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domingo, 7 de mayo de 2023

El destino cíclico del país… @dealgunamaneraok...

El destino cíclico del país…


¿Por dónde salir? Sergio Masa. Dibujo: Pablo Temes. 

Tanto la dirigencia como el ciudadano de a pie, no logran escapar al círculo que aparece en cada elección.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 06/05/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El plan de Massa es llegar”, dijo Antonio Aracre a lo largo de la semana en el transcurso del raid mediático, en el que se dedicó a confirmar con todo detalle, tanto las inconsistencias de la gestión del ministro de Economía, como la situación de crisis interna que atraviesa al Gobierno. Es notable como día tras día van quedando expuestas las mentiras del kirchnerismo, circunstancia que en nada inmuta ni a Alberto Fernández ni a Cristina Fernández de Kirchner y sus respectivos entornos cultores del “miente, miente, que algo quedará”.

La semana arrancó con las nuevas medidas que aumentaron las restricciones para acceder al dólar. Lo que logró este cepo recargado fue poco. Le siguió el vergonzoso viaje a Brasilia de una numerosa comitiva encabezada por el Presidente saliente para –según se anunció oficialmente a tambor batiente– firmar un acuerdo con Lula para facilitar las importaciones de insumos producidos por empresas brasileñas. Lo cierto fue que, como dijo el primer mandatario del Brasil, AF se volvió más aliviado, pero sin dinero. A falta de dinero se asistió, en cambio, a una reyerta de peluquería entre alguna de las integrantes de la comitiva presidencial, tal cual lo describió en su imperdible artículo Roberto García. Si no hay pan que por lo menos no falte el circo. Vergonzoso.


Al mismo tiempo que el Tango 04 volaba hacia Brasilia, se desarrollaba en el estadio de Defensores de Belgrano el acto de la CGT para conmemorar el “Día del Trabajador”. Lo más relevante fue la escasez de la concurrencia y el faltazo de sindicalistas aliados a CFK. Sinuoso –tal cual es su estilo– Massa mandó un mensaje que a nadie le importó. Como parte de la estrategia acomodaticia de la dirigencia gremial, lo que se les escucha decir es que el objetivo es evitar la hiperinflación (sic). Si en lugar de un gobierno peronista hubiera uno de la oposición, la CGT estaría decretando paros y movilizaciones a diestra y siniestra, empujándolo a su caída. Sin embargo, este gobierno kirchnerista, tuvo mucha más suerte.

 

Antes de que lo echen

 

Producto de la desesperación del kirchnerismo, el Indec anunció el miércoles que, en vez del viernes 12, el índice de inflación de abril se daría a conocer el lunes 15. La inverosímil y descarada excusa que se dio es que, como el domingo 14 son las elecciones a gobernador en varias provincias, la difusión de esa información podría influir en la decisión del electorado (sic). El bochorno generado por el anuncio y su carencia de fundamentos –increíblemente sostenidos por el titular del Instituto Nacional de Estadística y Censos, Marco Lavagna– hicieron que la medida se revirtiera a las pocas horas. Lavagna hijo, parece haber olvidado el tiempo en el que supo ser frontalmente crítico de las maniobras de manipulación, destinadas a alterar los datos de la inflación.

Nada muy sorprendente: lo mismo hicieron Alberto Fernández, Sergio Massa, el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, el secretario de Industria, José Ignacio De Mendiguren, el secretario de Comercio, Matías Tombolini, por nombrar algunos funcionarios de memoria débil. Por otra parte, el ocultamiento y la distorsión de las estadísticas, es un capítulo viejo que tuvo final trágico en los tiempos de Guillermo Moreno.

El plan “llegar” de Massa necesita los dólares como el oxígeno. Por eso se asiste al derrotero de un gobierno mendicante. Se le pide a quien: Brasil, China y el FMI. De ellos, el único que ofrece una cantidad significativa es el vilipendiado Fondo. Lo que para CFK es una herejía, para Massa es como el maná caído del cielo. Cuenta el Gobierno con la ayuda del gobierno de los Estados Unidos. En Washington se ha tomado la decisión de evitar que la Argentina caiga en default. Es una decisión que es producto del aprendizaje: el default argentino de 2002 le ocasionó daños severos a la mayoría de las empresas norteamericanas.

En materia electoral a “la jefa” tampoco le gustan las opciones que tiene sobre la mesa. A Daniel Scioli lo atormentó durante años, maltrató y destrató. Por eso insiste con Sergio Massa. No es una inclinación que le simpatice, pero, a sabiendas de una posible derrota, no quiere que el Superministro de Economía salga ileso. CFK es vengativa y no da puntada sin hilo.

 

Jugar con la paciencia

 

No tan Juntos por el Cambio merece un párrafo aparte. María Eugenia Vidal, desangelada y sola, publicó un tuit ambiguo dando a entender que no sería precandidata presidencial para las PASO. “Esperaba un apoyo interno que nunca llegó, y todo hace pensar que tampoco tendrá su operativo clamor si decidiera ir por el Gobierno de la Ciudad. Nadie se baja si los números lo acompañan. No sería el caso”, –argumentó una fuente que recorre el moderno edificio de Uspallata.

El verbo “ceder” no aparece en el manual de las negociaciones aplicado por estos días. Lo peor es que los trapitos amarillos, se han vuelto a lavar al sol y la gente ha comenzado a tomar nota de ello. El hastío generalizado que manifiesta el votante con la clase política es palpable en todos lados. El único que sale beneficiado de esta situación es Javier Milei quien no deja de subir en las encuestas. Es justo decir que a medida que se acerca el calendario electoral el votante se vuelve más conservador, pero en este proceso hay ingredientes que se combinan para desembocar en un voto castigo.

Miley está tan seguro de sí mismo que no tiene ningún apuro en definir los nombres que lo acompañarán en la provincia de Buenos Aires, por citar un ejemplo. Ya hay varios intendentes y concejales que buscan un lugar bajo su melena. Para el Libertario, la lista sábana no es un problema y el tiempo y sus adversarios le juegan a favor. Por eso CFK lo eligió para subirlo al ring. Si el gobierno del iracundo economista terminara en un fracaso, el kirchnerismo volvería a la vida inmediatamente.

Argentina y un destino cíclico que tanto la dirigencia como el ciudadano de a pie, no logran esquivar.




   

domingo, 15 de enero de 2023

El reino del revés I... @dealgunamaneraok...

El reino del revés I...

Darse corte. Dibujo: Pablo Temes. 

Arrastramos décadas de decadencia y no se ve en el horizonte una posibilidad de cambio.   

© Escrito por Nelson Castro el sábado 14/01/2023 y publicado publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Dispuesto a quemar las naves, Alberto Fernández se ha adentrado en un laberinto de consecuencias inciertas y malas no sólo para el país sino también para su gobierno. El intento de juicio político a los cuatro miembros de la Corte Suprema genera un conflicto de poderes que paralizará al Congreso durante todo el año.

Las consecuencias más duras las sufrirá el propio Poder Ejecutivo ya que algunas leyes imprescindibles para su gestión quedarán en la nada. Uno de los más afectados será el ministro de Economía quien apostaba a que algunos proyectos como el de blanqueo de capitales le aportara los dólares que le siguen faltando a las magras reservas del Banco Central.Todo –absolutamente todo– tiene ribetes disparatados. Desde la nómina de testigos propuestos por el oficialismo hasta la cantidad de proyectos –27– ingresados al período de sesiones extraordinarias que durarán poco más de un mes. Va de suyo que ninguno de ellos tiene el más mínimo viso de ser aprobado. Está claro, pues, que esto responde a una estrategia de campaña electoral.

La idea es atribuirle a la oposición la culpa por la parálisis del Congreso. 

Vale la pena recordar que el 2022 fue uno de los años para olvidar en materia de actividad legislativa con sólo 37 leyes sancionadas y uno de los números más bajos en la cantidad de sesiones de los últimos diez años.

El Presidente ha terminado de incorporar como herramienta de gestión la metodología del kirchnerismo duro, es decir, la idea de destruir todo sin importar sus consecuencias.

Una de las herramientas fundamentales del kirchnerismo es la mentira. 

Al respecto, AF se ha transformado en un verdadero heraldo del embuste. En estas horas pulula por las redes el reportaje que el 19 de julio de 2019 le hizo por Cadena 3 el inolvidable Mario Pereyra. Durante esa entrevista, Fernández negó enfáticamente que estuviera dispuesto a cambiar la Justicia. “Grábelo, guárdelo de recuerdo, porque después no me va a poder retrucar nada”, completó con tono de ofuscación el entonces candidato presidencial del Frente de Todos contra Todos.

Nada de esto tiene que ver con la realidad que sufren todos los argentinos. La inflación de diciembre que alcanzó el 5,1%  es una demostración más del fracaso de la actual administración. El año cerró con el 94,8% que, para el Gobierno es una victoria sólo por el hecho de no haber tocado el 100%. Se trata de arrebatarle a los medios de comunicación más críticos un título demoledor, como si haber quedado a las puertas de esa cifra no fuera ya una vergüenza suficiente. 

El primer papa emérito 

Escuchar a la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, afirmar que se cumplieron los objetivos inflacionarios de la gestión de Sergio Massa exhibe el desprecio por lo que le sucede en el día a día a los que menos tienen. La proyección del índice de inflación para el corriente año es el principal obstáculo que tiene el ministro para lanzar su candidatura presidencial. Massa es otro de los que ha hecho de la mentira un modus operandi. La bandera de largada del año electoral profundizará los disparates discursivos, la mentira y el todo vale. En tono de campaña: Alberto Fernández dijo que “Siente que cumplió su palabra” y que quien dejó “gente hambrienta se llama Macri”.

El Presidente no tolera la imagen que le devuelve el espejo. No tolera que cada vez más gente le reproche sus acciones y que el archivo no lo perdone. Él mismo ha destruido su carrera política, algo que definitivamente lo perturba. Sus asesores deberían revisar seriamente los actos y apariciones públicas que le ponen en su agenda de actividades oficiales. AF visitó el pasado lunes la ciudad costera de Miramar para anunciar la construcción de una cancha de hockey financiada por el Gobierno. Se trata de un anuncio que le quedaría grande al mismísimo intendente, pero allí estuvo el Presidente que se retiró del lugar insultado por vecinos y veraneantes. 

La incorporación del sindicato de Camioneros a los controles realizados en el marco del programa Precios Cuidados, es otro de los disparates de última hora. Un sindicato que hace del apriete y la extorsión una bandera. Oscar Borda, el jefe de Logística de Camioneros y hombre de confianza de los Moyano participa activamente de los nuevos controles. Su nombre salió a la luz cuando el 21 de septiembre pasado ingresó de manera violenta con cincuenta patoteros a golpear al dueño de la empresa Milo, en Avellaneda. Dejaron destrozos y trabajadores heridos. Las cámaras de seguridad registraron todo y una jueza ordenó su detención. Pero la causa no avanzó y Borda descansa tranquilo bajo el ala de los Moyano.

El secretario de Comercio, Matías Tombolini, defendió en Twitter la medida: “Junto a Pablo Moyano sumamos la colaboración de Camioneros para que los trabajadores de la rama logística del gremio aporten en la verificación del cumplimiento. Trabajamos para que las familias argentinas paguen lo que es justo en cada compra”. Otro de los que hace tiempo que ya no se pone colorado es el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio De Mendiguren quien objetó el modo de cobertura que los medios hicieron del caso: “Podríamos poner otras tapas más optimistas, de cómo está creciendo la economía. Hay cosas lindas para mostrar en la Argentina”. 

Detrás del escritorio casi todos pierden la brújula y someten al país al reino del revés. 

Nuestro país arrastra décadas de decadencia y no asoma en el horizonte una posibilidad certera de cambio. La oposición debería tomar nota de esto y dejar de pulular en la intrascendencia si de verdad quiere modificar el rumbo y devolverle a los argentinos algo de lo que han perdido después de tantos años de impericia, mentiras y sufrimiento.