El paper de Massa y las fuerzas de la tierra que operan para auxiliar a Milei…
© Escrito por Pablo Ibáñez el domingo 14/01/2024 y publicado por el Periódico Digital elDiarioAR de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.
El paper de Massa y las fuerzas de la tierra que operan para auxiliar a Milei…
Atropello y obstinación...
© Escrito por Nelson Castro el sábado 06/01/2024 y publicado por el
Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La combinación de una y otra son caldo de cultivo, para una situación de
conflictividad que sacude a la sociedad.
Desde el momento mismo en que las posibilidades de Milei de ganar las
elecciones tuvieron visos de concreción, hubo una pregunta –una sola– que se
instaló no sólo en los ámbitos de la política, sino también en la calle: ¿podrá
plasmar en los hechos todos sus proyectos sin mayorías en el Congreso y sin
ningún poder territorial?
Las respuestas comenzaron a aparecer esta semana cuando una Cámara
Nacional de Apelaciones del Trabajo dio curso al amparo presentado por la CGT
primero, y la CTA después, para suspender la vigencia del DNU en el ámbito del
Derecho Laboral. A esta altura ya hay más de cuarenta amparos presentados ante
la Justicia, para frenarlo en su totalidad.
Y respecto del proyecto de ley enviado al Congreso –denominado
“Bases para el Punto de Partida para la Libertad de los Argentinos”– nada
permite suponer que los deseos del oficialismo de tenerlo aprobado a fines de
enero, cuando termine el período de sesiones ordinarias se vean complacidos.
Hay en los sectores duros del gobierno una disociación marcada entre los
deseos y la realidad. Una política de shock, sin concesiones, sólo puede ser
llevada adelante cuando un gobierno tiene la suma del poder público. Fue eso lo
que pasó con Carlos Menem en los años 90. La mayoría amplia que tenía en ambas
Cámaras del Congreso, entre los gobernadores y la influencia que tuvo en el
Poder Judicial, posibilitaron que sus proyectos se concretaran. Esa suma del
poder absoluto lo hizo posible. Recuérdese, como ejemplo, el famoso “Per
Saltum” instrumentado por la Suprema Corte de Justicia de entonces, de mayoría
menemista, que permitió destrabar la privatización de Aerolíneas Argentinas que
había sido suspendida por el juez federal del fuero Contencioso Administrativo
Oscar Garzón Funes, ante la presentación del exdiputado Moisés Fontenla,
del Grupo de los Ocho.
Hoy la situación es otra: la Corte Suprema es claramente independiente
del gobierno y, en caso de tomar la decisión de aplicar el recurso del “Per
Saltum”, sería una sorpresa que su fallo lo favoreciera.
El panorama en el Poder Legislativo es bastante similar. El proyecto de
“Ley de las Bases” ha ingresado ya en el Congreso, pero las comisiones que
deben tratarlo no están aún conformadas, con lo cual, las chances de ser
tratado y aprobado a fin de enero tiene, a esta hora, la categoría de la
ilusión.
Nadie sabe a ciencia cierta cómo es que el Presidente apostó a esta
especie de todo o nada con un proyecto que, por su complejidad, debe ser
tratado y aprobado por numerosas comisiones antes de llegar al plenario. La
lógica aconsejaba una fragmentación para que pudiera tener un trayecto más
simple, que le hubiese hecho posible ir alcanzando sus objetivos paso a paso.
Este es un razonamiento que comparten funcionarios importantes del gobierno que
chocan contra la obstinación de un hombre que ha adquirido un sorpresivo poder:
Federico Sturzenegger. Muchas de estas cosas, el expresidente del Banco Central
durante la primera mitad de la presidencia de Mauricio Macri, las había trabajado
para Patricia Bullrich. Sturzenegger se ha convertido en un halcón que da la
sensación de estar viviendo un tiempo de revancha después de haber sido
eyectado de sus funciones por Macri y reemplazado, casualmente, por el actual
ministro de Economía, Luis Caputo. Tan envalentonado se lo ve que se enfrascó en una
serie de declaraciones poco prudentes y desafiantes que motivaron que alguien
dentro del gobierno le pidiera que redujera su exposición pública.
Una muestra de la falta de contacto con la realidad del proyecto de ley
es lo que pasó con la pesca. El proyecto, en su texto original, quitaba la
obligatoriedad de que los buques descarguen sus productos en puertos
argentinos, proponía la libre competencia entre empresas argentinas y
extranjeras –lo cual generaría condiciones desiguales de operación– y quitaba
la obligatoriedad de que el 75% del personal embarcado sea de nacionalidad
argentina. Eso generó la reacción de todos los gobernadores de las provincias
con costa sobre el litoral marítimo a los que se les sumó el intendente de Mar
del Plata, Guillermo Montenegro. Debió intervenir pues el ministro del
Interior, Guillermo Francos, que se reunió el mediodía del jueves con
Montenegro y el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, para modificar esos
puntos de controversia. Intentando disimular lo evidente, Francos señaló que
“habrá temas que serán clarificados en la redacción del artículo de la ley”
(sic).
Más allá de cualquier subsanación en los textos definitivos, el error de
base radica en la lógica de creer que, con algo de voluntarismo y mucho de
prepotencia, se alcanzarían los objetivos planteados. En resumen: falta
experiencia política.
Entre los principales empresarios argentinos existe la “voluntad de
colaborar”, pero persiste el temor por el tiempo que pueda demandar la tan
ansiada “luz al final del túnel”. Vale la pena mencionar que en rubros como el
alimenticio y el textil esos mismos empresarios están demostrando su falta de
mesura y su codicia. También depende de ellos el sacrificio y la carga que
pueda soportar la gente. Deben entender que la Argentina no tiene muchas más
oportunidades de salir del pozo en el cual está estancada desde hace décadas.
En este contexto, la ingenuidad del gobierno llegó a tal punto, que
volvió a sobrevolar la idea de convocar a una consulta popular para satisfacer
sus necesidades. Los principales constitucionalistas coinciden en que el
Presidente no puede convocar a consulta popular respecto del DNU, simplemente
porque no se tratan allí temas de su competencia. El oficialismo debe asimilar
que –más allá de la legitimidad que le dio el resultado electoral–, no puede
valerse del atropello y la obstinación para conseguir resultados. Su suerte y
la de todos los argentinos, dependerá en gran medida, del retorno al camino del
diálogo y la construcción política.
El
fascismo libertario…
Entender las razones profundas que posibilitaron la irrupción de Javier Milei como opción de “salvación” de nuestra sociedad en crisis, es una tarea compleja pero imprescindible. Igualmente necesario es preguntarse cómo un personaje de esas características, que anunciaba tragedias, sufrimiento, y sobre todo, violencia, pudo llegar a ganar una elección presidencial. Finalmente hay que interrogarse acerca de los espacios en los que pudo insertarse el grupo de inadaptados que hoy ocupan la casa rosada y que abrevaron en los principios más estereotipados del racismo y la discriminación.
Se trata de un nuevo y peligroso escenario político-social que intentan instalar en el corazón mismo de la comunidad. Es aquel en el cual los hoy gobernantes diferencian dos sectores muy marcados: “la gente de bien” (los libertarios) y “el resto”.
Es bueno recordar que el grupo negacionista libertario comenzó su actividad pública hace poco más de dos años con apariciones esporádicas durante la pandemia. Desde la apología de la dictadura genocida, la negación de la existencia del virus covid 19 y la denostación de la vacuna hasta la quema de barbijos en alguna vereda, el grupo inició el camino hacia el actual discurso único de los “unos” y “los otros”. En esa primera etapa, los actos aparentaron desvinculación entre sí, asemejándose más a un producto del azar o la casualidad que a un plan organizado.
Bolsas mortuorias en el frente de la Casa de Gobierno con nombre de personalidades y guillotinas en la Plaza de Mayo, eran noticias en algunos medios, las que, aún dispersas, comenzaban a impregnarse en la mente de los telespectadores. Se trataba aún de una primera etapa en la cual las agresiones aparecen fragmentadas simulando agotarse en cada acto.
En esos momentos -2021-, irrumpió en esa escena el personaje de Javier Milei que terminaría canalizando esos impulsos aparentemente dispersos, hacia un verdadero movimiento político. En ese contexto el 1 de septiembre de 2022, se produjo el intento de magnicidio a Cristina Fernández de Kirchner. Así, las manifestaciones esporádicas y en apariencia desconectadas pasaron a la etapa siguiente de la secuencia, lo cual se materializó en un partido político (La Libertad Avanza) cuyo fundador luego ganaría las elecciones presidenciales en el Balotaje de 2023.
Se trataba de un personaje extraño, de cabellos revueltos y labia agresiva que desde su particular desaliño personal anunciaba la superioridad “moral, productiva y estética” de su agrupación libertaria. A partir de allí, la demonización de un sector variado y creciente de la comunidad monopolizó la mayor parte de su discurso político.
Una vez instalado en las redes sociales y mediáticas, Milei comenzó de ese modo una brutal agresión expresiva hacia objetivos específicos. Calificó de “imbécil” y de “representante del maligno en la tierra” al Papa Francisco y de “zurdos de mierda” a los militantes y dirigentes de la izquierda política de quienes dijo reiteradamente que había que destruir. Sin embargo, el objetivo central y obsesivo de Javier Milei fue el movimiento nacional justicialista. Comenzando por su figura más representativa, la primera etapa de estigmatización se centró en Cristina Fernández de Kirchner, en ese momento vicepresidenta de la nación y en el “Kirchnerismo” a quienes tanto Milei como sus socios atribuyeron la mayor parte de los males del universo. Ese espectro demonizante se fue ampliando al resto del partido político mayoritario en nuestro país y al mismo tiempo el que mayores conquistas sociales logró a través de leyes que ahora el presidente se propone derogar.
Es útil recordar que el peronismo ha basado su doctrina y lucha política en el concepto de “justicia social”. La mejor síntesis de ese principio trascendente es la idea de equidad, solidaridad, bien común, igualdad de oportunidades, en suma, el respeto por la dignidad humana.
En sentido opuesto y como parte de su estrategia destructiva, Milei ha definido reiteradamente la justicia social como una “aberración”. Con ese sustantivo, el presidente intenta demoler aquello que durante muchas décadas ha encabezado las luchas no sólo del peronismo, sino de toda la clase política progresista argentina. De hecho que la extensa lista de víctimas del genocidio de la última dictadura se ha nutrido de un colectivo políticamente heterogéneo en un abanico que va desde el radicalismo hasta la izquierda trotskista pasando, por supuesto, por el peronismo.
Actualmente, a escasas semanas de haber asumido el nuevo presidente, estamos entrando en una tercera etapa de avance de la extrema derecha que excede la actividad específica partidaria. Milei está tratando de instalar los conceptos centrales de su discurso reaccionario y violento, en el corazón mismo de gestión comunitaria que es el propio Estado. Ese Estado que cínicamente demonizó en cada discurso, anunciando su desaparición al igual que la de la mayoría de las dependencias ministeriales desde las que en los gobiernos anteriores -exceptuando el de Macri-, se impulsaban las políticas de contención y ayuda social. Su real intención al respecto nunca fue la de extinción del Estado. El objetivo real de Javier Milei y de quienes están detrás, es el reemplazo de un Estado presente y solidario por uno prebendario y orientado a una entrega de recursos humanos y naturales como nunca se vio en la historia de nuestro país.
Esta tercera etapa en marcha prevé un estado organizado en base a la exclusión absoluta del sector social que los libertarios consideren que no son “argentinos de bien”.
Al respecto, con la claridad que lo caracteriza Rocco Carbone señaló que “…cuando se nos dice que se gobernará para “los argentinos de bien” se está trazando un límite que va a separar a millones de seres del reconocimiento de su condición humana. En ese gesto segregatorio yace un núcleo del pensamiento fascista”. Agrega sobre el poder que ganó las elecciones que “… Está animado por lógicas mafiosas y por un catalizador fascista”. (1)
Esa vinculación estrecha que Carbone plantea entre la mafia -representada por Mauricio Macri- y el fascismo en la lógica de los discursos y actos de Javier Milei, resulta esencial para comprender el momento actual.
Es bueno recordar también que Milei afirmó públicamente por televisión: “Entre el Estado y la Mafia me quedo con la Mafia. Porque la mafia tiene códigos, la mafia cumple” (SIC). (2)
Y en esa disyuntiva planteada, Milei optó por la construcción de un Estado mafioso. Se convirtió así en el primer presidente electo en un país luego de afirmar su devoción por una organización criminal como es la mafia.
Macri, a su vez, fue denunciado por citas textuales de “mi Lucha” de Adolfo Hitler. El ex presidente definió públicamente a los alemanes como “raza superior” (SIC). Como señala un reconocido autor, Mauricio Macri es el primer político en el mundo fuertemente sospechado de pertenecer de manera orgánica a una organización mafiosa (la ‘Ndrangheta calabresa) que llega a la presidencia de un país. (3)
En el actual escenario, hay cuestiones que por su aparente extravagancia deben llamar nuestra atención y sobre todo la de nuestros dirigentes responsables de dar respuesta. Así, en el programa de la televisión chilena antes citado, Milei propuso privatizar las calles de nuestras ciudades para que quienes viven en cada cuadra puedan tener ingresos cobrando peaje. Igualmente, sus pintorescos diputados se han manifestado públicamente impulsando por ejemplo alambrar y privatizar los océanos o asegurando que los hombres que tuvieron relaciones sexuales con una mujer, deberían tener 15 dias de tiempo después de notificados del embarazo de sus parejas, para decidir si se harán cargo o no de las obligaciones parentales respecto del futuro hijo recien concebido. Por su parte, la actual canciller propuso la creación de un “mercado de órganos” (sic).
Baste para completar la idea recordar que el presidente eligió como Procurador del Tesoro (abogado del país) a un ex Nazi que participó del ataque a una sinagoga.
Como se sintetizó, la estrategia libertaria tanto para llegar al gobierno como para intentar sostenerse en él se erige sobre una sucesión de propuestas tan violentas como inverosímiles. La alianza mafioso-fascisita que describe Carbone es inédita en el país y eso explica algunas de las situaciones extrañas que se están viviendo. La magnitud del absurdo y lo bizarro de los personajes, permiten pensar que estamos ante la posibilidad de un saqueo sin precedentes con final abierto.
El actual escenario representa un desafío tan grave como la alianza que lo nutre. En él, es muy difícil determinar si la Argentina está presidida por un perverso, un desequilibrado o simplemente un megalómano. Lo que sí es posible afirmar es que los riesgos a los que el personaje en cuestión está sometiendo a una nación de 47 millones de habitantes, son superlativos.
La esperanza está hoy depositada en aquel sector de la política que supo luchar contra la dictadura genocida hasta recuperar la democracia. En aquellos jueces y fiscales decentes que no se doblegan ante la corrupción más reaccionaria de la corporación. En ese maravilloso pueblo que en las calles y sin vacilar, va a seguir poniendo el cuerpo para apoyar a sus dirigentes e impedir nuevos y brutales atropellos.
(1) La
Tecl@ Eñe, 30/11/2023.
(2)
Programa Vía Pública Santiago de Chile 18/12/2019.
(3) “El
lado oculto de la Famiglia Macri”. Edit. Ciccus. Jorge Beinstein, Daniel Cieza,
2019.
¡Estafa a la Vista! Megacaje versión 2024…
¿Vieron que comentaban que la tasa de interés
inicial de Caputo-Milei (133 y 100% con capitalización) era negativa frente a
la inflación y yo decía que era muy positiva contra el dólar?
©
Escrito por Carlos Maslatón el viernes 05/12/2023 y publicado
en X (ex Twitter) en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
República Argentina.
Síntesis de sus efectos:
Pues bien, miren lo que ofrecen hoy estos estafadores financieros: un megacanje de bonos indexados contra inflación más interés.
Todo esto mientras siguen emitiendo de a billones por mes por remuneración cuasifiscal para causar más y más inflación y aplanando el dólar para devengar más ganancia en moneda extranjera.
Toda indexación es pro y no anti-inflación.
Este programa financiero de Caputo y Milei está diseñado ex profeso para robar, el país está conducido por los peores criminales financieros de la historia. DNU y Ley Ómnibus son irrelevantes al lado de todo esto. Ha llegado el momento de que estos enjuagues financieros para explotar y empobrecer al pueblo no se puedan ejecutar.
No sirve de nada la acción penal contra Caputo y Milei, hay que impedirles que sigan adelante. Y para libertarios mentalmente boleados con la farsa del cierre del BCRA y la dolarización: esto es exactamente todo lo contrario.
Caputo y Milei lo que buscan es que haya más y más inflación, hacen
negocio a su favor a costa de los verdaderos licuados que son los asalariados,
los monotributistas, los autónomos.