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domingo, 8 de noviembre de 2020

¡Volveremos!... @dealgunamanera...

 ¡Volveremos! 

Francisco de Narváez. Fotografía: CEDOC Perfil 

Casi paralelamente a que el Partido Demócrata desalojaba a los republicanos de la Casa Blanca en una disputada elección, casi un signo de los cuatro años trumpistas, el estandarte del estilo norteamericano de los negocios tradicionales, Wal-Mart, ejecutaba su retirada estratégica de Argentina. Y el comprador resultaba un viejo conocido del rubro, Francisco De Narváez, que ya había vendido la cadena familiar Casa Tía en 1999, cuando todavía gobernaba Bill Clinton en los Estados Unidos.


© Escrito por Tristán Rodríguez Loredo y publicado el sábado 08/11/2020 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 


Durante buena parte de la crisis económica y tensión cambiaria que comenzara en 2018 y se agudizara durante esta larga cuarentena, más de un empresario votó con los pies y se afincó fiscalmente en otro país. No sólo los casos de las celebridades y CEOs que preferían eludir el largo brazo de la AFIP ante la eventualidad de cualquier nuevo impuesto que la creatividad y la necesidad del Tesoro pueda generar bajo distintas modalidades.

Siempre en nombre de la solidaridad, la emergencia y ahora, la pandemia. Emigrar, para los que quieren y pueden parecería ser una marca registrada de esta larga crisis argentina,  que como reflexiona con genial agudeza el historiador económico Pablo Gerchunoff en la última edición de la revista Noticiasni es original ni es nueva: arrastra al menos cuatro décadas y viene acompañada por la fragilidad institucional de no poder acordar una hoja de ruta para volver a una senda de desarrollo que ofrezca un horizonte a la población. 

Justamente, los que están en la cúspide de esa pirámide social, globalizados y con intereses no necesariamente atados al país, son los que ahora, como en el caso de la operación de Wal-Mart, pueden ser los beneficiarios de la retirada ordenada de las casas matrices que bajaron el pulgar a sus inversiones en una economía inestable e impredecible. 

A veces, como en este caso, ese repliegue de varios países de la región viene alentado por la dura batalla comercial que tiene que librar en su propio territorio. En la última década, el gigante norteamericano viene siendo acosado por el comercio online y nuevas modalidades de consumo. En 2015, Amazon ya pasó en capitalización de mercado a la firma y en la actualidad, si bien no perdió valoración absoluta (US$ 413 mil millones) representa sólo la octava parte de la capitalización bursátil de Amazon (US$ 3,3 billones). 

¿Representa esta operación el inicio de una reargentinización de las empresas que habían sido vendidas en cifras millonarias durante los 90? 

En 2008, cuando Repsol cedió parte de su paquete accionario de YPF al grupo Eskenazi, atribuyó al comprador su carácter de “experto en mercados regulados”. Más que un elogio, una pintura de época. 

La economía argentina precisa con urgencia subirse a un proceso de inversiones que primero frenen el deterioro de la infraestructura y luego den el basamento para un crecimiento módico, al menos el promedio de la región. Cerrados los caminos de acceso al crédito internacional hasta terminar de cerrar un nuevo acuerdo con los organismos internacionales en las negociaciones encabezadas por el FMI, las alternativas son pocas: o un nuevo flujo de inversión extranjera directa o un aumento del ahorro interno. 

El primer caso no parecería ser inmediato cuando la inestabilidad hizo reconfigurar a muchas filiales su permanencia al menos que haya cápsulas de atracción a la inversión, como fue pensada Vaca Muerta en su momento o hace más tiempo con la industria automotriz, que requiere algo más que seguridades del tipo de cambio. La otra alternativa es un aumento sustancial del crédito interno, fomentando el ahorro… de los que generan ahorro. 

Justamente, los que hoy dudan sobre su futuro en esta tierra. Un operativo de seducción que tampoco se agota en una declamación, sino que abarca una batería de medidas, actitudes y normativas que puedan revertir la fuga de capitales, cerebros y voluntades. Recién entonces los fondos habrán visto que hay terreno fértil para sus negocios.





domingo, 7 de junio de 2020

Sin sorpresas. Claroscuros de cuarentena… @dealgunamanera…


Sin sorpresas. Claroscuros de cuarentena… 

Luchando contra los virus, Alberto Fernández. Dibujo: Pablo Temes

El Gobierno no se preparó para prever y enfrentar las consecuencias psico-socioeconómicas del aislamiento.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 07/06/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La larga cuarentena continúa. Nada que sorprenda. En el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), Gran Córdoba y Gran Chaco se encuentran los focos principales de la pandemia. Desde el anuncio del sábado 23 de mayo hasta el del jueves último, la cantidad de casos se triplicó. Y así como se multiplicaron los casos, se ahondó también la controversia acerca de la duración y dimensión de la cuarentena. Esto último es producto de la falta de planificación que el Gobierno ha tenido para prever y enfrentar las consecuencias psico-socioeconómicas de la cuarentena.

¿Fue acertada la decisión de instaurarla tempranamente? 
La respuesta es simple: sí. Si no hubiera sido así, el nivel de contagio de esta virosis por parte de los viajeros que venían desde Europa habría alcanzado dimensiones significativamente mayores a las que hoy exhibe la Argentina.

¿Es una sorpresa que la cuarentena sea tan larga? 
La respuesta también es simple: no. Todo lo que está ocurriendo fue pronosticado: el aumento del números de casos y su focalización principal en las zonas más vulnerables de los centros densamente poblados formaban parte de las proyecciones que los infectólogos y epidemiólogos hicieron desde el vamos.

¿Ha habido un uso político de la cuarentena? 
Otra vez, la respuesta es categórica: sí. El oficialismo sigue a través de las encuestas cuál es el humor social. Esas encuestas, que hasta hace unas tres semanas mostraban elevados niveles de aprobación hacia la gestión del Gobierno, han comenzado a cambiar. Los guarismos de imagen positiva del Presidente cercanos al 70 o al 80% han empezado a declinar. El hartazgo social al “Quedate en casa” y el deterioro económico se juntan en una combinación potencialmente explosiva. A eso hay que agregarle las situaciones institucionales inquietantes que forman parte del particular universo de la cuarentena. Es claro que el kirchnerismo está aprovechando para avanzar en pos de dos logros: la impunidad y la consolidación de su proyecto de permanencia en el poder. Para ello trabaja en el copamiento de las estructuras del Estado pertinentes a esos objetivos. Tal fenómeno se hace evidente en dos áreas: una, la Justicia; la otra, las cajas.

Esta semana se produjo un hecho relevante en el Senado: se dio el primer paso para quitarle el manejo de las escuchas telefónicas a la Corte Suprema. La idea es otorgarle esa potestad al procurador general, cargo en el que el oficialismo aspira a nombrar a Daniel Rafecas, un juez que le responde. El otro paso será el intento de copar la Corte.

Respecto del copamiento K de los lugares de la administración del Estado en donde se maneja dinero, en los párrafos que siguen encontrará el lector el detalle de un episodio que pasó inadvertido para la opinión pública.

Y péguele fuerte. 

Sobre el fin de la semana, la jueza del Segundo Distrito Sur de Nueva York, Loretta Preska, falló en contra de la Argentina, al decidir que el juicio por la expropiación de YPF –concretada en 2012– seguirá en los tribunales de los Estados Unidos.

La resolución sobre el futuro del millonario litigio se produjo un año después de que Preska –sucesora del juez Thomas Griesa– ordenara al gobierno argentino y a los demandantes, Burford Capital y Eton Park, que presentaran escritos para respaldar sus posturas respecto de dónde debía continuar y cómo debía resolverse el contencioso.

La administración de Mauricio Macri había presentado una moción para desechar la demanda bajo el argumento de “foro no conveniente”, por el cual los abogados del país aspiraron a que la jueza desestime la demanda sosteniendo que el litigio debería dirimirse en los tribunales argentinos, por ser la jurisdicción más apropiada.

El costo para la Argentina en caso de perder este juicio podría ubicarse entre los 3 mil y los 9 mil millones de dólares.

Desde YPF afirman que el fallo es adverso porque la imagen internacional de la Justicia de la Argentina no es buena. Por eso, la posibilidad de que pueda resolverse en los tribunales nacionales se veía muy difícil. “No era viable. No lo vimos así nunca”, afirma una voz de importancia de la petrolera. La mirada está puesta en los Eskenazi, que le vendieron los derechos de litigio a Burford Capital.

Simultáneamente, en la misma semana que se conoció el fallo adverso por el juicio por la expropiación de la petrolera YPF, se avanzó en la conformación del directorio de la empresa, con una fuerte impronta K.

Y entre los casilleros que se ocuparon está el de la Fundación YPF, donde se designó a Ofelia “Pipa” Cedale, amiga personal de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, con quien compartió años de estudio en la Facultad de Derecho de la UNLP.  Pipa es además la “celestina” que presentó a Néstor Kirchner y Cristina Fernández en La Plata.

Sin el kirchnerismo en el poder, Cedale se convirtió en una pieza clave en la estructura de la Fundación Patria. Hasta diciembre de 2015 fue secretaria de Seguridad Social de la Nación; previamente se había desempeñado como secretaria de Legal y Técnica de la Anses y, durante el gobierno de Néstor Kirchner, como subsecretaria adjunta de la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia.

Reemplaza en ese cargo a Anabel Perrone, una funcionaria histórica a la que acusaron de ser “filomacrista”.

Como se ve, donde hay plata están los K.

Los “servicios” siempre están. Son dos las denuncias vinculadas con tareas de seguimiento por parte de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) que comprometen al gobierno de Macri: una, la denuncia formulada por la interventora, Cristina Caamaño; la otra, la causa que lleva adelante el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena. Son denuncias graves que deben ser investigadas a fondo. Representan para Juntos por el Cambio un golpe fenomenal. “Si uno nombra al frente de los “servicios” a  la dupla Arribas-Magdalani no se puede sorprender de que pasen estas cosas”, expresó por estas horas un conspicuo dirigente de la coalición que gobernó hasta el 10 de diciembre pasado.

De lo que se conoce respecto de la denuncia presentada por Caamaño, hay información concerniente a los perfiles ideológicos y a cuestiones de la vida personal de los afectados.

No debería rasgarse las vestiduras el kirchnerismo ante la verificación de estas prácticas que son lamentables, repudiables y profundamente antidemocráticas. Durante el kirchnerato existió el “Proyecto X”, que sometió a los mismos vejámenes a quienes osaron ejercer el derecho constitucional de expresarse y manifestarse en libertad. Parece que lo olvidaron.






jueves, 27 de febrero de 2014

Él y Ella, el matrimonio perfecto... De Alguna Manera...

El día que los Kirchner apoyaron la privatización de YPF…


La errática historia de YPF —con el capítulo de hoy incluido— es la postal de la sinuosidad del propio kirchnerismo. Muchos parecen olvidar que fue Néstor Kirchner quien gestó el ingreso de la familia Eskenazi al directorio de YPF en 2008, provocando la inevitable transferencia de divisas que debían utilizarse para exploración hacia los bolsillos de los mismos accionistas españoles que hoy denuesta Cristina.

Sin embargo, no es esa la peor contradicción del entonces matrimonio: en 1992/93, Néstor y su esposa fueron los impulsores más férreos de la privatización de YPF. Video y documento que se muestran a continuación, son irrefutables a ese respecto:


En realidad, no ha sido gratuito el apoyo de los Kirchner al impulso privatizador. A cambio, el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo —hoy curiosamente fustigado por los K— les "ofrendó" más de 500 millones de dólares bajo el engañoso concepto de "regalías mal liquidadas". Ese dinero, que pertenece al Estado, jamás apareció luego de que fuera girado al exterior por Néstor. Se trata de los evaporados fondos de Santa Cruz.

Solicitada publicada en 1992 por los principales diarios santacruceños

¿Cómo explica Cristina ese viraje, de apoyar la privatización de YPF a impulsar su expropiación? En efecto, la mandataria no explica nada porque nadie le pregunta nada.

Si alguien se atreviera a indagarla, la Presidenta debería responder, entre otras, las siguientes preguntas:

-¿Adónde estaban ella y su esposo cuando Repsol se encontraba vaciando la misma empresa que ahora "nacionaliza"? ¿Por qué no lo denunció antes?

-¿Por qué se impulsó el ingreso del grupo Eskenazi a YPF y luego se destrozó a esa misma familia públicamente?

-¿Por qué un año antes de expropiarla, la mandataria alabó el trabajo de esa misma empresa?

Como se dijo anteriormente, Cristina no responderá nada: no le interesa dar explicaciones de sus actos. Es su naturaleza, ni más ni menos.



© Escrito por Christian Sanz el Jueves 27/02/2014 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


domingo, 21 de julio de 2013

YPF + CHEVRON = Capitalismo serio... De Alguna Manera...


YPF + CHEVRON = Capitalismo serio...


“El estado moderno cualquiera que sea su forma, es una maquina esencialmente capitalista, es el estado de los capitalistas, el capitalista colectivo ideal” Friedrich Engels.

Hace poco más de un año, el Estado anunciaba la llamada “estatización” de YPF, que se reducía a la compra del paquete accionario mayoritario (51%) perteneciente a Repsol. Proclamada por el gobierno y sus adictos como “estatización” de la empresa, en defensa de la “soberanía energética”, la medida respondía, en realidad, a las necesidades de acumulación del capital en el país en un momento determinado, de las cuales el Estado es siempre garante a través de mecanismos diferentes.

Dicho rol del estado se expresa hoy en el lobby entablado para producir un acuerdo entre YPF y la firma norteamericana Chevron y la cruzada iniciada para evitar el embargo a esta petrolera dictado por la justicia ecuatoriana.

El pasado 15 de julio finalmente se concretó la firma del acuerdo para la exploración conjunta de pozos no convencionales de petróleo y gas en los yacimientos de la región de Vaca Muerta localizada en Neuquén, para la que Chevron utilizará la técnica del fraking o fractura hidráulica. Se trata de un intento de cubrir los magros márgenes del mercado interno, y de un negocio redondo para la firma extranjera líder en el mercado mundial, que con una inversión pequeña y, utilizando equipos y técnicas obsoletas en su país de origen, obtendrá jugosas ganancias en la base de la rapiña de los recursos del suelo argentino.

Por mucho que le pese al progresismo y a cierta “izquierda” oportunista que ante la compra del paquete accionario había salido a festejar junto a las organizaciones Kirchneristas, y ahora ensaya la pose de desencanto, este acuerdo no es ninguna sorpresa. Las tratativas por parte de funcionarios del gobierno con la petrolera norteamericana comenzaron hace más de un año, incluso previamente a la compra del paquete accionario de Repsol.

En Ecuador, Chevron perdió un juicio por los desastres ambientales que provocó la exploración y extracción de hidrocarburos de yacimientos no convencionales con la técnica de fractura hidráulica en la zona de la Amazonia, registrando un total de 500.000 hectáreas contaminadas, 63.000 millones de litros de agua tóxica arrojada a ríos y lagos, y 30 mil afectados con enfermedades de diversa índole de las que sobresalen cáncer, malformaciones y abortos espontáneos. La pena que dictó la justicia ecuatoriana consistía en un embargo de activos de Chevron por 19.000 millones de dólares. Sin embargo, ante esta situación YPF y el Estado Nacional iniciaron una campaña de presión para evitar el embargo dictado por la justicia ecuatoriana y defender los intereses de la petrolera norteamericana, campaña por demás exitosa ya que la Suprema Corte de Justicia dejó en suspenso el embargo.

Los mismos que hoy cierran el acuerdo con Chevron son los que hace un año proclamaban la “estatización” a partir de la compra del paquete accionario de Repsol, los que en 2005 hablaron de una “argentinización” de YPF cuando le regalaron una parte de las acciones al lumepnburgues Eskenazi, y los que en los 90 impulsaron la privatización. No hay que ver en esto contradicción alguna: cada medida tomada por el gobierno  es la requerida por necesidades particulares del capital, y por lo tanto se desarrolla en continuidad respecto de las anteriores. Bajo diferentes formas, la política ha sido, una y otra vez, la de la entrega y el saqueo. Y una y otra vez nos han llamado a recibir con entusiasmo distintas medidas consagradas a llevar adelante la misma política.

En el marco de esta política sin historia, de la que participan tanto el kirchnerismo como cierta “oposición”, el fuerte efecto simbólico que generó la compra de YPF apuntó a señalar el fin de “un Estado ausente”. La antinomia estado presente/estado ausente es falsa y ha sido parte de un discurso funcional a la política represiva del Estado ya que, en la “nueva argentina K”, donde el Estado “está presente”, la lucha social no tiene lugar.

El Estado siempre interviene en la economía, valiéndose de mecanismos diversos.De modo que el mismo Estado que “expropió” a los “imperialistas españoles” de Repsol, es el que defiende a los “imperialistas norteamericanos” de Chevron. Es que, considerado desde el punto de vista económico el Estado es el capitalista colectivo ideal, es el Estado de los capitalistas como clase social y es, por tanto, expresión de las necesidades de acumulación del capital. Por esto mismo puede -debe- ir contra los intereses de uno o varios capitales individuales (en este caso, Repsol) para garantizar las condiciones generales del proceso de acumulación, del mismo modo que puede volcar todo su aparato para la protección de un capital individual cuando esto es lo necesario, como sucede con la acérrima protección de Chevron.

En este capítulo queda demostrado una vez más que el kirchnerismo fue y es perro guardián de las ganancias empresarias y, ante ello, se reafirma la necesidad de reforzar constantemente la lucha política e ideológica contra el Estado capitalista.

© Publicado el sábado 20/07/2013 por Praxis-Misiones y Prisma y Estrella Roja Buenos Aires.