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sábado, 30 de agosto de 2025

El problema… @dealgunamanera...

 El problema…

Foto Oficial. Con banda presidencial, Javier Milei en el sillón de Rivadavia. Fotografía: Presidencia.

Siempre pensé que no se alcanza a saber bien lo que no se ama.

Es el corazón el que decide a qué temas dedicará el cerebro la energía de pensar.

Y quien no ama la política y –peor aún– odia al Estado no es el adecuado para el cargo político más importante, que es presidir un país. 

© Escrito por Jorge Fontevecchia el viernes 29/08/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Siempre pensé que no se alcanza a saber bien lo que no se ama.

Es el corazón el que decide a qué temas dedicará el cerebro la energía de pensar.

Y quien no ama la política y –peor aún– odia al Estado no es el adecuado para el cargo político más importante, que es presidir un país.

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Este es el problema irreductible de Javier Milei: no puede y no sabe porque no quiere ser lo que debe ser un presidente: un político. Una persona con capacidad de convencer y llegar a acuerdos para que se instrumenten las decisiones necesarias para avanzar en alguna dirección.

Nuevamente la etimología nos dice mucho: acordar deriva de cordis, corazón en latín, es unir corazones, querer al otro (querer algo del otro).

Dice el refrán: “Hace más quien quiere que quien puede”. Entonces, ¿qué quiere Milei?

En una de las mejores columnas del año, que publicó el jueves en el diario El Cronista (y republicamos hoy en PERFIL con expresa recomendación de lectura completa), el director de la consultora Synopsis, Lucas Romero, escribió lo siguiente: “¿Quiere Milei producir decisiones colectivas o simplemente quiere que le den la razón? ¿Quiere Milei ser un político o simplemente quiere seguir siendo un economista? (...) No se es presidente para demostrar que se tienen ideas, se es presidente para producir decisiones colectivas que se crean necesarias para resolver los problemas. Si lo que se busca es reconocimiento intelectual o premios, el ámbito para buscarlos es otro”.

No es necesario ni conveniente esperar a convencer a todos ni acordar con casi todos (lo que es imposible) sino con la cantidad necesaria para que se puedan ejecutar las decisiones que precisan consensos.

¿Quiere Milei producir decisiones colectivas o simplemente quiere que le den la razón?, se preguntó Lucas Romero, director de Synopsis.

Y la decisión de Milei de confrontar y enemistarse con todos demuestra que no quiere ser político, o sea presidente. Que usa la presidencia como herramienta para otros fines personales.

El problema no es que las ideas del presidente sean malas, muchas de las cuales lo son. El problema de Milei no es su doctrina además de que en parte lo sea.

El problema es anterior a sus ideas o doctrina, el problema de Milei es existencial. ¿Cuál es el ser-para-sí de Javier Milei? Ser un profeta que cambie la cultura argentina por décadas no es el propósito de un presidente.

Cuando habla de la Argentina potencia de 2045, huye hacia un futuro incomprobable de un presente impracticable. Y evidencia su predilección por el mundo de las razones teóricas cuando la función de un presidente es el mundo de las razones prácticas.

El problema de Milei, antes que ideológico, es metodológico y antes que metodológico es psicológico. No hubiese aprobado un test laboral para el cargo para el que se presentó. Carece de la inteligencia emocional necesaria que requiere la función.


Escribió también Lucas Romero: “Este ciclo nos ha dado sobradas muestras de que este es un gobierno que carece de praxis política, es decir, de capacidad de llevar adelante el conjunto de acciones necesarias para producir decisiones. Esa carencia no debería sorprender, Javier Milei llegó al poder con dos diputados, sin ninguna experiencia ejecutiva en la administración de la cosa pública y sin un equipo de personas y profesionales que tengan experiencia en administrar el Estado. (...) De todos los candidatos a presidentes de 2023, Milei era el único que al desafío económico le iba a agregar un desafío político. Porque era el único que iba a quedar muy lejos de garantizar condiciones mínimas de gobernabilidad para tomar decisiones. Esa dificultad quedaba agravada por el hecho de que se trataba de un presidente sin experiencia política. (...)Por más enojados que estemos con el piloto del avión, a ninguno de los pasajeros de la aeronave en su sano juicio se le podría ocurrir sacar al piloto de la cabina y poner allí a un pasajero que sin ser piloto nos dijera que cree que puede pilotar el avión”.

Cuando el problema es la conducta de quien conduce, el rumbo y el destino pasan a segundo plano.

“Sano juicio”. Ya se escribió lo suficiente sobre cómo la pandemia afectó el juicio de una parte significativa de la población. Y sobre cómo pudo haber empatizado esa afección de la sociedad con la afección del propio Milei.

Lo que ahora se precisa son copilotos que colaboren para aterrizar el avión sin estrellarse.

Las elecciones del domingo próximo en la provincia de Buenos Aires funcionarán como una especie de primera vuelta y las nacionales de octubre, como un balotaje. La sociedad tiene la posibilidad de confirmar o reformular la autonomía del piloto. No solo el rumbo y el destino, también el modo de conducir, con o sin turbulencias adicionales, consensualista o divisionista, aplacando la intranquilidad innata de nuestro conductor.

Conducir y conducta comparten su misma raíz lingüística referida a guiar, a dirigir (dirección). Cuando el problema es la conducta de quien conduce, el rumbo y el destino pasan a segundo plano.

En psicología, la neurosis de destino se asocia a la compulsión al fracaso, a la repetición de conductas inapropiadas para los fines y autoimpuestas inconscientemente como una forma de autocastigo.

Siempre somos responsables de nuestras elecciones. Siempre podemos hacer otras elecciones. No estamos determinados al autoboicot y continuar perpetuando la decadencia.

La democracia no pone a salvo de elecciones erradas a los votantes pero la democracia permite corregirlas de manera pacífica. Nosotros, los ciudadanos, somos los actores.

Milei retroalimenta la crisis de representación que creó a Milei. Él no puede superarla porque es parte de ella. Pero como decía el papa Francisco, no hay que personalizar los conflictos y cosificar los vínculos sino cosificar los conflictos y personalizar los vínculos. El problema Milei fuimos nosotros con nuestras elecciones y si no lo solucionamos con nuestro voto el problema Milei volveremos a ser nosotros.




domingo, 14 de enero de 2024

El paper de Massa y las fuerzas de la tierra que operan para auxiliar a Milei… @de...algunamaneraok

 El paper de Massa y las fuerzas de la tierra que operan para auxiliar a Milei…

Patricia Bulrich y Javier Milei

El Presidente depende de la voluntad de un puñado de dirigentes, casta pura, para que su ley ómnibus sea aprobada. El trámite está encaminado pero eso implicará el desguace del proyecto escrito por Sturzenegger y que tiene rechazo en funcionarios del propio Gobierno. La demanda a Caputo y el reclamo para que la motosierra sea equitativa. El ránking que muestra Milei y la caída que tuyo su imagen tras el primer mes de gobierno.   

© Escrito por Pablo Ibáñez el domingo 14/01/2024 y publicado por el Periódico Digital elDiarioAR de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Las fuerzas del cielo que invoca Javier Milei son, fuera de TikTok, muy terrenales, responden al nombre de casta y operan desde una oficina del sexto piso de avenida Rivadavia. Con su lógica extrema, Milei presume que la maquinaria de poder que se activó para que su ley ómnibus avance en el Congreso es la prueba de que impuso su legado celestial, pero la verdad es bastante diferente: hay un esfuerzo descomunal del ecosistema político para darle una herramienta sin la cual su gobierno podría, muy pronto, naufragar. Esas son las fuerzas de la tierra.

Milei quizá no lo dimensione hasta que la Cámara de Diputados, probablemente el sábado 27, vote un texto que descuartizará la Biblia desreguladora que redactó Federico Sturzenegger“Mandó una ley ómnibus, le vamos a devolver una ley remise pero eso le va a alcanzar para andar”, ironiza un legislador que da por hecho que varios capítulos serán borrados, enteros, de un plumazo. “Que los otros temas los mande como leyes comunes y para tratar en ordinarias durante el año”, dicen en el despacho, fuera del Palacio, que es un vórtice de negociaciones contra reloj.

En Casa Rosada, como regla general, se afirma que Milei aceptará cambios que alteren el espíritu refundacional de la ley. Pero es un espíritu errante porque dentro del Gobierno hay posiciones antagónicas. Horacio Marín, el ex Tecpetrol que quedó al frente de YPF, hizo llegar el mensaje de que no está en su hoja de ruta privatizar la petrolera estatal. Al ANSeS, donde manda el cordobés Osvaldo Giordano, llegaron borradores de una nueva fórmula de actualización para ofrecer como variante a la propuesta original de eliminar esa pauta y darle discrecionalidad absoluta a Milei para la suba de jubilaciones. El dato intrigante es que esas propuestas circulan a través de Alejandra Torres, diputada por Córdoba y pareja de Giordano. 

Esa anarquía es casi una regla. En su visita a diputados, Patricia Bullrich anuló, in voce, el artículo 331 del proyecto oficial que proponía considerar como manifestación toda reunión de más de 3 personas en la vía pública. Lo hizo sin avisarles a los diputados de La Libertad Avanza (LLA) sobre esa decisión, lo que dejó en offside al bloque que preside Oscar Zago donde habían avanzado con una redacción aclaratoria que mantenía el artículo en pie. El rasgo común es que dentro del propio Gobierno hay objeciones y rechazos a la ley enviada por Milei. 

Equilibrio

El dato más extravagante es otro: el atajo para que Milei tenga una ley para bajar el déficit fiscal se nutre de un paper que confeccionó Sergio Massa cuando era ministro-candidato, la famosa separata del Presupuesto que proponía revisar un puñado de exenciones impositivas. Ese punteo es la llave para que el conglomerado opositor, sin Unión por la Patria (UXP), junte las manos para que Milei tenga una ley que no será, en gran medida, la ley que mandó pero le respetará un renglón esencial: la búsqueda del equilibrio fiscal.  

La suerte de la ley ómnibus depende de que LLA sostenga su pacto con el PRO y logre el apoyo de otros dos espacios, la UCR y Hacemos, que preside Miguel Pichetto y arma interbloque con los provinciales. Si se cae alguno de esos pilares, Milei se queda sin músculo. El único criterio en el que todos están de acuerdo es en darle a Milei una herramienta para bajar el déficit, pero no aceptan que eso se logre mediante la suba de retenciones a 15%, lo que consideran un impuestazo. La contrapropuesta es bajar retenciones a 7 u 8 puntos, pero incorporar, para compensar la diferencia, modificaciones que figuran en la separata massista. 

“Proponen eliminar la fórmula de actualización jubilatoria, pero no tocan los 90 millones de dólares que le subsidiarán a Mercado Libre este año. Es decir: quiere recortar las jubilaciones, pero le mantenemos los subsidios a Galperin”, explican en la trinchera opositora, y no del peronismo K, en referencia a la Ley de Economía del Conocimiento (LEC) que tiene una pauta para el 2024 de 137 mil millones de pesos que en un alto porcentaje beneficiarán a la empresa de Marcos Galperin. Son, claro, volúmenes distintos, pero se trata de una cuestión simbólica sobre por dónde pasa, y por dónde no, la motosierra. Figuran, también, la exención a depósitos bancarios y la dispensa sobre inmuebles rurales.
Separata  

El pedido para que Luis “Toto” Caputo vaya a Diputados tiene que ver con esto: que alguna autoridad de Economía valide, sea notificada y consultada, sobre un cambio en el renglón ingresos para no desarmar la hoja de ruta de reducción del déficit que el ministro ratificó en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La suba de retenciones es un reclamo de los gobernadores que, además, anticiparon el rechazo a la reforma de la ley de Pesca, al que modifica la normativa sobre hidrocarburos -los patagónicos se reunirán, el miércoles, en el CFI- y avanza, además, una propuesta para impulsar una reforma para que coparticipar parte del impuesto PAIS. En 2023, la recaudación de IVA -que se coparticipa- aumentó un 214% y en el mismo período lo recaudado por impuesto PAIS rondó el 800%. “Nación rica, provincias pobres”, dice un gobernador que anticipa que la recaudación en las provincias estuvo por debajo de la inflación. “Más que la eliminación de Ganancias, vamos a sufrir la baja de recaudación por la caída de la actividad”, dice un mandatario a elDiarioAR. 

La foto de esta semana es que los bloques opositores, menos UxP y la izquierda, votarán en general la ley ómnibus pero en el tratamiento en particular el trámite será una carnicería y muchos capítulos quedarán en la nada. Un ejemplo: la reforma del Código Civil, un texto que la Corte Suprema trabajó durante diez años, ¿se va a reformar a sola firma, sin consulta con otros actores involucrados?

Milei tiene otro registro. La semana que pasó difundió, eufórico, un informe de la Fundación Libertad y Progreso, que dirige el ultra liberal Agustín Etchebarne, y que pronostica que Argentina escalará 90 puestos en el ranking de la libertad económica si entran en vigencia las reformas que incluyen el DNU y la ley ómnibus. Es el parámetro que guio la redacción de Sturzenegger y que generó reacciones múltiples de sectores que no descubrieron el porqué de algunas reformas, por caso La ley de Pesca, cuyas concesiones terminan a fin de año y donde todos los actores de la cadena se oponen, además de producir daños en otros aspectos: la potencial pérdida de más de 50 mil empleos y resignar exportaciones por USD 1.800 millones.

Informe de la Fundación Libertad y Progreso que elogió Mile
i.

El lado B de esas libertades se mide en la estampida de precios que pegó, todavía parcialmente, en diciembre y derivó en una inflación del 25,5%. Entre el arrastre y los aumentos que se vienen, enero estará en esos niveles o más alta, mientras que en febrero, dicen en Gobierno habría una primera baja del índice. Así y todo, Milei le confía a su entorno que el escenario de precios será muy duro hasta abril o mayo y que después esperará a “aliviar”, tras lo cual avanzará con una segunda etapa de medidas que incluirán la flexibilización del cepo y una baja de impuestos.

En medio vendrá una avalancha de aumentos. En Transporte trabajan para una suba del boleto de transporte automotor en el AMBA que lo llevará de los 77 actuales a 250 pesos, a la vez que revisan si se modifica la tarifa social que usa el 50% de los pasajeros. Esto produce una paradoja: al subir el boleto se dispara, en paralelo, un aumento de los subsidios porque uno de cada dos pasajeros tiene algún tipo de subvención. Algo similar ocurre con los subsidios a la energía: por la devaluación, se duplicó el costo de la generación y eso no se trasladó, todavía, a las facturas. A datos de enero, lo que paga el usuario cubre solo el 17% del valor de la energía. El próximo paso sería reducir de 400 a 200 el piso de kilowatts subsidiados. La invocación de subsidiar la demanda se topa, siempre, con una dificultad instrumental. 

La brecha entre inflación y salarios es la cuadratura del círculo libertario. En noviembre, antes de la devaluación dispuesta por Caputo, los salarios tuvieron un retroceso brusco que se agudizará en diciembre, tal cual refleja el último informe de Suramericana, la consultora del exministro Martín Guzmán. El interrogante es cómo será el proceso de reapertura de paritarias para tratar de compensar. Más que el paro y la movilización del 24 de enero, la gran batalla de los gremios será la renegociación salarial.

Salario vs. Inflación en noviembre. Fuente
Suramericana

El clima callejero empieza a migrar. La consultora Synopsis de Lucas Romero encontró que la inflación tocó el punto más alto en la preocupación social en los últimos ocho años. El dato debe cruzarse con otras percepciones: el 51% cree que Milei no logrará bajar la inflación y el 40% está dispuesto a darle un plazo máximo de tres meses para que dé señales de mejora en ese aspecto. Synopsis registró, además, un deterioro en la imagen del presidente: en 30 días, la negativa subió 10 puntos entre diciembre y enero -de 33,2 a 43,6- y la positiva cayó 3 puntos. 

El estudio aporta otros datos interesantes: Mauricio Macri es la figura del ecosistema no peronista que tiene peores niveles de imagen -57,2 de negativa-, lo que parece limitar la posibilidad de un protagonismo futuro y que puede explicar que el expresidente haya elegido a dos laderos, María Eugenia Vidal Diego Santilli, como las figuras que expresan el apoyo a Milei y que podrían, eventualmente, ser actores para un potencial “segundo tiempo” si el libertario debe hacerle un refresh a su gabinete. 

El otro dato tiene que ver con UxP y es que Axel Kicillof se despega, por su buena imagen, del resto de los actores del pan peronismo. El gobernador mide 10 puntos más que Cristina Kirchner y casi 15 puntos más que Massa. Shila Vinker encontró, en noviembre, que Kicillof empezó a tener mejores indicadores que Cristina lo que sugería que la jefatura y representación de ese sector parece migrar pero, además, que el gobernador logra interpelar a sectores donde Cristina no tiene adhesión.  

La galaxia del PJ tiene su propia frecuencia, entre la imposibilidad de bloquear leyes y un ruido interno a partir de silencios o movimientos autónomos como los del gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, que además de empatizar con la Casa Rosada tendrá a una funcionaria suya, Yanina Martínez, en el equipo de Guillermo Francos, el ministro del Interior. “Tenemos que saber cuántos somos y quienes somos: si somos 6 gobernadores, vamos con eso pero es momento de empezar a discutir una estrategia que nadie tiene. Peor aún: nadie plantea la discusión sobre la necesidad de tener una estrategia”, apunta un dirigente bonaerense.

PI.