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domingo, 19 de junio de 2016

La libretita K… @dealgunamanera...

La libretita K…

Amén. Julio De Vido. Dibujo: Pablo Temes.

Néstor cooptaba intendentes con fondos que repartía López. Qué busca Lázaro.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 19/06/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Una de las tareas a las que dedicaba más tiempo Néstor Kirchner durante la primera presidencia de su esposa fue el análisis de las necesidades de fondos para obra pública que tenían los municipios de los principales distritos electorales del país. Una vez concluido ese análisis, el ex presidente en funciones llamaba a sus intendentes para asegurarles la asignación directa del dinero en cuestión, cuyo monto anotaba en una libreta con tapas de hule. El funcionario encargado de instrumentar esos pagos era el secretario de Obras Públicas, José López, persona de trato diario y directo con el matrimonio Kirchner.

De los muchos casos de desmanejos de fondos públicos en los que estuvo involucrado el entonces Ministerio de Planificación Federal que conducía Julio De Vido y la Secretaría de Obras Públicas a cargo de su segundo, José Francisco “Josecito” López, uno de los más emblemáticos fue el programa Misión Sueños Compartidos, destinado a la construcción de más de 4.500 viviendas con fondos públicos a un costo para el Estado de $ 1.300 millones.

Ambos funcionarios eran los responsables de la operatoria de financiamiento, es decir, de la distribución de ese dinero, según consta en un informe de la Auditoría General de la Nación cuando estaba a cargo de Leandro Despouy. Esa auditoría dejó al descubierto datos sorprendentes que hoy cobran nueva relevancia.

El menú de irregularidades incluye la contratación directa de la Fundación Madres de Plaza de Mayo (FMPM), destinada al desarrollo del programa y a la ejecución de obra, la ausencia total de controles del Estado sobre el seguimiento de los trabajos y el cumplimiento de las reglas de los empleadores para con la mano de obra aplicada, la deficiente calidad de las viviendas, falsificaciones de firmas y documentos y las aprobaciones de obras sin los requisitos mínimos indispensables.

Tanto a López como a De Vido, responsables finales del control en sus respectivos cargos, se les “escapaban” millones de pesos que quedaban en el camino.

El caso del “ingeniero López”, como lo llama la ex presidenta en su increíble y desafortunada carta, ha producido una implosión de consecuencias imprevisibles dentro del Frente para la Victoria y del peronismo. La misiva de Cristina Fernández de Kirchner ha dejado perplejos a muchos de sus seguidores. En la mayoría del peronismo se vive un tembladeral. Resulta curioso apreciar cómo hay quienes se encuentran sorprendidos. La corrupción durante los años del kirchnerato “no fue magia”; por el contrario, tuvo una ejecución planificada.

A esos fines, el kirchnerismo actuó como una banda en la que tanto su jefe, Néstor Kirchner, como el resto de sus  integrantes procedían de Santa Cruz. El ex presidente dejó su impronta no sólo por haber sido su ideólogo sino también por haber determinado su modus operandi. De ahí la aparición repetida en cada uno de los episodios con que la realidad nos impacta cada día de cajas fuertes, bolsos, bolsas y valijas llenas de billetes, principalmente dólares y euros. Desde Antonini Wilson a Báez.

Hablando de Lázaro –en medio de un mediático operativo fogoneado por él mismo y otros sectores interesados–, pidió a la Sala II de la Cámara Federal presentarse ante el tribunal en lo que se presumía sería un aporte de pruebas de lo anteriormente dicho por su hijo Leandro en relación con el posible vínculo del juez Casanello con la ex presidenta que derivó en un pedido de recusación del juez.

En esa audiencia del lunes 6, Báez sorprendió por la pobreza de sus argumentos y ni siquiera hizo mención a los datos aportados por el abogado de su hijo menor, Santiago Viola. Es decir, no referenció aquel vínculo. El martes 7, los abogados de Leandro Báez se presentaron  en queja ante la Cámara observando que el tribunal “no había indagado lo suficiente al padre de su defendido y que en esas condiciones no se había podido explayar”.

En realidad, los miembros del tribunal Martín Irurzun, Horacio Cattani y Eduardo Farah habían tomado todos los recaudos para que Báez pudiera dar detalles, pero no lo hizo. Los abogados avisaron que “tendrían que presentar un escrito” para ampliar aquella declaración. El escrito finalmente llegó el viernes 10 en forma de carta  de puño y letra por el propio Lázaro Báez. Carta que se filtró a los medios  y que sostenía que Báez había visto a Casanello en la quinta de Olivos.

La misiva estaba certificada por el agente penitenciario pero los jueces observaron un detalle no menor: la caligrafía era a simple vista, completamente distinta a la del primer escrito presentado por el zar de la construcción en tiempos de la era K. Estaba igualmente certificada que la anterior lo que podría haber pasado es que el primer escrito haya sido redactado por alguno de sus abogados, lo que evidenciaría una estrategia más que una palabra espontánea del investigado.

El abogado Santiago Viola confirmó que la segunda misiva fue escrita delante suyo de puño y letra por Lázaro. Primera duda despejada. Pero ¿porque el empresario recurrió al abogado de su hijo para presentar un escrito tan delicado y no acudió a sus propios letrados?

En los tribunales arriesgan dos hipótesis: la primera sostiene que lo hizo porque el “incidente de recusación no fue presentado por Báez padre y sus abogados sino por su hijo y Viola”; la segunda hipótesis tiene más adeptos y sostiene que “Báez ya no confía en sus abogados”. “Podría ver en ellos la mano del cristinismo”, dicen fuentes cercanas a la causa.

Por su parte, los jueces han decidido avanzar con pie de plomo. “Este partido se juega día a día”, sostienen allegados. El tribunal informó a los letrados de los Báez que podrían hacer una nueva presentación de manera escrita u oral para brindar más detalles sobre los posibles vínculos de Casanello. ¿Por qué? Porque en la carta que trascendió a los medios sólo se describe vagamente un encuentro en Olivos con fecha aproximada entre el juez de instrucción y la presidenta y, para colmo, en la misiva Báez dice: “Ustedes –en referencia a los camaristas– tienen todos los medios para corroborar lo dicho”. Sin embargo, fuentes inobjetables aseguran que “ni Leandro Báez ni su abogado tienen pruebas y no tienen la potestad de mover nuevas fichas porque Lázaro tiene sus propios abogados”. Esta información ya está en poder de la Cámara.  

Si es una coartada de Báez para mover al juez, el tiempo se le acaba para acreditar prueba; si dice la verdad, en Comodoro Py lo esperan hasta el lunes o martes inclusive. “El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”, dijo Lord Acton. El kirchnerismo le dio la razón.

Producción periodística: Santiago Serra.





domingo, 12 de junio de 2016

Salud y balance… @dealgunamanera...

Salud y balance…

Lázaro Real State, Lázaro Báez. Dibujo: Pablo Temes

Cómo sigue el Presidente tras la arritmia. La frustración Báez. Y los seis meses de gestión.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 12/06/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Mauricio Macri ha evolucionado bien de su fibrilación auricular. Los controles que se le hicieron en la semana lo confirmaron. Durante un mes estará medicado con un antiarrítmico –la droga que se eligió es la amiodarona– y un anticoagulante. Cumplido ese lapso se le realizará un Holter (que es un electrocardiograma de 24 horas) y, basándose en sus resultados, se decidirá qué hacer. Si, como esperan sus médicos, esos resultados son normales, se procederá a discontinuar la medicación.

Mientras tanto, el Presidente puede hacer una vida normal. Como lo contó el doctor Simón Salzberg, jefe de la Unidad Médica Presidencial y quien estuvo a cargo del caso, cuando se le informó que debía internarse la primera respuesta de Macri fue negativa. Luego del secretismo con el que se quiso ocultar el tema –el artículo de Jorge Fontevecchia del domingo pasado lo describe de manera impecable–, la información fue clara. Contribuyó a ello que el mismo Salzberg hablara con los medios para aclarar todas las preguntas que ningún parte médico puede satisfacer. Al respecto, una observación y una sugerencia.

La observación: el parte médico no llevaba firma. La sugerencia: sería bueno que dentro de un mes, cuando Salzberg deba informar los resultados del chequeo, se le asigne la Sala de Prensa de la Quinta de Olivos o de la Casa Rosada para que pueda hacerlo con el orden y la tranquilidad que amerita la importancia de la información que suministre y responder las preguntas que se deriven.

Lázaro Báez.

La semana previa a la declaración de Lázaro Báez ante la Sala II de la Cámara Federal estuvo plagada de expectativas que fueron fogoneadas por el entorno del empresario y por abogados y fuentes judiciales que funcionan como satélites interesados. La irrupción en escena de Leandro Báez, el hijo menor, asegurando que el juez Sebastián Casanello dirigía la investigación hacia su padre sin ahondar en los funcionarios aumentó la expectativa. El tribunal formado por Martín Irurzun, Horacio Cattani y Eduardo Farah, que esperaba la declaración de Lázaro con interés, debatió la forma y las garantías que se le darían para que todo lo que dijera el pasado lunes 6 quedara asentado.

El testimonio se grabó, pero el clima de expectativa se desinfló. Báez no sólo no hizo alusión al supuesto vínculo entre Casanello y Cristina, sino que se mostró hosco y medido en sus palabras. En la previa se creía que el empresario iría a declarar para acreditar ese vínculo, presentar los números de cuentas bancarias de la ex presidenta y acogerse al programa de arrepentidos. Nada de esto sucedió. Su exposición fue tan poco interesante que, a los veinte minutos, se dio por finalizada la audiencia.

Superada esta instancia, la calma volvió a Comodoro Py. No obstante, el clima sigue enrarecido. Una pregunta flota en el entorno de los jueces: si el dinero de Báez provenía de la obra pública, más allá de su asignación de manera preferencial y de los sobreprecios, se estaría ante un origen lícito. “Los sobreprecios son otra historia y el juez parece bien rumbeado en esa investigación, pero, por más que el delito de lavado de dinero suena bien ante la opinión pública, deberá quedar bien acreditado”, asegura una fuente tribunalicia.

Quienes conocen el proceder de la Sala II aseguran que el tribunal se tomará al menos diez días más para expedirse sobre la situación del juez Casanello y otros pormenores de la causa. “Los magistrados quieren volver a revisar todo el expediente para desentrañar una maraña de incógnitas que van más allá del accionar del juez”, aseguran.

Otro dato para recordar: en diciembre de 2015 Casanello dictó la falta de mérito de Báez en el caso del presunto lavado de dinero por la compra de un campo en Mendoza, fallo que el fiscal no apeló.

En la Justicia todos dan por segura la relación o sociedad entre Báez y la ex presidenta, pero hay demasiadas inconsistencias en el expediente que, de tomar decisiones apresuradas, complicarían la acreditación de ese vínculo.

Balance.

Se cumplieron los primeros seis meses de la gestión de Mauricio Macri. En el haber están el levantamiento del cepo, el arreglo del conflicto con los holdouts, el pago de la deuda con los jubilados y una actitud de diálogo con los opositores que antes no había.

En él debe están los decretos de necesidad y urgencia del comienzo de la gestión, los despidos, la inflación, el brutal ajuste tarifario, la falta de un plan de contingencia para defender a los consumidores del incremento de precios, el aumento de la pobreza, la inseguridad y el incumplimiento de la promesa de modificación de las escalas del impuesto a las ganancias.

Se deben agregar dos errores que se repiten. Uno es la falta de previsión de los efectos predecibles de algunas medidas, como el tarifazo. Es increíble advertir que nadie en el Gobierno pensó que para mucha gente esos aumentos son imposibles de pagar. Lo mismo vale para el decreto por el que se intentó designar a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz como ministros de la Corte. Es verdad que luego hubo rectificaciones, pero en el primer caso son aún insuficientes para muchos, y en el segundo produjeron un daño político de difícil reparación.

El segundo error es el de la mala comunicación. Hay que reconocerle al Gobierno una actitud de apertura a la prensa que no existió durante el kirchnerismo. Hay conferencias de prensa del Presidente y de sus funcionarios, y hay pluralidad en los medios públicos.

El problema es el contenido de lo que se dice. Así pasó con el índice de inflación (se insistió durante meses con un índice del 25% que ahora se reconoce imposible de lograr), o con la reactivación para el segundo semestre que deberá aguardar hasta el último trimestre.

Se sabía que para cualquiera de los candidatos que hubiera ganado la elección habría sido imposible desactivar la bomba de tiempo que dejó el kirchnerismo sin generar efectos colaterales adversos para la mayor parte de la ciudadanía. Eso obligaba a quien ganase a tener elaborado un plan de contingencia. Y en muchos aspectos, el Gobierno demostró no tenerlos.

Es la moraleja que dejan estos primeros seis meses de Macri, en los cuales mucha gente la está pasando muy mal.

Producción periodística: Santiago Serra.


domingo, 29 de mayo de 2016

Judicializados... @dealgunamanera...

Judicializados...

Vienen por todo, Cristina Fernández. Dibujo: Pablo Temes

Lázaro Báez y el pacto con Irán puede complicar a la ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Las tarifas, a Tribunales.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 29/05/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La reactivación de una causa intrincada tiñe de nubarrones el cielo de la cúpula de lo que fue el gobierno kirchnerista. Ello podría ser un golpe inesperado. Para comprender el derrotero, recordemos primero que la causa conocida como “Ruta del dinero K”, ha dado un giro sorprendente.

Leandro, el menor de los hijos de Lázaro Báez se presentó en la causa para recusar al juez   Sebastián Casanelo  alegando que la investigación estaba direccionada hacia su padre y el entorno familiar, sin ir más allá y profundizar en la posible participación de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y funcionarios jerárquicos de su gobierno.

Leandro Báez –de 26 años–, se apoyó en artículos periodísticos que dan cuenta del posible vínculo entre el juez y la ex presidenta, para dejar entrever que ése es el motivo por el que el magistrado intenta cortar el hilo por lo más delgado.

Una observación y dos conjeturas. La observación es que aquí nadie niega ningún delito. La primera conjetura es que Leandro Báez, mimado, impulsivo y cansado de los avatares por los que está atravesando su familia, se haya cortado solo en la jugada. La segunda, que se trate de una maniobra acordada para victimizar a su padre en una supuesta interna familiar, mostrarlo acorralado y preparar el terreno para que declare como arrepentido ante otro juez si es que la recusación de Casanello prospera.

Quienes deben decidir sobre la recusación del juez apodado “tortuga” son los jueces de la Sala II de la Cámara Federal integrada por Martín Irurzún, Horacio Cattani y Eduardo Farah. Este tribunal ratificó, en las vísperas del feriado del 25 de Mayo, la decisión de Claudio Bonadio de desestimar un planteo de nulidad presentado por Héctor Timerman en una causa por la aprobación del memorándum con Irán.

El expediente se había iniciado contra el ex canciller, la ex presidenta y los legisladores que aprobaron el memorándum. ¿Por qué se trata de una decisión central? En primer lugar por la gravedad de los hechos; en un audio que data del año 2012, difundido en el programa de nuestro colega Nicolás Wiñazki, se lo escuchó a Timerman admitir que Irán fue el responsable del atentado a la AMIA.

Lo peor del caso es que casi en paralelo, el entonces canciller negociaba el memorándum de entendimiento con ese país, algo incomprensible que puso de pie a casi toda la comunidad judía y que, en la presente causa, motivó el planteo de los denunciantes bajo el delito de “traición a la patria”.

En segundo lugar porque en su resolución, dos de los tres integrantes de la Sala II (Irurzún y Cattani), rechazaron las objeciones de la defensa de Timerman ratificando el planteo de Bonadio y subrayando, respecto de la denuncia original del fallecido fiscal Alberto Nisman que “la desestimación y el archivo de las actuaciones pueden reactivarse cuando –como en el caso– existen elementos no valorados anteriormente” y que serán materia de definición en la instrucción “las consecuencias de las nuevas hipótesis”, sin perjuicio de cuál sea el magistrado que siga interviniendo. Esto cobra importancia porque hay que recordar que Daniel Rafecas había archivado la causa. 

¿Bonadio podría tomarla? Eso sería una novedad respecto de la denuncia original del memorándum con Irán que, de reactivarse, se convertiría en un nuevo dolor de cabeza para CFK, Timerman y otros ex funcionarios K. En síntesis: Cristina podría volver a ser investigada y nada menos que por Bonadio.

Ahogo. La política tampoco da respiro, aunque en el Gobierno se consiguió oxígeno con los recientes anuncios del pago de las sentencias a los jubilados y el aumento en el mínimo imponible a los bienes personales que serán enviados al Congreso. El pago de las sentencias representa una reparación histórica a una injusticia cruel que se cometió contra más de dos millones de jubilados. Además de eso, la actitud del kirchnerismo de incumplir fallos refrendados por la Corte Suprema fue un agravio a la vigencia de la legalidad.

El blanqueo de capitales, en cambio, genera controversias y deja mal parado al ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, quien había criticado el blanqueo de CFK. “Parece hecho para beneficiar a muchos de los afectados por los Panamá Papers”, señala un conocedor de temas tributarios.

El tarifazo en el gas, que repercutió no sólo en la Patagonia sino también en el resto del país fue lo que marcó el ritmo de la semana y le trajo un dolor de cabeza al oficialismo. ¿Por qué se actuó con tan poca previsión? ¿Pragmatismo salvaje o error de cálculo? “Un poco de las tres cosas”, expresó un descontento miembro del oficialismo.

El ministro de Energía, Juan José Aranguren ha quedado muy golpeado y en la mira, aunque son varias las fuentes que aseguran que no le van a soltar la mano. El ministro les dijo a sus colegas que él mismo podía salir a dar las explicaciones; desfiló ante varios ministerios y el consenso general indicó que lo mejor sería guardarlo. La oratoria no es lo suyo.

Los que aún lo sostienen en el PRO aseguran que es un “excelente profesional técnico, pero del mundo corporativo, donde lo que prima es el resultado”. Hay quienes afirman haberle escuchado decir que “Argentina se ha quedado sin energía, ya no quedan reservas ni para luz ni para el gas”. Es cierto –reflexiona un diputado– “pero la paciencia de la gente tiene un límite y dentro de poco ya no le va a importar el desastre que dejó De Vido o las aventuras de Cristina. Quiere luz, gas y poder pagarlos”.

¿Qué ocurrió entonces? Es evidente que no se llegó a medir el impacto social de las medidas. Tampoco se realizó un tamiz exhaustivo de los casos especiales: zonas geográficas más sometidas al frío,  gente común con afecciones puntuales que las transforman en electrodependientes, etc. Se avanzó y luego vino el aluvión de quejas. Un error, según reconoce el oficialismo.

En ese contexto lo único que quedaba por hacer era poner en marcha un plan de contingencia destinado a lograr un control de daños. Por eso la conferencia de prensa del ministro del Interior, Rogelio Frigerio quien, junto a Aranguren anunció el tope a los aumentos. Los anuncios no bastaron y llegaron los amparos. La judicialización del tema prolongará el conflicto. En fin, un aprendizaje que le costará caro al Gobierno.

Producción periodística: Santiago Serra.

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martes, 19 de noviembre de 2013

Morenito... ¿Hizo falta tanta agua?... De Alguna Manera...

Cómo (y por qué) se cocinó la renuncia de Guillermo Moreno…


Virtualmente acorralado, Guillermo Moreno decidió hoy renunciar a su cargo al frente de la Secretaría de Comercio Interior. Lo hizo un día después de haber pedido a la Justicia que lo sobreseyera en el marco del expediente en el que está procesado por multar a las consultoras privadas que difunden datos de inflación.

No fue casual su salida, sino más bien una de las exigencias de Jorge Miton Capitanich antes de asumir al frente de la emblemática Jefatura de Gabinete de Ministros. Debilitada, Cristina Kirchner no tuvo más remedio que entregar su cabeza.

Nadie extrañará su gestión, plagada de fracasos de diversa índole. Los precios congelados, los planes para todos, la presión por Papel Prensa, las cosechadoras “míticas” de Angola, la Moreno-Card, el dólar paralelo, la recuperación de la ex papelera Massuh, y los erráticos Cedin, fueron apenas algunas de esas decepciones.

¿Qué ocurrirá ahora con las causa judiciales que jaquean al otrora poderoso secretario? Nadie lo sabe, aunque es probable que la suerte que supo acompañarlo en estos años, comience a volverse esquiva.

Por caso, los camaristas K Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Farah, se han negado hasta ahora a desprocesarlo penalmente en la causa por amenazas antes referida. Ello a pesar de sus súplicas persistentes.

No es el único expediente que lo complica: el juez Julián Ercolini lo investiga también por haber amenazado a los accionistas privados de la empresa Papel Prensa el día que concurrió a una asamblea de accionistas de la empresa portando guantes de boxeo.

A esas denuncias debe sumarse la que iniciarán en unas horas legisladores de la oposición por su inexplicable crecimiento patrimonial. Es que, según revela su última declaración jurada —presentada ante la ineficaz Oficina Anticorrupción—, Moreno afirma haber ganado $469.872,58. Lo suspicaz del asunto es que el ahora ex Secretario jura haber ganado esa diferencia luego de adquirir títulos públicos en dólares. Uno, inclusive, se rige bajo ley extranjera.

Hay quienes sospechan que este último dato no estaría desvinculado de su eyección del gabinete oficial.

Como sea, la suerte de Moreno ha cambiado de un día para otro y ni siquiera la lejana Italia, donde será designado como agregado en el área económica, podrá tapar el fiasco que dejó a su paso.

No obstante, hay un dato que no debe dejar de tenerse presente: Moreno siempre hizo lo que le indicaron Néstor y Cristina Kirchner. Ergo, su desempeño fue apenas una muestra de sumisión oficial. Mal que le pese a más de uno, toda la responsabilidad de sus actos persiste en las oficinas más relevantes de Casa de Gobierno.

El ex Secretario solía decirlo a sus pocos íntimos: “Soy un soldado de la causa”. Es el lema que llegó a pronunciar en actos oficiales y que hoy nadie parece querer recordar. Ni dentro ni fuera del gabinete de Cristina.

En psicoanálisis es un tópico muy conocido y fácilmente aplicable a esta situación: se denomina “represión de los recuerdos”.

© Escrito por Christian Sanz el martes 19/11/2013 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.