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sábado, 3 de diciembre de 2022

Un shock antirrepública… @dealgunamaneraok...

 Un shock antirrepública… 

Recinto. Diputadas y diputados rodean a la presidenta del cuerpo, Cecilia Moreau. Un clima difícil para debatir. 

Este jueves 1°, en la reunión que tenía por objeto renovar las autoridades de la Cámara de Diputados, como se hace anualmente, la oposición no dio quórum con el argumento de una supuesta parcialidad de la presidenta del cuerpo, Cecilia Moreau, en el tema de la elección de los miembros del Consejo de la Magistratura. 

© Escrito por Carlos Heller el viernes 03/12/2022 y publicado por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 


Esto hizo que tuviéramos que sesionar en minoría y aplicar el artículo 37 del reglamento de la Cámara, que establece que si no se eligen nuevas autoridades continúan las preexistentes. 

A continuación se pasó a una sesión que estaba convocada para tratar un extenso orden del día, que mayormente incluía proyectos para mejorar la calidad de vida de la gente y de reconocimiento de derechos. Por ejemplo, la creación de siete nuevas universidades en distintos puntos del país. 

Pese a la ausencia de Juntos por el Cambio, esa sesión logró el quórum necesario, pero cuando comenzó irrumpieron los diputados y las diputadas de esa fuerza y generaron un clima de difícil funcionamiento, con desbordes verbales y gestualidades ofensivas sumamente graves, golpes en las bancas, gritos y gestos obscenos. 

En un momento, un grupo de diputadas del Frente de Todos se levantó y se acercó a la cabecera porque varios legisladores opositores estaban hostigando a Moreau de una manera inaceptable. Realmente, un acto de barbarie. Un verdadero shock antirrepública. 

No puedo dejar de poner este episodio en el marco de lo que hemos vivido recientemente, y que tuvo su punto culminante en el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández.

Antes de eso vimos marchas opositoras con guillotinas, horcas, bolsas mortuorias, dibujos de personas colgadas, ataúdes. O amenazas de ahorcamiento a la misma vicepresidenta, «delante del Instituto Patria o del Senado». Todo lo cual forma parte del mismo clima: no fueron hechos aislados. 

También lo podemos vincular con el inminente fallo sobre la causa Vialidad, sobre el cual Cristina Fernández dijo en su alegato final: «Esto no es un tribunal, sino un pelotón de fusilamiento». Y agregó: «Como lo dije el 2 de diciembre de 2019, al comienzo de este juicio, la sentencia está escrita. Lo que no sabía es que está tan mal escrita que la acusación es una serie de mentiras, incluso sobre hechos que no existieron». Vale recordar que días después del atentado, el diario Clarín tituló: «Cristina entre la bala que no salió y el fallo que sí saldrá». 

En síntesis, esa violencia directa, tanto física como verbal, tiene un correlato con la violencia institucional. Estamos ante una situación de gravedad institucional que debería preocuparnos.

Como en Estados Unidos, donde llegaron a tomar el Capitolio cuando el resultado electoral no favoreció a Donald Trump, o en Brasil, donde grupos opositores al triunfo del presidente electo Lula da Silva exhibían saludos nazis, aquí vemos el recrudecimiento de una derecha antidemocrática y sumamente riesgosa para el funcionamiento de las instituciones. Ante lo cual tenemos que estar en alerta. 


lunes, 13 de julio de 2020

Espías y periodistas... @dealgunamanera...

Espías y periodistas


Se persigue la opinión con amenazas judiciales, ataques y descalificaciones personales que intimidan y son más graves cuanto mayor es la responsabilidad pública.

© Escrito por Norma Morandini (*) el jueves 09/07/2020 y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

Si el espionaje se define como el conjunto de prácticas para obtener la información oculta por el secreto o la confidencialidad, en todo buen periodista hay un espía. Él es el que se prepara profesionalmente para buscar lo que está oculto, desconocido. Nunca en beneficio propio sino de la ciudadanía. Sea el manejo de los dineros públicos, la gestión de los recursos, la conducta pública de los servidores del Estado o la irresponsabilidad de los ciudadanos.

Todo lo que tiene que ver con el interés común es materia periodística. Todo lo que los seres humanos hacemos en el espacio que compartimos, la vida pública, la política, lo que afecta a los otros, es de interés público. Pero a diferencia de la práctica habitual de los espías del Estado, los periodistas tienen prohibido el soborno y la extorsión. 

Quien paga por la información es una escriba a sueldo, un mercenario, nunca un periodista. En un país como el nuestro, dominado por el ocultamiento, el secreto y el autoritarismo que los ampara, no se termina de aceptar que en democracia la información es un derecho de la sociedad y la protección de las fuentes no es un privilegio del periodista sino la garantía por la función que cumple como mediador y gestor del valor simbólico de la libertad de expresión.

Ese desprecio a la prensa y la presión del poder tergiversaron el trabajo periodístico, no sólo por la dificultad para acceder a las fuentes sino porque propiciaron la actividad de esos mercaderes de la información, los desleales espías del estado que siguieron haciendo en democracia lo que aprendieron con la dictadura.

Los temidos servicios de inteligencia a los que ningún gobierno democrático subordinó a la ley que prohíbe el espionaje a los ciudadanos de a pie, sean periodistas o políticos. La distorsión viene de lejos, desde el inicio mismo de la democracia cuando las denuncias de la prensa se interpretaban como atentados a la democracia.

Desde entonces se naturalizaron expresiones odiosas como “carne podrida” para calificar la información de estos falsos espías reproducida por los falsos periodistas. En las últimas décadas, las de mayor desdén a la prensa, las llamadas “operaciones” son una confesión de esa distorsión por la divulgación de información interesada, ya sea la que paga la pauta oficial para silenciar o propaganda travestida de información.

Pero, ahora, ya no se discute la información, ahora se persigue la opinión con amenazas judiciales, ataques y descalificaciones personales que intimidan y son más graves cuanto mayor es la responsabilidad pública, como sucede con el Presidente, la máxima investidura del Estado, que sacrifica su obligación constitucional de proteger y respetar el derecho a la disidencia y la opinión para mantener un poder político sectario.

El mismo que en su versión primera sinceró su combate a la “prensa hegemónica”, puso los medios públicos al servicio del gobierno y hoy avanza un casillero más en la violación del derecho humano fundamental al decir sin persecución, con un Presidente que directamente refuta opiniones, pelea con los periodistas hombres y a las mujeres las manda a estudiar.

Pero si la década kirchnerista ideologizó las carreras de periodismo donde se confunde la comunicación con la información y los jóvenes aprenden a despreciar las empresas periodísticas en las que tendrán que aprender a trabajar, el daño mayor recae sobre una sociedad agobiada que tiene miedo de decir lo que piensa para no padecer los insultos del máximo poder y las maldiciones de los partidarios que se escudan en el anonimato o utilizan la tecnología para infectar la convivencia y manipular la opinión pública con mentiras organizadas, tal cual se denunciaron en países con los que Argentina no disimula identificación.

En el mismo momento en el que en Argentina se intenta criminalizar a la prensa, acusando a los periodistas críticos de ser espías, en Rusia, con la misma acusación de espionaje terminan de encarcelar a uno de los pocos periodistas que quedan en la cada vez más intimidada prensa de Moscú. Si el corazón de la democracia es la libertad de expresión ya no se trata de amenazas a la prensa sino del desmantelamiento de la democracia.

Se equivocan los que evitan la crítica para no ahondar la grieta. Por comodidad o cobardía los argentinos entregamos un lazo para que luego nos enlacen.

Quien no aprecia la libertad termina actuando como un esclavo. En estos tiempos en los que muchos se arrogan una superioridad moral para decirnos que leer y pensar, el desafío y coraje para defender nuestros derechos es no responder con agravios ni insultos no solo porque nos asisten los derechos constitucionales sino porque la verdadera superioridad moral es la que reconoce la igualdad y respeta la dignidad ajena, sobre todo, para defender una convivencia pacífica sin la contaminación del odio y la violencia que han impedido el progreso y la prosperidad de nuestro país.

(*) Norma Morandini es periodista y ex senadora nacional.






jueves, 16 de abril de 2020

Vuelo de Aerolíneas Argentinas a China en 1980… @dealgunamanera…

Coronavirus en Argentina: la verdad sobre el primer vuelo de Aerolíneas a China…

El primer viaje de Aerolíneas Argentinas a China fue un transpolar que trasladó al dictador Jorge R. Videla. 

El primer presidente en visitar china fue el dictador Rafael Videla, en junio de 1980. Volvió en un Jumbo de Boeing 747 de Aerolíneas Argentinas.

© Escrito por Natasha Niebieskikwiat el jueves 16/04/2020 y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

El vuelo de Aerolíneas Argentinas que traerá 13 toneladas de insumos sanitarios comprados a China despegó el miércoles último rumbo Shanghai, en una operación sin precedentes. Volará un total de 55 horas para traer una carga considerada de extrema necesidad para la infraestructura hospitalaria local, que intenta no verse sobrepasada por la pandemia del coronavirus.

Pero la historia de este vuelo de Aerolíneas Argentinas a Shanghai ha opacado otra que también es oficial. La información oficial de la empresa, así como distintos comunicadores sociales afirmaron que este es el primer viaje de Aerolíneas a China. Eso no es así. 

El primer vuelo de la empresa de bandera nacional al gigante asiático tuvo lugar en junio de 1980, y lo hizo para trasladar a Rafael Videla. El dictador se convertía así en el primer gobernante argentino en visitar oficialmente el gigante asiático, que estaba gobernado por Deng Xiaoping. 

Ambos firmaron un acuerdo de Cooperación Comercial. Argentina había reconocido a la República Popular recién en 1972, 23 años después del triunfo comunista.

El miércoles último al salir Aerolíneas Argentinas rumbo a Shanghai con escala en Auckland, un tuit de la empresa decía  que, "en una operación sin precedentes, hoy volamos por primera vez en la historia a China para traer más de 13 toneladas de material sanitaria". Se reproducía en parte un comunicado sobre la salida del Airbus 330 re acondicionado especialmente para el transporte de cargas que traerán de China. 

"La operación de durará un total de 55 horas aproximadamente y están previstas seis horas de trabajo en el aeropuerto de Shanghai para la estiba de materiales médicos". El Secretario General de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), el ultrakirchnerista Pablo Biró, que viaja con una tripulación de 17 personas, hasta realizó una grabación con una épica descomunal para lo que es a su vez una operación comercial. China está vendiendo material a la Argentina, aunque también donó cantidad de insumos.

Link:


Pero aunque la historia lo tape, el más duradero de los gobernantes de la última dictadura militar llegó a la República Popular China el 4 de junio, en una gira que lo llevó por San Salvador de Bahía, Brasil, y por Hong Kong, por entonces bajo dominio británico. Estuvo en Pekín, y visitó puntos históricos centrales, entre ellos la muralla China. 

Como también lo mostraba en sus negocios con la ex Unión Soviética, a la que se le exportaba la mayor cuota de granos argentinos, el régimen militar argentino se debatía entre su pertenencia ideológica al campo occidental, cristiano y capitalista y los negocios internacionales. En 1972, Richard Nixon había abierto las relaciones de los Estados Unidos con China en su emblemático viaje a Beijing, y en 1979, Deng -padre de la apertura económica del comunismo chino- visitaba a Jimmy Carter en Washington.


Una publicidad de Aerolíneas Argentinas de la época hablaba de aquel vuelo con una épica parecida a la de ahora, aunque en sus propios términos. "Hoy traemos al presidente Videla desde China a Buenos Aires por la ruta transpolar", decían los Flyers del momento publicados en los diarios argentinos.

Y justificando que se trataba de un viaje que ratificaba la "condición de nuestro país de interlocutor válido con todos los países del mundo", ampliaba "las posibilidades de cooperación recíproca en el campo cultural comercial y técnico", y daba cuenta de ese viaje de vuelta de la aerolínea nacional desde Asia y Oceanía a Buenos Aires, a través del Polo Sur. Fue el 7 de junio de ese año. Clarín no pudo saber con exactitud por qué no figura cómo llegó Videla a China. Pero el vuelo que lo trajo fue un Jumbo 747 de Aerolíneas.

Desde Aerolíneas Argentinas defendieron ante Clarín la presentación del viaje del Airbus a China. "Los registros de Aerolíneas Argentinas, respecto al vuelo realizado a China en 1980 por el presidente de facto Jorge Rafael Videla, indican que se trató de un vuelo de carácter diplomático. Que no realizó transporte de pasajeros, más allá de la comitiva presidencial, ni traslado de cargas.

Los vuelos diplomáticos tienen un marco regulatorio distinto que nada tienen que ver con los vuelos de las compañías aéreas, ya sean de carácter regular o especial, como es el caso del vuelo a China para traer insumos sanitarios. La compañía no registra el vuelo como una operación propia sino como una cesión de equipamiento para un viaje presidencial.", señalaron los voceros de la compañía a este diario.

En la historia oficial de la empresa figura que Aerolíneas Argentinas "nació en 1950 por un decreto del Presidente Juan Domingo Perón, mediante la unión de cuatro aerolíneas (Aeroposta, A.L.F.A., FAMA y Z.O.N.D.A.)".

Sobre el año 1980 sólo se informa que "se incorporó a la flota el Boeing 747SP y se abrieron las primeras rutas transpolares hacia Melbourne, Australia y Auckland, Nueva Zelanda".

El primer viaje de Aerolíneas Argentinas a China fue un transpolar que trasladó al dictador Rafael Videla (AP Photo/Eduardo Di Baia, File)




lunes, 2 de marzo de 2020

Murió Ernesto Cardenal, poeta y sacerdote revolucionario… @dealgunamanera...


Murió Ernesto Cardenal, poeta y sacerdote revolucionario…

Ernesto Cardenal murió debido a complicaciones de salud (AP Photo/Esteban Felix, File)

Figura clave de Nicaragua. Fue la referencia obligada en el campo cultural y social de los sandinistas. Se definía como marxista y cristiano.

© Escrito el domingo 1º/02/2020 por Luis Vinker y publicado por el Diario Clarín de la Ciuad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

Ernesto Cardenal murió este domingo en Managua debido a complicaciones de salud. Tenía 95 años. Fue un poeta y sacerdote revolucionario.

La religión y la poesía. La militancia y el ejercicio de un cargo público. La extensa (inmensa) labor social y cultural, el encuentro con los circuitos de poder pero -fundamentalmente- con los sectores más necesitados. Teólogo y filósofo. Escultor y revolucionario. Buceador de las profundidades del alma. La vida de Ernesto Cardenal cubre más de nueve décadas, apasionadas, intensas.

Se fue apagando recientemente, y alcanzó a recibir el perdón de la Iglesia, que le concedió el Papa Francisco, 35 años después de ser sancionado por uno de sus antecesores, Juan Pablo II. Cardenal fue la referencia obligada en el campo cultural y social de los evolucionarios sandinistas, que terminaron con la tiranía de Somoza a fines de los 70.

Ernesto Cardenal y la historia de la foto cuando lo rechazó el papa Juan Pablo II

 
Reuters / Oswaldo Rivas / File Photo

Pero mucho después, la nueva etapa sandinista, con el régimen autoritario y personalista impuesto por Daniel Ortega, fue alejando a casi todos sus ex compañeros. Y con Ernesto Cardenal se ensañaron particularmente: juicios, persecuciones, difamación. Lo sufrió desde comienzos de los 90 y prácticamente hasta el final de su vida.

El autor de “Salmos”, “Oráculo sobre Managua” (1973), “Cántico cósmico” y el inmenso “Evangelio en Solentiname”, había nacido en Granada, Nicaragua, en 1925.

Allí transcurrió su infancia. Estudió con los jesuitas en el Colegio Centroamérica y, más tarde, Filosofía y Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Completó sus estudios en la Universidad de Columbia (EE.UU.) y desde 1949 viajó por Europa. En 1952 fundó una pequeña editorial de poesía (El hilo azul) y luego participó en un grupo armado que intentó atacar a Somoza (La Rebelión de Abril). Su vida dio un giro total en 1957: se hizo monje trapense e ingresó al Monsterio de Gethsemani en Kentucky EE.UU.

El sacerdote poeta de la guerrilla sandinista junto al comandante Fidel Castro, en 1978. | Foto Archivo FSLN Ernesto Cardenal fidel castro poeta y cardenal nicaragüense.

Allí Thomas Merton se convirtió en su maestro, consejero espiritual y amigo. “Nunca terminaré de agradecerle a Merton. Y él me aconsejó que volviera a Nicaragua y fundara la abadía de Solentiname”. También señaló que “Merton era un buscador apasionado, leía en varios idiomas y buscaba maestros espirituales de todo el mundo, desde el Dalai Lama hasta el monje budista zen Daiset Suzuki”. Cardenal siguió su camino.

Cardenal permaneció dos años en el Monasterio Benedictino de Cuernavaca, México, antes de retornar a su país. Durante la década del 60 fue activo promotor de la comunidad campesina del archipiélago de Solentiname, en el Gran Lago de Nicaragua. Allí también reafirmó su compromiso con los revolucionarios, que llegarían al poder en 1979. Designado ministro de Cultural sostuvo que “entendemos que la cultura es igual a la revo,lución y la nueva cultura, es el pueblo”.

Ese compromiso, o definiciones como “soy cristiano y marxista”, le valieron el enojo del Papa Juan Pablo II quien, luego de su visita a Managua (1983) lo suspendió como sacerdote. Después, aquel régimen sandinista derivó en otra cosa y Cardenal también lo padeció.

Con el papa Juan Pablo II (AP Photo/Barricada, File)

Desde principios de los 90, con el sandinismo fragmentado, Cardenal acusó: “Daniel Ortega asesinó al movimiento con sus ambiciones personales”. Prefiguraba las tendencias dictatoriales que se manifestarían años después.

Su obra nunca se detuvo. Y en 2007, disfrutó de jornadas de agasajos, homenajes y ediciones especiales de sus obras: un disco-libro, una antología (“Hidrógeno enamorada”) y la versión ilustrada de “El celular y otros poemas”. Ese mismo año había recibido el Premio Reina Sofía, de poesía iberoamericana, en el Palacio Real de Madrid.

La docente María Pérez López, de la Universidad de Salamanca, definió allí que “en la obra de Cardenal se halla no solo a un poeta, sino además al historiador, al antropólogo, al místico, al revolucionario, al científico, al que en conjunto, aspira a nombrar una verdad colectiva cuya raíz es el amor”. Cardenal le dedicó el premio “a los oprimidos y los pobres”.

Otro de los grandes referentes culturales de Nicaragua -y su compañero de revolución y de Gobierno- Sergio Ramírez señaló que “la naturaleza narrativa de la poesía de Cardenal, que la acerca a las fronteras de la prosa y no pocas veces las traspasa, es lo que se ha dado en llamar exteriorismo. Lo que hace es utilizar los elementos del mundo exterior, ese que creemos visible y palpable, para llevarlos hacia la intimidad y hacer que nos hablen al oído”.

Cardenal reconocía, admiraba y respetaba por igual a la ciencia y a la religión, y nunca sintió contradicciones. “Nunca se me plantearon dudas sobre mi fe cristiana. Esta me explica que la creación es un hecho de Dios. Y que Dios también hizo la evolución de la creación”.

En 2017 residía en una modesta casa del barrio de Los Robles, en Managua, Cardenal y denunciaba que “el mundo se debe enterar que soy un perseguido político”. Fue cuando un fallo de la Justicia, manipulada por Ortega, lo había condenado al pago de una multa de casi 800 mil dólares, por supuestos daños a una familia de ex integrantes de su comunidad en Solentiname.

Finalmente, la decisión judicial se congeló. Cuando el régimen de Ortega se radicalizó desde el 2018, Cardenal se colocó nuevamente al frente de las denuncias. “El mundo debe saber lo que pasa en Nicaragua. Daniel Ortega y su mujer, la vicepresidenta Rosario Murillo, son dueños absolutos de todo el país. Hemos tenido masacre, prisioneros, secuestros, torturas. Exigimos que cese inmediatamente esta represión”, denunció.

Cardenal visitó varias veces la Argentina, en inclusive en las últimas décadas. En 2004 participó en el Congreso de la Lengua en Rosario, y siete años después regresó para presentar un documental sobre su tarea religiosa, social y artística. En Cosquín asistió al Encuentro Nacional de Poetas con la Gente, en el marco del festival folclórico. Allí sostuvo que “soy cristiano y marxista, no lo siento como una contradicción. Tampoco hay contradicción entre ser cristiano y demócrata. O contradicción entre cristianismo y medicina. No son la misma cosa, pero tampoco son incompatibles”.