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lunes, 18 de agosto de 2025

El Poder y el Silencio... @dealgunamanera...

El Poder y el Silencio - Cierre de listas y fentanilo: la política mira para otro lado…

Fentanegger. Dibujo: Pablo Temes

La tragedia expone negligencias del Estado y el desinterés de la dirigencia por los problemas reales.

© Escrito por el Doctor Nelson Castro el domingo 1708/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


Hoy es el cierre de listas para las elecciones a legisladores nacionales que tendrán lugar el 26 de octubre próximo. Todos los espacios políticos están concentrados en los nombres de los candidatos en medio de negociaciones febriles, amañadas, virulentas, caprichosas, especulativas, tensas, escandalosas, abundantes en malos tratos y ansias de figuración y poder. En esos ámbitos en los que todo vale, lo que menos importa son los problemas del ciudadano de a pie. Cuando Karina Milei impone su voluntad por sobre la de aquellos que, dentro de La Libertad Avanza, osan proponer nombres que no le son de su pleno agrado, lo que importa no es la gente. Lo mismo pasa en el peronismo: cuando Cristina Fernández de Kirchner presiona afanosamente para que se haga su voluntad y lo pongan a Máximo Kirchner como cabeza de la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires, lo que le interesa no es el bien común, sino asegurar su propio poder. Por todo esto es que pasan las cosas que pasan en la vida diaria.

He aquí, el caso de las muertes producidas por el fentanilo adulterado o en malas condiciones –una verdadera tragedia– del que se viene hablando desde mayo. Sin embargo, salvo muy, muy pocas excepciones –como la de la diputada Silvina Giúdice– la dirigencia política ha venido mirando hacia otro lado hasta esta semana en la que despunta la campaña electoral. Como siempre ha sido el periodismo honesto el que ha puesto en superficie este escándalo sobre el cual ha predominado el silencio de las autoridades del área de Salud tanto a nivel nacional como de las provincias en las cuales se registraron los casos. Recién el viernes habló el ministro de Salud de la Nación, Mario Lugones. Lo que dijo, fue penoso.

Cierres de listas: Milei y Cristina priorizan su lucha de poder antes que el bien común de los ciudadanos.

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En la página de Argentina.gob.ar se lee que mediante la Disposición N° 3156/25, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) prohibió tanto el uso como la distribución y comercialización del Fentanilo HLB/Citrato de Fentanilo, concentración 0,05mg/ml, en la forma farmacéutica solución inyectable, frasco ampolla por 5 ml (presentación x 100 ampollas, según VMN); lote 31202, con vencimiento en septiembre de 2026, certificado N° 53.100. La disposición se adoptó luego de la notificación presentada ante el organismo por el Hospital Italiano de La Plata.

Pero, Seis días antes de la elaboración de los lotes de fentanilo de uso clínico contaminados, había habido un informe tanto del Anmat como del Instituto Nacional de Medicamentos (Iname) referido a una inspección en la planta del Laboratorio Ramallo, en la que se habían detectado serias anormalidades como, por ejemplo, “riesgo sanitario grave” y “falta de validaciones de procesos”. Este documento, con fecha 10 de febrero de 2025, se basa en la inspección realizada entre los días 28 de noviembre y 12 de diciembre de 2024. Es decir que, habiendo encontrado tan severas irregularidades, el informe se confeccionó dos meses después (sic). ¿Cómo es que se permitió que el laboratorio siguiera funcionando? ¿Qué pasó que no se lo clausuró inmediatamente?

El 2 de mayo, el Hospital Italiano de La Plata informó a la Anmat que la Coordinadora de Microbiología de la institución, María Virginia González, había asociado un brote de neumonía entre 18 pacientes de Terapia Intensiva, de los cuales habían muerto 15, con el lote 31202 de “Fentanilo HLB / Citrato de Fentanilo, concentración 0,05 mg/ml, solución inyectable, frasco ampolla por 5 ml” que estaba contaminado. De acuerdo con los cultivos efectuados, las bacterias encontradas –Ralstonia pickettii y Klebsiella pneumoniae– resultaron ser “multirresistentes” a los antibióticos comunes. Curiosamente, ese día, no hubo respuesta del organismo de control.

Por lo tanto, fue necesaria una segunda comunicación en la que se repitió la denuncia. Fue tras ese contacto del 5 de mayo que el Anmat dio a conocer un comunicado en el que ordenaba suspender la utilización de las ampollas de fentanilo producidas por el laboratorio HLB Pharma correspondientes al lote 31.202 debido a una investigación “por desvío de calidad” (sic). Se llegó así al 13 de mayo –es decir, cinco días después–, día en el que se ordenó la prohibición de la utilización, distribución y comercialización del medicamento. Los estudios efectuados en el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas Dr. Carlos Malbrán arrojaron como resultado que en las ampollas pertenecientes al lote 31.202 de fentanilo se detectaron dos bacterias: Klebsiella pneumonaie y Klebsiella variicola, que coincidían con las bacterias halladas en las muestras de sangre de los pacientes fallecidos a causa de las infecciones producidas por estos gérmenes.




 

domingo, 29 de septiembre de 2024

Cifras Dramáticas. Internas, celos y venganzas… @dealgunamanera

 Cifras Dramáticas. Internas, celos y venganzas…

En caída libre, Javier Milei. Dibujo: Pablo Temes. 

La cintura política del jefe de Gabinete tiene un límite. El Presidente debe poner fin a las disputas en el Gobierno. La pobreza no espera.   

© Escrito por Nelson Castro el domingo 29/10/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


La cifra es tan contundente como dramática: 52,9%. Ese es el porcentaje de pobres que hoy exhibe la Argentina. Llevado a números el guarismo estremece: 25 millones de personas. Es decir que, más de la mitad de la población vive en condiciones de pobreza. Es el número más alto de los últimos veinte años, siendo que desde 2002 la cifra ha sido siempre elevada. Es increíble que un país con las posibilidades de la Argentina esté atravesado por una realidad de la que no puede salir.

Es una realidad de tal dimensión que adquiere la categoría de verdadera tragedia, porque este nivel de pobreza acaba con las ilusiones y aspiraciones de millones de personas, cuyas vidas quedan limitadas a una mera subsistencia.

Repitiendo lo que han hecho los que lo han precedido, el Gobierno salió presuroso a echar la culpa de este presente a la gestión anterior. No es que no le asista la razón: el brutal ajuste que Javier Milei viene implementando desde el 10 de diciembre pasado es consecuencia de la herencia recibida.

Este nivel dramático de pobreza limita las vidas de millones de personas a un nivel de mera subsistencia.

Es verdad que, de no haberse puesto en práctica, hubiese sobrevenido una ola hiperinflacionaria devastadora que hubiera arrojado números peores. Felizmente, eso no ocurrió. Pero como no sucedió, la población no lo experimentó. En cambio, lo que sí está sufriendo son las consecuencias de este ajuste. Y lo que cuenta en la vivencia de cada uno es lo que le acontece y no lo que le podría haber pasado. Javier Milei, primero, y todos sus funcionarios  después, deberían tener esto muy presente.

Lo que sí está claro es que para la próxima medición no habrá excusa: ese guarismo reflejará el éxito o el fracaso del programa económico llevado adelante por el Gobierno.

En su breve paso por Nueva York, tanto el Presidente como el ministro de Economía, se llevaron una idea clara de las dudas que se generan entre quienes apoyan decididamente sus objetivos. En las distintas reuniones que tuvo con personas del mundo de las finanzas, Luis “Toto” Caputo escuchó palabras de apoyo, de aliento y también de incertidumbre. Ahí le plantearon con crudeza los interrogantes que generan el atraso cambiario, las dificultades para levantar el cepo y la sustentabilidad política y social del programa económico que llevan adelante. La conflictividad social y política representan problemas a los que los eventuales inversores les prestan mucha atención.

Cuando, invitada por Mauricio Macri, Angela Merkel visitó el país en 2016, vino acompañada por un grupo de empresarios alemanes que, teniendo algún interés en explorar la posibilidad de encarar emprendimientos en diversas áreas, quisieron ver in situ cuál era el nivel de perdurabilidad de las medidas promercado instrumentadas por aquel gobierno de Cambiemos. A esos empresarios les bastaron dos días para darse cuenta de la incapacidad de la clase dirigencial para sentar las bases de políticas estables y previsibles. Conclusión: ninguno de ellos invirtió un peso en la Argentina. “Con Macri coincidimos, pero no sabemos si será reelecto ni qué es lo viene después de él”, comentó en esos días uno de aquellos hombres con contundencia y pena.

Lo mismo sucede ahora. De esto se habla mucho en los ámbitos empresariales. Milei ha construido un personaje que produce fascinación. La tapa de The Wall Street Journal con su foto tomando el martillo para tocar la campana de apertura de la rueda del lunes en la Bolsa de Nueva York, lo demuestra. Pero con eso no alcanza para gobernar un país con las dificultades que presenta la Argentina. Los vaivenes de la casta política y sindical se encargan –con esmero– de mantener al país siempre a un paso del abismo. Sostener un rumbo determinado con acuerdos extrapartidarios es una misión imposible. Sin embargo, esas dificultades se potencian cuando el internismo y los enfrentamientos se producen dentro del propio gobierno. Vale la pena pues detenerse en la renuncia del ahora exministro de Salud Mario Russo.

Milei ha construido un personaje que fascina. Pero eso no alcanza para gobernar un país como la Argentina.

El jueves por la noche el ministro presentó la renuncia. Una parte del Gobierno salió a decir que había sido por “motivos estrictamente personales” mientras que, otra facción, intentó instalar la versión de un supuesto hecho de corrupción que la propia Sandra Pettovello le habría confesado al papa Francisco en su visita a Roma. Al poco tiempo se dijo que, en realidad, esa versión la había soltado un empresario. El rumor, sin embargo, se extendió como un reguero de pólvora. Entrada la tarde del viernes ese relato se empezó a deshilachar. Lo primero que habría que preguntarse es: ¿qué habría ganado la ministra de Capital Humano llevando una historia semejante a la Santa Sede? Nada. Además, al menos tres fuentes gubernamentales confirmaron la buena sintonía entre Russo y Pettovello. En el entorno del exministro aseguran que la cartera de Salud ya venía loteada por hombres de Mario Lugones, el nuevo ministro cercano a Santiago Caputo, que había sido contratado al inicio de la gestión como asesor. El margen de acción real del ministro saliente era cada vez más acotado y su permanencia se hacía insostenible. El joven estrella del gobierno libertario ya le tenía el boleto picado y preparaba su desembarco en la cartera. Un detalle no menor: en el off the récord aseguran que, en realidad, Caputo intentó una doble carambola –voltear al ministro y desgastar a Pettovello–. La ministra de Capital Humano es la única –por fuera de Karina Milei y Santiago Caputo– que tiene una relación de amistad y predilección con el Presidente. Eso resulta intolerable para los guardianes del poder. Una frase surgida del entorno de Russo describe la situación a la perfección: “Cuando el organigrama oficial es tan diferente del informal resulta imposible mantenerse en pie”. Más claro, agua. De un lado resisten Guillermo Francos y Sandra Pettovello y del otro, la hermana presidencial y el joven Maravilla. La cintura política del ministro del Interior para mantenerse a salvo es extraordinaria.

Javier Milei debería ordenar esta situación antes que las internas, los celos y las venganzas, terminen por llevarse puesto mucho más que un ministro.