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domingo, 31 de enero de 2021

Año electoral. Cada cual atiende su juego… @dealgunamaneraok…

 Cada cual atiende su juego… 


Máxima participación, Máximo Kirchner. Dibujo: Pablo Temes.

Oficialismo y oposición buscan superar diferencias por el espanto de perder las elecciones de octubre. 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 30/01/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

 

Cobijados bajo el paraguas de la coalición y la necesidad, los distintos componentes del Frente de Todos comienzan a analizar cómo posicionarse frente al difícil desafío del año electoral que enfrentan. Lo que los une, claramente, es el espanto a perder las elecciones de octubre venidero. En eso la coincidencia que se observa entre el oficialismo y la oposición es absoluta. 

A Juntos por el Cambio también lo une el espanto de una derrota electoral. Por eso ambos bandos trabajan no solo en la consolidación del espacio propio, sino también en el fomento de la división del otro. Desde el oficialismo se fogonea la iniciativa que encabezan José Luis Espert y Javier Milei que representa un drenaje de votos que, de concretarse, deja sin chances de  triunfo a JxC, varios de cuyos referentes, en forma simétrica han salido a la búsqueda del peronismo republicano para incorporarlo a sus filas y horadar así la endeble unidad del FdT. 

La territorialidad juega un papel clave en las disputas dentro del oficialismo. Por eso la lucha es tan fuerte en la provincia de Buenos Aires, que es el único distrito aparte de Santa Cruz en el que Cristina Fernández de Kirchner hace pie con solidez. La lucha por imponer a su hijo Máximo como jefe del Partido Justicialista provincial responde a ese proyecto de construcción de poder presente y futuro que tiene como pilar fundamental a La Cámpora. Uno de los instrumentos más importantes para que ese proyecto tenga visos de viabilidad son las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. Sin ellas, el dominio de los barones del PJ en las intendencias del Conurbano es inconmovible. 

Habrá que observar también cuáles son los pasos que vaya a dar Sergio Massa, cuyas declaraciones en contra de la amnistía y/o indulto a los ex funcionarios K condenados por delitos de corrupción cayó pésimamente dentro del entorno K. “Massa hace su juego y eso molesta mucho. Pero lo tenemos que soportar porque necesitamos los votos que él nos aporta”, señaló con crudeza y fastidio una voz del kirchnerismo duro que frecuenta el Instituto Patria. 

“La pulseada entre La Cámpora y los leales a AF va a seguir durante todo el mandato. Los de Máximo quieren afirmarse como alternativa electoral del kirchnerismo duro y no tienen ningún problema en hacer temblar al Gobierno en su búsqueda de poder. Tienen caja, ocupan puestos clave y tienen a Cristina y la épica de la imagen de Néstor. Si AF no da señales más claras y no ejerce el poder de manera más explícita, esto se va a poner difícil”, señala un peronista que recorre a diario el Conurbano. 

Es ese kirchnerismo duro el que ha estado tras la defensa a rajatablas de Gildo Insfrán ante las denuncias documentadas de malos tratos y abuso de poder en el manejo de la pandemia. Lo que se vive en Formosa desde hace más de dos décadas es la muestra de un régimen feudal basado en la suma absoluta del poder público. La falta de un Poder Judicial independiente le ha permitido y le permite a Insfrán cometer todo tipo de abusos sin ningún impedimento. Es, al fin y al cabo, una réplica de lo que han hecho y hacen los Kirchner en Santa Cruz. Por eso, tanto énfasis en la defensa del mandatario formoseño. 

La errabunda vacunación. Iban a ser millones en diciembre, millones en enero y más millones en febrero. Hablamos, claro, de la vacuna Sputnik V, esa “tabla de salvación “a la que recurrió el Gobierno, vía la gestión primigenia de Cristina Fernández de Kirchner a través del embajador ruso en la Argentina, Dmitry Feoktistov. A esos efectos recuérdese que hubo una nutrida delegación encabezada por la secretaria de Acceso a la Salud y viceministra de Salud, Carla Vizzotti, que pasó quince días en Moscú visitando el Instituto Gamaleya e interiorizándose de los pormenores de la investigación y de la elaboración de la vacuna.

Lo de los pormenores es una forma de decir porque a esta altura ya no es un secreto que, tal cual se adelantó en esta columna, hubo información faltante. No contentos con ello, hubo una presión fenomenal para que –en tiempo récord– la Anmat emitiera la recomendación a fin de que el Ministerio de Salud Pública de la Nación aprobara el uso de la Sputnik. Sin embargo, nada de ello sirvió para que la Argentina pudiera acceder a las cantidades prometidas por el gobierno de Vladimir Putin. 

Con todo, los problemas no terminan ahí. El Gobierno habló también de un monumental plan de vacunación –nunca visto en la historia del país– para asegurar que el proceso alcanzara en un tiempo no mayor a dos meses a los millones de argentinos mayores de 18 años. La realidad del presente está a una fenomenal distancia de ese objetivo. 

Los números de los que se disponía hasta el viernes indicaban que todavía no se había completado el cupo de las 300 mil dosis del primer componente y que las 300 mil del segundo se van administrando a paso de carruaje. Nadie puede explicar el porqué de esta lentitud, máxime si se tiene en cuenta que el grupo de este primer lote de vacunas abarca al personal de salud que se vacuna en el mismo lugar en el que supuestamente se debería almacenar la Sputnik.  

Pero aún hay más. Desde el vamos estuvo la sospecha de la utilización político-electoralista que el oficialismo haría de la vacunación. Hubo mucha actividad en las redes sociales desde La Cámpora y otros sectores duros del kirchnerismo prenunciando marchas de acólitos que por las calles del país irían a reivindicar la épica de la vacunación. Un absurdo propio de los que se generan en las arenas de la militancia K. 

En un paso de ese uso electoralista descarado y desvergonzado del plan de vacunación esta semana se conocieron las direcciones que se recomiendan para que la gente vaya a consultar sobre la vacuna y/o a registrarse para recibirla. En la Región Sanitaria 4, los municipios de Pergamino, San Nicolás y Ramallo fueron testigos de esta modalidad. Plantaron centros de asesoramiento y puntos de inscripción para vacunarse en unidades básicas de La Cámpora, Nuevo Encuentro y en una sede del bloque de concejales del Frente de Todos. Militantes y políticos en lugar de centros médicos 

Un bochorno. Nada que sorprenda. Como decía Jorge Luis Borges, “son incorregibles”. 

Producción periodística: Santiago Serra.




 

lunes, 26 de octubre de 2020

La soledad de guzmán... @dealgunamanera...

Cuarentena fase 4…


La soledad de Guzmán…

 

Luchar contra los molinos de viento, Martín Guzmán. Foto: Pablo Temes

 

El oficialismo se esmera día a día en profundizar la grieta política, que tiene un costo económico.

 

© Escrito por Nelson Castro y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

 


Sin rumbo. El pasado lunes el ministro de Economía, Martín Guzmán, realizó una serie de anuncios para flexibilizar las operaciones del contado con liquidación. En el Gobierno esperaban una reacción positiva del mercado, circunstancia que finalmente no ocurrió.

 

El dólar blue se disparó y cerró la semana a $ 195, estirando así la brecha cambiaria que llegó al 140%. Salvo algunos pocos funcionarios, nadie se sorprendió. “Estamos en el segundo nivel más alto de la brecha de los últimos 50 años. El primer puesto se produjo en el año 1975 con Antonio Cafiero de ministro de Economía luego del rodrigazo. Sin embargo, hoy es más alta que en la época de la Guerra de Malvinas y de la hiperinflación” –concluyó un prestigioso economista que se dedicó a estudiar la serie–. Otro dato: en la Argentina, cuando se achica la diferencia entre los tipos de cambio es porque sube el oficial y no porque baja el blue –dijo la misma fuente–. Un aporte interesante para el ministro Guzmán que sigue negando la devaluación del peso y el efecto nocivo del así llamado “dólar blue”.

 

Dentro de la errática serie de decisiones que se vienen adoptando en el Poder Ejecutivo, se determinó que Guzmán salga a hablar en algunos medios –no en todos– para ganar la batalla de la comunicación. Menudo problema para una persona desangelada para esos menesteres. Por lo que se escuchó hasta aquí –sobre todo en el reportaje que le realizaron Ernesto Tenembaum y Reynaldo Sietecase–, el ministro, que pasó de ser Messi a un atribulado arquero al que le entran goles todos los días, se le va a hacer muy difícil remontar la cuesta. “La grieta política tiene un costo económico”, afirmó. Fue lo más acertado de todo lo que dijo. El problema es que el oficialismo se esmera todos los días en profundizarla.

 

“Al Gobierno le está saliendo cara la cuarentena. La emisión para cubrir el déficit fiscal está llenando la calle de pesos que nadie quiere. Pero no van a dar el brazo a torcer ni modificar el rumbo. Cuando la ideología mete la cola deja anclado el timón aunque el destino sea el golpe contra el iceberg. El mal clima ya se palpa en la calle. La gente está muy angustiada. Los precios suben y el salario no alcanza”, repitió un consultor que tiene vínculos en el poder.

 

Cuando el río suena... “Nosotros no sponsoreamos a nadie” –se apresuró a decir una voz del massismo–. La vuelta de los rumores de cambios en el Gabinete había salpicado al Frente Renovador, al relacionarlo con algunos economistas de peso que vienen sonando en los mentideros políticos como eventuales remplazantes de Guzmán. Lo que hay que decir es que ninguno de esos nombres cuenta con el aval de Cristina Fernández de Kirchner. “Massa quiere quedarse donde está. Por un lado mantiene el vínculo con Alberto y cada dos o tres días se junta con Máximo y Wado de Pedro y, si hace falta, directamente con Cristina”, señaló el referente del FR, quien, a su vez, reconoció que el vínculo del presidente de la Cámara de Diputados con la ex presidenta en funciones ha tenido mejores momentos.

 

En el Instituto Patria, por su parte, se vive un clima de creciente desasosiego, producto de la insatisfacción con el desempeño del Gobierno. Los cuestionamientos al equipo de AF continúan. “A Cristina se le está acabando la paciencia. No solo por la falta de volumen político de la gestión sino por la falta de resultados concretos”, indicó una fuente cercana a los líderes de La Cámpora. El reloj de arena pesa sobre los principales funcionarios del Presidente.

 

La orden del Presidente es la de defender al Gabinete en general y al ministro Guzmán en particular. Hay una regla de la política que es casi axiomática: cuando la renuncia o el reemplazo de un funcionario debe ser desmentida casi a diario es porque su permanencia en el cargo tambalea.

 

“Guzmán no tiene fecha de vencimiento”, dijo Santiago Cafiero en un reportaje concedido a Canal 9 el viernes pasado. Parece que varios integrantes del Gobierno no lo saben o no piensan lo mismo. Desde esas entrañas hablan sin vueltas de las dudas que pesan sobre la estabilidad del ministro.  

 

“Volvimos para ser mejores”. Los hechos desmienten casi a diario esa promesa del Presidente. Veamos:  

 

Apoyo por parte de funcionarios del Gobierno a las tomas ilegales de terrenos. La provincia de Buenos Aires tiene 4.300 hectáreas de tierras fiscales y privadas ocupadas de manera ilegal y, de acuerdo con datos del Ministerio de Seguridad, en lo que va del año se han denunciado 1.800 usurpaciones. “Por la cantidad y extensión de tierra muchos hablan irónicamente de la creación del municipio número 136”, reconoció una legisladora del interior provincial que sigue de cerca el tema.

 

Apoyo a Gildo Insfrán, el sempiterno gobernador de Formosa, ante el episodio del joven que, por la imposibilidad de ingresar a la provincia por vía terrestre, murió ahogado intentando hacerlo a nado por el río Bermejo. De haber ocurrido esto en una provincia gobernada por Juntos por el Cambio  habrían tronado las voces de condena de los organismos de Derechos Humanos y de miembros del actual gobierno.

 

Apoyo a los regímenes dictatoriales y corruptos de Nicolás Maduro en Venezuela y de Daniel Ortega en Nicaragua.

 

La insólita decisión de la Oficina Anticorrupción de no presentarse de aquí en adelante como querellante en las causas por delitos de corrupción cometidos por funcionarios del Estado. ¿Para qué sirve entonces una Oficina Anticorrupción que no se involucra en la persecución judicial de la corrupción?  

 

En medio de este desorden asoma la trama del acto conmemorativo de los diez años del fallecimiento de Néstor Kirchner.

 

Navegan en esas procelosas aguas los esfuerzos del canciller Felipe Solá por recuperar la estatua del ex presidente que supo estar en el edifico del Unasur en Ecuador junto a la intriga por saber qué va a hacer CFK luego de su desplante en el acto del 17 de octubre.


La memoria nos recuerda que para asistir al velatorio del Dr. Kirchner, AF debió hacerlo en un momento en que CFK no estaba presente, “para no incomodarla”, según él mismo reconoció, y que se le puso una guardia de La Cámpora para evitar que se acercara al féretro. Una historia reminscente del Macondo de Gabriel García Márquez.






domingo, 31 de mayo de 2020

Pandemia y deuda… “Anche se” Persecuciones… @dealgunamanera...

Persecuciones…

Agente 00000007, Mauricio Macri. Dibujo: Pablo Temes

Cuando vuelva la "normalidad", la confianza en el país será la gran incógnita de cara al futuro.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 30/05/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


El fiscal federal Jorge Di Lello impulsó la investigación de la denuncia contra el ex presidente Mauricio Macri y funcionarios de su gestión, por supuesto espionaje ilegal, presentada esta semana por la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Cristina Caamaño.

Sobre esta grave denuncia que debe ser investigada a fondo, el Presidente dijo: “Nos acusaban a nosotros de hacer esas cosas, porque ellos las hacían. Asimismo como piensan que nosotros tenemos una mesa judicial”. En tanto aseguró: “Nosotros no lo hacemos porque fuimos víctimas de eso durante años. Los que somos peronistas y pasamos la dictadura, sabemos de qué se trata”.

En 2012, en ocasión de la denuncia hecha al descubrirse el llamado “Proyecto X”, que consistía en la infiltración de agentes de la gendarmería nacional en los movimientos sociales que protestaban contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Alberto Fernández, expresó: “La verdad es que me asombra que alguien lo avale ahora. No puedo creer que pase algo así en la gendarmería argentina.

Tengo la impresión de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no toma conciencia de la gravedad que estas cosas suponen. Que después de las cosas que nos tocó pasar. Que después de haber sido el proyecto político que reformuló la vigencia de los derechos humanos en la Argentina, alguien vea que, graciosamente, la Gendarmería vaya y espíe en los movimientos sociales”.

Y en un reportaje que le realizaron el 4 de junio de 2018 para el libro Lobby: cómo se construye el verdadero poder en la Argentina, de los periodistas Julián Maradeo e Ignacio Damiani, Alberto Fernández manifestó: “¿Cómo me entero yo de la existencia de ello? (se refiere a las operaciones judiciales) Me pide una reunión un concursante en lo Penal y Económico. Le habían dicho que si quería conseguir su designación, tenía que ir a una reunión a un estudio. Lo citaron en el estudio Richarte, en donde estaban Javier Fernández, (Horacio) Stiuso y (Darío) Richarte. Los tres le hicieron saber que ellos tenían la llave de su designación. Son un gran mal y creo que por este tipo de estructuras la Justicia argentina tiene una crisis terminal, sobre todo en el fuero federal, donde hay que barajar y dar de vuelta… La aparición de ese estudio surgió sobre el final del gobierno de Néstor y yo puse el grito en el cielo. Luego se afianzaron con Cristina”.

¿Cómo es que no denunció en su momento ese grave hecho? Recuérdese que, por haberlo denunciado a Stiuso, Beliz fue echado del gobierno y perseguido a lo largo de todo el kirchnerato. Javier Fernández fue un operador judicial clave durante esos años.

¿De dónde sacó el Presidente que el peronismo no persigue a opositores y críticos?

¿Olvidó acaso cuando denunció que CFK lo perseguía? ¿Olvidó acaso cuando desde los medios K lo descalificaban?

El peronismo persiguió y fue perseguido; espió y fue espiado; censuró y fue censurado. AF fue una de las víctimas de la persecución y el descrédito al que el kirchnerato sometió a opositores y críticos. Parece que olvidó cómo se lo vituperaba desde 6, 7, 8 y otros medios del oficialismo K. Parece que al Presidente lo está atacando la amnesia del poder. Lo mismo le pasó –y le pasa– a CFK. En ese tren de doble conducta, se deben incluir algunas otras manifestaciones de Fernández.

Su viaje a Formosa fue uno de ellos. “Gildo siempre que pide, pide para Formosa; siempre que trabaja, trabaja para Formosa”. Se ve que pide poco o trabaja poco para su provincia a la que gobierna como un señor feudal. Parece también que el Presidente se olvidó la escandalosa consultoría –que nunca existió– sobre la reestructuración de la deuda con la Nación por la que la provincia pagó 7,6 millones de dólares a la firma The Old Fund, que estaba al servicio de Amado Boudou. 

Pero, además de esas expresiones, hubo una flagrante violación de las normas del aislamiento social preventivo. El Presidente y el gobernador sin barbijo y a los abrazos. ¿Olvidaron que las normas son de cumplimiento obligatorio para todos?

Por el minotauro de la economía.

La renegociación de la deuda con los representantes de los fondos de inversión avanza. “Se está a 5 dólares de distancia de un posible acuerdo”, señala un analista que conoce al dedillo la marcha del proceso. En la reunión del ministro de Economía, Martín Guzmán, con los empresarios, hubo un denominador común: los participantes instaron al ministro a hacer todos los esfuerzos necesarios para lograr un acuerdo con los acreedores privados y evitar el default. “Mire que muchos de estos fondos son inversores de nuestras empresas”, le recordaron al ministro.

En medio de esto, sin embargo, el clima dentro del Gobierno es complejo. Desde el núcleo duro del kirchnerismo no ven la hora de sacárselo de encima al presidente del Banco Central, Miguel Pesce. “No lo aguantamos más”, se sinceró un dirigente de neto cuño K.

No es que Pesce sea el sumun de nada pero quien le suceda es posible que sea peor. Además, Pesce fue puesto ahí por AF, detalle no menor. La situación de las pequeñas y medianas empresas es angustiante.

Es lo que se viene diciendo desde hace semanas. Las ayudas del Gobierno llegan mal. Más del 40% de las firmas que las han solicitado no han encontrado ni ayuda ni respuesta a sus pedidos de algún tipo de flexibilización. Lo significativo de todo esto son las consecuencias.

Cuando la pandemia termine –porque un día se va a terminar– y cuando el tema de la deuda se solucione –porque un día se va a solucionar–, la confianza en el país será siendo la gran incógnita de cara al futuro. “No me molesta que me hayas mentido, me molesta que a partir de ahora no pueda creerte” (Friedrich Nietzsche).





domingo, 3 de febrero de 2019

Aguantadero… @dealgunamanera...

Aguantadero… 

Ejemplo riojano. El gobernador Sergio Casas, uno de los que hacen cualquier cosa para quedarse. Fotografía: Redes Sociales 

¿Por qué 16 gobernadores quieren seguir al frente de sus provincias? ¿Nunca les alcanza el tiempo?

© Escrito por Beatriz Sarlo el domingo 03/02/2019 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Para esto no se pelearon centralistas y provincianos en el siglo XIX. Sus enfrentamientos no significaron solamente ambiciones personales; invocaban cuestiones institucionales, que no siempre eran pretextos para conservar el poder o alcanzarlo. Al reconocer los derechos de las provincias, los constituyentes de 1853 quisieron debilitar el localismo autoritario y feudal, que no ha perdido fuerza en el siglo XXI. En ocasiones, parece que esta larga historia hubiera transcurrido en vano. Las peleas políticas siguen impulsadas por una avidez revestida con “principios” y causas nobles. La semana pasada, 16 gobernadores vieron coronados sus esfuerzos reeleccionistas. Entre ellos, el fabuloso Gildo Insfrán, que va por el noveno período en Formosa.

En un acto escolar, una alumna de su provincia obsequió al gobernador con un poema que halagó su personalismo. No es para menos, porque Insfrán se vanagloria de que Formosa es la provincia que más habría invertido en educación. Los implacables controles de Chequeado.com muestran que, pese al poema recitado por la nenita de guardapolvo blanco, Formosa ocupa el lugar doce en inversión por alumno. Como curiosidad, el Cippec agrupa a Formosa, Buenos Aires y La Rioja en el medio de su cuadro de inversiones educativas, con datos del 2009.

Pero mejor no mirar mucho ese cuadro, porque Urtubey, que ahora tiene aspiraciones presidenciales (¿quién no las tiene?), fue tres veces gobernador de Salta y colocó a su provincia en el peor puesto de la tabla, allí donde menos inversiones se hicieron. Solo superan a Urtubey los Rodríguez Saá que, en amable o conflictiva alternancia, gobernaron décadas San Luis; y Alberto quiere seguir por cuarta vez.

Son 16. Vuelvo a Insfrán porque su caso es llamativo. Sin parar, es gobernador de Formosa desde 1995. En 2003, una Constituyente habilitó la reelección indefinida, un “permiso” que afecta el principio democrático de alternancia. También le sobró tiempo para otros menesteres: es socio de Boudou en Old Fund, que le facturó millones a Formosa por una asesoría; y, al parecer, la sociedad fue más activa que la recaudación de ese dinero, porque sobre ella planea la sombra del affaire Ciccone Calcográfica. En las elecciones de 2019, Insfrán corre de nuevo para batir su propio récord.

El domingo 27, el gobernador Sergio Casas de La Rioja celebró un plebiscito aprovechando el calor de enero. Se votaba para habilitar una reforma de la Constitución que permitiera al gobernador Casas un tercer mandato (poca cosa si se lo compara con el linaje Rodríguez Saá en San Luis o el amigo Insfrán).

Leo el diario y, aunque estoy acostumbrada a las noticias argentinas, me cuesta creerlo. ¿Por qué toda esta gente quiere seguir gobernando su provincia? ¿Por qué no ha habido la alternancia que cualquiera puede comprobar en la lista de los gobernadores norteamericanos del último siglo, para nombrar una nación profundamente federal? Hacer memoria: Dorrego y otros federalistas argentinos admiraron las instituciones norteamericanas. Eran unos soñadores que nunca entendieron el país que les había tocado.

Imagino respuestas a la pasión de los 16 gobernadores que van por la reelección: están orgullosos de lo que han hecho y no quieren dejar su obra a mitad de camino, una obra a la que, como a las catedrales y las pirámides, no le alcanzan quince años, ni veinte; o tal vez han delinquido demasiado y temen un sucesor adverso; quizá no alcanzaron a fortalecer su equipo, o se sienten irreemplazables y temen a sus sucesores no solo porque vayan a cortarles las piernas o mandarlos a la Justicia, sino porque se consideran a sí mismos los únicos capaces. ¿Y si son simplemente personalistas que no se conciben fuera del poder, al que necesitan como aguantadero?

¿Cambiemos? Los gobernadores de Cambiemos conversan hace meses con la Jefatura de Gabinete si conviene o no desdoblar las elecciones nacionales de las provinciales. Vidal quería desdoblarlas, persuadida de que ella podría salvar su ropa más fácilmente si no tenía que ayudar a salvar la de Macri. El Presidente, con toda la razón del mundo, la presionó para que las elecciones nacional y provincial sucedieran el mismo día. En primer lugar, él puso a Vidal en la provincia; y, en segundo, fue generoso con ella, como no lo había sido Cristina con Scioli: “Si Cristina me hubiera tratado como este ejecutivo nacional trató a su gobernadora, no estaría donde estoy ahora, de relleno en las revistas de chismes”, debe fantasear retrospectivamente Scioli.

Por su parte, Vidal quiere ser gobernadora y luego presidenta. Finalmente, el PRO acordó una sensata simultaneidad de ambas elecciones. Nadie pensó si los ciudadanos votarían más libremente si no se vieran obligados a elegir los dos cargos en el mismo día. Nadie creyó en este discurso que circuló por allí. Se discutió hasta que se convencieron de que, sin desdoblamiento, los dos resultaban favorecidos. Que se hayan equivocado o no, es otra cuestión que sabremos en las elecciones. Está claro que a nadie le importó cuál era la forma más libre y racional de plantear una elección. Todo lo que se haya dicho sobre la yuxtaposición o la separación de las fechas es doble discurso y retórica.

La “mesa chica” de Cambiemos quería prolongar hasta marzo el suspenso sobre elecciones conjuntas o desdobladas. Pero los consejeros de Vidal creyeron inconveniente que las vacilaciones se leyeran “como una especulación”. Es decir, no querían que se las interpretara como lo que eran: un cálculo político al que le faltó tiempo y apoyo. Pero, en vez de callarse la boca, siguieron hablando: “Hay que darles previsibilidad a los bonaerenses y decirles cuándo van a votar”. Esto es sencillamente una mentira, porque no se trata de la razón por la cual las elecciones finalmente no se desdoblaron. La razón es que Macri y su entorno creen que todo debe subordinarse a la elección de presidente y que, en consecuencia, no hay que perder los votos que podrían ir a Vidal y no a la reelección de Macri si cada uno jugara su destino por separado.

Juro que creo en mi mentira. El que miente a los otros necesita, por razones políticas, llegar a creer en lo que ha mentido. Gildo Insfrán no piensa que es una transgresión tan disparatada como descomunal ser gobernador de Formosa durante 25 años. Por un lado, conoce la profundidad de su afrenta a la democracia liberal. Por el otro, piensa que no es una simple transgresión, sino algo que está en la necesidad de las cosas, no solo en sus intereses mezquinos.

Por eso, hombres como Insfrán o como el riojano Casas, que será recordado por su plebiscito en plena canícula, no son simples mentirosos, sino algo mucho más dañino. Creen en lo que dicen, como si fuera verdad. Lo cual es mucho peor que la mentira. No son cínicos, como lo era Menem. María Eugenia Vidal y Macri repiten sus razones como si fueran las que más convienen a la gente. Hábiles gestores de una doble moral, creen en lo que dicen, aunque también sepan que son mentiras.

Los gobernadores que van por su reelección son responsables de la falta de sentido de la política argentina. Unen su suerte a su territorio. Son hombres de paja que no están en condiciones de enunciar claramente cuáles son sus motivos. En consecuencia, cualquier objeción y cualquier crítica cae desautorizada, porque no admite respuesta verdadera. Disfrazan la verdad de lo que saben y se justifican: no tengo ningún sucesor en quien confiar; necesito mantener el aguantadero de la casa de gobierno; los que vienen detrás de mí quieren destruirme; esta provincia no puede pasar a la oposición y soy yo el único en condiciones de impedirlo.

Las razones de Macri son diferentes. No puede decir: fracasé cuatro años y por eso necesito otros cuatro para demostrar que soy capaz de superar el fracaso. Tampoco  admite el razonamiento inverso: si fracasó cuatro años, no conviene darle otra oportunidad. La historia, además, muestra que los segundos períodos fueron siempre peores que los primeros. La reelección trae mala suerte.


(Fuente: www.perfil.com). El periodismo profesional es costoso y por eso debemos defender nuestra propiedad intelectual. Robar nuestro contenido es un delito, para compartir nuestras notas por favor utilizar los botones de "share" o directamente comparta la URL. Por cualquier duda por favor escribir a: perfilcom@perfil.com

domingo, 3 de diciembre de 2017

Irregularidades… @dealgunamanera...

Irregularidades…

DOLOR Submarino A.R.A. San Juan. Dibujo: Pablo Temes

Lo que revela la investigación del A.R.A. San Juan. El fin de año del Gobierno.

© Escrito por Nelson Castro el Domingo 03/12/2017 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Hay tres leyes madre que concentran los deseos del Gobierno de aquí al 31 de diciembre: la aprobación de la reforma previsional, el pacto fiscal con las provincias y la ley de responsabilidad fiscal. En el oficialismo son optimistas y creen que entre el 15 y el 27 de diciembre podrían aprobarse las leyes. ¿Por qué era tan importante para el Gobierno comenzar con el pie derecho la votación del jueves en la Cámara de Senadores por la reforma previsional?

En primer lugar, porque de haber sufrido un traspié en el inicio, probablemente se habría complicado toda la ingeniería parlamentaria para alcanzar los objetivos planteados y se hubiese puesto en duda la fortaleza o vigencia de lo acordado con los gobernadores.

En segundo lugar, porque una votación holgada en el Senado –como finalmente resultó (43 a 23 y tres abstenciones)– empuja un clima favorable para alcanzar la mayoría en Diputados.

De todas formas no fue fácil para Cambiemos: el propio 
Mauricio Macri estuvo atento a la votación hasta el final y Rogelio Frigerio tuvo que encargarse de seguir y volver a comunicarse con cada uno de los gobernadores para que no hubiera sorpresas.

Sabíamos que no nos iban a fallar, pero aprendimos a no dar nada por seguro y realizamos un trabajo de hormiga. Primero nos centramos en los caudillos opositores –léase Carlos Verna (La Pampa), Lucía Corpacci (Catamarca), Juan Manzur (Tucumán) y Gildo Insfrán (Formosa)– para luego ir reforzando la estrategia con el resto”, cuenta un hombre que sabe al dedillo lo que pasó en la sesión del miércoles. Hubo algunas deserciones que en el Gobierno atribuyeron más a los senadores comprometidos con gestiones anteriores que mantienen internas dentro de sus provincias y algunas sorpresas que cayeron mal como las de Carlos “Camau” Espínola y Omar Perotti. Pichetto estaba furioso con ellos y con algunos otros también.

El ex hombre del kirchnerismo –amplio conocedor del peronismo– se ha transformado en un hombre clave para la Casa Rosada. “Invalorable la tarea de Pichetto como armador y puente con el peronismo en la Cámara alta”, aseguran en la coalición gobernante. No sólo por lo demostrado hasta ahora sino porque a pesar del recambio, seguirá teniendo la llave de muchos de los votos del PJ que el Gobierno necesita.

Plan de acción. 

Comenzar por la Cámara alta fue parte de la estrategia que Rogelio Frigerio diseñó para obtener un triunfo que en Diputados podría haber sido esquivo. En la Casa Rosada consideran que los nuevos diputados estarán menos imbuidos de kirchnerismo y serán más leales a los gobernadores de sus provincias. 

En el oficialismo se ilusionan también con la probabilidad del apoyo de algún massista, ya que ese bloque ha quedado muy golpeado y casi a la deriva. La crónica de lo sucedido –hasta último momento del miércoles– señala que algunos gobernadores aprovecharon el contacto con Frigerio para pedir más cosas u obtener alguna nueva ventaja. 

“Era de esperarse, no nos sorprendió. Se trató de cosas previsibles como intentar comprometer a la Nación con más obras, rasguñar alguna modificación en el Presupuesto para obtener una diferencia mayor, en fin: era el momento para hacerlo”, reveló una fuente que conoce el trajín de los últimos días y que añadió que para recibir, deberán ceder algo.

La reforma laboral es lo único que podría quedar para 2018, pero en el Gobierno aún no se dan por vencidos. Las internas en el Partido Justicialista y el pulso algo trémulo del triunvirato de la CGT no ayudaron, pero si se logra cerrar el paquete anterior, gran parte del objetivo estará cumplido para la Casa Rosada.

Claro que el drama que atraviesa a todo el país es la desaparición del A.R.A. San Juan. El paso de los días ha ido confrontando a la esperanza de encontrar al submarino y rescatar a sus tripulantes con la constatación de una cruda realidad: se ha más que duplicado el período de supervivencia establecido por los protocolos internacionales. Un verdadero drama para las familias de los 44 integrantes de la Armada que se hallaban a bordo del submarino. Así como están planteadas las cosas hasta aquí, la necesidad de saber cuáles fueron las causas de esta verdadera tragedia exigen una investigación exhaustiva de lo episódico –referida a lo que le aconteció al submarino entre el momento de su última comunicación a las 8.25 del 15 de noviembre pasado– y otra histórica –concerniente a los procesos de mantenimiento de la nave–. Respecto del primer ítem –y a pesar de las explicaciones que intentó dar el vocero de la Armada, capitán de navío Enrique Balbi– por qué se habló en un principio de una falla de las comunicaciones y no de un cortocircuito seguido de un incendio producido en el balcón de baterías a causa de la entrada de agua de mar por el sistema de ventilación, que dejó las baterías de proa fuera de servicio.

Respecto de la investigación de los trabajos de mantenimiento del A.R.A. San Juan, el informe de la Sindicatura General de la Nación (Sigen) inquieta primero y estremece después. 

De su lectura y análisis surge que:

1. Según los estándares del submarino, estaba contemplada su reparación luego de los primeros 15 a 18 años de uso, cosa que no se observó, comenzando ese proceso recién a los 20 años, cuando ya se registraban emanaciones de fluidos desde sus baterías, los que constituían un serio riesgo para la salud de la tripulación.            
  
2. Las obras comenzaron en 2005 en los astilleros de Tandanor. Estos trabajos consistían de 600 obras –entre las que estaban el replacado y la reparación integral de las baterías.

3. Se estimaba que todo ese trabajo, destinado a extender la vida útil del submarino por 15 años, duraría dos años y tendría un costo de $ 51.433.466. La verdad es que las tareas se extendieron a cinco años con un valor total de $ 127.8325.363, lo que representa una diferencia de más del 100%. Estas demoras significaron vencimientos de garantías, circunstancia que trajo aparejado un aumento de costos.

4. La renovación de las baterías debía hacerse a través de un trabajo conjunto entre la Armada y Tandanor bajo licencia de la empresa Hawker GMBH de Alemania. En el informe se hace constar que no se pudo verificar la recepción total de los materiales del replacado, ya que faltaba la documentación respaldatoria de la última entrega.

5. Respecto del contrato con Siemens, que participó en lo referido a la operación y el mantenimiento de los sistemas de propulsión y generación, no se obtuvo documentación respecto de las causas por las cuales las tareas pertinentes se demoraron cuatro años.

Durante los 12 años del kirchnerato, la corrupción atravesó todos los estamentos del Estado. Y como lo demuestra la historia, la corrupción mata.

Producción periodística: Santiago Serra.


viernes, 8 de agosto de 2014

Los Derechos Humanos y el kirchnerismo... De Alguna Manera...


Las políticas de Derechos Humanos no son invento kirchnerista...

La política de derechos humanos fue una de las prioridades del Gobierno de Néstor y Cristina Kirchner. Foto: Cedoc

La noticia de la recuperación del nieto de Carlotto generó autoelogios por medidas que existen hace décadas. 

Es imposible no emocionarse con las palabras de Estela de Carlotto. Una abuela que luego de 36 años encontró a su nieto. La titular de Abuelas sabía que había nacido en cautiverio. Durante años, los perversos servicios de inteligencia –muchos de sus integrantes reciclados en nacionales y populares- hicieron correr falsas historias sobre la hija de Carlotto como también de los hijos de Hebe de Bonafini. Aún hoy, muchos argentinos reproducen tales mentiras. La recuperación de Ignacio Hurban es un hecho histórico. A la emoción no se la discute. Ahora bien, la utilización política y la tergiversación de la historia, sí merecen debatirse e incluso cuestionar.

Aplaudo que Estela haya dicho que es un triunfo de todos, de la sociedad y que es una abuela más. Es el discurso que la colocó en un lugar de referente por amplios sectores de la sociedad. Esa trayectoria sólo se empañó cuando se encegueció con los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner y prejuzgó sobre los hijos de Ernestina Herrera de Noble o se sumó a la división maniquea de la historia, entre buenos y malos impuesta por el relato.

Ayer, uno de los peores días para el kirchnerismo, en el que el vicepresidente Amado Boudou estaba por sumar un nuevo procesamiento judicial, la estrategia del gobierno frente a los fondos buitres se volvía a dar la cabeza contra la pared, la jueza federal María Servini de Cubría ordenaba allanar la sede de la Asociación del Fútbol Argentino, la noticia del nieto recuperado por Abuelas de Plaza de Mayo le venía como anillo al dedo al gobierno para tapar el sol con la mano, al menos por unas horas. ¿El hecho no existió? Nadie duda de eso. Pero como periodista y analizando los antecedentes que tiene este gobierno en adueñarse de las alegrías que deberían ser de todos y en modificar la historia de cualquier manera, creo que el kirchnerismo comenzó a montar un nuevo capítulo a su “épica” trayectoria de la que hacía mención el director, guionista y productor, Juan José Campanella anteayer.

En los medios de comunicación –críticos, oficialistas, paraestatales, liberales- los voceros del kirchnerismo salieron en cadena nacional a festejar el hallazgo de un nieto con las “incuestionables” políticas de derechos humanos que Néstor Kirchner habría puesto en marcha a partir del 25 de mayo del 2003. “Es una política de estado”, aludiendo a la recuperación de nietos, decía el diputado nacional Juan Cabandié que frivolizó su propia historia chapeando a una agente de tránsito con su pasado en el que “se bancó la dictadura”. 
Lo hizo para evitar pagar una multa. La frivolidad política no es sólo un defecto de Martín Insaurralde. Hace dos años le pregunté sobre los hijos de Ernestina y los manejos espurios de la Fundación de Bonafini al ex diputado nacional Juan Carlos Dante Gullo. El histórico dirigente me contestó: “Estamos buscando nietos, ¿entendés? Nietos. Yo tengo a mi madre desaparecida. Entonces no se puede cuestionar esas cosas”. Cuando le recordé que no era yo el que compartía la mesa con un “cómplice de la dictadura” como Héctor Magnetto, Gullo le echó la culpa a los “tiempos” de la política.   

En medio del canto de sirenas del relato oficial, en las redes sociales, decenas de fanáticos me exigían dejar de dar malas noticias y que me rectificara de haber titulado a mi libro anterior. “El negocio de los derechos humanos” es una espina que, más de uno, tiene clavada. Como si fuese el flautista de Hamelin, uno de los referentes del Partido Justicialista en la ciudad, repasaba en televisión los “logros” del proyecto nacional y popular en materia de derechos humanos. Vale recordar que ese partido político, impulsaba la amnistía a los militares. Cristina fue uno de los millones de argentinos que votó esa propuesta. 

Y para algún desmemoriado habría que decir que el Banco Nacional de Datos Genéticos fue creado en 1987. En 1992, durante el gobierno de otro justicialista –mal que les pese a muchos- Estela de Carlotto disfrutó de un té con masitas en Olivos junto con Carlos Saúl Menem. Por ese entonces, el ex presidente había firmado los indultos a los militares y a los líderes de las organizaciones guerrilleras. Carlotto le entregó un petitorio a Menem con varios puntos, entre los que se incluían la colaboración del gobierno en la búsqueda de los nietos, la creación de un organismo específico –lo que sería la CONADI- y la difusión de sus tareas. Menem aceptó sin chistar. Todos se sacaron fotos sonrientes, junto con otras 50 personas, entre ellos, varios periodistas influyentes de esa época. 

Lo acompañaban Claudia Bello y el polémico Ministro del Interior, José Luis Manzano, actual empresario de medios cercano al kirchnerismo. El dato demuestra que no sólo este gobierno quiso y entabló relaciones con los referentes más importantes de los organismos de derechos humanos. Por otra parte, confirma que la política de derechos humanos, con sus idas y vueltas, no comenzó con el kirchnerismo. Para los lectores menores de 30 años, en la Argentina se realizó un histórico juicio a las Juntas Militares. A la actual Presidenta no se le conoció participación alguna en el hecho. Pero, es posible, que durante el 2015, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, encuentre la participación secreta de los Kirchner como ideólogos del juicio.

¿Qué es una política de estado en materia de derechos humanos? En la práctica sería algo así como hablar de política ferroviaria y tapar la corrupción y la tragedia del 22 de febrero del 2012. Es como llenarse la boca con los pueblos originarios y abrazarse con Gildo Insfrán. O confiar en que la Presidenta se hizo millonaria, de la noche a la mañana, porque es una abogada exitosa que participó en dos o tres juicios en su vida. El relato tiene una extraña manera de calificar a los derechos humanos. El mismo día en que se adueñaba de la felicidad que significa encontrar un nieto más, se ordenaba extraer pruebas de ADN a un hijo del gobernador tucumano, José Alperovich.

La memoria, verdad y justicia para saber quién asesinó a Paulina Lebbos en febrero del 2006, es más lenta que la tortuga Manuelita. El encubrimiento por parte del poder político y judicial tucumano que ha denunciado su padre, Alberto, en ocho años, no tuvo eco en Casa Rosada ni provocó que nadie se pusiese colorado. Hasta hace poco, la senadora y esposa de Alperovich, Beatriz Rojkés, era la tercera en la línea sucesoria de la Presidenta. El 9 de julio del 2013, Lebbos intentó dejarle una carta a la Presidenta. No pudo. El gas pimienta de la policía local le nubló la vista. Es la mirada maniquea de los derechos humanos que esboza el relato oficial. Derechos humanos que convirtió en una sociedad anónima y en negocio privado expresado en el trunco programa de construcción de viviendas, Sueños Compartidos.

Las causas nobles y justas trascienden a los gobiernos. La Presidenta es capaz de creer que San Martín cruzó los Andes gracias a ellos, que los goles de Messi surgieron de su ingenio y que el mundo se nos cae encima porque no se bancan que tengamos un modelo económico y productivo exitoso. Algún trasnochado, avalado por el oficialismo, confundirá la histórica noticia de ayer con un supuesto mérito de este gobierno. Cuando baje la espuma de las olas del mar, la Argentina seguirá igual. Con inflación, inseguridad, recesión económica, una sociedad intolerante y dividida, y con un gobierno que está escribiendo sus últimas páginas para reinventarse fuera del poder y la caja estatal. Serán tiempos de contrahegemonía y de resistencia “revolucionaria”.  

© Escrito por Luis Gasulla, autor de El negocio de los derechos humanos, el Domingo 03/08/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires