Sin sorpresas. Claroscuros de cuarentena…
Luchando contra los virus, Alberto Fernández. Dibujo: Pablo Temes
El Gobierno no se preparó para prever y enfrentar las consecuencias
psico-socioeconómicas del aislamiento.
© Escrito por Nelson Castro el domingo
07/06/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.
La larga cuarentena continúa. Nada
que sorprenda. En el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA),
Gran Córdoba y Gran Chaco se encuentran los focos
principales de la pandemia. Desde el anuncio del sábado 23 de mayo hasta el del
jueves último, la cantidad de casos se triplicó. Y así como se multiplicaron
los casos, se ahondó también la controversia acerca de la duración y dimensión
de la cuarentena. Esto último es producto de la falta de planificación que el
Gobierno ha tenido para prever y enfrentar las consecuencias
psico-socioeconómicas de la cuarentena.
¿Fue acertada la
decisión de instaurarla tempranamente?
La respuesta es simple: sí. Si no
hubiera sido así, el nivel de contagio de esta virosis por parte de los
viajeros que venían desde Europa habría alcanzado dimensiones
significativamente mayores a las que hoy exhibe la Argentina.
¿Es una sorpresa
que la cuarentena sea tan larga?
La respuesta también es simple: no. Todo lo
que está ocurriendo fue pronosticado: el aumento del números de casos y su
focalización principal en las zonas más vulnerables de los centros densamente
poblados formaban parte de las proyecciones que los infectólogos y
epidemiólogos hicieron desde el vamos.
¿Ha habido un uso
político de la cuarentena?
Otra vez, la respuesta es categórica: sí. El
oficialismo sigue a través de las encuestas cuál es el humor social. Esas
encuestas, que hasta hace unas tres semanas mostraban elevados niveles de
aprobación hacia la gestión del Gobierno, han comenzado a cambiar. Los
guarismos de imagen positiva del Presidente cercanos al 70 o al 80% han
empezado a declinar. El hartazgo social al “Quedate en casa” y el deterioro
económico se juntan en una combinación potencialmente explosiva. A eso hay que
agregarle las situaciones institucionales inquietantes que forman parte del
particular universo de la cuarentena. Es claro que el kirchnerismo está
aprovechando para avanzar en pos de dos logros: la impunidad y la consolidación
de su proyecto de permanencia en el poder. Para ello trabaja en el copamiento
de las estructuras del Estado pertinentes a esos objetivos. Tal fenómeno se
hace evidente en dos áreas: una, la Justicia; la otra, las cajas.
Esta semana se produjo un hecho
relevante en el Senado: se dio el primer paso para quitarle el manejo de
las escuchas telefónicas a la Corte Suprema. La idea es otorgarle esa potestad
al procurador general, cargo en el que el oficialismo aspira a nombrar a Daniel
Rafecas, un juez que le responde. El otro paso será el intento de copar la
Corte.
Respecto del copamiento K de los
lugares de la administración del Estado en donde se maneja dinero, en los
párrafos que siguen encontrará el lector el detalle de un episodio que pasó
inadvertido para la opinión pública.
Y péguele
fuerte.
Sobre el fin de la semana, la jueza
del Segundo Distrito Sur de Nueva York, Loretta Preska, falló en contra de la Argentina, al decidir que el juicio
por la expropiación de YPF –concretada en 2012– seguirá en los tribunales de
los Estados Unidos.
La resolución sobre el futuro del
millonario litigio se produjo un año después de que Preska –sucesora del juez
Thomas Griesa– ordenara al gobierno argentino y a los demandantes, Burford
Capital y Eton Park, que presentaran escritos para respaldar sus posturas
respecto de dónde debía continuar y cómo debía resolverse el contencioso.
La administración de Mauricio Macri
había presentado una moción para desechar la demanda bajo el argumento de “foro
no conveniente”, por el cual los abogados del país aspiraron a que la jueza
desestime la demanda sosteniendo que el litigio debería dirimirse en los
tribunales argentinos, por ser la jurisdicción más apropiada.
El costo para la Argentina en caso
de perder este juicio podría ubicarse entre los 3 mil y los 9 mil millones de
dólares.
Desde YPF afirman que el fallo es
adverso porque la imagen internacional de la Justicia de la Argentina no es
buena. Por eso, la posibilidad de que pueda resolverse en los tribunales
nacionales se veía muy difícil. “No era viable. No lo vimos así nunca”, afirma
una voz de importancia de la petrolera. La mirada está puesta en los Eskenazi,
que le vendieron los derechos de litigio a Burford Capital.
Simultáneamente, en la misma semana
que se conoció el fallo adverso por el juicio por la expropiación de la
petrolera YPF, se avanzó en la conformación del directorio de la empresa, con
una fuerte impronta K.
Y entre los casilleros que se
ocuparon está el de la Fundación YPF, donde se designó a Ofelia “Pipa” Cedale,
amiga personal de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, con quien
compartió años de estudio en la Facultad de Derecho de la UNLP. Pipa es
además la “celestina” que presentó a Néstor Kirchner y Cristina Fernández en La
Plata.
Sin el kirchnerismo en el poder,
Cedale se convirtió en una pieza clave en la estructura de la Fundación Patria.
Hasta diciembre de 2015 fue secretaria de Seguridad Social de la Nación;
previamente se había desempeñado como secretaria de Legal y Técnica de la Anses
y, durante el gobierno de Néstor Kirchner, como subsecretaria adjunta de la
Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia.
Reemplaza en ese cargo a Anabel
Perrone, una funcionaria histórica a la que acusaron de ser “filomacrista”.
Como se ve, donde
hay plata están los K.
Los “servicios”
siempre están. Son dos las denuncias vinculadas con tareas de seguimiento por parte de la Agencia Federal de
Investigaciones (AFI) que comprometen al gobierno de Macri: una, la denuncia
formulada por la interventora, Cristina Caamaño; la otra, la causa que lleva
adelante el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena. Son denuncias
graves que deben ser investigadas a fondo. Representan para Juntos por el
Cambio un golpe fenomenal. “Si uno nombra al frente de los “servicios” a
la dupla Arribas-Magdalani no se puede sorprender de que pasen estas cosas”,
expresó por estas horas un conspicuo dirigente de la coalición que gobernó
hasta el 10 de diciembre pasado.
De lo que se conoce respecto de la
denuncia presentada por Caamaño, hay información concerniente a los perfiles
ideológicos y a cuestiones de la vida personal de los afectados.
No debería rasgarse las vestiduras
el kirchnerismo ante la verificación de estas prácticas que son lamentables,
repudiables y profundamente antidemocráticas. Durante el kirchnerato existió el
“Proyecto X”, que sometió a los mismos vejámenes a quienes osaron ejercer el
derecho constitucional de expresarse y manifestarse en libertad. Parece que lo
olvidaron.