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domingo, 3 de mayo de 2020

Operativo impunidad. Loteos en el Gobierno… @dealgunamanera...


Operativo impunidad. Loteos en el Gobierno…

“Conmigo esto no pasaba...” Mauricio Macri. Dibujo: Pablo Temes

En el juego de la oca que se vive en el seno del poder, la vicepresidenta sigue avanzando.

© Escrito por Nelson Castro el Sábado 02/05/2020 t publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

No es cierto que Alberto Fernández no haya estado involucrado en el escandaloso asunto de la liberación de los presos que indignó a la inmensa mayoría de la sociedad.

Este episodio, que tuvo su origen en la inexplicable prisión domiciliaria otorgada a Amado Boudou, continuó con la desembozada gestión del secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, en pos de la obtención del mismo beneficio para Ricardo Jaime y Martín Báez.

Tras una versión errónea –que señalaba que el Presidente se había enojado con esta actitud de Pietragalla– se hizo público un apoyo abierto del jefe de Estado hacia su secretario.

En el medio apareció el titular de la Comisión por la Memoria de la provincia de Buenos Aires, Cipriano García, diciendo que “hay que lograr la liberación de la mayor cantidad de presos posible”. Ya no quedaron pues dudas. Era un intento indiscutible de utilizar la pandemia para avanzar en un plan con un objetivo claro: la impunidad. Todo esto, agregado a la irresponsable decisión de otorgarles a los detenidos teléfonos celulares para que se comunicaran sin restricciones con quienes quisieran, tuvo como resultado el motín del penal de Villa Devoto.

En el documento que se firmó en la tarde del viernes 24 de abril se incluía la palabra “conmutación” de penas.    

El cacerolazo del jueves fue una cachetada para el Gobierno. El tardío mensaje de AF intentando despegarse del operativo impunidad que quisieron montar sectores de su gobierno no alcanzó a frenar la indignación de mucha gente que incluso lo votó.

El episodio, además, generó internas fuertes dentro del gabinete. No son un secreto las diferentes posturas que en este caso –como en otros– vienen manifestando la ministra de Justicia, Marcela Losardo, y el secretario de esa cartera, Juan Martín Mena.

Mena es un cuadro del kirchnerismo. Losardo, una abogada destacada que históricamente trabajó al lado de AF, quedó descolocada y disgustada con la maniobra de Pietragalla Corti invocando la figura del amicus curiae para pedir la virtual liberación de Jaime y de Báez.  “Fue una disputa caliente, pero estuvo manejada”, afirman desde el entorno de la ministra.  

Los derechos humanos de los presos deben ser respetados absoluta y puntillosamente. Eso no significa su liberación ni consagrar su impunidad. El presidente de la Asociación de Fiscales, Carlos Rívolo, fue muy claro al fijar su posición sobre el tema y la de la asociación: “Hay que respetar las normas de aislamiento e higiene. Para eso hay que utilizar dependencias de la Escuela de Policía, cuarteles de la Gendarmería y de las fuerzas de seguridad, para darles albergue durante el tiempo que dure la cuarentena”, dijo con total claridad.

Otra de las falacias fue decir que las excarcelaciones serían solo para los detenidos por delitos leves y no para narcotraficantes, asesinos, femicidas y violadores. Los hechos demuestran que esto no se ha cumplido. Hay más de un violador con domiciliaria a metros de donde viven sus víctimas, sin ningún tipo de control.  

Este conflicto también interpela al Poder Judicial. Casos como el del juez que le otorgó la domiciliaria a un individuo con graves trastornos psiquiátricos que vive en situación de calle y no tiene domicilio, o el del juez Víctor Violini –un militante kirchnerista devenido juez–, que abrió las puertas de las cárceles bonaerenses a unos 2.300 presos, o el de los jueces de Neuquén Liliana Deiub, Federico Sommer y Richard Trincheri, integrantes del Tribunal de Impugnación, que liberaron a una persona acusada de abusar de su propio nieto, son escandalosos.

Otras de las falacias por parte del poder político y de los sectores K ha sido la de querer asimilar la situación a lo ocurrido en España y en Italia, donde las domiciliarias fueron muy pocas y limitadas a personas con delitos leves. Nada que ver con lo que sucedió aquí.

Loteos del poder. Esta semana hubo dos. El más resonante fue en la Anses, con la cesación de Alejandro Vanoli y la designación en su reemplazo de Fernanda Raverta. Vanoli había quedado muy golpeado por su irresponsabilidad al mandar a cientos de miles de jubilados y pensionados a hacer largas colas en medio del frío para cobrar sus magros haberes. No fue el único tema. La mala implementación del Ingreso Familiar de Emergencia, más otros desmanejos, lo dejaron colgando de un piolín.

Las voces dentro del poder que no quieren a Vanoli –que no son pocas– subrayaron que para el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, fue un verdadero placer pedirle la renuncia. Igual, ya le dieron otro puesto. Parece que el Presidente volvió a olvidar su promesa de volver para ser mejores.

El ascenso de Raverta representa la apropiación de ese organismo por parte de La Cámpora. "La Anses ya es nuestra", expresan sin tapujos conspicuos referentes de la organización K. No es un dato menor. La Anses es caja  para proyectos políticos electorales y para hacer negocios. Y el kirchnerismo las domina todas. Las otras dos son el PAMI e YPF.  

Hablando de la empresa petrolera, ahí también hubo novedades de peso y de pesos: la designación del nuevo CEO. Se trata de Sergio Affronti. Sus antecedentes profesionales son muy buenos, pero el dato más significativo es su vinculación con Miguel Galuccio, es decir, con Cristina Kirchner.  

En el juego de la oca que se vive dentro del poder, la vicepresidenta sigue avanzando. Mal que le pese al Presidente, esa es la verdad. La situación no deja de ser paradojal porque, en el colectivo social, la valoración de AF sigue siendo muy positiva. Su figura se ha venido consolidando a partir de la cuarentena. Habrá que ver cómo lo afecta el bochornoso tema de la liberación de los presos.

La cuarentena fue un acierto sanitario y político que, más allá de la comunicación llena de contradicciones del anuncio de la fase 4, ha permitido al Presidente consolidarse en el poder. La relación fluida con los intendentes del conurbano bonaerense lo ha ayudado y le ha permitido dejar a un lado tanto a Axel Kicillof como a La Cámpora.

Todo esto no hace más que acentuar la evidencia de un gobierno bicéfalo en el que el kirchnerismo busca avanzar en su objetivo doble de lograr impunidad y manejar las cajas del Estado para consolidar su poder. Alberto Fernández debería presentar mucha atención a esto. Lo ayudaría recordar la frase de Montesquieu: “Para que no se pueda abusar del poder, es preciso que el poder detenga al poder”.






domingo, 26 de junio de 2016

Los tiempos de Comodoro Py… @dealgunamanera...

El juez y el fiscal tenían datos claves de Suiza sobre Lázaro desde 2014...

Lázaro Báez, detenido. Foto: Telam

Ocaña y Garrido le habían entregado copias de un fallo de la Justicia de ese país. Recién el jueves, con más detalles, citaron a los hijos de Báez.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 26/06/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La maniobra por la que el juez federal Sebastián Daniel Casanello y el fiscal federal Guillermo Marijuan han llamado a indagatoria a los cuatro hijos de Lázaro Báez –Martín, Leandro, Luciana y Melina– ha sido perfectamente esclarecida. Todo comenzó con la apertura en Panamá de una empresa offshore a la que se llamó Kinsky Foundation. En 2011, esta empresa extendió un poder a Helvetic Service Group –la firma cuyo propietario, Marcelo Ramos, está prófugo y con pedido de captura internacional– para que sirviera de conducto a través del cual se buscó hacer circular la plata negra que pertenecía a la familia Báez.

Una vez completada esta autorización, Kinsky Foundation procedió a abrir una cuenta en el Banco Safra de Ginebra, a través de la cual se movieron alrededor de 20 millones de dólares pertenecientes a Austral Construcciones, la empresa madre del Grupo Báez. Pero eso no fue todo. Hubo 5 millones de dólares más atribuidos a la firma Epsur, que es la compañía del grupo que se dedica a la actividad petrolera. Ahora se sabe que los titulares de esa cuenta bancaria son Martín, Leandro, Luciana y Melina Báez, quienes, además, son los beneficiarios de la Kinsky Foundation.

Por otra parte, cabe consignar que el abogado Jorge Chueco y el contador Daniel Pérez Gadín eran, a su vez, los directores de la Kinsky Foundation y de la Tyndall Limited Inc., empresa que fue abierta en Panamá con una cuenta que funcionaba desde 2011 en el Banco Lombard Odier, con sede en Ginebra. Este banco, con antecedentes floridos en maniobras de lavado de dinero, fue mencionado por Leonardo Fariña en su declaración ante el juez Casanello. Por si alguien lo olvidó, hay que recordar que tanto Chueco como Pérez Gadín están procesados y presos por estar acusados de lavar dinero.

En los últimos meses del año 2011, Tyndall Limited recibió tres transferencias por un monto total de unos 700 mil dólares provenientes de la empresa Teegan Inc., que también había sido abierta en Panamá y estaba a nombre de Martín Báez. Hubo una transferencia más originada en la firma Worldwide Investments Properties LTD, poruna suma de 299.970 dólares.

Tanto para el juez Casanello como para el fiscal Marijuan, la maniobra se completa con la transferencia de dinero que se hizo desde la Kinsky Foundation y la compañía Wodson Internacional SA hacia Helvetic Service Group, con la finalidad de comprar bonos de la deuda pública, instrumento que se utilizó para hacer reingresar al país ese dinero ya “lavado” y “blanqueado”.

Hasta aquí, todo lo referente a la operatoria para llevar adelante la maniobra. Pero en lo referente a la investigación y sus tiempos, ¿qué hay detrás del anuncio del viernes realizado de manera espectacular entre bombos y platillos por el doctor Casanello? Lo primero que hay que señalar es que fue el fiscal José Campagnoli junto a su equipo al frente de la Secretaría de Investigaciones Penales quien, a partir de los dichos del financista Federico Elaskar –que manejaba La Rosadita– y Leonardo Fariña, promovió la investigación de la maniobra y en menos de 48 horas corroboró parte de las declaraciones y referencias manifestadas por “los arrepentidos”. Al cabo de veinte días, el equipo de Campagnoli ya tenía el mapa del origen del dinero y gran parte de la ruta. 

La causa terminó en el juez Casanello con los detalles del trabajo realizado por el fiscal. Vale decir que transcurrieron más de dos años con la investigación prácticamente dormida en algún cajón de los tribunales. José Campagnoli fue desplazado por la procuradora Gils Carbó y la Secretaría de Investigaciones Penales disuelta y condenada al olvido.

Pero todavía hay más. La Justicia suiza emitió dos fallos entre marzo y junio de 2014 que, de haber sido tenidos en cuenta por Casanello, hubieran sido vitales para el avance de la investigación sobre lavado que involucra a Báez y las más altas esferas del poder. La legisladora Graciela Ocaña y el diputado nacional (MC) Manuel Garrido se involucraron en el caso y le enviaron al juez apodado “tortuga” copias del fallo dictado por los tribunales suizos y la correspondiente traducción para evitar dilaciones.

Para sorpresa de todos, la investigación de los jueces de la Confederación Helvética ya había bloqueado hacía dos años las cuentas vinculadas a los hijos de Báez. Casanello no podía desconocer esta información y, como prueba de ello, obra el escrito presentado por Ocaña al propio juez:

“Acompaño una traducción no oficial de los fallos, para facilitar la comprensión de algunos datos interesantes que allí aparecen, como por ejemplo:

a) El Ministerio Público de la Confederación logró que se dispusiera el secuestro e inmovilización de una suma muy significativa de dinero depositada en cuentas bancarias, ya que podría tratarse de activos provenientes de actos de corrupción;

b) Se hace mención a 15 millones de dólares enviados en pequeñas cantidades y colectados en una cuenta (típica operación de lavado desagregado e integración);

c) El cierre de cuenta en un banco, ante la imposibilidad de explicar el origen de la operación que fue génesis de los fondos depositados; c) envío de su saldo a otro banco, a cuenta de una ignota y sospechosa fundación”.

En otras palabras, parte de lo anunciado por el juez como una novedad podría haber sido develado mucho antes. El único descubrimiento fue aportado por la Unidad de Información Financiera (UIF) –ahora en manos de profesionales sin comisarios políticos–, que confirmó que aquellas cuentas suizas pertenecen a los hijos de Báez.

Toda esta serie de hechos que conmueven al país han dejado al Frente para la Victoria en estado de shock. La diáspora que había comenzado a principios de año no tiene otra alternativa que profundizarse. “Lo de López marca un antes y un después”, señaló un dirigente clave del kirchnerismo bonaerense. Pero no son sólo las valijas llenas de millones de dólares de López o las cuentas no declaradas de los hijos de Báez lo que está en la génesis de esta hecatombe; también están las cartas de CFK, que desde su irrealidad trata de convencer a los suyos de que todo este escándalo le es ajeno. 

López es Kirchner; Báez es Kirchner; De Vido es Kirchner; Jaime es Kirchner. “Uno aprende, cuando se hace viejo, que ninguna ficción puede ser tan extraña ni parecer tan improbable como lo sería la simple verdad”. (Emily Dickinson). Es lo que muestra esta historia de bolsos, billetes, bóvedas y valijas.

Producción periodística: Santiago Serra.

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domingo, 1 de mayo de 2016

Mani pulite las pelotas… @dealgunamanera...

Mani pulite las pelotas…

Martín Báez, clave en la causa de la Ruta del dinero K, aún sigue en libertad. Foto: Cedoc

En diferentes niveles del Gobierno y de la Justicia se discute la dosis de transparencia y castigo que mantengan gobernable la Argentina.

© Escrito por Javier Calvo el domingo 24/04/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Por momentos pareciera que el epicentro del poder se corriera hacia Comodoro Py. Muchos jueces y fiscales que desde hace años “muñequean” las investigaciones a funcionarios públicos lucen ahora implacables, impolutos, heroicos y como ejecutores inflexibles de la Justicia en castigar la corrupción.

Convendría aclarar algunas cosas. Cierto es que hay descontrol en algunos juzgados y fiscalías. Operadores y amigos acaso no tengan tanto peso ya. Y sus mandantes se preocupan, sean ellos el Gobierno, el ex gobierno, sectores de inteligencia, intereses privados o el propio Poder Judicial.

No debería entenderse este peculiar proceso sólo como un súbito arranque de independencia o de postergadas venganzas. Más bien se podrían hallar explicaciones desde una demostración de fuerza: con nosotros o el caos.

No hay mejor defensa que un buen ataque, y en Comodoro Py sobran las preocupaciones. Ya el kirchnerismo fue más que duro con aquellos que osaron algún desafío y amenazó su autonomía con la Procuración, el Consejo de la Magistratura y Justicia Legítima. Ahora Cambiemos los apestilla con una reforma judicial y con el ciclón Carrió.

Pero jueces y fiscales federales no están locos ni comen vidrio. Ayer, Perfil reveló el pacto de silencio en torno a la causa sobre la ruta del dinero K: todo queda en Lázaro Báez y su séquito (Pérez Gadín, Chueco y siguen las firmas) en tanto y en cuanto su hijo Martín no vaya preso. Báez Jr. es uno de los protagonistas estelares del video de La Rosadita y participa en las sociedades y cuentas sospechadas, por lo que deberían caberle las mismas figuras legales por las que toda la banda está procesada y detenida.

Sin embargo, el juez Casanello y el fiscal Marijuan lo mantienen libre. Lo dijo la mamá de Martín: si lo apresan, hablan. Y hablar significa tirar hacia Cristina. Y tirar hacia Cristina puede impactar políticamente y arrastrar a muchos actores económicos.

En diferentes niveles del Gobierno y de la Justicia se discute la dosis de transparencia y castigo que mantengan gobernable la Argentina. No es un debate desinteresado: hay protagonistas de esos dos poderes que se arriesgarían a que el barro los manche, como sucede en Brasil o como ocurrió antes en Italia.

Justamente, por interés personal o republicano, algunos de los que defienden ponerles ciertos límites a las sanciones penales contra la corrupción plantean la experiencia itálica de su mani pulite: barrió a todo el sistema político, pero no terminó con los corruptos y le abrió la puerta a Berlusconi.

Bajo ese paraguas teórico, Martín Báez, Julio De Vido y Cristina Kirchner siguen libres.


sábado, 23 de abril de 2016

Dios te SAME, Crescenti. Pienso yo, que no creo... @dealgunamanera...

Morir cada vez más joven…


Alta noche. Pienso. Hijos del poder. ¿Qué hubiera sido de Mauricio Macri si una pasión insólita no lo arrastraba a la orilla? Un proyecto offshore más girando alrededor de Franco, su padre. Qué es ahora Martín Báez sino otro bolso de Lázaro. ¿Y Máximo? Un chico, olvidado en el Sur que a sus cuarenta años trata de zafar y se hace cargo de lo que le tocó. Facundo “El pollo” De Vido, consumido a la sombra de Julio, su padre. Julieta Jaime, que le prestó el nombre a su padre Ricardo, y escrituró para siempre la propiedad de una culpa insoportable. Desde las cumbres políticas o económicas, los apellidos empujan y ruedan nombres de pibes al abismo de la vergüenza.

© Escrito por Carlos Ares el viernes 22/04/2016y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Romina, la hija del “Bombón” Mercado y Alicia Kirchner, involucrada en el lavado de Hotesur. Sebastián, el hijo de Daniel Pérez Gadín, el contador de Báez. Luis, hijo del diputado Luque, condenado por el asesinato de María Soledad Morales en Catamarca. Lautaro y Eduardo (Braun Billinghurst), Germán (Braillard Poccard), Horacio (Pozo) Francisco (Méndez), Gonzalo (Marasco), Andrés (Gallino), los “hijos del poder” en Corrientes, acusados por la muerte de Ariel Malvino en una playa de Brasil. Gabriel Alperovich, encubierto de las sospechas del crimen de Paulina Lebbos bajo el ala de su padre José, el ex gobernador de Tucumán.

Todos ellos, ya mayores, recuperados de sus penas o castigos, nunca dejarán de ser hijos de. ¿Quién y cómo se resiste a esa violación del derecho al propio orgullo, a la dignidad? La diputada Victoria Donda todavía visita en la cárcel a su “apropiador”, el ex prefecto Juan Antonio Azic, en prisión perpetua por delitos de lesa humanidad. Hija de desaparecidos, Victoria no sabe cuándo es su cumpleaños. Nació, algún día de agosto de 1977, en la Escuela de Mecánica de la Armada, donde estaban secuestrados sus padres. 

“El poder es impunidad”, definió Yabrán. ¿Impunidad o condena? Duele saber. Más, negar. La tanza del invisible cordón filial rodea el cuello. Aprieta y ahoga en mitad de la noche.  Andan necesitados, seguramente, de lo que faltó: ejemplo, decencia, la palabra honrada, justa. Y, sobre todo, un silencio que escuche y comprenda. A cambio, recibieron todo lo que un padre patrón poder puede dar. Nada. Nada de lo que de verdad importa. El cuento se lo tuvieron que escribir y contar solos.

Miraba. Hace ya unos cuantos años, el Saturno devorando a sus hijos, de Goya, en el Museo del Prado de Madrid. Como se sabe, la pintura –como la de Rubens– alude al mito del tiempo que se devora todo y se traga a sus propias criaturas. Veo, ahora, en esa imagen, la avaricia, la ambición de eternidad que desgarra a dentelladas cuerpos adolescentes y bebe de su sangre y de sus sueños.

Miro. Pienso. Este tiempo no es aquél. En los pasillos del museo los pies se demoraban en susurros. Ahora, los pasos del monstruo retumban, su corazón late a la velocidad de la luz y de la sombra. Es, a la vez, frágil, instantáneo, táctil, líquido, fugaz. Se siente, se sabe que está, que pasa. De pronto, entra en convulsión y se engulle a cinco pibes antes del amanecer, enseguida se limpia la espuma de la sangre con el antebrazo, salta, baila un poco más y se va. Ya no es, ya fue.

El estridente ulular de las ambulancias siempre desesperadas, deshizo la escena del museo y desanudó el tránsito de la madrugada en vela. Desde la ventanilla, al socorro urgente, como si fuera una pantalla de televisión, un médico, entre lágrimas, ruega: “besen a sus hijos al despertar por la mañana. No veamos más camas vacías”.

Dios te SAME, Crescenti. Pienso yo, que no creo.

Veo. Pibes durmiendo en los umbrales. Pibes sin laburo. Empacados. Sin posibilidades de saber, de entender. ¿Qué hay para ellos a cambio de apurar el tiempo que los devora?  Hijos de la ambición, del relato, hijos de lo que hay, de los restos, de la miseria, del vacío. Soldaditos de una guerra perdida.

Sacrificios ofrecidos a un poder insaciable. Demasiado robo, demasiado olvido, demasiada muerte, demasiado joven. Y sólo el SAME, de última. 



sábado, 31 de octubre de 2015

¿Si esto no es "Choreo"... El "Choreo", donde está?... @dealgunamanera...

Caso Báez: cómo se pagó un campo vía EE.UU. para ocultar a su dueño...

Mail1 y reporte. Fariña pidió al entonces encargado de SGI transferir US$ 5MM para comprar el campo. Copió a Martín Báez, y al abogado de Lázaro. El reporte del Citibank prueba como camuflaron el origen de los fondos. Foto: Cedoc

“El Entrevero”, en el Uruguay, se le adjudica al empresario. Perfil revela mails y documentos bancarios sobre cómo SGI realizó la operación “para el jefe” de Fariña.

El caso Lázaro Báez no tiene una sola “ruta del dinero”. El campo “El Entrevero”, en Punta del Este, Uruguay, que la Justicia le atribuye al empresario y socio presidencial, se pagó a través de una cadena de sociedades anónimas, bancos de los Estados Unidos, Panamá y Uruguay que dejan en evidencia el punto clave del caso: todo se hizo para evitar que se identifique el origen del dinero, de los supuestos US$ 14,5 millones que costó la propiedad uruguaya, y su verdadero dueño. Perfil  accedió a documentos bancarios y correos electrónicos entre Leonardo Fariña; el entonces encargado de la financiera SGI, Gustavo Fernández; la escribanía que realizó la compra-venta en el Uruguay y el dueño del campo de 150 hectáreas.

Los documentos aclaran algunos de los puntos oscuros de este caso, que puede llevar a Báez a un procesamiento por presunto lavado de dinero en Argentina y en el Uruguay.

La Justicia, en ambos países, ya tiene probado que Fariña compró este campo en nombre de un tercero; que del negocio participaron testaferros y dos sociedades anónimas, y que actualmente la propiedad está a nombre de Jumey S.A., presidida por Daniel Pérez Gadín, el abogado de Báez y ex administrador del hotel de la familia Kirchner Alto Calafate. Báez niega ser el dueño del campo.

Según uno de los mails, el 9 de marzo de 2011 a las 12:14 p.m., Fariña escribió al entonces encargado de la financiera SGI, Fernández, y copió a Fabián V. Rossi, Daniel Pérez Gadín y Martín Báez, hijo y heredero de Lázaro, pidiendo que “la Rosadita” envíe US$ 5 millones de pesos como primera parte del pago del campo  “Esta transferencia es para el jefe”, dijo. El dinero iba a llegar en efectivo y en euros a la financiera de Puerto Madero a través de “Carlos”.

También debían trasferir US$ 250 mil para el escribano desde el Bank of New York al Santander de Uruguay, y enviar otros US$ 5 millones al Banco República de ese país. Pero no salió directo de SGI. Legend Enterprise INC, una sociedad de Uruguay creada para mover dinero entre bancos y países en nombre de terceros que no deben aparecer en el sistema, sacó parte del pago de su cuenta en un paraíso fiscal y lo transfirió vía Citibank de Nueva York al vendedor del campo.


El dueño de “El Entrevero”, el ciudadano paraguayo Walter Kobylansky pidió que el dinero sea enviado a una cuenta del Prival Bank de Panamá a su nombre. En ese país, tiene una fábrica de productos de cacao y chocolate. A través de la cuenta de su empresa Kodisa confirmó la recepción de parte del dinero. Los pagos fueron en cuotas. Al menos uno de ellos fue por casi US$ 1 millón, salió de las Antillas Holandesas, pasó por el ex banco Wachovia, y llegó al Prival Bank el 16 de marzo de 2011, según el reporte del Citi- bank al que accedió Perfil, por donde tamién pasaron los fondos.

¿Por qué la sociedad Legend Enterprise pagó parte de un campo que no le pertenece? Porque está hecha para esos fines. En el Uruguay, la propiedad se puso a nombre de Traline SA, presidida por Maximiliano Acosta, amigo de Fariña. Acosta admitió ante el juez federal Sebastián Casanello que fue puesto a cargo de la sociedad adquirida para la compra de “El Entrevero”. Más tarde, cuando Báez rompe relaciones con Fariña, el campo se puso a nombre de Jumey SA, de Pérez Gadín.


Los mails coinciden con gran parte del testimonio de Acosta: las fechas, los operadores, la escribanía, entre otros datos. La Justicia deberá rastrear a través de los servidores si estos correos son recuperables como prueba judicial, informaron fuentes de la causa.

El ex dueño de SGI, Federico Elaskar, dijo a Perfil que durante la compra del campo él estaba “de licencia” y en los Estados Unidos, y que no participó de la maniobra. Carlos Molinari, ex expleador de Fariña, negó ser el “Carlos” que llevó los millones de euros a SGI para cubrir los US$ 5 millones de la cuenta de Legend Enterprise en el First Caribbean Bank.

© Escrito por Emilia Delfino el sábado 31/10/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Vendedor. Pasaporte del dueño del campo enviado por el operador inmobiliario a Fariña el 17/3/2011. Foto: Cedoc

Escribanía. El estudio Pittaluga Shaw envía copia del pasaporte del dueño de "El Entrevero". Foto: Cedoc

El campo a nombre de una S.A. del abogado de Báez. Foto: Cedoc

Mail2. Maximiliano Goff Davila, operador inmobiliario, recibe la confirmación del vendedor del campo. Foto: Cedoc

Aviso de Transacción. Foto: Cedoc