Mostrando las entradas con la etiqueta Matías Tombolini. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Matías Tombolini. Mostrar todas las entradas

domingo, 7 de mayo de 2023

El destino cíclico del país… @dealgunamaneraok...

El destino cíclico del país…


¿Por dónde salir? Sergio Masa. Dibujo: Pablo Temes. 

Tanto la dirigencia como el ciudadano de a pie, no logran escapar al círculo que aparece en cada elección.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 06/05/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El plan de Massa es llegar”, dijo Antonio Aracre a lo largo de la semana en el transcurso del raid mediático, en el que se dedicó a confirmar con todo detalle, tanto las inconsistencias de la gestión del ministro de Economía, como la situación de crisis interna que atraviesa al Gobierno. Es notable como día tras día van quedando expuestas las mentiras del kirchnerismo, circunstancia que en nada inmuta ni a Alberto Fernández ni a Cristina Fernández de Kirchner y sus respectivos entornos cultores del “miente, miente, que algo quedará”.

La semana arrancó con las nuevas medidas que aumentaron las restricciones para acceder al dólar. Lo que logró este cepo recargado fue poco. Le siguió el vergonzoso viaje a Brasilia de una numerosa comitiva encabezada por el Presidente saliente para –según se anunció oficialmente a tambor batiente– firmar un acuerdo con Lula para facilitar las importaciones de insumos producidos por empresas brasileñas. Lo cierto fue que, como dijo el primer mandatario del Brasil, AF se volvió más aliviado, pero sin dinero. A falta de dinero se asistió, en cambio, a una reyerta de peluquería entre alguna de las integrantes de la comitiva presidencial, tal cual lo describió en su imperdible artículo Roberto García. Si no hay pan que por lo menos no falte el circo. Vergonzoso.


Al mismo tiempo que el Tango 04 volaba hacia Brasilia, se desarrollaba en el estadio de Defensores de Belgrano el acto de la CGT para conmemorar el “Día del Trabajador”. Lo más relevante fue la escasez de la concurrencia y el faltazo de sindicalistas aliados a CFK. Sinuoso –tal cual es su estilo– Massa mandó un mensaje que a nadie le importó. Como parte de la estrategia acomodaticia de la dirigencia gremial, lo que se les escucha decir es que el objetivo es evitar la hiperinflación (sic). Si en lugar de un gobierno peronista hubiera uno de la oposición, la CGT estaría decretando paros y movilizaciones a diestra y siniestra, empujándolo a su caída. Sin embargo, este gobierno kirchnerista, tuvo mucha más suerte.

 

Antes de que lo echen

 

Producto de la desesperación del kirchnerismo, el Indec anunció el miércoles que, en vez del viernes 12, el índice de inflación de abril se daría a conocer el lunes 15. La inverosímil y descarada excusa que se dio es que, como el domingo 14 son las elecciones a gobernador en varias provincias, la difusión de esa información podría influir en la decisión del electorado (sic). El bochorno generado por el anuncio y su carencia de fundamentos –increíblemente sostenidos por el titular del Instituto Nacional de Estadística y Censos, Marco Lavagna– hicieron que la medida se revirtiera a las pocas horas. Lavagna hijo, parece haber olvidado el tiempo en el que supo ser frontalmente crítico de las maniobras de manipulación, destinadas a alterar los datos de la inflación.

Nada muy sorprendente: lo mismo hicieron Alberto Fernández, Sergio Massa, el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, el secretario de Industria, José Ignacio De Mendiguren, el secretario de Comercio, Matías Tombolini, por nombrar algunos funcionarios de memoria débil. Por otra parte, el ocultamiento y la distorsión de las estadísticas, es un capítulo viejo que tuvo final trágico en los tiempos de Guillermo Moreno.

El plan “llegar” de Massa necesita los dólares como el oxígeno. Por eso se asiste al derrotero de un gobierno mendicante. Se le pide a quien: Brasil, China y el FMI. De ellos, el único que ofrece una cantidad significativa es el vilipendiado Fondo. Lo que para CFK es una herejía, para Massa es como el maná caído del cielo. Cuenta el Gobierno con la ayuda del gobierno de los Estados Unidos. En Washington se ha tomado la decisión de evitar que la Argentina caiga en default. Es una decisión que es producto del aprendizaje: el default argentino de 2002 le ocasionó daños severos a la mayoría de las empresas norteamericanas.

En materia electoral a “la jefa” tampoco le gustan las opciones que tiene sobre la mesa. A Daniel Scioli lo atormentó durante años, maltrató y destrató. Por eso insiste con Sergio Massa. No es una inclinación que le simpatice, pero, a sabiendas de una posible derrota, no quiere que el Superministro de Economía salga ileso. CFK es vengativa y no da puntada sin hilo.

 

Jugar con la paciencia

 

No tan Juntos por el Cambio merece un párrafo aparte. María Eugenia Vidal, desangelada y sola, publicó un tuit ambiguo dando a entender que no sería precandidata presidencial para las PASO. “Esperaba un apoyo interno que nunca llegó, y todo hace pensar que tampoco tendrá su operativo clamor si decidiera ir por el Gobierno de la Ciudad. Nadie se baja si los números lo acompañan. No sería el caso”, –argumentó una fuente que recorre el moderno edificio de Uspallata.

El verbo “ceder” no aparece en el manual de las negociaciones aplicado por estos días. Lo peor es que los trapitos amarillos, se han vuelto a lavar al sol y la gente ha comenzado a tomar nota de ello. El hastío generalizado que manifiesta el votante con la clase política es palpable en todos lados. El único que sale beneficiado de esta situación es Javier Milei quien no deja de subir en las encuestas. Es justo decir que a medida que se acerca el calendario electoral el votante se vuelve más conservador, pero en este proceso hay ingredientes que se combinan para desembocar en un voto castigo.

Miley está tan seguro de sí mismo que no tiene ningún apuro en definir los nombres que lo acompañarán en la provincia de Buenos Aires, por citar un ejemplo. Ya hay varios intendentes y concejales que buscan un lugar bajo su melena. Para el Libertario, la lista sábana no es un problema y el tiempo y sus adversarios le juegan a favor. Por eso CFK lo eligió para subirlo al ring. Si el gobierno del iracundo economista terminara en un fracaso, el kirchnerismo volvería a la vida inmediatamente.

Argentina y un destino cíclico que tanto la dirigencia como el ciudadano de a pie, no logran esquivar.




   

domingo, 16 de abril de 2023

Mala Dirigencia. Vivir de espaldas… @dealgunamaneraok...

 Mala Dirigencia. Vivir de espaldas… 


Migraña Larretiana. Dibujo: Pablo Temes.


Quienes deben sacar al país del estancamiento no reaccionan. 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 15/04/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.   

Desde la recuperación de la democracia, la Argentina vivió la mayor parte del tiempo bajo el azote de la inflación. Este mal que complica y deteriora la vida de la gente se ha instalado a la manera de una enfermedad crónica que desnuda los males del país. Males que tienen en la dirigencia política una causa fundamental. Desde 1983 a la fecha se han sucedido en el poder diferentes enfoques ideológicos.

El denominador común es que todos fracasaron. Fracasó el Plan Austral. Fracasó el Plan Primavera que desembocó en la hiperinflación que acabó con el gobierno de Raúl Alfonsín. La Convertibilidad engendró una bomba de tiempo que le explotó al gobierno de Fernando de la Rúa dando paso a la brutal crisis de 2001/2002.

La compleja matriz económica de la Argentina representa un desafío al que la dirigencia vernácula no le ha encontrado la solución. El 7,7% de inflación de marzo es una muestra más de ello que sorprendió incluso al propio gobierno que no esperaba semejante escalada. Cuando se escucha la banalidad de los argumentos que esgrime el oficialismo para explicar las causas de tamaño descalabro, se entiende perfectamente el porqué de esta dramática realidad, que hace cada día más cuesta arriba la vida de la ciudadanía.

En caso de ser gobierno, la oposición no tiene margen para repetir errores.

A través de la inefable portavoz presidencial, Gabriela Cerruti se la atribuyó a la guerra en Ucrania y a la sequía. Basta recordar que, a pesar del impacto mundial de esa guerra, la inmensa mayoría de países tienen niveles bajísimos de inflación que, por otra parte, han comenzado a descender. Lo mismo vale para la sequía.

Esta inflación que a lo largo de los últimos cuarenta años ha afectado a la economía tiene una consecuencia palpable y dolorosa: el aumento de la pobreza. La Argentina de hoy muestra niveles de pobreza y de miseria muy superiores a los que tenía hace 40 años. Y lo notable es que la dirigencia no se hace cargo de ello. Y el problema es que esto va socavando los parámetros de la vida en democracia. No es lo mismo gobernar un país en el que la pobreza es mínima, a hacerlo en otro en que los niveles de pobreza se acercan al 50% con un fuerte componente estructural.

Estamos asistiendo al fiasco más estrepitoso que ha experimentado el peronismo desde 1983 a la fecha. El humo de Sergio Massa se va adelgazando a medida que la improvisación va haciendo sentir sus consecuencias. Las medidas que va ensayando tienen cada vez menos efectos. El dólar soja 3, precios justos, recompra de deuda, dispensas del Fondo Monetario Internacional, ayuda del gobierno de los Estados Unidos, ayuda del mundo árabe, ayuda de China y un largo etcétera han terminado en un chasco. Vale decir que nos vendió el cuento del salvador utilizando las mismas recetas perimidas del pasado.

Nada da resultados. Y esto no debería sorprender a nadie. Un gobierno dividido y lleno de contradicciones internas no puede generar sino incertidumbre y desconfianza. Un gobierno con exponentes de la talla de Aníbal Fernández o el secretario de Comercio Interior Matías Tombolini, no tiene posibilidades ni capacidad de evitar el colapso. El primero, no tuvo mejor idea que apelar a la extorsión para dar su veredicto en materia de inseguridad.


Claudicación kirchnerista


“Si gana Juntos por el Cambio, las calles estarán regadas de sangre y muertos”. ¿Y cómo están ahora? El segundo, al igual que la portavoz, le echó la culpa de la inflación a la sequía y agregó a los formadores de precios. Otra vez sopa, con funcionarios de una intrascendencia e incapacidad alarmante.

Atención: esto debería también ser tenido muy en cuenta por los líderes de No Tan Juntos por el Cambio, atrapados hoy en una pelea anacrónica por candidaturas que, como consecuencia, los aleja de la agenda de la sociedad. En el hoy de la oposición escasea la certidumbre y abunda la duda, algo que, con todas las letras, expresó el mundo empresarial que se dio cita para escuchar a Mauricio Macri el jueves pasado, durante el almuerzo organizado por el Consejo Interamericano del Comercio y la Producción (CICyP).

Un hombre de negocios que prefirió mantener en reserva su nombre expresó su desconcierto: “Salvo muy pocas excepciones, no veo las herramientas necesarias para atacar los problemas que tienen al país contra las cuerdas. Hay discursos políticos y decisión de los líderes opositores, pero cuando te juntás con quienes suenan para desempeñar cargos en Economía, o el Banco Central, notás que no pueden disimular el temor, la preocupación y hasta te diría, el espanto. Yo los entiendo, pero eso no nos da ninguna seguridad”.

En caso de ser gobierno la oposición no tiene margen para repetir errores. El diagnóstico inicial debe ser certero, realista y crudo. Claro que para eso deben dejar atrás de una vez por todas las luchas de poder interno. Aunque se cansen de repetir que son contrapuntos normales dentro de una coalición, lo que ocurrió esta semana fue lisa y llanamente una brutal pelea por el poder.

Horacio Rodríguez Larreta comprendió que no puede esperar nada de Mauricio Macri y, de una vez por todas, decidió destetarse de su líder político para sostener su alianza con una parte del radicalismo. Aún queda mucho camino por recorrer y, si siguen viviendo de espaldas a la gente, nada bueno podremos esperar de los encargados de sacarnos de este estancamiento.



  

domingo, 15 de enero de 2023

El reino del revés I... @dealgunamaneraok...

El reino del revés I...

Darse corte. Dibujo: Pablo Temes. 

Arrastramos décadas de decadencia y no se ve en el horizonte una posibilidad de cambio.   

© Escrito por Nelson Castro el sábado 14/01/2023 y publicado publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Dispuesto a quemar las naves, Alberto Fernández se ha adentrado en un laberinto de consecuencias inciertas y malas no sólo para el país sino también para su gobierno. El intento de juicio político a los cuatro miembros de la Corte Suprema genera un conflicto de poderes que paralizará al Congreso durante todo el año.

Las consecuencias más duras las sufrirá el propio Poder Ejecutivo ya que algunas leyes imprescindibles para su gestión quedarán en la nada. Uno de los más afectados será el ministro de Economía quien apostaba a que algunos proyectos como el de blanqueo de capitales le aportara los dólares que le siguen faltando a las magras reservas del Banco Central.Todo –absolutamente todo– tiene ribetes disparatados. Desde la nómina de testigos propuestos por el oficialismo hasta la cantidad de proyectos –27– ingresados al período de sesiones extraordinarias que durarán poco más de un mes. Va de suyo que ninguno de ellos tiene el más mínimo viso de ser aprobado. Está claro, pues, que esto responde a una estrategia de campaña electoral.

La idea es atribuirle a la oposición la culpa por la parálisis del Congreso. 

Vale la pena recordar que el 2022 fue uno de los años para olvidar en materia de actividad legislativa con sólo 37 leyes sancionadas y uno de los números más bajos en la cantidad de sesiones de los últimos diez años.

El Presidente ha terminado de incorporar como herramienta de gestión la metodología del kirchnerismo duro, es decir, la idea de destruir todo sin importar sus consecuencias.

Una de las herramientas fundamentales del kirchnerismo es la mentira. 

Al respecto, AF se ha transformado en un verdadero heraldo del embuste. En estas horas pulula por las redes el reportaje que el 19 de julio de 2019 le hizo por Cadena 3 el inolvidable Mario Pereyra. Durante esa entrevista, Fernández negó enfáticamente que estuviera dispuesto a cambiar la Justicia. “Grábelo, guárdelo de recuerdo, porque después no me va a poder retrucar nada”, completó con tono de ofuscación el entonces candidato presidencial del Frente de Todos contra Todos.

Nada de esto tiene que ver con la realidad que sufren todos los argentinos. La inflación de diciembre que alcanzó el 5,1%  es una demostración más del fracaso de la actual administración. El año cerró con el 94,8% que, para el Gobierno es una victoria sólo por el hecho de no haber tocado el 100%. Se trata de arrebatarle a los medios de comunicación más críticos un título demoledor, como si haber quedado a las puertas de esa cifra no fuera ya una vergüenza suficiente. 

El primer papa emérito 

Escuchar a la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, afirmar que se cumplieron los objetivos inflacionarios de la gestión de Sergio Massa exhibe el desprecio por lo que le sucede en el día a día a los que menos tienen. La proyección del índice de inflación para el corriente año es el principal obstáculo que tiene el ministro para lanzar su candidatura presidencial. Massa es otro de los que ha hecho de la mentira un modus operandi. La bandera de largada del año electoral profundizará los disparates discursivos, la mentira y el todo vale. En tono de campaña: Alberto Fernández dijo que “Siente que cumplió su palabra” y que quien dejó “gente hambrienta se llama Macri”.

El Presidente no tolera la imagen que le devuelve el espejo. No tolera que cada vez más gente le reproche sus acciones y que el archivo no lo perdone. Él mismo ha destruido su carrera política, algo que definitivamente lo perturba. Sus asesores deberían revisar seriamente los actos y apariciones públicas que le ponen en su agenda de actividades oficiales. AF visitó el pasado lunes la ciudad costera de Miramar para anunciar la construcción de una cancha de hockey financiada por el Gobierno. Se trata de un anuncio que le quedaría grande al mismísimo intendente, pero allí estuvo el Presidente que se retiró del lugar insultado por vecinos y veraneantes. 

La incorporación del sindicato de Camioneros a los controles realizados en el marco del programa Precios Cuidados, es otro de los disparates de última hora. Un sindicato que hace del apriete y la extorsión una bandera. Oscar Borda, el jefe de Logística de Camioneros y hombre de confianza de los Moyano participa activamente de los nuevos controles. Su nombre salió a la luz cuando el 21 de septiembre pasado ingresó de manera violenta con cincuenta patoteros a golpear al dueño de la empresa Milo, en Avellaneda. Dejaron destrozos y trabajadores heridos. Las cámaras de seguridad registraron todo y una jueza ordenó su detención. Pero la causa no avanzó y Borda descansa tranquilo bajo el ala de los Moyano.

El secretario de Comercio, Matías Tombolini, defendió en Twitter la medida: “Junto a Pablo Moyano sumamos la colaboración de Camioneros para que los trabajadores de la rama logística del gremio aporten en la verificación del cumplimiento. Trabajamos para que las familias argentinas paguen lo que es justo en cada compra”. Otro de los que hace tiempo que ya no se pone colorado es el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio De Mendiguren quien objetó el modo de cobertura que los medios hicieron del caso: “Podríamos poner otras tapas más optimistas, de cómo está creciendo la economía. Hay cosas lindas para mostrar en la Argentina”. 

Detrás del escritorio casi todos pierden la brújula y someten al país al reino del revés. 

Nuestro país arrastra décadas de decadencia y no asoma en el horizonte una posibilidad certera de cambio. La oposición debería tomar nota de esto y dejar de pulular en la intrascendencia si de verdad quiere modificar el rumbo y devolverle a los argentinos algo de lo que han perdido después de tantos años de impericia, mentiras y sufrimiento.




domingo, 2 de octubre de 2022

Estado preanárquico… @dealgunamaneraok...

 Estado preanárquico…

¡It´s a shame! Joe Lewis. Dibujo: Pabloo Temes

Estamos cerca de vivir bajo la ley de la selva, que pone en riesgo la democracia.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 1º/10/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

En el Sur, un grupúsculo de delincuentes seudomapuches intrusan, destruyen, queman y se adueñan de propiedades privadas y estatales, sin que las autoridades nacionales y provinciales ni la Justicia hagan nada para impedirlo y / o remediarlo. Los habitantes de esa comarca se sienten abandonados a la buena de Dios. Cunde en ellos el miedo y el azoro ante tamaña indefensión. Las autoridades descreen lo que narran y relativizan las evidencias del atropello del que son víctimas. ¿Tendrían el mismo nivel de indiferencia si, en lugar de ocurrir en Villa Mascardi, esto fuera en El Calafate y alguna de las propiedades perteneciera a Cristina Fernández de Kirchner?

En CABA un grupo minoritario de alumnos de escuela media toman escuelas en protesta por lo que entienden es una mala calidad de las viandas y otros menesteres de los que, algunos de los líderes estudiantiles, no tienen la más mínima idea. “Con hambre no se puede estudiar”, rezan algunas de las consignas a las que aluden carteles que cuelgan a la entrada de los edificios. Curiosamente, al impedir el normal desarrollo de las clases, muchos alumnos que dependen de las viandas que se les da en las escuelas se están quedando sin ellas. Y no se observa en los estudiantes que participan de estas tomas signo alguno de desnutrición o malnutrición. Muy por el contrario, afortunadamente se los ve bien alimentados, bien vestidos y provistos de sus correspondientes celulares. 

Lo que sí se sabe es que, los centros de estudiantes de los colegios tomados son apoyados por La Cámpora quien fogonea la medida de fuerza. En el Carlos Pellegrini, dependiente de la Universidad de Buenos Aires, los líderes de la protesta se adueñaron de la llave del edificio y les impidieron el ingreso a sus autoridades, ante la pasividad de sus superiores. Paradojalmente, en las escuelas del Gran Buenos Aires, en las que la abundancia de carencias de muchos establecimientos es fenomenal, no se conoce que haya ninguna toma. En algunas de ellas no hay gas. En otras, faltan las ventanas. Las hay en las que la vianda es un pedazo de pan con manteca y una tasa de mate cocido caliente. “Están tratando de desgastar la imagen de la ministra Soledad Acuña y, de paso, darle un golpe por elevación a Horacio Rodríguez Larreta. Esto no tiene que ver con las viandas ni con la calidad educativa”–advierte un legislador de Vamos Juntos.

Por su lado, los piqueteros del Polo Obrero y sus vertientes ocuparon la 9 de Julio a la altura del Ministerio de Desarrollo Social durante 48 horas. Ante la falta de respuestas del Gobierno, decidieron acampar allí, para lo cual dispusieron una compleja logística que incluyó el despliegue de vistosas y costosas carpas –muchas de las cuales permanecieron vacías– baños químicos y provisiones. Muchos reconocieron que cobraban unos seis mil a siete mil pesos por su presencia. De la seguridad de los piqueteros se encargó la Policía de la Ciudad quien, con gran esmero, se ocupó de bloquear el paso de cualquier transeúnte que tuviera necesidad de desplazarse por las zonas afectadas por el acampe ilegal.

Lo mismo hizo el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, quien dispuso que ningún funcionario del Ministerio perturbara la tranquilidad de los militantes del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (Sutna) ni de su líder, Alejandro Crespo, que tomaron alguna dependencia ministerial en señal de protesta por la falta de acuerdo en la negociación paritaria con las empresas del sector.

El miércoles, hinchas de Talleres que se dirigían a Resistencia para ver el partido por los cuartos de final de la Copa argentina entre su equipo e Independiente, se enfrentaron con palos, armas blancas, machetes y armas de fuego a un grupo de piqueteros del movimiento Teresa Rodríguez que cortaban la ruta 11. Ante tamaña muestra de violencia, los piqueteros huyeron despavoridos. Lo curioso de este brutal episodio fue que los que bloqueaban la ruta clamaban en su huida por la presencia de la Policía. 

En medio de este panorama la vicepresidenta volvió a elegir Twitter para reavivar las confrontaciones internas. El Indec acababa de anunciar los datos de pobreza y la virtual conductora del Gobierno hizo lo que mejor sabe: despegarse de su responsabilidad política e institucional y actuar como la comentarista de una realidad que –está convencida– le es ajena. Desde el massismo fueron cuidadosos: “está bien, algo tenía que decir por el aumento de la indigencia y salió a pegarle a las empresas para mantener el discurso que le gusta a su propia tropa”. Se quedaron cortos, hubo en las palabras de la vice una primera luz amarilla para Sergio Massa y un llamado de atención muy fuerte para el secretario de Comercio Matías Tombolini, encargado de controlar que los precios no continúen fuera de control. Tombolini, quien probablemente sea recordado como “el funcionario de las figuritas”, reniega de los viejos controles que nunca dieron resultado. Pero su inacción en ese sentido ataca la génesis misma del relato kirchnerista que alude a empresarios millonarios y malvados versus el gobierno nacional y popular que intenta redistribuir algo de toda esa riqueza al estilo Robin Hood. El joven secretario de Comercio pecó de soberbio. No se puede ir contra el manual del buen populista y Tombolini representa todo lo contrario con una dosis de ambición política y personal, para muchos, desmedida. 

CFK no tolera ver que la realidad transcurre sin tenerla como protagonista. Ahora vuelve sobre la gestión con la intención de terminar lo que empezó: volar de un plumazo los resabios del albertismo en el gabinete. Los apuntados en esta oportunidad son el ministro de Trabajo Claudio Moroni, de gestión chata y papel triste en el conflicto con el Sutna de Alejandro Crespo y el de Desarrollo Social, Juanchi Zabaleta. El ex intendente de Hurlingham mantiene una disputa de larga data con La Cámpora en su propio territorio. Martín Rodríguez, número dos del PAMI y pareja de Luana Volnovich está haciendo campaña para quedarse con la intendencia y sumar poder para los de Máximo Kirchner. Zabaleta debe tomar una decisión. Una salida poco elegante del Ministerio que comanda no sería una buena carta de retorno a su tierra. “A Juanchi lo están empujando, la movilización piquetera de esta semana no tuvo nada de espontánea, encima, los manifestantes también se ocuparon de salpicar a Moroni. Dos pájaros de un tiro” –reflexionó un hombre cercano al titular de Trabajo. 

Este sucinto recuento de hechos son muestras de un estado preanárquico, en el que la ley nada vale. Es una circunstancia penosa y peligrosa porque, cuando el respeto a la ley deja de ser la norma, lo que se termina imponiendo es la ley del más fuerte. Y esa es la ley de la selva que termina poniendo en riesgo a la democracia que tanto costó conseguir y por la que mucha gente dio literalmente la vida.