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domingo, 21 de julio de 2024

Sin Disenso. El castigo a los infieles… @dealgunamanera...

Sin Disenso. El castigo a los infieles…

Cero en templanza, Javier Milei. Dibujo: Pablo Temes

En la semana se sumaron nuevos nombres a la larga lista de enemigos a los que el Gobierno aplica su rigor y despide.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 20/07/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

La economía sigue sin despegar. La rama ascendente de la V pronosticada por el Gobierno aún no se ve. La caída de la actividad sigue siendo fuerte. La Unión Industrial Argentina (UIA), que, por si hace falta recordarlo, se identifica con la ideas encarnadas por La Libertad Avanza, lo expresó con un documento cuidado –para no enojar al poder– pero indubitable en su significado crítico. Más allá de algunos de los intentos del oficialismo de minimizar esto, lo cierto es que hay preocupación entre sus funcionarios, lo que obliga al ministro de Economía, Luis Caputo, a adoptar medidas que son contrarias a su línea de pensamiento.

Veamos. Después de unos días en los que tanto el Presidente como el ministro se la pasaron diciendo que la disparada del dólar blue no les generaba ninguna preocupación, su impacto negativo hizo que tuvieran que actuar. He aquí, pues, una contradicción: la mano invisible del mercado fue frenada por la mano visible del Estado. Es que la brecha entre el blue y el oficial genera problemas a cualquier administración.

Aun así, los resultados no fueron los buscados. La baja del dólar no alcanzó el nivel deseado y, para colmo, esta contradicción incidió de manera negativa en el valor de los papeles de las empresas argentinas en Wall Street y produjo un aumento del riesgo país. Ante esto, Luis Caputo movió las fichas y decidió avanzar vía Banco Central con la recompra de una cifra cercana al 80% de los PUTS que estaban en poder de los bancos. Una maniobra en la que, luego de ser presionadas por el Gobierno, las entidades aceptaron participar de la operación en un nivel que fue importante y, obviamente, satisfactorio para la Casa Rosada. Así, pues, se dio un paso adelante en la tarea de desactivar uno de los focos claves con el objetivo de frenar la emisión monetaria, que es una de las causas principales que ejercen presión sobre el valor del dólar. No solo esto, la medida representa un paso determinante para el levantamiento del cepo, algo que se hace cada vez más necesario para destrabar la economía y hacer posible la llegada de las tan anheladas inversiones por parte de algunos de los grupos con cuyos mandamás el Presidente se ha venido reuniendo  en sus viajes al extranjero, principalmente a los Estados Unidos.

Ante la disparada del dólar blue, la mano invisible del mercado fue frenada por la muy visible del Estado.

Otro golpe de timón drástico –y poco creíble– se vivió en los últimos días con la intención de resucitar el peso que había sido enterrado por el Gobierno meses atrás. “Esa basura no sirve ni para abono” o “el peso argentino no puede valer ni excremento” fueron algunas de las expresiones más suaves que, en tiempos de campaña, y también como presidente, se le escuchó despotricar a Javier Milei. Sin embargo, Toto Caputo dijo esta semana sin ponerse colorado: “El peso será la moneda fuerte”, al tiempo que recomendó no comprar dólares porque sería “una mala inversión”. Tanta sorpresa causaron sus dichos que 24 horas más tarde tuvo que salir a aclararlos. “En competencia de monedas, la moneda fuerte será el peso” y aseguró que, con el correr del tiempo, va a haber cada vez menos pesos porque no se emitirán más por ninguna razón. La necesidad tiene cara de hereje; hay que frenar al dólar y achicar la brecha cambiaría.

La abrupta salida del empresario textil Teddy Karagozian como asesor del Gobierno sacudió el tablero y se sumó a la ola de despidos. Dentro del Gobierno hay quienes lo tildaban de “acomodaticio” por su buena sintonía con el kirchnerismo en el poder. No es el único. El exfuncionario metió el dedo en la llaga cuando habló de recesión y del atraso del dólar. Ahora pasó a formar parte de la larga lista de enemigos del Presidente en una semana en la que también perdió su cargo –de manera infantil– Julio Garro, ex intendente de La Plata y hombre del PRO. A los empresarios no les hace ninguna gracia esta política de mano dura con “los infieles”. En voz baja sostienen que “la cantidad de funcionarios que volaron por el aire –52 en 7 meses– genera desconfianza ya que nadie sabe si sus interlocutores tienen el puesto asegurado”. No se pueden construir vínculos de cooperación política en medio de un terremoto constante.

Milei debería recordar que aplomo, corrección y buenos modales son atributos importantes de un buen presidente.

Hablando del equipo amarillo, la ruptura y la desazón luego del enfrentamiento Macri-Bullrich es total. En lo que queda del PRO, no hacen pie. Por eso se elevaron los rumores de reaparición pública del expresidente Macri. Prepara munición gruesa para cuestionar al Gobierno e intentar marcarle la cancha. Por eso enviaron al presidente de la Asamblea del PRO, Martín Yeza, a cuestionar a la ministra de Seguridad, a quien tildó de “desagradecida” e “ingrata”. Una cosa es cierta y hay que reconocerle a Javier Milei; aun en momentos de orfandad de poder –al inicio de su gestión– aguantó estoicamente los intentos de Macri para sitiarle el Gobierno con funcionarios propios. Hoy el presente le da la razón y le permite descansar en un tablero político vacío de líderes opositores de peso. Nadie en la actualidad es capaz de hacerle sombra al Presidente.

Esa comodidad lo induce a cometer errores. En la entrevista que le concedió a Alejandro Fantino vía streaming por Neura, se lo vio desatado –una vez más– y repartiendo insultos para todos, en especial al círculo rojo y, puntualmente, contra Jorge Brito del Banco Macro. También se mostró en desacuerdo con Victoria Villarruel pero buscó bajarle el tono a la interna. Primero echa nafta al fuego y luego se calza el disfraz de bombero. La vicepresidenta, para defender al futbolista Enzo Fernández de las críticas por la canción con contenido racista que varios jugadores entonaron luego de obtener la Copa América, trató al Estado francés de “país colonialista”. Karina Milei tuvo que pedir disculpas en la embajada francesa e inmediatamente se activó el modus operandi del señalamiento público. En lugar de conversar con Villarruel en forma privada y saldar las diferencias, salieron a lavar los trapitos al sol marcándole la cancha delante de todo el mundo. Esa forma de escarmiento recuerda mucho al kirchnerismo.

Javier Milei debería recordar que el aplomo, la corrección y los buenos modales son atributos importantes de todo buen presidente.



   

domingo, 4 de septiembre de 2016

Industricidio… @dealgunamanera...

Industricidio…


Hace 40 años hubo un suicidio colectivo impactante. Cientos de miembros de una secta murieron tomando una pastilla de cianuro en la jungla de Guyana. Hombres, mujeres y niños, seguidores del líder espiritual Jim Jones, quedaron atrapados del fanatismo de construir un mundo ideal. Un sector importante del empresariado, especialmente algunas de sus primeras figuras, están actuando como esos fieles de la secta Templo del Pueblo. Existen potentes señales de alerta que no están atendiendo ni actuando en consecuencia debido a que por ahora predomina el fanatismo ideológico neoliberal como barrera a lo que consideran los peligros del populismo. Se quejan de la amenaza de las importaciones de China o del nivel del tipo de cambio pero no cuestionan las bases de una política económica que los está castigando con tenacidad.

© Escrito por Alfredo Zaiat el domingo 04/09/2016 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


La producción industrial descendió 7,9 por ciento en julio respecto al mismo mes del año anterior; la construcción bajó 23,1 por ciento interanual en julio; la venta de combustibles retrocedió 3,5 por ciento en el primer semestre, y el gasoil, insumo vinculado a la producción, lo hizo en 12,4 por ciento. Estas y otras varias estadísticas referidas al sector productivo son terribles, con caídas similares o superiores a las registradas en la crisis 2002. Insistir con la muletilla “la herencia recibida” es a esta altura una licencia poética en la reiterada partitura proporcionada a los funcionarios y voceros oficiosos por parte del departamento de propaganda y realidad virtual de la jefatura de Gabinete. La realidad no se puede tapar pese a que no se haga tapa en los grandes medios oficialistas.

Recesión, tarifazo y apertura importadora es el camino hacia el suicidio de gran parte de la industria y el comercio, con muchos de sus miembros transitándolo convencidos que de ese modo alcanzarán el paraíso de libertad sin populismo y exagerados derechos laborales. Coloquios, seminarios, jornadas empresariales buscan alimentar la creencia que siendo parte activa de la secta neoliberal los podrá depositar en la sociedad que idealizan, sin trabajadores que quieren mejorar su poder adquisitivo y sin un Estado que quiere cobrar impuestos al capital.

Es tal el grado de alienación de esa feligresía que se han convencidos que sus actuales males es por la pasada bonanza que disfrutaron con políticas intervencionistas. Uno de esos exponentes es Teddy Karagozian, dueño de TN & Platex, la principal fábrica de hilados del país, que ha paralizado gran parte de su producción por la caída de la demanda interna y el aumento de importaciones. El empresario textil culpa de esa situación a los elevados salarios de sus trabajadores y a los “incendios” dejados por el anterior gobierno que la actual gestión está “apagando”. Así es más fácil entender lo que pasó en la colonia Jonestown.


Los más fieles colaboradores del reverendo convocan a tener esperanzas, que el futuro será mejor con inversiones que llegarán aunque ahora están demoradas y que el sufrimiento de hoy asegurará la bienaventuranza de mañana. Quien lo expresó sin pudor fue el ministro de Finanzas y Deshacienda, Alfonso Prat Gay, cuando convocó a aceptar el destino del sacrificio con el espíritu Jim Jones al afirmar que “muchos de los que han perdido el trabajo conocen que este era el único camino”. 

El papel opaco de Prat Gay en el gabinete de Mauricio Macri explica la llamativa devaluación de la palabra del ministro encargado de la economía, un área clave de un gobierno. Dijo que no iba a trasladarse a precios la devaluación; que la inflación de este año sería del 20 al 25 por ciento; que bajaría el déficit fiscal; que la emisión de nuevos bonos serían para rescatar los cupones PIB pero esos dólares ya se utilizaron para financiar la fuga; que lo peor ya pasó y el segundo semestre comienza la recuperación; que la inflación no es un problema. Tantas equivocaciones en el diagnóstico, en la gestión y en el pronóstico hubiera derivado en incomodidad política en cualquier otro ministro de Economía.

Indicadores.

El fuerte retroceso de la industria del 7,9 por ciento en julio fue el peor registro desde agosto de 2002, según la serie histórica del Indec, cuando bajó 8,5 por ciento. Por la recesión y sin perspectivas de una recuperación sustancial, la utilización de la capacidad instalada de la industria es muy baja. El desagregado sectorial muestra que la siderurgia cayó 14,2 por ciento de forma interanual, la fabricación de insumos de la construcción, 11,6; la producción automotriz, 12,2; y la industria textil bajó 2,6 por ciento, con lo cual comenzó a recortar el insólito 8 por ciento de suba en lo que va del año dibujado por la nueva gestión del Indec (el índice industrial de la neoliberal FIEL anota estancamiento textil -cero por ciento– en siete meses del año). 

Con despidos, suspensiones, caída de la demanda interna e incremento de importaciones, quienes desembarcaron en el Instituto para profesionalizar la provisión de estadísticas públicas han presentado un comportamiento del sector textil que ni los más fanáticos empresarios oficialistas del sector textil estarían en condiciones de avalar.

El Sindicato de Comercio comenzó a negociar la paritaria del segundo semestre informando que se han cerrado 6500 locales a nivel nacional en lo que va del año. El Instituto de Trabajo y Economía Germán Abdala destacó que la economía sigue en caída al precisar que luego de un segundo trimestre con un descenso de 3,2 por ciento, el Índice de Actividad que elaboran marcó una contracción de 5,4 por ciento en julio, superando incluso el retroceso del mes anterior de 4,5. Esta dinámica económica refleja que la recesión no se está atenuando sino que se profundiza, estimando el ITE que la caída del PIB en este año sería superior al 2 por ciento.

Mientras que del análisis Consumer Thermometer que realiza mensualmente Kantar Worldpanel se desprende que el consumo en julio frenó su descenso en un sorprendente giro respecto al reporte anterior, la evaluación de la consultora de consumo masivo CCR advierte acerca de una caída del 3,4 por ciento respecto al mismo mes del año anterior. El relevamiento de CCR está en línea con el saldo negativo en términos reales de la recaudación impositiva vinculada al consumo interno de ese mes y del siguiente. El pronunciado deterioro del consumo se verifica también con el recorrido de los precios de la canasta básica de alimentos con alzas del 5,6 por ciento en supermercados en agosto, según el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz. 

El IPC Indec de agosto será garabateado a la baja descontando el tarifazo de gas por el freno dispuesto por la Corte Suprema de Justicia. Especialistas en la materia sugieren hacer el recálculo del índice en el mes que el Instituto computó el aumento, y no en el de la sentencia judicial. La conducción del Indec prefiere en cambio ponerse al servicio de la campaña electoral del gobierno de construir expectativas positivas, ilusoria herramienta de política económica para revertir la actual fase recesiva.


Los índices de producción industrial, consumo y actividad económica difícilmente seguirán marcando variaciones negativas tan pronunciadas en los próximos meses. Como por ahora no hay indicios de que la recesión se convierta en depresión, la supuesta mejora será simplemente por una cuestión estadística: la comparación interanual será contra meses de menor actividad. 

Esos números servirán para la construcción de la estrategia oficial de que la situación está mejorando. Podrán presentar que la economía ya tocó fondo y que ha comenzado la recuperación. Lo cierto es que el deterioro sociolaboral con incremento del desempleo y el achicamiento de la economía sin motores de impulso, con apertura, costos en alza y presiones crecientes sobre el tipo de cambio, está definiendo una situación de ahogo en muchos de los sectores productivos y comerciales.