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domingo, 26 de junio de 2022

Cristina se puso a gobernar… @dealgunamaneraok...

 Cristina se puso a gobernar… 

Cristina se puso a gobernar… 

¿Alberto, toma nota? 

El duro presente del oficialismo ha puesto otra vez sobre el ajedrez de su interna política la candidatura de la vicepresidenta.

© Escrito por Nelson Castro y publicado el sábado 25/06/2022 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de las/os Argentinas/os.



Cristina Fernández de Kirchner atacó de nuevo. No fue casual. Nada es casual en lo que hace o dice la ex presidenta en funciones. Hubo un cambio en su accionar. Es producto de la realidad: ve que la elección del 2023 está perdida y ha decidido dar batalla. Por lo tanto se ha puesto a gobernar. Eso significa levantar el perfil, señalar los errores del Presidente, contactarse con intendentes, gobernadores y economistas. Su objetivo es intentar revertir esta situación adversa como sea. La reunión con Carlos Melconian, cuyos detalles esenciales el economista hizo públicos, responden a esta decisión táctica y estratégica que, además, implícitamente representa un cuestionamiento severo para el ministro de Economía. Algo similar viene haciendo Sergio Massa.

 

Para eso necesita darle volumen político a sus secuaces. A esa categoría han dejado de pertenecer las principales organizaciones sociales que ya no comanda. El Movimiento Evita está a la cabeza. No debería sorprender. Es consecuencia de una larga historia. En la elección de 2017 el Evita apoyó la candidatura de Florencio Randazzo y se apartó de CFK, lo que a la postre significó su derrota. Rencorosa como es, la ex presidenta en funciones nada de esto ha olvidado y mucho menos perdonado. No obstante, las críticas los abarcan a todos, a pesar que los que le son afines trataron de desmarcarse por medio de un comunicado que hicieron público el jueves. “Con este nivel de desocupación hay muchos planes sociales”, dijo CFK en su discurso del lunes en el acto que le organizó la CTA en Avellaneda en donde los destinatarios habituales de su ira recibieron la pincelada semanal. A falta del ex ministro de Producción Matías Kulfas –entregado por su mentor Alberto Fernández– el titular del Banco Central, Miguel Pesce, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, sirvieron otra vez de sparrings. Esta vez por el “Festival de importaciones” y la consiguiente salida de divisas. El encono de la vice con el titular del Central continúa en aumento al igual que los descalificativos que le dedica en privado ante sus interlocutores. A esta nómina hay que agregar a la titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Mercedes Marcó del Pont. 

 

Bailando al ritmo de CFK

 

¿Cuáles son los planes de la vicepresidenta? Los aplausos y la arenga de sus acólitos no alcanzaron para teñir de épica y buenas intenciones el motor real de sus palabras. “Por la plata baila el mono”, dice el viejo dicho popular. Fue ella misma quien, junto a su difunto marido, construyeron poder a base de dádivas y del reparto de planes sociales, la forma más cínica y desalmada de privar a la gente de su libertad. El clientelismo como una forma de toma de rehenes para mantener el voto cautivo. El problema principal es que desde hace un tiempo las organizaciones sociales no le responden. La caja de la ayuda social es una de las pocas que no está en sus manos y, la madre de Máximo, reclama ese botín para su hijo y para el resto de La Cámpora. “Los planes sociales otorgan control territorial y el reclamo de CFK no es más que un nuevo capítulo de su pelea con Alberto F. Si hay una cosa que el Presidente ha hecho indiscutiblemente bien es incorporar al Gobierno con cargo y función a los principales líderes sociales. Blanqueó el manejo de una estructura de poder que siempre estuvo a la sombra del poder. Hoy esas organizaciones responden al Presidente y eso Cristina no lo puede tolerar” –describió de manera certera un ex dirigente de la vieja guardia.

 

La explotación política de la pobreza representa una inmoralidad mayúscula. El 2% que los dirigentes del Polo Obrero le quitan a cada beneficiario no es el único ejemplo de extorsión. La obligatoriedad de asistencia a los actos, el uso de los chicos como barrera de protección para frenar cualquier intento de las fuerzas de seguridad para evitar los cortes de calles y rutas que perjudican a miles de trabajadores son muestras de ese sometimiento. El Movimiento Evita y Barrios de Pie le disputan poder territorial a La Cámpora, en el conurbano bonaerense. Un bastión demasiado grande para dejarlo librado a la suerte. Sus líderes ya no son dirigentes sociales sino funcionarios públicos. Emilio Pérsico es el secretario de Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación; Fernando “Chino” Navarro es secretario de Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete y Daniel Menéndez es subsecretario de Políticas de Integración en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Todos atienden desde ambos lados del mostrador. 

 

La mano que mueve la lapicera

 

¿Qué quiere CFK? En relación a los planes sociales, quitarles el manejo a las organizaciones y traspasarlas a los intendentes, hecho que va a generar un problema con los gobernadores. El otro proyecto es el del salario mínimo universal. Esta idea disparatada, que tiene el acompañamiento de Juan Grabois, representa, además, un instrumento que regenera la expectativa electoral de CFK. Tiene un ancla en un hecho del pasado: la Asignación Universal por Hijo. La AUH, que se hizo efectiva a partir del 29 de octubre de 2009 y fue complementada por la Asignación Universal por Embarazo (AUE), tuvo un impacto electoral muy fuerte que fue decisivo para la apabullante victoria de CFK en la elección presidencial de 2011.

 

El duro presente del oficialismo ha puesto otra vez sobre el ajedrez de su interna política la candidatura de la vicepresidenta. La Cámpora le ha puesto los motores a esto. Por eso se está mirando atentamente lo que pase en la elección de Brasil prevista para el 2 de octubre próximo. Un eventual triunfo de Lula, quien hoy encabeza los sondeos, sería la señal esperada.

 

A todo esto, el Gobierno se mueve en un zafarrancho que va desde el banal fallido de Alberto Fernández en su mención a Garganta Profunda –que no fue casualidad–, hasta su desdén ante la gravedad del caso aún no esclarecido del avión venezolano con tripulación iraní encabezada por el comandante Gholamreza Ghasemi, un integrante de las fuerzas Quds, brazo paramilitar de la Guardia Revolucionaria y ejecutora de atentados terroristas.

 

¡Patético!




 

domingo, 15 de mayo de 2022

La Argentina cuesta abajo... @dealgunamanera...

La Argentina cuesta abajo...

Cristina Kirchner. Dibujo: Pablo Temes

El país asiste a los devaneos de un gobierno que navega por el barro de su interna brutal e imparable.


© Escrito por Nelson Castro el sábado 15/05/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


La inflación de abril llegó al 6% y volvió a impactar a la sociedad y a sacudir los cimientos cada vez más endebles de un gobierno que navega por el barro de su interna brutal e imparable. Con todo, no es ese el único dato que enciende las alarmas: el acumulado en el primer cuatrimestre llegó al 23% y en los últimos 12 meses tocó el 58%. La suba interanual, pues, es la más alta de los últimos 30 años.

Pero hay más: la Argentina hace 10 años que no crece y su PBI per cápita es 13% más bajo transcurrido el mismo período de tiempo. Y por si esto fuera poco, la inflación en el Conurbano alcanzó niveles aún mayores, pisando el 6,2% para todos los habitantes que moran en ese submundo atravesado por los contrastes y las acechanzas.

Los sectores acomodados con mayores posibilidades de hacerle frente a esta situación se protegen como pueden. Para los más pobres, en cambio, no hay protección posible. El desafío no es cómo llegar a fin de mes sino cómo llegar a mañana. Los empresarios, por su parte, no arriesgan inversiones de magnitud significativa. Tiene lógica: es mejor volar bajo radar a ver si a alguno se le ocurre gravar la renta inesperada. La clase media no da más y es, en líneas generales, la mayoría de la población (44%) sobre la cual recaen los mayores esfuerzos impositivos y laborales.

El grueso de la gente que está en la economía informal recorrió las calles de la Ciudad de Buenos Aires el pasado jueves generando un caos que ya a nadie parece sorprender. No todos, los piqueteros afines al oficialismo que tienen sus caciques dentro del propio gobierno –es decir que están de los dos lados del mostrador– como Emilio Pérsico del Movimiento Evita y secretario de Economía Social en el Ministerio de Desarrollo Social; Fernando “Chino” Navarro del mismo Movimiento, es secretario de Relaciones Parlamentarias; Daniel Menéndez, subsecretario de Promoción de Economía Social y Desarrollo Local; entre otros– no movilizaron a sus agrupaciones. El Gobierno cuenta con protección en ese sentido. De no haber sido así, la movilización hubiera sido masiva y determinante. Lo mismo puede decirse de la CGT que parece dormir una larga siesta en su rol de defensa de los trabajadores. Peronismo explícito. 

En este marco, el Reporte de Expectativas del BCRA habla del 65% de inflación para todo el año. Un reconocimiento oficial que pese a su criticidad, choca con los cálculos de consultoras privadas que la ubican por encima del setenta.

Los jóvenes y los adultos mayores son quienes llevan la peor parte; los primeros por la presión que la mayoría sufre para abrirse paso en la vida en un país donde estudiar, comprar libros, terminar el colegio secundario y la facultad al mismo tiempo que deben salir a trabajar para solventar sus gastos, algo que cada vez se les hace más difícil de lograr. Los adultos mayores, porque pese al aumento anunciado, no van a poder subsistir con solo 37 mil pesos de bolsillo. Es de un cinismo inhumano.


Las invectivas de una Cristina enceguecida por el odio ya no tienen ningún efecto.


Luego del Aló Presidenta de Cristina Fernández de Kirchner en Chaco, donde se esmeró cuidadosamente en desairar a su otrora elegido, Alberto Fernández, se ha constatado la poca efectividad de sus dardos llenos de veneno político. Máximo Kirchner le mandó otro mensaje al Presidente: “Cuando uno quiere conducir también debe saber obedecer”. Es más de lo mismo. Ya no entran las balas. “Primero fue la época epistolar con cartas cargadas de ego y cinismo, luego los ataques de sus títeres, con su hijo y Kicillof a la cabeza, luego sus propios discursos, ahora nuevamente envía sus laderos. Al principio sorprende, después genera disgusto, y ahora es como escuchar la lluvia caer. Está desquiciada y enceguecida por el odio pero, sobre todo, porque Alberto resiste sin ella”, señala una voz desde la Casa Rosada.

En el entorno del tridente económico (Martín Guzmán, Matías Kulfas y Miguel Pesce) nadie camina con tranquilidad, aun cuando cerca de los dos ministros se ufanan de una cosa: “Ellos presionaron para hacerse cargo de bajar la inflación con recetas viejas que tenían el fracaso asegurado; ahora que vayan a llorar a La Plata” –en referencia a la Gobernación del predilecto de CFK. 

En el entorno de Guzmán apuntan a Kicillof y, en el de Kulfas, se mofan del malogrado Roberto Feletti. 

El asado del martes por la noche en la casa de Sergio Massa con los economistas Martín Redrado, Marco Lavagna, Diego Bossio, Miguel Ángel Peirano y Martín Rapetti –contado en detalle por Pablo de León– es una muestra más de la falta de sustento político con el que navega la gestión de Guzmán.

El viaje del Presidente a España, Alemania y Francia –en verdad, una excursión– dejó en evidencia su intrascendencia. Por eso, de lo único que se le preguntó en los reportajes con los pocos medios europeos que mostraron interés en entrevistarlo fueron temas vinculados con la interna gubernamental. 

En medio de tanta nada, la presencia de los miembros de la Corte Suprema en la reunión de los jueces federales en Rosario representó un hecho de alto voltaje político-institucional. En primer lugar por el alerta sobre la necesidad que tiene el país de que las autoridades políticas le otorguen la prioridad que exige la lucha contra el narcotráfico. En segundo lugar, por el cuestionamiento sin tapujos a la inexistente gestión del ministro de Justicia, Martín Soria, otro vendehumo nombrado por CFK para insistir en la terquedad de su fracasado intento de configurar una Justicia adicta que incluye la ampliación del número de sus miembros. Y, en tercer lugar, por el respaldo dado a la fiscal anticorrupción de Entre Ríos, Cecilia Goyeneche, cuyas investigaciones fueron clave para lograr la condena del ex gobernador de la provincia, Sergio Uribarri.

La Argentina asiste a los devaneos de un gobierno de la nada que no tiene remedio.




domingo, 8 de mayo de 2022

CFK en Acción... @dealgunamaneraok...

¿Quién se quiere llevar el Gobierno a la mesita de luz?


"El" Cámpora. Dibujo: Pablo Temes.

Se acabó la discusión, si es que alguna vez hubo dudas sobre el tema: manda la vicepresidenta.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 07/04/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

La pregunta –que parece infantil– en verdad demuestra que la interna dentro del Frente de Todos Contra Todos está al rojo vivo. El Cuervo Andrés Larroque, referente de La Cámpora y uno de los alfiles de la vicepresidenta en funciones fue el encargado de escalar la discusión: “El Gobierno es nuestro (...) Alberto no se va a llevar el Gobierno a la mesita de luz”. Esa fue la frase que marcó una de las semanas más duras de la coalición bifronte.

“Alberto no va a delegar en nadie la toma de decisiones, ni lo sueñen. En un equipo normal las cosas se discuten y se buscan consensos. Este dejó de ser un equipo normal porque ellos lo rompieron y quieren todo el poder para hacer lo que se les antoje” –dijo un hombre cercano a la Rosada, 24 horas después de la reunión de Gabinete.

Los emisarios van y vienen, pero todavía no hay fumata blanca para las negociaciones de las que participan al menos, dos ministros y el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa. El operativo interno de “desgaste” de la figura presidencial sigue en marcha. “Está claro que el problema dejó de ser el ministro de Economía Martín Guzmán, van por Alberto y el control absoluto del Gobierno, de eso no tenemos dudas” –espetó un diputado de JXC para sumar dramatismo a la situación.

La parálisis reinante no afecta solo a los funcionarios de primera y segunda línea de ambos bandos del FdT. El desgobierno ya puso en alerta a diferentes sectores de la política, la producción y el trabajo. “Hoy no es posible poner en marcha ninguna iniciativa que salga del cortísimo plazo. No hay interlocutores válidos en casi ningún sector del Gobierno. No podemos avanzar o negociar tranquilos con nadie, porque no sabemos si cuando se da vuelta le van a mover el piso del otro lado” –resumió con preocupación un hombre de negocios del sector Pyme.

La vicepresidenta viajó a Resistencia para recibir un título de Doctora Honoris Causa. Está claro que este tipo de distinciones que provienen de acólitos y militantes, están flojas de papeles. Un doctorado Honoris Causa se le entrega a una persona a la cual se la distingue por sus logros. Cada universidad tiene sus propios procedimientos para elegir a los candidatos al doctorado Honoris Causa. Dicho esto, lo habitual es que una vez que se presenta una candidatura, sea por decisión de una mayoría o por parte del rector –ella se adjunta con documentación sobre las razones y lo méritos que avalan la nominación– y ante el Comisionado de Doctorado, que se aboca entonces a analizar los fundamentos de tal reconocimiento.

¿Se habrá analizado también el cúmulo de causas judiciales por hechos de corrupción por los que la vicepresidenta está siendo juzgada?  

La larga perorata de CFK, que hizo acordar a sus Aló Presidente con los que semanalmente fatigó la Cadena Nacional de Radio y Televisión a lo largo de sus dos mandatos presidenciales, abundó en imprecisiones, definiciones falaces, contradicciones, narcisismo y falta de autocrítica. Pero, desde el punto de vista de lo que sucede hoy en día, el objetivo más importante fue uno: despreciar a Alberto Fernández, minimizar su figura política y personal y despegarse de un gobierno que no siente propio. Primero volvió a recordar por enésima vez que ella lo eligió para que sea Presidente; en el mismo pasaje del discurso aseguró que era una persona que “no representaba a ninguna fuerza política” y terminó de definir el conflicto interno de manera brutal diciendo que solo podría tener “una disputa de poder” con Sergio Massa, quien lidera el Frente Renovador; Héctor Daer, de la CGT; o Emilio Pérsico, del Movimiento Evita. Léase: el poder lo tengo yo; es mío; Alberto es un don nadie que me debe todo y encima no me hace caso.

A partir de este discurso se acabó la discusión, si es que alguna vez hubo dudas: quien manda es la vicepresidenta. Ella es la dadora de poder. Y, está claro, que está dispuesto a ejercerlo. Por eso, por medio de Sergio Massa, le hizo llegar al Presidente su propuesta –de tono imperativo– de cómo pretende que se organice el Gobierno de ahora en más. Esa propuesta habla de una comisión integrada por ella, su hijo Máximo, Massa, Axel Kicillof y AF que se haga cargo de la gestión gubernamental. Es decir, dicho sin disimulo, una intervención de facto del Poder Ejecutivo que, dejaría de ser unipersonal –como lo dispone la Constitución Nacional– para quedar a cargo de esta comisión de cinco miembros. La iniciativa – un verdadero disparate– fue rechazada por el Presidente y generó incomodidad en Kicillof, cuya relación con el hijo de CFK no pasa por un buen momento. Massa, cuya sintonía con el diputado Kirchner es cada vez mayor, se siente como ganador en medio de todas estas disputas. Su sueño presidencial está siempre ahí.

Todo esto tendrá consecuencias muy concretas y malas sobre la administración gubernamental. Hasta la semana pasada, el objetivo principal de toda la andanada de críticas y acciones de desgaste iban dirigidas al ministro de Economía, Martín Guzmán. Desde ahora en más el sujeto de todo este aquelarre es otro: Alberto Fernández.

Esto y buscar que el Presidente se vaya es exactamente lo mismo. Por muchísimo menos que esto, el kirchnerismo se la pasó calificando de destituyente a Julio Cobos y de traidor a Daniel Scioli durante el primer año del gobierno de Néstor Kirchner. Hasta le llegaron a prohibir la entrada a la Casa de Gobierno por haber sugerido una actualización de las tarifas de los servicios públicos. Escribió Nicolás Maquiavelo: “Si quien gobierna no reconoce los males hasta que los tiene encima, no es realmente sabio”. Alberto Fernández debería haber leído esta frase hace tiempo. Ahora es tarde: CFK va por él.




domingo, 10 de octubre de 2021

Sí pero No... @dealgunamaneraok...

Sí pero No… 


Emilio Pérsico, hablando en el acto en la cancha de Nueva Chicago. @movimientoevita 

Emilio Pérsico dijo, frente al presidente Alberto Fernández, que “la democracia de la alternancia no funciona”.

Escrito por Javier Calvo el domingo 10/10/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

 

Casi como el frustrado “Sí se puede” con el que Macri intentó dar vuelta la elección presidencial tras el cachetazo de las PASO 2019, el Frente de Todos encara ahora su campaña del “Sí” con el mismo objetivo. Acaso tenga también el mismo resultado que su precedente.

 

El argumento del consultor español Antoni Gutiérrez-Rubí (de quien se reproduce un texto en esta edición de Perfil) es que el positivismo del nuevo eslogan se contrapone a lo negativo que supuestamente aporta la oposición. Además, claro, de que hay que dar vuelta atrás a los errores graves propios.

 

Aunque no tienen el mismo rating que los noes gubernamentales emblemáticos (Pfizer, vacunatorio vip, escuelas cerradas y Olivosgate), el oficialismo insiste por estos días en autodesmentirse.

 

Ahí está, por caso, el discurso incendiario de Emilio Pérsico en el acto del jueves del Movimiento Evita. Ante la presencia de Alberto Fernández, el también secretario de Estado en el Ministerio de Desarrollo Social se despachó con que quiere llenar la política de pobres y que descree de la alternancia en el poder. El asesor Gutiérrez-Rubí, presente en el atiborrado estadio de Nueva Chicago, no podía creer lo que estaba escuchando.

 

En ese mismo sentido auditivo, se escucharon promesas y anuncios a borbotones desde la derrota de hace un mes y el recambio de Gabinete. Algunas se pusieron en marcha, sin que haya precisión sobre el costo público de esas erogaciones en forma de “platita”. Tal el caso del nuevo piso de Ganancias o el Plan Registradas.

 

Otras duermen la siesta, tucumana o no, como la promocionada reapertura de la exportación de carnes. Y algunas parecen una provocación, como el proyecto de subsidio lanzado por el gobernador Kicillof para que los alumnos bonaerenses puedan irse de viaje de egresados.

 

 

Hablando de plata y pese a que no es público aún, un nuevo crujido aparece entre el ministro Guzmán y La Cámpora. La agrupación que lidera Máximo Kirchner le endilga a Economía que en el Presupuesto 2022 enviado al Congreso se establece un millonario recorte de los fondos a enviar a las universidades nacionales. Allegados a Guzmán niegan tal ajuste y atribuyen la maniobra a la interna oficial.

 

Tampoco vendrían a ser muy consistentes con la nueva estrategia positivista el reactivado accionar de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). El Presidente descalificó a la AFI por contribuir a los “sótanos de la democracia” y se comprometió a transparentarla.

 

No estaría funcionando. La justicia investiga el espionaje contra una secretaria de la embajada de Irán en Buenos Aires, a manos de tres agentes de Contrainteligencia. La funcionaria de la sede diplomática hizo la denuncia judicial, que fue revelada por el colega Patricio Del Pozo. También hizo trascender un misterioso viaje de integrantes de la AFI a Moscú, quienes habrían sufrido el hackeo de sus celulares.

 

No termina acá. Macri está convencido de que varias de las imágenes filtradas durante su actual estancia en Miami son producto de seguimientos de la AFI, conducida por la ex fiscal Cristina Caamaño. No se basa sólo en una sospecha: se la alimentó un viejo conocido suyo, de activa participación en la agencia durante la jefatura de su amigo Gustavo Arribas. Sí, el mismo que hizo espiar a propios y extraños.





Claros Mensajes. El que avisa no traiciona… @dealgunamaneraok...

 El que avisa no traiciona… 


“¡Lo importante es la salud!”. Dibujo: Pablo Temes 

Emilio Pérsico dijo, frente al presidente Alberto Fernández, que “la democracia de la alternancia no funciona”.

Escrito por Nelson Castro el sábado 09/10/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


 

Creo que esta democracia de la alternancia no camina. Quiero construir una democracia donde el movimiento popular gobierne 20 años la Argentina”, dijo Emilio Pérsico, secretario de Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social y, a la vez,  referente del Movimiento Evita que organizó el acto de apoyo al Presidente en el estadio de Nueva Chicago.

 

Es decir, alguien que está en los dos lados del mostrador, algo insostenible y reprochable desde el punto de vista ético y legal. Lo escuchaban con atención el mismísimo Alberto  Fernández y Máximo KirchnerLa frase fue una nueva demostración de las contradicciones del Frente de Todos Contra Todos. “De un lado apuestan a devolverle al Presidente su rol componedor alejado de las disputas y los exabruptos y dispuesto a escuchar, pero al mismo tiempo, le arman un acto donde uno de los organizadores sale a decir estas barbaridades” –se quejó un funcionario amargamente.  

 

Al mismo tiempo, pululan los desacuerdos acerca del giro de 180° que ha experimentado la comunicación del oficialismo de cara a la campaña electoral en curso. El nuevo manual Nac & Pop pretende instalar la idea de la vuelta a una vida llena de hechos positivos y una visión romántica y optimista de la realidad como si nada hubiese pasado desde el 20 de marzo de 2020 hasta ahora. “Necesitamos salir del No para saltar al Sí. Pasar de la negación a la afirmación, de la prohibición a la libertad”.

 

Así reza un boceto que pretende convertirse en la nueva biblia kirchnerista que, entre otras cosas, asegura que “venimos de muchos No –cuarentena, restricciones, retenciones– y el No es conservador porque no permite avanzar”. En la práctica se trata de dar buenas noticias y dejar los golpes de realidad y la mirada negativa de la Argentina a la oposición encarnada en Juntos por el Cambio. Es no hacerse cargo de que el responsable de los “No” ha sido el propio gobierno que no dudó un instante en descalificar a todos los que advirtieron de los males –algunos irreversibles– que produjeron la extensísima cuarentena impuesta en nuestro país.

 

Cualquier observador con una pizca de pensamiento crítico (sin llegar a ser “negativo” y “conservador”) se daría cuenta de que la táctica de esta campaña consiste en la reedición del manual populista para principiantes que cae en una falsa sensación de libertad y optimismo desplegados con el objetivo de dar vuelta el resultado adverso que obtuvo el oficialismo en las PASO.

 

Léase:

 

Sí al final de la Pandemia por decreto

Sí a los espectáculos masivos

Sí al clientelismo más descarnado

Sí a la emisión monetaria descontrolada

Sí a ponerle platita en el bolsillo a la gente

Sí a los placeres efímeros

Sí a la Justicia adicta al poder

En definitiva, Sí a la vieja política y sus vicios.

 

La falta de ton y son se aprecia en cada una de las iniciativas que el Gobierno se esmera en anunciar cada día con el objetivo de crear la imagen de una nueva y remozada gestión. La desesperación por avanzar con el plan por votos sin medir sus consecuencias genera incoherencia y desorden.

 

 

Veamos por ejemplo el anuncio acerca de los viajes de egresados de la escuela secundaria que el viernes último hizo Axel Kicillof. El gobernador de la provincia de Buenos Aires se comprometió a pagar el viaje de cada uno de los más de 200 mil estudiantes que completaron la secundaria. El costo de cada viaje, cuya duración no será mayor a cinco días, es de 30 mil pesos. “Imagine cómo se siente un jubilado que, luego de hacer aportes durante toda su vida laboral, debe resignarse a cobrar la mínima, es decir 26 mil pesos”, razonaba con sentido común y cierto azoro un funcionario con despacho en la Casa Rosada.

 

Todavía resuenan los ecos de la carta de CFK. “Hizo mucho daño y destruyó puentes que podían utilizarse” asegura un hombre del oficialismo que sigue de cerca la campaña y cuenta que el mayor esfuerzo está puesto en lograr algo de armonía para llegar con una imagen mejorada al 14 de noviembre. El foco es el vínculo entre Alberto y Cristina, hay diálogo obligado, pero todos saben que la confianza mutua se rompió.

 

“Es cierto que la relación está en su momento más delicado, pero las tensiones hay que dejarlas atrás. Por eso es lógico que AF y CFK se hayan reunido”, señala una voz del Instituto Patria en referencia al encuentro entre ambos que tuvo lugar en Olivos en la semana. En un ámbito en el que sobrevolaba la tensión, la conversación giró sobre dos puntos principales: el primero, cómo llevar bienestar inmediato a la gente; el segundo, cómo sostener la economía en el marco de las negociaciones para lograr un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en el medio de una campaña en la que la máquina de hacer billetes está trabajando a full.

 

Todo esto lo complica –y mucho– al ministro de Economía, Martín Guzmán. Más allá de la predisposición para ayudar de la actual directora gerente del FMI, cuya estabilidad en el cargo tambalea, los cuadros técnicos del organismo ya advirtieron que con el nivel de brecha cambiaria existente en la Argentina no hay posibilidad de acuerdo.  

 

Le va costar mucho al Gobierno recomponer una estructura de gestión eficaz más allá del resultado electoral de noviembre. Si ganase –posibilidad que matemáticamente existe–, la condición de títere de AF se acentuará.  

 

Lo sucedido en la Cámara de Diputados el miércoles debe ser mirado con atención. Máximo Kirchner quedó expuesto al no poder lograr el quórum para el proyecto de ley de etiquetado de alimentos mientras Sergio Massa intentaba hacer la diagonal para salir del embrollo.

Al fin y al cabo una pantomima más de un gobierno que se ha transformado en un sketch consuetudinario.