¿Quién es el nuevo Papa?
Nueva era en el Vaticano - León XIV, en el nombre de Francisco…
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Roma. Presentación del nuevo papa ante sus fieles en la basílica de San Pedro, este 8 de mayo. Fotografía: Getty Images.
¿Quién es el nuevo Papa?
Nueva era en el Vaticano - León XIV, en el nombre de Francisco…
Bibliotecas Populares en riego. Mucho más que libros…
Las bibliotecas populares, además de acercar material de lectura
a la comunidad, responden a emergencias alimentarias, brindan contención,
formación en oficios y la posibilidad de que jóvenes y adultos terminen la
primaria y la secundaria. Hoy están riesgo por los recortes presupuestarios.
Cultura y sociedad en la nota de la semana de Revista Acción.
El decreto 345/2025 publicado el 22 de mayo
en el Boletín Oficial degrada la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas
Populares (Conabip) a una dirección nacional. El organismo creado en 1870
durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento pierde así su carácter
autónomo y federal.
«Las bibliotecas populares son organizaciones
sociales invisibles. Dependen de la Conabip y cada una tiene una identidad
propia. La nuestra es una biblioteca popular y social que responde a
emergencias como la alimentaria», explica Martínez, presidenta de la Biblioteca
Popular Campo Verde.
El ataque contra las bibliotecas populares
comprende también a otros organismos como el Instituto Nacional del Teatro, el
Museo Nacional de Bellas Artes, el llamado Palacio Libertad y los institutos
nacionales Belgraniano, Sanmartiniano y Juan Perón.
La presidenta de la Biblioteca Popular La
Cárcova, de José León Suárez, cuestiona prejuicios: «Se piensa que una
biblioteca es un espacio silencioso donde encontrás libros ordenados –dice–.
Hay biblioteca que tienen ese perfil y brindan un servicio y hay otras donde
trabajamos para el desarrollo de la comunidad y donde también podés conseguir
una merienda, acceder a wifi y a una formación de oficio, terminar la primaria
y la secundaria, encontrar contención psicológica».
La Biblioteca Popular La Cárcova se fundó en
2011. «Es una biblioteca de base comunitaria, villera –destaca Pérez–. La
construimos con desechos de basura, ya que tenemos a pocos metros uno de los
complejos ambientales más grandes del Ceamse. Al principio nadie apostaba por
nosotros, estábamos en una casilla de lona, con lo que recuperábamos de la
basura. Montamos la biblioteca en un predio abandonado y con ella fuimos
creciendo profesionalmente».
Gisela Pérez integra, a la vez, Bibliotecas
Populares en Lucha, una red conformada durante la presidencia de Mauricio Macri
para visibilizar la situación del sector. «Las bibliotecas populares son
asociaciones civiles sin fines de lucro, cuyos integrantes trabajan ad honorem
con la convicción de que desarrollan un bien común –dice–. Hoy es difícil pagar
los servicios y un alquiler, por lo que hay bibliotecas que están cerrando».
La Biblioteca Campo Verde no tiene título de
propiedad. «Pero el espacio es nuestro, lo construimos y estamos aquí desde
hace veinte años. Contamos con talleres productivos, cocina, comedor y espacio
para el cuidado de niñeces. Decimos que somos hijos e hijas de la crisis de
2001», explica María Liz Martínez.
«El trabajo es territorial –agrega–. Es
difícil mostrarlo hacia afuera, pero es fuerte hacia adentro. Hemos
desarrollado festivales, encuentros, una radio, un club de vóley, un ballet de
danzas y muchas formas de acceso a los libros y a la cultura. Son cosas que no
mueven ningún amperímetro, pero significan un aporte para la comunidad. Uno
pone el hombro; necesitamos fuertemente del Estado».
El cuestionamiento apunta en primer lugar a
la Conabip, que mantiene el presupuesto de 2023, recorta subvenciones a las bibliotecas
contra lo que es su función y no ejecuta programas. «A partir de 2005 recibimos
cajas con libros, nos invitaron a los encuentros nacionales de bibliotecas
populares y nos daban plata para compras en la Feria del Libro. Para nosotros
era increíble. El año pasado no recibimos nada y hoy hasta es difícil
comunicarse con la Conabip», dice la presidenta de la Biblioteca Campo Verde.
«Nunca atravesamos una situación social y
económica tan crítica –confirma Pérez–. Hay una gran dificultad para que
nuestros jóvenes consigan su primer empleo, para que las familias puedan hacer
dos comidas en el día, y se ha desbordado el tema del consumo problemático.
Nuestros jóvenes están en agenda solamente para meterlos presos. Desde la
Biblioteca La Cárcova, a través de la cultura y de oficios que les puedan dar
una herramienta económica, estamos haciendo todo lo posible para que nuestros
pibes no vayan en cana y no se vuelquen al delito».
El efecto Eternauta...
El extraordinario éxito de la serie impacta en la coyuntura nacional y moviliza discusiones sobre la reivindicación de la acción colectiva, el terrorismo de Estado y el desfinanciamiento de la política cultural. Una mirada al debate del momento en la nota de la semana de Revista Acción.
© Escrito por Osvaldo Aguirre el miércoles 21/05/2025 y publicado por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.
Publicado por primera vez entre 1957 y 1959, con secuelas y reversiones en 1969 y entre 1976 y 1977, El Eternauta está de regreso e impacta en la coyuntura política y cultural que atraviesa la Argentina. La adaptación de Bruno Stagnaro sobre la historieta de Héctor Oesterheld y Francisco Solano López moviliza interpretaciones y lecturas múltiples: la reivindicación de la acción colectiva contra la ideología neoliberal en el poder; la articulación de la historia con la época, en el horizonte de las distopías; el drama del guionista y sus cuatro hijas que repone la discusión del terrorismo de Estado durante la última dictadura cívico-militar y la búsqueda de los niños apropiados por la represión; una producción nacional exitosa en el contexto del desfinanciamiento de la política cultural. La extraordinaria repercusión de la serie abre polémicas e interrogantes.
Uno de los debates refiere a la correspondencia de la serie con la historieta. Para Juan Sasturain puede resultar equívoco. «Hay variantes cuando se produce la traslación de un género a otro, de un soporte a otro. En todos los sentidos. Hoy, la materia narrativa del cine de aventuras y ciencia ficción proviene mayoritariamente del universo narrativo del cómic de superhéroes y sus variantes», dice el escritor, uno de los primeros en estudiar y problematizar la obra. En particular, «El Eternauta se visibilizó para los productores norteamericanos a partir de la tardía, reciente edición lujosa y espectacular de Fantagraphics, primera versión en inglés de la original de Oesterheld-Solano López; ahí la vieron».
Para el escritor Sergio Olguín, las lecturas en términos ideológicos y políticos «son algo lógico porque Oesterheld fue una persona comprometida que hizo la obra teniendo en cuenta su ideología, como se ve en la evolución de la historieta en sus distintas versiones, y la adaptación de Stagnaro es muy respetuosa en ese sentido; lo que parece forzado es tratar de interpretarlo en el sentido contrario». Sasturain agrega que «la inconcebible tragedia familiar de padre e hijas y su desaparición y muerte durante la dictadura tiene una importancia central en esta coyuntura signada por los intentos, desde el Gobierno ocasional y desde el poder concentrado, del negacionismo más perverso». El presidente Javier Milei difundió una imagen falsa de la serie con un grafiti que lo mencionaba y las cuentas libertarias en X encuentran en la producción de Netflix un respaldo al desguace de las políticas de apoyo a la producción audiovisual y desvinculan la historia de la militancia política de Oesterheld. «Los argumentos de los libertarios que reivindican la iniciativa privada y lo innecesario del INCAA no se sostienen, porque ningún director nace exitoso. Stagnaro dirigió Pizza, birra y faso con apoyo del Estado y Okupas en el canal público. Muchos de los técnicos también salieron de la educación pública y del Enerc», opone Miriam Lewin. En opinión de la periodista y exdirectora de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual, «otra línea de argumentación en el sentido de que el Ejercito es salvador se da de bruces con la realidad: a Oesterheld lo desapareció y asesinó el Ejército».
Para la batalla cultural.
El escritor Ricardo Romero valora «la presencia de Buenos Aires como un personaje más» y la recuperación «del espíritu de la historieta» en la concepción del héroe colectivo. «En una coyuntura como la que atravesamos son factores que no solo hacen que la serie funcione, sino que traiga algo del espíritu rebelde que estamos necesitando; nuevas energías frente a lo que vivimos día a día con el Gobierno nacional», dice.
«El Eternauta impacta en la famosa batalla cultural que el Gobierno alimenta –agrega el historiador Federico Lorenz–. Es una desmentida en acto del discurso anticultural y antiargentino del Gobierno en tanto ataca elementos constitutivos de la experiencia cultural argentina». Sergio Olguín aprecia que El Eternauta «se mete a fondo con la argentinidad», en la escenografía y en los detalles, «en cómo hablan los personajes, cómo se mueven, cómo viven; a su vez el hecho de que aparezcan Buenos Aires y el Conurbano norte en términos futuristas resulta también muy atractivo». Lorenz menciona aspectos de la puesta en escena como «la aparición de los ferrocarriles, ciertas costumbres, guiños a la audiencia, la presencia de Malvinas y de los excombatientes dialogando sobre su experiencia» y destaca que el ideal de la acción colectiva «tiene significantes muy concretos, no es algo abstracto: el elemento subyacente que la serie transmite –y por eso molesta tanto y por eso también entusiasma tanto– es la reivindicación de la resistencia frente a la amenaza del mal absoluto».
Sasturain define a El Eternauta como «el clásico ineludible de la segunda mitad del siglo veinte: el relato poderoso, revelador, el mito más perdurable que generamos», y resalta la significación de la serie televisiva: «Que una obra de semejante excelencia y eficacia formal y material haya sido resultado del trabajo del talento y los saberes argentinos encuadrados en los parámetros más altos de la producción audiovisual pone en evidencia la estupidez, ceguera y desatino de las políticas de desaliento y desmantelamiento de todos los aspectos de nuestra siempre viva, pese a todo, industria cultural».
Panorama
internacional
«Hoy, como nunca, se observa cómo lo internacional impacta en la cotidianidad»,
dijo el presidente del banco a continuación, y se refirió a un informe de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, con indicadores
que muestran una desaceleración de las perspectivas de crecimiento global.
Según este informe «persisten riesgos significativos: la fragmentación
comercial, el aumento de los aranceles y una inflación mayor a la esperada
podrían llevar a políticas monetarias más restrictivas y a correcciones en los
mercados financieros».
Heller
advirtió que esta situación se agravó desde enero con la asunción de Donald
Trump en su segundo mandato como presidente de los Estados Unidos. «Desde
entonces, se ha puesto en tela de juicio el multilateralismo y la cooperación».
También marcó como signos de alarma el aumento de gasto militar en Europa, la
caída del empleo industrial y la guerra comercial entre China y Estados Unidos.
A la par, abordó el fenómeno de la creciente concentración de la riqueza en el
mundo y el peso de la deuda externa en los países del sur global, un tema que
afecta especialmente a la Argentina. «La deuda soberana –afirmó– representa hoy
el 93% del PBI mundial, frente al 78% de hace una década. El libre comercio es
un mito. Hoy queda demostrado que ni el país que más lo promovía lo sostiene».
El impacto en Argentina
Respecto de los aranceles estadounidenses, el dirigente advirtió: «Argentina
fue incluida por Estados Unidos en el grupo de países gravados con un arancel
del 10%. Este hecho fue presentado como un logro basado en la buena relación
con el Gobierno de Trump. Sin embargo, antes de este anuncio, el promedio
general era del 2,5%, por lo que el nuevo nivel implica una pérdida de
competitividad para nuestra oferta exportadora hacia ese mercado. Algunos
sectores, como el acero y el aluminio, enfrentan además un arancel adicional
del 25%, afectando gravemente sus posibilidades». A ese impacto directo hay que
sumarle el efecto indirecto de la caída del comercio global, que puede afectar
los precios de las materias primas y reducir el valor de las exportaciones
nacionales.
Estos
factores se suman a una coyuntura nacional marcada por la caída del PBI y la
recesión. Según cifras oficiales, el PBI cayó un 1,7%, pese al fuerte repunte
del agro (+31,3%) y de la explotación minera, ambas actividades ligadas en
parte a condiciones extraordinarias como el fin de la sequía o la obra pública
previa en el caso de Vaca Muerta. «Al analizar sector por sector, se observa
que la construcción cayó 0,56%, el comercio mayorista y minorista aportó una
caída de 1 punto y la industria manufacturera, una baja del 1,5%. Si
descontamos el efecto rebote del agro, el retroceso real del PBI en 2024 fue
superior al 3%», afirmó Heller.
El
consumo privado, en tanto, cayó un 4,2%. «En supermercados y autoservicios
mayoristas, las ventas de febrero marcaron una caída del 0,3% y 1%
respectivamente», dijo y agregó: «El presidente dijo que en el primer trimestre
de 2025 la economía creció 6,6%. Pero ese dato, aunque parcialmente cierto,
esconde que en 2024 la caída había sido del 11,1%. Es decir, se está comparando
con un piso muy bajo, y ni siquiera se alcanzan los niveles de 2023. Comparando
el primer trimestre de 2025 contra el mismo período de 2023, la caída sigue
siendo del 5,2%», dijo Heller. También afirmó que la industria manufacturera en
el primer trimestre de 2025 apenas creció 1% interanual, pero eso viene después
de una caída del 23,2% respecto al mismo período de 2023. «Estos supuestos
“brotes verdes” no son recuperación, sino rebotes técnicos».
Dirigentes.
Junio, Ghiglione, De Lorenzi, Sitlonik, Giura, Rivera, Heller, Cortés, Sapei,
Louzán, Bozzolo y Bastide. Fotografía: Jorge Aloy.
Los
destinatarios del ajuste
En otro tramo de su intervención, Heller detalló quiénes son los destinatarios
del recorte del gasto público. «El gasto primario cayó un 27,5%. El recorte en
obra pública representa el 23,7% de esa baja; las jubilaciones y pensiones, el
19,1%; los subsidios económicos, un 14,2%; el gasto de funcionamiento, un 13%
(de los cuales el 80% son salarios); los planes sociales, un 12,8%; las
transferencias a provincias, 8,8%; y las universidades, 3,3%». Y sintetizó: «El
ajuste le cae a la gente».
También
advirtió que, en 2024, los salarios de los trabajadores registrados tuvieron la
mayor caída desde 2016, y que el desempleo subió un punto porcentual: del 6,1%
al 7,1%, lo que implica 156.000 personas más sin trabajo. Además, el 42% de los
trabajadores son informales, cifra que asciende al 58,2% entre los menores de
29 años. «Podríamos llegar a una situación en la que la informalidad se
convierta en la norma. Y tanto los formales como los informales quedarían sin
protección. Porque la formalidad no es solo un registro administrativo: la
formalidad es, esencialmente, el derecho a tener derechos».
También
abordó la inflación, haciendo hincapié en que es un fenómeno multicausal, y que
no se puede desconocer un factor fundamental como la puja distributiva. El
Gobierno, dijo, también insiste en fórmulas de administración del tipo de
cambio que ya han fracasado en el pasado. «No inventa nada y repite cosas que
ya se han hecho otras veces y que han terminado mal», expresó Heller. Y
advirtió sobre los efectos negativos de esta política económica: pérdida de
reservas internacionales, fuerte reducción de la competitividad externa y
habilitación de la llamada «bicicleta financiera».
«El
problema cambiario deriva en más desempleo, en más importaciones. La solución
en realidad es exactamente al revés: es desarrollar manufacturas competitivas,
desarrollar nuevos sectores de servicios centrados en la ciencia y la
tecnología; nuestro país -dijo-, efectivamente podría equilibrar su situación
cambiaria y dejar de depender del endeudamiento continuo como viene sucediendo».
Volver al Fondo
«No se puede entender como alguien puede creer que tomando más deuda la
Argentina va a mejorar. Si estuviéramos tomando deuda para ampliar el
gasoducto, por ejemplo, para exportar a países vecinos, eso sería benéfico,
pero si tomamos deuda para resolver el problema de reservas que tenemos,
entonces esto no nos va a resolver nada», afirmó Heller para referirse a otro
aspecto central de la coyuntura argentina.
En
la actualidad hay una ley que establece que el Congreso debe aprobar la toma de
deuda con organismos internacionales. «Como dije en Diputados, esto debería
haberse sometido a un profundo debate, no solo decir “sí o no” a un DNU sin
ninguna especificación», afirmó el dirigente. Y resumió: «La deuda de Argentina
hoy es el 44% del total de la deuda total que tienen los países con el FMI». Y
advirtió que incluso los informes técnicos del Fondo advierten las
vulnerabilidades de Argentina ante este acuerdo. A la par, marcó como
preocupante la injerencia directa del Fondo sobre la política interna de
nuestro país, evidenciada en algunas expresiones de Kristalina Georgieva,
directora del FMI, haciendo referencia a las próximas elecciones e instando a
la Argentina a «mantener el rumbo». «No hay antecedentes en la historia
argentina de esta intervención. Luego, Georgieva tuvo que salir a desdecirse,
señalando que las elecciones son para los argentinos», dijo Heller, y agregó:
«La posibilidad de seguir ajustando a los pobres está llegando a su límite,
vienen por la clase media, por los sectores productivos, manufactureros, ya no
queremos ser como Irlanda, queremos ser como Perú, que tiene un 90% de
pobreza», afirmó el dirigente.
«Pusimos
en nuestro plan de gestión el objetivo de crecimiento de las Comisiones de Asociados.
Junto con nuestro trabajo de administrar esta gran entidad cooperativa, tenemos
que fortalecer y multiplicar nuestro trabajo institucional, multiplicar las
actividades. Los convoco a que redoblemos los esfuerzos, no desaprovechemos la
oportunidad, construyamos una alternativa que en octubre les ponga un límite.
Es parte de nuestro compromiso como institución y como ciudadanos», concluyó.
Plena y pertinente
Juan Carlos Rivera, gerente general de Credicoop, brindó luego un pormenorizado
informe sobre la actualidad de la entidad, que arrojó indicadores positivos
sobre la actividad operativa y estado patrimonial. Al día de hoy, Credicoop
cuenta con 1.084.269 asociados y asociadas y 276 filiales. Rivera destacó
también que son 4.603 los dirigentes en las Comisiones de Asociados, las cuales
realizaron durante 2024 más de 15.000 eventos con casi 100.000 participantes.
«Para seguir dando la batalla de las ideas, necesitamos de más
cooperativistas», resumió.
Por
su parte, Juan Carlos Junio, presidente del Instituto Movilizador de Fondos
Cooperativos, llevó el saludo de esa entidad. «En un mundo en el que núcleos
corporativos destruyen la naturaleza y la propia vida humana, fabrican e
incluso reivindican desigualdades, racismos, excluyendo a los descartables, lo
nuestro es la lucha por la igualdad y la justicia social», dijo, y agregó: «Lo
hacemos desde el cooperativismo solidario, militante y transformador, tal cual
nos convocaba Floreal. Este 2025, año de las cooperativas declarado por las
Naciones Unidas, debemos concebirlo en su dimensión y sentido político
histórico más profundo. No se trata solo de un simbolismo por nuestros valores,
sino por el papel decisivo y creciente de las 3.300.000 cooperativas y los más
de 1.000 millones de cooperativistas de todo el planeta que aportan a mejorar e
inclusive contribuyen a resolver los gravísimos problemas sociales que devienen
de las consecuencias del dominio de un capitalismo inhumano y perimido».
Durante
la asamblea, los 895 delegados y delegadas presentes aprobaron por unanimidad
todos los puntos del Orden del Día sometidos a votación. La mesa directiva para
el próximo ejercicio quedó conformada de la siguiente manera: presidente,
Carlos Heller; vicepresidente 1º, Ricardo Sapei; vicepresidente 2º,
Horacio J. Giura; secretario, Melchor Cortés; prosecretario 1º, Edgardo
Bozzolo; prosecretaria 2º, Marta Sitlonik; tesorero, Carlos Louzán;
protesorero 1º, Marcelo De Lorenzi; protesorero 2º, Ernesto Ghiglione;
secretario de Educación Cooperativa, Reynaldo Pettinari. Los síndicos titulares
serán Adriana Aspis, Cecilia Bastide y Horacio Raffo Quintana, mientras
que los síndicos suplentes serán Néstor Callegari, Andrea Cuirolo y Gustavo
Vattimo.
Para cerrar, Heller celebró el compromiso que sigue sosteniendo el banco con el modelo de gestión cooperativa y dijo: «Esta entidad se sigue manejando con los principios democráticos, con lo que históricamente en ese momento llamamos participación plena y pertinente, con organismos locales, las Comisiones de Asociados, que tienen facultades delegadas que permiten tomar resoluciones que hacen a la gestión. Tienen el doble valor de la cercanía entre el que toma la decisión y el que tiene el beneficio de esa decisión, es decir, los asociados. Y yo creo que 46 años después, esto nos tiene que llenar de orgullo».