Mostrando las entradas con la etiqueta Cecilia Moreau. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Cecilia Moreau. Mostrar todas las entradas

domingo, 11 de junio de 2023

Personalismo y descontrol... @dealgunamaneraok...

 Personalismo y descontrol... 

‘‘¡Y no se derrumba maaaaaás...¡”, Mauricio. Dibujo: Pablo Temes

A pocos días del cierre de listas hay un clima de pelea generalizada en el oficialismo y la oposición. 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 10/06/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 

Todo es pelea en las arenas de las dos coaliciones principales de la política vernácula. Es una pelea encarnizada, que se agudiza a medida que se acerca la fecha del 24 de junio. Ese día se cierran las listas de cuya confección dependerá la suerte de la Argentina. Muchos de los allí designados accederán a posiciones de poder desde la cual regirán los destinos de nuestro país y su gente. La lucha es por esos cargos. Es una lucha sin ideas, que se libra a la vista de todos sin la más elemental empatía con la dolorosa situación que atraviesan los votantes. Eso la transforma en un transcurrir obsceno. No hay sutilezas.

Por el lado del oficialismo, Sergio Massa combate con denuedo por anular la posibilidad de una competencia interna a la que le teme. Afirmar lo que va a pasar dentro de quince días es una quimera. Lo único cierto es que Massa quiere ser candidato. Para que ello ocurra, lo que busca con desesperación es anular la posibilidad de cualquier competencia interna. Ante lo estrepitoso del fracaso de su gestión como ministro de Economía, se arman cada tanto, algunas operaciones en las que el tigrense amenaza con dejar su poltrona e irse a su casa. La última tuvo lugar el viernes pasado. Le correspondió llevarla a delante a Cecilia Moreau –aliada estrecha de Massa– diciendo que el tigrense estaba harto de las operaciones, y que en cualquier momento podía irse. Es francamente paradójico que el ministro –experto en la búsqueda de acciones de propaganda política fatua, se sienta víctima de operaciones de sus adversarios. Los que lo conocen muy bien y, por lo tanto, lo quieren poco, descreen de cada una de las palabras de Massa.

Es una lucha sin ideas, que se libra sin empatía con la dolorosa situación que viven los votantes

La única realidad es que sólo está dispuesto a inmolarse por él. “Sergio tiene mucho que perder. Está sentado en la silla más caliente de la Argentina y si se banca estar ahí haciendo todo lo posible porque el país no estalle, es mejor que no le pongan palos en la rueda a su candidatura” –aseguran en su entorno, siguiendo la misma línea. Es un mensaje directo para el Presidente que insiste con la idea de la competencia en las PASO y se regocija porque su mentora y ahora enemiga íntima, no tiene candidato. Mejor dicho, lo tiene, pero Wado de Pedro no despega. ¿Será el turno de Axel Kicillof?

Entretanto, La Cámpora continúa perdiendo poder. Sus figuras, hombres grandes y aburguesados, están muy lejos de los pibes para la liberación. La facción ultra-k no tiene recambio. Así lo sostuvo el propio Javier Milei: “Cristina está profundamente enojada, porque le estamos haciendo un desastre en los segmentos de edad más joven y les estamos haciendo un desastre en la provincia de Buenos Aires”. Es cierto, la juventud ya no es permeable al sueño del kirchnerismo eterno.

El PRO y No tan Juntos por el Cambio en su totalidad, han atravesado la peor semana en cuanto a rencillas internas y disputas de poder. “No sé si esto ya terminó; hubo gestos de buena voluntad con el ingreso de Espert (José Luis), pero todos esperamos que la pelea no escale a partir del lunes” –dijo no muy convencido, uno de los armadores políticos de la coalición opositora.

Horacio Rodríguez Larreta siempre creyó que sería el heredero natural de Mauricio Macri. El tiempo y los desencuentros políticos y personales le enseñaron lo contrario. El alcalde porteño comprendió que debía independizarse de su padrino político. Eliminar a su mentor, si realmente pretende quedarse con el liderazgo opositor.

Prioridades invertidas

Larreta tiene un serio problema de timing. Primero, intentó disfrazarse de “progre” con algunas políticas y anuncios que le pusieron los pelos de punta a su jefe. Más tarde, dio las primeras señales de autonomía y lanzó una campaña donde aseguraba que había que unir a la Argentina y dejar de lado la grieta. El mensaje despertó polémica: ¿sumar sectores afines o ser “acuerdista” con casi todos? Las críticas lo obligaron a aclarar las cosas y todo terminó oscureciendo. La puntada final fue la que desató el tembladeral. El intento fallido para que el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti, un peronista clásico que supo jugar a favor del kirchnerismo en el Congreso (aún en la quita de coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires), ingrese a JxC, desató la furia de Patricia Bullrich y Mauricio Macri que ya conforman un tándem muy bien aceitado para la campaña. La jugada no podía haber sido más inoportuna teniendo en cuenta que, además de las tensiones internas, Luis Juez se jugará en pocos días la posibilidad de ganar la gobernación de Córdoba como representante de JxC ante, nada más y nada menos, que el peronista Martín Llaryora, delfín de Schiaretti. Contradicción más grande no se consigue. En la política en general, y la argentina en particular a nadie le cuesta mucho dejar el manual de lealtad y buenas costumbres de lado. ¿Era la idea original de HLR ofrecerle la vicepresidencia al cordobés, para sumar los votos necesarios en la interna y barrer así con Patricia Bullrich y Mauricio Macri ante el crecimiento de los halcones en el Conurbano?

Una jugada a dos bandas que también le permitiría sumar aliados en el Congreso para la futura gestión. Rápida de reflejos –aunque igual de intransigente– la exministra de Seguridad salió a decir públicamente que la posibilidad de fractura de Juntos por el Cambio era sólo responsabilidad de Larreta.

Quedan pocos días para el cierre de listas y mandan los personalismos y el descontrol. No sólo faltan gestos de renunciamiento, sino que, además, a nadie se le cae una idea. Otra muestra más de que el poder enferma y enceguece. Otra muestra más de la falta de madurez política de nuestra dirigencia.



  

sábado, 3 de diciembre de 2022

Un shock antirrepública… @dealgunamaneraok...

 Un shock antirrepública… 

Recinto. Diputadas y diputados rodean a la presidenta del cuerpo, Cecilia Moreau. Un clima difícil para debatir. 

Este jueves 1°, en la reunión que tenía por objeto renovar las autoridades de la Cámara de Diputados, como se hace anualmente, la oposición no dio quórum con el argumento de una supuesta parcialidad de la presidenta del cuerpo, Cecilia Moreau, en el tema de la elección de los miembros del Consejo de la Magistratura. 

© Escrito por Carlos Heller el viernes 03/12/2022 y publicado por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 


Esto hizo que tuviéramos que sesionar en minoría y aplicar el artículo 37 del reglamento de la Cámara, que establece que si no se eligen nuevas autoridades continúan las preexistentes. 

A continuación se pasó a una sesión que estaba convocada para tratar un extenso orden del día, que mayormente incluía proyectos para mejorar la calidad de vida de la gente y de reconocimiento de derechos. Por ejemplo, la creación de siete nuevas universidades en distintos puntos del país. 

Pese a la ausencia de Juntos por el Cambio, esa sesión logró el quórum necesario, pero cuando comenzó irrumpieron los diputados y las diputadas de esa fuerza y generaron un clima de difícil funcionamiento, con desbordes verbales y gestualidades ofensivas sumamente graves, golpes en las bancas, gritos y gestos obscenos. 

En un momento, un grupo de diputadas del Frente de Todos se levantó y se acercó a la cabecera porque varios legisladores opositores estaban hostigando a Moreau de una manera inaceptable. Realmente, un acto de barbarie. Un verdadero shock antirrepública. 

No puedo dejar de poner este episodio en el marco de lo que hemos vivido recientemente, y que tuvo su punto culminante en el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández.

Antes de eso vimos marchas opositoras con guillotinas, horcas, bolsas mortuorias, dibujos de personas colgadas, ataúdes. O amenazas de ahorcamiento a la misma vicepresidenta, «delante del Instituto Patria o del Senado». Todo lo cual forma parte del mismo clima: no fueron hechos aislados. 

También lo podemos vincular con el inminente fallo sobre la causa Vialidad, sobre el cual Cristina Fernández dijo en su alegato final: «Esto no es un tribunal, sino un pelotón de fusilamiento». Y agregó: «Como lo dije el 2 de diciembre de 2019, al comienzo de este juicio, la sentencia está escrita. Lo que no sabía es que está tan mal escrita que la acusación es una serie de mentiras, incluso sobre hechos que no existieron». Vale recordar que días después del atentado, el diario Clarín tituló: «Cristina entre la bala que no salió y el fallo que sí saldrá». 

En síntesis, esa violencia directa, tanto física como verbal, tiene un correlato con la violencia institucional. Estamos ante una situación de gravedad institucional que debería preocuparnos.

Como en Estados Unidos, donde llegaron a tomar el Capitolio cuando el resultado electoral no favoreció a Donald Trump, o en Brasil, donde grupos opositores al triunfo del presidente electo Lula da Silva exhibían saludos nazis, aquí vemos el recrudecimiento de una derecha antidemocrática y sumamente riesgosa para el funcionamiento de las instituciones. Ante lo cual tenemos que estar en alerta. 


miércoles, 9 de febrero de 2022

La Argentina decadente... @dealgunamaneraok...

La Argentina decadente...


"¡Subordinación y Alor!". Sergio Berni. Dibujo: Pablo Temes.

El objetivo K es siempre el mismo: endulzar los oídos del núcleo duro con el relato y responsabilizar a Alberto F de los ajustes.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 05/02/2022 y publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.



La semana comenzó agitada y se convirtió en un tobogán sin freno y sin rumbo para el Gobierno. La renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia de la bancada del Frente de Todos contra Todos ahondó la grieta en el corazón del oficialismo. 

En primer lugar, el jefe de La Cámpora nos ha recordado que en su brutal concepción del poder el kirchnerismo no tiene reparos en dirimir las internas palaciegas, públicamente, poniendo en riesgo la estabilidad de la Argentina. En segundo lugar, cabe recordar que la voz del primogénito fue avalada en el transcurso de la semana por el coro de voceros del poder real. Casi de inmediato el diputado Leopoldo Moreau y su hija, la diputada Cecilia Moreau, la economista intérprete de audios de colección Fernanda Vallejos, La Cámpora y parte del sindicalismo, salieron a respaldarlo. Desde todo punto de vista, ese  “portazo” es una confirmación de que el accionar de Kirchner hijo no es más que la continuación de los modos y las formas de su madre. A Cristina Fernández de Kirchner le encanta zamarrear al Presidente y su equipo de adláteres para dejar al desnudo sus profundas y crecientes diferencias con la gestión gubernamental. 

El mensaje de Máximo Kirchner, a quien increíblemente algunos referentes del mundo empresarial vernáculo llegaron a comparar con la figura de Charles De Gaulle (sic) fue claro: o manda Cristina o no lo hace nadie. Luego del entendimiento con el Fondo Monetario Internacional para garantizar un futuro acuerdo, todos estaban a la espera de su carta. Sin embargo –y seguramente para que nadie se aburriera– esta vez la carta la mandó su hijo. El objetivo, de todos modos, es siempre el mismo: mantener el relato para endulzar los oídos del núcleo duro y responsabilizar a Alberto Fernández de los ajustes y ordenamientos fiscales que vendrán. 

“Si Alberto estaba satisfecho con la negociación, ¿por qué volver a retorcerse de bronca ante los caprichos de Máximo y La Cámpora? En un punto, hay una dependencia enfermiza que termina siendo corrosiva para todos y que vuelve a poner en el ojo de la tormenta a Guzmán. El tipo llegó a un entendimiento posible y resulta que ahora está mal” –se quejó una fuente que recorre con frecuencia la Rosada.

“El poder siempre te marca la falta y, si padecemos esos señalamientos de una forma tan visceral, es porque pesa saber que no estamos del mismo lado” –señaló otro miembro del albertismo. La reflexión lleva implícita la conciencia del lugar prestado: la mayoría de los votos son de CFK. De todos modos no deja de sorprender que el Presidente se haga valer tan poco: sin su aporte, el kirchnerismo no hubiese podido volver al poder.   

No tan Juntos por el Cambio atravesó una semana turbulenta. Consensuar el curso de acción parlamentaria si el preacuerdo con el FMI se discute en el Congreso crispó a más de uno. 

“La responsabilidad primaria es de ellos. Son gobierno. La gente los votó. Que se pongan de acuerdo y después vemos en qué podemos colaborar. Resulta que ahora nos vienen a buscar para refrendar un acuerdo que ellos idearon porque la mitad de su tropa se les dio vuelta. Es irracional” –sostienen las principales voces de JXC. 

Otra vez hay diferencias con parte del radicalismo. “Lo de Morales es curioso. Cada vez que desde el PRO se unifica una postura, se le despierta su vocación dialoguista y su sentido de la responsabilidad” –se quejan en el equipo amarillo. 

Toda esta agenda se vio abruptamente interrumpida por la retahíla de casos fatales producidos por el consumo de cocaína contaminada con una sustancia que, increíblemente, aún no ha sido identificada. 

El episodio exhibe en su verdadera dimensión la brutal expansión del narcotráfico en la Argentina favorecida por la corrupción política, judicial y policial tal como, al fin y al cabo, ha sucedido y sucede en cada uno de los países en los cuales el narcotráfico hace baza. Con sus testimonios, la gente que habita en la zona de Puerta 8, donde la marginalidad se enseñorea, abunda en detalles de cómo la policía nada hace cuando se denuncian los puntos de venta de la cocaína que son ampliamente conocidos por todos. ¿Puede alguien creer que el jefe de la Policía Bonaerense, comisario Daniel Alberto García, no sabe esto? Por otra parte, con el gobernador Axel Kicillof paseando por Rusia y China, como parte de la delegación presidencial, el mutismo de quienes supuestamente quedaron a cargo de la Provincia ha sido estrepitoso. ¿Dónde están sus naturales sucesores? ¿Dónde está la vicegobernadora, Verónica Magario? ¿Dónde está el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde?

Patricia Bullrich, fue tajante contra el ministro de Seguridad Aníbal Fernández en la tragedia que dejó 24 muertos como consecuencia del consumo de cocaína adulterada. Le recordó que en su anterior paso por la cartera la importación de efedrina se había disparado y que ahora ocurre lo mismo con el fentanilo, sustancias que suelen terminar en manos del narcotráfico. Ya no se trata solo de Aníbal. Recuérdese que, en una decisión incomprensible y de extrema irresponsabilidad, su antecesora Sabrina Frédéric, decidió disolver la Subsecretaría contra el Narcotráfico. En el nuevo organigrama del Ministerio de Seguridad no hay un organismo con rango de Secretaría encargado de esta área.

Fuentes de la PBA reconocen en el off the récord lo poco que se ha avanzado en materia de lucha contra el narco, pero se escudan en un repertorio tan pobre como gastado: “No hemos podido avanzar como queríamos. La pandemia produjo parálisis y trastocó las prioridades y gran parte de los retrasos tienen que ver con la falta de celeridad de algunos fiscales en ordenar los allanamientos”. 

Curioso que desde un gobierno que patrocinó la bochornosa marcha contra la Justicia del 1F se guarde silencio respecto de esa pasividad judicial.