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domingo, 3 de febrero de 2019

Candidatos en danza… @dealgunamanera...

Candidatos en danza…

 

Carga con ese peso, Vidal-Macri. Dibujo: Pablo Temes

 

Sin desdoblamiento, vienen otras decisiones. Quién acompaña a Macri y Vidal. ¿CFK va con Kicillof?


María Eugenia Vidal quemó las naves. Es lo que hizo al decirle “No” al desdoblamiento de las elecciones a gobernador en la provincia de Buenos Aires y atar su suerte a la de Mauricio Macri. Fue una decisión que Vidal tomó contra su voluntad. Ella quería discutirlo con el argumento que le dan los números. Ella mide más que Macri. No hubo posibilidad. El Presidente y Marcos Peña –y Jaime Duran Barba también– se oponían firmemente a considerar esta opción.

Esa es la verdad. Por eso el argumento del ministro de Gobierno bonaerense, Federico Salvai, de decir que el motivo para bajar la idea del desdoblamiento de la elección a gobernador había sido el “costo” es falaz. Desde el vamos se sabía que una iniciativa como ésa conlleva una erogación importante por parte de quien la organiza. El motivo real lo reflejó el título de esta columna del domingo pasado: “No hay Macri sin Vidal”. Es obvio que la gobernadora no quedó feliz ni con las formas ni con la resolución de esta delicada cuestión. Y no lo está porque, como tema de fondo, esto complica sus chances electorales. Y no lo está, además, por lo que significan las formas que, muchas veces, son tan importantes como el fondo.

La gobernadora ha experimentado lo desagradable que es –aún para los oficialistas– tener que “discutir” con Marcos Peña. Vidal tiene un contacto con la realidad del que carece Peña y, por consecuencia, dista de compartir un optimismo proselitista nacido al calor de encuestas de las que muchos oficialistas descreen. La realidad es que el jefe de Gabinete ha recuperado la centralidad del poder. No ha sido por mérito propio –su gestión es de escaso mérito– sino producto de las circunstancias. Como ya se ha dicho aquí, el fuerte suyo no es la gestión sino la elección.

Terminado ya el debate del desdoblamiento, lo que viene ahora es la definición de los candidatos. Por las dudas –y para que nadie se confunda–el candidato a la Presidencia será Macri. Cuando hablamos de candidaturas nos estamos refiriendo a los que acompañarán en la fórmula al Presidente y a la gobernadora. Ahí el panorama es variopinto.

Barajando. El ticket Macri-Michetti todavía tiene aire aún porque, a decir verdad, nadie va a modificar su voto a causa del postulante a la vicepresidencia. Se votará a favor de Macri o en contra de Macri y no de Michetti, Stanley o quien fuere.


La situación es diferente en la provincia de Buenos Aires. Ahí la discusión es tensa e intensa. Veamos: en 2015, Vidal había elegido a Cristian Ritondo para que la acompañara en la fórmula como candidato a vicegobernador. Eso significaba que los cuatro cargos más importantes a los que aspiraba Cambiemos –Presidencia y vicepresidencia de la Nación y gobernación y vicegobernación bonaerense– eran del PRO y de la Capital Federal. 

Ahí fue que Ernesto Sanz –¿dónde estará?– hizo oír su voz de queja, por lo que, en menos de 48 horas se lo bajó a Ritondo y lo pusieron a Daniel Salvador. No está clara la causa por la que Vidal no lo quiere más como compañero de fórmula a su actual vice, que ha sido un hombre leal y con muñeca política para manejar los avatares de la compleja Legislatura provincial. Lo que sí está claro, es que no lo quiere. De ahí la danza de nombres que gira alrededor de ese lugar, hecho que lo ha puesto nuevamente en órbita a Ritondo.

Sin embargo, en esta retahíla de noes, síes y peros, apareció un pero. Sucede que Emilio Monzó ya ha dicho que no competirá por su reelección como diputado. Por lo tanto la presidencia de la Cámara Baja habrá de quedar vacante. El Gobierno –es decir, Macri– quiere que el reemplazante de Monzó sea Diego Santilli o, en su defecto, Ritondo. Quiere que los dos vayan al Congreso. Hay que recordar que, mientras gobernaba Macri en la Ciudad, la Legislatura porteña era manejada por Ritondo y Santilli. Por lo tanto el Presidente aspira a tener a ese dúo –Santilli por la Ciudad y Ritondo por la Provincia– en el Congreso. “Macri quiere a gente con linaje peronista”, afirma un profundo conocedor de la “rosca” interna de Cambiemos. 

Conclusión: Vidal se quedó sin su predilecto para la candidatura a vice.


Pero, a fin de hacer la cosa más maquiavélica y para que Salvador no sienta que el puesto es suyo, ha surgido el nombre de Carolina Stanley. Y si finalmente no fuera la actual ministra de Desarrollo Social, la idea es testear el nombre de alguna persona del riñón vidalista como vice. Si después de tanto vaivén la candidatura recayera otra vez en Salvador, será un logro del radicalismo que seguramente tendrá un costo: la pérdida de legisladores.

Zona K. Del otro lado, está la muy activa Cristina Fernández de Kirchner quien, en uno de sus diálogos con un icónico intendente K de la segunda sección electoral, dijo: “Si yo soy presidenta tengo dos problemas: primero los vencimientos de la deuda externa, que son monstruosos para el 2020 y a mí nadie me va a prestar plata; segundo, es que a principios del último año de mi mandato voy a cumplir 70 años, por lo que lo voy a pensar varias veces antes de ser candidata; tercero, no tengo el equipo que tenía en su momento: el que no está preso, está jubilado.” (N. de la R: a eso llama la ex presidenta un gran equipo). Las tres cosas son ciertas. Sin embargo, al leer bien la entrelínea hay algo que surge en forma nítida: lo que CFK no dijo es que haya tomado la decisión de no ser candidata.

Las encuestas muestran que la ex presidenta mide muy bien en el Conurbano y, que con la diferencia que saca en ese bastión del peronismo, hoy podría ganar la provincia de Buenos Aires. En el resto del país, sin embargo, su imagen cae.

En el GBA despunta otra disputa interna del PJ: la de los intendentes contra Axel Kicillof.

Ninguno de esos alcaldes profesa la menor simpatía por el ex ministro de Economía, a quien CFK sigue tratando con el mimo de los preferidos. En realidad, en el peronismo nadie lo quiere. El problema que tienen es que Kicillof mide bien en las encuestas. Su discurso tiene el mismo sesgo del de la ex presidenta: habla como si no hubiera gobernado nunca; como si no hubiera dejado un 25% de inflación anual que, además, ocultaba; como si no hubiera dejado más de un 25% de pobreza, de la cual no hablaba porque era “estigmatizante”; como si no hubiera tenido nada que ver con el cepo cambiario que contribuyó al aislamiento del país y como si no hubiera tenido nada que ver con la pesada herencia de los “holdouts”.

La vigencia de Fernández de Kirchner y Kicillof da la exacta medida de la dramática dimensión de los groseros errores del gobierno de Macri.

Es una ecuación política tan clara como el agua clara.

Producción periodística: Lucía Di Carlo.


(Fuente: www.perfil.com). El periodismo profesional es costoso y por eso debemos defender nuestra propiedad intelectual. Robar nuestro contenido es un delito, para compartir nuestras notas por favor utilizar los botones de "share" o directamente comparta la URL. Por cualquier duda por favor escribir a: perfilcom@perfil.com

lunes, 9 de julio de 2018

Exceso de confianza… @dealgunamanera...

Exceso de confianza… 
Re creido. Marcos Peña. Dibujo: Pablo Temes

El jefe de Gabinete, seguro ante empresarios y con cuestionamientos dentro del Gobierno.

Hay que tener paciencia. Ese fue el mensaje que se llevan todos los que han hablado con Mauricio Macri en estos últimos días. Terminada la ilusión del Mundial – el Presidente soñaba con viajar a Moscú para ver jugar a la selección argentina en la final–, nada hay en el horizonte que le pueda deparar al Gobierno alguna alegría. La adversidad pone a prueba –siempre– la cohesión de un gobierno. Y mucho más en un gobierno como este, que ha hecho de la idea de equipo un dogma. En verdad esa imagen tiene aires de fantasía porque esa idea nunca se concretó.

Ruidos.

Macri les dio a Marcos Peña, a Mario Quintana y a Gustavo Lopetegui un rol de supremacía que, más allá de ser inherente a las atribuciones de la Jefatura de Gabinete, generó muchos cortocircuitos entre sus integrantes. Alfonso Prat-Gay fue una de las víctimas de esas desavenencias. El ex ministro de Hacienda nunca les reconoció entidad en la materia ni a Quintana ni a Lopetegui, a quien Macri llamó –¿Y llama aún?– sus ojos. Tanto era su rechazo hacia Peña y sus adláteres que, cuando ellos conducían las reuniones de gabinete por ausencia del Presidente, directamente no asistía. Las cosas no han cambiado mucho. Los cortocircuitos continúan: Nicolás Dujovne negando en el Congreso el impuesto a los pasajes al exterior y Marcos Peña asegurando que era una alternativa recaudatoria en consideración; Elisa Carrió hablando del proyecto de despenalización del aborto y diciendo que Macri lo propuso porque le dijeron que no iba a ser aprobado por el Congreso y Peña desmintiéndola.

No va a haber acuerdos con el peronismo sino con los gobernadores. Ellos tienen que hacer ajustes. Todo va a salir bien”, afirmó el jefe de Gabinete ante el grupo de representantes empresariales del Grupo de los 6 con los que se reunió el miércoles. Mientras escuchaban esto en silencio, estos hombres de negocios curtidos por las crisis recurrentes de la Argentina entrecruzaban miradas de sorpresa. Después del resultado electoral de octubre del año pasado, descontaban la reelección de Macri en 2019. Ninguno imaginó el descalabro de la economía que se desencadenó desde el 26 de abril y que hace que muchos de sus proyectos estén hoy en veremos. Y pasaron de la sorpresa al azoramiento cuando Peña, lleno de confianza, les dijo que el oficialismo sería reelecto. En su perorata, el jefe de Gabinete habló de encuestas que muestran un repunte de la imagen positiva del Presidente.

Esto resultó llamativo ya que todos los números de las encuestas de estos días muestran una caída no solo de la imagen del Presidente, sino también de María Eugenia Vidal. Nada dijo Peña cuando sus interlocutores le hablaron del impacto negativo de la corrida cambiaria en la economía real, de la ruptura de la cadena de pagos en varios sectores y de la caída del consumo.

Hablando de la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, hay que decir que no está pasando su mejor momento dentro del oficialismo. Sus críticas a Peña y compañía y a Dujovne son cada vez más sonoras. El viernes la discusión fue intensa cuando en Olivos se trató el traspaso a la Provincia y a la Ciudad de Buenos Aires de los servicios de luz y agua. “Son imposibles de cubrir; nos fundimos”, señala con total crudeza una voz del gobierno provincial en donde mucho preocupa la situación en el Conurbano. Se verifica allí una caída fuerte del trabajo informal –changas– y un aumento de las demandas alimentarias en los comedores de las organizaciones sociales y de la Iglesia. En algunos lados hasta se ha reinstalado el trueque.

Quien está muy atenta a esto es Carolina Stanley. La ministra de Desarrollo Social, que es también muy crítica del triunvirato Peña, Quintana y Lopetegui, estuvo reunida con Quintana el mismo miércoles en que los empresarios se encontraron con Peña. No fue un encuentro de los mejores. Stanley, que es muy crítica del jefe de Gabinete y compañía, discutió la oferta económica a los movimientos sociales. No hubo alegría ni en su rostro ni en su espíritu cuando salió de la Casa Rosada con destino a su despacho en el edificio de Moreno y la avenida 9 de Julio.  

En estos últimos siete días, Elisa Carrió fue –otra vez– un dolor de cabeza para el oficialismo. Carrió, cuya voz ha sido y es de una enorme importancia para la construcción del ideal republicano, debería reflexionar profundamente acerca del significado de sus expresiones y del impacto que ellas producen. En el decurso de la semana ninguneó a los radicales y a la clase media y, además, pidió que se apagaran los televisores. Esto –lo de ningunear a otros y lo de apagar los televisores– es lo mismo que hacía y pedía CFK.

A las urnas.

Acabado para la Argentina el Mundial de fútbol, la movida electoral comienza a activarse. La novedad de esta semana fue la reaparición de Sergio Massa, quien estuvo muy activo. El hombre de Tigre, que ya decidió su vuelta al justicialismo, no solo propulsó el lanzamiento de las medidas económicas para enfrentar la crisis económica, sino también para mostrarse actuoso en el armado de una estructura interna que le de sostén a su candidatura presidencial. De ahí la reunión que tuvo con el gobernador de La Pampa, Carlos Verna, hombre enfrentado tanto al gobierno nacional como a Cristina Fernández de Kirchner. No fue esa la única entrevista de cara a ese armado. Otro de sus emisarios voló a Salta para encontrarse con Juan Manuel Urtubey.

La decisión de Massa de volver al peronismo dio por tierra con la sociedad pergeñada junto a Margarita Stolbizer.

Massa no es el único anotado para la carrera presidencial dentro del peronismo. Felipe Solá es otro de los que están dispuestos a presentar batalla. De todos modos, en ese universo magmático, todo gira alrededor de la gran incógnita que atraviesa al Partido Justicialista: Cristina Fernández de Kirchner. “Terminala con eso de la unidad: los votos los tenés vos”. Palabras más, palabras menos, eso fue lo que le dijo Carlos Zannini a CFK en uno de sus últimos encuentros en el que la instó a subirse a la carrera electoral por la presidencia del año que viene.

Se lee en el Eclesiastés 1:9,10: Lo que fue, eso será, y lo que se hizo, eso se hará; no hay nada nuevo bajo el sol. Es la Argentina.

Producción periodística: Lucía Di Carlo.




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domingo, 17 de junio de 2018

Salir de la burbuja… @dealgunamanera...

Salir de la burbuja…

Asunto Sellado. Federico Sturzenegger. Dibujo: Pablo Temes

Tensiones oficiales por los cambios en el manejo de la economía y la aprobación en Diputados del aborto.

Las paradojas de la Argentina son infinitas. Seguramente nadie imaginó que el gobierno de Mauricio Macri sería el que diera vía libre a la trascendente discusión que se generó en la sociedad y en el Congreso sobre la despenalización del aborto. Y seguramente tampoco nadie imaginó que un gobierno promercado como el actual sería tan castigado por ese ente, que es la quintaesencia del capitalismo. La paradoja de esta circunstancia tiene azoradas a las principales espadas de un gobierno que en las últimas semanas ha demostrado estar desorientado. Nada de esto es casual. Y este es el problema.

La salida de Federico Sturzenegger alegró a varios que en la actualidad son parte del Gobierno y a otros a los que hace tiempo se les dio el adiós. Uno de los que celebraron esa novedad fue Alfonso Prat-Gay.

Quienes han hablado en estos días con quien fue el primer ministro de Hacienda de la actual administración le han escuchado adjudicarle a Sturzenegger la mayor responsabilidad en los errores que, en materia económica, ha cometido el Gobierno.

El ahora ex presidente del Banco Central impuso a su gestión un aire académico. No supo diferenciar lo que son las aulas de Harvard de la realidad argentina. Los hechos, pues, lo lapidaron. El jueves 7 había dicho que el Banco Central ya no intervendría en el mercado cambiario. El martes 12, con el dólar subiendo, cambió de opinión para volver a su postura original el miércoles 13. Macri, harto de tanta volubilidad, lo echó de un plumazo.

Hasta aquí, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional no ha servido para frenar la corrida cambiaria, que ha demostrado que el Gobierno tiene menos dólares de los necesarios para hacer frente a la base monetaria y a las Lebac que están en circulación.

Para salir de esta situación hace falta un shock de confianza, un punto clave para entender este complicado presente. Lo que empezó siendo una corrida cambiaria ha derivado en una crisis política que afecta la credibilidad del Gobierno. Y esto le da al problema una dimensión de mayor complejidad. Por eso, en este aspecto, la pregunta es si la designación de Luis Caputo al frente del Banco Central ha sido la mejor elección. “Ser un especialista en tomar deuda y generar expectativas no es lo mismo que estar a cargo del Banco Central”, sentencia un hombre al que el oficialismo suele consultar.

Una primera conclusión es que el Presidente decidió apostar una vez más por la mesa chica para evitar abrir un debate –aunque sea mínimo– dentro de las filas de Cambiemos. Por lo que se vio el viernes, el mercado no le dio a Caputo una bienvenida cordial. Tras una primera baja, la divisa volvió a recuperar impulso. Nadie le jugó a favor y, por ende, no hubo dólares sobre la mesa para poner freno a la corrida. En la reunión con los banqueros, todos le desearon suerte al nuevo funcionario. Eso fue todo. En el horizonte de Caputo está la urgencia por terminar de armar su equipo y hacer frente al próximo vencimiento de las Lebac.

Por lo tanto, este fin de semana transcurre entre conversaciones y negociaciones febriles en las que se intentan acuerdos con los banqueros para asegurar una renovación masiva a tasas de interés inferiores a las exorbitantes que se han venido pagando hasta aquí. Y esto viene complicado. Los representantes de los bancos le han pedido a Caputo que se controle el valor del dólar.

Varios funcionarios están comprobando duramente que “la única verdad es la realidad”

Nervios.

No es la economía lo único que está provocando dentro del Gobierno un clima de desasosiego y reproches. El tema del aborto dejó tensiones y enojos que se deberán restañar para enfrentar un presente difícil y un futuro incierto. La confianza en la seguridad de un triunfo en las elecciones del año que viene está menguada.

El enojo más resonante al respecto ha sido el de Elisa Carrió. Su frase al cierre del maratónico debate del miércoles al jueves –“es el último esfuerzo que hago por no romper”– trajo al presente el fantasma de la renuncia a la vicepresidencia de Carlos “Chacho” Alvarez, hecho que fulminó al gobierno de la Alianza.

Carrió se dio cuenta de lo que significaba esa amenaza, y en la tarde del jueves salió a desactivarla. Macri no permaneció indiferente a eso y de ahí la reunión en la residencia de Olivos a la que convocó a la diputada.

Quien también quedó enojada con el tema fue la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, que le reprochó a Marcos Peña haber sido clave para motorizar esta idea. Este proyecto, que no estaba en la plataforma de Cambiemos, fue sacado por el oficialismo como un conejo de la galera para hacer frente a los primeros signos de la crisis económica allá por marzo. Stanley –al igual que María Eugenia Vidal– vivió en carne propia el malestar que esta iniciativa le ha generado al Papa.

Ello ocurrió durante la reunión privada que ambas tuvieron con el Sumo Pontífice. Por si alguien en el entorno del Presidente no lo creyó así, el nuevo arzobispo de La Plata, monseñor Manuel Fernández –prelado de cercanía estrecha con Francisco– dijo que la visita papal a la Argentina es altamente improbable.

Ni siquiera la Selección ayudó a traer un poco de alegría en este mal momento para el Gobierno, en el que varios de sus funcionarios parecen estar saliendo de una burbuja y comprobando que “la única verdad es la realidad”. Y esa realidad hoy significa inflación desbordada, corrida cambiaria, desempleo e incertidumbre.

Producción periodística: Lucía Di Carlo.



(Fuente www.perfil.com). El periodismo profesional es costoso y por eso debemos defender nuestra propiedad intelectual. Robar nuestro contenido es un delito, para compartir nuestras notas por favor utilizar los botones de "share" o directamente comparta la URL. Por cualquier duda por favor escribir a: perfilcom@perfil.com

martes, 13 de febrero de 2018

El ajuste sobre los más chicos… @dealgunamanera…

El Gobierno los excluyó de las pensiones por discapacidad...


Bajo el argumento de que “no tienen incapacidad laboral”, la Agencia Nacional de Discapacidad dará de baja las pensiones a los menores. Agregarán también mayores requisitos a las pensiones para adultos con síndrome de Down, Cáncer, HIV, Parkinson y EPOC, entre otras.

© Publicado el martes 13/02/2018 por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Sin suerte con el primer recorte de más de 170 mil personas beneficiarias de pensiones de invalidez, rechazado por la Justicia, ahora el Gobierno ordenó excluir a los menores de edad de ese beneficio. También endurecieron los requisitos para personas con cáncer, síndrome de Down, HIV, Parkinson y EPOC, entre otras. Al menos veinte mil pensiones, que ya habían sido aprobadas e iban a ser otorgadas en estos meses, volverán a ser revisadas bajo estos nuevos criterios, según establecieron las flamantes autoridades de la Agencia Nacional de Discapacidad, dependientes de Presidencia

El ajuste sobre los más chicos se ejecutó el 25 de enero de este año, a través de un escrito en el que los directivos comunicaron a sus trabajadores la nueva modalidad con la que deberán resolver los expedientes en tránsito. Allí se detalló que las liquidaciones a los menores deberán separarse, dar de baja el lote y girar a la oficina 32 para que los doctores analicen nuevamente cada caso. Según publicó  el portal Nuestras Voces, desde la Agencia admitieron que esos expedientes  “momentáneamente quedarán a la espera de nuevas definiciones”, pero mientras tanto a los menores que ya iniciaron el trámite no se les otorgarán más pensiones porque ellos “no tienen incapacidad laboral”.

En el documento revelado por el portal de noticias también se detallan nuevos requerimientos para los casos de pensionados con síndrome de Down. Las autoridades establecieron que deben presentar el Certificado Único de Discapacidad (CUD), con un Certificado Médico Oficial (CMO) acompañado de la firma de un neurólogo, psiquiatra, o legista. En tanto, las personas que padezcan enfermedades como HIV o  cáncer también deben pasar por la auditoría médica con la posibilidad de dejar de ser beneficiarios a no ser que demuestren tener comprometido algún órgano blando, es decir, que estén con riesgo de muerte.

El recorte llegó 11 meses después de que el Ministerio de Desarrollo Social que conduce Carolina Stanley intentara privar a 170 mil personas de estas prestaciones, aunque la Sala II de la Cámara Nacional de Seguridad Social obligó al Gobierno a restablecer ese beneficio en noviembre de 2017 por considerar que su quita “vulneraba derechos a la vida autónoma, la salud, la vivienda, la educación y la dignidad inherente a la persona humana”.

Tras esa primera derrota legal, el Gobierno buscó otra forma de concretar su achique en el sistema de seguridad social. Ahora sólo pasarán directamente al área de resoluciones aquellas personas que estén bajo curatela (son aquellos con firma de un juez por insania) y aquellos cuyas patologías estén acompañadas del CMO y el CUD.

El hecho de que las 20 mil pensiones vuelvan a ser sometidas a revisión pone un freno a las pensiones que esperan desde hace un año para ser otorgadas, por lo que el otorgamiento de nuevas pensiones se podrían llegar a retrasar entre 2 y 3 años, siempre y cuando cumplan con estos nuevos requisitos.

Walter Pignataro, secretario general de ATE Pensiones denunció al portal Nuestras Voces que el gobierno “va a dar de baja miles y miles de pensiones con guante quirúrgico, de a poquito” y alertó que con esa actitud viola la Convención Internacional sobre los derechos de personas con capacidad.


lunes, 2 de enero de 2017

Islas Malvinas. Otra omisión y van... @dealgunamanera...

Desarrollo Social excluyó "por error de diseño" a las Islas Malvinas del mapa argentino…

Desarrollo excluyó "por error" a Malvinas del mapa argentino. Foto: Cedoc

La cartera de Stanley creó una tarjeta de salutación para Año Nuevo y generó el repudio del kirchnerismo y de los veteranos. El pedido de disculpas.


© Publicado el lunes 02/01/2017 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El Ministerio de Desarrollo Social excluyó del mapa argentino a las Islas Malvinas en una tarjeta de salutación por el Año Nuevo, y generó el repudio de veteranos de la guerra de 1982 y de dirigentes del kirchnerismo, que acusaron al Gobierno de "ponerse del lado del usurpador".

"Que el 2017 nos encuentre unidos y en paz. Feliz año nuevo", indicó una tarjeta que la cartera a cargo de Carolina Stanley difundió en las redes sociales el sábado pasado, con una imagen de la Argentina pero sin las Islas Malvinas en el Atlántico Sur.

Gustavo Pirich, de la Asociación de Combatientes de Malvinas, criticó al Gobierno en diálogo con radio 10: "Me parece terrible, pero no es el único tema que nos preocupa con respecto a la soberanía", sostuvo. 

"El martes a las 17.30 hacemos una movilización a la Plaza de Mayo, porque nos parece que están avanzando muy fuertemente para remover todos los obstáculos que dificultan el desarrollo de los kelpers", criticó el veterano de la guerra de 1982.

La polémica por el afiche de Desarrollo Social se conoce un día antes de cumplirse 184 años de la ocupación británica del territorio insular. Desde la cartera conducida por Carolina Stanley señalaron: "Nuestras disculpas por el error del departamento de diseño en el saludo de fin de año". 

Por su parte, la ex embajadora ante el Reino Unido de la administración kirchnerista Alicia Castro sostuvo ante radio 10 que quedó "consternada por ver un mapa mutilado, podado. Normalmente lo hacen los británicos, pero nunca he visto que un Gobierno publique un mapa sin las Malvinas".

"Tiene que ver con la política de desmalvinización del Gobierno y la política de entrega. El acuerdo que firmaron en septiembre del año pasado (la canciller Susana Malcorra y su para británico para la región, Alan Duncan) plasma la voluntad y la pretensión británica de remover todos los obstáculos para el desarrollo económico de las Islas en lo que hace a exploración y explotación de petróleo, pesca y navegación", denunció.

Según Castro, el Gobierno argentino "concedió en ese acuerdo" lo que le pedían "los británicos cuando iba al Foreign Office. Ese era su deseo y es lo que ha concedido el Gobierno en un acuerdo", insistió.


En las redes sociales, usuarios que respondieron a la publicación de la cartera de Desarrollo Social hicieron hincapié en el hecho de que Puerto Argentino se llama, para los británicos, Port Stanley, el apellido de la titular de la cartera, Carolina Stanley.

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domingo, 23 de octubre de 2016

Frases picantes… @dealgunamanera...

Frases picantes…

Papa Francisco. Dibujo: Pablo Temes

El real significado de gestos y dichos del Presidente a gremios y empresarios.

Dos frases pronunciadas por Macri en la semana aún resuenan en los ámbitos políticos y empresariales: en una de ellas, les pidió a los empresarios que dejen de lado “temores y mezquindades”;  en la otra, que “se rompan el traste” para ponerse a la altura de la situación actual, que es compleja y, en algunos casos, dramática. El contexto estuvo marcado por el inicio de las negociaciones entre el gobierno nacional, la CGT y las seis principales centrales empresariales que acordaron esta semana estudiar –sector por sector– el pago de un bono extraordinario de fin de año para trabajadores privados y estatales con un piso de $ 2 mil. Diciembre, con su potencial conflictividad, es un desvelo para el Gobierno. 

¿Acaso el Presidente se cansó del empresariado argentino? Es probable que sí, sobre todo conociendo de primera mano a muchos de los protagonistas de este universo del cual formó parte hasta hace muy pocos años. “El Gobierno está intentando poner en el eje de toda la política pública a los individuos en situación de vulnerabilidad, con el objetivo firme de combatir el flagelo de la pobreza. Mauricio ha repetido en más de una oportunidad que no puede ser que uno de cada tres argentinos la esté pasando mal”, destacan fuentes de la Casa Rosada.

Ante esta situación, la cantidad de peros y reparos puestos por las diferentes entidades empresariales lo sacó de quicio. Desde la Unión Industrial Argentina insistieron en que el pago de la compensación salarial dependerá de cada uno de los sectores  y de cada una de las empresas, debido a que se firmaron 800 convenios colectivos y 400 acuerdos sindicales, situación que implica diferentes realidades dentro de los distintos rubros de la industria. No fue la única entidad empresarial que levantó la voz; lo mismo hicieron aquellas que nuclean a los comerciantes y a las pymes. 

Conoce de primera mano a muchos protagonistas de ese universo que integró hasta hace poco

Consciente y sabedora de las dificultades de este tiempo, la Iglesia tomó la decisión de constituirse en una protagonista activa en la ardua tarea de abrir canales de diálogo en la búsqueda de consensos. De ahí que su rol haya sido fundamental en la concreción del  encuentro. El Episcopado tiene aún muy a flor a piel el recuerdo de aquellos dramáticos días de finales de 2001 y de comienzos de 2002. En ese tiempo, la memoria nos trae el recuerdo de las conversaciones y las gestiones de los tres obispos designados por la Conferencia Episcopal Argentina para generar diálogo  y consensos entre cada uno de los sectores de cuyo compromiso dependía mantener la paz social. Esos tres obispos fueron monseñor Jorge Casaretto y los hoy fallecidos monseñor Juan Carlos Maccarone y monseñor Ramón Artemio Staffolani.

Estando ese recuerdo tan fresco, a nadie debe sorprender esta actitud activa de la Iglesia. Ninguno de los miembros de su jerarquía quiere que aquello se repita. Hasta el mismísimo papa Francisco ha sido un puntal clave en la trama de esta historia. “La Iglesia ha venido trabajando para lograr reunir en una mesa a las partes para que se escuchen entre sí y no como mero signo formal. El esfuerzo y el tiempo ganado estuvieron dados en que, por primera vez después de 12 años, los participantes se miraron a los ojos, se escucharon y se entendieron”, subraya una fuente que trabajó incansablemente en la concreción de las reuniones. 

La Iglesia ve con buenos ojos cómo está respondiendo el Gobierno. “Con el kirchnerismo no había ninguna chance. Hablaban ellos y punto. Por supuesto hasta que Jorge Bergoglio se convirtió en Francisco. Allí CFK tuvo la viveza política de dar un volantazo y alinear el Gobierno detrás del papa latinoamericano, luego de un primer momento de ofuscación y enojo.

Otro gesto para destacar es el de la CGT en cabeza de los nuevos triunviros. En una de las últimas reuniones se les escuchó decir –especialmente a Héctor Daer y a Juan Carlos Schmidt– que “los muchachos de los movimientos sociales también son trabajadores”, un reconocimiento justo que tardó en llegar pero que facilitó el diálogo. 

En plena época de vacío kirchnerista al por entonces cardenal Bergoglio, varios de los que hoy forman parte del gabinete nacional ya se encontraban trabajando con diferentes sectores de la Iglesia. Hay gestos que no son casualidad y que hablan de una comunión con el otro. A lo largo de las dos horas que duró la reunión que tuvo lugar el miércoles pasado en el Ministerio de Desarrollo Social con trabajadores sociales y cooperativas, fue la propia ministra 
Carolina Stanley quien llegó con el termo bajo el brazo y les cebó mate a sus interlocutores. Es un dato no menor, que habla del trato de inclusión a sectores vulnerables que habían sido carcomidos por La Cámpora y que hasta hoy se sentían huérfanos políticos. Hay que recordar que Stanley fue una de los figuras del Gobierno que merecieron el encomio del Santo Padre durante su reunión del sábado 16 con el Presidente; la otra fue la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.

Quizás Macri esperaba un poco más de cooperación de los empresarios en momentos en que todos hicieron un esfuerzo. De todas las partes reunidas en la mesa de discusión, fueron los hombres de negocios los más desconfiados y reticentes”, sentenció una fuente que participó en el detrás de escena. En consonancia con la preocupación presidencial estuvieron las palabras de Adrián Werthein, presidente del Consejo Interamericano de Comercio y Producción, que sesionó en Buenos Aires. “Hay que creer e invertir porque el riesgo de venezuelizarse es inminente”, sentenció en una distendida conversación con periodistas. Su reflexión es una verdad indiscutible.

La economía no termina de arrancar. Los así llamados “brotes verdes” con los que se ilusiona el Gobierno son de un verde mustio. En el fin de semana pasado, las ventas por el Día de la Madre experimentaron una caída del 4,8% en relación con el año último. Si no hay más inversiones que  generen más trabajo genuino y de buena calidad, las chances de revertir la fenomenal pobreza que hoy castiga a un tercio de la población de nuestro país serán nulas. En lo que va de la actual gestión, la pobreza –que ya era alta al final de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner– ha aumentado significativamente. La pobreza es la condición sobre la que pivotan los populismos. Y los populismos llevan a la venezuelización, es decir, al chavismo. 

Producción periodística: Santiago Serra.