Confianza en
Trump…
El Gobierno espera que el magnate republicano gane
las elecciones para recibir una ayuda de los amigos en el FMI.
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Escrito por Nelson Castro el sábado 02/11/2024 y publicado por el Diario Perfil
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.
Un ejemplo de la volubilidad de la política vernácula lo representa el
caso del reemplazante de Mondino, el flamante ministro de Relaciones
Exteriores, Gerardo Werthein, quien se venía desempeñando como
embajador de la Argentina ante el gobierno de los Estados Unidos, supo ser un
acérrimo acólito de Cristina Fernández de Kirchner. “Habíamos podido abandonar el
modelo de especulación financiera por uno de producción y, además, éramos de
los países más desendeudados del mundo”, escribió el flamante ministro en 2011.
El problema no es solo el cambio de opinión. Al fin y al cabo, ahí está el caso
de Daniel Scioli, que también se desvivió en elogios hacia la expresidenta –que
no le evitaron ser despreciado por ella– y hoy es funcionario estelar de este
gobierno que le permite por estos días subirse a la ola del fenómeno Franco
Colapinto e intentar traer la Fórmula 1 a la Argentina. El problema es de
esencia moral: haber apoyado al kirchnerismo significa haber convalidado la
corrupción reinante en esos gobiernos y el proyecto autocrático –y por
ende antidemocrático– que encarnaban. Queda claro que a La Libertad Avanza le
está costando demasiado mantener una línea de coherencia entre sus nuevos
funcionarios. En este mismo contexto se inscribe también la elección del
titular de la Dirección General Impositiva (DGI), Andrés Vázquez, con un
controvertido pasado kirchnerista.
La próxima semana será de gran expectativa en la Casa Rosada como
producto de la elección presidencial en los Estados Unidos. Prudente y
acertadamente, el Gobierno viene sosteniendo en su discurso una postura
equidistante de los dos candidatos. Se prenuncia una elección con un resultado
muy cerrado. En el promedio de las encuestas más respetadas hay una ventaja
mínima, pero sostenida para Donald Trump sobre Kamala Harris. Es claro que, en
el sentimiento de Milei, su deseo es que gane Trump. Su identificación y
cercanía con el candidato republicano hace la diferencia para un acceso a la
Casa Blanca que no tendría con Harris. Y eso, en el contexto de todo lo que
falta negociar con el Fondo Monetario Internacional, pesa. Lo vivió Mauricio
Macri: de no haber sido por su amistad con Trump, el extraordinario –y
controvertido– préstamo que el organismo le dio al país no se hubiese
materializado. Como ya se vio, en las filas del trumpismo, la figura de Milei
despierta apoyo y euforia. De ser elegido, habrá que ver cuánto de todo esto se
traduce realmente en medidas de apoyo para el gobierno argentino.
Mientras tanto, en la política de cabotaje, viejos fantasmas sobrevuelan
la escena. Por un lado, el paro en el transporte que impulsó una parte del
gremialismo duro, puso de manifiesto que dirigentes como Pablo Moyano no han
entendido el cambio que se está produciendo en la Argentina. Más allá del
gobierno libertario, la gente de a pie ya no tolera medidas que perjudiquen su
vida diaria en pos de sostener los privilegios de la casta sindical. La Unión
Tranviarios Automotor (UTA), el gremio que nuclea a los trabajadores de las
principales líneas de colectivos del país, decidió no participar de la medida
de fuerza luego de llegar a un acuerdo de recomposición salarial con el
Gobierno y las cámaras empresariales. El oficialismo logró así una doble
carambola: evitó un jueves sin el servicio de colectivos, aisló a los gremios
díscolos y los convirtió –una vez más– en su sparring de cara a la sociedad.
El otro hecho que se celebró dentro del Gobierno es que CFK se encamina
a presidir el PJ. No solo eso, La ex vicepresidenta se reunió con gobernadores
y otras figuras del peronismo para ponerse a trabajar de cara a las elecciones
de medio término del año que viene. Sergio Massa está incluido en ese combo.
Nada nuevo bajo el sol. Queda claro que la oposición no tiene figuras de
renovación y les regala a los libertarios la posibilidad de arrasar con el
pasado reciente que tanto mal le ha hecho a la Argentina.