro lado, la gran incógnita será cómo va a jugar el expresidente, que se mostró mucho más cercano a Milei de lo que sus propios adláteres le toleraban. La irritación de los radicales, vilipendiados por el líder de LLA, podría ser una fuente a la que indudablemente Massa recurrirá para llegar a la Casa Rosada con la banda presidencial. 

Kicillof, en tanto, también salió al estrado para decir que si bien hay problemas tanto en la provincia como en el país, «los problemas se resuelven con más Estado y no con menos» y abundó: «Los problemas se afrontan con más solidaridad y no con egoísmo (…) tendiéndole la mano al que lo necesita» y completó: «Siempre fuimos un pueblo solidario, y la provincia sigue creyendo en más Estado, más solidaridad y más Patria». 

En la provincia de Entre Ríos, mientras tanto, la disputa entre el candidato de JxC, Rogelio Frigerio, y el de UxP, Adan Bahl, era voto a voto, se imponía el exministro del Interior de Macri por 41,7% a 39,2%. Mientras que en Catamarca, el gobernador Raúl Jalil ganó con comodidad.