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domingo, 14 de enero de 2018

Enero Caliente. Tiembla el Piso... @dealgunamanera...

Tiembla el Piso

Al Rojo Vivo. Hugo Moyano. Dibujo: Pablo Temes

La mira judicial sobre sindicalistas sacude todo. ¿El espanto une a Moyano y CFK?

© Escrito por Nelson Castro el domingo 14/01/2017 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

No es novedad: contra lo que muchos creen, enero es un mes intenso en la vida política de la Argentina. Parecería ser el fruto de una verdadera dinámica inercial que nunca se detiene. Y hay veces en que lo intenso deriva en algo trágico: esta semana se cumplirán tres años de la muerte del fiscal Alberto Nisman, un magnicidio institucional.

El impacto del aumento de las tarifas de los servicios públicos pegó fuerte en el índice de inflación de diciembre. Se entiende por qué Mauricio Macri quiere terminar con este proceso de ajuste, a más tardar, en junio de este año. Es tan cierto que el 24,8% de inflación anual de 2017 quedó muy por debajo del 41% del año 2016, como también lo es que superó con holgura el 17% vociferado a los cuatro vientos durante muchos meses por varios funcionarios, entre ellos el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger.

Habrá que ver qué pasa a fin de este año con el presupuestado 15% del que hablaron tanto el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, como su par de Finanzas, Luis Caputo, en la conferencia del jueves 28 de diciembre pasado. Al Gobierno le ha quedado claro que hasta que este proceso de reacomodamiento de tarifas y de reducción del déficit fiscal no termine, la posibilidad de disminuir la inflación a un dígito será un imposible.

Planes. 

El consiguiente impacto negativo sobre la imagen presidencial generó en ese ámbito dos reflexiones: la primera –dicha por el mismo Macri–, que el capital político que le dio el resultado electoral de octubre último hay que usarlo ahora para ir adelante con estas medidas claramente antipopulares; la otra, la constatación de que esto había que comenzarlo ya y terminarlo antes de junio, a los efectos de no tener más sobresaltos de cara a 2019, año de la elección presidencial en el que Macri buscará su segundo mandato.

Mientras tanto, una encuesta aparecida el jueves de la consultora Synopsis, que predijo con notable exactitud el resultado de la elección en la provincia de Buenos Aires –en un sondeo de mitad de septiembre anticipó que Esteban Bullrich le ganaría a CFK por 39,1 a 34,3– muestra que la imagen negativa del Gobierno es del 41,4% contra el 38% de imagen positiva. Más claro, agua.

Hablando de imágenes y percepciones: la llamativa y veloz ganancia obtenida por las empresas de la familia del Presidente en la venta del parque eólico que inauguró en Chubut pusieron otra vez en el centro de la escena las cuestiones grises que hacen a la relación del jefe de Estado con los negocios de su parentela. Ya hay denuncias.

Por esto y por otros casos notorios concernientes a las investigaciones por corrupción que involucran a varios altos ex funcionarios en los doce años del kirchnerato, el receso tampoco se ha sentido en el ámbito judicial. Lo novedoso de este enero es el avance de causas que complican a varios dirigentes sindicales. Ahí parece haber terminado una larga siesta de algunos magistrados.

¿Casualidad? 

Por lo que se ve y se escucha, la preocupación –que es grande– ha llegado a esas orillas. Las declaraciones siempre altisonantes de Luis Barrionuevo –“a los sindicatos los atacaron los militares, Alfonsín y De la Rúa, y terminaron mal”. (Se olvidó de Cristina Fernández de Kirchner, quien a los líderes de los sindicatos que no le gustaban los maltrató a más no poder). Lo que no dijo Barrionuevo fue que Saúl Ubaldini terminó pidiéndole disculpas a Alfonsín por los 13 paros generales que le hizo.

Más allá del impactante caso Balcedo –de poco peso político–, viene despuntando en el horizonte otro de envergadura: el de Hugo Moyano. En el medio de ellos están las idas y vueltas de la relación entre el Presidente y el líder de los camioneros y presidente de Independiente, que son parte de una trama que comenzó a tejerse cuando Macri asumió como jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y que derivó en una relación que, a modo de auténtica sorpresa, estuvo lejos de los ámbitos de borrasca que muchos auguraban. De hecho, en uno de los últimos actos de la campaña electoral de 2015 –la inauguración de la poco reconocible estatua del general Perón–, ambos compartieron el escenario. En la semana, incluso, el Presidente le tendió a Moyano la hoja de olivo cuando autorizó la presencia del vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, y del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, en el acto de inauguración del sanatorio de los camioneros –ex Antártida–. A pesar de eso, el piso tiembla: se suman allí acusaciones de lavado de dinero en el manejo de las cuentas de Independiente, más el caso OCA, más otras denuncias que piensa reflotar la diputada por Cambiemos Graciela Ocaña.

El kirchnerismo, que anda a la búsqueda de aliados con desesperación, ha visto en esto la posibilidad de intentar un acercamiento con Moyano en particular y la CGT en general.

La libertad del ex vicepresidente Amado Boudou y su ex socio, José María Núñez Carmona, representa una diferencia de criterio importante entre la Sala I y la Sala II de la Cámara Federal Porteña en lo penal. Lo que es fundamental es lo que pase con las causas que incriminan a Boudou, porque lo importante es que haya un juicio y un veredicto en tiempo y forma.

Hay que recordar que en el caso del auto con documentación adulterada fue sobreseído porque la causa había prescripto. Este es el desafío para la Justicia: avanzar con las causas, llevar adelante los juicios y dictar sentencias en tiempo y forma. El caso del ex presidente Carlos Menem muestra lo inútiles que son las condenas cuando se producen veinte años después de los hechos: el impacto en la opinión pública es prácticamente nulo y eso permite que ninguna de ellas se cumpla. Ya se ha dicho: la justicia lenta no es justicia.

Producción periodística: Santiago Serra.






sábado, 25 de noviembre de 2017

Poder quebrado… @dealgunamanera...

Poder quebrado…

‘PROPALEITOR’ VANDENBROELE. Dibujo: PABLO TEMES

Se revela cómo el respaldo político fue clave en delitos. Pacto con límites.

Si no fuera porque se trata de la más cruda realidad, la dinámica de las causas judiciales que comprometen a lo más granado del kirchnerismo parece alcanzar ribetes cinematográficos. La decisión de Alejandro Vandenbroele de acogerse a los beneficios del régimen del arrepentido sorprendió a muchos en una causa sensible para el ex vicepresidente Amado Boudou. Y su decisión de adelantar su declaración del viernes al miércoles confirmó su clara determinación de ingresar en el programa de protección lo antes posible. Durante las más de nueve horas que pasó en la fiscalía de Jorge Di Lello para empezar a revelar lo que sabe, confirmó su participación en hechos que había negado durante cinco años. 

Como era de esperarse, pues, abordó en detalle las tres causas en las que está imputado: la asociación ilícita por la que terminaron presos Boudou y su socio y amigo José María Núñez Carmona, el negocio entre la empresa The Old Fund y la provincia de Formosa –supuestamente dirigido a un asesoramiento para refinanciar su deuda– y el resonante caso de la compra de la imprenta de billetes Ciccone Calcográfica.

Cuando a las 14.40 del viernes Vandenbroele logró la homologación del acuerdo ante el juez federal Ariel Lijo, se sintió aliviado. Inmediatamente, Lijo impuso el secreto de sumario. Fuentes con acceso a la causa confirmaron que el ahora arrepentido aportó documentos y detalles de cada operatoria, y que la información que suministró en las tres causas es verosímil.

Lo que sigue ahora es el proceso de corroboración de la veracidad de lo declarado por el supuesto testaferro de Boudou. Por otra parte, se hizo hincapié en que de la cantidad de datos aportados se deberá determinar si hay elementos nuevos, ya que mucho de lo dicho por Vandenbroele ya constaba en la causa.

De por sí es importante que Vandenbroele haya confirmado lo que la investigación judicial ya había comprobado. ¿Qué llevó a este personaje a cambiar de opinión? Fuentes cercanas a la fiscalía aseguran que, más allá de otras razones, “la sensación de impunidad y la idea de que la hora no va a llegar se mantiene hasta que se producen las primeras detenciones. 

Ahí le cambia la cabeza al imputado, que hasta hace poco no creía posible que se quebrase el círculo de protección política. Boudou esposado y en pijama, Julio De Vido detenido y CFK mirando para otro lado son elementos de una realidad pesada para cualquiera que tenga que rendir cuentas a la Justicia”.

Entre las novedades de impacto político provenientes del ámbito judicial también hay que anotar la destitución de Eduardo Freiler, integrante de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal. Freiler –un hombre que amasó una fortuna que de ninguna manera pudo justificar– fue un ícono de la corrupción en los ámbitos tribunalicios. 

Una condición que aniquiló cualquier posibilidad de independencia del magistrado que ató su suerte al kirchnerismo, al que defendió contra toda lógica y evidencia. Entre sus fallos objetables están el cierre del caso Skanska –hoy reabierto–, en el que se investigaba el pago de sobreprecios millonarios en la ampliación de los gasoductos Norte y Sur; el cierre de la investigación sobre la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman por traición a la patria contra Cristina Fernández de Kirchner y Héctor Timerman debido a la firma del acuerdo con Irán vinculado al atentado contra la AMIA; y el voto a favor del apartamiento del juez federal Claudio Bonadio de la causa Hotesur contra CFK y su familia. 

Fue esta necesidad de protección la que llevó al kirchnerismo duro a sostener en el cargo a un juez cuyas conductas eran indefendibles. Lo de Freiler conlleva un mensaje para otros jueces de Comodoro Py: la protección de corruptos no se tolera más. Y esto es consecuencia de un estado de situación de la sociedad que trasciende a la dirigencia política. 

¿Fue histórico el acuerdo con los gobernadores? Si se considera al acuerdo una muestra de la capacidad de diálogo de la dirigencia política en funciones de gobierno, tanto de oficialistas como de opositores, probablemente la respuesta debe ser sí. La mirada hacia el futuro es tal que, entre otros beneficiados, podrían estar los propios gobernadores y líderes peronistas con chances de llegar al poder y que pretendan un federalismo algo más ordenado y, por ende, real y eficaz. Sin embargo, desde el punto de vista técnico y de resultados concretos a corto plazo, hay varios puntos objetables.

Un reconocido economista que estuvo al tanto de las negociaciones lo definió como “un acuerdo relativo y apresurado”, al tiempo que reconoció que fue “un avance, ya que los gobernadores cedieron o prometieron no incrementar sus gastos más allá de los ingresos”. En verdad, ése fue el verdadero compromiso entre Nación y provincias. El resto tuvo mucho de sacar de un lado para poner en otro. Por ejemplo, lo que las provincias cedieron de Ingresos Brutos lo recuperarán por recomposición de cajas previsionales y varios etcéteras, donde la Nación sigue poniendo plata. Hubo cierto apuro por la foto. Ese era un deseo y un mandato del Presidente.

Puertas adentro del Gobierno, los cambios produjeron turbulencias. El sector bancario terminó enfurecido con el impuesto a la renta financiera. Creen que este impuesto afectará las colocaciones a plazo fijo y que el mínimo no imponible quedó muy cerca de los pequeños y medianos ahorristas. Hoy cualquier cero kilómetro de entrada de gama cuesta $ 300 mil. Técnicamente, los detractores de la medida sostienen que el impuesto no ayuda a un país donde la bancarización alcanza apenas al 15% del PBI.

Por su parte, el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, volvió a ser blanco de las críticas por sostener una tasa de 29,5% a 180 días con tal de balancear la lucha contra la inflación. Los propios gobernadores advirtieron “no nos pidan reactivación inmediata si esto va a seguir así”.

El ministro de Producción, Francisco Cabrera, y el secretario de Comercio, Miguel Braun, fueron los primeros en volver a la carga contra el titular del Central. Es una disputa sorda que el Presidente deja seguir. Creer que solamente con las decisiones de política monetaria que adopte Sturzenegger se va a corregir la inflación es un error. Es lo que enseñan los libros de economía y la historia.

Producción periodística: Santiago Serra.


lunes, 6 de noviembre de 2017

Internismo judicial… @dealgunamanera...

Internismo judicial…

Boudou Blues. Dibujo: Pablo Temes

Las cinco claves que habrían impulsado la detención de Boudou. Cruce de argumentos.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 05/11/2017 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La asociación desarrolló sus designios criminales, por lo menos desde principios de agosto de 2009, momento en que Amado Boudou asumió como ministro de Economía y Finanzas de la Nación,  hasta el mes de diciembre de 2015, cuando finalizó su mandato como vicepresidente de la Nación”, reza la resolución del juez federal Ariel Lijo, quien ordenó la detención y posterior indagatoria de Amado Boudou sorprendiendo así a casi todos, incluyendo al imputado. Sin embargo, para el magistrado las razones de su resolución son claras e indubitables: lo acusó de ser el jefe de una asociación ilícita para enriquecerse, y de lavado de dinero.

José María Núñez Carmona, Juan Carlos López y Alejandro Vandenbroele –supuestos testaferros del ex vicepresidente– también fueron acusados como miembros de dicha asociación. Núñez Carmona comparte ya la prisión con el ex vicepresidente mientras que los otros dos deberán presentarse la próxima semana a declarar ante el juez. A su vez, Agustina Kämpfer –ex novia de Boudou– fue imputada por lavado de dinero.

Fuentes de la fiscalía a cargo de Jorge Di Lello no ocultaron su sorpresa y su malestar por el accionar de Lijo: “La investigación no ha cambiado. No hay nuevos elementos. Me gustaría saber por qué se lo detiene ahora y no antes o después. No sabemos qué criterio usó el juez. Esto es un mamarracho”, dijeron visiblemente molestos.

Fundamentos. 

Según Lijo establece en su escrito, “la razón de ser de las medidas de coerción” está basada en “relaciones residuales con actores que podrían configurar una vía de colaboración para eludir la actividad jurisdiccional”, aludiendo así a la posible capacidad de fuga del imputado. A ello le agrega que, por la propia naturaleza de la maniobra investigada, Boudou conserva  el “poder económico para la elusión o la obstaculización del proceso”.

Cabe destacar que el juez contempla lo que se ha venido denunciando y evidenciando en los medios de comunicación al describir la escandalosa obscenidad del comportamiento del ex vicepresidente. Lijo marca el accionar de manera abierta y aún no cuantificada de manera definitiva señalando que “por medio de la modalidad descripta, se habrían llevado a cabo un número indeterminado de acciones ilícitas que van desde la compra de automotores hasta la adquisición de la Imprenta Ciccone” (...).

En la dinámica de los hechos que derivaron en la prisión tanto de Boudou antes de ayer como de Julio De Vido la semana posterior a las elecciones, está el fallo de principios de septiembre de la Sala II de la Cámara Federal en lo Penal por el que se ordenó que se revisara el pedido de indagatoria y detención sobre Julio De Vido que el juez federal Carlos Stornelli le había denegado al fiscal Carlos Stornelli en la causa por los desvíos millonarios de fondos que debían llegar al yacimiento de Río Turbio.

En sus argumentos, el camarista Martín Irurzun consideró que el pedido de Stornelli se sustentaba  “en la necesidad de sujeción de los imputados al proceso y garantizar el esclarecimiento de los graves episodios en trámite y evitar que se conforme una trama de complicidades que fomente el ocultamiento de evidencias y el consenso de estrategias”. Léase, posible fuga u obstrucción a la Justicia por posición de poder. En la fiscalía de Di Lello no convencen estos argumentos, pero cierto es que la relación entre el juez y el fiscal no es de las mejores. Incluso han dejado trascender que “no estaban al tanto de la inminente detención y que el juez no les atendió el teléfono en las horas posteriores”.

Fuentes de primera línea que conocen el accionar del juez ratifican lo actuado:

1- Hay nuevos resultados periciales que aconsejan celeridad en las actuaciones.

2- Como resultado de la investigación se ha determinado la existencia de nuevas cuentas no declaradas que aún no han sido inhibidas; por ejemplo en España. “Sabemos que miembros de la asociación están moviendo y disponiendo libremente de ese dinero”.

3- El antecedente de la Cámara (antes citado).

4- Las dos nuevas imputaciones: jefe de asociación ilícita y lavado de dinero.

5- Hay quienes especulan  que la investigación de Di Lello no fue tan contundente, y otros que piden graciosamente “un manto de piedad sobre él”.

Esta es la demostración de las internas que atraviesan a un Poder Judicial que está en deuda con la ciudadanía. No hay duda de que tanto Boudou como De Vido serán condenados. No hay duda de que pasarán un buen tiempo en la cárcel. Esas certezas existen desde hace largo tiempo. Son certezas que surgieron de las evidencias que arrojaron decenas de investigaciones periodísticas y de legisladores como Elisa Carrió, que aportaron material y documentación que, salvo alguna excepción, muchos jueces cajonearon o investigaron con supina molicie. El peritaje sobre el caso de enriquecimiento ilícito que tiene a Boudou tras las rejas en el penal de Ezeiza demoró dos años.

¿Cómo es posible tamaña demora en una causa tan sensible?

La prisión preventiva está contemplada en el Código Procesal Penal en sus artículos 312, 313, 314 y 315. Pero su aplicación exige prudencia e, implícitamente, un accionar judicial diligente que complete las investigaciones para llevar al imputado a juicio. Si posamos la mirada sobre los casos de Lázaro Báez y de José López (que llevan ya un largo tiempo detenidos y sobre los que no hay indicios sobre las fechas de juicio) vemos que esa diligencia no se ha observado: la investigación no está completada y, que se sepa, hasta el momento no hay fecha cierta de juicio.

Momento clave. 

El procedimiento del viernes demanda una explicación del juez Lijo. La pronta difusión del video sobre la detención de Boudou en su domicilio, dormido y descalzo, es violatoria de los derechos y garantías que toda persona tiene.

Este despertar poseleccionario de la Justicia no ayuda a forjar la idea de un poder independiente. Esta Justicia que actúa según sean los tiempos y los vientos de la política no le sirve a la sociedad porque cuando emite sus veredictos ya es tarde para todo. A los fallecidos en la tragedia de Plaza Once nadie les devolverá la vida.

Producción periodística: Santiago Serra.



viernes, 3 de noviembre de 2017

Amado Boudou, detenido por presunta asociación ilícita… @dealgunamanera...

El ex vicepresidente argentino Amado Boudou, detenido por presunta asociación ilícita…

Imagen difundida por la policía que muestra la detención del ex vicepresidente Amado Boudou. HO/NAVAL POLICE/ AFP-PHOTO

El fiscal de la causa ha hallado pruebas de que Boudou se enriqueció de forma injustificada durante el ejercicio de la función pública.

© Escrito por César G. Galero (*) el viernes 03/10/2017 y publicado en el Diario El Mundo de la Ciudad de Madrid, España. (*) Corresponsal en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Las cárceles argentinas se están llenando de ex dirigentes kirchneristas. La semana pasada caía preso Julio de Vido, el "hombre fuerte" del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, y hoy le ha tocado el turno a su último vicepresidente, Amado Boudou (2011-2015). El juez pidió la detención de Boudou por un presunto delito de enriquecimiento ilícito y blanqueo de capitales cuando era ministro de Economía.


Junto a Boudou, el magistrado Ariel Lijo ordenó también la detención de José María Núñez Carmona, uno de los socios del ex vicepresidente kirchnerista. A Boudou, de 54 años, se le acusa de un delito de "asociación ilícita en el marco de enriquecimiento". El ex vicepresidente y su ex socio están siendo procesados también en un juicio por la presunta compra irregular de la imprenta Ciccone, donde se fabricaba papel moneda.

La policía detuvo al ex vicepresidente argentino en su piso de Puerto Madero, uno de los barrios más exclusivos de Buenos Aires. La justicia le había pedido a Boudou, entre otros requerimientos, que justificara el origen de 80.000 dólares con los que el ex funcionario le compró un apartamento a su ex novia, la periodista Agustina Kampfer.

El fiscal de la causa, Jorge di Lello, halló pruebas para deducir que Boudou se enriqueció de forma injustificada durante el ejercicio de la función pública. "Se advierten indicios de una ingeniería orientada a oscurecer el origen de los fondos con los que se realizaban consumos, y se adquirían bienes y acciones", señaló el fiscal en su requerimiento ante el juez. En cuanto a su socio, Núñez Carmona, la justicia le considera testaferro del ex vicepresidente y entiende que tampoco tiene forma de justificar su patrimonio.


Aficionado al rock y amante de los coches de lujo, Amado Boudou supo ganarse a Cristina Kirchner cuando estaba al frente de la ANSES, la Seguridad Social argentina. En 2008 fue el artífice de la estatización del sistema privado de jubilaciones, una medida que entusiasmó a Kirchner. Un año después le nombraría ministro de Economía. La dirigente peronista sorprendió a propios y extraños cuando eligió a Boudou como compañero de fórmula presidencial para las elecciones de 2011. 

Kirchner arrasó en esos comicios, con un 54% de los votos, y Boudou, como vicepresidente, fue visto a partir de entonces como el "heredero" político de Kirchner. Pero su estrella comenzó a declinar cuando un año después estalló el escándalo sobre la supuesta compra irregular de la imprenta Ciccone.

Con las detenciones de Boudou y De Vido se estrecha el cerco contra Cristina Kirchner, involucrada también en varias causas de corrupción. Tras el reciente triunfo del presidente Mauricio Macri en las elecciones legislativas, la justicia está acelerando las investigaciones en los casos que afectan a ex dirigentes kirchneristas. La ex mandataria logró en esos comicios un escaño de senadora que le protege ante una eventual orden de prisión. Pero su futuro político estará marcado por las decisiones judiciales que se tomen en los próximos meses.


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domingo, 15 de junio de 2014

Amado, horas decisivas... De Alguna Manera...


Horas decisivas...

Busco mi destino. Amado Boudou. Dibujo: Temes

De cómo se resuelvan la suerte del vicepresidente y la deuda depende gran parte del futuro político.

Fue una muy mala semana para Amado Boudou. La declaración indagatoria que prestó ante el juez federal Arel Lijo precipitó los hechos que han dejado expuestas algunas de sus mentiras. La muy buena entrevista que le realizaron Ernesto Tenembaum y Marcelo Zolotogwiazda en su programa de TN Palabras+, palabras-, no hizo más que dejarlas al descubierto, lo cual empeoró aun más la delicada situación del vicepresidente.

Los que saben lo que pasó en el tercer piso del edificio de los tribunales de Comodoro Py 2002 –donde tiene su despacho el juez federal Ariel Lijo– coinciden en señalar que la exposición de Boudou fue pobre. Lo primero que llamó la atención fue el bajo nivel de conocimiento que su abogado tenía tanto del expediente como de la requisitoria del juez. Por eso, cliente y abogado quedaron sorprendidos, lo que los obligó a pedir un cuarto intermedio no bien se terminó la lectura de los cargos que pesan sobre la parte defendida. Una vez comenzada su exposición, el vicepresidente hizo agua en varios de sus pasajes. “Menos mal que no se televisó; se salvó de hacer un verdadero papelón”, coinciden las “gargantas profundas” de tribunales, que saben al dedillo lo que pasó en el despacho del juez el lunes pasado.

No se vio nada de la pose de guapo que Boudou había exhibido en su raid mediático en los días previos. No queda claro tampoco si llegó a comprender cabalmente que en una causa judicial lo único que vale es lo que está escrito en el expediente. Es posible, en cambio, que allí se haya dado cuenta de los malos abogados que eligió para llevar adelante una causa que exige una calidad profesional superior a la de quienes lo atienden. Vale recordar que son letrados del estudio de Darío Richarte –ampliamente conocido por sus vinculaciones con la Secretaría de Inteligencia–, que creen que todo este escándalo se arregla con aprietes. 

De todas maneras, no se dan por vencidos en su afán de querer sacar al magistrado de la causa a base de carpetazos. El juez Lijo tuvo una fina atención con el vicepresidente cuando, en el llamado a indagatoria, le hizo saber detalladamente la trama de los hechos por los cuales se lo está investigando. De todos modos, al hacerlo, expuso sólo una parte de las evidencias en su contra, que se han venido recolectando laboriosamente a lo largo de estos dos años que lleva la causa. Para mayor infortunio de Boudou, en la semana que pasó apareció un elemento novedoso: la declaración del ex asesor de gabinete de Ricardo Echegaray, Rafael Resnick Brenner. La descripción de la reunión que dijo haber mantenido en el Ministerio de Economía con Guido Forcieri, jefe de Gabinete del entonces ministro Boudou, y con José María Núñez Carmona –su amigo y socio, que ahora parece no serlo tanto– para hablar del asunto Ciccone, fue un golpe brutal para el vicepresidente. Se abrió allí un nuevo frente de batalla. Hasta aquí, su pelea era contra los periodistas y contra el juez. 

Ahora es también contra Ricardo Echegaray. Imposible pensar que Resnick Brener, actual director de la regional Salta de la AFIP, haya revelado semejante información sin el conocimiento de su superior. Esto hace crujir al Gobierno y causa preocupación dentro de sus filas. En sus manifestaciones públicas, Boudou pretende aparecer como un mártir, categoría de la que lo separa una galaxia. El problema adicional que tiene es que no termina de darse cuenta de que se ha abierto una compuerta a través de la cual el cúmulo de evidencias que va apareciendo en su contra deja sus mentiras expuestas a la vista de todo el mundo. 

Sobre Guillermo Reinwick, yerno de Nicolás Ciccone, pasó de decir que no lo conocía a confesar que estuvo con él en una cena de tres horas en compañía de Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical, y Núñez Carmona en el suntuoso Palacio Duhau (sic). Hasta el miércoles pasado, Boudou y Núñez Carmona compartían el mismo abogado. Esto ha dejado de ser así a causa de los intereses contrapuestos que han aparecido entre uno y otro. ¿Es creíble que Núñez Carmona, que en todos los testimonios de los protagonistas clave de esta bochornosa historia aparece mencionado como amigo del vicepresidente, lo haya hecho sin que éste lo supiera?

La Argentina enfrenta mañana una instancia decisiva en su larga disputa contra los fondos buitre. La decisión de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos es crucial. Un fallo adverso al país lo dejará en una situación de default técnico, hecho que complicará su presente y su futuro económico. Por ello, fue muy importante la tarea de la comisión multipartidaria de diputados que pasó la semana en Washington hablando con congresistas de los dos partidos estadounidenses, Demócrata y Republicano. En esas conversaciones, los legisladores argentinos se encontraron con dos datos que marcan los errores de la política exterior del kirchnerismo: el primero, el aislamiento del Gobierno; el segundo, el acuerdo por la AMIA firmado con el régimen de Irán. 

Será tarea del presidente que asuma el 10 de diciembre de 2015 reconstruir la Cancillería. Lo que está sucediendo allí es catastrófico. El copamiento que de la repartición ha hecho La Cámpora ha dejado a la deriva aspectos elementales de una conducción profesional de las relaciones exteriores. Por fortuna, el caso argentino interesa a la administración del presidente Barack Obama, no por un excesivo afecto hacia el actual gobierno, sino por una cuestión de necesidad: un fallo de la Corte a favor de los fondos buitre sería malo no sólo para la Argentina sino también para los otros países que debieron renegociar sus deudas con bonistas tras la crisis económica de 2008-2009. Ahora se conoce, además, que el secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, hizo gestiones a favor del acuerdo que negoció Axel Kicillof con el Club de París. Habrá que ver si la Presidenta recibió el mensaje.

La economía, mientras tanto, sigue su curso desvaído. Las disputas entre Kicillof y el presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, han recrudecido. El motivo ha sido el tope impuesto por el ministro a las tasas de interés de los préstamos prendarios, personales y de las tarjetas de crédito. Claro que son exorbitantes. El problema es que son consecuencia del proceso inflacionario, que no cesa. Es lo que, como siempre, les cuesta comprender tanto a Cristina Fernández de Kirchner como a Axel Kicillof, quienes siguen creyendo que todo se arregla con la manipulación de las cifras que mes a mes da a conocer el Indek o con los Precios Cuidados que, día tras día, aparecen más descuidados.

Producción periodística: Guido Baistrocchi.

© Escrito por Nelson Castro el Domingo 15/06/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.